Oraciones de gratitud e intercesión

  • “La unidad en la conferencia fue más importante que cada posición personal”, afirma Paul Duck, líder de la iglesia Convenção das Igrejas Irmãos Menonitas (COBIM), miembro del CMM en Brasil. “Acordamos crear un camino o una carretera, no demasiado angosto, pero tampoco demasiado ancho donde ambos grupos pudieran vivir en paz”. 

    Durante las sesiones de capacitación en línea del Concilio General con el exsecretario general del Congreso Mundial Menonita (CMM), Larry Miller, Paul Duck compartió cómo la iglesia de los Hermanos Menonitas en Brasil aprendió a tener unidad. 

    Cada una de las 109 iglesias miembro del CMM tiene de 1 a 3 representantes en el Concilio General (según el tamaño de la iglesia). Sus reuniones en Indonesia se vieron interrumpidas debido a las infecciones por COVID-19 entre los participantes. Entonces, los delegados del Concilio General se reunieron por Zoom para capacitarse y compartir el 1 y 2 de diciembre del 2022. 

    “Nuestro proceso de toma de decisiones por consenso no es algo práctico para un grupo grande en un medio como Zoom”, declara César García. “Sin embargo, podemos usar Zoom para aprender y orar juntos, para seguir nutriendo nuestra comunión global”. 

    Larry Miller dirigió sesiones de enseñanza tituladas el CMM y la comunión y el CMM y el liderazgo. Ambos videos están disponibles en el sitio web del CMM. 

    Para ilustrar la “escucha receptiva”, Paul Duck contó una historia de la experiencia de su iglesia. 

    Algunas congregaciones de COBIM eran históricamente anabautistas y predominantemente alemanas. Otras eran brasileñas con fuertes influencias del pentecostalismo. Las marcadas diferencias entre los grupos parecían dirigirse hacia una división. 

    Sin embargo, los representantes de ambos grupos acordaron conversar juntos. Después de varios días, convinieron en “reconocer a Cristo los unos en los otros” (uno de los puntos que abordó Larry Miller). 

    “Comenzamos con las definiciones de lo que la Biblia enseña sobre el tema. Cada grupo tuvo la oportunidad de compartir sobre su comprensión y la vivencia práctica de los temas explicados”, relata Paul Duck. 

    Entraron en el proceso que Larry Miller nombró “aprender receptivamente unos de otros”. 

    Como resultado de las conversaciones, “los del grupo tradicional acordaron estar más abiertos al movimiento del Espíritu, mientras que los del grupo carismático acordaron que podían concentrarse más en la Palabra”, menciona Paul Duck. 

    La unidad dentro de la iglesia se mantuvo de manera pacífica, con apertura a la revisión continua de los entendimientos. 

    “Debe enfatizarse que la Palabra de Dios debe ser el punto de referencia para la unidad”, expresa Paul Duck. 

    “Según [el apóstol] Pablo, el plan de unidad de Dios es inmensamente más grande que el plan que nosotros podríamos tener en mente”, declara Larry Miller.

  • Nuevo personal se suma al CMM 

    “El anabautismo es un movimiento mundial. Sin embargo, ¿cómo creamos canales para la relación dentro de un cuerpo global, y cómo permitimos que la diversidad de este cuerpo moldee nuestras comprensiones de la identidad y teología “anabautistas”? pregunta Anicka Fast. 

    Es el comienzo de una nueva era para la Comisión de Fe y Vida en 2023 con Anicka Fast como secretaria a partir de abril. 

    Ella está adscrita a la Red Menonita de Misión como especialista en historia de la iglesia y misionología para África francófona. En ese cargo, imparte cursos de historia de la iglesia en instituciones teológicas francófonas en África occidental y central, asesora y capacita a historiadores menonitas africanos. La actualmente co-directora del CCM en Burkina Faso, estará adscrita al CMM a partir de abril sin dejar de ser una trabajadora de servicio del CCM. 

    Tiene un doctorado en teología (con un enfoque en la historia de la misión) de la Universidad de Boston (EE. UU.) y es investigadora visitante en el Centro para el cristianismo y Misión Global de la Universidad de Bostón e Investigadora en el Instituto para el Estudio del Anabautismo Global en Goshen College. 

    Con ciudadanía canadiense y holandesa, vive en Burkina Faso con su esposo y sus dos hijas. 

    “La Comisión de Fe y Vida ofrece un espacio para escuchar historias de cómo los anabautistas de todo el mundo han contribuido a la misión de la iglesia y han resuelto cuestiones de teología y práctica en sus contextos”, dice Anicka Fast. “Con otros miembros de la Comisión, espero explorar cómo estas poderosas historias pueden transformar nuestra identidad y renovarnos en nuestras relaciones entre nosotros y con la iglesia universal”. 

    John Roth renunció como secretario de la Comisión de Fe y Vida para servir al proyecto el Anabautismo a los 500 años, aunque continuará coorganizando eventos para Renovación 2028. 

    Ashisha Lal llega a la oficina de Kitchener como contadora y asistente de desarrollo después de completar un certificado de posgrado en administración de negocios globales en Conestoga College. Originaria de la Iglesia Menonita de Katghora, BGCMC, India, vivió por primera vez en Kitchener-Waterloo, Ontario, Canadá, en el Programa Internacional de Intercambio de Voluntarios (IVEP) del Comité Central Menonita en donde sirvió en una tienda de Segunda en Kent (2017-2018). 

    “Siempre he querido ser parte de difundir y compartir los dones del amor y la paz, ayudando a las personas a ver la esperanza a través de Cristo. Trabajar con el CMM me da la oportunidad de hacer eso en la comunidad global”, expresa Ashisha Lal. 

    Magali Moreno regresa al CMM en diciembre de 2022 sirviendo como coordinadora de redes y enlace de logística (GAPN, GAEN, GASN, GMF*). Rebekah Doerksen renunció como coordinadora de la GASN, GMF y GAEN en noviembre, y Andrés Pacheco Lozano renunció a la GAPN para asumir la presidencia de la Comisión de Paz. Magali Moreno, de Paraguay, se desempeñó primero en el CMM como directora de oficina en la oficina del CMM en Asunción antes de la Asamblea de 2009, seguido de un año en la oficina de Estrasburgo en un puesto administrativo, y ayudó con la transición de la secretaría general de Estrasburgo, Francia, a Bogotá Colombia. Ella se desempeñó como directora de registro para PA 2015. 

    En el pasado, he sido bendecida en muchos aspectos al conectarme con mi gran familia de fe, y volver a conectarme con ellos una vez más es sencillamente un privilegio”, afirma Magali Moreno. 

    “Los cambios traen nuevas oportunidades. Damos la bienvenida a los tremendos dones que estas mujeres aportan a nuestro equipo de personal”, expresa César García, secretario general del CMM. “John Roth dedicó muchos años a la familia mundial a través del CMM. Sabemos que continuaremos aprendiendo de él a través del proyecto el Anabautismo a los 500 años, y estamos agradecidos de continuar trabajando con Andrés en su nuevo rol como presidente de la Comisión de Paz”. 

    GAEN  Redes Anabautistas Mundiales de Educación 
    GAHN  Red Anabautista Mundial de Salud 
    GAHEN Red Anabautista Mundial de Educación Superior 
    GAPN  Red Mundial Anabautista de Paz 
    GAPSEN  Red Anabautista Mundial de Educación Primaria y Secundaria 
    GASN  Red de Servicio Anabautista Mundial 
    GMF  Fraternidad Mundial Misionera 
  • Timo Doetsch, pastor de jóvenes de Evangelisch Mennonitsche Freikirche, Dresden, Alemania, y miembro del Concilio General por Arbeitsgemeinschaft Mennonitischer Brudergemeinden in Deutschland (AMBD), entrevistó a Henk Stenvers, exsecretario de la Comisión de Diáconos y nuevo presidente del CMM.

