Oraciones de gratitud e intercesión

  • Jueves a la mañana

    Vean cuán bueno y agradable es que los hermanos vivan unidos (Salmo 133,1, DHH), es una afirmación que evidencia el deleite del David bíblico en compañía de sus hermanos. Para el ser humano es una necesidad el convivir con otras personas, somos seres sociales. Es en la convivencia que se demuestra y vive la fe, es allí donde encontramos el apoyo unos a otros; todas y todos dependemos de alguien más en las diferentes áreas de la vida desde lo material, afectivo y espiritual. La convivencia, que es la oportunidad de vivir con otras personas, es un regalo de Dios. Desde los primeros años de nuestra vida buscamos la aceptación de los demás y dependemos de los cuidados amorosos de una familia. Las relaciones de hermandad, de amistad, nos animan y nos orientan, hacen que nuestra vida sea más fácil cuando se presentan situaciones difíciles que debemos sobrellevar.

    Llevar una vida en hermandad o vivir en hermandad es un regalo de Dios.

    Fuimos creados como seres sociales para compartir con otros. Es parte del plan de Dios para nuestras vida y sus planes son buenos y perfectos. Jeremías 29,11 nos muestra que los planes de Dios para nosotros son para el bien y no para el mal… Podemos darnos cuenta que ese vivir con los demás trae beneficios que muchas veces desconocemos y por esta razón hasta podríamos actuar en contra de nosotros y de los demás. Está comprobado que favorece la salud física y mental ya que en el convivir de hermandad el libro de Eclesiastés nos ilustra acerca de esto en el capítulo 4,9-12: “Más valen dos que uno, pues mayor provecho obtienen de su trabajo. Y si uno de ellos cae, el otro lo levanta. ¡Pero ay del que cae estando solo, pues no habrá quien lo levante! Además, si dos se acuestan juntos, uno a otro se calientan; pero uno solo, ¿cómo va a entrar en calor? Uno solo puede ser vencido, pero dos podrán resistir. Y además, la cuerda de tres hilos no se rompe fácilmente” (DHH).

    Por otro lado, cuando Jacob y Esaú se encontraron después de un tiempo de estar alejados por sus fuertes diferencias, su expresión manifestó la alegría de contar el uno con el otro cuando dijo: “Verte en persona es como ver a Dios mismo” (Génesis 33:10, DHH). Este relato es una evidencia que contar con los hermanos, contar los unos con los otros, es un regalo de Dios.

    Según Pablo apóstol, para los cristianos es un deber, “de hacer el bien y compartir con otros lo que tienen…” (Hebreos 13,16, DHH). El compartir como característica indispensable del “vivir con” o convivir, implica otras personas y formas diversas de hacerlo.

    Necesitamos comprender que como hijos de Dios estamos predestinados para una vida de bien que se debe vivir en interacción con los demás, en comunión. En este estilo de vida, en relacion con otras personas, sucede una condición especial que provoca el vencer todas las barreras que se puedan interponer. Fue estando juntos y en unanimidad que se presentó de forma poderosa el Espíritu Santo en Pentecostés (Hechos 2,1-2).

    En la Biblia, en Marcos 2,1-12 encontramos la historia de un hombre paralítico que, por el esfuerzo de amigos, vecinos, hermanos (no tengo muchos detalles), fue posible su beneficio. Había muchas barreras, entre ellas, la gran multitud, sin espacio por donde pasar; lo llevaban en andas: imaginas el esfuerzo de subir al techo de la casa, hacer una abertura y luego bajar a una persona que no tenía posibilidades de movimiento, se necesitó un verdadero esfuerzo y compromiso. Demás está decir que sin el esfuerzo de los que llevaron a este hombre paralítico jamás hubiese recibido su milagro.

    Hay características de estas personas (amigos del paralítico) que podemos identificar como necesarias para la convivencia efectiva: amor, servicio, unidad, empatía, bondad, paciencia, fe, sin las cuales no se habría podido llegar al final victorioso para este hombre.

    En la Biblia encontraremos muchas historias donde podemos identificar las ventajas de aprender a practicar una sana convivencia con los demás. La amistad es realzada en el hermoso ejemplo de David y Jonathan, de María, Marta y Lázaro con Jesús. Es importante saber que un tiempo compartido con amigas y amigos para conversar nuestros proyectos genera vínculos afectivos, mejora la autoestima, libera el estrés, es terapéutico, te ríes y esto provoca reacciones positivas en tu organismo, compartes tu preocupación, te merma la carga; las personas que disfrutan de ser sociables desarrollan estilos de vida más saludables.

