Oraciones de gratitud e intercesión

  • Aleja de mí la falsedad y la mentira, y no me hagas rico ni pobre; dame sólo el pan necesario,  porque si me sobra, podría renegar de ti y decir que no te conozco; y si me falta, podría robar y ofender así tu divino nombre. (Prov. 30,8-9 DHH) 

    Cuando comencé a escribir estas palabras el Ciclón Freddy estaba causando estragos en Malawi y Mozambique. Mientras pensaba en nuestras congregaciones allí recordé las palabras que escuché de un participante en nuestra última asamblea: “El cuidado de la creación es un tema de interés para las iglesias del norte. Nosotros estamos más interesados en asuntos espirituales”. Con esa frase un líder de una de nuestras iglesias declaró su desacuerdo con que el Congreso Mundial Menonita incluyera el cuidado de la creación como un tema esencial en la Asamblea mundial del 2022. 

    Dada la realidad del cambio climático y las crisis provocadas por el mismo en los últimos años, tal afirmación me sorprendió. Los temas climáticos se han convertido en un tema más de polarización política en nuestras sociedades. En medio del miedo y la culpa, de discusiones sobre hechos y noticias falsas, ¿es posible encontrar esperanza y sanidad para un mundo dividido? ¿Podemos hablar de nuestro llamado a cuidar la creación como un tema profundamente espiritual que va más allá de la crisis climática actual? 

    Seguir las enseñanzas de las Escrituras, las disciplinas espirituales de la vida sencilla y el contentamiento han sido parte de la espiritualidad anabautista durante muchos años. Podemos recordar aquí las ideas bíblicas de vivir con lo necesario (Lucas 11,3), dejar de trabajar para descansar (Éxodo 20,10), evitar la acumulación (Lucas 12,15-21), no estresarse con respecto a las necesidades económicas (Lucas 12,22-31) y el practicar la generosidad (Lucas 18,22-25). Dichas enseñanzas bíblicas junto con otras han dado forma a las disciplinas cristianas de una vida sencilla y contentamiento durante siglos. Estas disciplinas van directamente en contra de los valores de una sociedad que desperdicia y consume excesivamente, que fomenta la búsqueda de la felicidad en las cosas materiales y que anima la acumulación egocéntrica de riqueza como medio para alcanzar la seguridad. La crisis climática que hoy amenaza con destruir nuestro planeta es principalmente el resultado de nuestro apetito voraz que consume sin saciarse y no escatima las consecuencias de una vida que siempre necesita más en su vana búsqueda de satisfacción, identidad y afirmación. 

    En nuestra tradición anabautista, el cómo vivimos nuestra vida cotidiana es un tema profundamente espiritual. Las decisiones que tomamos con respecto a nuestro estilo de vida son profundamente espirituales. Hablar de cómo afectan ambos el medio ambiente, teniendo en cuenta la invitación divina de cuidar y administrar la creación (Génesis 2,15) no es sólo espiritual; es un imperativo urgente ante las crecientes calamidades climáticas que afectan a las comunidades más vulnerables del mundo, donde, por cierto, hoy se encuentran la mayoría de nuestras congregaciones locales. 

    Estas son algunas de las razones por las que el Congreso Mundial Menonita estableció un grupo de trabajo mundial y multicultural (Grupo de Trabajo de Cuidado de la Creación) para guiar a nuestra Comunión en este asunto. Por tal motivo, en este número de Courier se abordan temas relacionados con el cuidado de la creación desde diferentes perspectivas culturales y teológicas. Por eso celebramos la creación de recursos e iniciativas como las que se muestran en el video Transmisión América Latina (mwc-cmm.org/es/resources/ transmission-2022-america-latina), donde iglesias de varios lugares comparten cómo su fe impacta su relación con la naturaleza. 

    Es mi oración que nuestra comunidad mundial crezca en el cuidado de la creación y que mi propia vida pueda desarrollar más y más las disciplinas de la vida simple y el contentamiento porque, como dijo Gandhi, necesitamos “vivir simplemente para que otros puedan simplemente vivir”. 

    — César García, secretario general del CMM, oriundo de Colombia, reside en Kitchener, Ontario, Canadá.   


  • “Mi corazón no ha dejado de latir rápido desde que escuché los testimonios anoche”, dijo Joanne Lang, integrante del comité de misiones de ‘Arnold Community Church’ B.C., Canadá. Su congregación local era una de las 29 que recibieron personas invitadas del Congreso Mundial Menonita para el culto dominical. La noche anterior fue la iteración local del 2023 de Renovación 2028, una serie de eventos que comenzaron en el 2017 para conmemorar los comienzos del movimiento anabautista. 

    En la ‘South Abbotsford Church’, el 25 de marzo del 2023, cinco personas invitadas internacionales y una persona oradora local compartieron testimonios de Jesucristo, nuestra esperanza. 

    “Estimado Congreso Mundial Menonita, ustedes son los ángeles enviados por Dios a Myanmar”, dijo Amos Chin. “Cuando tenemos depresión, nos consuelan; nos alimentan cuando tenemos hambre; ayudan cuando somos personas refugiadas, nos traen un rayo de esperanza cuando estamos con desesperanza; el mundo se olvida de nuestra condición, pero ustedes se acuerdan de nosotros”, dijo. El organizador del evento, John Roth, pronunció el discurso de Amos Chin sobre las difíciles condiciones en Myanmar porque él no recibió permiso para ingresar a Canadá. “En última instancia, Jesucristo sigue siendo nuestra esperanza”. 

    “Vivir en un condado donde los problemas son como el aire que se respira, no es fácil… pero estamos viviendo”, dijo Tigist Tesfaye de Etiopía. Ella pronunció su discurso a través de un video porque le habían negado la visa para Canadá. Ella dijo que está cansada de volver a pedir oración, “pero tenemos un Salvador que es nuestra esperanza. 

    “La esperanza nunca se perdió”, dijo José Arrais de Portugal. Las iglesias menonitas de Europa se unieron para responder a las necesidades creadas por la guerra en Ucrania. 

    “Para hablar de esperanza, tengo que empezar con la desesperación”, dijo Kkot-Ip Bae de Corea del Sur, donde el servicio militar obligatorio es forzoso. La declaración del CMM sobre la objeción de conciencia significa esperanza para las personas menonitas, dijo ella. 

