Oraciones de gratitud e intercesión

  • Está invitado a participar en una maratón de lecturas bíblicas. 

    Para conmemorar el 500 aniversario del anabautismo, MennoMedia ha encargado una nueva Biblia de estudio en inglés. Para celebrar su lanzamiento, MennoMedia y el Congreso Mundial Menonita están colaborando en una transmisión de video de tres días para la lectura de la Biblia en YouTube. 

    A partir del 18 de enero de 2025, la Maratón Mundial de Lectura Bíblica Anabautista se transmitirá en YouTube: un viaje ininterrumpido de 72 horas a través de toda la Biblia, con las voces de anabautistas de todo el mundo. 

    John D Roth, director del proyecto, comenta que, “la maratón de lectura concluirá el 21 de enero de 2025 con un servicio de adoración y celebración transmitido en vivo en Goshen, Indiana (EE. UU.), mientras leemos juntos el pasaje final del Apocalipsis y celebramos el lanzamiento de la Biblia de la Comunidad Anabautista”. 

    César García, comparte que, “leer la Biblia por sí mismos fue una parte importante de la renovación de la fe de los primeros anabautistas. No sólo leer, sino hacerlo juntos, bajo la guía y el discernimiento del Espíritu Santo fue su acción revolucionaria, que conmemoramos cada año con el Domingo de la Fraternidad Anabautista Mundial (21 de enero). 

    “La lectura conjunta de la Biblia sigue siendo clave para nuestra práctica anabautista. Invitamos a nuestros miembros de todo el mundo a participar en este proyecto tanto como lectores como espectadores”. 

    Haga clic aquí para obtener instrucciones sobre cómo enviar un video. 

    Como año de aniversario, el 2025 contendrá múltiples eventos: locales, nacionales e internacionales. El Congreso Mundial Menonita organizará un evento de un día de conmemoración, reflexión y reconciliación en Zurich, el cual será el 29 de mayo de 2025. Haga clic aquí para obtener más información

    Apoye a la comunidad global de fe en la tradición anabautista a través del CMM
  • Doug Klassen, ministro ejecutivo de la Iglesia Menonita de Canadá y representante de América del Norte en el Comité Ejecutivo del CMM, dijo que “invertir en los adultos jóvenes es una forma clave de avanzar. El Congreso Mundial Menonita es la mejor manera que puedo imaginar de hacer eso”. 

    La iglesia miembro del Congreso Mundial Menonita pone su dinero en lo que dice. La iglesia está organizada en cinco regiones, cada una de las cuales envía un delegado a la Cumbre Mundial de la Juventud. Juntos, los líderes seleccionan a un jóven para que participe como representante oficial. 

    Esta práctica comenzó con la Cumbre Mundial de la Juventud (GYS) de 2022 en Indonesia. La reestructuración de la iglesia en 2017 había colocado el desarrollo del liderazgo a nivel regional, por lo que era natural que cada región seleccionará a un adulto joven para que participara como delegado. 

    La iglesia nacional da a cada región $1 000 dólares canadienses para el costo de su delegado. Y depende de la región cómo recaudar el resto. 

    La inversión se ha reintegrado: el sistema de delegados múltiples demostró su fortaleza en sus idas y venidas. 

    Los delegados de GYS tienen la tarea de encuestar a los jóvenes de su país y redactar un informe sobre los resultados. 

    Ellos preguntan a sus compañeros sobre el compromiso con la iglesia (¿por qué algunos jóvenes eligen invertir tiempo y energía en el trabajo de la iglesia? ¿por qué algunos jóvenes la abandonan?); sobre liderazgo (¿cuáles son las barreras?); y sobre temas delicados (¿qué temas son difíciles? ¿Cómo se manejan las ideas conflictivas en la iglesia?). 

    Con un delegado para cada región recopilando respuestas según sus diversas fortalezas, el informe GYS del CM Canadá fue más representativo acerca de la diversidad del país. 

    Después de participar en GYS, los cinco delegados informaron sobre sus ideas, sobre los desafíos de la iglesia que ni Doug Klassen ni otros líderes habían mencionado todavía. 

    Ellos recuperaron energía para involucrar a su iglesia local. 

    Doug Klassen, compartió que, “a veces, todo lo que se necesita es un evento o una experiencia cautivadora para mejorar el vacío en la trayectoria y que un adulto joven vea que ‘tal vez hay espacio para la iglesia’”. 

    Doug Klassen desea que la mayor cantidad posible de jóvenes encuentren la fe profunda que se encuentra en la iglesia global y amplíen su comprensión “más allá de las historias eurocéntricas familiares”. 

    “Exponer a los adultos jóvenes a la iglesia global es una de mis principales prioridades en este cargo”, dijo. 

    Lea más sobre los delegados GYS del CM Canadá.
    Conozca a otros delegados de GYS : LMC.
    Lea más sobre el GYS.
  • ¿Qué tienen en común la estrella de la música Shakira y la profeta bíblica Débora? En un servicio especial el 6 de septiembre de 2024, Riki Neufeld exploró las canciones de venganza a través de un lente de paz con la congregación menonita en Hamburgo-Altona, Alemania. El Centro para la Teología de la Paz de la Universidad de Hamburgo, Alemania, y la congregación otorgaron el Premio Menno Simons Sermon a Riki Neufeld, pastor de la congregación menonita Schänzli en Muttenz, Suiza. 

    Riki Neufeld estaba estudiando la canción de Débora en Jueces 5 casi al mismo tiempo cuando las canciones ‘Puedo comprarme flores’ de Miley Cyrus y ‘Última’ de Shakira se convirtieron en éxitos. En estas canciones, las mujeres procesan su angustia no quejándose de su sufrimiento, sino ajustando cuentas a través de letras pegadizas como “Puedo amarme mejor que tú” o “Cambiaste un Rolex por un Casio”. 

    Otra melodía pegadiza 

    Riki Neufeld, explica que, Jueces 5 no es una canción de desamor, sino más bien sobre un ajuste de cuentas de una manera más sangrienta. Si alguien quisiera encontrar un texto bíblico para legitimar el apoyo militar para luchar contra la tiranía, sería Jueces 5. 