    Es importante resaltar que construimos vida con mensajes de vida, con acciones de vida, que las actitudes positivas son las que nos hacen deseables, buscados, seguidos. Si queremos ser hombres y mujeres hacedores de paz, las actitudes positivas deben ser nuestra práctica de la vida cotidiana; ahora mismo este mundo, nuestro mundo, necesita de esas acciones por la paz, por la convivencia sana, por la tolerancia, la solidaridad, necesitamos comprometernos con el bien, con el proyecto divino de amar y, en ocasiones, dar más de lo que esperan de nosotras. Como hijos e hijas de Dios debemos hacer realidad el plan divino de una vida en abundancia, una vida en plenitud, viendo el rostro del Señor en el rostro del hermano.

    Estas características que tienen que ver con relaciones armoniosas, con ayuda mutua, con compartir tiempo, risas, acuerdos y hasta desacuerdos es vivir.

    Para este vivir, ¿cuál es la clave? Acércate a los demás, ponle empatía, solidaridad, amor, voluntad, fe. Siempre será necesario saber cuánta vida tienes para trasmitir a los demás, cuán apegados estamos a la fuente de vida para que definitivamente podamos transmitir vida.

    —Adriana Belinda Rodríguez Velasquez, casada, abuela, psicóloga y consejera, integra la Comisión de Paz del CMM. Es miembro de la Iglesia Menonita “Caminando con Dios” de La Ceiba, Honduras.


    Este artículo apareció por primera vez en Correo/Courier/Courrier en Octubre de 2022.
  • Jueves a la noche

    En el mes de abril, recibí una invitación para compartir sobre el tema, “vivir juntos en un entorno hostil”.

    El título realmente me conmovió. Y creo que una de las razones de mi invitación es que saben que los habitantes de Hong Kong hemos estado viviendo en un entorno hostil en los últimos años, un entorno que no es favorable para nosotros.

    Y la Escritura que me llamó la atención, fue 2 Corintios 4,1 (versión DHH):

    “Por eso no nos desanimamos, porque Dios, en su misericordia, nos ha encargado este trabajo”.

    Soy un hombre de 60 y pico de años, y crecí en un entorno muy bueno, diría yo. Antes de todos estos cambios, cuando la gente me preguntaba qué tan bueno era Hong Kong, yo decía: Hong Kong es muy bueno. Si vives en Hong Kong, te sentirás seguro; digamos que puedes caminar por la calle incluso a medianoche; disfrutarás de la libertad de expresión; buen sistema educativo; hospitales buenos y de bajo precio; acceso a un trabajo si estás dispuesto a trabajar. Y, sobre todo, las cosas funcionan en Hong Kong.

    Sin embargo, las cosas han cambiado. El Hong Kong en el que vivo ahora no es el Hong Kong que conocía. Algunas personas dirán que todo esto comenzó en el año 2014. Para mí, los cambios significativos comenzaron en 2019.

    El 4 de junio de 2019, más de 180.000 personas se reunieron en el Parque Victoria de Hong Kong para conmemorar los treinta años de la represión de la plaza de Tiananmen.

    El 9 de junio de 2019, más de 1.000.000 de personas salieron a la calle: hicieron huelga, cantaron himnos.

    Fue una protesta básicamente pacífica. Sin embargo, un día después hubo enfrentamientos entre policías y manifestantes contra el proyecto de ley de extradición.

    El 12 de junio de 2019, Hong Kong enfrentó más protestas contra el cambio de la ley de extradición. Esta vez, muchos líderes de la iglesia salieron y hablaron con el gobierno. Algunos hermanos y hermanas oraron y cantaron himnos en el lugar. Los cristianos se preocupaban por la paz y la no violencia en todas las acciones. Muchas personas siguieron a los cristianos cantando el coro: “Canta Aleluya al Señor” en las calles. Esta vez, más de 2.000.000 de personas salieron a protestar por su libertad.

    Desde entonces, las protestas y manifestaciones nunca cesaron. A medida que pasa el tiempo, tanto la policía como los manifestantes se han vuelto cada vez más violentos. No he visto algo igual desde 1968.

    La consigna de los manifestantes cambió de, “Gente de Hong Kong: agrega petróleo” a “Gente de Hong Kong: protesta” a “Gente de Hong Kong: venganza”.

    Durante algún tiempo, hubo protestas casi todos los días. A fines de 2019, la policía ya había arrestado a más de 7.000 personas.

    “¿Cuál debería ser nuestra postura?” Las personas fuera de la iglesia quieren saber la posición de la iglesia. Las personas dentro de la iglesia les preguntan a los líderes de la iglesia de qué lado están sus iglesias.

