Oraciones de gratitud e intercesión

  • Así como las partes del corazón, las cuatro comisiones del CMM sirven a la comunidad mundial de iglesias afines al anabautismo, en las áreas de diaconado, fe y vida, paz y misiones. Las comisiones preparan materiales para la consideración del Concilio General, brindan guía y proponen recursos a las iglesias miembros, además, propician redes y compañerismo en relación al CMM trabajando juntos en temas de interés y enfoque común. A continuación, una de las comisiones comparte un mensaje de la perspectiva de su ministerio.


    Los 12 representantes regionales del CMM se reúnen virtualmente cada trimestre para reflexionar sobre las dificultades y alegrías de las iglesias anabautistas en sus regiones. En nuestra última reunión, compartieron las cargas y la resiliencia creativa que ven en las iglesias en respuesta al COVID-19.

    Dificultades 

    Las dificultades parecen ser las mismas en todas partes, aunque la medida en que las iglesias se ven afectadas varía de un lugar a otro.

    • La falta de contacto personal y la pérdida de ingresos debido al gran riesgo de contagio provocan un estrés y una miseria significativos en las iglesias anabautistas. Cada representante regional hizo énfasis en esto.

    • Nueve de los 10 países que actualmente tienen el mayor número de casos de COVID-19 tienen un número significativo de anabautistas. Algunos de estos son países con una población total menor de 50 millones (por ejemplo, Argentina, Colombia, Perú), lo que resulta en un impacto per cápita muy alto.

    • El cambio a la iglesia en línea ha dejado de lado a las personas mayores quienes no pueden usar ese tipo de tecnología, incluso en el Norte Global.

    • El mundo virtual también ha dejado de lado a las comunidades rurales y las personas en zonas urbanas que viven en una pobreza extrema, la mayoría de las cuales no tienen las finanzas o la tecnología para acceder a la electricidad ni al internet. Esto es particularmente cierto en África, donde viven el 50 por ciento de los miembros del CMM.

    • Mariano Ramírez del Caribe habló sobre el desafío de pagar los salarios de los pastores y pagar el alquiler de las instalaciones de las iglesias.

    • Willi Hugo de Centroamérica y México destacó la pérdida de amados pastores y líderes de la iglesia que murieron a causa del COVID.

    • Gerald Hildebrand de Norteamérica habló sobre cómo las pautas para la vida con el COVID se han politizado tanto que se han vuelto divisivas en la sociedad y en las iglesias, particularmente en los EE. UU.

    Creatividad

    Cada representante regional también enfatizó la creatividad que ve en las iglesias anabautistas de su región.

    • Jeremiah Choi del noreste de Asia comenta que tres congregaciones de Hong Kong decidieron compartir los recursos y reunirse en línea como un grupo más grande durante los 7 últimos meses.

    • Paul Stucky informa que una asombrosa variedad de actividades se han llevado a cabo exitosamente de manera virtual en la región andina de América Latina, con una fuerte participación en todas ellas: momentos de adoración, reuniones de oración, estudios bíblicos, seminarios web, etc. Esto es cierto alrededor del mundo, aunque los sermones y servicios más cortos parecen ser una tendencia.

    • Willi Hugo observa que tanto la predicación como la práctica muestran un compromiso creciente con los valores anabautistas de comunidad, servicio y amor al prójimo en Centroamérica y México.

    • Barbara Nkala de África del Sur afirma que tanto la gente común como los pastores están liderando devocionales diarios que circulan por WhatsApp en Zimbabue.

    • Francisca Ibanda informa que los servicios de adoración en entornos familiares y de grupos pequeños han fortalecido a los líderes laicos y a las congregaciones locales en África Occidental.

    • Gerald Hildebrand ve una creciente comprensión en las congregaciones norteamericanas de que la iglesia no es un edificio, sino que la iglesia es su gente, todos los días de la semana.

    • Agus Mayanto nota un fuerte espíritu de amor a medida que las congregaciones del sudeste asiático se convierten en comunidades en las que se cuidan unos a otros y en las que cuidan a quienes las rodean en sus vecindarios.

    • Las subvenciones del grupo de trabajo interinstitucional de respuesta al COVID-19 del CMM han permitido a muchas iglesias proporcionar alimentos y suministros de salud en sus comunidades, y han sido recibidas y distribuidas con alegría. Las donaciones y solicitudes continúan.

    Eclesiastés nos recuerda que hay un tiempo para reunirse y un tiempo para no reunirse, un tiempo para abrazar y un tiempo para abstenerse de abrazar (3:5).

    Nuestras iglesias se encuentran en un momento difícil de no reunirse y abstenerse de abrazar. Sin embargo, como dice Pablo a los romanos, siempre estamos llamados a “amarnos como hermanos los unos a los otros, dándonos preferencia y respetándonos mutuamente,… viviendo alegres por la esperanza que tenemos; soportando con valor los sufrimientos, no dejando de orar nunca” (12:10-12). 

    Mariano Ramírez hizo una breve observación para resumir. “Las iglesias estamos llamadas a ser prudentes siguiendo todas las reglas para prevenir el COVID-19, pero a ser valientes dando testimonio público del amor de Dios”.

    Demos gracias por toda esta creatividad y oremos por aquellos que se están quebrantando ante los desafíos. Amén.

    —Comunicado del Congreso Mundial Menonita de Arli Klassen, coordinadora de representantes regionales

     

    Más información sobre la respuesta del Fondo de Ayuda a la Iglesia Mundial COVID-19 

  • “Todo comenzó con las pequeñas ambiciones de un corazoncito”, comenta Sibonokuhle Ncubenokuhle Ncube. Cuando era una niña de 10 años en Zimbabue, “al escuchar que mis padres nunca tenían suficiente dinero para ayudar (a mis parientes) porque todo el pueblo pasaba hambre, mis sueños se volvieron ambiciosos… Cuando crezca, seré útil.

    Tanto en las zonas rurales como urbanas de Zimbabue, la mayoría de los hogares cultivan algunos de sus alimentos. Por tal motivo, los cambios en los patrones climáticos son evidentes para todos. Las sequías solían ocurrir cada diez años, luego cada cinco. “Hoy en día, las sequías se van sucediendo a lo largo de las estaciones, de lo cual somos muy conscientes”, afirma.

    Al sumarse una pandemia mundial, la situación se vuelve aún más crítica.

    Liderazgo eclesial en la comunidad

    Al igual que con las cuestiones relacionadas al coronavirus, las razones del cambio climático no siempre se comprenden, explica Sibonokuhle Ncube, y a menudo se politizan. Las divisiones políticas se traducen en acciones que causan daño.

    La mala gestión y la politización del desarrollo también pueden afectar la manera en que la asistencia y los recursos fluyen de una región a otra. “Aparte de los problemas estructurales, [en Zimbabue] hubo disturbios civiles; violencia estructural, cultural y física, y desplazamiento”.

    Sus estudios y su vocación se han centrado en el desarrollo, la construcción de la paz y la gestión financiera climática en Zimbabue, donde ha trabajado con organismos gubernamentales, ONG nacionales e internacionales, y organizaciones religiosas.

    “Abordar la pobreza rural a través de intervenciones agrícolas fue mi primera estrategia. Trabajamos conjuntamente con las comunidades (afectadas por la falta de alimentos) para que juntos podamos crear los medios que les ayuden a obtener un aprovisionamiento adecuado. Además, abordamos las cuestiones que suelen dividir a las comunidades.”

    La iglesia necesita líderes que comprendan sus dinámicas locales y puedan compartir información transformadora desde el púlpito. “El Cuerpo de Cristo se enriquece más, no solo en términos de conocimiento espiritual, sino en un amplio intercambio de habilidades para la vida”, agrega. Por ejemplo, la iglesia podría promover la restauración ecológica de tierras comunales (el cuidado de los bosques locales, los potreros compartidos) en su comunidad.

    La esperanza surge de la acción

    Es necesaria una acción de alto nivel como respuesta climática. En toda época, hay problemáticas que “convocan a las personas de fe a llevar a la práctica acciones radicales de discipulado. En el presente, la respuesta ante la crisis climática implica algunas de dichas acciones”. Es necesaria una postura profética frente a los poderes que reproducen la marginalidad.

    “Una respuesta climática enérgica consta de múltiples niveles. En función de las políticas gubernamentales, hablemos con personas en el poder para que tomen medidas financieras a favor de la innovación, mitigación y adaptación”, propone Sibonokuhle Ncube. “Las comunidades de fe deben orar por las personas en el poder que controlan los recursos. Necesitamos orar por aquellos que no tienen un sentido de responsabilidad ecológica.”

    La gente también debería considerar la acción civil. “Los individuos y las comunidades podrían actuar en sus ámbitos respectivos, lo cual evitaría que nos invadiera la desesperación.”

