Recientemente, el número de jóvenes en las iglesias de Asia ha disminuido significativamente; es probable que se trate de un fenómeno mundial. ¿Por qué creer en Dios se ha convertido en un acto de tontería? Porque en este mundo riguroso, lo que más necesitan los jóvenes es dinero, y para ganar dinero hay que convertirse en un ser “eficiente”.
La generación más joven vive con una abrumadora sensación de ansiedad: el miedo a quedarse atrás, el miedo a no sobrevivir.
Dividen todo en categorías de eficiencia e ineficiencia.
En esa cosmovisión, creer en Dios se considera la máxima ineficiencia. Los métodos para ganar dinero, las estrategias para maximizar la riqueza, se han convertido en las nuevas escrituras sagradas, que se propagan como un reguero de pólvora a través de YouTube y los libros. Como resultado, les preocupan poco las desgracias de sus vecinos, los desastres, la guerra. Incluso el duelo y el dolor, en cierto modo, parecen funcionar bajo las reglas de la eficiencia.
Sin embargo, curiosamente, incluso mientras acumulan riqueza, los jóvenes no encuentran alivio a la ansiedad. En cambio, sufren una depresión aún más severa y algunos se suicidan. Luchan por descubrir el verdadero significado de la vida y su propia identidad. Las redes sociales nos permiten estar constantemente conectados con todos con tan solo el toque de un dedo. Sin embargo, ha hecho que la soledad se sienta insoportablemente vacía. En un entorno así, conectarse con Dios parece casi imposible.
Si soñamos con un mundo donde vivamos por la fe en lugar del dinero, debemos convertirnos en prueba viviente de que el dinero no lo es todo, sino que el amor lo es. Incluso si este camino trae inmensas dificultades, debemos creer verdaderamente que esta es la alegría que Dios nos da. De esta manera, nos conectaremos a través de Él y, a través de Él, también aprenderemos a estar solos sin sentirnos perdidos.
Los desposeídos, los pobres, los afligidos, los que luchan y los que se solidarizan, todos son hijos del Señor.
Como pueblo anabautista de todas las edades, que podamos encontrar la valentía para abrazar la ineficiencia del amor: el amor hacia nuestros semejantes, el amor hacia todas las demás cosas creadas y el amor hacia Dios.
Comité de YABs 2023: Valentina Kunze, Kkotip Bae, Felix Perez Diener, Gaëlle Oesch, Ebenezer Mondez
Kkot-Ip Bae es la representante de Asia ante el Comité de Jóvenes Anabautistas (YABs). Es miembro de la Iglesia Menonita de Corea.
“La mano que da siempre está arriba; la mano que recibe siempre está abajo”.
— Proverbio africano
Una pastora congoleña cambió mi comprensión del dar y recibir.
La última vez que la vi fue en la Asamblea Global del Congreso Mundial Menonita (CMM) en Paraguay en 2009, donde expresó su gratitud a mi esposa y a mí por el apoyo financiero que nuestra congregación local en Colombia le había dado a ella y a su iglesia en el Congo.
Hospitalidad sacrificada
La conocí, a ella y a su esposo, durante una visita a Kinshasa en 2007. En ese momento, mi congregación local en Colombia tenía siete años. Como estábamos creciendo, nos enfrentábamos a los desafíos de no tener un lugar para el culto y a las enormes necesidades financieras de nuestro proyecto de plantación de iglesias.
En Kinshasa, me invitaron a predicar un domingo por la mañana en la iglesia de aquella pareja con la que llegaría a tener una hermosa amistad. Al igual que mi iglesia en Colombia, esta congregación no tenía edificio. Su iglesia se reunía en una carpa sin paredes. En ese contexto de extrema pobreza, tuve la bendición de almorzar después del servicio. Más tarde me di cuenta de que los miembros de la iglesia habían sacrificado su almuerzo para proveer el mío.
Cuando regresé a Bogotá, el llamado a apoyar a esa congregación era claro, más aún cuando recibimos la noticia del fallecimiento del esposo, que dejaba atrás a sus hijos, hijas y su esposa, quien se convirtió en la pastora principal de la iglesia. Mi congregación local decidió recaudar fondos para la iglesia en Kinshasa y para parte de las necesidades educativas de los hijos e hijas de la pastora.
Una prioridad más alta
Sabíamos que así no avanzaríamos en nuestro proyecto de construcción del templo, pero la iglesia congoleña se convirtió en una prioridad más importante para nuestra iglesia.
Algunos colegas en Colombia no podían entender cómo mi congregación local, con necesidades económicas tan inmensas, enviaba dinero para apoyar a una iglesia en el Congo. Teníamos la costumbre de solo recibir. Durante más de 60 años, las iglesias colombianas habían recibido apoyo extranjero para muchas iniciativas: respuestas a desastres, plantación de iglesias, trabajo por la paz, educación y desarrollo social. ¡Incluso hoy, las necesidades en Colombia siguen creciendo!
Sin embargo, dar es un aspecto fundamental del ser humano. Dar es una dimensión integral del ser creado a imagen de Dios.
Generosidad independiente
Sabemos que la ayuda económica en forma de caridad puede humillar a quien la recibe. Puede crear dependencia, reforzando el ciclo de privación en lugar de romperlo. Ser creado a imagen de Dios implica ser autosuficiente e interdependiente. La forma más elevada de ayuda permite a la persona convertirse en una fuente de apoyo para las demás. La ayuda humanitaria es esencial a corto plazo, pero, como vemos en la Biblia, a largo plazo incluso una persona dependiente del apoyo de otras debe dar apoyo a las demás. El dar es una parte esencial de la dignidad humana.
Durante sus 100 años de relación con el CMM, el Comité Central Menonita (CCM) ha nutrido y fortalecido a nuestra iglesia Anabautista global ofreciendo apoyo a las iglesias regionales y congregaciones locales en tiempos de guerra, desastres naturales, desplazamientos y pobreza. Hoy, muchas iglesias regionales y congregaciones locales están desarrollando la capacidad, valores y convicciones necesarios para crear estructuras que puedan hacer lo mismo, utilizando sus recursos locales para apoyar a otras personas cercanas y lejanas. Estas iglesias pueden aprender de la experiencia del CCM, siguiendo las mejores prácticas del CCM, evitando errores cometidos en el pasado y aprendiendo al mismo tiempo sobre los valores del servicio y la importancia de una buena planificación y gestión.
El CCM tiene un papel de liderazgo que puede orientarse hacia la enseñanza de cómo ser una fuente de apoyo para las demás personas. Ayudar a otras personas de manera que puedan, a su vez, dar es vital y restaurar así la dignidad a través de proyectos moldeados por el amor y la justicia.
Las iglesias anabautistas de África, Asia, Europa y América Latina están yendo más allá de sí mismas en su misión, incluso a través de la ayuda humanitaria, desarrollo y construcción de paz. Alrededor de 50 agencias de servicio y comisiones eclesiales Anabautistas llevan a cabo los esfuerzos misioneros de nuestra iglesia mundial.
