• Así como las partes del corazón, las cuatro comisiones del CMM sirven a la comunidad mundial de iglesias afines al anabautismo, en las áreas de diaconado, fe y vida, paz y misiones. Las comisiones preparan materiales para la consideración del Concilio General, brindan guía y proponen recursos a las iglesias miembros, además, propician redes y compañerismo en relación al CMM trabajando juntos en temas de interés y enfoque común.

    Comisión de Misiones

    Conozca a un miembro de la Comisión: Nelson Okanya

    ¿Cómo practica esta Comisión el estar juntos en Cristo?

    Vivir juntos separados es nuestra nueva realidad en este mundo del COVID.

    Como Comisión, hablamos unos con otros, compartimos nuestras experiencias de vida, oramos unos por otros y compartimos recursos.

    En noviembre de 2020, reunimos a la Comisión por medio de Zoom con el fin de brindar una información actualizada, nuestras respuestas al COVID, e informar sobre lo que están haciendo las iglesias. 

    ¿Cuál sería un ejemplo que muestra la unidad de la Comisión?

    He pasado la mitad de mi vida en Norteamérica; por primera vez, cuando llamé a mi madre en África, estaban lidiando con la misma dinámica que en Lancaster, Pennsylvania, EE. UU.: las mascarillas, los estantes de los alimentos vacíos, el distanciamiento social.

    En nuestra reunión, escuchamos experiencias comunes como las de las personas en Portugal, Colombia, Indonesia, Kenia y Norteamérica.

    Fue un momento surrealista. Nos tomamos un tiempo para orar por la intervención de Dios, por la paz y la esperanza.

    ¿Por qué le agrada servir en esta Comisión?

    Estoy profundamente comprometido con el llamado a la misión. La misión de Dios es redimir todas las cosas y establecer shalom, la plenitud de la creación. 

    Todas las personas que claman lealtad a Cristo están llamadas a participar de la misión con Dios.

    people talking
    Encuentros del CMM en los Países Bajos, 2019. Foto: Barbara Hege-Galle

    ¿Cómo se llama su iglesia local?

    Iglesia James Street Mennonite Church, Lancaster City, Pennsylvania, EE.UU. (Mi esposa es pastora de esa iglesia).

    Fuera de la labor de la Comisión, ¿cómo sirve a la iglesia menonita en su vida cotidiana?

    Trabajo con líderes en la capacitación y entrenamiento de líderes. Trabajamos principalmente con empresas y organizaciones, pero tengo un profundo sentido del llamado a servir a la iglesia. Actualmente estoy preparando una capacitación para pastores y obreros misioneros menonitas.

    ¿Cómo experimenta en la vida diaria la unidad en el cuerpo de Cristo?

    Cuando participamos en la Comunión, hay una sensación de estar juntos, compartiendo la historia de Dios y de Jesús. Eso me edifica a mí personalmente y al cuerpo de Cristo.

    Comparto recursos y materiales de estudio, escribo artículos y mensajes en blogs, imparto enseñanza y brindo guía espiritual (doy y recibo).

    ¿Cómo ha afectado el ser parte del CMM a su congregación local?

    El año pasado, durante nuestro domingo de misiones, el pastor me pidió que compartiera sobre mi papel en la Comisión de Misiones y en el CMM en general. Pasamos un video de la Asamblea.

    La congregación está muy comprometida con el CMM. Estaban emocionados al recordar la comunión menonita más amplia, que tenemos un cuerpo de Cristo a nivel mundial.

    —Nelson Okanya sirve como presidente de la Fraternidad Mundial Misionera (GMF) en la Comisión de Misiones.

    #unidosenCristo

  • Así como las partes del corazón, las cuatro comisiones del CMM sirven a la comunidad mundial de iglesias afines al anabautismo, en las áreas de diaconado, fe y vida, paz y misiones. Las comisiones preparan materiales para la consideración del Concilio General, brindan guía y proponen recursos a las iglesias miembros, además, propician redes y compañerismo en relación al CMM trabajando juntos en temas de interés y enfoque común. A continuación, una de las comisiones comparte un mensaje de la perspectiva de su ministerio.


    El planeta hoy se encuentra en pánico por una enfermedad extraña, el nuevo COVID-19. La Organización Mundial de la Salud (OMS) determina en su evaluación que el COVID-19 puede caracterizarse como una pandemia. Esta enfermedad está infectando y matando a los seres humanos sin distinción de etnias, lenguas y clases sociales.

    El COVID-19 se está cobrando un precio muy alto, pero además la OMS está profundamente preocupada por las consecuencias que tendrá la pandemia para otros servicios sanitarios, especialmente en el caso de los niños, señaló Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la OMS.