    “No puedo decir cuál es el secreto para encontrar esperanza, pero creo que el Apóstol Pablo estaba en lo cierto cuando nos animó a no rendirnos”, dice Cynthia Dück de Paraguay. 

    “Estoy muy agradecida de tener una lista bastante larga para elegir desde dónde la veo [esperanza]”, dijo Ashley Rempel de Chilliwack, B.C., Canadá; persona miembro de la ‘Eden Mennonite Church’.Habló sobre cómo las personas jóvenes a quienes ella da mentoría muestran su esperanza de seguir a Jesús. 

    Debido a la lentitud en el procesamiento de las visas o a las denegaciones, al evento no solo faltaron dos de las personas oradoras, sino también cuatro personas representantes adicionales de África y uno de América Latina. Habían sido invitadas para las visitas a la iglesia y para las reuniones del Comité Ejecutivo de la próxima semana en Camp Squeah.

    «Somos uno en nuestra esperanza de que es Cristo quien se nos acerca y nos dice ‘sígueme’», dijo el presidente del CMM, Henk Stenvers, de los Países Bajos. “El CMM es el testimonio viviente de esa esperanza, que une a las personas en una comunión más allá de las fronteras de nacionalidad, color, idioma, circunstancias económicas y cultura”. 


    Vea los testimonios completos publicados en la edición solo en-línea de julio de Correo. Haga clic aquí para suscribirse. 

    2023 Renewal: Abbotsford, BC, Canada

  • Durante décadas de violencia entre estado, paramilitares y guerrillas, la Iglesia Menonita en Colombia ha estado trabajando en las regiones afectadas, acompañando a las víctimas, denunciando la violencia y llamando a la paz. Ahora se ha designado a una persona menonita para que represente al Consejo Mundial de Iglesias (CMI) en las conversaciones de paz del gobierno. 

    El proceso de paz firmado en el 2016 sigue avanzando. El nuevo presidente Gustavo Petro redactó una política de “Paz Total” para acabar con el conflicto armado, mejorar la seguridad pública en el campo y aumentar el desarrollo rural. Sus reformas incluyen varias Mesas de Diálogo entre el gobierno y el Ejército de Liberación Nacional. 

    El Consejo Mundial de Iglesias ha sido invitado a participar en ese proceso (como observador). El CMI nombró al teólogo menonita Fernando Enns de Brasil y Alemania como uno de sus representantes. 

    “Aunque las personas menonitas de Alemania y de los Países Bajos se encuentran entre las iglesias miembro más pequeñas en términos de número, la comunidad internacional de iglesias honra nuestro fuerte testimonio de ‘paz con justicia’ a lo largo de las décadas”, dice Fernando Enns. “Las personas menonitas representan un compromiso imparcial con un discipulado cristiano de consolidación de la paz y de la reconciliación sin violencia. Tenemos una gran responsabilidad aquí”. 

    Fernando Enns

    “Para nosotros es importante que el CMI participe en este proceso de ‘Paz Total’ que propone el actual gobierno en Colombia. Ya que el CMI tiene experiencia en estos acuerdos de Unidad, Justicia y Paz. Es una gran oportunidad para nuestro país y como comunidades cristianas podemos aportar a esa paz”, dice Carlos Moreno, presidente de las Iglesias Menonitas de Colombia (IMCOL). “Y es muy alentador que un anabautista sea invitado a formar parte de este proceso”. 

    “El nombramiento del erudito menonita por la paz Fernando Enns como representante del CMI es un reconocimiento de los dones teológicos y prácticos de la construcción de paz que las personas anabautista-menonitas aportan a la iglesia mundial y un reconocimiento del enorme impacto que el ministerio de Fernando ha tenido en el CMI durante varios años”, dice el secretario general del CMM, César García. 

    “Mi oración es que las personas observadoras internacionales nominadas del CMI (y las Naciones Unidas) puedan fortalecer y apoyar el compromiso de ‘paz para todas las personas’ en Colombia. Que seamos capaces de monitorear críticamente el camino de la justicia hacia una paz sostenible, para que el proceso no degenere en una reconciliación barata. Que nos mantengamos con el enfoque en las personas más vulnerables; las pobres, las marginadas, las desfavorecidas”, dice Fernando Enns. 

  • A medida que la guerra en Ucrania avanza por segundo año, los anabautistas y otros cristianos continúan orando y trabajando juntos por la paz. Durante la temporada de Cuaresma, las iglesias de todo el mundo se reunieron en línea, para un segundo servicio de oración ecuménico, para lamentar la guerra en Ucrania y por otros lugares en conflicto. Los líderes de la iglesia, incluido el secretario general del CMM, César García, ofrecieron oraciones y reflexiones. 

    En el boletín de noticias Swiss Mennonite, el editor Simon Rindlisbacher preguntó al secretario general del CMM, César García, sobre el pacifismo. Reimpreso con permiso de Konferenz der Mennoniten Der Schweiz/Conference Mennonite Suisse. 

    ¿Qué tan fuerte es la preocupación, por la guerra en Europa, de las iglesias en otros países que son parte del CMM?   

    La Guerra es un tema de preocupación en muchos lugares, después de todo, tiene también implicaciones globales. La gente se preocupa por la amenaza de una guerra nuclear y se ve afectada por la inflación que ha causado la guerra. 

    En países de África o América del sur, esto se ha convertido en una carga adicional junto con la pandemia.  

    También hable con personas que decían: la guerra es terrible, por supuesto, pero no es la única en el mundo. Otros conflictos igualmente terribles no están recibiendo la misma atención en Europa en este momento. 

    Estoy pensando, por ejemplo, en la situación en Myanmar, El Congo o Eritrea, pero también en Colombia o América del sur en general. Algunos de estos países han estado envueltos en conflictos durante años, la gente y las iglesias allí están sufriendo, así que creo, que es importante que no los olvidemos por la guerra en Ucrania.  

    Los menonitas a veces son acusados ‚Äã‚Äãde irresponsabilidad, incluso por otras iglesias. Ante una guerra, ¿es adecuado seguir adhiriendo el pacifismo y la no violencia? 

    Esta pregunta surge en cualquier conflicto violento, y es más fácil pensar en ella cuando uno no está directamente involucrado. Creo que, con el pacifismo, es importante que nos quedemos completamente con nosotros mismos, no podemos exigir una actitud pacifista a los demás, sino solo a nosotros mismos. 