    ¿Cómo fue su experiencia al dirigir la Comisión de Diáconos?

    He sido secretario de la Comisión de Diáconos durante diez años. Fue inspirador y siempre disfruté el trabajo. Aunque a veces era mucho, es maravilloso poder visitar tantas iglesias, a veces muy pequeñas, a veces en zonas bastante rurales.

    No solo se lleva a cabo la labor de la Comisión de Diáconos, no solo se transmiten saludos, digamos del Congreso Mundial Menonita, también se procura transmitir a las personas que puedan sentirse parte de la familia.

    Pero además, para mí fue personalmente enriquecedor. Cambió mi fe en el buen sentido. Supongo que me he vuelto más fiel.

    ¿Cómo comenzó la Hora de oración en línea?

    En el primer período del confinamiento en 2020, la Comisión de Diáconos se reunió con Comunicaciones del CMM. Mucha gente se vio afectada y pensamos que sería bueno organizar una oración en línea solo para orar sobre cómo sobrellevar la situación. La primera vez, se conectaron inmediatamente sesenta o setenta personas. La respuesta fue tan positiva que dijimos que lo haríamos de nuevo en septiembre. Aumentó a noventa el número de participantes, así que lo hicimos nuevamente en noviembre. Estuvo todo a cargo de Arli Klassen (coordinadora de representantes regionales), Karla Braun (del equipo de comunicaciones) y yo (de parte de la Comisión de Diáconos).

    Posteriormente, el CMM decidió convertirlo en un evento internacional oficial. Fue maravilloso organizarlo con todo el equipo técnico de la Asamblea, con Liesa (Unger) y todos los demás. Entonces, se convirtió en un evento fijo cada dos meses.

    Después de la Asamblea, el equipo técnico ya no estará allí pero ya hemos decidido que continuaremos.

    ¿Podría describir algunos de los proyectos de la Comisión de Diáconos?

    Lo primero que me viene a la mente es, por supuesto, el grupo de trabajo de COVID-19.

    La Comisión de Diáconos, junto con el secretario general, es responsable del Fondo de Ayuda de la Iglesia Mundial, a fin de que las iglesias miembros del Sur global soliciten dinero para proyectos. En 2020, en colaboración con el Comité Central Menonita, decidimos convertirlo en un grupo de trabajo de COVID-19, lo cual fue realmente exitoso.

    Apoyamos alrededor de 54 proyectos relacionados con COVID en muchos países. Desembolsamos más de USD500.000, aunque nunca le dimos a un proyecto más de USD10.000.

    Y la respuesta de las iglesias, de las personas, de los fondos, fue realmente alentadora.

    Entonces, al final, pudimos apoyar todos los proyectos que cumplieron con los criterios.

    Fue una gran colaboración, ya que el grupo de trabajo convocó a todas las diferentes organizaciones menonitas de ayuda a reunirse por Zoom, para informar lo que se estaba haciendo en relación al COVID-19, a fin de que también pudieran coordinar algunos de sus proyectos.

    Creo que fue maravilloso cómo el CMM llegó a ser la organización que conectara todas aquellas organizaciones que llevaban a cabo todos los proyectos.

    ¿Considera que hay un vínculo con las otras Comisiones?

    Hay un vínculo fuerte, especialmente con la Comisión de Paz. A lo largo de los años, hemos realizado varios proyectos juntos. Dos veces hicimos visitas [de solidaridad] juntos. Hemos redactado cartas conjuntamente cuando una iglesia nacional tenía problemas, especialmente relacionados con guerras o conflictos.

    Todos los meses nos reunimos con los secretarios de las Comisiones. Las discusiones son abiertas y hay muy buena cooperación.

    Está retirándose de la Comisión de Diáconos. ¿Cuáles cree que son los desafíos futuros y los temas clave para los diáconos?

    El bastón del pastor fue obsequiado a J. Nelson Kraybill en Pensilvania por Calvin Greiner, un predicador carismático que recorrió la ciudad anfitriona de la Asamblea 16, orando. “Después de varios viajes, Calvin Greiner se enteró de que los menonitas iban a realizar una Asamblea allí, y que un nativo de Pensilvania asumiría como presidente. ¡Entonces tenía sentido por qué Dios lo enviaba a Harrisburg tan a menudo!”, comentó J. Nelson Kraybill. En la foto: Hens Roesita Sara Dewi (intérprete: inglés-indonesio), Miekje Hoffscholte-Spoelder, Henk Stenvers, J. Nelson Kraybill. Foto: Nelson Okanya

    Por supuesto, el desafío del cuidado de la creación.

    Además, se ve que en cada vez más países hay violencia, división o polarización. En los próximos años, habrá más trabajo para la Comisión de Diáconos, especialmente con visitas de delegaciones con el fin de dar aliento; y también, para que las iglesias miembros sepan simplemente que son parte de la iglesia mundial.

    Por ejemplo, visitamos a los wounaan, un pueblo indígena que vive en la selva entre Panamá y Colombia. Muchos de ellos son Hermanos Menonitas. Tienen problemas con la tala ilegal en sus tierras. Nos pidieron que fuéramos, pero dijeron, muy seriamente: “No les pedimos que resuelvan nuestros problemas, porque no pueden. Les pedimos que oren por nosotros y le digan al mundo lo que está pasando”. De eso se trata exactamente.

    ¿Puede compartir uno de sus pasajes bíblicos preferidos?

    Esa es siempre una pregunta difícil porque depende de la situación. 1 Corintios 12 –sobre el cuerpo de Cristo– en este momento, para mí, es uno de los más importantes.

    También el Sermón del Monte, porque son pasajes claves para procurar ser pacificadores, trabajar por la paz, la reconciliación y para prestar atención a quienes tienen menos oportunidades.

    Y Filipenses 4,7: Existe una paz que no podemos entender y no necesitamos entender, pero que cuida nuestros corazones y pensamientos.

    ¿Puede recomendar un libro, una canción o una película?

    Jonathan Sachs, ex rabino principal de United Hebrew Congregations of the Commonwealth, ha escrito libros maravillosos sobre los libros del Torá, los primeros cinco libros de la Biblia. Fue realmente revelador leer acerca de la mirada que tiene la tradición judía sobre todas esas historias, que a veces nos parecen confusas.

    Será el nuevo presidente del CMM. ¿Qué pasa por su mente al respecto?

    Siento una gran responsabilidad. Sin embargo, después de cuatro años como presidente electo, no sé si estoy listo, pero comencemos. En el CMM, trabajamos en equipo: los miembros directivos, el Comité Ejecutivo, el personal, todos trabajamos juntos.

    Me siento honrado de estar en dicho grupo de presidentes.

    Usted proviene de los Países Bajos y, entre las iglesias del CMM, la iglesia europea es diminuta. ¿Cuál es su opinión al respecto?

    En el CMM es habitual no darle importancia al lugar de dónde uno proviene. Las personas no te eligen por el país de procedencia; te eligen porque te conocen.

    Creo que las personas me eligieron porque me conocen. He participado a nivel mundial desde 2003. Siendo miembro del Concilio General, llegué a ser secretario de la Comisión de Diáconos en 2012. A la vez he sido representante de Europa de 2014 a 2020, así que he estado en muchos lugares y he conocido a muchas personas de la iglesia mundial.

