• Amados hermanos y hermanas: 

    En Ecuador se ha declarado un estado de “conflicto armado interno” desde enero del 2024. El gobierno continúa luchando contra la violencia de los grupos de crimen organizado. Las tres iglesias nacionales menonitas en Ecuador – Iglesia Evangélica Menonita Ecuatoriana (IEME – iglesia miembro del CMM), Iglesia Cristiana Anabautista Menonita de Ecuador (ICAME), y la Iglesia Cristiana Menonita (ICME) – hacen un llamado a la oración a nuestra familia anabautista global. 

    Queridos hermanos y hermanas en Cristo, reciban abrazos desde la Sierra y la Costa Ecuatoriana. 

    Pedimos oración por las personas en Ecuador, porque sabemos que Dios desea el shalom y el bienestar para el pueblo ecuatoriano y para nuestras iglesias menonitas.  

    La oscuridad nos azota diariamente. Nuestro país ha pasado de ser una “isla de paz” a un pozo de tinieblas. 

    Cada día nos llegan historias de matanza y horror. Hoy, nuestras iglesias deben enfrentar dilemas impensables, como si deberían destinar parte de las ofrendas a los capos de la droga que extorsionan en nuestros barrios…para apaciguarlos y asegurar que la congregación pueda seguir reuniéndose en los cultos dominicales. 

    Sabemos que el destino que Dios quiere para nosotros es otro.  

    Como comunidad de líderes pacificadores, nos hemos unido desde las tres conferencias anabautistas ecuatorianas para trabajar por la paz en nuestro país. Pero sabemos que no podemos hacerlo solos.

    Por eso, solicitamos que el Congreso Mundial Menonita camine junto a nosotros en este esfuerzo, y esperamos unirnos a todos ustedes en oración para que el cuerpo de Cristo sea uno con Ecuador. 

    Deseamos paz y oramos por los grupos criminales organizados. En el shalom de las personas violentas y violentadas, podemos encontrar nuestra paz. 

    Esperamos que nuestro trabajo conjunto, uniendo diversas iglesias y formas de ser iglesia, sea un testimonio de paz en estos tiempos tan divididos. 

    Únase a nuestros hermanos y hermanas anabautistas para orar por Ecuador. 

    En Jesucristo, nuestra paz. 

    Henk Stenvers,
    presidente 

    Andrés Pacheco Lozano,
    Comisión de Paz, presidente

    praying group
  • Un balance preocupante: discriminación y violencia 

    “Entendemos que Dios no discrimina”, afirma Nathan Mudiji, “pero que, ante Él, todo el mundo debe reconocer su pecado y hacer lo mejor que pueda para reparar la relación rota a causa del pecado”. 

    En la República Democrática del Congo, los batwa, un pueblo indígena que vive principalmente en las provincias de Équateur y Mai-Ndombe, sufren discriminación y tratos inhumanos por parte de los bantúes, el grupo mayoritario. 

    Estos abusos toman diversas formas: expropiaciones masivas de tierras, marginación social, explotación económica e incluso violencia en lugares que se supone ofrecen protección e igualdad. 

    Nathan Mudiji, pastor de las Iglesias de los Hermanos Menonitas del Congo (CEFMC por su sigla en francés) y director del Departamento de Misiones a nivel nacional, relata algunos casos que ilustran esta dura realidad: una mujer batwa, que murió por falta de atención en un hospital donde los médicos bantúes se negaron a atenderla, o una joven expulsada de la escuela por haber superado a sus compañeros bantúes. En las iglesias dirigidas por bantúes, los batwa a menudo son obligados a sentarse en el suelo, tras haber entrado en último lugar. 

    Estas exclusiones, ignoradas o toleradas por las instituciones locales, alimentan un sentimiento de injusticia y exacerban los conflictos entre las dos comunidades. 

    Espacios Amigables por la Paz: un lugar de transformación 

    Frente a esta situación crítica, Nathan Mudiji creó Espacios Amigables por la Paz (ECP por su sigla en francés), un proyecto original destinado a transformar las relaciones entre bantúes y batwas. Con el apoyo de la CEFMC, este programa se basa en la convicción de que la paz y la justicia son posibles cuando ambas comunidades aprenden a respetarse mutuamente. 