    Sibonokuhle Ncube asesoró al Gobierno de Zimbabue en el período previo al acuerdo climático de París, en 2015. Algunos de los compromisos asumidos entonces por las potencias mundiales no se han cumplido. Sin embargo, “he optado por la esperanza y seguir actuando desde las bases”.

    “Al abordar la respuesta climática, nuestro enfoque debería ser tan consensuado, coordinado e intergeneracional como la atención que le dedicamos al VIH y el SIDA”, asevera.

    Una perspectiva desde un nosotros

    Para una respuesta climática profunda y significativa, “sería necesario que convergiéramos en una mesa redonda tan grande como la circunferencia de la Tierra. Esto nos afecta a todos como humanidad”, afirma Sibonokuhle Ncube.

    “Es muy valioso que no hablemos desde una perspectiva polarizada que tenga un nosotros y un ellos. También considero las cosas a nivel generacional.”

    “Me encantaría partir de una visión sistémica encarnada del mundo, en que les pediría a todos que nos consideremos beneficiarios de la era del carbono. Invito a las comunidades a pensar en lo que podríamos hacer para cambiar algunas de las maneras en que fomentamos el desarrollo y la economía. La información colectiva libera recursos y abre la participación.”

    Ejercer una mayordomía mundial

    Sibonokuhle Ncube hace un llamado a las personas de fe para que consideren la justicia y la mayordomía en su respuesta climática. “El impacto de nuestras reducciones individuales puede ser mínimo, pero debemos considerar cómo nuestra excesiva dependencia de combustibles fósiles causa malestar al otro lado del mundo.”

     “La perspectiva sistémica hace que las Escrituras cobren vida. Las comunidades desfavorecidas por el cambio climático y debido a nuestras acciones, son nuestros prójimos” (Mateo 25).

    “Es necesario que reflexionemos profundamente sobre qué implica una transición justa. En el Norte global o el Sur global, es necesario que todos hagamos algo. Es necesario que hagamos que las autoridades rindan cuentas con una fundamentación teológicamente sólida. No solo somos un pueblo que obra de manera oculta, sino que también somos capaces de denunciar la verdad ante los que están en el poder, como lo tuvieron que hacer muchos personajes de la Biblia.”

    Ante las catástrofes naturales y el impacto del clima cambiante a futuro, es necesario que las comunidades sean resilientes, trabajen con energías alternativas, sepan cómo comunicar nuestra mayordomía ecológica como parte de nuestra fe”, expresa Sibonokuhle Ncube.

    Compartir los dones

    Para el Congreso Mundial Menonita, existe una perspectiva de “compartir los dones”. “La vida que vivimos es un don de Dios. Nos brinda dones tales como el orden creado. Somos responsables de cuidar dichos dones, dejando mejores dones ecológicos como legado a las generaciones venideras, para garantizar que compartamos una mejor calidad de vida para la posteridad.”

    “Ruego que este pensamiento generacional pueda ayudarnos a reorientar nuestras mentes: pidamos al Espíritu Santo que reconfigure nuestros espíritus. Miremos al mundo de manera redentora a través de los ojos de Dios. Miremos a los hermanos y hermanas y la creación en todo el mundo a través de los ojos de Dios”.

    —Sibonokuhle Ncube, miembro de la iglesia de los Hermanos en Cristo de Zimbabue, actualmente transita su proceso de construcción de la paz a través de estudios de teología y paz en el Seminario Bíblico Menonita Asociado, Elkhart, Indiana, USA. También es miembro del Grupo de Trabajo para el Cuidado de la Creación del CMM.

     

    Para más información sobre el Grupo de Trabajo para el Cuidado de la Creación del CMM visite: 

    Grupo de Trabajo para el Cuidado de la Creación

    Este artículo apareció por primera vez en Correo/Courier/Courrier en octubre de 2020Haga clic aquí para leer otros artículos de este número.

  • Abramos nuestras mentes 
    y abracemos 
    los anchos hombros
    de una iglesia
    más grande de lo que
    podamos imaginar.
     
    ¿Cómo es que 
    el diálogo en la iglesia 
    es tan difícil 
    y aun así 
    tan pleno 
    de gozo? 
     
    Los miembros
    de la familia de Dios
    desempeñan un papel
    tan diferente
    del mío;
    ayúdanos a confiar en ti.
     
    Te rogamos 
    que nos ayudes
    a cumplir
    esta santa labor
    de ser
    la iglesia 
    unida; 
    adorando juntos,
    trabajando juntos, 
    amando juntos. 
     
     

    —Oraciones enviadas por Carol Penner, profesora adjunta de estudios teológicos, Universidad Conrad Grebel, Waterloo, Ontario, Canadá. Escribe en el blog leadinginworship.com.

     

    Este artículo apareció por primera vez en Courier/Correo/Courrier Abril 2020

  • Hemos recopilado voces de todo el mundo respecto a la iglesia durante la pandemia del COVID-19. Consulte la barra lateral para ver las biografías de los encuestados.


    ¿Cómo estamos aprendiendo nuevas maneras de ser iglesia debido a las restricciones por la pandemia?

    “Como nunca antes, tomó protagonismo la tecnología en sus diferentes formas, constituyéndose en una herramienta de gran importancia para mantenernos activos y en comunión como iglesia”, afirman Sergio y Paula Mendoza.

    Sin embargo, se destacan las disparidades existentes. “La comunidad eclesial se vio afectada por la posibilidad de que algunos fueran dejados de lado, especialmente aquellos que han tardado en adoptar la tecnología”, explica Clement Ndlovu.

    No obstante, las congregaciones han encontrado los medios para contactarse con sus miembros.

    “En algunas zonas, se alentó a las personas a que procuren buscar a Dios individualmente en las cimas de las montañas y en sus hogares. Los programas de radio y televisión han animado a la gente a que procure buscar a Dios más que antes”, señala Nkunda John Bosco.

    “Nuestras iglesias menonitas utilizan WhatsApp para comunicarse con los miembros. Una nueva manera de hacer las cosas ha sido llamar regularmente por teléfono a los cristianos para hacerles saber que los líderes piensan en ellos”, comenta Siaka Traoré.

    “A través de la tecnología en sus diferentes formas, se pudieron mantener las reuniones juveniles durante el período de cuarentena total y establecer contacto con las diferentes realidades de los jóvenes”, explican Sergio y Paula Mendoza.

    Dios está obrando, pese a las dificultades.

    “La obra de la iglesia es más eficaz fuera de las cuatro paredes, en lugar de la forma moderna de hacer todo dentro de los edificios de la iglesia”, expresa Okoth Simon Onyango.

    “En cierta forma, todos los cambios que experimentamos como iglesia durante este tiempo nos llevaron fuera de nuestra zona de confort”, afirman Alba y David Irala. “Sin embargo, la tecnología a su vez posibilitó que se crearan nuevos espacios de mayor intercambio y participación. En ello pudimos ver a Dios usando una situación de dificultad e incertidumbre para hablarnos y afirmarnos en nuestra fe, al mismo tiempo que pudimos fortalecer nuestros lazos como grupo.”

    “Estamos aprendiendo a ser verdaderamente iglesia, que no se define por un lugar sino por ser un cuerpo en distintos lugares pero persiguiendo los mismos objetivos, siguiendo al mismo Jesús”, aseguran Alba y David Irala.

    ¿Cuáles son los desafíos teológicos de depender de la tecnología?

    Aún hay algunas personas de nuestras comunidades que no tienen acceso a la tecnología moderna. En zonas rurales, la electricidad no es accesible y tampoco se pueden utilizar televisores. Por tanto, depender de la tecnología dificultó el trabajo de la iglesia en algunas zonas durante la pandemia”, comenta Okoth Simon Onyango, que tuvo que caminar muchos kilómetros para mantenerse en contacto con los miembros de la iglesia.

    La variedad de opciones también es un desafío.

    “Creo que la gran exposición a tantas enseñanzas disponibles sacudió nuestros fundamentos teológicos”, señala Clement Ndlovu.

    “Tener acceso a las reuniones mediante ‘un solo clic’ en cierta forma convierte ese espacio, destinado a la comunión entre hermanos y a vivir juntos la misma fe, en una opción más entre el variado menú de entretenimiento que nos ofrece el mundo en sus diferentes plataformas digitales”, explican Sergio y Paula Mendoza.

    Aun así, “con o sin tecnología, Jesucristo es nuestra ESPERANZA”, afirma Okoth Simon Onyango.