    De hecho, la gente de Hong Kong se divide en los azules y los amarillos. Los azules son los que están a favor del gobierno y la policía. Los amarillos son los que están en contra.

    Hay conflictos en esta sociedad, en las familias y en las iglesias. NO HAY PAZ. Este es nuestro desafío: ¿cómo ser un pacificador cuando otros eligen ser violentos? ¿Y cómo convivir en un entorno hostil?

    ¿Qué posiciones están tomando las iglesias?

    Nunca olvidaré el 12 de junio de 2019, cuando, estaba parado en medio de la calle junto a la sede del gobierno de Hong Kong. A mi derecha, había cristianos cantando himnos y orando por Hong Kong, mientras que a mi izquierda, había manifestantes tratando de bloquear la calle principal.

    En Hong Kong, algunas iglesias eligen permanecer del lado amarillo y otras eligen el azul. Sin embargo, nosotros los menonitas, como Iglesia de Paz, elegimos estar del lado de Jesús. Quisiéramos ser un puente entre el amarillo y el azul, un puente entre los pacíficos y los violentos, un puente entre el pueblo y el gobierno, un puente entre los manifestantes y la policía. Tenemos la obligación de promover la paz. Consideramos que esta es una manera de seguir a Jesús y “¡Aquí estamos!”

    En este momento, la gente se está yendo de Hong Kong. En nuestra iglesia, Iglesia Menonita Ágape, el 10 por ciento de nuestros miembros ya se ha ido, emigrando principalmente a Inglaterra. Y la gente todavía sigue pensando en irse de Hong Kong, en busca de un lugar de libertad, un lugar de esperanza.

    Hace muchos años, escribí una canción.

    Se titula: “Huyendo de la hambruna: tres millones de refugiados abandonan dolorosamente su ciudad natal”.

    El poema fue escrito en el año 1933. Describe la situación y el sentimiento de los refugiados que se trasladaron al noreste de China desde su patria porque no tenían para comer.

    Sin embargo, para entonces, el noreste de China estaba bajo el control del ejército japonés. Para mí, estaban huyendo de un lugar de desesperanza a un lugar de desesperanza. Me tocó el corazón, así que escribí un coro de trece minutos.

    Estas personas no sabían cuál sería su destino. No sabían lo que sucedería después de que fueran al noreste. Una cosa que sí sabían era que si no se iban, morirían.

    Muchas personas describen a los inmigrantes de Hong Kong como refugiados. Si emigras, harás buenos planes. Si no tienes ningún plan o si no es tu plan emigrar, entonces eres un refugiado.

    ¿Por qué se van de Hong Kong? Tienen miedo del mañana. Se han desanimado con Hong Kong.

    En 2 Corintios 4,1 (versión DHH), el apóstol Pablo anima a la iglesia:

    “Por eso no nos desanimamos, porque Dios, en su misericordia, nos ha encargado este trabajo”

    Pablo los anima a no desanimarse. ¿Por qué? Pablo dice que es porque “tenemos este ministerio”.

    Hermanos y hermanas, ahora les digo que no me iré de Hong Kong. Los pastores corremos un alto riesgo. Nosotros somos los que tenemos que irnos. Pero no me voy a ir porque estoy llamado a quedarme y construir las iglesias menonitas en Hong Kong hasta que haya terminado mi tarea y hasta que reciba un nuevo llamado de mi jefe, mi Padre celestial.

    Hermanos y hermanas, si se encuentran en tiempos de oscuridad, si se enfrentan a un mañana impredecible, si están decepcionados con la gente, simplemente busquen a Dios y redescubran su llamado.

    Para finalizar, me gustaría llamar su atención a la oración del apóstol Pablo en Efesios 1,17-19.

    Pablo le pide a Dios que abra los ojos de los efesios para que vean tres cosas:

    1. la esperanza de su llamado,
    2. las riquezas de la gloria de su herencia en los santos,
    3. la extraordinaria grandeza de su poder.

    Que nuestro Padre celestial abra los ojos de los cristianos de Hong Kong.

    Que Jesús nos abra los ojos a ti y a mí.

    Que el Espíritu Santo nos bendiga a todos.

    Porque:

    “Y ahora, gloria sea a Dios, que puede hacer muchísimo más de lo que nosotros pedimos o pensamos, gracias a su poder que actúa en nosotros. ¡Gloria a Dios en la iglesia y en Cristo Jesús, por todos los siglos y para siempre! Amén” (Efesios 3,20-21, versión DHH).