    Sin embargo, no es el armamento superior el que gana, sino Dios y las fuerzas de la creación que se oponen a los atacantes. En los versículos 19-21 Débora canta sobre el agua, las estrellas y el arroyo de Cisón que barren a los enemigos. 

    Y luego, en los versículos 24-27, Débora canta sobre Jael, quien mató al enemigo Sísara. Ella no se detiene, ella canta sobre cómo Jael “golpeó…, aplastó…, destrozó… y traspasó” a Sísara. El poderoso tirano «se hundió…, cayó… quedó inmóvil entre sus pies,… muerto».  

    Riki Neufeld, expresa, «me imagino que habría sido una canción pegadiza, eso sí, algo difícil de digerir para nosotros, como iglesia de paz”. 

    Una segunda mirada 

    Riki Neufeld, dice que, «hay algo satisfactorio en la historia, nos solidarizamos con el pueblo que estaba siendo atacado injustificadamente, nos alegramos cuando el tirano fue asesinado y el pueblo liberado”. Pero la canción de Débora no termina ahí. 

    En el versículo 28 de su cántico de victoria, canta el dolor de la madre de Sísara por el asesinato de su hijo. 

    Riki Neufeld, menciona que, Deborah echa una segunda mirada y ve una humanidad común: “Cada soldado, ya sea israelita o cananeo, ucraniano o ruso, israelí o combatiente de Hamas, tiene una madre que teme por él. Es una tarea de la iglesia agudizar continuamente esta segunda mirada en medio de los conflictos de este mundo” –militares, geopolíticos o interpersonales. 

    Riki Neufeldm, comenta, “esta misión que Jesús nos llama a realizar tiene un elemento de imposibilidad… Buscar la humanidad en el enemigo una y otra vez –dar esa segunda mirada– no se puede lograr con pura fuerza de voluntad”. 

    Además èl añadió, sólo podemos vivir esta misión a través del poder del Espíritu Santo dentro de nosotros, que nos da el propósito y la resiliencia para hacerlo cada día de nuestras vidas. 

    La versión completa de este sermón se pronunció por primera vez el 26 de febrero de 2023, a la congregación menonita de Schänzli, Suiza, un año después de la invasión rusa de Ucrania. 

    El miembro del jurado Fernando Enns calificó de valiente que un miembro de la iglesia por la paz se enfrentará a un texto tan violento. “Se necesita valor para predicar cuando no se huye de las ambivalencias del texto así como de nuestra propia experiencia…. No te calma, sino que te invita a una discusión honesta y de esta manera proporciona una nueva perspectiva sobre el llamado de Dios”. 

    Riki Neufeld, expresa, “nuestro punto de vista como menonitas es claro: somos una iglesia de paz que ama a nuestros enemigos, pero también odiamos las injusticias, algunas personas todavía luchan por reconciliar ambas cosas y vivir esta enseñanza en el día a día. Esto me motivó a enviar el texto a Fernando Enns para que fuera considerado para el premio”. 

    Lea más sobre el Premio Internacional de Predicación Menno Simons aquí.

    Riki Neufeld receives the Menno Simons Sermon Prize from a representative of the award committee.

     

    Riki Neufeld (third from left) with his mother Wilma Neufeld Kaethler (second from left).

     

  • El Tiempo de la Creación, iniciativa ecuménica que se realiza cada año en el mes de septiembre, finaliza con la fiesta de San Francisco de Asís, el 4 de octubre. Inspirados en su Canto de las Criaturas y en Romanos 8:19-25, esta oración nos invita a la alabanza, al arrepentimiento y al lamento, para luego “esperar y actuar junto con la Creación”: 

    Dios creador de la tierra y de los cielos,
    Te alabamos por el don de la vida,
    Por la complejidad, la belleza, la generosidad de este mundo,
    Que sostiene nuestra existencia y la de todas tus criaturas.

    Al mismo tiempo reconocemos la magnitud de lo que hemos hecho:
    El cambio climático, el colapso de la biodiversidad, la contaminación,
    Todas las consecuencias sobre cada una de tus criaturas.
    Nos arrepentimos de la injusticia, la opresión, la destrucción.

    Te alabamos por el Sol, que calienta a todo ser viviente,
    Y nos lamentamos por las sequías que perduran y empeoran.
    Te alabamos por la Luna, que participa en el equilibrio de los sistemas terrestres,
    Y nos lamentamos por el aumento del nivel del agua que amenaza a muchas poblaciones.
    Te alabamos por el Viento, que mantiene el ciclo del agua, vital para tus criaturas,
    Y nos lamentamos por las tormentas cada vez más devastadoras.
    Te alabamos por el Agua, sin la cual no habría vida en la tierra,
    Y nos lamentamos por las terribles inundaciones que matan y destruyen.
    Te alabamos por el Fuego, fuente de purificación y símbolo de tu presencia para tu pueblo,
    Y nos lamentamos por los incendios cada vez más violentos que devoran y asfixian.
    Te alabamos por la Tierra, cuya extravagante diversidad de frutos nos nutre,
    Y lamentamos el empobrecimiento y la contaminación del suelo.

    Dios de los pueblos oprimidos, Dios de las especies en peligro de extinción,
    Tú ves que a menudo somos a la vez víctimas y culpables.
    Gracias por tu gracia que nos perdona una y otra vez,
    Gracias por tu promesa de que el mal no triunfará en la tierra ni en nuestras vidas.

    Espíritu Santo, tú intercedes por la creación que gime con dolores de parto,
    Tú escuchas nuestros suspiros y nuestro sufrimiento con y por todas tus criaturas.
    Llénanos de esperanza por el día glorioso en que todos tus hijos serán revelados,
    Y en que todo lo que hay en la tierra y en el cielo será liberado.

    Jesucristo, tú nos das el ministerio de la reconciliación,
    Nos muestras el camino de la humildad, de la paz y de la entrega.
    Enséñanos a actuar con amor por nuestros hermanos y hermanas, y por todas tus criaturas,
    Mantennos en marcha para anunciar tu reino de justicia, de amor y de alegría.

    Amén

    —David Nussbaumer, Grupo de Trabajo de Cuidado de la Creación

  • En el 2025, el movimiento anabautista mundial conmemorará 500 años de existencia. El Congreso Mundial Menonita invita a todos a un importante evento que tendrá lugar el Día de la Ascensión, el 29 de mayo del 2025, en Zúrich, Suiza.