    “Al inicio algunos se preguntaron cómo se realizaría la “Santa Cena”; sin embargo, esto no fue un problema. Vimos que la comunión simbolizada en la Santa Cena es con Cristo; esta comunión rompe nuestras barreras, nos hace uno y encontramos paz al cumplir con este mandato a pesar de la distancia. Creo que la distancia, en cierto sentido, está fortaleciendo nuestros conceptos teológicos y bíblicos de manera positiva”, comentan Alba y David Irala.

    ¿Cómo ha crecido la iglesia en esta época?

    Clement Ndlovu lamenta la pérdida de la influencia espiritual de la iglesia en aquellos sin conexión tecnológica. Sin embargo, “el culto virtual posibilitó una apertura de la iglesia más allá de sus áreas de influencia”.

    “Es difícil medir el crecimiento, especialmente en lo que se refiere a lo espiritual. Sin embargo, el momento en el que nos encontramos ha sensibilizado a las masas sobre la importancia y el valor de la vida. Vemos que ahora las personas procuran más la intervención divina, tanto creyentes como no creyentes. En términos de comunicación, hemos ido más allá de la norma; hemos podido vincularnos con más personas numérica y mundialmente”, explica Bryn M Maphosa.

    “Para algunos cristianos, fue un período de relajación porque ya no habían actividades formales y periódicas en la iglesia: un tiempo de adormecimiento espiritual. En cambio, para muchos cristianos, esta pandemia fue un mensaje de las señales de los últimos tiempos, y por eso algunos han puesto en orden sus vidas”, expresa Siaka Traoré.

    Sin embargo, el Espíritu Santo está obrando, impulsando incluso a aquellos que no son evangelistas conocidos, a compartir acerca de Dios con sus vecinos. “Mientras recorría largas distancias a pie, tres días a la semana durante dos meses consecutivos, conocí a otras personas que también caminaban, y el tema de discusión siempre era el mismo: ‘Que Dios nos ayude y elimine este virus que ha traído este sufrimiento’”, relata Okoth Simon Onyango. “La evangelización está en su apogeo: cada uno animaba al otro a creer en un acto sobrenatural del Dios Todopoderoso.”

    “Creemos que el crecimiento, por sobre todo, ha sido en calidad. Calidad que se refleja en nuestras actitudes ante las necesidades; hermanos y hermanas han respondido a esta pandemia con servicio, y se ha creado una nueva oportunidad para servir a la comunidad”, señalan Alba y David Irala.

    ¿Qué significa ser un grupo de creyentes “centrado en la comunidad” cuando no podemos reunirnos en persona?

    “Exige que pensemos con perspectivas novedosas para promover aun más nuestra misión. El grupo de creyentes todavía necesita ser visto y escuchado de una forma u otra, ya que es el corazón de la comunidad”, afirma Bryn M Maphosa.

    “La práctica del cristianismo solo se puede hacer acercándonos a otros. Nuestra vida cristiana es verdadera cuando estamos en comunidad; sin embargo, reunirnos en persona no es la única manera. Nuestras acciones no están destinadas a ser un espectáculo público”, señala Okoth Simon Onyango.

    “‘¡Qué bueno y agradable es que los hermanos convivan en unidad!’ (Salmos 133,1) ‘No dejemos de reunirnos’. (Hebreos 10,25) Estamos acostumbrados a este tipo de cultos, pero la Biblia también nos anima a orar individualmente porque somos el templo de Dios y el Espíritu Santo habita en nosotros”, dice Francis Kamoto.

    “Los jóvenes y adultos deseamos vernos nuevamente muy pronto. A pesar de ello, sabemos que es necesario respetar las normas, y hemos encontrado que la comunidad es estar verdaderamente unidos”, afirman Alba y David Irala.

    “Podemos estar en un mismo lugar, pero no necesariamente tener un mismo sentir. Sin embargo, ahora estamos lejos, pero atentos a las necesidades de hermanos/as, en contacto constante a través de llamadas y reuniones virtuales”, explican Alba y David Irala.

    La distancia forzada por el aislamiento o el confinamiento ha reforzado lo que significa ser iglesia: “Animarnos y exhortarnos los unos a los otros, ser conscientes de las situaciones a las que se enfrentan nuestros propios hermanos en la fe, como también las personas que integran nuestro entorno y ver sus necesidades para suplirlas según nuestras posibilidades. Con todas estas acciones, reflejamos el amor de Cristo y al mismo tiempo demostramos ser creyentes comprometidos con nuestra comunidad”, expresan Sergio y Paula Mendoza.

    En cuanto a estos cambios: ¿Cuáles esperamos que sean temporales? ¿Cuáles esperamos que permanezcan después de que la vida “vuelva a la normalidad”?

    “Sin lugar a dudas, la recomendación de evitar el contacto físico es uno de los detalles que esperamos con ansias que quede sin efecto. Con ello, volverían los abrazos y demostraciones de cariño que nos caracterizan en nuestro compartir como hermanos; y, más aún, el levantamiento de la restricción que limita el número de asistentes a los templos, para volver a compartir juntos como cuerpo de Cristo”, dicen Sergio y Paula Mendoza.

    Pero quisiéramos que permanezcan los hábitos de higiene.

     “Los hábitos de limpieza deberían estar siempre presentes, nos ayudan a cuidarnos, pero por sobre todo, a cuidar a otros”, concuerdan Alba y David Irala.

    “Los hábitos de higiene nos protegen de una gran cantidad de gérmenes que nos transmitimos unos a otros. Si seguimos usando tapabocas, nos protegerán del polvo y humo de la contaminación”, explica Siaka Traoré.

    Sin embargo, le preocupa el impacto del distanciamiento social en “los valores socioculturales africanos. La sociedad africana se expresa a través de relaciones, de lo concreto y no lo virtual. En la iglesia, el calor fraternal se expresa mediante el contacto físico”.

    “Esta etapa nos enseña varias lecciones. La iglesia tiene que aprender que debe abocarse conscientemente a sus actividades en comunidad. Las enseñanzas de la iglesia deben preparar a los miembros a que sean luz y sal en tiempos difíciles. Aprendamos el arte de estar bien dispuestos a la comunión física y virtual”, expresa Clement Ndlovu.

    “Definitivamente, esta pandemia tiene sus aspectos positivos. Nos ha desafiado en cuanto a nuestra definición de lo que es ser iglesia. Muchos han relacionado a la iglesia con un espacio o lugar. Sin embargo, la situación actual nos ha llevado a profundizar nuestra definición de iglesia, y entender que, si estamos unidos y velando por las necesidades de otros, en oración y en comunicación constante, podemos estar verdaderamente unidos y actuando realmente como iglesia”, afirman Alba y David Irala.

    “Espero que sea algo permanente la exigencia de ser flexibles cuando surja la necesidad. El uso de plataformas multimedia es una gran herramienta que debe perfeccionarse para extender la difusión mundial del evangelio”, señala Bryn M Maphosa.

    “Ha sido un desafío pensar más en la belleza de la humanidad, en esta idea de cohesión comunitaria. Estemos atentos a los que tienen pocos recursos. Procuremos ayudarlos”, insta Sibonokuhle Ncube.

    “La iglesia continúa a pesar de la situación, creemos que seguimos practicando el “ser iglesia” y ahora con mucha más fuerza que antes, ya que estamos aprendiendo que no nos define un lugar”, afirman Alba y David Irala.

    ¿Cómo nos ha desafiado este tiempo a repensar el modo en que solíamos vivir? ¿Qué lecciones nos depara este período?

    “Creo que me ha ayudado a ser flexible cuando hago cosas. A veces damos por sentado que las cosas se tienen que hacer de cierta manera. Podemos adorar a Dios en cualquier lugar y en cualquier momento”, expresa Francis Kamoto.

    “La iglesia no debe perder su relevancia y estima en un momento como éste. Es necesario que la iglesia se adhiera a las leyes terrenales. La iglesia necesita tener muchos recursos para intervenir en la vida de sus miembros y la comunidad, habiendo identificado sus necesidades. La innovación y la gestión del cambio son elementos estratégicos críticos para incorporar a nuestra administración de los asuntos de Dios”, señala Clement Ndlovu.

    “Este período nos mostró la fragilidad de nuestros sistemas médicos, económicos e incluso administrativos. La pandemia confirmó la idea de que el mundo es una familia mundial dado que una enfermedad que comenzó en un punto de la Tierra, se extendió por todo el planeta”, señala Siaka Traoré.

    Sin embargo, ha demostrado nuestra capacidad de solidaridad en medio de la fragilidad. “Todos los sectores sociales han hecho contribuciones, ya sea en especie o financieras, para combatir la pandemia del coronavirus. Hemos descubierto un potencial interno de recursos locales que posibilita acciones conjuntas”, comenta Siaka Traoré.