    Siempre podemos preguntarnos: ¿qué hago cuando estoy bajo un ataque violento? Por supuesto, la respuesta es difícil si nunca he estado en una situación así, y tal vez yo reaccionaría con violencia, eso es demasiado humano. Sin embargo, puedo aferrarme a la idea de que, para mí, básicamente, el camino no violento es el camino correcto. 

    ¿Y es esto lo que deberíamos hacer? 

    Como cristianos, el pacifismo y la actitud pacifista es nuestra vocación. Desde mi punto de vista, algo así como un cristiano partidario de la guerra es una contradicción en términos. Pero incluso si estamos llamados al pacifismo, en última instancia, no podemos dar una respuesta pacifista por nuestra cuenta, si queremos hacer la paz, como lo hizo Jesús, dependemos del apoyo de una comunidad eclesial y del poder del Espíritu Santo. 

    Cuando se produce la paz, siempre es un milagro, así que podemos permitir que Dios obre a través de nosotros y nos ayude a responder como lo hizo Jesús sin violencia. 

    Desde su perspectiva, ¿cómo deberíamos nosotros, como menonitas e iglesias de paz en Europa, responder a la guerra en Ucrania? 

    No hay una respuesta universal para esto, cada conflicto es diferente y tiene lugar en diferente contexto cada vez. Pero una cosa que las iglesias siempre pueden hacer cuando se enfrentan a la violencia es desarrollar formas creativas para enfrentarla en un proceso colaborativo.  

    El pacifismo no significa ser un espectador, ser pacifista significa resistir y hacer algo con respecto a la violencia. Hay muchos ejemplos en la historia de que la resistencia no violenta funciona. 

    ¿Usted en cuáles piensa? 

    Recuerdan a Martin Luther King Jr., o al sacerdote André Trocmé que con su congregación escondió a los judíos de la persecución nazi. Estas personas encontraron formas no violentas, creativas y efectivas de resistir a la violencia. 

    A veces me pregunto: ¿qué hubiera pasado si el pueblo de Ucrania hubiera decidido no resistir con la fuerza de las armas? ¿Si hubieran dicho: “Aquí, toma nuestra tierra sin derramamiento de sangre”, ¿pero luego se hubieran enfrentado al poder ocupante con desobediencia civil? ¿Habría sido peor que lo que está pasando ahora el pueblo de Ucrania? ¿Todas las muertes, la destrucción? No lo sé. 

    La fuerza de las armas y la guerra es siempre una respuesta fácil, pero la no violencia es mucho más complicada y requiere mucha creatividad, pero es posible. 

    Viene de Colombia, un país donde el conflicto armado es tristemente una realidad cotidiana. ¿Qué podemos aprender de los menonitas en Colombia? 

    César García

    En primer lugar, es importante entender que el trabajo por la paz es el trabajo de generaciones. Puede involucrarse como una sola persona, pero es posible que no experimente los frutos de sus esfuerzos. 

    Colombia ha experimentado mucha violencia en los últimos 250 años. Las iglesias menonitas comenzaron el trabajo por la paz hace 70 años y todavía continúa. Nuestra actitud es: no somos pacifistas por lo que produce nuestro compromiso, sino porque es nuestra vocación de cristianos; por lo que Dios está haciendo en nosotros, a través de nosotros e impulsados ‚Äã‚Äãpor la esperanza cristiana de que un mundo de paz es posible. 

    ¿Cómo es su trabajo por la paz en términos concretos? 

    Es muy multifacético, básicamente, el objetivo es promover una cultura de paz en Colombia y establecer un estilo de vida pacifista. Con este fin, algunas iglesias menonitas trabajan con las escuelas, por ejemplo, mostrándoles cómo enseñar a los niños a resolver conflictos de manera pacífica y saludable. 

    Otras iglesias entrenan líderes en negocios, les muestran cómo lidiar con los conflictos en el lugar de trabajo. 

    En Colombia, la violencia dentro de las familias también es un gran problema, por eso, otras iglesias menonitas trabajan con familias y les muestran cómo resolver conflictos sin violencia. De esta manera traemos ideas de cómo hacer la paz en la vida cotidiana de las personas. 

    ¿Está involucrado a nivel político? 

    Sí, por ejemplo, estamos haciendo campaña para que la gente no tenga que hacer el servicio militar. Hemos hecho propuestas al gobierno sobre cómo podría ser un servicio civil alternativo. 

    También hemos participado en manifestaciones contra el uso de la fuerza, propuestas y leyes que obstaculizan el camino de la paz. 

    Y también hay iglesias que se han negado a pagar impuestos que financiarían medidas violentas del gobierno. 

    ¿También se acerca directamente a las facciones armadas, como los ejércitos ilegales o las bandas de narcotraficantes? 

    Lo hemos hecho, aunque es muy arriesgado. Varias veces, los líderes de las congregaciones menonitas han tratado de hablar con los grupos armados sobre sus diferencias, el objetivo en cada caso ha sido mostrarles formas de resolver sus conflictos de forma pacífica. 

    Activistas por la paz ya han perdido la vida en el proceso, porque tan pronto como hablas con una de las partes en un conflicto, la otra puede verte como un enemigo. Pero también hemos tenido muy buenas experiencias y hemos guiado a las partes en conflicto a una forma de vida más pacífica. 

    Por cierto, también es importante que no solo nos centremos en prevenir la violencia, sino también en cuidar a las víctimas de la violencia. 

    ¿Qué hacen por las víctimas?  

    Para las víctimas de la violencia, ofrecemos consejería y programas de sanación del trauma. Por ejemplo, si ellos han perdido a seres querido o sus posesiones, apoyamos a las personas que huyen de la violencia. Estamos hablando de varios miles. Les ayudamos a salir del país si esa es la mejor solución y si pueden quedarse, los apoyamos con dinero, vivienda, trabajo y mucho más. 

    Este trabajo también contribuye a una cultura de paz a largo plazo. 

    De todos estos ejemplos, ¿cuál cree que es más probable que se implemente en Europa? 

    También en la vida diaria necesitamos la capacidad de manejar los conflictos de una manera sana y pacífica. 

