Inspiración y reflexión
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- De la división a la unificación
- Resolución de las diferencias
- Oración por la unidad
- Una vasija de barro en manos de Dios
- El deseo de renovación dio lugar a una división
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Secretario General
De la Redacción
Procurar espacio y tiempo para el conflicto
No nos gusta hablar de ello.
Nuestra tradición como pacificadores menonitas es el resultado de una división de la iglesia en su conjunto; y nuestra pluralidad actual –con sus fortalezas y debilidades– fue el resultado, en muchos casos, de un desacuerdo no resuelto. Nuestras historias personales también podrían albergar recuerdos de conflictos mal gestionados: relaciones rotas, líderes condenados al ostracismo, iglesias divididas. Este número de Correo intenta hablar de ello.
En nuestro artículo de fondo, Daniel Schipani analiza la historia del concilio de Jerusalén en Hechos 15. Es un contexto multicultural para un desacuerdo sobre asuntos de importancia espiritual. ¡No se trataba solo de sí había que cantar canciones nuevas o antiguas!
Pero ellos entablaron un diálogo
Al inicio de la conformación de la iglesia, ante un asunto de importancia crucial, las facciones enfrentaron sus temores y discernieron juntas. Se mantuvo la unidad de la iglesia a pesar de la diversidad ya que es un don de Dios.
La unidad en Cristo que Dios está creando se extiende hasta los límites del espacio, el tiempo y más allá, ¡y nos incluye a todos, incluso cuando nosotros no nos incluimos mutuamente, afirma Larry Miller, anterior secretario general del CMM.
En su discurso ante el Concilio General del CMM, Larry Miller presentó tres prácticas que podían ayudarnos a abordar los conflictos en la iglesia y alcanzar la unidad, sin que sea necesariamente algo homogéneo.
- a. Reconocer a Cristo en los demás. Aun cuando la otra persona parezca estar equivocada sobre aspectos de la teología y la práctica, ¿podemos reconocer el amor de cada uno por Cristo y el deseo de seguirlo?
- b. Aprender receptivamente unos de otros. Así como nosotros creemos que tenemos algo que enseñarte a ti acerca de lo que Jesús realmente quiso decir, así también tú podrías tener algo que enseñarnos a nosotros acerca de la fidelidad.
- c. Unirse como congregación local. ¡En algunos casos, aquí es donde radica el conflicto! Pero, ¿podemos recordar –incluso en medio del conflicto– que nadie lo tiene todo, pero que todos tienen algo? Hanspeter Jecker, teólogo menonita suizo, dice: “Reconocerlo requiere que los dones de los individuos contribuyan al bienestar del todo… alentarse y exhortarse mutuamente constituyen la base para … ser una comunidad que perdone y que también sea perdonada”.
No será cómodo, no será rápido y requerirá valentía. Pero en lugar de alejarnos del conflicto, ¿podríamos utilizar estos principios para avanzar hacia el conflicto llevando el don de la unidad, para que la justicia y la paz se besen?
—Karla Braun, redactora jefa de Correo y escritora para el Congreso Mundial Menonita. Reside en Winnipeg, Canadá.