    —Jeremiah Choi, pastor de la Iglesia Menonita Ágape de Hong Kong y representante regional del Congreso Mundial Menonita para el Noreste asiático. Tiene también formación de compositor.


    Este artículo apareció por primera vez en Correo/Courier/Courrier en Octubre de 2022.
  • Actividades de la Asamblea

    Vincularse con la gente constituye la esencia de las Asambleas del CMM. Participar en el turismo local y servir en ministerios locales ha brindado otra oportunidad para vincularse.

    Otras personas fueron a un orfanato donde “cantar juntos con mímicas ayudó a superar la barrera del idioma”, dijo Gerald Neufeld, quien mencionó que Hakjoon Ko (Joe) enseñó una canción coreana con mímicas.

    “Aprendí de jóvenes voluntarios y voluntarias que cualquier trabajo que se haga, debe hacerse con alegría. Dichas personas siempre sonreían y cumplían con sus responsabilidades”, comentó Ranjana Nath.

    Algunas excursiones se encontraron con barreras para ver los sitios, pero “conocimos gente nueva de Estados Unidos y Canadá, y disfrutamos juntos de un gran banquete, compartiendo nuestros puntos de vista y nuestra cultura”, señaló Arpan Nath, de la India.

    Compartir comida indonesia en un pequeño café con madres de la India y sus hijos e hijas fue “la mejor parte del viaje”, afirmó Carla Rupp de EE.UU., quien también asistió con su hijo.

    Felo Gracia, de la Rep. Dem. del Congo, en las excursiones superó las barreras culturales y de procedencia. “Era la única persona negra en las dos excursiones, pero sentí que estaba en familia”, dijo.

    “La excursión me ayudó a vincularme con gente nueva”, dijo Subhashini Biswas. “Fue realmente conmovedor sentir la misma devoción, bendiciones y amor que tenemos unos por otros aunque todos pertenezcamos a diferentes culturas y países. Pude ver el vínculo profundo que tiene la gente con el Todopoderoso, incluso cuando el mundo en general está pasando por las dificultades de la guerra, la pandemia y la turbulencia política.”

    “El sabor del durian y selabi era totalmente nuevo para mí”, dijo Didier Bellefleur, de Francia. Las excursiones me ayudaron a descubrir mejor la cultura, historia y la zona rural de Indonesia.

    “Me llevo una mente más observadora y abierta para evaluar las cosas, ya sea en mi Convención como en la iglesia [local]”, expresó Clemens Rahn, de Paraguay


    Este artículo apareció por primera vez en Correo/Courier/Courrier en Octubre de 2022.
  • Navidad alrededor del mundo 

    Una de las tradiciones navideñas más destacadas entre las comunidades de Kenia es la celebración de vigilias en la Nochebuena, conocidas popularmente como “Kesha”. La mayoría de las personas fieles se reúnen para celebrar el nacimiento de Jesucristo cantando himnos y villancicos e incluso, en ocasiones, recrean el santo acontecimiento mediante obras de teatro navideño. A la medianoche, las iglesias tocan las campanas para marcar el nacimiento de Cristo mientras la gente canta canciones de alabanza para honrar el comienzo del día de Navidad. 

    El día de Navidad, la gente sirve nyama choma (carne a la parrilla), kuku (pollo) y el famoso chapati (pan sin levadura). Donde sea que usted vaya o coma lo que coma, todas las personas del mundo son bienvenidas. 

    Esta tradición siempre me recuerda la alegría y el amor que nos tenemos como comunidad. Reunirse para compartir comidas y contar historias suele ser la mejor parte, pero lo más sorprendente y un momento maravilloso es durante la vigilia nocturna cuando uno se conecta con Jesús a través de la alabanza y la adoración, brindando un sentido de pertenencia y restaurando la esperanza de comenzar de nuevo con el nacimiento de Cristo. 

    Valary Otieno, Iglesia Menonita de Songhor, Kenia 

     

     

     

    Navidad alrededor del mundo

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    Un mes de celebración de Charni Daan

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  • En rincones remotos de Tamil Nadu, India, los obreros del evangelio, capacitados por Gilgal Mission Trust (GMT, por sus siglas en inglés) están haciendo brillar la luz de evangelio de la mano con la educación y la capacitación vocacional.  

    A lo largo del río Amravati, en el distrito de Coimbatore, muchas personas en el bosque de Anaiamalai carecen de formación educacional. Trabajan como jornaleros y viven en casas abandonadas construidas por el gobierno.  