    En mi opinión, es una de las tareas de las iglesias practicar esto y así formar la no violencia como estilo de vida. Si tú tienes éxito en esto, es más probable que sepas cómo reaccionar de manera creativa y no violenta a la guerra. Si solo piensas en las posibilidades de resolución pacífica de conflictos cuando estallan las guerras, es mucho más difícil ver tales posibilidades. 

    ‚ÄîEste artículo se reimprimió con permiso del boletín de noticias Swiss Mennonite 

  • ¿Qué tienen en común la cocina y el diseño gráfico? Para Adi Nugroho, nunca se trató de dominar ninguna de estas habilidades. Las habilidades técnicas son simplemente el telón de fondo para desarrollar herramientas emocionales y crear un espacio para la conexión, incluso entre culturas. 

    Cuando se le preguntó a la madre anfitriona de Adi, Angela Opimi, si le gustaría abrir su casa a una persona participante del programa ¡YAMEN! (Red de Intercambio de Jóvenes Anabautistas Menonitas), al principio se mostró reacia. Ángela ha estado vinculada a la iglesia menonita durante años y ahora se desempeña como vicepresidenta de la Iglesia Evangélica Menonita Boliviana (IEMB) y es integrante de la Comisión de Diáconos del Congreso Mundial Menonita. Pero a pesar de esos fuertes lazos con la iglesia, tener a alguien viviendo en su casa se sintió como un gran paso. Su mayor miedo en relación a ser una persona anfitriona: preparar comida. 

    Ella recuerda haberle dicho a Adi Nugroho sobre sus miedos en torno a la cocina cuando él llegó por primera vez. Él le aseguró que, “mientras haya arroz para cocinar, estaré bien”. 

    Para sorpresa de Angela Opimi, la cocina se ha convertido en un lugar donde construyen una amistad, comparten bromas y, para Adi Nugruho, aprende un nuevo idioma. Al principio, no sabía nada de español, por lo que las palabras que tenían para comunicarse eran limitadas. Pero en la cocina, creció su relación con su madre anfitriona y su comodidad con el Español. 

    Cuando Adi Nugroho escuchó acerca de ¡YAMEN!, un término de servicio de un año para personas jóvenes adultas fuera de Canadá y los EE. UU. que brinda la oportunidad de aprender, servir y crecer en otro país, él supo que ir a Bolivia sería diferente a su país de origen en Indonesia. 

    La Red de Intercambio anabautista-menonita para Jóvenes (¡YAMEN!) es un programa conjunto entre el Congreso Mundial Menonita y el Comité Central Menonita. 

    Adi Nugroho llegó a Bolivia con apertura para ver cómo su experiencia en diseño gráfico podría usarse en Talita Cumi, un hogar para niños, niñas y jóvenes huérfanos y en riesgo. Talita Cumi cuenta con el apoyo de dos iglesias, Iglesia de la Restauración ‘Restoration Church’ y la Igesia de la Trinidad ‘Trinity Church’, las cuales ayudan a brindar apoyo espiritual y actividades para los niños y niñas. 

    Para las personas jóvenes traumatizadas, cualidades como la gestión del tiempo, la paciencia y el trabajo en equipo a menudo han quedado relegadas a otras prioridades familiares. Después de algunos meses de construir relaciones con los niños y niñas, Adi se dio cuenta de que si bien enseñar una habilidad difícil como el diseño gráfico sería divertido, también podría ser una oportunidad para enseñar el desarrollo emocional de manera indirecta. 

    Adi Nugroho usa el ejemplo de desarrollar confianza; explica que muchos niños y niñas no tienen mucha confianza en sus habilidades. Pueden dibujar algo en su clase, pero rápidamente hacen garabatos encima si alguien lo mira. Pero una vez que ven sus propios carteles colgados en los pasillos de Talita Cumi, piensan: “¡guau, este es mi proyecto!” Genera confianza. Podrían pensar “oh, tal vez pueda hacer más”. Pueden imaginar un futuro que no podían imaginar antes. 

    Su experiencia con ¡YAMEN! ha llevado a Adi Nugroho a practicar las habilidades emocionales que está enseñando. 

    “Cuando llegué aquí por primera vez, todo era difícil, era difícil adaptarse a la cultura y el idioma hacía que todo fuera más difícil”. El arroz, un alimento básico en Indonesia, se preparaba de manera diferente en Bolivia. Pero después de un largo día, Adi Nugroho y Angela Opimi se reunían en la cocina para preparar una comida sencilla. Él compartió algunas de sus recetas favoritas de Indonesia y ella compartió platos bolivianos fáciles. 

    Mientras él desarrolla habilidades durante su tiempo de cocina con Angela Opimi, Adi Nugroho también está ampliando sus ideas sobre cómo se pueden preparar los alimentos y construyendo una relación en el camino. 

    Angela Opimi dice: “Disfruto pasar tiempo con él en la cocina porque no solo espera a que aparezca la comida. Él dice, ‘hagámoslo juntos y así podemos hacerlo más rápido’. Sigo siendo una persona independiente, pero él no es un extraño en mi casa, es más como un sobrino”. 

    Tal vez Adi Nugroho y Angela Opimi no se conviertan en maestros chefs. Tal vez los niños y niñas de Talita Cumi no quieran seguir en una carrera con diseño gráfico. Pero las herramientas emocionales que llevan consigo cuando interactúan con otras personas y culturas durarán toda la vida. 

    —Un comunicado conjunto del Congreso Mundial Menonita y del Comité Central Menonita. Escrito por Rachel Watson, facilitadora de comunicaciones y apoyo a programas del Comité Central Menonita en Bolivia.