    El CMM es una plataforma en la que deberíamos poder hablar de cualquier cosa. Si no es por medio del diálogo oficial, entonces de persona a persona, con respeto, sin juzgar, sin dividir. Esto es importante, creo, si nuestro deseo de ser una iglesia de paz es real. Por lo tanto, no deberíamos resolver los problemas dividiéndonos. Aceptar que las personas provienen de diferentes contextos, comenzar a leer la Biblia juntos y tratar de explicar lo que uno lee y lo que ellos leen; luego, tal vez, se pueda llegar a una mejor comprensión.

    ¿Qué será importante para usted durante su presidencia?

    Pienso que una de las cosas que observamos más son los problemas relacionados con el liderazgo de las iglesias. Y creo que el CMM puede desempeñar un papel al tratar de brindar recursos a las personas para el liderazgo de la iglesia. Quisiéramos fomentar líderes que no estén pegados a sus sillas, sino que estén listos para ceder a otra persona sin entrar en conflicto. Estas cosas serán importantes.

    Ha utilizado la imagen de la catedral de la Sagrada Familia para la iglesia. ¿Podrías detallar más al respecto?

    Me gusta la idea de una catedral como la casa de Dios.

    Las personas que comenzaron a construir una catedral nunca la vieron terminada. Así que hay que tener mucha confianza para empezar a construir. Se cuenta que el arquitecto Antoni Gaudí realmente no quería terminarla; quería seguir con la construcción todo el tiempo.

    Creo que es un paralelo maravilloso. La casa de Dios nunca se termina. Es sólida, pero hay que seguir construyendo.

    Pero el otro aspecto es que cuando paseas por la Sagrada Familia, primero ves una parte que fue diseñada por Gaudí. Es desenfrenada, con todo tipo de imágenes interesantes. Das la vuelta y luego ves la parte que fue diseñada después de su muerte. Totalmente diferente. Y hay más partes diseñadas por otros arquitectos.

    Esta es una construcción muy diversa; y aun así, es una sola. Llega hasta Dios y nunca se termina.


    Este artículo apareció por primera vez en Correo/Courier/Courrier en Octubre de 2022.
  • César García, secretario general del CMM, expresa que, “confiamos en que es un gozo servir a la familia anabautista mundial, pero reconocemos que requiere esfuerzo. Estamos agradecidos por los funcionarios, el Comité Ejecutivo y los miembros de la Comisión que dedican tiempo voluntario y atención a este trabajo”.  

    De igual forma, da las “Gracias a J. Nelson Kraybill y Rebecca Osiro quienes terminaron sus servicios como presidente y vicepresidente respectivamente. Gracias a los miembros salientes del Comité Ejecutivo (Alexander Neufeld, Juan Veron Aquino, Paul Phinehas) y a los presidentes de la Comisión Joji Pantoja (Paz), Siaka Traoré (Diáconos) y Stanley Green (Misión) que han completado su servicio”. 

    Después de varios años de reuniones en Zoom, el Comité Ejecutivo (CE) se reunió en persona del 12 al 14 de diciembre de 2022 en Schoorl, Países Bajos, lo que permitió a los miembros existentes y nuevos reunirse cara a cara. 

    Debido a reuniones truncadas en Indonesia (ver “El Consejo General aprende sobre la unidad”), el Comité Ejecutivo tomó decisiones sobre temas pendientes de la agenda del Consejo General. El Comité Ejecutivo aprobó las proyecciones financieras y las propuestas de participación justa para 2022-2025. 

    Así mismo, se aprobaron el comunicado de la Comisión de Paz “Declaración sobre la Objeción de Conciencia”. 

    Por otro lado, las redes emergentes han estado operando durante varios años, sin embargo, el CE ahora aprobó su ubicación dentro de la estructura del CMM: 

    • Redes Anabautistas Mundiales de Educación (GAEN) bajo la Comisión de Fe y Vida 
    • Red Anabautista Mundial de Salud (GAHN) bajo la Comisión de Misión 
    • Red Mundial Anabautista de Paz (GAPN) bajo la Comisión de Paz. 

    El CE confirmó a quienes serán nuevos representantes del Concilio General en las Comisiones y a Andrés Pacheco Lozano como presidente de la Comisión de Paz. Anteriormente coordinador de la GAPN, Andrés es asistente de investigación de la Cátedra de Teología de Paz y Ética en la Universidad VU de Ámsterdam y docente delDoopsgezind Seminarium (Seminario Menonita Holandés). Andrés es codirector del Centro de Estudios sobre Religión, Paz y Justicia de Ámsterdam e investigador posdoctoral en el Centro de Teología de las Iglesias de Paz en la Universidad de Hamburgo (Alemania). Miembro de la Iglesia Menonita de Colombia, vive en los Países Bajos.  

    Nuevos miembros de la Comisión: 

    Diáconos  

    • Clemens Rahn (Asociación Hermanos Menonitas, Paraguay) 
    • Sue Park-Hur (Iglesia Menonita de EE. UU.)
    Clemens Rahn, Sue Park-Hur, Atsuhiro Katano, Desalegn Abebe, Francis Kamoto

    Fe y Vida   

    • Atsuhiro Katano (Nihon Menonaito Kirisuto Kyokai Kyogikai, Japón)
    • Desalegn Abebe (Iglesia Meserete Kristos, Etiopía) 
    • Francis Kamoto (Hermanos en Cristo, Malawi)

    Missión 

    • Felo Gracia (Communauté Evangélique de Frères Mennonites en Congo, República Democrática del Congo) 
    • Hyacinth Stevens (LMC, EE. UU.)  
    • Simon Okoth (Iglesia Menonita, Uganda)
    Felo Gracia, Hyacinth Stevens, Simon Okoth, Jorge Morales

    Paz: 

    • Jorge Morales (Iglesias Hermanos Menonitas de Colombia)  

    El personal del CMM continúa haciendo un acercamiento con los candidatos para completar las Comisiones de Diáconos y Paz, así es que el Comité Ejecutivo decidirá por correo electrónico sobre los candidatos finales. 

    Los siguientes miembros fueron confirmados a términos en el Comité YABs 

    • Asia: Kkot-Ip Bae (Iglesia Menonita de Corea del Sur) 
    • África: Isaac Nii Torgbor Gborbitey (Iglesia Menonita de Ghana) 
    • Europa: Gaëlle Oesch (Association des Églises Évangéliques Mennonites de France) 
    • América Latina: Valentina Kunze (Konferenz der Mennonitengemeinden en Uruguay) 
    • Norteamérica: Félix Diener Pérez (MC EE. UU.) 

    Ebenezer Mondez es el mentor del personal (2022-2028). 

    Kkot-Ip Bae, Isaac Nii Torgbor Gborbitey, Gaëlle Oesch, Valentina Kunze, Felix Diener Perez

     

  • Presentando a la familia global:

    Consejo de las Congregaciones de los Hermanos Menonitas en Uruguay

    Conferencia de ICOMB y Iglesia miembro del CMM 

    Durante el año 2022, apoyamos las actividades de las iglesias en sus aniversarios, recibimos nuevos miembros y realizamos bautismos; por ello damos gloria a Dios. En todas estas instancias buscamos fomentar la unidad entre los miembros y apoyar a los líderes.  

    Terminamos el año con gratitud a Dios preparando las actividades del campamento de niños, jóvenes y damas a realizarse en enero-febrero de 2023 en Villa Maranatha. 

    Como desafío para el próximo año vemos con alegría y esperanza la culminación del grupo “Proyecto Timoteo”, que ya está en su tercer año de formación de líderes. El deseo de abrir una nueva obra en Villa Maranatha es también motivo de oración, en vista del crecimiento del balneario, con una población estable, y la falta de iglesias en la zona. Les pedimos que nos recuerden en oración para lograr estos objetivos. 