    “La pandemia planteó algo positivo: ‘sé consciente de ti mismo y de los que te rodean y mantente seguro para ellos’”, dice Sibonokuhle Ncube. La distancia física es un recordatorio para que “también mantengamos la distancia de las cosas que no son saludables en las relaciones interpersonales”.

    “Nos vemos obligados a comprometernos a cumplir con las medidas que sean impuestas para el bienestar común y de esa manera, a través de una conducta ejemplar ante la sociedad, reflejar las enseñanzas de Cristo en el entorno en el que estemos. Como iglesia, pudimos ver la mano de Dios guiándonos a través de las dificultades. Debemos volver a tener una completa dependencia del Señor, que al fin y al cabo es nuestra mayor riqueza y esperanza en este mundo”, expresan Sergio y Paula Mendoza.

    “Creemos que esta situación nos está ayudando a pensar mejor sobre el manejo de la vida entera, las relaciones, el servicio, la economía y la salud. Esta pandemia nos ha enseñado que no podremos volver a la normalidad, sino más bien, a una nueva normalidad, en la que tengamos una perspectiva de la vida más cauta, más sabia e inteligente, donde podamos comprender la importancia de ser iglesia, una comunidad que no se define por espacios, sino por un cuerpo que vive con sabiduría y en verdadera unidad”, concluyen Alba y David Irala.


    Encuestados

    bryn Maphosa Bryn M Maphosa, supervisor nacional, Iglesia de los Hermanos en Cristo, Sudáfrica
    clement ndlovu Clement Ndlovu, Iglesia de los Hermanos en Cristo, sede en Krugersdorp, Sudáfrica
    david y alba irala Alba and David Irala, pastores de jóvenes, Iglesia Cristiana de la Paz, Hermanos Menonitas, Asunción, Paraguay
    Francis Kamoto Francis Kamoto, obispo, Iglesia de los Hermanos en Cristo, Zimbabue
    Siaka Traore

    Siaka Traoré Traoré, Iglesia Evangélica Menonita de Burkina Faso

    sergio y paula mendoza Sergio and Paula Mendoza, pastores de jóvenes, Iglesia Sinaí de los Hermanos Menonitas, San Lorenzo, Paraguay
    nkunda john bosco

    Nkunda John Bosco, pastor, Iglesia Menonita de Uganda

    bishop simon onyango

    Okoth Simon Onyango, obispo, Iglesia Menonita de Uganda

    sibonokuhle ncube Sibonokuhle Ncube, estudiante de teología, Iglesia de los Hermanos en Cristo de Zimbabue

    Este artículo apareció por primera vez en Correo/Courier/Courrier en octubre de 2020.

  • Dios se le apareció al Sr. Nagamanickam a través de un kit de ayuda para el COVID-19.

    Él vive en el distrito de Coimbatore, Tamil Nadu, India, en una pequeña casa con su esposa e hija. Como muchos de sus vecinos, se desempeñaba como jornalero hasta hace seis años cuando perdió su pierna en un accidente.

    Había estado activo en su barrio con la ayuda del Proyecto Paz y Justicia de Gilgal Mission Trust (GMT por sus siglas en inglés), pero después de su accidente ya no tuvo apoyo.

    Su esposa Lakshmi trató de ganar suficiente dinero para mantener a la familia y su hija tuvo que  abandonar la escuela para ayudar.

    Durante el confinamiento, la familia perdió toda esperanza. Creyeron que no tenían ninguna fuente de ayuda física o económica y habían decidido suicidarse.

    Antes de que pudieran llevar a cabo el suicidio, el personal de Gilgal Mission Trust se acercó a ellos con un kit de ayuda que contenía lentejas, azúcar, arroz, aceite, harina y cúrcuma junto con suministros básicos de higiene, incluidos jabón y tapabocas.

    La solicitud de GMT ante el grupo de trabajo de respuesta al COVID-19 del Fondo de Ayuda de la Iglesia Mundial fue aprobada  para su obra social que benefició a unos 3000 hombres, mujeres y niños como el Sr. Nagamanickam.

    El Sr. Nagamanickam agradeció a GMT con lágrimas en los ojos. Su familia volvió a tener esperanzas en el futuro.

    —Comunicado del CMM, en la manera en que fue contado al personal del Gilgal Mission Trust 

     


    El fondo para la pandemia aborda las desigualdades en la iglesia mundial

    Bateke Plateau DRC Mennonite church training
    Francine Mukoko – un licenciado en salud pública y el primer
    graduado universitario de la Comunidad Menonita del Congo
    en Bateke, presenta consejos sobre salud pública
    en Teke, el idioma local.Photo: gentileza de Seraphin Kutumbana

     “Que gozo es para los hermanos y hermanas (de la meseta de Bateke) sentirse parte de la familia Menonita extendida”, afirma el reverendo Seraphin Kutumbana de la Comunidad Menonita del Congo (CMCo), una conferencia miembro del CMM. 

    El CONIM (Comité Nacional Inter Menonita) reunió a las conferencias nacionales miembros del CMM: Comunidad Menonita del Congo, Comunidad Evangélica Menonita y la Comunidad de iglesias de los Hermanos Menonitas en el Congo (CEFMC) para presentar una solicitud al grupo de trabajo de respuesta al COVID-19 del Congreso Mundial Menonita. Recibieron financiación para múltiples proyectos de educación y asistencia alimentaria.

    Esta ayuda llegó hasta la remota meseta de Bateke, donde el reverendo Seraphin Kutumbana sirve a las seis congregaciones. Los fondos de respuesta al COVID-19 apoyaron una capacitación sobre medidas de prevención, lavado de manos y distribución de equipos de protección.

    En mayo del 2020, el CMM reunió un grupo de trabajo de organizaciones anabautistas de servicio y de misión para revisar las solicitudes de fondos de ayuda de las conferencias miembros del CMM en el Sur Global.

     “Un fondo con la conciencia de que, al igual que ocurre con la mayoría de los desastres, las consecuencias económicas y sanitarias de la pandemia se sentirían de manera desigual en toda la iglesia mundial”, explica Henk Stenvers, secretario de la Comisión de Diáconos.

    Hasta noviembre del 2020, el fondo de respuesta al COVID-19 del CMM ha apoyado 45 iniciativas humanitarias llevadas a cabo por 53 iglesias anabautistas nacionales en 28 países, con un valor total del proyecto de 414.711 dólares estadounidenses.

    Las donaciones provinieron de las conferencias miembros del CMM, organizaciones anabautistas, el Fondo de Ayuda de la Iglesia Mundial del CMM, individuos y congregaciones.

    En asociación con organizaciones anabautistas de misión y servicio, a través del fondo de respuesta al COVID-19, el CMM no solo ha extendido asistencia humanitaria, sino que se ha mantenido en solidaridad y fraternidad fervorosas con las iglesias anabautistas que ministran bajo circunstancias extremadamente difíciles en comunidades vulnerables en todo el Sur Global”, declara Henk Stenvers.

    El grupo de trabajo apoyó proyectos que representaban diversidad geográfica, diversidad anabautista (por ejemplo, Hermanos en Cristo y Hermanos Menonitas), y priorizó las necesidades básicas de alimentación e higiene y la colaboración manifiesta entre anabautistas (por ejemplo, la Fraternidad de Servicio de la Iglesia Menonita en India).

     El grupo de trabajo en sí mismo fue un apoyo para sus miembros quienes compartieron y oraron por sus propias respuestas al COVID-19.

    “Nos ha impresionado la colaboración positiva entre las iglesias anabautistas que han trabajado juntas y se han apoyado mutuamente en sus respuestas frente al COVID-19”, expresa Joji Pantoja. “Nuestra ardiente esperanza es que dicha colaboración continúe”.

    “Independientemente de cómo se vaya reduciendo el grupo de trabajo, valdría la pena convocar reuniones periódicas de las agencias anabautistas de servicio y misión por lo que dure la pandemia para compartir sobre cómo continúan respondiendo en toda la iglesia anabautista mundial a las necesidades humanitarias derivadas de esta pandemia,” afirma Alain Epp Weaver. Estas reuniones podrían ayudar a identificar brechas en la respuesta de la iglesia anabautista mundial, diseñar estrategias para abordarlas y estimular una mayor cooperación interinstitucional.

    “Hemos mantenido en nuestras oraciones las innumerables formas en que las iglesias anabautistas de todo el mundo, animadas por el Espíritu de Dios, han respondido con fe en medio de las incertidumbres y el miedo producidos por la pandemia”, afirma Siaka Traoré. “Las iglesias comparten el amor de Dios al ofrecer sus recursos a los miembros vulnerables de sus congregaciones y sus comunidades. El CMM ha tenido el privilegio de acompañar a estas iglesias en estas obras sociales”.