    Participantes de YAMEN 2022-2023 

    Nombre  País de origen  País de Asignación  Iglesia a la cual pertenece 
    *indica que la iglesia es miembro del CMM
    Emilia Macono Guzman  Bolivia México Iglesia Evangélica Menonita Sinaí  (IEMB) *
    Uziel Zambrana Hurtado  Bolivia Colombia Iglesia Evangélica Menonita de Smyrna*
    Sina Dy Camboya Kenia Community of Changed Hearts Church 
    Sokvoleak Chum  Camboya Uganda Tumnup Tek Khmer Evangelical Church 
    Sovanich Chhoun  Camboya Nicaragua  Nation Church Phnom Penh 
    Lilibeth Guzman Macea  Colombia Honduras Communidad Menonita Nueva Vida en Cristo Jesus 
    Nidia Marleny Linares Martinez  El Salvador México Mennonite Evangelical Church of El Salvador* 
    Esther Abigail Aguilar Velasquez  Honduras Bolivia  Iglesia Evangélica Menonita de Santa Rosa de Copan 
    Eve Franklin  India Kenia Mennonite Church Durg (MCI, Dhamtari)* 
    Mahima Tandi  India Uganda  Bethlehem Mennonite Church Memra Pithora (BGCMC)* 
    Shepher Sona  India Camboya Hebron Mennonite Church (BGCMC)* 
    Cahya Putri Wulansari  Indonesia Ruanda  GITJ Kelet* 
    Johana Christianti  Indonesia Burkina Faso  GKMI Bogor* 
    Setyawan “Adi” Nugroho  Indonesia Bolivia  GKMI Kudus*
    Rael Kiptoo  Kenia Uganda  Shalom Mennonite Church 
    Sarah Pariken  Kenia Camboya Dominion Chapel International Ministries 
    Febe Daniella Madirgal Salgado  Nicaragua Guatemala  Fuente de Vida (Convención de Iglesias Menonitas)* 
    Melania Elizabeth Chaparro  Paraguay Honduras  Dulce Refugio 
    Monika Warkentin  Alemania/Paraguay Palestina y Israel Iglesia Hermanos Menonitas Concordia (AHM)* 
    Denise Dushime  Ruanda India  Gatenga Evangelical Friends Church 
    Yejin Kim Corea del Sur Bolivia  Jesus Heart Church 
    Sondobi “Daniel” Chacha Sondobi  Tanzania Camboya KMT Bukiroba*  
    Ladia Zulu  Zambia Camboya Baptist Community Church 
    La Red de Intercambio anabautista‚Äì menonita para Jóvenes (¡YAMEN!) es un programa conjunto entre el Congreso Mundial Menonita y el Comité Central Menonita. Enfatiza la expansión del compañerismo entre las iglesias de la tradición anabautista y el desarrollo de los jóvenes líderes alrededor del mundo. Los participantes pasan un año en una asignación intercultural que empieza en agosto y termina el siguiente julio.  
  • Una noticia alentadora sobre el cuidado de la creación es que hay un número cada vez mayor de buenas organizaciones y sitios web con excelentes recursos. 

    El Grupo de Trabajo de Cuidado de la Creación del CMM recomienda especialmente los siguientes sitios como punto de partida para investigar los recursos disponibles: 

    La Red Menonita de Cuidado de la Creación y la organización Anabaptist Climate Collaborative tienen su sede en América del Norte, pero tienen recursos que son relevantes para todos los lugares del mundo. 

    La Red Menonita de Cuidado de la Creación

    Anabaptist Climate Collaborative

    Para conocer más sobre organizaciones de cuidado de la creación desde una perspectiva de fe, consulte la red de cuidado de la creación de The Lausanne Movement, A Rocha International, y  Faith for Earth.

    Lausanne Movement

    A Rocha

    Faith for Earth

    El Proyecto de Reducción (Drawdown Project), y el Proyecto Regeneración (Project Regeneration) son buenas fuentes para una variedad de soluciones prácticas climáticas y de sostenibilidad. 

    Drawdown Project

    Project Regeneration

    Escanee aquí para encontrar todos los enlaces 

    English

     

    Español

     

    Français

     


  • “El Señor atiende al clamor del hombre honrado, y lo libra de todas sus angustias. El Señor está cerca, para salvar a los que tienen el corazón hecho pedazos y han perdido la esperanza.” (Salmo 34,17-18) 

    Señor, en tu misericordia, ¡escucha nuestro clamor! 

    El 30 de marzo del 2023, el bombardeo aéreo militar de un pueblo en el estado de Chin en Myanmar mató de una docena de habitantes, incluidas varios miembros de la iglesia Bíblica Misionera, que es miembro del CMM y las dos hijas del pastor. Muchos aldeanos resultaron gravemente heridos, incluyendo al pastor local. Oremos por consuelo para los afectados. Oremos porque se ponga fin a la violencia. 

    El Espíritu de Jesús nos llena de poder para confiar en Dios en todos los aspectos de la vida, de manera que lleguemos a ser hacedores de paz que renunciamos a la violencia, amamos a nuestros enemigos, procuramos justicia, y compartimos nuestras posesiones con los necesitados. —Convicciones Compartidas 5 


    Carta pastoral para la iglesia en Myanmar

     

  • Francia

    “Felices aquellos a quienes escoges y los llevas a vivir cerca de ti, en las habitaciones de tu templo.” (Salmos 65,4 DHH)

    La “pausa para orar” de la congregación menonita de Châtenay-Malabry (París, Francia), surgió como parte de los preparativos para la Semana Santa de marzo/abril de 2021, en medio de la pandemia del COVID-19. Fue iniciada por nuestra ex pastora Silvie Hege, cuya modalidad era la siguiente: una reunión semanal de una hora durante la hora de almuerzo, de 12:30 hs. a 13:30 hs., por medio de Zoom. Este encuentro virtual se llevaría a cabo todos los viernes. desde el inicio de la Cuaresma hasta la Pascua.

    Hacer una pausa

    Fue una oportunidad para hacer una pausa en nuestra jornada y en nuestra semana, para renovarnos y ser llenos del Espíritu, para caminar con Jesús. Fue un momento para ayunar para quienes así lo deseaban, un momento reservado solo para nosotros, un momento para compartir. La pausa para orar nos permitió realmente sentirnos cerca de Jesús en este momento y cerca unos de otros, unidos por el sacrificio de Jesucristo en la cruz.

    Cuando terminó la Pascua de 2021, nos fue imposible concluir esta cita divina, este encuentro semanal con el Padre que tanto bien nos hace.

    Entonces asumí la responsabilidad de dirigir este momento de oración, que continúa hasta el día de hoy –incluso durante las vacaciones–, turnándonos si es necesario para guiar las oraciones.

    Aunque por conveniencia se cambió el día de los viernes a los miércoles, hemos mantenido el principio original: hacer una pausa a la hora del almuerzo (de aproximadamente una hora y quince minutos) para estar con nuestro Señor, descansar en Su santa presencia y mediar en la brecha.1

    Alabanza, adoración y agradecimiento

    Durante nuestros encuentros, la lectura de al menos un pasaje bíblico nos permite contemplar a nuestro Dios y orar basándonos en su Palabra. Entonces alabamos y adoramos a Dios, agradeciendo e intercediendo por el mundo, por las peticiones de oración compartidas en nuestra iglesia de Châtenay-Malabry y en este grupo de oración.