Sin embargo, aún queda mucho por hacer para activar el potencial de la iglesia en los ministerios de ayuda, desarrollo y construcción de la paz. Más de la mitad de las conferencias nacionales de iglesias Anabautistas pertenecientes al CMM aún no han desarrollado tales agencias de servicio u otras estructuras para extender el amor de Cristo a través de ministerios prácticos de ayuda, desarrollo y construcción de paz. Aún existe el riesgo de dependencia.
El Congreso Mundial Menonita está capacitando a nuestras iglesias para que sirvan a los demás a través de las Redes. Las iglesias anabautistas de todo el mundo que han creado organizaciones locales para la misión, el servicio, la educación y la paz pueden apoyarse mutuamente. Reunidas como iguales en las Redes, enseñan y aprenden unas de otras mientras sirven en sus regiones.
A medida que nos adentramos en el segundo siglo de la relación entre el CCM y CMM, espero que podamos soñar en conjunto sobre estas preguntas:
¿Podemos imaginar un futuro en el que cada iglesia nacional participe activamente en brindar apoyo local para ayudar a otras personas en necesidad?
¿Podemos elaborar estrategias conjuntas para acompañar a las personas que viven en pobreza y ayudar a las demás?
¿Podemos planificar intencionalmente cómo ayudar a las iglesias que históricamente sólo han recibido a convertirse en donantes y dadoras de dones?
Transformados a través del dar
Mi congregación local en Colombia nunca construyó el edificio de la iglesia que queríamos. Sin embargo, las vidas de nuestros miembros se transformaron gracias a la bendición de dar.
Además del apoyo que enviamos al Congo, iniciamos un proyecto de becas para la educación de niñas y niños de las tres zonas de extrema pobreza de Colombia. Decenas de niñas y niños recibieron apoyo durante varios años.
Contribuimos al sostenimiento económico de personas misioneras y trabajadoras de servicio colombianas que ministran en otros países.
Aprendimos por experiencia la verdad de las palabras de Jesús citadas por Pablo en Hechos 20:35: “Hay más dicha en dar que en recibir” (NVI).
Que en el próximo siglo colaboremos para que cada vez más iglesias de todo el mundo se unan para apoyar a otros que necesitan experimentar el amor de Dios como ellos mismos lo han recibido.
César García Secretario General Congreso Mundial Menonita
Las responsabilidades de la Comisión de Diáconos incluyen supervisar el Fondo de Ayuda de la Iglesia Mundial (GCSF), fomentar la oración dentro de la comunión anabautista (enviar el correo electrónico de la Red de Oración, organizar la Hora de Oración en Línea y colaborar con el presidente en las cartas pastorales), y las visitas de los diáconos.
Desde 2022 hasta finales de 2024, la Comisión de Diáconos aprobó veinte propuestas del GCSF por unos US$ 239.000 tras discernir y evaluarlas cuidadosamente. “El Fondo de Ayuda de la Iglesia Mundial demuestra que las iglesias de África, Asia y América Latina no están solas y que la comunidad de fe mundial se mantiene unida para compartir y apoyar”, afirma Tigist Tesfaye, secretaria de la Comisión de Diáconos.
A menudo, en colaboración con especialistas afines al CMM, los Diáconos envían una delegación a visitar las iglesias miembros con necesidades apremiantes para escuchar, compartir, orar y adorar con dichas iglesias. “Esto sirve para fortalecer la iglesia local y su vínculo con la comunidad mundial”, señala Tigist Tesfaye.
En 2024, junto con la Comisión de Paz, la Comisión de Diáconos visitó a 17 pastores de Myanmar en Tailandia. Los miembros también realizaron una visita informal a otras iglesias miembros en Tailandia.
Cada dos meses, la Comisión de Diáconos invita a todos los miembros a una reunión en línea. La Hora de Oración en Línea se realizó en cuatro idiomas (inglés, español, francés e hindi), con sesenta a ochenta participantes orando juntos en vivo.
Fe y Vida
Como Comisión de Fe y Vida, procuramos apoyar a las iglesias miembros del CMM al dar y recibir consejo –desarrollando así una responsabilidad mutua– sobre asuntos relacionados con la fe y con la práctica cristiana, y con la identidad y acción anabautista-menonita en el mundo actual.
Fe y Vida promovió la enseñanza, conversaciones y recursos mediante la publicación de la guía de estudio acerca del informe sobre el bautismo. Esta se distribuyó a los delegados del Concilio General con una invitación para que la promovieran, usaran y estudiaran en sus iglesias. Los miembros de la Comisión compartieron testimonios de sus bautismos en el sitio web del CMM a fin de despertar el interés en examinar nuestras convicciones en torno al bautismo.
La Comisión continuó debatiendo en conjunto y aportando recursos al CMM sobre cómo ser una comunión mundial, estar unificados y también respecto a inquietudes como el cuidado de la creación.
Cuando se invita al Congreso Mundial Menonita a relacionarse con otras comuniones mundiales, la Comisión de Fe y Vida es llamada a representarlo. Además de los diálogos con la Comunión Mundial de Iglesias Reformadas, que produjeron una importante declaración de reconciliación para 2025, también enviaron a Anne-Cathy Graber para representar a los anabautistas en un sínodo del Vaticano sobre la sinodalidad.
Estructuralmente, las nuevas Redes Anabautistas Mundiales de Educación dependen de la Comisión de Fe y Vida. Estas redes emergentes de educación primaria, secundaria y teológica están aprendiendo juntas a capacitar a estudiantes para ser pastores y líderes en todo el mundo.
Comisión de Misiones
Reunirnos, en línea y en persona, fue una parte fundamental de la labor de la Comisión de Misiones en los últimos tres años. La reunión de 2023 en Harrisonburg, Virginia, fue algo decisivo para la Comisión de Misiones y sus dos redes, ya que tuvimos la oportunidad de reunirnos en persona para fraternizar y capacitarnos. Participaron unos sesenta delegados de las redes.
La Comisión de Misiones apoyó a la Red de Servicio Anabautista Mundial y a la Fraternidad Mundial Misionera al ofrecer numerosos seminarios web, que propiciaron oportunidades para el aprendizaje y la fraternidad. Su labor fue destacada en el número anterior de Correo.
Para 2025, esperamos publicar en Internet una bibliografía actualizada sobre Anabautismo y Misión, que estará disponible en el sitio web del CMM.
Comisión de Paz
Cada año, la Comisión de Paz elabora el material para el culto del Domingo de la Paz, que se comparte con las iglesias miembros del CMM de todo el mundo. Las fotos y los informes que las congregaciones envían de su celebración son un testimonio de nuestra labor en pos de la construcción de la paz.
La Conferencia Mundial Menonita de Construcción de Paz está patrocinada por la Comisión de Paz. Organizada por la Eastern Mennonite University en 2023, reunió a 160 teólogos, pacificadores, pastores, activistas y artistas de veinte países en Harrisonburg, Virginia, EE. UU. Participaron en conversaciones sobre teología y práctica de la construcción de paz anabautista-menonita, e intercambiaron opiniones respecto a la Declaración sobre la Objeción de Conciencia (publicada en 2022).
Miembros de la Comisión de Paz se sumaron a los Diáconos en una visita de solidaridad a Myanmar para animar a los pastores en tiempos de guerra.