    Miembros del grupo de trabajo:

    • Siaka Traore (Burkina Faso, MWC Diáconos Comisión),
    • Joji Pantoja (Philippines, Mennonite Church Canada Witness & MWC Comisión Paz)
    • Henk Stenvers (the Netherlands, MWC Diáconos Comisión )
    • Max Wiedmer (Switzerland, Swiss Mennonite Mission)
    • Paul Stucky (Colombia, MWC regional representative)
    • Mike Sherrill (Estados Unidos, representando al Consejo de Ministerios Internacionales)
    • Alain Epp Weaver (U.S., grupo de trabajo, presidente, MCC)

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    Argentina: Iglesia Evangélica Menonita Argentina

    Bolivia: Iglesia Evangélica Menonita Boliviana

    Brazil AMAI:

    Burkina Faso: Église Évangélique Mennonite du Burkina Faso

    Colombia: Iglesia Cristiana Menonita de Colombia

    Colombia: Iglesias Hermanos Menonitas de Colombia en Valle del Cauca y Cauca (implementado en asociación con el CCM)

    Colombia: Iglesias Hermanos Menonitas de Colombia in Chocó (implementado en asociación con el CCM)

    Republica Dominicana EMC

    DR Congo CONIM (representing Communauté des Églises de Fr√®res Mennonites au Congo, Communauté Évangélique Mennonite, Communauté Mennonite au Congo)

    Ecuador ICAMdE

    Ecuador ICME

    Ecuador: Iglesia Evangélica Menonita Ecuatoriana

    Ethiopia: Meserete Kristos Church

    Ghana: Ghana Mennonite Church

    Guatemala: Iglesia Evangélica Menonita de Guatemala

    Guatemala: Iglesia Nacional Evangélica Menonita Guatemalteca

    Honduras: Iglesia Evangélica Menonita Hondureña

    India: Bharatiya General Conference Mennonite Church

    India Brethren In Christ Church/Bihar (con MCSFI)

    India Brethren In Christ Church/Odisha (con MCSFI)

    India Bharatiya Jukta Christa Prachar Mandli (con MCSFI)

    India: Bihar Mennonite Mandli

    India: Gilgal Mission Trust

    Indonesia: Gereja Injili di Tanah Jawa (GITJ)

    Indonesia: Persatuan Gereja-Gereja Kristen Muria Indonesia (GKMI)

    Kenya: Kenya Mennonite Church

    Malawi Brethren In Christ Church

    Malawi Mennonite Brethren (via Malawi BICC)

    Mexico 5 Anabaptist churches (implementado en asociación con el CCM)

    Nicaragua CAE (implementado en asociación con el CCM)

    Nigeria: Nigeria Mennonite Church

    Iglesia Evangelica Unida (IEU) – Hermanos Menonitas de Panamá

    Peru: Iglesia Evangélica Menonita del Perú

    Peru: Iglesia Cristiana Menonita de Colombia

    Peru: Conferencia Peruana Hermanos Menonitas

    Sierra Leone: Christ Salvation Mennonite Church (con AIMM y EEMBF)

    South Africa Grace Community Church

    Uganda: Mennonite Church of Uganda

    Venezuela: Iglesia Menonita

    Venezuela: Casa de Restauracion y Vida Shalom

    Zambia Brethren In Christ Church (implementado en asociación con el CCM)

    Zimbabwe Brethren In Christ Church (implementado en asociación con el CCM)

  • “Solo teníamos arroz proporcionado por el gobierno estatal, nada más, y solo comimos arroz por muchos días. Me preocupaba cómo alimentar a mi familia durante este período de encierro. Soy un trabajador asalariado diario. Durante este tiempo, nuestro pastor vino con una bolsa y me dijo: esto es para su familia de parte de nuestros hermanos y hermanas de la iglesia Menonita Rajnandgaon (una congregación de la iglesia Menonita en la India). Cuando abrimos la bolsa, estaba llena de alimentos y otros artículos que necesitábamos mucho. Estábamos en necesidad y Dios proveyó lo que necesitábamos”—Rahul, miembro de la iglesia Menonita, Kanker.

    “Los alimentos fueron suficientes para muchos días”.—Señora Ashrita Dyal, miembro de la Iglesia Menonita, Kusumkasa, una viuda de 69 años que vive sola.

    “Estábamos pasando por tiempos difíciles, necesitábamos comida y nuestros hermanos y hermanas en Cristo suplieron nuestra necesidad”.—Pastor Rohit Markam, pastor de una iglesia independiente en Bhanupratappur.

    Hay muchas historias como estas. Dios hace esto cuando abrimos nuestros corazones a la bondad.

    Como iglesia, hemos estado pidiendo al Señor que nos dé sensibilidad para cuidar a las personas que nos rodean en este momento de pandemia. Con una pequeña cantidad, planeamos satisfacer las necesidades inmediatas de nuestros hermanos y hermanas quienes se encuentran en aldeas y quienes están sin trabajo durante el confinamiento. El gobierno estatal solo proporciona arroz, por lo que pensamos en proporcionar otros alimentos y otros artículos necesarios de uso diario. Solicitamos a los pastores de las congregaciones menonitas ubicadas en las aldeas que visitaran y averiguaran que familias estaban en necesidad. Este pequeño esfuerzo ha satisfecho las necesidades de 67 familias.

    Lo mejor que nos sucedió es que protegimos nuestros corazones de enfriarse ante las necesidades de las personas que nos rodean.

    —Vikal Pravin Rao, iglesia Menonita en India, Rajnandgaon, India


    Este testimonio es una parte del recurso de culto del Domingo de la Fraternidad Mundial Anabautista para 2021.

    Haga clic aqui

  • Tiempos de incertidumbre. En tales momentos, las personas procuran orientarse; como en una tormenta, necesitan un faro que les ayude a navegar a través de aguas peligrosas. La pandemia del Covid-19 ha sido un período de enorme incertidumbre, ahora agravado por una crisis financiera, desafíos ambientales y en muchos países, inestabilidad política.

    Incluso antes de la pandemia, muchos amigos de todo el mundo manifestaban una creciente tendencia a consultar las redes sociales en busca de consejos sobre salud, alimentación e incluso ética. Las personas deciden cómo responder a la pandemia según la opinión de los llamados “influentes” (influencers) tan populares, más que en lo que dicen los expertos cuyas fuentes son confiables. Al escribir este artículo, hablé con dos amigos de Colombia que consultan las redes sociales sobre política y teología.

    Internet se parece a los relámpagos en una tormenta. Sus centellos y destellos son impresionantes, pero contemplarlos no sirve de mucha ayuda para ver lo que realmente está delante de uno. Peor aún, esta “luz” no es espontánea sino controlada; ilumina en diferentes direcciones con el objetivo de manipular o incluso engañar. Es increíble ver cuántas mentiras he recibido de miembros de nuestras iglesias, enviadas en formato de video e incluyen vocabulario cristiano para respaldarlas bíblicamente. Cuando respondo para desenmascarar las falsedades del video, descubro también que han sido reenviadas a mis amigos por otros cristianos. Esto refuerza falsamente la supuesta veracidad del video.

    Debemos recordar que los algoritmos que administran lo que aparece en las redes sociales se basan en la popularidad, los ingresos publicitarios y nuestras búsquedas anteriores. En lugar de apoyar el discernimiento comunitario, este tipo de comunicación termina reafirmando las suposiciones que la gente ya tiene.

    “Ustedes son la luz de este mundo. Una ciudad en lo alto de un cerro no puede esconderse. Ni se enciende una lámpara para ponerla bajo un cajón; antes bien, se la pone en alto para que alumbre a todos los que están en la casa. Del mismo modo, procuren ustedes que su luz brille delante de la gente, para que viendo el bien que ustedes hacen, todos alaben a su Padre que está en el cielo.” (Mateo 5,14–16)

    En muchos países, las redes sociales están definiendo la política. Yo diría que también están definiendo las eclesiologías y la fe cristiana. Pero dicha influencia fluye en la dirección equivocada. Es nuestra fe la que debe definir nuestra política, y es nuestra fe la que debe guiar lo que apoyamos y compartimos en nuestras redes sociales.

    Jesús nos llama a ser luz para el mundo. Es la iglesia la que debe dar el ejemplo al mundo respecto al liderazgo, ética, política, justicia y finanzas, entra otras cuestiones.

    En este número de Correo, destacamos lo que nuestra iglesia mundial ha estado haciendo en respuesta al Covid-19. Compartimos algunos de nuestros desafíos y preguntas al respecto. Hablamos de lo que estamos aprendiendo y lo que necesitamos reafirmar como iglesia mundial. Nuestras sociedades deben ser definidas por lo que hacemos en respuesta a la pandemia -no al revés-, lo cual es, por supuesto, un desafío. En muchos sentidos, no hemos cumplido con nuestro llamado a ser luz.  Espero que este número de Correo les anime a orar por nuestra iglesia mundial y a procurar maneras activas de participación, en función de nuestro propósito mundial de permitir que Dios brille a través de nosotros y en nosotros durante estos tiempos de aguas peligrosas.