    Una de esas familias es la Sra. Selvi, su esposo Aruchami y su hijo Arun Kumar. Arun Kumar tenía problemas de salud, no podía ir a la escuela y dependía del cuidado de su madre.  

    El obrero evangélico de Gilgal Mission Trust, el Sr. Rubén, comenzó a visitar la aldea para iniciar una célula de oración y clases para niños. Recibió su capacitación del programa de discipulado de GMT.  

    Al enterarse de la labor del Sr. Rubén, la Sra. Selvi trajo a Arun Kumar para orar por sanidad. Su estado mejoró; en un mes, Arun Kumar comenzó a asistir a la escuela a cinco kilómetros de distancia.  

    La Sra. Selvi y Aruchami están felices de ver a su hijo camino a cumplir sus sueños. En la escuela, Arun Kumar recibe comidas nutritivas y los maestros están atentos a la lenta mejoría de su salud. La Sra. Selvi ha podido incorporarse a la fuerza laboral para mejorar las finanzas de la familia.  

    Por las noches, la familia acude al centro de oración para aprender más sobre Jesús. 

    “Este incidente irradió un gran brillo en su vida”, dice Paul Phinehas, presidente de GMT.  

    GMT estableció 15 centros de alfabetización de adultos en la región Kaliyapuram Panchayat de Pollachi, Tamil Nadu, India, una región, desde el punto de vista religioso, muy sensible. El lema de los centros es educar a todos para conocer al Salvador.  

    GMT también abrió un centro de costura en Ettidurai, Tamil Nadu, India. Las mujeres aprenden corte y confección como una habilidad necesaria para la vida y un pastor local les enseña el evangelio.  

    “Después de COVID-19, la parte sur de la India está experimentando la evolución de un nuevo mover de Dios. Estamos experimentando y enterándonos de que la asistencia a la iglesia está creciendo más allá de nuestras expectativas, y muchos recién llegados están experimentando el poder vivificante del Espíritu Santo”, explica Paul Phinehas.  

    Los apagones diarios, la corrupción y la violencia son algunos de los desafíos que enfrentan las personas de la India. “La iglesia tiene que influir en la sociedad con el evangelio de Jesús que cambia la vida”, insta Paul Phinehas.  

  • Peter Buller, estudiante de Bethel College y miembro de la Iglesia Menonita de Buhler, Kansas, EE. UU, expresa que, “la [Asamblea] del CMM fue una experiencia realmente maravillosa. Me mostró el rostro de la iglesia menonita mundial. Gracias al gran Conjunto Internacional que dio vida a diferentes idiomas y culturas”.  

    Esa cara global es visible en línea, a través del sitio web y las redes sociales del CMM. Las sesiones de la Asamblea se pueden revivir a través de videos y la edición de octubre de Correo

    Haga clic aquí para ver videos de Asamblea

    Talleres  

    Plenarias

     

    Peter Buller participó en la Asamblea mundial como asistente a la Cumbre Mundial de la Juventud y también como miembro del programa Explore del Seminario Bíblico Anabautista Menonita.  

    Después de regresar a casa, él presentó videoclips mientras hablaba de su experiencia en su iglesia. Peter, también cuenta que, “el sermón de la Asamblea General que todavía tengo en mente es el sermón de Jeremiah Choi sobre su ministerio y su llamado a la gente de Hong Kong. Como aspirante a pastor, sus palabras me inspiraron y me llamaron aún más a ese llamado”. 

    Se están publicando videos plenarios en el sitio web que incluyen canciones del conjunto internacional, y docenas de talleres grabados, éstos están en línea para aprender solo o con un grupo de la iglesia. 

     

  • “Pero tú, Señor, que eres mi fuerza,

    ¡no te alejes!, ¡ven pronto en mi ayuda!” Salmos 22,20

    “Lanzamos un grito de alarma a los diferentes miembros fieles de la Iglesia Menonita alrededor del mundo”, escribe el Reverendo Alphonse Kisubi Kassa, líder de la Communauté des Églises des Frères Mennonites au Congo (CEFMC – Iglesia Hermanos Menonitas de la RD del Congo).

    Una delegación de la ’CEFMC Goma’ que visitó la iglesia en Munigi, en el este de la República Democrática del Congo, en noviembre del 2022, informa que encontró muchas personas desplazadas [personas mayores, mujeres embarazadas y lactantes; menores de 5 años, niños y niñas en edad escolar, algunos separados de sus madres/padres] quienes carecen de instalaciones sanitarias, alimentos, agua potable y ropa.

    Oramos para que los suministros necesarios lleguen al área y se distribuyan equitativamente.