    —Amelia Consentino, Noticias ICOMB  


    ICOMB
    La Comunidad Internacional de Hermanos Menonitas (ICOMB) está compuesta por 22 iglesias nacionales en 19 países. ICOMB también tiene miembros asociados en más de 20 países, y todos se encuentran en diferentes puntos del camino hacia la afiliación plena. ICOMB existe para facilitar relaciones y ministerios para mejorar el testimonio y el discipulado de sus iglesias nacionales miembro – conectando, fortaleciendo y expandiendo. 
  • Viernes a la noche

    Vengan a mí todos ustedes que están cansados de sus trabajos y cargas, y yo los haré descansar. Acepten el yugo que les pongo, y aprendan de mí, que soy paciente y de corazón humilde; así encontrarán descanso. Porque el yugo que les pongo y la carga que les doy a llevar son ligeros. (Mateo 11,28-30 – DHH)

    El mensaje de Jesús en este pasaje es tan actual y tan necesario hoy ya que, de una u otra manera, el mundo sufre dolor, muerte y consternación. Esta invitación que nos hace nuestro Señor es verdadera y generosa para todos y todas los que en estos momentos cargamos penas, dolores, angustias, miedos, culpas y tantos señalamientos. Hoy como nunca, las circunstancias de la vida tienen a muchos cansados, con grandes pesos en sus corazones que impiden vivir esa vida plena que Cristo nos ofrece en su palabra.

    Esta promesa de descanso es universal, abierta y cargada de gracia para todo aquel que acuda a la fuente que es Cristo Jesús, quien es capaz de librarnos de lo insoportable que puede ser la situación, el descanso ofrecido no está a la vista de los sabios y entendidos como lo dice el pasaje, sino que se plació el Señor en revelarlo a los niños, versículo 25 (aquellos que son como niños en toda su capacidad de expectación, inocencia y vulnerabilidad ) a estos los que hemos comprendido su mensaje de buenas nuevas, redención, reconciliación con Él, nosotros mismos y los demás que nos llama hacia este don carismático de reposo, confort, recreación que envuelve ese descanso mencionado en el pasaje debiendo transmitirlo los seguidores de Jesús a otros como señal de la protección de Dios.

    El pasaje nos invita a llevar su yugo, travesaño que conecta con Él pero que también nos conecta con el otro o la otra que necesita apoyo para hacerlo ligero y fácil de llevar. Este yugo nos une por amor, sin fingimiento, expresando interés real, empatía y disposición de compartir los unos con los otros, siendo como Dios con piel humana nuevamente.

    Es necesario que presentemos como iglesia delante del Señor a aquellos que han sido sorprendidos con miedos, culpas y vergüenzas para recibir sanidad y alivio; al contrario de aquellos que con furia presentaron a la mujer encontrada en pecado para que de la mano de Jesús recibiera muerte, juicio y lapidación, donde gustosos querían participar esos delatores (Juan 8, 1-11). Jesús los pone cara a cara con sus pecados y de una u otra manera recuerdan su naturaleza caída, muy humana y emprenden la retirada vencidos.

    Hoy ya no somos delatores que enjuician y separan sino terapeutas que llevan descanso y alivio a los que continúan en esas cárceles espirituales, recordando los diferentes momentos de la vida donde también transitamos por valles de sombras y muerte, siendo sujetos en otro tiempo a yugos de esclavitud con diferentes nombres, que también llevaban a la destrucción. Pero, Jesús se enderezó para mirarnos a la cara comprensivamente para luego inclinarse soltando nuestra vergüenza y con su dedo darnos liberación-salvación.

    La salvación ofrecida en ese momento histórico es la misma que inicia aquí ya con su palabra, Espíritu y esa presencia más viva que nunca en medio de nosotros, ellos y aquellos, partes del cuerpo de Cristo, signos palpables del Reino de Dios y su shalom.

    Tras dos años de pandemia, conflictos bélicos, étnicos, raciales en varios países, grandes migraciones y movilizaciones humanas, habemos muchos sobrevivientes, algunos más ilesos que otros. Sin embargo, muchos buscan sus últimas fuerzas para tratar de continuar después de haber perdido casi todo lo material para sustentarse, caminan con luto tras la pérdida de padres, madres, hermanos, hijos, perdieron estabilidad emocional, mental, hasta espiritual. Pueblos completos han sido arrasados y destruídos. La avaricia del hombre consume sin parar, se ha sembrado desesperanza en derredor.

    La iglesia también fue movida desde su cimiento, fue sacada de su tranquilidad que la mantenía alejada de muchas tristes y dolorosas realidades, obligada a replantearse su misión, a releer la palabra de Dios con otros ojos, a trabajar fuera de sus paredes.

    Romper los paradigmas

    Sin embargo es y sigue siendo un adecuado momento y oportunidad para hacer rompimientos de paradigmas que separan, señalan, dispersan y levantan muros entre hermanos.

    Permitamos al Dios de la paciencia y de la consolación darnos ese mismo sentir según Cristo Jesús, para que unánimes demos gloria a Dios (Romanos 15, 5-13), entendiendo ahora que no es nada menos que amarlo en los hermanos y hermanas, recibiéndonos, como Él nos recibió.

    Con amistad, hospitalidad, poniendo bálsamo en las heridas, moviendo la piedra donde antes había muerte, desatando vendas, podemos confirmar o estabilizar a todos aquellos a los que debemos salir al encuentro con los brazos abiertos, abundantes de esperanza y promesas hechas desde tiempos atrás, pero que tienen cumplimiento mediante hombres y mujeres que hacen la voluntad de Dios.

    Alegrémonos con alabanzas, cantemos hoy a su nombre en medio de todos los pueblos presentes, para que traiga llenura de gozo y paz en medio de la espera.

    Revistámonos de nuevas fuerzas

    Cindy Alpízar

    Sí, es tiempo de restitución del descanso, eso debemos proclamar hoy, a pesar de lo que hay o de lo que vemos, porque hace mucho tiempo no caminamos por vista (2 Corintios 5, 7), sino afianzados en los dichos de su boca. Jesús es nuestro Sabat, nos llama a detenernos, soltar la ansiedad, el dolor y abandonarnos en Él que sabe cuidar de nosotros. Ya no sigamos cansados por el camino sino que en su regazo revistámonos de nuevas fuerzas para así también brindar alivio de las pesadas jornadas a muchos y muchas que no saben ya que hacer. Pedimos al Señor en este momento que su paz gobierne nuestros corazones (Colosenses 3,15-17), ser un mismo cuerpo, siendo agradecidos por esa presencia que nos ha dejado.

    No abandonemos a los más pequeñitos, a los vulnerables, a los que fueron dejados en el camino. Señor, que tu palabra more en nosotros con abundancia, para que sabiamente y motivando a otros nos movamos a cuidarnos mutuamente, dando gracias porque hoy podemos decir “Ebenezer”, hasta aquí nos has ayudado.

    En este encuentro en este hermoso país, con tantos hermanos y hermanas con tantas y diferentes historias, celebramos la vida, celebramos nuestra fe, nuestra tradición anabautista-menonita. Pero no nos olvidemos que la vida es esto, encuentro: alteridad, que significa salir al camino del otro o la otra, descubrirle, encuentro con lo que es diferente impulsado por el amor, como lo hizo ese padre que día y noche esperó a su hijo lleno de esperanza por un reencuentro, sin importar las condiciones de aquel que decidió volver a casa.