    —César García, secretario general del CMM, oriundo de Colombia, reside en Kitchener, Ontario, Canadá.


    Este artículo apareció por primera vez en Correo/Courier/Courrier en octubre de 2020.
     

     

  • La Comunidad Internacional de los Hermanos Menonitas (ICOMB, por su sigla en inglés) está compuesta por 21 iglesias nacionales en 19 países con aproximadamente 450.000 miembros. ICOMB existe para fomentar las relaciones y los ministerios, para resaltar el testimonio y el discipulado de sus iglesias nacionales miembros – conectando, fortaleciendo y ampliando.

    La Iglesia en Misión en Colombia: un informe de José Manuel Prada

    HEME AQUÍ es la Agencia Misionera de los Hermanos Menonitas de Colombia. El 13 de febrero de 2020, se reconoció la Personería Jurídica Especial por parte del Ministerio del Interior del Gobierno Colombiano.

    Como Agencia Misionera, llevamos ya varios años lidiando con equilibrar la práctica y la teoría en el ámbito de las misiones en nuestro país. En Colombia no hemos enviado misioneros hace varios años y no hay un apoyo real a quienes deciden ir; aunque sabemos con certeza que los líderes y pastores saben de esta necesidad y conocen de primera mano la importancia de la tarea, la apatía nos ha impedido actuar en unidad para alcanzar la meta.

    Fue por eso que frente al reto de hacer un congreso misionero virtual, diseñamos una ruta previa:

    El pre-congreso

    Nuestro enfoque se centró en los pastores y líderes de misiones.

    Los cuatro sábados de octubre se estudió desde la perspectiva del libro de Los Hechos de Los Apóstoles los siguientes temas:

    • 03 octubre: La comunidad que conformaba la iglesia
    • 10 octubre: Las prioridades de la iglesia Neo testamentaria
    • 17 octubre: El llamado y la misión
    • 24 octubre: Cómo se hace misión

    Hemos notado que los líderes en general necesitan ser escuchados, hablar de sus experiencias frente a la misión. El pre-congreso brindó espacios para ello: escuchar sus retos, miedos, desafíos y preocupaciones respecto a este tema.

    Necesitamos comenzar con el proceso de generar una conciencia misionera. Para ello, este espacio fue visto como un diagnóstico que nos está permitiendo entender las necesidades a las que necesitamos apuntar en el futuro.

    Nuestro objetivo fue reflexionar en comunidad y enriquecernos al escuchar la verdad de manera sencilla. Se privilegió la interacción personal, las ideas de los oyentes y las experiencias.

    Se inscribieron un gran número de líderes, pastores y misioneros de nuestro país. Esto nos motivó a invitar a las conferencias hermanas de México, Panamá y Perú, y este hecho enriqueció de manera inesperada las reflexiones sobre las enseñanzas cada sábado.

    Al final pudimos sentirnos identificados. No había nacionalidades cuando hablábamos de los obstáculos, las dificultades y las oportunidades que afrontábamos. El objetivo del pre y congreso se cumplió en maneras que no imaginábamos. No solo estábamos enfrentando una problemática local, estábamos frente a una misma realidad: necesitamos redescubrir la misión.

    El Congreso

    Nuestro enfoque fue la iglesia local y los comités de misiones. Nuestras comunidades necesitan entender qué es la misión y cómo se hace, dando pautas sencillas para llevarla a cabo. Pero también cuál es la misión y cómo la llevo a cabo en mi vida.
    En este marco comenzó el primer congreso misionero de los Hermanos Menonitas de Colombia: “Redescubriendo la Misión.”

    Fueron 3 días en los que se realizó una transmisión de YouTube y luego una llamada de ZOOM para hacer grupos pequeños y compartir opiniones de la conferencia. Los temas fueron:

    • La Misión Desde Latinoamérica impartida por Emerson Cardoso de Brasil

    • La Iglesia Local, Responsable De La Misión impartida por Victor Wiens de Canadá

    • Juntos En Misión impartida por Rudi Plett de Paraguay

    Estuvieron presentes participantes desde Uruguay, Paraguay, Brasil, Panamá, México, Perú y por supuesto, un gran número de hermanos de nuestras iglesias en Colombia.

    El congreso lejos de ser una iniciativa mediática, es un primer paso en una estrategia para movilizar la iglesia hacia el cumplimiento de la misión. Con gratitud podemos vernos como Latinoamérica unida en un deseo: entender y llevar a cabo la comisión de nuestro Señor Jesucristo.

    Darnos apoyo es una tarea que nos queda por delante. A la agencia misionera Heme Aquí, le queda el reto de plantear estrategias claras, acompañamiento real y pasos prácticos para implementar en nuestro país y apoyar a nuestras conferencias hermanas que participaron de todo este evento, en lo que esté a nuestro alcance.

    Gracias damos a Dios por un equipo de jóvenes dispuestos a servir en esta misión, por la hermandad lograda en este mes y por su gracia entre nuestros hermanos.

    José Manuel Prada Bernal, Agencia Misionera de los Hermanos Menonitas, HEME AQUÍ

  • “EL amor de Indonesia”: para los YAMENers Enosh Rupamajhi, Jeu Song and Olicky Muchindu la calidez de la relación, tanto de sus anfitriones como entre ellos, es la marca distintiva de su año.

    YAMEN ofrece a los jóvenes adultos de todo el mundo la oportunidad de dejar lo que les es familiar para servir, crecer y aprender en un trabajo de servicio internacional durante un año. YAMEN es un programa conjunto entre el Comité Central Menonita (CCM) y el Congreso Mundial Menonita (CMM). En Indonesia, YAMEN es un programa conjunto con Indomenno, una asociación de los tres sínodos Menonitas de Indonesia y del Congreso Mundial Menonita.

    intercambio] para las personas, la iglesia, las familias anfitrionas, la comunidad anfitriona y el lugar de trabajo son enormes”.

    En Indonesia, Jeu Song (YAMENer de Laos) junto con el pastor visitó a feligreses y trabajó en el equipo de multimedia en la iglesia JKI Kasih Allah (Iglesia Cristiana de Indonesia) en Semarang.

    Olicky Muchindu (Zambia) sirvió en la clase de jardín de infantes en ‘GITJ’ (Gereja Injili di Tana Jawa) Tompomulyi Juwana. Él frecuentemente practicaba, con las personas del pueblo, el indonesio, idioma nuevo que estaba aprendiendo. “Soy una persona muy social”, dice Olicky. 

    Enosh Rupamajhi (India) fue profesor asistente de inglés en ‘GITJ’ (por sus siglas en inglés) Ketanggan Pati. Disfrutó aprendiendo sobre el negocio de la apicultura de su padre anfitrión.

    A partir de Marzo del 2020, estas personas participantes de YAMEN, que sirven en las iglesias Menonitas en Indonesia, no pudieron seguir con sus asignaciones de trabajo de servicio debido al cierre por emergencia por el COVID-19 y tampoco pudieron regresar a sus hogares debido a restricciones de viaje. Los hombres jóvenes soportaron el cierre por emergencia juntos en una oficina en Salatiga hasta Julio cuando pudieron regresar a sus casas de a uno.

    YAMEN
    YAMENs de Zambia, Laos e India escribieron juntos una canción de adoración en indonesio mientras estaban experimentando juntos un encierro por emergencia.

    ‘Los muchachos’ se convirtió en una familia.

    A veces, ellos “solo necesitaban respirar”, dice Olicky Muchindu. Confinados en la oficina extrañaban a sus anfitriones, estaban tristes por los eventos y por las oportunidades que perdieron. Además estaban preocupados por sus familias.

    Para pasar el tiempo cantaban juntos canciones, escribían historias sobre sus asignaciones de trabajo y expresaban sus sentimientos en relación a los contratiempos del idioma, se enseñaron mutuamente a cocinar su comida tradicional casera y oraban juntos todas las noches. “Ahora ya puedo cocinar pollo al curry”, dice Jeu Song.

    “Regresarlos a casa fue complicado”, dice Anielle Santoso, enlace del Indomenno. “Pero, ‘los muchachos’ se ayudaron unos a otros”. Dos de ellos trabajaron con sus gobiernos para conseguir asientos en vuelos de repatriación.

    “Si trabajamos en unidad [a través de las diferencias]”, dice Jeu Song, “nos conoceremos y podremos ayudarnos mutuamente cuando atravesamos algo difícil” – tanto en entornos ecuménicos como en las relaciones personales.