La Comisión de Paz también ha participado con otros asociados en la elaboración de una vía para establecer conversaciones con los menonitas de Old Colony, que son parte de la familia de creyentes anabautistas pero que no forman parte de nuestra asociación formal como Congreso Mundial Menonita. Las inquietudes sobre las prácticas agrícolas han brindado oportunidades para construir la paz en conversaciones con otras organizaciones, con asociados del CMM y con menonitas de Old Colony.
La escalada de la guerra en el Medio Oriente hoy es una fuente de temor y dolor para nuestra familia anabautista alrededor del mundo. Para algunas personas, esta es una nueva realidad; para otras, es algo que se suma a la carga de violencia que arrastran desde hace años o décadas de conflictos locales. Vemos a todos aquellos que están siendo aplastados bajo las maquinaciones de los poderosos; nos lamentamos y pedimos la presencia misericordiosa de Dios entre ellos. Condenamos cualquier justificación de la guerra como parte de la voluntad de Dios.
Invitamos a que nuestras oraciones nos impulsen a la acción. Y a que nuestras acciones sean nuestras oraciones.
Nuestra lealtad no es hacia presidentes ni reyes, sino hacia el Príncipe de Paz. Como miembros de una Iglesia Histórica de Paz –es decir, una iglesia dedicada a los caminos de la paz– , seguimos a Jesús, el Príncipe de Paz, quien nos llama a un amor radical al enemigo.
Este amor entrena a nuestros corazones para ver a Dios en el “otro” ser humano, ya sea enemigo o amigo.
Este amor nos da la valentía de buscar la justicia.
Este amor nos llama a buscar relaciones correctas a nivel interpersonal, a nivel de organizaciones, entre estados y pueblos, y con el resto de la creación, todos los cuales sufren daños en medio del conflicto.
El poder del amor de Cristo nos impulsa no al orgullo que defiende a las naciones o a la pureza ideológica, sino a la compasión por quienes sufren, independientemente de su identidad nacional o afiliación política.
Las enseñanzas de Jesús nos recuerdan que el enemigo no es la otra persona sino nuestro propio instinto de crear barreras y caer víctimas de la enemistad misma. Oramos para que, al encontrar la valentía de amar, el poder transformador de Dios rompa los ciclos de violencia que dividen, oprimen y matan.
La justicia debe acompañar a la paz. De hecho, la paz solo puede estar presente cuando se materializa una justicia restaurativa, orientada a la búsqueda de la verdad y a la reparación. Confesamos nuestro fracaso en la búsqueda de una paz justa. Pedimos al Espíritu Santo que nos enseñe humildad y nos equipe con la valentía de amar. Pedimos sabiduría para reconocer y decir la verdad con claridad profética y amor abnegado. Pedimos la audacia para enfrentar la injusticia a pesar del riesgo que ello nos implique.
Estamos resueltos a alzar la voz, ya sea ante los gobiernos o ante nuestros conciudadanos, para cuestionar el apoyo acrítico a fuentes de violencia y muerte constantes.
Como comunión anabautista mundial, renunciamos a la violencia, como lo hizo Jesús. Nos comprometemos –como seguidores de Jesús– a transformar los sistemas injustos a través de la no violencia activa. Hacemos un llamado a los Estados para que dejen de invertir en la guerra y, en su lugar, comiencen el arduo trabajo de buscar los caminos de la paz, una paz que no llegue a través de las armas, los misiles o la fuerza violenta, de modo que todo pueda florecer.
Nuestras palabras parecen pequeñas e insuficientes ante la crisis y ante nuestra propia falta de consenso en torno a sus causas, sin embargo, reafirmamos nuestra convicción de que
El Espíritu de Jesús nos llena de poder para confiar en Dios en todos los aspectos de la vida, de manera que lleguemos a ser hacedores de paz que renunciamos a la violencia, amamos a nuestros enemigos, procuramos justicia, y compartimos nuestras posesiones con los necesitados.(Convicción Compartida 5)
Algunos tenemos la tendencia a pensar que deberíamos definir la doctrina correcta y, a partir de ahí, pasar a la práctica. Primero la Escritura; después, la experiencia. Pero, en muchos sentidos, tanto en nuestra historia como en nuestra realidad actual, la experiencia nos impulsa a pensar teológicamente para comprender lo que sucede.
Consideremos el Concilio de Jerusalén. Ellos se preguntaban: ¿Podemos incluir a los gentiles o no?
Aquello no quedaba claro en la Biblia de la época.
El hecho de que los gentiles estuvieran recibiendo el Espíritu Santo impulsó a la iglesia a pensar de una manera nueva, sin contradecir el fundamento que tenían.
Su experiencia los llevó a plantear la cuestión a partir de la Escritura y a desarrollar nuevas interpretaciones.
Como anabautistas, históricamente hemos enfatizado la congregación local y la centralidad de la congregación local como anticipo del reino de Dios.
Pero eso no nos ayuda a responder por qué existe la necesidad de una iglesia regional o mundial.
En los inicios del CMM, la experiencia impulsó a las iglesias menonitas a pensar en un organismo mundial.
¿Podría señalar alguna similitud entre la actualidad y algunas de las tendencias de hace cien años cuando se inició el CMM?
En ese momento, había una pandemia mundial. Muchos países acababan de atravesar la Primera Guerra Mundial. Por supuesto, un impacto financiero lleva a los gobiernos a buscar un chivo expiatorio: ¿a quién vamos a culpar por ello? Esto fue un factor importante en el auge del nacionalismo en Europa.
Y luego nuestras iglesias también se vieron afectadas por la Revolución rusa y la subsiguiente persecución violenta en la zona de Ucrania, donde había una gran concentración de nuestras iglesias en esa época.
Por consiguiente, con la mezcla de nacionalismo, diferencias culturales, idiomas y el pasado reciente como también más lejano de violencia entre sus países, era complicado para los líderes de la iglesia menonita en 1925 pensar en ser un solo cuerpo.
Algunas personas espiritualizan la idea de la unidad y dicen: Vamos a estar unidos en el cielo.
O dicen: Sí, luchamos violentamente unos contra otros, pero somos uno en espíritu.
Tanto entonces como ahora, algunas iglesias ven a otros cristianos con recelo, incluso en una misma familia denominacional.
Pero la Biblia no habla de esa manera.
La Biblia se refiere a la unidad de una manera muy práctica, visible aun para el mundo. Hay un nivel de unidad que parece una especie de milagro.
El fundador del CMM, Christian Neff y otras personas hablaban y escribían sobre la necesidad de un organismo mundial desde algún tiempo antes de 1925, pero no era fácil superar la falta de confianza.
Finalmente, Christian Neff encontró una buena excusa para reunir a la gente: celebrar los cuatrocientos años del movimiento anabautista.
Y fue en ese contexto que la iglesia de Ucrania envió una carta a la gente en esta primera reunión anabautista mundial, solicitando la conformación de un organismo mundial que coordinara la labor de educación, misión y apoyo a las iglesias que padecen persecución y sufrimiento, entre otras cosas.