    Los ECP están diseñados como lugares acogedores e igualitarios, donde jóvenes y viejos, batwas y bantúes, pueden reunirse, conversar y participar en actividades comunes. Las iniciativas planificadas incluyen: 

    • un centro de escucha e información para la transformación de conflictos; 
    • capacitación en actividades generadoras de ingresos;
    • la facilitación de diálogos intergeneracionales; 
    • espacios lúdicos. 

    Estas acciones tienen como objetivo restaurar la dignidad de los batwa, a menudo marginados, y crear conciencia en los bantúes con respecto al daño causado por su comportamiento discriminatorio. 

    Nathan Mudiji baptizes a Batwa girl. At this event, 229 people were baptized.

    Una visión de paz y reconciliación para la República Democrática del Congo 

    “Reparar las relaciones rotas a causa del pecado es algo que preocupa tanto a los bantúes como a los batwa”, explica Nathan Mudiji. 

    El planteamiento de Natán tiene sus raíces en su esperanza en el plan perfecto de paz de Dios. Basándose en Isaías 65 y Apocalipsis 21, Natán nos recuerda que el Reino de Dios es un mundo sin lágrimas ni dolor, donde todos pueden vivir juntos en la presencia de Dios. 

    “Damos fe de que la visión de Dios para los batwas y los bantúes es verlos vivir juntos sin discriminación entre ellos”.  

    Un modelo para la República Democrática del Congo y más allá 

    Para Nathan, el interés en los Espacios Amigables para la Paz no se limita al territorio de Kiri. Con el tiempo, él espera ver este modelo aplicado en otras regiones de la RDC e incluso a escala continental. Su ambición es ofrecer una solución duradera a los conflictos comunitarios, promoviendo la justicia social y el respeto mutuo. 

    In the DRC, the Batwa (an indigenous people mainly settled in the Equateur and Mai-Ndombe provinces), suffer discrimination and inhumane treatment at the hands of the Bantu majority.

    —Nathan Mudiji Makumbi es un pastor menonita y profesor de religión e informática en la Academia FATEB de Kinshasa. Está comprometido con la transformación de las relaciones conflictivas entre bantúes y batwas en el territorio Kiri, en la República Democrática del Congo. 

    Nathan Mudiji with a group of children
  • Correo : Perspectivas

    América Latina: Paraguay

    La misión de la ASCIM (Asociación de Servicios de Cooperación Indígena-Menonita) es promover el crecimiento socioeconómico de las comunidades indígenas a través de programas de cooperación en educación, salud, economía y orientación socio-espiritual, apoyando así la coexistencia intercultural armoniosa. La ASCIM surgió de las iniciativas de evangelización y cooperación entre tres colonias menonitas alemanas y sus vecinos enhlet y nivaclé de Yalve Sanga, en el Chaco, en la región occidental de Paraguay. Se constituyó oficialmente en 1978. La ASCIM es miembro de la Red de Servicio Anabautista Mundial (GASN). 

    Dado que en el Chaco central de Paraguay existe una población multicultural, no hace falta decir que la paz en esta región sólo puede mantenerse mediante la cooperación. Si la brecha entre quienes son más débiles económicamente y quienes son más fuertes económicamente se acentúa demasiado, es previsible que surjan conflictos sociales. Por ello, la ASCIM, que se basa en la fe cristiana, se compromete a garantizar que los habitantes de esta región determinen su vida con miras a la convivencia y la cooperación. 

    Al fin y al cabo, si Dios ha otorgado dignidad a todas las personas, nadie debe quedar al margen; hay que satisfacer las necesidades básicas de todas las personas con el objetivo de garantizar una coexistencia armoniosa. 

    La ASCIM ofrece programas de cooperación en educación, salud, emprendimientos laborales y orientación socio-espiritual. Al trabajar conjuntamente como asociados en los distintos ámbitos de la vida, las personas toman conciencia unas de otras, llegan a conocerse y a valorarse, y hablan y planifican juntas. No se trata de pequeños proyectos provisorios, sino de una cooperación a largo plazo al servicio de la paz. 

    Un accidente revela una enfermedad 

    Si vieran a esta mujer de cincuenta años de la comunidad nivaclé de Nicha Toyisch, podrían pensar que tiene setenta años. Esta mujer, llamémosla Lisa, había estado conduciendo una motocicleta. De alguna manera, mientras conducía, el dedo gordo de su pie izquierdo quedó atrapado entre la cadena y la rueda dentada, y el dedo se desgarró, desprendiéndose por completo del pie. 