    “Cuando quedó claro que el COVID-19 era una pandemia mundial, el CCM tuvo que tomar decisiones con respecto a las personas que estaban haciendo sus trabajos de servicio”, dice Andrea Geiser. Las/os directores de área, las personas coordinadoras de programas y las personas participantes discernieron las opciones disponibles a medida que los programas fueron reduciendo sus actividades. Debido a las restricciones de viaje, muchas personas de YAMENs, como ‘los muchachos’, permanecieron en sus países anfitriones durante meses. Tres personas de YAMEN del 2019/2020 continúan sus períodos de servicio (los cuales han sido afectados por la pandemia) hasta el mes de diciembre.

    A medida que el COVID-19 continúa afectando los lineamientos de viaje, de salud y de seguridad, las oportunidades de servicio han sido limitadas a solo dos personas de YAMEN a partir de octubre del 2020.

    Bajo el cierre de emergencia, “los Muchachos” en Salatiga continuaron su experiencia intercultural, utilizando tanto el indonesio como el inglés como idiomas en común. [Haga clic aquí para ver una canción de adoración que escribieron juntos en Indonesio]

    “Todas las mañanas, cantábamos canciones de adoración en Bahasa Indonesio”, dice Enosh Rupamajhi. “Siento que aquí está la presencia del Señor; terima kasih, Tuhan! [‘gracias, Dios’ en indonesio]”.

    —Un comunicado conjunto del Congreso Mundial Menonita y del Comité Central Menonita. Escrito por Karla Braun, una escritora del Congreso Mundial Menonita que vive en Winnipeg.

  • Así como las partes del corazón, las cuatro comisiones del CMM sirven a la comunidad mundial de iglesias afines al anabautismo, en las áreas de diaconado, fe y vida, paz y misiones. Las comisiones preparan materiales para la consideración del Concilio General, brindan guía y proponen recursos a las iglesias miembros, además, propician redes y compañerismo en relación al CMM trabajando juntos en temas de interés y enfoque común. A continuación, una de las comisiones comparte un mensaje de la perspectiva de su ministerio.

    ¿Qué significa “seguir a Jesús”? ¿Qué significa seguir a Aquel que es nuestra esperanza?

    Estas preguntas adquieren especial importancia en un momento en el que la gente de todo el mundo está preocupada por el destino de nuestro hogar terrenal. Incluso mientras luchamos con los efectos inmediatos del coronavirus, nos enfrentamos a una crisis más generalizada al ver los cambios rápidos y alarmantes en nuestro medio ambiente.

    Para algunos de nosotros, la “esperanza” significa contar con la venida de Cristo para rescatarnos de la catástrofe. Entonces, abandonamos demasiado rápido la creación amada de Dios.

    Para otras personas, la “esperanza” significa participación activa, no solo cambiando nuestras costumbres, sino tratando de que nuestras sociedades y personas en el liderazgo político cambien sus costumbres. En nuestro caso, en lugar de Jesús, nos convertimos fácilmente en “nuestra propia esperanza”.

    Nuestra agenda como personas que seguimos a Jesús

    Las personas anabautistas han trazado una línea clara entre el llamado de Jesús de amar a la persona enemiga y de negarse a participar en la guerra. Es más, hemos llegado a ver el llamado a seguirlo a Él como un llamado a trabajar activamente por la paz en nuestro mundo, incluyendo pedir a los gobiernos que cambien sus maneras violentas.

    Pero, ¿cómo seguimos a Jesús en relación con una crisis global que no existía en el mundo en el cual Él enseñó? Al vivir en un mundo preindustrial, Jesús no abordó los problemas climáticos o incluso el cuidado de la creación en general. ¿Significa eso que el Nuevo Testamento no tiene nada que decirnos sobre nuestro entorno frágil y en peligro de extinción?

    De ninguna manera.

    “Seguir a Jesús” tendría que ser replanteado una y otra vez a medida que cambiaran los tiempos y las circunstancias, hasta nuestros días. Como nos muestra Hechos, los círculos de personas seguidoras de Jesús se trasladaron rápidamente más allá del campo de Galilea y Judea, volviéndose “globales”, echando raíces en ciudades cosmopolitas como Éfeso, Corinto y Roma.

    Himnos a Cristo

    Sí, Jesús fue recordado como sanador, maestro y narrador de historias, así como lo vemos en los Evangelios. Pero las personas que le seguían vinieron a verlo y a confesarlo como Señor y Salvador cósmico, esperanza de toda la creación, como expresaron en los grandes “himnos a Cristo”.

    En uno de esos himnos leemos sobre el Logos, el “Verbo”, que no solo estaba con Dios, sino que era Dios, por medio de quien “todas las cosas fueron hechas” (Juan 1,3). El Evangelio de Juan nos presenta a Jesús como ese Logos que se hizo carne y “habitó” entre nosotros (1,14).

    En otro gran himno a Cristo, Jesús es adorado como el “icono” del Dios invisible, el primogénito de “toda la creación” a través de quien y para quien fueron creadas “todas las cosas” en el universo. A través de Él, Dios se complació en reconciliar “todas las cosas”, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz (Colosenses 1,15-20).

    Estos himnos nos recuerdan que si queremos ser fieles al Jesús de las Escrituras, no debemos elegir entre el Verbo a través del cual todas las cosas fueron hechas y el Verbo que se hizo carne en Jesús. No debemos crear una dicotomía entre creación y nueva creación.

    La verdad que está en Jesús

    Seguir a Jesús es “aprender a Cristo”, como dice Efesios, es decir, “la verdad que está en Jesús” (4,20.21). Aquel en y por quien “todas las cosas” son absurdas, es Aquel en y por quien un Dios salvador reúne todas las cosas (Efesios 1,10). Toda la creación gime en anticipación de que las personas seguidoras de Jesús aprendan a Cristo de esa manera, como Pablo podría haber dicho (para adaptar Romanos 8,18-25).

    Si bien hay muchas otras preocupaciones en nuestra bandeja como Comisión de Fe y Vida, hemos alentado el establecimiento del Grupo de Trabajo para el Cuidado de la Creación, y nos comprometemos a hacer nuestra parte para fortalecer la capacidad de nuestra familia global para responder fielmente a la crisis climática como personas seguidoras de Jesús llenas de esperanza.

    Tenemos la oportunidad de “aprender a Cristo” en forma conjunta, como una familia global, para fortalecer nuestra esperanza de tal manera que nos involucre plenamente en el amor de Dios por la creación. Se necesitará valor, imaginación, compromiso con el discipulado y confianza en Aquel que nos promete un “futuro con esperanza” (Jeremías 29,11).

    —Comunicado del Congreso Mundial Menonita escrito por Thomas R Yoder Neufeld, presidente de la Comisión de Fe y Vida del CMM. Es miembro de First Mennonite Church, Kitchener, Ontario, Canadá.

    Haga clic aquí para leer más sobre el Grupo de Trabajo para el Cuidado de la Creación

    ¡Necesitamos su opinión!

    El Grupo de Trabajo para el Cuidado de la Creación le solicita que responda  la encuesta sobre el cuidado de la creación, ¡necesitamos su opinión! A medida que comenzamos nuestra labor, como grupo de trabajo, consideramos importante escuchar de ustedes como congregación perteneciente al Congreso Mundial Menonita, sobre temas relacionados con el cuidado de la creación como el cambio climático, por ejemplo.

    Sus observaciones son fundamentales para la creación de un plan de trabajo que contenga los aspectos del cuidado de la creación que las iglesias consideren más importantes y a medida que vamos proporcionando recursos para las iglesias que desean abordar temas como el cambio climático y otras formas de degradación ambiental que impactan a nuestras congregaciones.

    Por favor, tómese, ya sea en forma individual o junto con otros miembros de su congregación, alrededor de 15 minutos para completar esta encuesta.

    Apreciamos mucho sus aportes ¡Gracias por participar!

  • En estos momentos, la pandemia y el racismo cobran gran importancia en las Américas y en muchas partes del mundo. Esos flagelos también estaban muy extendidos hace 500 años, cuando surgió el anabautismo. El racismo alimentó las conquistas europeas en América del Norte y del Sur, y las personas colonizadoras trajeron enfermedades que mataron a millones de indígenas. Muchas de las personas colonizadoras llevaron la cruz y la espada, lo que refleja una alianza entre la iglesia y el estado militarizado.

    Una generación después de que comenzara esta expansión colonial en las Américas, surgió la renovación anabautista en Europa. La mayoría de las personas anabautistas no aceptaron el matrimonio de la iglesia y del estado; así que no participaron directamente en la conquista militar.