    Incluso a medida que recordamos un pasado lejano, el enfoque de la conmemoración está en la realidad actual del movimiento anabautista.

    • ¿Quiénes somos hoy como comunión mundial?
    • ¿Qué es importante para nosotros?
    • ¿A qué estamos comprometidos en este mundo?

    Cuando miramos atrás, a los 500 años de historia de nuestro movimiento, queremos compartir lo que somos y lo que tenemos, no sólo con otras iglesias. El compromiso –en este mundo– con la paz, la reconciliación, la unidad, por medio de las cuales podemos vislumbrar el reino de paz de Cristo que está por venir: estos son elementos clave de cómo los anabautistas entendemos el discipulado hoy en día.

    Hemos reunido estos compromisos bajo el lema “La valentía de amar”.

    Hace falta valentía para defender la reconciliación en una sociedad desgarrada por la polarización.

    Hace falta valentía para situarse entre las líneas divisorias, para escuchar y tratar de comprender lo que motiva a los demás.

    Hace falta valentía para centrarse en el amor en lugar de en la influencia, el poder y el control.

    En un mundo en el que las personas exigen a viva voz tomar una postura y diferenciarse de aquellos con quienes no quieren ser identificados, hace falta valentía para apostar por el amor. Un amor que esté dispuesto a dar la vida por los enemigos, tal como Cristo dio la suya por los enemigos.

    El amor va más allá de la no violencia: es un compromiso valiente de encarnar el amor de Dios en este mundo.

    Por ejemplo, los hermanos y hermanas de Etiopía que, en medio de la violencia de una guerra civil, hacen público el hecho de que no portan armas.

    Las personas que buscan seguir a Cristo en medio de los conflictos en Myanmar o Ucrania, a menudo entran en los espacios entre líneas mientras buscan caminos más allá de la confrontación violenta.

    • ¿Qué pasa con nosotros hoy aquí?
    • ¿En dónde se necesita nuestra valiente acción en amor hoy?
    • ¿Cómo podemos interponernos de manera útil en la vanguardia? ¿Cómo podemos dar testimonio de un Dios que se entrega para reconciliar al mundo?

    —Jürg Bräker es secretario general de la Conferencia Menonita Suiza, representante del Comité Ejecutivo del CMM para Europa y miembro del comité organizador del evento. 


    Una versión de este artículo se publicó por primera vez en el boletín electrónico mensual de Konferenz der Mennoniten der Schweiz / Conférence Mennonite Suisse.
  • “Ser presidente de la Conferencia de Secretarios de Comuniones Cristianas Mundiales es un rol de servicio. Es un rol en el que se sirve a otros secretarios y secretarias, al preparar el orden del día, la logística y los materiales para nuestra reunión, y dirigiendo y facilitando discusiones sólidas sobre asuntos críticos para la iglesia cristiana mundial de la actualidad”, dice César García, secretario general del CMM. En noviembre del 2023, él fue reelegido como presidente para los próximos dos años. 

    La Conferencia de Secretarios, que se reúne todos los años desde 1957 con algunas excepciones, no tiene objetivos programáticos ni adopta resoluciones. Sin embargo, la diversidad del liderazgo de las comuniones cristianas que participan en ella facilita el intercambio de información, el aprendizaje mutuo y el fomento de las relaciones fraternas entre las iglesias de todo el mundo.  

    “En el proceso de trabajar con otros secretarios y escucharnos unos a otros, empezamos a establecer relaciones de confianza con otras comuniones cristianas”, dice César García. “Y al conocernos, podemos empezar a perseguir un área de interés particular para la mayoría de las personas participantes en la reunión”. 

    “En algunos casos, traigo al CMM las discusiones que comenzaron en esta reunión anual. Se convierte en una semilla de trabajar juntos con algunas de estas iglesias en un esfuerzo específico. En un caso, el secretario general de la Federación Luterana Mundial vino a nuestra reunión del Concilio General para hablar de su camino personal y del camino de los luteranos en el proceso de ser una comunión mundial, una iglesia global”. 

    “Otras veces, he sido invitado por otras comuniones mundiales a hablar en sus reuniones, específicamente para ofrecer perspectivas anabautistas sobre los temas que están debatiendo”, dice César García. 

    “Una de las cosas que he hecho en mi función de presidente es aumentar los momentos en los que oramos juntos por una situación concreta. Una práctica frecuente en nuestras conversaciones es explorar cómo podemos responder conjuntamente a una crisis a la que se enfrentan nuestras iglesias o una región geográfica”. 

    Además de compartir perspectivas y aprendizajes, las discusiones en estas reuniones siembran semillas de reconciliación.  

    Por ejemplo, el diálogo oficial y el proceso de reconciliación entre luteranos y menonitas fue visualizado hace varios años por los secretarios generales de ambas comuniones. 

    Más recientemente, debido a las reuniones en el encuentro anual de la Conferencia de Secretarios, el CMM y la Comunión Mundial de Iglesias Reformadas (CMIR) han discutido iniciar un proceso similar de reconciliación entre las iglesias reformadas y las anabautistas. 

    “Vivir nuestro ministerio de reconciliación es una de las cosas que queremos hacer, especialmente de cara a la conmemoración de los 500 años del movimiento anabautista”, dice César García. “La idea es recordar nuestra historia en el marco de nuestros diálogos con las iglesias católica, luterana y reformada y avanzar con una memoria sanada hacia el llamado que hemos recibido a seguir a Jesús en nuestra tradición anabautista.” 

  • «Los aniversarios son un momento para detenernos y reflexionar: en ellos recordamos de dónde venimos, consideramos quiénes somos hoy y anticipamos dónde Dios nos está llamando a estar», declara César García, secretario general del CMM.

    “La valentía de amar” es el tema del aniversario del Congreso Mundial Menonita en 2025.

    Para obtener más información sobre el evento de conmemoración del CMM que tendrá un día de duración en Suiza o información sobre otros eventos de conmemoración a lo largo del año, visite mwc-cmm.org/anabaptism500.

    Las actividades del día incluirán presentaciones corales, un panel de discusión, recorridos históricos a pie por el centro histórico de Zúrich, talleres y un juego interactivo para “encontrar la iglesia secreta”. La jornada se cerrará con un culto con invitados internacionales y ecuménicos en la iglesia de Grossmünster.