    El dedo gordo del pie no sólo es el dedo más grande, sino también el más importante para caminar. 

    Lisa fue trasladada al hospital en una camioneta, pero no podía pagar una operación en un hospital privado. Llegó a Yalve Sanga a las 18 horas, con pérdida de sangre y fuertes dolores. Tenía una herida abierta donde debería haber estado el dedo gordo del pie. 

    Nos pusimos manos a la obra con lo que podíamos. Le pusimos anestesia local, y las enfermeras le colocaron una vía intravenosa a través de la cual también recibió analgésicos. Luego, con relativa tranquilidad ya que ella sentía menos dolor, pudimos lavar la herida con desinfectante ya que no podía haber ninguna inflamación. Luego detuvimos la hemorragia. Tiramos de la piel restante sobre la herida abierta todo lo posible y la suturamos para que dejara de sangrar y pudiera cicatrizar (aunque podía llevar mucho tiempo) y la vendamos bien. 

    Lisa permaneció internada con antibióticos, calmantes y la vacuna del tétanos. Su hijo adulto, que aún vive en casa, estaba muy preocupado y la acompañó todo el tiempo. 

    Sin embargo, nos dimos cuenta de que Lisa posiblemente tuviera otras dolencias. Normalmente, los pacientes mayores aprovechan el tratamiento hospitalario para comer una dieta más abundante. En el caso de Lisa, el personal de enfermería se dio cuenta de que dejaba mucha comida en el plato. 

    Y también tenía una tos persistente que a las enfermeras les pareció sospechosa. Examinaron el esputo en busca de tuberculosis, y he aquí que el mayor enemigo de Lisa era el bacilo de la tuberculosis, no el dedo amputado. 

    Así que empezamos a tratar la tuberculosis. Lisa siguió recibiendo cuidados diarios de las heridas y ya podía saborear mejor la comida rica en proteínas. 

    Después de diez días, se había recuperado lo suficiente para recibir el alta. La herida iba a requerir algún tiempo más, pero podía moverse por la casa con un andador. La trabajadora sanitaria comunitaria de Nicha Toyisch (capacitada en la ASCIM) y la enfermera que visitaba semanalmente el asentamiento, se encargaron de cambiarle los vendajes regularmente. 

    Al cabo de unos dos meses, el pie había sanado y al término de seis meses, había finalizado el tratamiento de la tuberculosis. 

    (Escrito por el Dr. Richard Wiens, jefe médico del Sanatorio ASCIM) 

    Esta historia muestra el impacto que tuvimos en un momento de la vida de una persona como parte de nuestro trabajo práctico a largo plazo. 

    En el ámbito de la educación, ofrecemos capacitación para docentes. En el sector sanitario, brindamos capacitación y acompañamiento para el personal sanitario y atención preventiva, consultas y, si fuera necesario, derivaciones de pacientes. Colaboramos con los consejos de administración de los asentamientos en la estimación de costos, asesoramos en ganadería y agricultura, y ofrecemos capacitación en contabilidad. Brindamos formación social y espiritual a mujeres. Proporcionamos material didáctico para jardines de infancia y formamos a docentes indígenas. Se prestan servicios de voluntariado con la recomendación de su iglesia de origen. 

    En suma, creemos que nuestra labor es integral y contribuye a la paz. 

    ¡Gloria a Dios! 

    Heinrich Dyck Harder, vicedirector de la ASCIM (Asociación de Servicios de Cooperación Indígena-Menonita) de Yalve Sanga, Paraguay. 

    Página web: ASCIM.org 

    Meeting of CEA graduates
  • “Vivimos en un mundo complicado. La erosión de la confianza y la ruptura de las relaciones son demasiado comunes. La buena noticia es que, por muy abundantes que sean los conflictos, también lo es el compromiso de las comunidades anabautistas menonitas de todo el mundo de seguir el llamado de Jesús a trabajar por la justicia y la paz”, dice Max Wiedmer, productor de ‘Transmission’ (Transmisión). 

    Transmission es una serie de 5 videos de 10 minutos creada por Affox AG, una productora multimedia. Se presenta el pensamiento anabautista a personas de alrededor del mundo con el fin de fomentar una vida de fe.  