    Fracasos

    Aun así, algunas veces, las personas anabautistas que se establecieron en las Américas se beneficiaron de la conquista imperial. El ejército de los Estados Unidos expulsó a los últimos pueblos nativos de Indiana, mi estado natal, en 1838. Mis antepasados anabautistas pronto llegaron para poseer tierras donde la gente Potawatomi había vivido durante mucho tiempo.

    Es importante reconocer esos fracasos morales del pasado. Sin embargo, también podemos celebrar que Dios ha levantado un pueblo anabautista mundial cuya mayor lealtad es hacia Jesús y el Reino de Dios. El Congreso Mundial Menonita y las personas anabautistas de todo el mundo están conmemorando los 500 años desde que comenzó este movimiento de renovación en 1525. Las primeras personas anabautistas eran misioneras enérgicas, quienes traspasaban las fronteras nacionales y culturales para llamar al arrepentimiento y para enseñar el camino pacificador de Jesús.

    Mejores Maneras

    El teólogo anabautista R. Bruce Yoder estudió recientemente cómo una agencia misionera norteamericana (Junta de Misiones Menonita) se extendió en África, Asia, Europa y Sudamérica buscando el diálogo con iglesias y culturas en los países anfitriones. Este enfoque enfatizó la “indigenización” y la “descolonización”.

    En lugar de simplemente tratar de transferir lo que consideraban una teología correcta, estas personas que eran trabajadoras misioneras querían que las nuevas congregaciones fueran auto-teologizadas, auto-financiadas, auto-administradas y auto-propagables.

    El carácter global del anabautismo hoy es, al menos en parte, el resultado de tal misión dialógica. Yoder sugiere que el Congreso Mundial Menonita debe operar de manera similar, ya que las diversas culturas de 86 países se relacionan entre sí.

    El anabautismo mundial necesita la guía del Espíritu Santo, la afirmación del señorío de Jesucristo, el compromiso con las Escrituras, el escuchar profundamente y la articulación clara de los entendimientos teológicos.

    Esas cualidades son esenciales para el futuro del Congreso Mundial Menonita y son consistentes con nuestra declaración de Convicciones Compartidas. Con el Espíritu Santo uniéndonos e inspirándonos, diversas expresiones culturales pueden florecer para la gloria de Dios.

    R. Bruce Yoder, “Dialogue as Theological Method: Mennonite Missionaries, West African Churches, and Twenty-First-Century Anabaptist Identity,” en Laura Schmidt Roberts et al eds., Recovering from the Anabaptist Vision: New Essays in Anabaptist Identity and Theological Method (New York: T&T Clark, 2020), 127-149.

    —J. Nelson Kraybill, presidente del CMM, reside en Indiana, EE.UU.  


    R. Bruce Yoder, “Dialogue as Theological Method: Mennonite Missionaries, West African Churches, and Twenty-First-Century Anabaptist Identity,” in Laura Schmidt Roberts et al eds., Recovering from the Anabaptist Vision: New Essays in Anabaptist Identity and Theological Method (New York: T&T Clark, 2020), 127-149.

  • Ya sea que usted esté buscando antecedentes históricos para un artículo académico, una historia del aniversario de la iglesia o para confirmar un detalle similar a “¿cuándo se celebró la Asamblea del CMM en Curitiba, Brasil?” la Enciclopedia Mundial Anabautista Menonita en línea (GAMEO por sus siglas en inglés) puede serle de ayuda.
    John Roth, el editor general de esta enciclopedia, nos cuenta más sobre este recurso en constante proceso de expansión.

    ¿Qué es GAMEO?

    GAMEO es una enciclopedia gratuita en línea. Es probablemente la fuente de información más fidedigna sobre los menonitas anabautistas, los huteritas y los amish que se encuentra disponible en Internet.

    ¿Quién inició GAMEO?

    GAMEO surgió originalmente de un grupo de historiadores en Ontario quienes querían encontrar una manera de publicar información sobre datos congregacionales que habían reunido. Cuando se digitalizó la enciclopedia menonita de cinco volúmenes, sus 13.000 o 14.000 artículos fueron publicados en línea como el núcleo de la primera aparición de GAMEO en internet.

    ¿Cuál es la relación del CMM con GAMEO?

    GAMEO tiene una relación oficial con el CMM a través de la Comisión de Fe y Vida.

    La intención es que esta sea una Enciclopedia Mundial Anabautista Menonita. Esperamos que con la fuerte conexión con el CMM tengamos más vías para agregar artículos que reflejen la amplitud de nuestra comunión mundial en la actualidad.

    El CMM también sirve como base financiera para GAMEO. Las contribuciones a GAMEO se dirigen a través del proceso de contabilidad del CMM.¿Quién contribuye los artículos en GAMEO?

    En teoría, cualquier persona puede ser autor de un artículo de GAMEO. No obstante, al igual que la mayoría de las enciclopedias, tenemos editores que buscan a personas que puedan escribir con cierta autoridad. Por lo tanto, los artículos a menudo se originan cuando los editores se los solicitan a una persona con experticia.

    ¿En qué maneras GAMEO está aumentando las contribuciones desde otras partes del mundo?

    Ese es nuestro mayor desafío. Estamos trabajando en ello de varias maneras.

    Un método consiste en recurrir a información que ya ha aparecido en versión impresa.

    Por ejemplo, le solicitamos a Francis Ojwang (editor de la historia reciente de la Iglesia Menonita de Kenia, Llamados a avanzar en fe) que seleccionara congregaciones o líderes de iglesias y reformulamos esa información siguiendo la plantilla de GAMEO para perfiles de congregaciones o perfiles de líderes eclesiales.

    También hemos estado trabajando con Rafael Zaracho y sus colegas en el Instituto Bíblico Asunción (El Seminario de los Hermanos Menonitas en Paraguay). Estamos extrayendo perfiles congregacionales de su colección de historias breves de iglesias de los Hermanos Menonitas de habla hispana en Paraguay. (Memoria Viva: Historia de las iglesias de la Convención Evangélica de Iglesias Paraguayas Hermanos Menonitas).

    Hemos tenido talleres con estudiantes internacionales en el Seminario Bíblico Anabautista Menonita para que puedan escribir biografías o perfiles basándose en su propia experiencia.

    También llevamos a cabo talleres en una conferencia de historiadores y archivistas internacionales el verano pasado en Goshen College con aproximadamente 30 personas de 12 países diferentes.

    Ha sido un desafío enmarcar la información en un formato de artículo de enciclopedia. Sin embargo, estoy seguro de que la única forma de lograrlo es trabajando artículo por artículo, individuo por individuo, país por país.

    Vemos esto con una perspectiva de largo plazo; cuanto más personas conozcan GAMEO mayor será la información y mayor será su valor como recurso.

    ¿Podría un historiador local presentar una historia de su propia congregación eclesial o un perfil de un líder local?

    GAMEO-helpSi. En la página de inicio de GAMEO, encontrarán un enlace de “ayuda” en el margen izquierdo en inglés, alemán, francés y español. Podrán encontrar instrucciones en esos idiomas.

    Los perfiles congregacionales y los perfiles biográficos son probablemente más accesibles para un nuevo escritor, pero también les invitamos a echarle un vistazo a las plantillas para otros artículos.

    Nos entusiasma saber de ustedes si tienen ideas para contribuir.

    ¿Pueden sus editores recibir propuestas en diferentes idiomas?

    Actualmente, GAMEO es principalmente una enciclopedia en inglés con enlaces al traductor de Google. Eso refleja nuestras limitaciones en términos lingüísticos, financieros y tecnológicos.

    ¿Qué relación tiene el Wiki Anabautista con GAMEO?

    El Wiki anabautista es una creación del Instituto para el Estudio del Anabautismo Mundial que está en estrecha colaboración con GAMEO.

    Un wiki permite el acceso a cualquier persona que desee contribuir con algo de lo que sabe. Hay un umbral muy bajo de requisitos para ingresar información.

    Con GAMEO, queremos asegurarnos de que todo lo que se suba haya pasado por una especie de proceso de revisión por parte de expertos. Sin embargo, creemos que GAMEO y Wiki anabautista son piezas que encajan entre sí. Creemos que debe existir espacio para ambos enfoques.

    El Wiki anabautista también tiene la Biblioteca Digital Anabautista, que es un conjunto de fuentes en español que han servido para cursos de aprendizaje a distancia en español.

    ¿Cuál es la estructura de GAMEO?

    El consejo de administración está compuesto por 5 organizaciones o instituciones que se han comprometido con apoyo financiero para GAMEO.

    Somos una organización compuesta por voluntarios. Hacemos una solicitud anual a los institutos, universidades y sociedades históricas, pidiéndoles que hagan una pequeña contribución anual al trabajo de GAMEO. Casi todo el dinero se destina a mantener el sitio de internet.

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