    Alabamos al Señor por las organizaciones no gubernamentales y por la Église du Christ au Congo (asociación de iglesias) que están respondiendo.

    Oramos para que se respete y mantenga el alto al fuego con respecto al M23 que las personas en el liderazgo de Kenia y Ruanda están negociando.

    “El Espíritu de Jesús nos llena de poder para confiar en Dios en todos los aspectos de la vida, de manera que lleguemos a ser hacedores de paz que renunciamos a la violencia, amamos a nuestros enemigos, procuramos justicia, y compartimos nuestras posesiones con los necesitados”.
    —Convicciones Compartidas #5
  • Jueves a la mañana

    Hace un año, el obispo Ambrocio Porcincula, líder de nuestra convención ‚Äía quien quizás recuerden como “el hombre Aleluya”‚Äí, murió debido a un derrame cerebral. Hoy quisiera recordarlo porque fue tan cercano a mí como mi propio abuelo. Hasta donde sé, nunca faltó a una Asamblea del CMM desde que comenzó a participar. Sé que también estaría aquí si todavía estuviera vivo, y estaría orgulloso de verme hoy parado en el escenario.

    Tres días después de la muerte de mi obispo, mi padre dio positivo de COVID-19 y contrajo una neumonía grave. Fue una de las peores crisis que hemos experimentado como iglesia y como familia, porque mi padre era a quien le tocaba dirigir la convención después de la muerte del obispo Porcincula. Durante nuestro duelo, la vida de mi padre también pendía de un hilo.

    Pensé que también perderíamos a mi padre, porque no podíamos encontrar un hospital que lo recibiera. Pero, aunque mis hermanos y yo estábamos profundamente angustiados, por la fe nos sostenemos y acordamos cuidar de nuestro padre en casa. Hicimos lo mejor para conseguir todo lo que necesitaba y ayudarlo a sobrevivir.

    No podía imaginar una segunda muerte de un ser querido y un padre para todos en la iglesia, lo cual sería devastador. Pero, en medio de nuestra lucha, encontramos consuelo en el conocimiento de que Dios tiene el control. Encontramos paz en la fe; pase lo que pase, es la voluntad de Dios.

    Después de dos semanas de atención domiciliaria, mi padre se recuperó y fue sanado por el Señor.

    Creo que la historia de la crisis de COVID de mi familia es solo una entre millones. Ninguno de nosotros ha estado libre de una crisis en estos últimos dos años, pero a pesar de la presencia de la aflicción y el dolor, nuestra fe es nuestra fuente constante de paz.

    Muchas personas están sufriendo, abatidas por el peso de sus problemas. Pero el Salmo 9,9 dice: “El Señor protege a los oprimidos; él los protege en tiempos de angustia”.

    Nuestras luchas son un recordatorio constante de que Dios es nuestra ayuda. Ahora, necesitamos a Dios más que nunca.

    Como comunión, oramos acerca de las luchas de nuestras iglesias en India, que enfrentan persecución debido a sus creencias cristianas. En Myanmar, nuestros hermanos y hermanas sufren incertidumbres políticas que terminaron en violencia. Y en Ucrania, muchos son desplazados por la guerra.

    Pero a pesar de todo, estamos aquí: ¡ustedes llegaron! Y para aquellos que están en línea: ¡ustedes están presentes! (Tienen que levantarse demasiado temprano o quedarse despiertos hasta tarde, ¡pero están presentes!)

    ¿No es hermoso volver a vernos? ¿No es hermoso ver la reunión de tus hermanos y hermanas hoy en este lugar? ¿No es hermoso que, a pesar de la pandemia y la guerra, nos inscribimos a principios de este año y confiamos en que todo estaría bien para julio ¡Fue un gran acto de fe!

    Como parte del equipo de inscripción de la Asamblea, me sorprende ver cómo muchos de ustedes se inscribieron enseguida, en cuanto abrimos la inscripción en el sitio web. Se inscribieron con antelación, a pesar de las incertidumbres alrededor nuestro. En ese entonces ni siquiera sabíamos qué pasaría con la guerra en Ucrania, pero aun así, las personas de Europa fueron algunas de las primeras en inscribirse.

    Hoy quisiera recordar a nuestros hermanos y hermanas de Ucrania. Muchos de ellos optan por quedarse en medio de la guerra y ayudar a los necesitados. Las iglesias menonita-anabautistas reúnen todo lo que pueden para ayudar al pueblo de Ucrania. La guerra es fea, pero cuando las personas deciden unirse, ayudándose unos a otros en tiempos de necesidad, es algo hermoso.