Cuando los líderes de la iglesia se reunieron, la experiencia de estar juntos les abrió los ojos a la necesidad de una comunión a fin de enfatizar que el centro no es la política ni un Estado nacional, ni siquiera una cultura. La fuente de nuestra identidad es Jesús.
El contexto entonces era muy similar al actual después de la pandemia, en medio de un creciente nacionalismo y experiencias de sufrimiento debido a la violencia y la persecución.
Es interesante y triste a la vez ver cómo la historia se repite.
Lo que ha cambiado es que dicha experiencia nos invita a pensar teológicamente. ¿Quisiéramos ser un solo cuerpo por cuestiones pragmáticas? ¿O porque nuestra interpretación del evangelio lo exige?
¿Cuáles fueron algunos momentos claves en que optamos por ser verdaderamente mundiales?
Para ser una familia mundial, necesitamos ciertos niveles de reconciliación y perdón por nuestra historia de divisiones.
No estábamos preparados para pensar de esa manera hace ochenta años.
Al principio, los líderes querían que solo se celebrara una Asamblea. Y así fue durante los primeros cuarenta o cincuenta años.
Pero cada vez más iglesias del Sur global se fueron haciendo miembros. Y las iglesias que están padeciendo sufrimiento ven con mayor claridad la necesidad de una iglesia mundial. No se puede enfrentar la persecución violenta ni las catástrofes naturales si se está solo.
Hacia la década de 1970, se empezaron a nombrar presidentes desde el Sur global. Desde el ejecutivo, C. J. Dyck afirmó: Si deseamos que el CMM continue, debería ser más que una reunión mundial. Debería formar parte de la misión a la que los menonitas están llamados en este mundo, un espacio donde clarificar el significado de la fe en sus diversos contextos culturales.
Esa visión fue el resultado, entre otras cosas, del aporte de las iglesias del Sur global que pedían más interdependencia.
Impulsados por dichas experiencias, hemos avanzado en el pensamiento teológico al entender la iglesia como algo que va más allá de las puertas de mi congregación local.
¿Estamos donde deberíamos estar?
Creo que estamos yendo en la dirección correcta, pero se nos plantean desafíos teológicos cuando abordamos el tema de la iglesia mundial.
Para muchos de los líderes y pastores de nuestra iglesia mundial, apenas estamos comenzando a construir una comprensión clara de la unidad.
Demasiadas veces, nuestra interpretación de la pureza en nuestra tradición anabautista nos ha impulsado a fragmentarnos porque pensamos que para ser santos o puros, es necesario que nos separemos de aquellos que consideramos que no lo son.
Nuestra historia de divisiones exige una verdadera reconciliación. Hay heridas históricas que no han sido sanadas y seguimos observando divisiones que ocurren en tiempo real.
Los desafíos del racismo y el colonialismo están presentes. Existe la tendencia a que algunos sectores de la iglesia tomen decisiones sin consultar a otros e impongan sus puntos de vista.
Se nos presentan desafíos cuando privilegiamos nuestros propios intereses sobre los intereses de los demás; cuando afirmamos que primero debemos proteger nuestro presupuesto antes de considerar a otras iglesias.
Además, tenemos ambición y el deseo de controlar, dominar y conquistar a los demás.
Los reinos de este mundo nos resultan muy atractivos. Nos encanta la sensación de ser superiores a otros grupos.
Pero Dios nos invita a vivir en contraste con los reinos de este mundo. El reino de Dios es una alternativa real. Debemos reconocer que necesitamos el poder del Espíritu Santo.
500th Anabaptist Anniversary
¿A qué nos referimos con unidad?
Debemos comprender que la unidad no implica necesariamente la ausencia de conflicto. La verdadera unidad implica la unión de diferentes fragmentos y formas.
Por definición, la unidad implica diversidad, pues si no hay diversidad de opiniones, cultura, teología o experiencias, entonces no hay necesidad de hablar de unidad porque todos creen lo mismo. Lo opuesto a la unidad no es la diversidad, sino la uniformidad.
Y como iglesia de paz, sabemos que el problema no es tener conflictos. El problema es cómo manejamos dichos conflictos.
Es imposible tener una relación sana sin conflictos.
Hoy en día, muchas iglesias del CMM son el resultado de la división de otras iglesias. El paso del tiempo no cambia la realidad de que fue una división interna.
En el CMM, procuramos alentar a las iglesias a mantenerse unidas tanto como sea posible y a no dividirse.
Sin embargo, a veces la separación es necesaria porque existe un nivel de desacuerdo que ya no es posible resolver debido a la naturaleza de nuestro corazón. Dios nos permite cierto nivel de distancia, y aun así podemos ser parte de la familia mundial si respetamos nuestras diferencias, aunque no compartamos una postura sobre un tema dado.
Eso implica la voluntad de sanar las heridas. Debe haber un esfuerzo intencional de ambas partes para sanar el resentimiento y evitar el odio mutuo.
Una vez más, es nuestra experiencia la que nos impulsa a pensar teológicamente sobre la unidad.
¿De qué manera el tema La valentía de amar nos guía y determina la manera de pensar sobre este aniversario?
Creo que es un tema crucial y relevante en el mundo político actual, en que tanta gente sufre acoso y acosa a los demás.
Hay muchas causas, proyectos y demandas justas. Mucha gente dice: “Tenemos derecho a defender nuestra tierra. Tenemos derecho a exigir que estos abusadores dejen de cometer abusos”.
Pero, ¿existe la posibilidad de hacer algo de manera distinta a revindicar tus derechos?
Creo que Jesús nos invita a andar otro camino.
Decir, “quiero dejar de lado mis derechos y amar” requiere una gran valentía.
No es pasivo. Implica una respuesta muy intencional, incluso asertiva, que busca el beneficio del otro, incluso el bienestar del agresor.
La valentía de amar que nuestros extranjeros descubrieron hace quinientos años no era nueva. Vemos esta invitación proveniente de Dios desde el comienzo de la historia humana.
La valentía de amar implica también desmantelar el miedo (1 Juan 4:18).
Percibo que muchos líderes actúan por miedo: miedo a ser contaminados, miedo a ser influenciados, miedo al cambio.
Cuando hay un amor perfecto, puedes hablar de cualquier tema difícil sin el miedo de que vayas a perder algo.
No hay fragmentación, excomunión ni condenación mutua, pero sí respeto por las convicciones firmes.
Como dijo Agustín de Hipona, la definición de pecado es ser egocéntrico, por ende el amor es lo opuesto a ello.
Cuando amas, te abres a los demás y no hay lugar para el miedo.
Parte de la misión del CMM es vincularse con otras comuniones. ¿Cómo le ha formado esta experiencia?
Si no te relacionas con otros cristianos, podrías terminar teniendo una idea muy limitada de lo que es la iglesia cristiana.
Al ser un organismo mundial como el CMM, tenemos la capacidad de contar con representación propia como una entidad ante otras iglesias.
Cuando tienes una identidad clara y encarnas tus valores, las experiencias con otras iglesias podrán ser inmensamente enriquecedoras y transformadoras. Entonces podrás aprender de los demás y también compartir tus valores.