    “Ofrecemos un vistazo a las experiencias que vivimos como discípulos de Jesús en diferentes partes del mundo,” dice Max Wiedmer.  

    El quinto video se ha publicado en inglés, español y francés. El alemán y el neerlandés estarán disponibles en breve. 

    “Como productores, nos enfrentamos cara a cara con la complejidad de hacer paz”, afirma Max Wiedmer. La película explora “lo que significa ser fiel al llamado de Jesús a amar al prójimo y a nuestros enemigos” a través de cuatro historias: 

    1. Vivir en paz en Ucrania 
    2. Oír la voz de Dios en Irlanda del Norte  
    3. Prepararse para la justicia en Burundi, Ruanda y la RD del Congo  
    4. Encontrando esperanza en el trabajo de reconciliación en Canadá. 

    Cada cortometraje va acompañado de una guía de estudio con información de contexto sobre el tema y el lugar y preguntas para debatir en un grupo pequeño, un grupo de personas jóvenes o una clase de la escuela dominical.  

    “Tenemos la esperanza de fortalecer nuestro sentido de identidad compartida y de comunidad en medio de la gran diversidad presente en todo el cuerpo anabautista,” dice Max Wiedmer. 

    Transmission peace and justice 2024
  • Amados hermanos y hermanas:

    Hacemos un llamado a orar por nuestros hermanos y hermanas en los Estados Unidos que están tomando medidas legales que buscan restaurar los derechos de las personas de fe a reunirse, adorar y servir sin interferencia del gobierno. La Iglesia Menonita de los Estados Unidos se une a más de 20 comunidades cristianas y judías en esta acción.

    La actual administración presidencial de los Estados Unidos ha eliminado las restricciones impuestas al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por su sigla en inglés) para que no lleve a cabo redadas, arrestos y otras acciones de control en los lugares de culto. Hoy en día, a las personas a quienes se dirigen estos cambios se les describe como “solicitantes de asilo” o “migrantes”; en la Biblia, se les llama “extranjeros/peregrinos” (Levítico 19:33-34) o “los más pequeños entre estos” (Mateo 25:40). Al pueblo de Dios se le recordaba regularmente que debía acoger y cuidar a los vulnerables (Éxodo 23:9, Deuteronomio 10:19, hebreos 13:2). En la actualidad, parte de ese trabajo se realiza a través de lugares de culto que se han vuelto inseguros debido a estos cambios de políticas.

    “Creemos que debido al llamado de Cristo a cuidar de los que tienen hambre, sed, de los que son extranjeros, los que están desnudos, enfermos o encarcelados (Mateo 25:31-36), debemos unirnos a los primeros seguidores de Jesús al elegir obedecer a Dios en lugar de cualquier autoridad humana (Hechos 5:29)”, escribe el moderador de la Iglesia Menonita de los Estados Unidos (MC USA por su sigla en inglés), Jon Carlson, en una carta a la familia cristiana anabautista mundial.

    “Reconozco que la relación anabautista con las autoridades seculares es un tema complicado… Aun así, los anabautistas han utilizado, en varios puntos de la historia, medios legales para impedir que el Estado invada la práctica religiosa y para proteger el libre ejercicio de nuestra fe…”, escribe Jon Carlson.

    “Sabemos que muchos de nuestros hermanos y hermanas alrededor del mundo han sufrido persecuciones e intrusión gubernamental mucho más duras en sus comunidades”, expresa Jon Carlson. Invita a la comunión mundial a orar por MC USA, “sobrellevando los unos las cargas de los otros y cumpliendo la ley de Cristo” (Gálatas 6:2). También les invitamos a compartir su sabiduría y su perspectiva sobre cómo permanecer fieles frente a la presión gubernamental. Por favor, continúen teniendo en sus oraciones a los seguidores de Jesús en los Estados Unidos, así como nosotros también los tenemos a ustedes en nuestras oraciones”.

    Ore con nosotros

    El Congreso Mundial Menonita llama a nuestros miembros de todo el mundo a orar por los socios en este desafío legal y por todos nuestros miembros en los EE. UU.