    Para finalizar, en esta Asamblea, más que nunca, detengámonos a examinar nuestra fe y cómo la vivimos. Que Dios nos ayude a que sea promotora de vida, justicia, misericordia y mucha compasión. Que nuestras comunidades de fe, nuestros ministerios y nosotros mismos, podamos brindar descanso a los que siguen cansados y trabajados, haciendo sus cargas más ligeras y fáciles de llevar. Amén.

    — Cindy Alpízar se desempeña como pastora y administradora de la congregación Discípulos de Jesús los Lagos, en Heredia, Costa Rica, y de la iglesia nacional (Asociación de Iglesias Cristianas Menonitas). Su verdadera vocación y pasión es acompañar y asistir a las personas que viven en situación de calle.


    Este artículo apareció por primera vez en Correo/Courier/Courrier en Octubre de 2022.
  • Sábado a la mañana

    Cuando pensamos en las generaciones mayores, pensamos en quienes nos precedieron, aquellos sobre cuyos hombros nos apoyamos. Sin embargo, cuando pensamos en la solidaridad de nuestra relación con dichas generaciones, parece haber un vacío.

    Las relaciones intergeneracionales son de suma importancia; es muy valioso transmitir sabiduría de una generación a otra. Es así que podemos aprender de los errores de quienes nos precedieron, pero eso solo puede suceder si elegimos mantenernos vinculados. Un vínculo fuerte permite orientación, consejo y dirección. Las personas mayores han vivido experiencias y circunstancias que los jóvenes no han vivido, de modo que esta es la manera más acertada de compartir sabiduría.

    Zanjar la brecha entre una generación y la siguiente también es una forma vital de preservar los valores fundamentales de la iglesia y de pasar la posta a la siguiente generación.

    Desde una perspectiva bíblica, la solidaridad intergeneracional puede traer bendiciones o maldiciones. En Deuteronomio 28, hay una lista de bendiciones y maldiciones:

    “Si de veras obedeces al Señor tu Dios, y pones en práctica todos sus mandamientos que yo te ordeno hoy, entonces el Señor te pondrá por encima de todos los pueblos de la tierra. Además, todas estas bendiciones vendrán sobre ti y te alcanzarán por haber obedecido al Señor tu Dios. Serás bendito en la ciudad y en el campo. Serán benditos tus hijos y tus cosechas, y las crías de tus vacas, de tus ovejas y de todos tus animales. Serán benditos tu cesta y el lugar donde amasas la harina, y tú serás bendito en todo lo que hagas.” (Deuteronomio 28,1-6, DHH) “Pero si no obedeces al Señor tu Dios, ni pones en práctica todos sus mandamientos y leyes que yo te he ordenado hoy vendrán sobre ti y te alcanzarán todas estas maldiciones: Serás maldito en la ciudad y en el campo. Serán malditos tu cesta y el lugar donde amasas la harina. Serán malditos tus hijos y tus cosechas, y las crías de tus vacas, de tus ovejas y de todos tus animales. Y maldito serás tú en todo lo que hagas. El Señor te enviará maldición, confusión y angustia en todo lo que hagas, y en muy poco tiempo te destruirán por completo, por haberlo abandonado con tus malas acciones.” (Deuteronomio 28,15-20, DHH) “Todas estas maldiciones vendrán sobre ti, y te perseguirán y te alcanzarán hasta acabar contigo, porque no quisiste obedecer al Señor tu Dios ni cumplir los mandamientos y leyes ordenados por él. Estas cosas serán una prueba contundente contra ti y tu descendencia, para siempre, por no haber adorado al Señor tu Dios con alegría y sinceridad cuando tantos bienes te había dado. Tendrás que servir a los enemigos que el Señor enviará contra ti; sufrirás hambre, sed, falta de ropa y toda clase de miserias. El Señor te hará sufrir una dura esclavitud, hasta que seas destruido.” (Deuteronomio 28,45-48, DHH)

    En Deuteronomio 28, podemos ver cómo tanto las bendiciones como las maldiciones pueden pasar de una generación a otra. Algunos ejemplos hoy día incluyen, entre otros, los vestigios de colonialismo, racismo, injusticias, guerras, violencia, celos y asesinatos despiadados de personas inocentes o de grupos minoritarios.

    Podemos ver el impacto negativo que todas estas acciones han tenido en las diferentes generaciones y razas. Todos estos pecados provocan maldiciones que pueden destruir las relaciones intergeneracionales.

    Una generación podría preguntar a la otra: ¿Por qué no defendieron lo que era correcto? Cuando mataban a mujeres y varones negros, ¿por qué permanecieron en silencio? Durante la época del Holocausto, ¿por qué no defendieron lo que era correcto? Cuando la guerra estaba a punto de estallar, ¿por qué no hicieron oír su opinión?

    Hasta el día de hoy, mi pregunta a las generaciones mayores sobre las injusticias del pasado sigue siendo: ¿Por qué no defendieron lo que era correcto?

    ¿Cómo podemos estar seguros de que Dios nos bendecirá y bendecirá a los que vendrán después de nosotros? Al vivir la vida de obediencia a la que Dios nos ha llamado.

    ¿Cuáles son las acciones que podemos realizar para crear, nutrir o reparar las relaciones intergeneracionales?

    1. Arrepentirse

    Podemos pedirle a Dios que perdone a nuestros antepasados (padres y madres) por los pecados que cometieron a sabiendas o sin darse cuenta. Pecados que han acarreado maldiciones sobre su generación y las generaciones venideras.

    Según 1 Juan 1,9, “Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad”. (NVI) Debemos confesar nuestros pecados, lo cual incluye confesar los pecados de las generaciones que nos precedieron.

    Dios derramará una bendición sobre nuestras vidas y nuestras futuras generaciones. Está bien pedir perdón, sin embargo, es importante no mantener esas viejas costumbres ni seguir viviendo en pecado. Si hemos optado por seguir el camino de Cristo, entonces no hay lugar para la malicia, la violencia, el racismo o las injusticias.

    2. Orar
    Podemos buscar el rostro de Dios respecto al futuro de la iglesia. Podemos orar para que Dios zanje la brecha entre generaciones y para que se creen relaciones significativas. También podemos orar para que Dios revele la voluntad divina y su propósito para nuestras vidas. La Biblia nos anima a “orar en todo momento” (1 Tesalonicenses 5,17 DHH)

    3. Crear

    Podemos tener la intención de crear espacios para que interactúen diferentes generaciones y grupos de edad. Podemos procurar maneras de construir relaciones intergeneracionales a través de nuestras familias, la iglesia y nuestras comunidades. También crear programas de mentoría entre jóvenes y adultos mayores. “Así como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe está muerta si no va acompañada de hechos.” (Santiago 2,26 DHH)

    La solidaridad intergeneracional también puede fortalecer nuestra relación con Dios. “De padres a hijos se alabarán tus obras, se anunciarán tus hechos poderosos. Se hablará de tu majestad gloriosa, y yo hablaré de tus maravillas. Se hablará de tus hechos poderosos y terribles, y yo hablaré de tu grandeza. Se hablará de tu bondad inmensa, y a gritos se dirá que tú eres justo.” (Salmos 145,4-7 DHH)

    La fe se puede transmitir de una generación a la otra. Cuando reflexionamos sobre los maravillosos actos de Dios en nuestras vidas, podemos remontarnos a generaciones anteriores a nosotros. Solo podemos valorar la obra de Dios cuando haya buenas relaciones entre una generación y la otra. Compartir nuestros testimonios unos con otros puede fortalecer nuestra fe en Dios.