Lo cual no significa que sea fácil. Por ejemplo, en la Conferencia de Secretarios de Comuniones Cristianas Mundiales, están representadas un total de 21 entidades mundiales. Y, como se pueden imaginar, la diversidad es enorme. Algunos tienen un pasado complejo de persecución y condenación mutua. Y con otros grupos, ni siquiera existe una relación.
Y por supuesto, es muy diferente la interpretación de estas iglesias sobre muchas cosas, tales como el liderazgo y la jerarquía.
Así que fue un desafío pensar en cómo representar al CMM. ¿Cómo debería reaccionar ante los desafíos? Hay reuniones en las que los temas son tan controvertidos que las discusiones se vuelven muy fuertes.
Pero con el paso del tiempo, comencé a ver cómo los desafíos de una comunión son muy similares a los desafíos de otra comunión.
Y luego las relaciones empezaron a profundizarse, lo que me ayudó a valorar a las personas más allá de las doctrinas o las diferencias doctrinales.
Recuerdo una reunión en la que había varios secretarios generales compartiendo una comida.
Y uno de ellos le dijo a otro: Al conocerte, me di cuenta de que pensaba de manera tan similar a ti que sentí que estaría bien ser parte de tu iglesia, y el otro respondió: Yo también podría ser miembro de tu iglesia.
De manera que esas experiencias determinan tu manera de interpretar las Escrituras y te transforman en el camino.
500 years of Anabaptism celebration in Peru
¿Cómo podrá el CMM evolucionar fielmente hasta llegar a ser una comunión fuerte y renovada, que sea resiliente a los desafíos de un futuro quizá muy diferente?
Yo diría que si seguimos por ese camino, seremos resilientes:
construir una comunión mundial,
procurar la interdependencia,
tomar decisiones por consenso,
consultarnos mutuamente,
tener un buen liderazgo,
mantener una buena relación entre los miembros de la familia anabautista,
construir buenas relaciones con otras comuniones mundiales,
sanar los recuerdos interna y externamente.
Pero, por supuesto, también necesitamos la valentía de reconocer nuestras propias debilidades.
A veces tenemos un enfoque triunfalista respecto a la misión y la fundación de iglesias, el servicio y desarrollo social, nuestro impacto en los negocios y la construcción de la paz.
Sin duda, es bueno reconocer el trabajo que hemos realizado. Pero también es bueno reconocer todas las debilidades que tenemos.
Darnos cuenta de cuánto trabajo duplicamos en la fundación de iglesias, cuánto colonialismo ha permeado nuestra labor, cuánto paternalismo todavía hay en nuestras organizaciones misioneras.
Cuánto bien hemos hecho con nuestro servicio y, al mismo tiempo, cuántas personas hemos herido en dicho proceso.
También es fundamental mirarnos con humildad y ver lo pequeños que somos en comparación con otras comuniones mundiales.
Por lo tanto, para ser una iglesia resiliente y llena de esperanza en el futuro, debemos reconocer las áreas en las que necesitamos trabajar.
Una comunión fuerte es aquella capaz de hablar de nuestras diferencias con amor.
“La valentía de amar”: el amor nos da la apertura de corazón y la valentía para hacer cosas difíciles.
César García, menonita colombo-canadiense, Secretario General del Congreso Mundial Menonita desde 2012, conversó con Karla Braun, Editora ejecutiva de Correo, sobre el CMM a sus cien años y La valentía de amar. Esta entrevista ha sido editada para mayor brevedad y claridad.
La Conferencia Mundial Menonita felicita al Cardenal Robert Francis Prevost por su elección como Papa y 267.º Obispo de Roma el 8 de mayo de 2025, tomando el nombre papal de León XIV. Esta elección hace historia al ser el primer Papa norteamericano elegido, después del Papa Francisco (Cardenal Jorge Mario Bergoglio), quien fue el primer latinoamericano.
En una carta al Papa León XIV, César García, secretario general del CMM, escribió: “Creemos que nuestros diálogos oficiales con la Iglesia Católica han creado oportunidades esenciales para fortalecer la conexión entre nuestras iglesias. Mientras mi comunión global conmemora los 500 años en unos días, espero que su pontificado abra nuevas puertas para sanar recuerdos y fortalecer nuestra relación como seguidores de Cristo”.
En su primera aparición en la Plaza de San Pedro, el Papa León XIV saludó a los fieles invocando la paz de Cristo resucitado, el amor de Dios que se extiende a todos, e invitando a la Iglesia a caminar unida sin miedo. Hizo un llamado a un espíritu misionero con una actitud de tender puentes y de brazos abiertos.
El nuevo Papa cambió del latín al español en un momento dado para dirigirse a su diócesis de Chiclayo, en Perú.
“Alabo a nuestro Señor por su énfasis en una Iglesia sinodal que camina cerca de los que sufren”, escribió César García en su carta, respondiendo al deseo del Papa León XIV de “una Iglesia sinodal, que camina y busca siempre la paz, la caridad, la cercanía, especialmente con los que sufren”.
“Alabo a nuestro Señor por su énfasis en una Iglesia sinodal que camina cerca de los que sufren”,
César García
Henk Stenvers, presidente del CMM, afirma que, “confesar a Cristo junto con cristianos de otras tradiciones forma parte de la misión del CMM. Invitamos a nuestros miembros a orar por el Papa León XIV mientras enfrenta los desafíos del liderazgo, y en particular por su labor en el ministerio de la unidad en el cuerpo de Cristo”.
El cardenal Robert Francis Prevost es de Chicago, Illinois, EE. UU. Es el primer miembro de la Orden de San Agustín (OSA) en ser elegido papa. Sirvió durante más de una década en las misiones de la OSA en Perú; enseñó derecho canónico, patrística y teología moral en el seminario; y ocupó cargos de liderazgo en la OSA. Tras su nombramiento como obispo de la diócesis de Chiclayo, Perú, en 2015, el papa Francisco lo nombró prefecto del Dicasterio para los Obispos en 2023 y lo promovió a arzobispo; además, lo nombró miembro del Dicasterio para la Evangelización. Su nombramiento como cardenal entró en vigor en 2024.
El diálogo entre el CMM y la CMIR crea una declaración y una guía de estudio
“La búsqueda de la paz comienza dentro del cuerpo de Cristo”, afirma Tom Yoder Neufeld, presidente de la Comisión de Fe y Vida del CMM. Mientras el Congreso Mundial Menonita celebra 100 años de encarnar la unidad dentro de la familia anabautista, nuestros líderes también están trabajando en nuestra misión de relacionarnos con otras comuniones cristianas mundiales.
El trabajo de reconciliación entre menonitas y luteranos que culminó en Stuttgart en el 2010 sirvió de ejemplo para otras aperturas con las comuniones cristianas mundiales. En preparación para el aniversario 500 en Zúrich, los líderes del CMM dialogaron con la Comunión Mundial de Iglesias Reformadas (CMIR).
El trabajo colaborativo de las delegaciones menonitas y reformadas dio como resultado una declaración compartida para la conmemoración del aniversario en Zúrich el 29 de mayo del 2025. También produjeron una guía de estudio para ayudar a las congregaciones locales a celebrar el testimonio común con los hermanos y hermanas de la CMIR en sus contextos locales.