    • Oramos para que el Espíritu de Dios dé valentía a las personas a dar testimonio público y a actuar para proteger a los más vulnerables.
    • Damos gracias a Dios por el valor para oponerse a acciones injustas, incluso de parte de su propio gobierno.
    • Damos gracias a Dios por los socios de otras comunidades religiosas, por la solidaridad en la protección de las libertades religiosas para todos y de los derechos de las personas vulnerables.

    Pedimos oración para que todos los norteamericanos encuentren La Valentía De Amar en medio de la incertidumbre política y los temores económicos de este momento. En Canadá, México y los Estados Unidos, que nuestros hermanos y hermanas anabautistas vean la imagen de Dios en todas las personas de todos los lugares. Que tengamos la gracia de dejar de lado el miedo, las ideologías políticas y las diferencias. Que la iglesia de Jesucristo responda a las amenazas y a la división con actos creativos de compasión y amor.

    Señor, en tu misericordia, escucha nuestra oración.
    En el nombre de Jesús, Príncipe de Paz.

    Amén.

    Henk Stenvers
    Presidente
    Congreso Mundial Menonita

    headshot: César García

    César García Secretario General Congreso Mundial Menonita


    Oración urgente y cartas pastorales:

  • El Premio Sermón Menno Simons fue establecido por la Dra. h.c. Annelie Kümpers-Greve (1946-2017), miembro de la congregación menonita de Hamburgo-Altona en Alemania, en el año 2008 por su convicción sobre la palabra hablada. Cada año, el Centro para una Teología Eclesial de la Paz de la Universidad de Hamburgo, Alemania, en cooperación con la congregación de Hamburgo-Altona otorga el premio de 2000 ‚Ǩ por un discurso sobre la paz.

    “El Premio Sermón Menno Simons alienta y reconoce aquellos sermones que: exploren el testimonio bíblico a través de los lentes de la tradición anabautista-menonita; aquellos que promuevan la tradición de ser iglesia de paz en contextos ecuménicos amplios, y que comuniquen de manera eficaz, convincente y que fortalezca la espiritualidad de quien escucha”, explica Fernando Enns, profesor catedrático del Centro.

    La mitad del dinero del premio se le entrega al predicador; la mitad restante es otorgada a la congregación del predicador a fin de fomentar la reflexión bíblica académica.

    Para el año 2021 se recibirán las postulaciones de pastores y predicadores laicos de todo el mundo en los idiomas: alemán, inglés, holandés, francés y español. Las postulaciones se deberán presentar antes del 1 de diciembre del 2020. El sermón debe haber sido predicado en algún lugar antes de ser postulado.

    Alabar al Creador y preservar la creación de Dios son partes importantes de nuestro llamado cristiano a ser “sal” en el mundo,  afirma Andrea Schneider, directora de radiodifusión de la Asociación de Iglesias Evangélicas Libres (VEF) en Alemania quien recibió el premio 2020 por su sermón sobre Mateo 5:13.

    El sermón galardonado en el 2020 se escuchará el 1 de noviembre del 2020 en el culto de la Iglesia Menonita en Hamburgo-Altona. La ceremonia pública de premiación tendrá lugar inmediatamente después del culto.

    “La predicación no es [simplemente] información, sino el comienzo de un proceso de transformación”, declara el pastor Markus Hentschel de la iglesia anfitriona. “Los sermones sobre la paz presentan el conflicto social o político actual a la luz de la paz de Dios y de la mediación de la iglesia, indica Hentschel”.

    “También escuchamos la voz de otra congregación que nos recuerda que la paz también significa estar conectados mutuamente”, añade Hentschel.

    El sermón de 2012 de Lydia Penner, una canadiense que vive en los Países Bajos dice: “El gran sueño de la paz… no se cumple a través de la política de poder y la violencia, sino que surge de actos aparentemente ineficaces de los individuos”, este sermón todavía continúa inspirando a Hentschel.

    El comité de selección incluye a Fernando Enns, Hans-Martin Gutmann, Lukas Amstutz, Christina Duhoux, Birgit Foth, Christiane Karrer y Heinrich Wiens.