    Puede viajar a Zúrich para participar durante el día como parte de un tour o por su propia cuenta. El culto de clausura se transmitirá en vivo en inglés, francés, español y alemán.

    A lo largo del año, se realizarán eventos alrededor del mundo para celebrar y reflexionar sobre el movimiento anabautista y en lo que se ha convertido en la actualidad.

    “Nos inspira la manera en que La valentía de amar nos mueve a actuar como Cristo hoy, tanto como hace 500 años. Las iglesias nacionales o las congregaciones locales podrían utilizar este tema para sus propios eventos en el 2025”, expresa Liesa Unger, directora de eventos internacionales del CMM.

    Anabaptism at 500 website - select 'Español'

    Una colección de encuentros

    Antes del evento, el Concilio General del Congreso Mundial Menonita (conformado por líderes de cada iglesia miembro nacional de todo el mundo) se reunirá para tomar decisiones y aprender. Después del evento, los jóvenes se reunirán para una Cumbre Mundial de la Juventud, la primera vez que dicho evento se lleva a cabo fuera de un año de Asamblea.

    Dos aniversarios

    El 2025 marca dos aniversarios para el CMM. Se cumplen 500 años desde que Conrad Grebel, Georg Blaurock y Felix Manz realizaron el valiente acto de «rebautizarse» unos a otros en Zúrich, Suiza, como expresión de su forma de entender la fe. Este acto se toma como el inicio simbólico del movimiento anabautista, que ha crecido hasta contar con unos 2.13 millones de creyentes en más de 80 países de alrededor del mundo.

    También se cumplen 100 años desde que comenzó el Congreso Mundial Menonita. Su primer evento fue una conferencia: una reunión de líderes de iglesias Menonitas de Alemania, Francia, Países Bajos, Suiza y Estados Unidos. Estos líderes se preguntaron: “¿Cómo podemos mejorar la vida espiritual de nuestras congregaciones?”

    Descargar recursos

    Haga clic aquí para ver los afiches del evento 

  • La crisis ambiental y nuestro mandato de cuidar de la creación 


    Una palabra de aliento de la Comisión de Fe y Vida del CMM y del Grupo de Trabajo de Cuidado de la Creación

    Parte 2 de 2 

    “El cuidado de la creación” está adquiriendo una urgencia cada vez mayor. 

    Las noticias nos recuerdan a diario sobre los alarmantes cambios en nuestro clima. Estamos siendo testigos de una violencia terrible contra la amada creación de Dios, y cada vez somos más conscientes de que tanto compartimos el daño, tanto en el rol de pecadores como el de víctimas.  

    ¿Cómo respondemos? 

    Nuestras respuestas seguramente variarán según el lugar donde vivamos, nuestros recursos, la profundidad de nuestra fe, nuestra teología y nuestra voluntad de responder al llamado del momento.  

    La pecaminosidad humana ha roto nuestra relación con Dios, con los demás y con la creación en toda su diversidad. Pero el Espíritu misericordioso y liberador de Dios está produciendo una “nueva creación” en y a través de Cristo (2 Corintios 5:17). 

    ¿Qué nos está diciendo ese Espíritu en este momento? 

    El eslogan del CMM y el Cuidado de la Creación 

    No es de extrañar que el lema del CMM “Seguir a Jesús, vivir la unidad, construir la paz” haga eco de las Convicciones Compartidas. El Espíritu puede usarlo para ayudarnos en nuestra fidelidad ambiental. 

    Seguir a Jesús 

    El lema otorga el primer lugar a “seguir a Jesús”. El Jesús a quien hemos prometido seguir no es solo el sanador y maestro de los Evangelios, sino también el Cristo que crea y mantiene unida a toda la creación en su abrazo transformador y re-creador (Colosenses 1:17). No podemos seguir a Jesús sin participar del amor redentor del Creador por este mundo, ¡cada parte del mismo! No podemos seguirlo sin cuidado amoroso, sencillez y generosidad. 

    Vivir la unidad 

    El segundo punto es “vivir la unidad”. El centro de la oración de Jesús por nosotros como sus seguidores en Juan 17 es que seamos uno. ¿Con quién debemos ser uno? ¿Con quién debemos vivir la unidad? 

    La primera inquietud de Jesús es que seamos uno con él, como él es uno con su Padre (¡y el nuestro!) (Juan 17:21-23). ‚Äã‚ÄãLa unidad con Dios significa que compartimos el amor del Creador por todo el cosmos (Juan 3:16, 17). Nosotros también debemos ser la “luz del cosmos”, como afirma Jesús en el Sermón del Monte (Mateo 5:14, Juan 3:21). 

    Como cuerpo de ese Cristo creador y redentor, debemos participar como cuidadores, protectores y guardianes de la creación. Así como el Sabbath fue el gran acto de Dios de cuidado de la creación (Levítico 25), honramos el Sabbath cuando permitimos que la creación descanse de nuestra explotación incesante y descuidada de la riqueza de la tierra. 

    En segundo lugar, debemos ser uno con los demás, sin escatimar esfuerzos para mantener la unidad que crea el Espíritu (Efesios 2:18; 4:3). Encarnamos esta unidad en solidaridad activa con aquellos en el cuerpo de Cristo que están sufriendo los efectos de la crisis ambiental (1 Corintios 12:26). Esta solidaridad se extiende a toda la humanidad y se pondrá cada vez más a prueba a medida que aumente el impacto en las poblaciones vulnerables. 

    Vivimos esta unidad también al orar unos por otros para que tengamos el valor de dejar de dañar la creación y, por lo tanto, a los demás. Tenemos mucho que confesar, mucho que perdonar y mucho que cambiar a medida que caminamos en unidad como el cuerpo de Cristo. 

    En tercer lugar, el hecho de que Dios haya “reunido en Cristo todas las cosas, tanto las del cielo como las de la tierra” (Ef. 1:10) nos recuerda nuestra profunda unidad con toda la creación, una unidad de todas las cosas en Cristo. Nos regocijamos en la belleza y la abundancia de la creación, pero también compartimos el dolor de Dios cuando la creación sufre, especialmente cuando está en nuestras manos. 