    — Makadunyiswe Doublejoy Ngulube, miembro de la Iglesia de los Hermanos en Cristo de Zimbabue y representante de África en el Comité de YAB (2015-2022). Actualmente vive en Canadá, donde se dedica fervientemente a la ciencia ambiental y a concientizar sobre la responsabilidad dada por Dios de administrar bien los recursos de la Tierra.


    Este artículo apareció por primera vez en Correo/Courier/Courrier en Octubre de 2022.
  • Viernes a la mañana

    “Mientras tanto, David y todos los israelitas iban delante de Dios cantando y danzando con todas sus fuerzas, al son de la música de arpas, salterios, panderos, castañuelas y platillos.” (2 Samuel 6,5 DHH)

    Aunque tuve poco tiempo para prepararme, la idea proviene de mi corazón y lo estuve pensando durante mucho tiempo.

    Estoy cansada de la guerra, el conflicto, el hambre, la pobreza, la división, el odio, la violencia armada, la diferencia de clases entre blancos y negros, la opresión de las mujeres, la matanza de niños y mujeres, las noticias falsas, autoridades y líderes mentirosos e injustos, y tantos, tantos problemas de los cuales todos ustedes están conscientes.

    COVID-19… durante el auge de las noticias: estábamos contando los números y cuando bajaban nos alegrábamos. Sin embargo, nos olvidamos que no se trataba solo de números, sino de personas, seres humanos, creados a la imagen de Dios. ¡Qué triste!

    En medio de toda esta agitación a mi alrededor, en todo el mundo, ¿cómo puedo celebrar en una situación como ésta? Cuando se me dice que no puedo cruzar porque soy negra y provengo de un país pobre. Cuando en la mayoría de los países soy interrogada por Migraciones como una criminal. Cuando soy tratada como una carga y un problema. Cuando se me trata como una terrorista. Mi singularidad es ser tratada como una amenaza, mis opciones han sido rechazadas: cuando vivo a la misericordia de mis superiores, ¿cómo puedo celebrar? Cuando no hay esperanza, ¿por qué y cómo debo celebrar? ¿Cómo puedo disfrutar?

    Hice una pausa y me pregunté, ¿a qué nos referimos cuando decimos celebrar? Entonces, decidí consultar mi diccionario. 

    Celebrar: en una de las definiciones, es un reconocimiento por medio de una reunión social o actividad gratificante, un día o un evento significativo o feliz.

    ¡De acuerdo! Entonces, ¡una celebración es un reconocimiento!

    Es estar juntos.

    Es ver la importancia de los demás.

    A menos que seas importante para mí y yo lo sea para ti, no hay celebración de la unión.

    Ver la importancia de los demás supera las barreras. Nos ayuda a ti y a mí a celebrar nuestra unión sin importar qué.

    Si para ti soy importante, puedo olvidar mi dolor.

    Si para ti soy importante, puedo pasar la tormenta.

    Si para ti soy importante, abandono mi superioridad.

    Si para ti soy importante, aprendo de mis errores.

    Si para ti soy importante, el hecho de que sea rica o pobre ya no será un obstáculo.

    Si para ti soy importante y tú eres importante para mí, puedo celebrar en cualquier momento y en cualquier lugar

    De la misma manera que David celebró ante el Señor con cánticos y gritos de alegría, celebremos nuestra unión en estos tiempos. Al celebrar nuestra unión … hagámoslo siendo conscientes de nuestra importancia mutua, con la exuberancia que viene del corazón, realizando un acto genuino de celebración, sin exhibicionismo ni menosprecio.

    Una de las muchas maneras que siempre podemos celebrar nuestra unión en el CMM es a través de la labor de la Comisión de Diáconos.

    — Tigist Tesfaye Gelagle, líder de jóvenes de Debub Meserete Kristos Church de Etiopía, está cumpliendo su mandato como miembro de YAB (2015-2022) y asumirá el cargo de secretaria de la Comisión de Diáconos.


    Este artículo apareció por primera vez en Correo/Courier/Courrier en Octubre de 2022.
  • Viernes a la mañana

    Durante el tiempo de aislamiento que todos vivimos en el 2020, tuve la oportunidad de recorrer en bicicleta las montañas de mi ciudad natal cuando las leyes poco a poco se volvían más flexibles. Aunque aún no era permitido salir a las calles, podíamos salir unas cuantas horas para hacer deporte.

    En medio de una pandemia la cual cambió radicalmente nuestras vidas, salir en mi bicicleta fue lo mejor que pude hacer para mantenerme cuerdo; disfrutaba cada recorrido, no sólo por la actividad física, también por la oportunidad de conocer los maravillosos paisajes que se ocultaban en las montañas de la bella ciudad de Ibagué, mi ciudad natal.

    Cada mañana, aunque algunas veces con mucho sueño, me preparaba para salir a “rodar” con la ilusión de descubrir más de la bella obra de nuestro Creador; un nuevo paisaje colorido el cual fotografiar, una nueva vista desde lo alto de las montañas, humildes familias campesinas saludando y dando ánimo en las rutas y por supuesto, nuevos retos físicos. Me di cuenta que más que una actividad física, era una terapia que me brindaba paz mental.

    Cada salida me confirmaba el porqué del superlativo el cual hace énfasis Génesis 1,31 “Y vio Dios que era bueno en gran manera”. ¡La creación de Dios es perfecta! Él puso cada cosa en su lugar, incluyéndonos a nosotros los seres humanos, Este versículo hace parte del relato del sexto día, el día en que la humanidad fue creada por Dios.

    Estos paisajes que pude recorrer, la vegetación, fauna y también los seres humanos, somos parte de su creación. Todos juntos hacemos parte del superlativo usado únicamente al final del sexto día, a diferencia de versículos anteriores dónde finaliza cada día con “Y vio Dios que era bueno”

    Luego de ser testigo de tan grandes maravillas, me pregunto: ¿Por qué entonces queremos destruir la obra perfecta de Dios? ¿Por qué como humanidad nos esforzamos tanto en arruinarla? ¿Será esto un reflejo de “la naturaleza pecaminosa”?

    Estoy convencido que gran parte del daño es debido a la ambición de personas poderosas. Y sí, la ambición y la codicia son pecados que los llevan a pasar por encima de otros e incluso de la creación misma, sin importar el daño que causa para el beneficio de unos pocos.

    Ya les he contado que mi ciudad está rodeada por imponentes montañas que esconden hermosos paisajes, riquezas y diversidad natural a la vista de todos. Bueno, casi todos.

    Además de campesinos, comunidades indígenas y ciclistas, una empresa multinacional descubrió la riqueza de estas montañas, sólo que para dicha empresa esta riqueza es superficial, aunque se encuentre bajo la tierra.

    Decidieron solicitar permisos para explorar y posteriormente explotar minas de oro a cielo abierto. Este lugar hermoso, repleto de diversidad, fuente de vida no sólo por el agua que desde allí nace, sino también por ser fuente de alimentos para gran parte de la región, ahora estaba en riesgo. Todo por la ambición del oro.

    Por supuesto, las comunidades campesinas, indígenas y sociales se unieron para evitar este ecocidio sin precedentes en la región. Mi comunidad eclesial no fue ajena a esta problemática. La iglesia Menonita de Ibagué se unió a este movimiento que poco a poco se convirtió en símbolo de resistencia y amor por la naturaleza. Desde nuestro principio de velar por el cuidado de la creación, nos unimos a otros movimientos sociales con diferentes perspectivas y posturas de fe. Nos unió el amor por nuestros paisajes, el amor por la vida.