    Todos los miembros de la iglesia son bienvenidos. El enlace para conectarse es recordado y compartido cada semana a través de los diferentes canales de comunicación de la iglesia. El número de participantes no es muy grande, pero las bendiciones de Dios inmensas; muchas oraciones han sido respondidas.

    Hay un número reducido de personas que asisten fielmente a las reuniones, lo que las convierte en un espacio privilegiado donde se establece la confianza, permitiéndonos compartir temas de oración que no siempre podemos expresar los domingos frente a toda la congregación.

    Cada tanto, tenemos la alegría de contar con la presencia inesperada de alguien a quien el Espíritu Santo ha guiado para vincularse, a veces de manera muy particular.

    Esta “pausa” nos ha permitido ver tantas respuestas y tantas señales de Dios, que ha reforzado la idea de que Él ha estado presente con nosotros en todo este tiempo.

    Cada encuentro es un verdadero momento de renovación. Ya sean dos, cuatro o seis personas conectadas, nos sentimos privilegiados de poder participar de este momento de oración, como está escrito en el Salmo 65,4.

    Una restricción que resultó ser un beneficio

    La idea de este momento de oración virtual a través de Zoom, probablemente no hubiera surgido sin el COVID-19. Este modo de encuentro que inicialmente podríamos haber considerado como una restricción, un obstáculo, resultó ser una verdadera ventaja porque así podíamos participar dondequiera que estuviéramos: desde la casa, la oficina, nuestro lugar de vacaciones, con la única condición de tener acceso a una conexión a internet. Dios verdaderamente hace que todas las cosas obren para el bien de quienes le aman.

    En nuestra asamblea local, la pausa para orar es la única reunión semanal aparte del culto. Damos gloria a Dios verdaderamente por esta oportunidad adicional de comunión fraternal y por todo lo que hemos vivido desde el principio durante estos tiempos plenos de bendiciones.

    Las dificultades son grandes, pero quisiéramos seguir mediando en la brecha, para que el Señor actúe en las naciones, en nuestras vidas, en todas las situaciones que atravesemos, a fin de que podamos ver la manifestación de la gloria de Dios.

    —Nicole Djuissi, miembro del equipo pastoral, líder de las reuniones virtuales de oración y también de un grupo que se reúne en casas. Trabaja como gerente de proyectos digitales. Tiene dos hijos de 13 y 17 años.

    1Salmo 106,23; Ezequiel 22,30, Isaias 11-12


    Correo Febrero 2023  

  • Canadá

    Las Escrituras cobran vida de manera nueva cuando las leemos a cielo abierto.

    Frases como, “el cielo proclama la gloria de Dios” (Salmos 19,1), “todos los árboles del campo aplaudirán” (Isaías 55,12) y “pero que fluya como agua la justicia” (Amós 5,24), adquieren un significado más profundo cuando reflexionamos sobre la creación como participantes en la alabanza o heraldos de la sabiduría de Dios.

    Igualmente, Jesús enseñó al aire libre. A menudo se refería al entorno natural (agua, vides, rocas, pájaros, flores, etc.) para brindar una perspectiva sobre su ministerio y el reino de Dios.

    El Espíritu de Dios está continuamente activo en el mundo que nos rodea. Dios se esconde a la vista de todos, y en Burning Bush estamos afinando nuestros sentidos para ser más conscientes de la presencia viva y la inspiración de Dios entre nosotros.

    Reunidos y arraigados

    La Iglesia Burning Bush Forest tuvo sus comienzos en una epifanía inesperada a fines de 2014. Se recibió una semilla de inspiración, se plantó, permaneció inactiva por un tiempo, luego germinó y echó raíces en nuestro primer culto oficial en marzo de 2016. La idea básica que fundamenta quiénes somos y lo que hacemos es que adoramos al aire libre, todo el año, no solo en medio de la creación, ¡sino con la creación! Nos comprometemos con la tierra de Dios como nuestro lugar de culto, como una extensión de nuestra comunidad de creyentes, y como uno de nuestros líderes de adoración.

    Este tipo de culto, invitando a las personas al aire libre a conectarse con el Creador y la creación, parece resonar en muchas personas en una era de diversas crisis ambientales.

    Nuestras reuniones son generalmente pequeñas e íntimas (generalmente entre diez y treinta personas).

    A medida que nos vamos arraigando, nos integramos de cuerpo entero en el lugar donde estamos reunidos, por medio de nuestros sentidos.

    Nuestras reuniones incluyen las Escrituras y la oración, pero no un sermón tradicional. A los participantes se les da tiempo para “recorrer y reflexionar” (generalmente treinta minutos), procurando prestar atención al modo en que perciben la presencia de Dios, que se “expresa” de una variedad de formas.

    Hay tiempo para compartir en ronda.

    Los niños tienen la libertad de explorar y dar rienda suelta a su curiosidad, y participar junto con sus padres y toda la comunidad. Se valoran sus ideas que, a menudo, son profundas.

    En última instancia, adorar al aire libre nos ayuda a tener un sentido más profundo de pertenencia a la “comunidad de la creación” de Dios. A lo largo de los años, nos hemos reunido en diferentes parques públicos de la ciudad. Elegimos como punto principal uno con arroyo y un bosque nativo. Al regresar siempre al mismo lugar, hemos aprendido a conocer los nombres y características de los árboles, las plantas, los pájaros, animales e insectos que nos rodean. Nos hemos visto inmersos en los ritmos de las estaciones a medida que se manifiestan. Hemos aprendido sobre el desapego, la abundancia, interdependencia, muerte, renovación y resurrección, todo inscrito en la creación para que lo veamos.

    Modelo práctico

    Como ya teníamos un modelo bien establecido de reunirnos deliberadamente al aire libre durante varios años antes de que llegara la pandemia de COVID-19, no sentimos las restricciones tan dramáticamente como otras congregaciones que tuvieron que cerrar las puertas de sus edificios por un tiempo.