    En tiempos difíciles, somos la extensión de las manos de Dios. Los milagros de Dios llegan a través de nosotros.

    Esto es lo que significa vivir juntos en tiempos de crisis. Nos olvidamos de nuestras diferencias, de nuestros desacuerdos, y coincidimos en nuestro objetivo común de procurar la paz. La paz no es un destino, sino un camino y ese camino no podemos recorrerlo solos, nos necesitamos unos a otros.

    A todos los que responden al llamado de auxilio de sus hermanos y hermanas, a los que dan donaciones, para quienes son voluntarios, a los que ayudan a la gente a encontrar justicia, a los que cuidan de personas desconocidas: ¡gracias! Ya dieron un paso más hacia un mundo pacífico que todos deseamos. Son la extensión del brazo de Dios.

    Ahora, desafío a todos también a hacer lo mismo por nuestros hermanos y hermanas en India y Myanmar. Tratemos de aprender más sobre su situación y descubramos cómo podemos ser las manos físicas de Cristo en este momento de necesidad.

    Hace un año, durante nuestra crisis de COVID, mi familia tuvo que permanecer en aislamiento domiciliario durante más de un mes mientras mi papá se recuperaba de COVID. Fue necesario contar con la generosidad de nuestros amigos y miembros de la iglesia para suplir todas nuestras necesidades: alimentos, recargas de oxígeno y medicamentos. En retrospectiva, todavía me sorprende ver cómo Dios usó a las personas para satisfacer nuestras necesidades justo cuando más lo necesitábamos. Incluso en medio de la noche, hubo personas que no dudaron en ofrecer ayuda. Hasta la persona más inesperada, que crees que no puede darte nada porque también es una persona necesitada, llamaba a nuestra puerta para darnos algo debido a una preocupación genuina por nosotros.

    Verdaderamente, las crisis y las dificultades sacan lo mejor de nosotros. Vemos las manos de Dios obrando a través de todos nosotros.

    Quisiera finalizar con Romanos 15,13: “Que Dios, que da esperanza, los llene de alegría y paz a ustedes que tienen fe en él, y les dé abundante esperanza por el poder del Espíritu Santo” (DHH).

    Confíen en el poder del Espíritu Santo porque hay esperanza en este momento difícil. Nosotros, como comunión de iglesias, seremos la ayuda mutua en tiempos de necesidad. Cuando el poder del Espíritu Santo fluye a través de nosotros, no podemos evitar actuar, el Espíritu Santo es nuestra fuerza impulsora para acercarnos a los necesitados. Y así es vivir juntos en tiempos de crisis para aquellos que siguen a Cristo.

    —Ebenezer G. Mondez, representante del Comité YABs (Jóvenes Anabautistas) (2015-2022) para Asia y el Pacífico y consejero de los YABs (2022-2028). Es miembro de la Iglesia Bíblica Menonita de Lumban, Filipinas.


    Este artículo apareció por primera vez en Correo/Courier/Courrier en Octubre de 2022.
  • Durante la Asamblea 17 del Congreso Mundial Menonita en Indonesia, el comandante Yanni Rusmanto de Solo, Indonesia, participó en un taller, “Menonitas y musulmanes radicales de Indonesia construyen la paz”, y mediante la ayuda de un intérprete expresó: “Estábamos lejos de la paz, pero ahora somos amigos de los cristianos. Estamos trabajando por la paz y la humildad.”

    Este fue uno de varios talleres sobre relaciones interreligiosas, centrado en cristianos y musulmanes. En total, se llevaron a cabo más de cincuenta talleres en la Asamblea 17, y muchos de ellos se grabaron para que se pudieran ver después.

    Yanni Rusmanto es líder de Hezbollah, un grupo paramilitar indonesio. (“Hezbollah” significa “partido de Dios” y es el nombre de muchos grupos musulmanes sin relación entre sí). Dicho grupo vigila la comunidad a fin de detectar borrachos e infractores de la ley, dar advertencias y comunicarse con la policía cuando hay peleas callejeras.

    En el taller, Paulus Hartono, pastor de GKMI, y Yanni Rusmanto hablaron sobre su cooperación, que comenzó después del terremoto y el tsunami del 26 de diciembre de 2004, que devastaron parte de Aceh. No fue suficiente que el Servicio Menonita de Diaconía (MDS, por sus siglas en inglés), ubicado en Solo, respondiera a estos hechos. Paulus, fundador de MDS, se acercó para invitar al comandante musulmán local a sumarse a las iniciativas de ayuda.