    Palmer Becker, en su libro La esencia del anabautismo, nos recuerda los tres valores centrales, que según él, nos definen como anabautistas. Seguramente muchos estamos familiarizados. ¿Los recuerdas? Jesús es el centro de nuestra fe, la comunidad es el centro de nuestra vida y la reconciliación es el centro de nuestra tarea.

    En esta experiencia que relato sobre las acciones de la iglesia Menonita en Ibagué, puedo ver reflejado estos tres valores.

    Jesús como centro de nuestra fe para guiarnos en el amor a los demás y a la creación,

    La comunidad es el centro de nuestras vidas por quienes nos preocupamos y ayudamos unos a otros, defendiendo nuestro territorio; y

    La reconciliación es el centro de nuestra tarea, ayudando a unir personas con diferentes pensamientos y creencias en torno a una problemática específica.

    Pero además de esto, la tarea de reconciliarnos no sólo con Dios y con nuestro prójimo, también con la naturaleza, nuestra hermana, creación de nuestro mismo Padre, la Pachamama, fuente de vida.

    Gracias a Dios, y a la unión del pueblo se logró hacer una consulta popular para que no continuara la exploración, ni explotación del oro en nuestras montañas. Un proyecto que vendía la idea de desarrollo para la región, pero el pueblo decidió por el agua y la vida por encima del oro.

    Soy consciente de que esto no soluciona el daño que nuestro planeta sufre hoy, pero es un ejemplo de algunos cambios que podemos lograr como comunidad, cuidando juntos la creación. Por supuesto que las pequeñas acciones también cuentan, mucho más si entre todos aportamos al cuidado del medio ambiente.

    Finalizo preguntándoles, todos hemos oído alguna vez sobre reducir, reutilizar y reciclar.

    • ¿Qué estamos haciendo para dejar huella en nuestro entorno?
    • ¿Qué cambios hemos logrado en nuestras comunidades?
    • ¿Estamos impactando nuestros contextos con el valor anabautista de la reconciliación con Dios, las personas y la naturaleza y sobre todo, de su amor?

    —Oscar Suárez, representante del Comité de YABs (Jóvenes Anabautistas) (2017-2022) para América Latina y el Caribe. Se desempeña como maestro del Colegio Americano Menno (una escuela menonita de Colombia) y líder juvenil de la Iglesia Menonita de Teusaquillo de Bogotá. Es miembro de la Iglesia Menonita de Ibagué, Colombia


    Este artículo apareció por primera vez en Correo/Courier/Courrier en Octubre de 2022.
  • Viernes a la mañana

    Efesios 2, 14-17 (DHH) Cristo es nuestra paz. Él hizo de judíos y de no judíos un solo pueblo, destruyó el muro que los separaba y anuló en su propio cuerpo la enemistad que existía. Puso fin a la ley que consistía en mandatos y reglamentos, y en sí mismo creó de las dos partes un solo hombre nuevo. Así hizo la paz. Él puso fin, en sí mismo, a la enemistad que existía entre los dos pueblos, y con su muerte en la cruz los reconcilió con Dios, haciendo de ellos un solo cuerpo. Cristo vino a traer buenas noticias de paz a todos, tanto a ustedes que estaban lejos de Dios como a los que estaban cerca.

    Los distintos contextos globales de polarizaciones ideológicos, culturales, étnicos, religiosos, tecnológicas y económicos, en los que las sociedades son sometidas por las estructuras que ejercen el poder, dan como resultados las guerras y toda clase de violaciones de los derechos humanos de los más débiles , exacerbando la esperanza de la construcción de sociedades más justas, creando barreras de desigualdades, haciendo más difícil la reconciliación de los hombres con Dios, la naturaleza y consigo mismo. Allí es posible evidenciar en todas las realidades del ser humano, un profundo resentimiento en sus expresiones cotidianas.

    Esta realidad exige a la iglesia anabautista y a las distintas confesiones y expresiones religiosas, repensar con urgencia desde la trascendentalidad del evangelio de Jesucristo, estrategias de reconciliación para construir la paz desde los territorios locales, que traspasen las fronteras étnicas, económicas, tecnológicas, religiosas y culturales, haciendo posible el establecimiento del reino de Dios en estos contextos.

    El apóstol Pablo leyó muy bien desde la cosmovisión del pensamiento judío cristiano, en virtud de la comprensión del ministerio de Jesús, el hijo de Dios, esa realidad sociopolítica- religiosa entre judíos, y las otras sociedades del primer siglo; derribando la pared intermedia de separación, aboliendo en su humanidad las enemistades entre ambas sociedades… haciendo la paz.

    El diálogo social se constituye en una herramienta esencial para la transformación de una sociedad que, por muchas décadas, ha sido sometida a guerras que no comprendía y ha tenido que soportar. En el ejercicio de ésta, tanto de forma consciente e inconsciente, se encontraban expuestos al deterioro de su tejido social. y, en igual medida, también al peligro por la pérdida de su identidad étnica y cultural. Esto se dio a raíz del etnocidio cultural y faunístico, que ha dejado la guerra en los territorios poblados mayoritariamente por comunidades más vulnerables.

    En Colombia, por ejemplo, las comunidades negras e indígenas, en los territorios étnicos y colectivos, han sido las que les ha tocada afrontar la mayor parte del conflicto violento, les ha tocado renunciar de forma coercitiva a la relación amigable con el medio ambiente y su entorno social. Por ello, el comportamiento conflictual motivó a que se propiciaran cambios drásticos para resolver alguna diferencia entre las personas, convirtiendo el uso de las armas, el único instrumento útil para dirimir los conflictos. Este contexto ha obligado a distintos sectores sociales a articular mediante el diálogo social y la visión colectiva de la construcción de la paz, a buscar los puntos en común, sin entrar en discusiones ideológicas y religiosas, que nos permitan encontrar soluciones prácticas para la convivencia pacífica, con la idea de construir humanidad en la reciprocidad con el otro, observando muy de cerca la palabra de las lenguas bantúes del sur de África, popularizada por Nelson Mandela y Desmond Tutu: Ubuntu”. “Soy porque somos”. Nos debemos a una comunidad.

    Desde Colombia, hemos diseñado una estrategia que busca responder a estos desafíos. Planteamos un trabajo interétnico y ecuménico, entendiendo el ecumenismo, no desde una postura teológica- religiosa, sino, desde una cosmovisión del trabajo colectivo interétnico e interreligioso, donde nos encontramos distintos procesos con presencia en los territorios, desde su quehacer y capacidades, en el marco del respeto de las autonomías. Trabajamos para hacer que sucedan las cosas.

    Servir de espacio de articulación y fortalecimiento de las organizaciones interétnicas e iglesias, apoyando la construcción y visibilizando de sus planes de vida para la paz territorial.

    Centramos el trabajo en fortalecimiento de procesos de reconciliación, etnodesarrollo y paz territorial, a través de alianzas estratégicas con iglesias instituciones del Estado, sector privado, plataformas de paz territorial y la cooperación internacional.

    Estrategia central

    Trabajar por modelos de etnodesarrollo integral – sostenibles con las comunidades étnico-territoriales que permitan articular diálogos regionales con las organizaciones de base, e interlocución con las agendas de paz, orientadas a la resolución de conflictos en los territorios.