Tanto los anabautistas como los reformados tuvieron sus comienzos en el mismo círculo de reformadores y estudiantes de la Biblia en Zúrich en la década de 1520, señala Tom Yoder Neufeld, también copresidente del diálogo CMM/CMIR.
“El deseo de dialogar no tenía la intención de volver a tratar los temas que nos dividían… sino restablecer el círculo de estudio bíblico”, explica Tom Yoder Neufeld.
“Creemos que compartir nuestra reflexión y orar juntos contribuye a sanar las heridas del distanciamiento y la hostilidad, permitiéndonos especialmente descubrir oportunidades para el testimonio común y la paz”, declara Anne-Cathy Graber, secretaria de relaciones ecuménicas del CMM.
«El deseo de dialogar no tenía la intención de volver a tratar los temas que nos dividían… sino restablecer el círculo de estudio bíblico.»
Tom Yoder Neufeld
“Creemos que compartir nuestra reflexión y orar juntos contribuye a sanar las heridas del distanciamiento y la hostilidad, permitiéndonos especialmente descubrir oportunidades para el testimonio común y la paz”, declara Anne-Cathy Graber, secretaria de relaciones ecuménicas del CMM.
“Había un hambre real de encontrar oportunidades para dar testimonio juntos de la justicia y la paz en un mundo azotado por la opresión, la violencia y la guerra”, expresa Tom Yoder Neufeld.
El título de la declaración captura estos impulsos.: “Restaurando la plenitud de nuestra familia: en busca de un testimonio común – Una Declaración común de confesión, gratitud y compromiso”.
Una variedad de factores, incluidos los cambios de personal y la pandemia, llevaron a un inicio del diálogo más tardío de lo previsto. Un encuentro en persona reunió a tres líderes reformados y cuatro menonitas en Columbia Británica, Canadá, en 2023. Otras reuniones se llevaron a cabo por Zoom.
“Aun así, llegamos a conocernos y valorarnos muchísimo. Fue un regalo trabajar intensamente juntos como hermanos y hermanas menonitas y reformados. Una y otra vez se hizo evidente cuánto más nos mantiene unidos en Cristo que lo que nos divide”, comenta Tom Yoder Neufeld.
“Nuestra esperanza es que la declaración sirva como catalizador para que las congregaciones se encuentren entre sí y trabajen juntas en nuestro sentido compartido de llamado a trabajar por la paz”, afirma.
En conjunto, los participantes del diálogo produjeron un recurso de 24 páginas, “Una guía para el estudio, la liturgia y el diálogo”. Esta guía de estudio está destinada a ser utilizada a nivel congregacional para recibir la declaración. Incluye una descripción del contexto histórico y recursos litúrgicos para la celebración de un culto unido con congregaciones anabautistas y reformadas.
“Los diálogos ecuménicos no son solo debates de ideas”, declara Anne-Cathy Graber. La guía de estudio, que incluye los recursos para el culto unido, “constituye un aspecto único de este documento y esperamos que promueva el encuentro entre cristianos menonitas y reformados”.
“Acoger esta declaración a nivel local y en el propio contexto de cada uno es un desafío importante”, afirma.
El consejero de los YABs, Ebenezer Mondez, describe su trayectoria desde que asistió a la Cumbre Mundial de la Juventud (GYS) en 2015 hasta convertirse en miembro del personal de 2022 a 2028 y sus esperanzas para la Cumbre Mundial de la Juventud que está dirigida a jóvenes adultos entre los 18 y 30 años.
¿Cómo fue participar en la GYS en Estados Unidos por primera vez en 2015?
La Cumbre Mundial de la Juventud (GYS por su sigla en inglés) es una mezcla de emoción y aprendizaje extremo. Me transformó profundamente.
Me abrió la perspectiva sobre lo que es una iglesia mundial y cuál sería mi próxima visión. Me dio la oportunidad de aprender y absorber toda esta diferencia cultural.
Al principio de la GYS, conoces a otros anabautistas con diferencias teológicas. Como otros, me sentí impactado y quise alejarme de las corrientes que son totalmente diferentes a la mía.
Pero con el pasar del tiempo me di cuenta de que la necesidad de estar juntos es más fuerte que el deseo de irnos.
¿Cuál es tu consejo para afrontar las diferencias??
Creo que el miedo viene de pensar que voy a cambiar al modo de vida o al modo de adoración de otra persona.
Pero no tienes que cambiarlos, ni ellos tienen que cambiarte a ti. Mantén los brazos, los ojos y el corazón abiertos para aceptar que las creencias de los demás también son válidas. Encuentra un punto donde ambas visiones se conecten y trabajen juntas.
Cuando llegues a un lugar de diversidad, pregúntate: ¿Cuál es mi don? ¿Qué podría yo aportar? No solo qué podría yo recibir. ¿Qué debería aprender de este lugar? ¿Qué conocimientos tengo para compartir?
Y cuando tenemos esa mentalidad de que necesitamos compartir algo, el miedo desaparecerá porque tenemos una misión que cumplir.
Mi trabajo es proporcionar oportunidades a todos de hablar y ser escuchados.
¿Qué nos dices de la tarea que tienen los YABs?
Como en ocasiones anteriores, un delegado de cada iglesia miembro nacional del CMM representa a los jóvenes de la iglesia. Estos delegados deben completar una tarea antes de que se confirme su viaje.
Algunos tienen una iglesia enorme para encuestar, otros solo tienen una docena de jóvenes en toda su iglesia. Aun así, la tarea es una buena manera de medir su compromiso y participación en la iglesia.
Aceptamos a cualquier persona, independientemente de su nivel educativo, por lo que la tarea ayuda a que todos estén en sintonía. Cuando nos reunimos, logramos entendernos mutuamente.
Esperamos que después de la GYS, todos los participantes hagan eco de lo que aprendieron unos de otros en los grupos de jóvenes que tienen en casa, especialmente a través de la celebración de la Semana de la Fraternidad YABs.
Esta será una gran oportunidad para que los grupos de jóvenes de alrededor del mundo sientan que son parte de una familia global.
Una GYS extra especial
Anteriormente, la GYS solo se celebraba durante la Asamblea, cada seis años. En 2025, también se llevará a cabo al cumplirse tres años, con el doble aniversario y una propuesta para añadir delegados de los YABs al Concilio General (más información el próximo mes).
Anteriormente, el Comité de Jóvenes Anabautistas (YABs) cambiaba por completo cada seis años. La continuidad en el comité ha sido un desafío constante. A lo largo de seis años, los jóvenes adultos experimentan cambios drásticos en su vida, lo que dificulta su compromiso con un periodo de servicio completo.
Ahora, después de tres años, dos miembros del Comité de YABs continuarán por otros tres años junto al consejero de los YABs, mientras que los otros tres serán reemplazados por nuevos miembros del Comité seleccionados.
Los cambios apoyarán la continuidad de los programas y facilitarán una transición más fluida.