    Pudimos continuar nuestros cultos con solo algunos ajustes menores, como usar una herramienta de registro en línea (Eventbrite) para pedirles a los participantes que se inscribieran con anticipación. Esto nos permitió mantenernos dentro de los límites permitidos de participantes en cada reunión y, en caso de que fuera necesario, tener información de contacto. También mejoramos nuestro boletín electrónico, agregando más recursos para el compromiso personal y crecimiento espiritual en casa.

    En Burning Bush, no decidimos experimentar con la adoración simplemente para ofrecer algo nuevo y diferente, o para descubrir cómo comportarnos en otro contexto. Seguimos la guía de Dios para volver a vincular el corazón, la mente y el alma con la amada comunidad de la creación, lo cual es algo nuevo y a la vez antiguo. Ha sido un camino de renovación y transformación, enraizándonos en la gran visión de Dios de shalom para toda la creación.

    —Wendy Janzen, pastora de Burning Bush Forest Church e integrante del equipo ministerial de Mennonite Church Eastern Canada; el ministerio de Wendy se caracteriza por inspirar y motivar a cuidar el medioambiente. Reside en Kitchener, Ontario, Canadá.


    Correo Febrero 2023  

  • República Democrática del Congo

    Gloria sea dada a nuestro Señor y Salvador Jesucristo por sus buenas acciones. Por la gracia de Dios, en el Congo la pandemia ha sido menos cruel que en otras latitudes. Entonces, más allá de las lecciones de higiene impartidas regularmente a la población por las autoridades político-administrativas y sanitarias, no hubo nada que vinculara a largo plazo la pandemia con el culto.

    Ante la severidad de las medidas sanitarias, ningún tipo de reunión era posible. Sin embargo, se invitaba a los cristianos a reunirse en sus respectivos hogares y algunos líderes visitaban a los fieles y oraban con ellos.

    Durante la pandemia se nos pidió que redujéramos la duración del culto para evitar los contagios, y esta práctica continúa hasta ahora.

    Para darles la bienvenida a los visitantes solíamos darles abrazos, pero con la llegada de la pandemia esta práctica fue abolida. Ya no abrazamos a los visitantes. Al final de cada culto, teníamos la costumbre de darnos la mano entre hermanos y hermanas, pero esto ya no se hace. Estas no son mejoras, sino solo cosas que han cambiado.

    Con las medidas sanitarias promulgadas por el gobierno, particularmente el cierre de iglesias y la prohibición de reuniones, el contacto entre los niños era inexistente. Esto afectó mucho las relaciones entre los fieles y debilitó considerablemente la comunión fraternal. (Hay que aclarar que dicha situación duró únicamente unos cinco o seis meses.)

    Lo que más nos hizo falta en nuestro culto durante la pandemia fue la imposibilidad de reunirse de los hijos de Dios y sus consecuencias, como la ausencia de intercambio espiritual y material, y no poder ofrendar a Dios.

    La CEM celebra el Domingo de la Fraternidad Anabautista Mundial con bombos y platillos durante un gran culto dominical que reunió a trece parroquias en el distrito de Mbujimayi. Foto: Jean Felix Cimbalanga

    Al haber sido alteradas todas las actividades de los miembros, lo único que era posible para los fieles era la intercesión. En efecto, los hijos de Dios que se habían acostumbrado a reunirse para la oración en familia, oraron por los demás y por el fin de la pandemia. Cuando se levantaron las medidas restrictivas, todas las actividades de la iglesia se reanudaron normalmente.

    Es importante enfatizar que, aunque la pandemia fue grave y peligrosa, nuestra comunidad no fue afectada o sacudida hasta el punto de impactar negativamente en la organización del culto. Agradecemos al CMM por haber brindado a nuestras comunidades, a través de la Misión Intermenonita de África (AIMM en inglés), la posibilidad de informar a sus miembros sobre el COVID 19 y las actitudes a adoptar para evitarlo.

    Durante nuestros cultos de alabanza, la pandemia nos ayudó a comprender mejor la vulnerabilidad humana y confiar siempre en Dios. Aunque ya lo hacíamos antes de la pandemia, ahora se ha reforzado con la pandemia y somos más conscientes de la necesidad de orar por la sanación de los demás.

    Gracia y paz del Señor.

    — Pastor Jean Félix Cimbalanga, presidente de la Comunidad Evangélica Menonita (CEM). Felo Gracia, miembro del Concilio General de la Comunidad de Iglesias de los Hermanos Menonita del Congo (CEFMC). Ambos líderes contribuyeron sus reflexiones a este artículo.


    Correo Febrero 2023  

  • Corea del Sur

    Corea del Sur tuvo mucho éxito al responder a la pandemia, especialmente durante las primeras etapas. El virus fue contenido y las tasas de mortalidad fueron bajas, aunque el gobierno se abstuvo de emitir medidas drásticas como confinamientos o cierres de negocios.

    Sin embargo, la comunidad protestante fue muy criticada en Corea por su conducta durante los primeros días de la pandemia. Tradicionalmente, una iglesia surcoreana realiza en promedio alrededor de diez cultos por la semana. Las iglesias coreanas le dan mucha importancia al culto presencial público, lo cual hizo que la pandemia del COVID-19 fuera particularmente difícil. Muchas reuniones presenciales continuaron abiertamente o en secreto. Los videos de cristianos infringiendo los códigos de salud pública e ignorando los datos científicos en nombre de la “fe” se volvieron virales. Ya en la década pasada el público consideraba que la iglesia de Corea del Sur era egoísta y ultraconservadora, lo cual llevó a la gente a pensar que era perjudicial para la sociedad.

    Las megaiglesias pudieron prepararse para los cultos virtuales. Con abundantes recursos, crearon modalidades de adoración en línea que eran aun más sistemáticas que los formatos no virtuales y llegan a más personas que antes. Pero para las iglesias pequeñas y medianas que dependen de las reuniones en persona, una gran parte de sus congregaciones no regresó a los bancos.

    Iglesia Menonita Paz y Gozo

    La Iglesia Menonita Paz y Gozo está ubicada en la zona rural de una pequeña ciudad llamada Nonsan, en el centro de Corea del Sur. El lugar está un poco aislado y la mayoría de la congregación vive en los alrededores de la iglesia o en los pueblos cercanos.