    Anteriores ganadores del premio

    2024 Riki Neufeld, pastor de la congregación Menonita Evangélica de Schänzli, en MuRenz (Suiza)

    2023 Joachim Lebrerecht, pastor de  la congregación Lydia-Congregation Herzogenrath, Protestant Church in the Rhineland (EKiR), Aachen, Germany

    2022 Peter Stucky, pastor de la Iglesia Menonita de Teusaquillo en Bogotá (Colombia)

    2019 Dr. Jochen Wagner, chair of the Council of Churches in Rheinland-Pfalz and Saarland, Germany

    2018 Rainer W. Burkart, pastor of the Mennonite congregation in Enkenbach and Neudorferhof, Germany

    2017 Dr. Betty Pries, Waterloo North Mennonite Church, Canada

    2016 Marie-Noëlle von der Recke, Mennonite congregation at Weierhof/ Pfalz, Germany

    2015 Dr. Pieter Post, pastor of the Mennonite congregation in Ijmond, Netherlands

    2014 Carmen Rossol, pastor of the Mennonite congregation in Weierhof/Pfalz, Germany

    2013 Andrea Lange, Mennonite theologian, Mainz, Germany

    2012 Lydia Penner, Pastor of Doopsgezinde Gemeente Den Haag, Netherlands

    2011 Lukas Amstutz, Mennonite theologian at Bienenberg, Switzerland

    2010 Jürg Bräker, Mennonite theologian, Heidelberg-Bammental, Germany

    2009 Ernst Christian Driedger, Mennonite congregation of Limburgerhof-Kohlhof, Germany

     


    Lea más – 2022

    https://www.theologie.uni-hamburg.de/einrichtungen/arbeitsstellen/friedenskirche/menno-simons-predigtpreis.html

    Actualizado 20 marzo 2021

  • Provengo de un lugar donde la gente es conocida como Banyamulenge. Pastoreamos ganado y vivimos en las altas montañas del Este del Congo, desde las cuales se puede ver el Lago Tanganyika.

    A lo largo de los años, mi gente se ha visto obligada a trasladarse de un área a otra en busca de praderas verdes para el ganado. Cuando los belgas gobernaban esta parte de África, vivíamos en lo que hoy se conoce como Ruanda, sin embargo, una hambruna severa nos forzó a dejar nuestras tierras y finalmente terminamos en las faldas de las montañas de Mulenge en la RD Congo.

    Después de años de vivir en paz allí, mi pueblo empezó a sentir los efectos del conflicto político y racial de la región; fuimos maltratados por nuestro trasfondo étnico. En los últimos 20 años, varios de los Banyamulenge han sido blanco de muchos asesinatos. Mi pueblo es despreciado, no deseado.

    En mi propia casa, mi padre era pastor y yo, era líder del coro de la iglesia. Me encantaba entrenar gente joven para cantar, pero un día tuve un sueño en el que Dios me habló: “Tu tiempo en esta iglesia ha llegado a su fin”. Le conté a mi padre sobre mi sueño y él me dejó ir, así que caminé hacia el pueblo más cercano y me dirigí a una iglesia menonita; de inmediato supe que este sería mi nuevo hogar. Finalmente, comencé a liderar el coro y a entrenar a los jóvenes. Fue en este contexto y entre menonitas donde aprendí la importancia del perdón y del trabajo por la paz y la reconciliación. Supe que esto sería parte de mi futuro ministerio.

    Como Banyamulege, este tiempo no fue fácil para mi, dado que mi propia gente seguía siendo maltratada; incluso mi propia vida se vió amenazada un buen número de veces.

    Aunado a lo anterior, en el 2003, mis padres fueron asesinados mientras huían dejando sus lugares de origen. Decidí que también era hora de irme, así que viajé a Burundi, lugar en el que viví por tres años en un campo de refugiados.

    Después de esto regresé al Congo por seis meses para verificar si el entorno de mi pueblo había cambiado, pero todo seguía siendo demasiado difícil, así que esta vez hui a Malawi donde otra vez tuve un espacio en un campo de refugiados.

    En Malawi, el campo de refugiados estaba lleno de conflicto y desesperanza. Incluso entre los cristianos existía mucha división y contienda. La gente de los diferentes grupos étnicos se aislaba, asimismo, la brujería era predominante.

    Entre los refugiados, empecé a ejercitar mi don como evangelista y obtuve una respuesta positiva por parte de la gente. Durante mi primer año en el campamento inicié una iglesia con un grupo pequeño de discípulos, íbamos de puerta en puerta invitando a todos a seguir a Jesús.