Mensaje del secretario general para este día sagrado
¡Cristo ha resucitado! ¡En verdad, ha resucitado! En el Huerto de Getsemaní, Jesús oró para que sus seguidores fueran uno. En esta Pascua, me complace compartir este mensaje de parte de los líderes de las comuniones cristianas de doce tradiciones distintas. A través de mi trabajo con varios líderes de comuniones mundiales, considero a estos individuos como colegas y amigos. Por favor acepten este mensaje en el espíritu de unidad por el cual Cristo oró.
—César García, secretario general
Queridos hermanos y hermanas en Cristo alrededor del mundo:
¡Aleluya! ¡Cristo ha resucitado!
Como representantes de 12 Comuniones Cristianas Mundiales, presentes en todas las naciones de la tierra, nos sentimos conmovidos y agradecidos de hablar con una sola voz y un solo corazón sobre la resurrección de nuestro Señor, de la que hemos sido testigos y profesamos juntos.
Juntos —de Oriente y Occidente, Norte y Sur— En este año del Señor 2025, Dios nos ha dado el gran regalo de una fecha compartida de Pascua. Cristianos devotos han orado durante generaciones para que esto sea posible. Aunque todavía no hemos llegado a un acuerdo sobre la fecha de la Pascua a perpetuidad, no tenemos duda de que el Señor nos llama al acuerdo y al testimonio unificado, para que el mundo crea. (Juan 17:21).
Como un nuevo llamado, Dios en su misericordia nos ha permitido este año conmemorar el aniversario 1700 del Concilio de Nicea y su Credo.
Nos sentimos honrados y asombrados de que podamos, en esta Pascua, profesar juntos el hecho de que
… resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin.
A la luz de estos dones, invocamos al Espíritu Santo para que mueva nuestras Comuniones a vivir y caminar juntas, en obediencia al llamado de Jesús a que todos sus discípulos sean uno. Esperamos escuchar sus “palabras” de nuevo, tal como cuando se apareció a sus discípulos después de su resurrección y “les abrió la mente para que comprendieran las Escrituras”, es decir, que el Mesías debía padecer y resucitar, “y que en su nombre se debe predicar el arrepentimiento y el perdón de los pecados a todas las naciones”. (Lucas 24:44-47).
En este momento de gran inestabilidad política en el mundo, cuando tantos viven con miedo, sufrimiento, persecución, hambruna y otras formas de inestabilidad y vulnerabilidad, busquemos juntos ser ‘testigos de estas cosas’ de Dios, realizadas por nuestro Señor y Salvador (24:48). Con este propósito, oramos una y otra vez con ansiosa expectativa y esperanza para que todos seamos uno, “revestidos de poder desde lo alto” (24:49).
Que el Señor nos conceda su Espíritu de cooperación y obediencia, nos perdone nuestros pecados y nos utilice como sus instrumentos de reconciliación y sanación en el mundo.
Y que Dios inunde nuestros corazones y mentes con la luz purificadora de su resurrección de entre los muertos.
¡Aleluya! ¡Aleluya! ¡Aleluya!
Comunión Anglicana The Right Rev. Anthony Poggo Secretario General
Iglesia Apostólica Armenia, Santa Sede de Cilicia V. Rev. Fr. Hrant Tahanian Director Ecuménico
Alianza Bautista Mundial Rev. Elijah Brown General Secretary & CEO
Convención Mundial de las Iglesias de Cristo Tina Bruner Secretaria General y Directora ejecutiva
Patriarcado Ecuménico Obispo Maximos de Melitene Archidiócesis Ortodoxa Griega de Thyateira y Gran Bretaña
Conferencia Internacional de Obispos Antiguos Católicos/ Iglesia Católica Antigua Rev. Christoph Amstad Schuler Director Ecuménico
Federación Luterana Mundial Rev. Anne Burghardt Secretaria General
Junta de Unidad Mundial de la Iglesia Morava Rev. Jørgen Bøytler Administrador de la Junta de Unidad
Congreso Mundial Menonita Rev. César García Secretario General
Comunidad Mundial Pentecostal Rev. David Wells Vicepresidente
Ejército de Salvación Comisaria Jane Paone Secretaria de Relaciones Ecuménicas Internacionales
Consejo Metodista Mundial Rev. Reynaldo Ferreira Leão Neto Secretario General
Amados hermanos y hermanas:
En Ecuador se ha declarado un estado de “conflicto armado interno” desde enero del 2024. El gobierno continúa luchando contra la violencia de los grupos de crimen organizado. Las tres iglesias nacionales menonitas en Ecuador – Iglesia Evangélica Menonita Ecuatoriana (IEME – iglesia miembro del CMM), Iglesia Cristiana Anabautista Menonita de Ecuador (ICAME), y la Iglesia Cristiana Menonita (ICME) – hacen un llamado a la oración a nuestra familia anabautista global.
Queridos hermanos y hermanas en Cristo, reciban abrazos desde la Sierra y la Costa Ecuatoriana.
Pedimos oración por las personas en Ecuador, porque sabemos que Dios desea el shalom y el bienestar para el pueblo ecuatoriano y para nuestras iglesias menonitas.
La oscuridad nos azota diariamente. Nuestro país ha pasado de ser una “isla de paz” a un pozo de tinieblas.
Cada día nos llegan historias de matanza y horror. Hoy, nuestras iglesias deben enfrentar dilemas impensables, como si deberían destinar parte de las ofrendas a los capos de la droga que extorsionan en nuestros barrios…para apaciguarlos y asegurar que la congregación pueda seguir reuniéndose en los cultos dominicales.
Sabemos que el destino que Dios quiere para nosotros es otro.
Como comunidad de líderes pacificadores, nos hemos unido desde las tres conferencias anabautistas ecuatorianas para trabajar por la paz en nuestro país. Pero sabemos que no podemos hacerlo solos.
Por eso, solicitamos que el Congreso Mundial Menonita camine junto a nosotros en este esfuerzo, y esperamos unirnos a todos ustedes en oración para que el cuerpo de Cristo sea uno con Ecuador.
Deseamos paz y oramos por los grupos criminales organizados. En el shalom de las personas violentas y violentadas, podemos encontrar nuestra paz.
Esperamos que nuestro trabajo conjunto, uniendo diversas iglesias y formas de ser iglesia, sea un testimonio de paz en estos tiempos tan divididos.
Únase a nuestros hermanos y hermanas anabautistas para orar por Ecuador.
En Jesucristo, nuestra paz.
Henk Stenvers, presidente
Andrés Pacheco Lozano, Comisión de Paz, presidente
James Krabill con alumnos de STAKWW (Sekolah Tinggi Agama Kristen Wiyata) en Pati, Indonesia.
Sobre la Comisión de Misiones
La Comisión de Misiones ofrece recursos a las iglesias miembros del CMM y un foro para el diálogo sobre el testimonio y el servicio mundiales. La comisión reúne a la Red de Servicio Anabautista Mundial (GASN, por sus siglas en inglés) y a la Fraternidad Mundial Misionera (GMF, por sus siglas en inglés), y propicia el diálogo y la orientación en torno a cuestiones apremiantes y a las oportunidades respecto al testimonio y servicio a nivel mundial.