    Entonces, confesamos y nos arrepentimos de nuestra negativa a escuchar el sufrimiento de la creación y de nuestro fracaso en vivir de acuerdo con el mandato que Jesús nos dio como discípulos, es decir, proclamar el evangelio de salvación a toda la creación (Marcos 16:15). 

    En cuarto lugar, no sólo estamos en unidad con Dios, sino que Dios está en unidad con nosotros. No estamos solos. El Espíritu, el aliento de vida que el Creador da a toda la creación, mora en nosotros, guiándonos, sosteniéndonos y fortaleciéndonos en nuestra determinación de ser fieles (Romanos 8:9-27; 1 Corintios 12; Gálatas 5:22-25; Efesios 4:4; Filipenses 2:12-13). No nos atrevamos a apagar o contristar a este Espíritu (1 Tesalonicenses 5:19) al dejar de participar del amor y el cuidado del Creador por nuestro hogar terrenal. 

    Construir la paz  

    El tercer elemento del lema es “construir la paz”. La palabra hebrea para paz es shalom, que significa sobre todo “plenitud” y “bienestar”. Shalom es la mejor descripción de ese primer Sabbath en el que Dios contempló la creación en toda su realidad material y la llamó “muy buena” (Génesis 1:25; 2:2-3). 

    Comprometernos a “construir la paz” es hacer todo lo que podamos para abandonar nuestros caminos ruinosos y participar como cocreadores con Dios en el “ministerio de la reconciliación” (2 Corintios 5:16-21, Colosenses 1:20), que incluye el cuidado de la creación en toda su diversidad. Construir la paz es trabajar para restaurar la creación a su plenitud, donde la paz y la justicia volverán a abrazarse y besarse (Salmo 85:10). 

    El fundamento de nuestra esperanza 

    Luchamos con preguntas inquietantes: ¿Hay esperanza para este mundo? ¿Podemos realmente marcar una diferencia con nuestros limitados conocimientos, energía y recursos? ¿O este mundo desaparecerá pronto, independientemente de nuestros esfuerzos? ¿En que deberíamos tener esperanza? 

    Las Convicciones Compartidas concluyen con estas palabras: 

    “Procuramos caminar en su nombre [de Jesús] por el poder del Espíritu Santo, esperando confiadamente el regreso de Cristo y el establecimiento definitivo del reino de Dios”. 

    “Esperar confiadamente” es una manera de hablar de esperanza. Sin embargo, esta esperanza en el futuro de Dios nunca debe ser una evasión de nuestra responsabilidad aquí y ahora. La esperanza nos impulsa a actuar ahora, donde estamos. Esta esperanza no es optimismo ni se basa en nuestra resiliencia o inventiva. Se basa plenamente en la fidelidad de Dios. 

    El amor que el Creador derrama en nuestros corazones a través del Espíritu (Romanos 5:1-5) nos empodera para actuar con esperanza como el cuerpo de Cristo que dio su vida para salvar este cosmos. Trabajamos con esperanza incluso mientras esperamos con fe. Toda la creación gime ansiosamente esperando que pongamos en práctica nuestra fe llena de esperanza (Romanos 8:22; Hebreos 11:1; 12:12-15). 

    Hoy podríamos, por tanto, reformular la frase final de las Convicciones Compartidas de la siguiente manera: “Procuramos caminar por el poder del vivificante Espíritu en el nombre de Jesucristo por medio de quien todas las cosas son creadas, redimidas y sustentadas, mientras esperamos ansiosamente y activamente el shalom que traerá el establecimiento definitivo del reino de Dios”. 

    Pidamos al Espíritu claridad y visión para ayudarnos a responder fielmente al desafío de nuestros días. 

    Comprometámonos a practicar el cuidado amoroso y la paciencia mutua mientras recorremos juntos este desafiante camino. 

    Apoyemos con oración al Grupo de Trabajo de Cuidado de la Creación y todos los esfuerzos para responder a la crisis que enfrentamos juntos. 

    √âsta es nuestra oración por la familia de fe del CMM. 

    Del Señor es el mundo entero, con todo lo que en él hay, con todo lo que en él vive. Salmos 24:1 


    De los líderes de la Comisión de Fe y Vida y del Grupo de Trabajo de Cuidado de la Creación. 

    • Thomas R Yoder Neufeld, presidente de la Comisión de Fe y Vida, miembro de la Primera Iglesia Menonita, Kitchener, Ontario, Canadá. 
    • Anicka Fast, secretaria de la Comisión de Fe y Vida, miembro de Doopsgezind Gemeente Bussum-Naarden, Países Bajos. 
    • Doug Graber Neufeld, presidente del Grupo de Trabajo de Cuidado de la Creación, miembro de la Iglesia Menonita Community, Harrisonburg, Virginia, EE.UU.  

    ¿Te perdiste la primera parte el mes pasado? Lee “Tanto amó Dios al cosmos‚Ķ” 

  • África 

    Uno de los acontecimientos que congregan a la gente de nuestro pueblo son los velatorios y funerales. 

    El año pasado, la esposa de uno de los líderes de nuestra iglesia fue llevada a la presencia del Señor. Fue un momento difícil no sólo para el hombre, su familia y la iglesia, sino también para la comunidad. La comunidad se reunió todas las noches durante cuatro días antes del funeral. 

    El hombre que perdió a su esposa era pastor y un líder respetado. La muerte de esta querida mujer reunió a líderes de la iglesia y a personas que, de otro modo, no se reunirían ni celebrarían el culto juntas. 

    Hubo oradores y predicadores durante cada uno de los días, que procedían de diferentes iglesias y denominaciones. La unidad del cuerpo de Cristo se hizo realidad para muchas personas. Cristo fue enaltecido, y el velatorio se convirtió literalmente en una especie de avivamiento. La presencia de Cristo se hizo sentir cuando el Espíritu de Dios tocó a muchas personas que participaron en dichos servicios. 

    Los funerales suelen ir acompañados de duelo y dolor. En este caso, había señales de pérdida pero mayormente se celebraba la vida de alguien que anduvo con Jesús de manera ejemplar. 

    Un andar ejemplar 

    Testimonio tras testimonio fueron compartidos por personas que no formaban parte de la iglesia, expresando cómo esta hermana fallecida y este hermano (el esposo) habían influido significativamente en sus vidas. 