    Yanni se preguntaba: “¿Por qué este infiel quiere dialogar?” Cuando Paulus se le acercó, tenía miedo de que pudiera convertirse así que trató de rechazarlo, pero Paulus siguió preguntando.

    Yanni dice: “Me habló de la humildad y del terremoto de Aceh; y así empecé a abrir mi corazón”.

    Los dos grupos trabajaron codo con codo en Aceh durante quince días, viviendo bajo el mismo techo. Paulus cuenta que, “empezamos a conocernos, y nos respetamos aunque seamos muy diferentes en muchas cosas. Pero eso no significa que no podamos trabajar juntos.”

    Yanni todavía lo considera a Paulus un kéfir, es decir un infiel. Pero, “Paulus es un buen kéfir. Quiero ser amigo de Paulus y quisiera dialogar.”

    Para Paulus, la construcción de la paz y la ayuda humanitaria van de la mano. MDS da respuesta a las catástrofes, construye la sostenibilidad ambiental y lleva a cabo el diálogo interreligioso. Los tres son inseparables, e incluso a veces son indistinguibles.

    La gente le pregunta cuál es el secreto de su próspera congregación y ministerio innovador y Paulus responde: “Debemos hacer la misión de Jesús, no la misión de nuestra organización o la misión de nuestra iglesia. Vivimos plenamente los valores del reino: misión, paz, verdad, justicia y amor, guiados por el Espíritu Santo.”

    Yanni dice: “Vemos el corazón del pueblo menonita. Hacen las paces humildemente, establecen buenas relaciones con otras religiones, incluso con nosotros, el Hezbollah.”

    Yanni Rusmanto ahora coloca a Paulus Hartono en una tercera categoría: un infiel bueno.

    Yanni afirma que “la paz es mejor que la violencia. El mundo está lleno de violencia, incluida la guerra. Es hora de hacer las paces juntos. Hezbollah sirve a Dios y al mundo: con Paulus, servimos al mundo. Al final, les digo a todos mis amigos menonitas de todo el mundo, que amen la paz, la humildad y la no violencia.”


    Este artículo apareció por primera vez en Correo/Courier/Courrier en Octubre de 2022.
  • Presentando a la familia global:

    Convenção Brasileira das Igrejas Evangélicas Irmãos Menonitas- Brasil (COBIM)

    Iglesia miembro de ICOMB y del CMM 

    Queremos agradecer a todos los que participaron en la Cumbre de ICOMB y Despertar en Brasil en mayo de 2022. Dios está creando un nuevo despertar en Brasil y seguramente su contribución, ya sea con su presencia o con sus oraciones está llevando a COBIM (Convención de los Hermanos Menonitas en Brasil) a un nuevo movimiento de Dios. 

    En septiembre tuvimos el Congreso Nacional de Mujeres con la participación de más de 300 mujeres de diferentes estados de Brasil. Fue visible el movimiento de Dios promoviendo la sanación, dirigiéndose al cuerpo, al alma y al espíritu. 

    Una semana después tuvimos el encuentro nacional de líderes juveniles, con el objetivo de alinear el trabajo, escuchar los desafíos de los jóvenes en las diferentes regiones de Brasil, y la integración entre los líderes y el tiempo de oración. Los líderes fueron desafiados a seguir los pasos de Jesús llevando a los jóvenes a la presencia de Dios y haciendo discípulos. 

    A mediados de octubre realizamos el Congreso Nacional de Pastores y Líderes con el tema: Este es el tiempo de Dios para nosotros. Participaron más de 170 personas. Tuvimos como oradores/líderes del propio COBIM que trataron el tema de nuestro ADN, nuestra identidad en Jesús, como pueblo de la Biblia, del Reino y de la Iglesia; es tiempo de sanación – no podemos estar espiritualmente sanos si somos emocionalmente inmaduros; es tiempo de volver al primer amor, a Dios, a los llamados y a los perdidos; es tiempo de que la iglesia se multiplique y envíe obreros a todos los estados de Brasil y del exterior. 

    Estamos profundamente bendecidos por el Señor. 

    —Paul Dück, Noticias ICOMB  


    ICOMB
    La Comunidad Internacional de Hermanos Menonitas (ICOMB) está compuesta por 22 iglesias nacionales en 19 países. ICOMB también tiene miembros asociados en más de 20 países, y todos se encuentran en diferentes puntos del camino hacia la afiliación plena. ICOMB existe para facilitar relaciones y ministerios para mejorar el testimonio y el discipulado de sus iglesias nacionales miembro – conectando, fortaleciendo y expandiendo.