Para las organizaciones misioneras y las iglesias, la Comisión de Misiones espera fomentar asociaciones mundiales, continentales, regionales y locales de acción comunitaria, centrándose en lugares donde las personas aún no han tenido la oportunidad de conocer a Jesús.
Para las organizaciones de servicio, la Comisión de Misiones busca propiciar tanto el diálogo como la colaboración entre organizaciones en respuesta a las necesidades apremiantes del pueblo de Dios y nuestras comunidades.
La reunión de junio de 2023 en Harrisonburg, Virginia, EE. UU., fue fundamental para promover y consolidar el sentido y espíritu de trabajo en equipo. Pudimos reunirnos unos sesenta miembros de GASN y GMF.
Además, en los últimos años, las reuniones en línea han sido útiles para la labor de la Comisión de Misiones, especialmente en coordinación con nuestras dos redes actuales. Estos seminarios web han brindado a los miembros la oportunidad de aprender juntos, compartir conocimientos y experiencias, hacer preguntas y orar juntos.
Durante 2024, la Comisión de Misiones realizó los siguientes seminarios web:
Febrero: Compartiendo las mejores prácticas de un proyecto de desarrollo infanto-juvenil (Good Dear Child y Youth Development)
Junio: La esperanza del testimonio cristiano en un mundo polarizado
Ponente: J. Nelson Kraybill (EE. UU.)
Organizado por GMF
Septiembre: El impacto de hacer discípulos en la vida de los individuos, la sociedad y la iglesia a través de la Escuela de Discipulado Pequeño Rebaño (Little Flock)
Ponentes: Asit Basumata (India), Gyan Mochary (India)
Organizado por GASN
Octubre: “La sucesión en el servicio: preparar la próxima ola de líderes misioneros”
Ponentes: Ebenezer Mondez (Filipinas), Tigist Tesfaye (Etiopía), C. Daniel Soto (Argentina), Galen Burkholder (EE. UU.)
Organizado por GMF
Actualmente, la Comisión de Misiones está revisando Anabautismo y misión. Esta bibliografía en línea enumera los escritos anabautistas sobre la misión producidos entre 1859 y 2011. Está previsto que las revisiones y actualizaciones realizadas hasta el presente se den a conocer en la reunión de mayo de 2025.
Se prepara un recorrido de Augsburgo llamado “Sínodo de los Mártires”, con miras a la reunión de 2025 en Alemania. Ello responde a los comentarios que ha recibido la Comisión de Misiones sobre la posibilidad de tener una excursión como opción durante las reuniones presenciales.
Continúan las conversaciones con la incipiente Red Anabautista Mundial de Salud (GAHN, por sus siglas en inglés).
James R. Krabill (EE. UU.), presidente
Rafael Zaracho (Paraguay), secretario
Nelson Okanya (EE. UU.), presidente del Comité de Coordinación de la GMF
Barbara Hege-Galle (Alemania), presidenta del Comité de Coordinación de la GASN
Eladio Mondez (Filipinas)
Hyacinth Stevens (EE. UU.)
Simon Okoth (Uganda)
Felo Gracia (RD Congo)
Barbara Hege-Galle, James R. Krabill, Nelson Okanya, Simon Okoth, Hyacinth Stevens.
Campañas de evangelización, música animada y danzas todo el día, testimonios, llamados al altar y una docena de personas pasando al frente. La oración se hace en voz alta, con lágrimas o alegría. Se siente el entusiasmo.
La Iglesia de los Hermanos Menonitas de la República Democrática del Congo me recibió efusivamente para celebrar su centenario en agosto de 2024.
El evento de varios días se llevó a cabo en el gran edificio nuevo de la iglesia que se construyó frente a la sede de la iglesia miembro del CMM en Kikwit, provincia de Kwilu, a ocho horas en auto y a más de 500 kilómetros de Kinshasa.
Pero las distancias no fueron un impedimento: la gente se reunió.
Unas 2.500 personas llenaron el gran edificio de la iglesia para celebrar el aniversario de la CEFMC (Comunidad de Iglesias de los Hermanos Menonitas del Congo), durante las cinco horas que duró el culto.
Daniel Onashuyaka Lunge, obispo de la ecuménica Iglesia de Cristo del Congo (ECC), predicó un sermón sobre la unidad, un desafío siempre presente para las comuniones eclesiales de todo el mundo.
CEFMC, una iglesia miembro del CMM, tiene sus desafíos, pero también muchos dones.
Los líderes de CEFMC quisieran que la iglesia sea autosuficiente, pero también que establezca asociaciones saludables. Oran para que los pastores y evangelistas difundan el mensaje.
Están lidiando con el trauma del colonialismo y una cultura de desconfianza que es resultado de la corrupción sistémica en los sistemas gubernamentales.
La necesidad de un liderazgo calificado en la iglesia se hace sentir; no sólo respecto a temas de educación sino también en cuanto a practicar un liderazgo de servicio contracultural que no esté tentado por la corrupción, las divisiones tribales y las demostraciones de poder impulsadas por el ego.
La vasta geografía de este país rico en recursos genera a la vez riqueza y adversidad. La violencia prolongada, especialmente de los rebeldes armados en el este, desplaza a personas a todos los rincones del país y más allá.
Le entregué a Antoine Kimbila y a la CEFMC una placa conmemorativa en nombre de la familia mundial, para recordarles que son parte de esta gran familia mundial, que comparte sus alegrías y sus luchas.
Y ellos tienen muchos dones para compartir con nuestra familia.
La vitalidad emocional de su vínculo con Jesús es un don. Aun durante un culto de varias horas, su fe es palpable.
Su práctica comunitaria es un don. Los miembros de la iglesia reciben a las personas desplazadas del este con los brazos abiertos. Escuchan y comparten estrategias para sanar los traumas. Ofrecen comida e incluso acogen a los refugiados en sus propios hogares.
Su fe es un don. En Occidente, cuando tenemos dinero, construimos. En la República Democrática del Congo, cuando hay una visión, comienzan a construir, orando con paciencia y confiando en que llegará lo que se necesita para continuar.
Sus bautismos son un don. Para algunos, la conversión implica apartarse totalmente de otra forma de vivir. En su bautismo y después, encarnan un fuerte sentimiento de ser salvos.
Cuando visito iglesias, siempre les digo: “Les puedo saludar en nombre de César García (nuestro secretario general), pero no en nombre del CMM porque entonces estarían saludándose ustedes mismos. Ustedes son el CMM”.
Entonces saco una foto con la gente reunida y saludando a la cámara mientras saludan a los otros 1,5 millones de creyentes que también son el CMM.
Mi presencia allí es una muestra de que forman parte de esta gran familia mundial. Por eso, estas visitas en persona siguen siendo importantes en tiempos de reuniones por Zoom.
Mientras siento el polvo y el calor, y el espíritu alegre de la fe y la esperanza en Jesús, junto a dichos creyentes del otro lado del mundo, ambos recordamos que somos uno. Para ambas partes, estos encuentros valen la pena. Estamos unidos en esta familia mundial de fe.
—Henk Stenvers, de los Países Bajos, presidente del CMM (2022-2028)
Communauté des Églises des Frères Mennonites au Congo celebrated the 100th anniversary. Photos: Henk Stenvers