    En el funeral, una de sus compañeras de trabajo (la fallecida era maestra) dio un testimonio conmovedor. Cuando otras maestras se declararon en huelga para reivindicar lo que consideraban sus derechos, la fallecida nunca había participado, pues creía que para ella la enseñanza era un llamado. El bienestar de los niños y niñas era su prioridad. 

    Las personas que representaban a las madres y a los padres de familia también dieron testimonio de lo mismo, y de que a lo largo de los años, los niños y niñas a quienes enseñaba, casi siempre obtenían los mejores resultados. 

    Asistieron a su funeral muchas personas que no tenían absolutamente nada que ver con la iglesia, dando testimonio del amor y bondad de Dios y del valor de seguir a Jesús. 

    Permítanme señalar que los encuentros en velatorios son en cierto modo culturales y esperados. Sin embargo, fue la manifestación del Espíritu de la unidad de la iglesia y la realidad del poder transformador de Jesús lo que se experimentó en ese momento. 

    La gente sigue dando testimonio de aquel velatorio hasta el día de hoy. El poder transformador de Jesús hizo que este funeral fuera diferente a los demás. 

    Para nosotros los cristianos, y para muchas otras personas, el velatorio y el propio funeral hicieron revivir las palabras de Pablo en Romanos 14:7-9. Estas palabras nos siguen animando: 

    “Porque ninguno de nosotros vive para sí, y ninguno muere para sí. Pues si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos. Porque Cristo para esto murió y resucitó, y volvió a vivir, para ser Señor así de los muertos como de los que viven.” 

    Amén. 

    —Danisa Ndlovu, representante regional del CMM para África de Sur y obispo de la Iglesia de los Hermanos en Cristo de Zimbabwe. 

    Este artículo es una adaptación del discurso que presentó en Renovación 2024, “Siendo transformados, vivimos a Jesús”, el 6 de abril de 2024, en Brasil. 


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  • Indonesia

    Hace veinticinco años que mi esposa y yo somos una pareja pastoral en una iglesia céntrica de Yakarta, que cuenta con una congregación de unas 250 personas. Disfrutamos mucho del llamado de nuestro ministerio a crecer junto con la congregación que guiamos. 

    Tenemos una hija que cursa actualmente el sexto semestre de medicina y se prepara para ser médica. 

    Desde nuestra época en el seminario, mi esposa y yo hemos sido mentores de más de 120 adolescentes. Les enseñamos a ser discípulos, de modo tal que muchos de los miembros activos de la iglesia hoy en día son aquellos adolescentes de quienes fuimos mentores. 

    Si me preguntaran qué cargo o función es el más significativo, sería ser padre de los muchos hijos e hijas adoptivos que hemos integrado a nuestro hogar y formado parte de nuestra familia. Atesoro esto más que todas las demás funciones que he desempeñado en nuestro sínodo o iglesia nacional, o incluso a nivel mundial. 

    Un hogar de puertas abiertas 

    Esta historia comenzó cuando mi esposa y yo aún éramos novios en un seminario de Salatiga. 

    Sentíamos el mismo amor por los niños y niñas y jóvenes, guiándoles para que conocieran al Señor Jesús y crecieran en todos los aspectos de la vida. Ambos nos dimos cuenta de que nuestra existencia se debía únicamente a la gracia de Dios; queríamos que otras personas también experimentaran la gracia de Dios. 

    Cuando nos casamos y nuestra hija tenía diez meses, Dios nos envió a un joven. Él no tenía madre ni padre y había sido rechazado por su familia. Tenía el cuerpo escuálido y un tímpano reventado debido a la violencia de su tío. 

    Un miembro de la congregación lo llevó a nuestra casa y esa noche aceptamos hacernos cargo de él. Se quedó con nosotros muchos años. Pudimos guiarle para que conociera al Señor Jesús. 

    Aquel joven cursó estudios de teología y de misiones, y hace diez años que sirve como misionero en el interior. 

    Desde entonces, Dios ha enviado a nuestra casa a muchos niños y niñas de diversas regiones y orígenes étnicos. 

    Aproximadamente 43 niños y niñas han pasado a formar parte de nuestra familia. En general, proceden de familias de escasos recursos de aldeas y zonas remotas que no tienen padre ni madre. Varios de ellos tienen necesidades especiales o padecen enfermedades como epilepsia que deben ser controladas por un médico. 

    Traer a tantos niños y niñas a nuestra casa no es cosa fácil. Desde el primer momento, nos comprometimos a utilizar nuestro propio dinero que al principio era muy limitado, incluso para las comidas diarias. Como pareja pastoral, no tenemos grandes ingresos. Se hizo difícil cuando el número de nuestros hijos e hijas adoptivos aumentó de cuatro a diez, luego a trece y después a diecisiete. Sin embargo, consideramos que es nuestra vocación sufragar todos sus gastos: comida, ropa y matrícula escolar. 

    Durante dos años comimos pescado salado casi todos los días (lo que hizo que mi mujer sufriera hipertensión). Pero nunca nos arrepentimos de haberlo hecho porque Dios nos brinda alegría. 

    A la manera de Dios 

    Lo más difícil no es cómo proveer alimentos, sino cómo educar a nuestros hijos e hijas a la manera de Dios, teniendo en cuenta sus diferentes contextos familiares y culturales. 

    No estamos creando un orfanato, ni siquiera una residencia para niños y niñas, sino que estamos integrándolos a nuestra familia. A menudo les decimos a nuestros niños y niñas que esta es su casa y esta es una familia, para que redescubran la calidez y la seguridad de una familia que nunca tuvieron. 

    Nuestro objetivo no es sólo permitirles perseguir sus sueños, sino educarles para que sean transformados por Cristo y que encuentren su vocación como discípulos suyos. 

    Cuando nuestra hija estaba en la escuela primaria, una vez preguntó: “Mamá y papá, ¿por qué traen tantos niños a nuestra casa? Nuestra casa está tan llena. Sería bueno que viviéramos los tres solos y que todo fuera mío”. 

    Sin embargo, cuando estaba en el último año de la escuela secundaria, escribió un ensayo para un concurso organizado por el periódico más importante de nuestro país. 