    Abordamos las siguientes líneas:

    1. Derechos de las víctimas: Vida, dignidad y justicia. Reparación integral de las víctimas del conflicto armado (verdad, justicia, reparación, no repetición), la satisfacción plena de sus derechos, el retorno con seguridad a sus territorios y en condiciones de dignidad (educación, salud, vivienda, seguridad).
    2. Pedagogía por la paz: Espiritualidades, culturas y territorio. Formación en competencias ciudadanas, derechos humanos, identidad cultural y ejercicios de participación democrática, la construcción de visiones compartidas de región, y la transformación social y política de los conflictos, sin el uso de la violencia.
    3. Garantías para la participación ciudadana. Autonomía territorial y gobernanza propias. Fortalecimiento de la democracia directa, participativa y representativa; consolidar pactos ciudadanos multisectoriales, y dar el salto hacia una cultura política incluyente y respetuosa de la pluralidad étnica, social y cultural de la Nación.
    4. Productividad: Etno-desarrollo y cuidado del medio ambiente. Se busca garantizar la soberanía y seguridad alimentaria, desde un enfoque étnico y sostenibilidad ambiental.
    5. Reconciliación: Espíritu de diálogo y concertación social. Construcción de acuerdos basados en la justicia e inclusión social, abrirse paso hacia el futuro reconstruyendo nuevas redes de relación y confianza entre los distintos actores sociales, el sector privado y las instituciones del Estado. La justicia, la paz, el desarrollo y la reconciliación exigen espacios para transformar los conflictos por la vía del diálogo, la participación y la concertación social de políticas orientadas al bienestar de los pobladores.
    6. Comunicación para la paz: La propuesta se centra en fortalecer la red de comunicadores populares, para compartir, construir y fortalecer procesos y habilidades comunicativas desde las comunidades afros, indígenas y mestizas presentes en las subregiones, así visibilizar las acciones relacionadas a la construcción de paz, memoria, resistencia, perdón, reconciliación, defensa del territorio y desarrollo regional.

    — José Rutilio Rivas Domínguez, pastor, teólogo, emprendedor de empresas sociales, es promotor de la paz de los Hermanos Menonitas de Colombia. También es miembro de la Comisión de Misiones del CMM (2018-2025).


    Este artículo apareció por primera vez en Correo/Courier/Courrier en Octubre de 2022.
  • Navidad alrededor del mundo  

    Cada año, el 24 de diciembre, mi familia va al servicio de Nochebuena en la ‘Park View Mennonite Church’ en Harrisonburg, Virginia. Es un servicio tradicional de «lecciones y villancicos», en el cual leemos la historia de Navidad de Lucas y cantamos los himnos que la acompañan, a medida que avanzamos en el texto. 

    Todo el servicio es agradable, pero la pieza más significativa está al final. Pequeñas velas (escondidas en el armario de almacenamiento durante todo el año) se reparten y se encienden mientras cantamos “Noche de Paz”. 

    Viendo la llama – que primero proviene de la vela de Cristo en el frente de la sala – que se pasa de mano en mano, de fila en fila, siempre me conmueve. Esta práctica de celebrar la llegada de la luz de Jesús al mundo es un hermoso recordatorio de que, aunque Jesús es la fuente de luz para todas las personas, esa luz no la podemos llevar solos, ni la recibimos directamente de Dios: la recibimos unas personas de otras y tenemos la tarea de compartir la luz de las buenas nuevas con quienes nos rodean. 

    “Esta luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no han podido apagarla” (Juan 1,5). 

    Esta es la buena nueva de la Navidad para mí. 

    Caleb Schrock-Horst, Harrisonburg, Virginia, USA.  

    Navidad alrededor del mundo

    Alegría y amor: vigilia nocturna en Kenia

    Esta tradición siempre me recuerda la alegría y el amor que nos tenemos como comunidad. Reunirse para compartir comidas y contar historias suele ser la mejor parte, pero lo más sorprendente y un momento maravilloso es durante la vigilia nocturna cuando uno se conecta con Jesús a través de la alabanza y la adoración, brindando un sentido de pertenencia y restaurando la esperanza de comenzar de nuevo con el nacimiento de Cristo.

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    Compartiendo amor – con chispitas – en Alemania

    Navidad alrededor del mundo Hay tantas tradiciones diferentes que tenemos para la Navidad en Alemania, pero mi favorita de todas es hornear galletas navideñas. Horneamos desde mediados de noviembre hasta Navidad: más de una vez porque las galletas son consumidas bastante rápido. Las primeras…

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    Un mes de celebración de Charni Daan

    En India, la Navidad se celebra con gran entusiasmo, desde mediados de noviembre hasta Año Nuevo. La Navidad es más especial porque tenemos la oportunidad de reunirnos con nuestra familia y amistades.

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    Todas las voces juntas alabando a Jesús en Uruguay

    Me encanta la sencillez de nuestras fiestas navideñas en las cuales nos reunimos para disfrutar de la compañía de la otra persona y recordar a quien nos mantiene en unidad.

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  • ¿Cómo representamos a Jesús en un cuadro en vivo? ¿Blanco con barba, como suele representarse en las iglesias? ¡No realmente! Queríamos pintar un Jesús colorido, un Jesús en verde, amarillo, azul, blanco, rojo y naranja. 

    Somos el campamento “Juntos en Portugal”. Organizado por Joie et Vie (Gozo y Vida) en colaboración con la Misión Menonita y la Comisión de Jóvenes de la Iglesia Menonita de Francia, el campamento de este verano permitió a 13 jóvenes y cinco guías que conocieran a cristianos portugueses. 

    Durante el campamento, tuvimos la alegría de dirigir un culto de adoración en dos iglesias, la Iglesia de los «Hermanos Menonitas» en Loures y la Comunidad Cristiana de Algueirão, así como un tiempo de adoración en el Instituto Bíblico de Portugal, donde estábamos hospedados. El deseo de nuestro corazón era  alabar a Dios por medio de una pintura viva que representara a Jesús. 

    Nuestra reflexión interior fue la siguiente: no podemos reducir a Jesús a un color, a un único color. Jesús no es monocromático, es policromático. Él ama la diversidad, él creó la diversidad. Él ama las diferencias, nos ha hecho diferentes. 

    Pudimos experimentar las diferencias durante este campamento, en alegría y como desafío. 

    Dentro de nosotros, ya éramos de por sí diferentes. 

    • Algunos menonitas, otros no. 
    • Algunos que aspiraban a participar de estudios bíblicos, otros de enseñanzas de otras temáticas. 
    • Algunos querían servir a los portugueses tanto como fuera posible, otros estaban felices de descubrir Portugal. 
    • Y luego estaba la diferencia de idioma con nuestro cocinero que solamente hablaba portugués, un idioma que no dominamos. 
    • Diferencias culturales y en la organización de programas. 

    Y finalmente, Jesús nos une en nuestras diferencias, y nos enseña a amar la diferencia. 

    Durante el momento de la alabanza, había portugueses, franceses, angoleños, alemanes, españoles, “juntos”  para alabar y adorar a una sola persona: Jesús. No un Jesús blanco, sino un Jesús de mil colores. 

    ¿No comenzará la misión al reconocer nuestra visión a menudo limitada de Jesús y al pedirle humildemente que nos abra a otras formas de verle y servirle? Porque eso nos permitirá unirnos a sus otros enviados en sus maneras de verlo y servirlo. 

    ¿No es ya de por sí un testimonio el vivir en unidad con los hermanos y hermanas cristianos? 

    ¿No es la voluntad de Dios ver a sus hijos, unidos en familia, reunidos para adorar y servir a un Jesús de mil colores? 

    Y como lo han dicho muchos de los participantes de este campamento: “Hemos sentido la presencia de Dios en estos momentos de alabanza en varios idiomas y nacionalidades porque nuestras diferencias se borran: ¡todos somos parte de la familia de Dios! Y esto es claramente un anticipo de cómo será el cielo. » 

    —Benoit Nussbaumer es director del campamento  

    Este artículo se reimprimió con permiso de Christ Seul, noviembre de 2022