    A menudo compartí sobre Ezequiel, en donde el profeta habla acerca de la forma en que Dios dispersó a su pueblo entre las naciones porque lo habían abandonado, pero también les ofreció su perdón: “Les daré un nuevo corazón, y les infundiré un espíritu nuevo; les quitaré ese corazón de piedra que ahora tienen, y les pondré un corazón de carne” (36:26).

    Así que la nueva iglesia llegó a ser una reunión de corazones apacibles enfocados en las enseñanzas de Jesús acerca del perdón y el amor hacia nuestros enemigos. Nuestro mensaje era sencillo: así como Dios nos ama, debemos amarnos los unos a los otros.

    Durante ese tiempo un hombre se unió a nuestra iglesia. Él también era un refugiado proveniente del Congo, así que lo recibí en mi hogar. Después de un tiempo, me di cuenta de que él era quien había asesinado a mis padres en Congo.

    En ese momento noté que mis enseñanzas – las enseñanzas de Jesús- estaban siendo puestas a prueba. Mi deseo era ser parte de una iglesia que se tomara las escrituras en serio, y que estuviera basada en la paz y la reconciliación. Si Dios me perdonó, yo tenía que perdonar a los demás. Entonces, perdoné a este hombre por lo que le hizo a mi familia.

    Hoy, nuestra iglesia está construida sobre las bases de la paz y el amor de Cristo.

    Estamos predicando este evangelio y Dios nos está bendiciendo. Ahora hay 11 iglesias más en esta área. Me encanta lo que Dios está haciendo en este lugar; ver crecer a estas iglesias llena mi corazón de alegría.

    ¡A Dios sea la gloria!

    —Originalmente publicado por MB Mission en Witness (Invierno 2017). (Publicación utilizada con autorización).

    Este testimonio hace parte de los recursos para la adoración del Domingo de la Paz 2018. Haga clic aquí para ver más:

  • Bogotá, Colombia – En respuesta al llamado urgente del Consejo Supremo de la Comunidad Evangélica de Siria y el Líbano y del Concilio de Iglesias del Medio Oriente, el Congreso Mundial Menonita hizo un llamado a sus iglesias miembros a “una lluvia de oración, solidaridad y bendición”.

    En un comunicado a “todas las iglesias y organizaciones evangélicas y protestantes en todo el mundo,” el Consejo Supremo declaró estado de emergencia “para preservar lo que queda de la presencia cristiana y no cristiana moderada en el Este, y para evitar su completa desaparición.”

    El Consejo también señaló “la posibilidad de la aniquilación de la presencia cristiana en el Medio Oriente” y expresó su preocupación sobre “el sufrimiento humano y las dificultades políticas” que afrontan dichos países.

    El CMM también recibió una declaración del Consejo de Iglesias del Medio Oriente basada en el llamado a la comunidad internacional realizado por el Líbano “a tomar iniciativas firmes para oponerse al feroz ataque contra los cristianos pasivos de Irak que permanecen firmes en la tierra de sus padres y sus antepasados donde comenzó el cristianismo.”

    “Somos movidos a la oración,” escribieron los líderes del CMM en respuesta al Consejo Supremo. “Queremos asegurarles que cuentan con las oraciones del CMM. Hemos distribuido su llamado urgente a cada una de las 102 iglesias nacionales en 57 países que conforman la membresía del CMM.” El CMM respondió de forma similar al Concilio de Iglesias del Medio Oriente.

    Luego, en una carta a sus iglesias miembros, César García, Secretario General del CMM y Roberto J Suderman, Secretario de la Comisión de Paz, instaron a cada una de las iglesias a escribir su propia carta dirigida directamente al Consejo Supremo y al Concilio de Iglesias del Medio Oriente, “asegurándoles que cuentan con sus oraciones y dándoles a conocer las acciones específicas que están tomando en respuesta a su llamado.”

    “Creemos que ellos apreciarán mucho dicha ‘lluvia de oración, solidaridad y bendición,’” escribieron García y Suderman. “Serán fortalecidos con el hecho de saber que hay iglesias alrededor del mundo orando por ellos y actuando en su nombre.”

    La carta a las iglesias miembros del CMM fue emitida el domingo 21 de septiembre, Día Internacional de la Paz de las Naciones Unidas, y el Domingo de la Paz del CMM.

    Comunicado del CMM