    Nuestro culto dominical tuvo que llevarse a cabo en línea durante unos meses al comienzo de la pandemia, y luego de manera presencial con restricciones: no comer juntos; usar mascarillas; distanciamiento en los asientos, etc., cumpliendo las normas gubernamentales. Los hermanos y hermanas que vivían en los alrededores tenían que trabajar y comer juntos incluso entre semana; por lo tanto, se seguían reuniendo pero tomaron medidas para limitar el contacto con el mundo exterior tanto como fuera posible.

    Al ingresar a la “nueva normalidad” después de la pandemia, la mayoría de las iglesias coreanas han reclamado la “reactivación del culto presencial”. En la Iglesia Menonita Paz y Gozo, todos tenemos un sentido de pertenencia y solidaridad sin importar dónde estemos. La cuestión de que si el culto presencial es la manera “verdadera” de adorar no fue un problema tan grande para nosotros. Cuando nos tuvimos que reunir en línea debido a las circunstancias, simplemente discutimos cómo podíamos servir a los más necesitados.

    Por ejemplo, cuando tuvimos casos confirmados entre nosotros o en nuestro pueblo, poníamos los suministros y alimentos necesarios frente a la puerta de las personas que estaban en cuarentena. También comenzamos a grabar los cultos de la iglesia y a subirlos al grupo SNS (servicio de redes sociales) de la iglesia. Queríamos compartir la Palabra y darle continuidad al contexto congregacional para los hermanos y hermanas que no podían asistir al culto. La reunión semanal de todos los miembros donde se discuten y deciden todos los asuntos de la iglesia se lleva a cabo en línea durante la semana.

    La verdadera adoración

    Incluso cuando uno está completamente aislado del mundo entero, aun así se puede adorar a Dios a solas. Los encuentros más significativos de Abraham y Jacob con Dios tuvieron lugar cuando ambos estaban solos.

    La Iglesia Menonita revela su fe en Dios a través de las relaciones que fomenta con sus hermanos, hermanas y vecinos; por lo tanto, la comunidad eclesial es de suma importancia. Sin embargo, el COVID-19 no es un fenómeno único. La codicia humana es cada vez mayor y toda la creación sufrirá.

    Pero incluso entonces, no hay razón para temer o desesperarse. No trataremos de huir de la adoración, ni de soltarnos el cordón de tres hilos con el que Jesús nos ató, sean cual sean las circunstancias. Si los domingos ya no están disponibles para adorar, simplemente adoraremos otro día. No buscamos excusas para no adorar, sino que buscamos diferentes maneras de hacerlo.

    La Iglesia Menonita Paz y Gozo procura asegurarse de que la voz de todos se escuche en el culto de nuestra iglesia. En lugar de un sermón, el facilitador invita a todos a compartir sus puntos de vista sobre la Palabra de Dios (los miembros se turnan para desempeñar dicho papel). Durante la semana se comparten versículos bíblicos, preguntas y comentarios relacionados con el texto para que los hermanos y hermanas que participen en el culto puedan preparar su reflexión e interpretación. La adoración está llena de vida y cada vez más personas están dando los pasos necesarios para convertirse en miembros plenos de la iglesia. Está la posibilidad de que cada persona aporte al esfuerzo de la congregación de poner a Jesús en el centro de la paz y la reconciliación, de una manera menos autoritaria y más comunitaria.

    No estamos a la espera del culto de la iglesia porque es cuando y donde nos encontramos con Dios: estamos a la espera para que podamos escuchar las historias de cómo nuestros hermanos y hermanas han encontrado a Dios en sus vidas. ¡Cuán precioso es el momento en que vemos cómo se iluminan los rostros de los demás al compartir nuestras historias de acción de gracias! ¡Cuán precioso es el momento cuando cantamos al unísono las mismas canciones de alabanza! ¡Cuán precioso es el momento en que todos o cualquiera de nosotros ofrece la oración común que refleja nuestra fe comunitaria! ¡Gracias a Dios que tenemos a nuestros hermanos y hermanas en la fe!

    Las pandemias tienen sus raíces en la codicia humana y, por lo tanto, pueden regresar en cualquier momento y de cualquier forma. No sabemos qué destrucción podrían generar los deseos descontrolados de la humanidad, pero la Iglesia Menonita Paz y Gozo seguirá el camino hacia una comunidad de paz, donde amemos a nuestros hermanos y hermanas y pongamos a Jesús en el centro.

    Las mismas preguntas que la gente plantea en Juan 4:20-23, se escuchan en la iglesia hoy día: “Nuestros antepasados adoraron aquí, pero ustedes dicen…” El lugar y el formato no son importantes. Las respuestas de Jesús son las mismas, en aquel entonces y aun ahora: “los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad”.

    — Yongha Bae, secretario general de la Iglesia Menonita de Corea del Sur. Este artículo fue traducido del coreano al inglés por Hakjoon (Joe) Ko.


    Correo Febrero 2023  

  • Petición urgente de oración

    “Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza; nuestra ayuda en momentos de angustia” (Salmo 46,2). 

    Oremos por los miembros de la iglesia anabautista-menonita en Malawi y Mozambique que se han visto afectados por el ciclón Freddy, una tormenta tropical de duración excepcionalmente larga que azotó la región durante más de cinco semanas con fuertes lluvias y vientos. 

    En Malawi, el agua arrasó con las casas, carreteras, postes de electricidad y puentes. Los miembros de la Iglesia Hermanos en Cristo de los distritos de Blantyre, Phalombe y Mulanje están desplazados: las condiciones de hacinamiento, la falta de alimentos y la falta de instalaciones sanitarias amenazan con empeorar el brote de cólera. 

    En Mozambique, las casas derrumbadas obligan a las personas en Milange, Tete y Mocuba a refugiarse en las instalaciones de la iglesia de los Hermanos en Cristo o en las escuelas locales. 

    Las instalaciones de la iglesia se han derrumbado en Tete y Alto Mulocoe y la casa del pastor del distrito se derrumbó en el distrito de Sena. 

    “Les pedimos que continúen orando por nosotros. Dios está a cargo de nuestras vidas”, expresa Mubecane Filipe Manharage, obispo nacional de la Iglesia de los Hermanos en Cristo en Mozambique. 

    El Espíritu de Jesús nos llena de poder para confiar en Dios en todos los aspectos de la vida, de manera que lleguemos a ser hacedores de paz que renunciamos a la violencia, amamos a nuestros enemigos, procuramos justicia, y compartimos nuestras posesiones con los necesitados. —Convicciones Compartidas 5