    “Fui hija única y debería poder disfrutar de esa bendición sin necesidad de compartirla con los demás. Pero mi padre y mi madre trajeron a muchos niños y niñas para que se criaran en nuestra casa, lo que significaba que tenía que compartirlo todo, incluso a mi padre y a mi madre. Al principio, me entristecí y me costó aceptarlo. Pero mi padre y madre eran personas muy amorosas que anhelaban que otros niños y niñas sintieran el amor de Dios y tuvieran un futuro. Permitieron que su vida se viera alterada para que pudieran ser árboles que dieran cobijo a muchas personas vulnerables. Hoy, mi casa está llena de familiares de toda Indonesia. Ahora entiendo que la vida debe compartirse. ¿Dónde está la belleza de la vida si sólo se vive para uno mismo?” 

    Lloramos al leer su reflexión, agradecidos de que ella también haya descubierto que el verdadero sentido de la vida sólo se encuentra cuando compartimos. 

    Resultó que ganó el concurso. 

    Actualmente, muchos de nuestros hijos e hijas se han graduado y siguen su vocación desempeñándose en el pastorado, en la misión, en el ámbito de la docencia y de la salud, y trabajando en los mercados. Si nos preguntan: “¿Cómo podremos retribuirles toda la bondad que nos han demostrado como padre, madre y hermana?”, siempre respondemos: «Retribúyanlo compartiendo el amor de Dios con los demás, para que no se quede sólo con ustedes. Esperamos visitarles y ver a muchos niños y niñas en sus familias.” 

    Por supuesto, hay una gran dinámica en todo este proceso, muchas alegrías y tristezas. Pero Dios ha permitido que nuestro sueño se cumpla. 

    Oremos para que nuestros hijos e hijas sigan siendo creyentes y discípulos fieles, sirviendo a Dios según sus dones y llamados. 

    ¡Bendito sea el nombre del Señor! 

    —Agus W. Mayanto es Representante Regional del Congreso Mundial Menonita para el Sudeste Asiático. Él y su esposa Rosmaida han sido copastores de GKMI Cempaka Putih Jakarta en Indonesia desde 1999.

    Este artículo es una adaptación del discurso que presentó en Renovación 2024, “Siendo transformados, vivimos a Jesús”, el 6 de abril de 2024, en Brasil.


    Correo 39.2&3

  • Colombia

    Llamados y escogidos para el propósito de Dios en la tierra 

    Dónde hay visión, hay provisión. 

    Cuando la intención es traer el cielo a la tierra, el respaldo de Dios es absoluto. 

    Hace treinta y tres años escuchamos un llamado para la evangelización y el crecimiento de la iglesia. 

    Oriundos del pueblo de Anolaima, comenzamos a participar en la iglesia menonita. En aquel entonces el pastor Pedro Stucky nos dio el aval para participar en el liderazgo y la dirección de esta comunidad. Por aquellos días, había una disminución de la membresía hasta el punto de querer cerrarla. 

    En el municipio de Anolaima nunca fue sencilla la evangelización debido a su trasfondo cultural. Iniciamos las tareas de evangelización en lugares fuera del templo. Queríamos predicar el evangelio donde estuvieran los perdidos. 

    Así que decidimos ir a las escuelas y colegios para predicarles a niños, niñas y jóvenes, brindándoles principios y valores bíblicos como herramientas. 

    También organizamos congresos de familias con el único propósito de que nos conocieran como una alternativa abierta y amplia, desarrollando una cultura del reino de Dios. 

    Creamos una escuela para empresarios y empresarias como modelo de autosostenibilidad. 

    Trabajamos en los parques, recuperando espacios como un ejemplo de servicio y de que es posible vivir mejor. 

    En aquellos días surgió de parte de Dios, la creación de un parque para evangelizar desde la naturaleza; de hecho, los cielos cuentan la gloria de Dios y el firmamento anuncia la obra de sus manos (Salmos 19). 

    Entonces soñamos con un parque en medio de la naturaleza, recreando la Palabra para ayudar en las necesidades y dar las buenas nuevas de salvación. 

    Es un monte alto como faro en la oscuridad, que orienta y da luz al camino de quienes no lo tienen. 

    ¿Por qué un parque?  

    No lo entendíamos, pero empezamos a soñar sin saber, sin dinero, pero con la intención de que este sueño era de Dios. En medio de una asamblea de cincuenta personas de la iglesia, usando un jarrón de arcilla como símbolo de nuestra intención, sembramos una semilla de girasol y dimos inicio al sueño de Dios de construir un parque a fin de crear un turismo de conversión y transformación. 

    Llevó tiempo pero logramos invertir en una propiedad. Ahorramos USD 30 000 y compramos para luego vender una propiedad de 6 000 m² en USD 45 000, y adquirimos un terreno de 51 000 m² por ese monto. 

    Cuando la visión es de Dios, la fe se convierte en la moneda que compra sin dinero, pues la dueña que cobraba U$S 75 000 nos honró sembrando el monto restante. 

    Dios siempre es fiel en proveer para sus propios sueños cuando los convertimos en los nuestros. 

    Hemos tenido que aprender a confiar en Dios y aprender que la obra es de él, y que nosotros tan solo lo acompañamos. 

    Un encuentro con Dios 

    IGLEPARQUE presenta momentos de la narración bíblica, en un entorno natural. Respetamos la naturaleza y aprovechamos la majestuosidad de colores, diversidad de aves y fauna que enriquecen el panorama bíblico. 

    En el transcurso de un año, atendemos entre dos mil a tres mil visitantes del parque, incluidos niños pequeños, familias y congregaciones, que transmiten de boca en boca para que otras personas vengan. 

    Nuestro propósito es alentar a los visitantes en su fe y en cada una de sus necesidades sentidas, sean emocionales o físicas, orientándolos y brindándoles luz en su camino, por medio del conocimiento de Jesucristo. 

    Trasmitimos un mensaje de paz, ya que este es nuestra misión como menonitas. 

    IgleParque es un espacio abierto en un ambiente natural, donde los visitantes se llevan una experiencia ilimitada con Dios, ya que los cielos de este proyecto rompen el límite que obstaculizan su encuentro con su Creador. La creatividad es el instrumento primario para una evangelización diferente, contemporánea pero con elementos bíblicos. 

    Para quien lo visita, el parque es una voz de esperanza ya que para cualquier necesidad hay una solución. Hay diecisiete espacios para compartir el consejo bíblico e interactuar con las buenas nuevas de salvación. 

    IgleParque es una bendición no solo para los visitantes sino para la propia ciudad, y a través de él, para hoteles, restaurantes y medios de transporte. Ha sido un punto de encuentro para visitas internacionales por la cercanía con la capital Bogotá, pues estamos a solo 70 km de distancia. Así que IgleParque se ha vuelto un lugar para visitar que abre la puerta a la evangelización. 

    Dios nos ha dado la estrategia para una evangelización sin límites. Se trata de un recorrido de dos horas que recrea la fe, la historia y la convicción para quienes tenemos la necesidad de Dios. 

    Estamos en un 60% de la construcción del parque, según la visión. Pero la comunidad está comprometida con terminar lo que Dios fielmente empezó con nosotros. 

    La pasión impulsa el trabajo 

    Durante más de diez años, hemos desarrollado el proyecto de IgleParque paso a paso. Es un proceso con altibajos, pero no perdemos el ánimo pues Dios nos ha dado su fortaleza. Estamos aprendiendo a construir mediante el poder de la Palabra, la fe y la perseverancia, haciendo posible lo imposible y visible lo invisible. 

    En el proceso Dios ha sumado a personas, una tras otra hasta convertirnos en un equipo y en una familia, con toda la pasión de convertir un sueño en hechos. 

    Aprendimos a construir con el modelo de Jesús sirviendo y administrando los recursos divinos, humanos y físicos, transformándolos con la creatividad y la bendición que Dios coloca en nuestras manos. 

    Esperamos ser inspiración, motivación y testimonio para el cumplimiento de la Gran Comisión de ir a todas las naciones y hacer discípulos desde la perspectiva de un evangelio pacificador (Mateo 28:19), pero sobre todo de fe en Dios y en su Palabra. 

    —Eduardo y Lucy Bautista, han servido en la comunidad de líderes de la Iglesia Menonita Anolaimo, Colombia, durante más de treinta años. 


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  • Uruguay

    En estos últimos años que he participado en el Congreso Mundial Menonita y particularmente con los Jóvenes Anabautistas (o YABs), ha sido maravilloso vincularme con personas de todo el mundo y enriquecerme con sus perspectivas y formas de vivir su fe. Esto me abrió los ojos y me mostró a Jesús de una manera en que no lo había visto antes. 

    Hoy me gustaría compartir con ustedes un testimonio de cómo he visto a Dios actuar de una manera especial. 

    En Uruguay tenemos hermosas playas, y a la mayoría de los uruguayos les encanta tomarse tiempo libre durante el verano para ir a la playa. 

    Es un momento para desconectarse y descansar, pero también para la mayoría de los jóvenes, para ir a bailar. Y en la iglesia también es un buen momento para hacer algo interesante con nuestros jóvenes porque es enorme la presión para ir a bailar.  

    Por eso organizamos campamentos de verano: uno para adolescentes y otro para jóvenes adultos de nuestra convención menonita. Todos los años, alrededor de cuarenta adolescentes y casi cien jóvenes adultos asisten a nuestros campamentos, que se llevan a cabo en un lugar que queda justo al lado de la playa. (Esto es fantástico, ya que podemos ir a la playa al menos dos veces al día.) 

    Este es el segundo año que he dirigido estos campamentos con un amigo y ha sido una gran bendición. 

    Charlas profundas y edificantes 

    Durante el campamento, tuve varias charlas muy profundas y edificantes con algunos de los participantes, que muchas veces fueron de gran bendición para ambas partes. 

    Una conversación en particular captó mi atención. Una chica se me acercó una tarde y me preguntó si podía hablar conmigo. Estuve de acuerdo y nos sentamos en el césped a la sombra de uno de los árboles. Ella compartió conmigo parte de la historia de su vida y cómo últimamente había tenido muchas dudas sobre aceptar a Jesús como su Salvador porque no se sentía lista. Después de que escuchó los mensajes en el campamento, habló con nuestro orador invitado y algunas otras personas, llegó a la conclusión de que el evangelio es mucho más simple de lo que pensaba y quería dar el paso para aceptar a Jesús en su vida. 

    ¡Tuve el gran privilegio de ayudarla a hacer esa oración! Y alrededor de un mes después recibí una invitación para asistir a su bautismo, lo cual fue un gran honor. 

    Hubo otra experiencia increíble en nuestro campamento juvenil. El primer día, el orador invitado transmitió la importancia de compartir con los demás lo que nos estaba pasando. A través de una actividad interactiva, nos mostró que todos estábamos pasando por cosas que nos desafiaban, que estaba bien no estar bien y que era bueno compartir esto con los demás para sentirse apoyado. Esto fue muy alentador para todos. 

    Compartir con los demás para sentirse apoyado 

    En especial, me sorprendió cómo un pequeño grupo de niños de entre trece y catorce años emprendieron acciones de inmediato. Todos los participantes debían levantarse a las 7:15 de la mañana para practicar deporte matutino. Pero desde ese día hasta el final del campamento, se levantaron a las 6:00 hs. Preparaban su mate, hablaban sobre sus desafíos y luego hablaban sobre la manera de fortalecerse mutuamente y lograr sus metas. 

    Ver los frutos de todo el trabajo previo fue asombroso porque antes de los campamentos, todo el equipo sentía oposición. Enfrenté muchos desafíos, luchando nuevamente con cosas que pensé que ya había superado. ¡Pero agradecemos a Jesús que siguió invitándonos a ver todo lo que estaba a punto de hacer! 

    Creo que Juan 10:10 es un versículo que refleja bastante bien lo que experimentamos: “El ladrón viene solamente para robar, matar y destruir; pero yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” (DHH). 

    Durante estos tiempos difíciles, pude vislumbrar la vida plena y en abundancia que Dios ha preparado para nuestros jóvenes y jóvenes adultos, e incluso para mí. 

    —Valentina Kunze, representante de Jóvenes Anabautistas (YABs) para América Latina y miembro de la iglesia Konferenz der Mennonitengemeinden in Uruguay. 

    Este artículo es una adaptación del discurso que presentó en Renovación 2024, “Transformados, juntos vivimos a Jesús”, el 6 de abril de 2024, en Brasil. 


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