    Según Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la comisión económica para América latina y el Caribe (CEPAL) la crisis del COVID-19 pasará a la historia como una de las peores que el mundo ha vivido. Bárcena explicó que la enfermedad pone en riesgo un bien público global esencial, la salud humana, e impactará a una ya debilitada economía mundial.

    Desesperanza y la impotencia

    Los científicos están trabajando intensamente en la búsqueda de una repuesta alentadora a la humanidad, pero por la complejidad de la enfermedad aún no hay noticias positivas.

    Esta enfermedad extraña nos ha hecho encerrarnos en nuestras casas por los aislamientos sociales obligatorios que han decretado los gobiernos.

    En varios países muchas de las clínicas han colapsadas por la cantidad de pacientes infectados porque han desbordado su capacidad. Profesionales sanitarios se contagian por la enfermedad y muchos mueren, en algunos casos por no contar con los elementos de protección esenciales.

    En algunos países los cementerios no son suficientes para enterrar a los muertos, en algunos casos son enterrados en fosas comunes, en el patio de sus casas y otros dejados a la intemperie.

    En fin, más de 4 millones de personas han sido infectadas y cerca de 1.5 millón se ha recuperado. Pero lo más doloroso de esta tragedia es que más de 200 mil personas lamentablemente ya no están con nosotros. El dolor, la desesperanza y la impotencia se han apoderado de la humanidad.

    Muchas iglesias a pesar del esfuerzo que hacen para seguir alentado a la humanidad con el evangelio de Jesucristo y sirviendo en medio de la crisis, han tenido que cerrar sus puestas atendiendo a las medidas preventivas de aislamiento social; realidad que ha golpeado la fe de muchos, más cuando han visto morir familiares o amigos, ministros y pastores sin poder hacer nada, e incluso, sin poder enterrarlos.

    Una respuesta

    El mundo pareciera estar sin esperanza. Pero en las páginas de la Biblia hay una respuesta para la humanidad hoy:

    “Al contemplar las montañas me pregunto: «¿De dónde vendrá mi ayuda?» Mi ayuda vendrá del Señor, creador del cielo y de la tierra.” (Salmos 121,1-2, DHH).

    Esta plegaria contenida en el canto gradual del salmo 121, muy seguramente exclamada por el rey David, nos plantea una esperanza en momentos de angustia cuando pareciera que todo va mal, que no hay salidas, que nadie nos podrá ayudar en medio de la crisis.

    Es una plegaria que nos inspiras a creer que aún hay esperanza, que Dios usará su sabiduría para traer la ayuda necesaria y en su tiempo. Que aun cuando los seres humanos por sus propios méritos no puede lograr una respuesta que transforme la realidad hostil por el bien deseado, el Dios de la vida, el omnipotente, puede hacernos entender lo que ha pasado, muchas veces sin que esto signifique estar exento del sufrimiento.

    El entendimiento de una realidad trae esperanza y alimenta la fe para poder ayudar a otros.

    Sólo Dios

    Realmente sólo Dios en su intervención soberana puede dar la sabiduría a los científicos para que lo más rápido posible puedan entregarle a la humanidad una cura a la enfermedad, o que, de manera milagrosa, con medios simples pueda salvar a los seres humanos de este virus letal.

    El salmo 91, en forma poética proclama la esperanza de ser librados de la peste destructora, en el que Dios actúa como ese padre o madre que viene y arropa con su amor protector a sus hijos para protegerlo del frio o del peligro. Lo expresado por el salmista muy seguramente está basado en experiencias comunitarias de hechos similares o peores que el coronavirus, que tuvieron lugar en algún momento de la historia de la humanidad.

    “Sólo él puede librarte de trampas ocultas y plagas mortales, pues te cubrirá con sus alas, y bajo ellas estarás seguro. ¡Su fidelidad te protegerá como un escudo!” (Salmos 91,3-4, DHH)

    Jesús sale al encuentro de la humanidad

    Jesucristo debe ser nuestra única esperanza en momentos como los que hoy vive la humanidad. En situaciones cuando parece que no hay respuesta es que Jesús sale al encuentro de la humanidad trayendo esperanza, ofreciendo consuelo a los que lloran, sanando las heridas de quienes sufren por todo este mal que hoy enfrentamos las sociedades. Es confortable recordar que cuando la humanidad estaba hundida y sin salidas en el pecado, Jesús trajo salvación a todos por medio de su muerte en la en la cruz.

    Podríamos citar en este escenario global la oración de los discípulos de Jesús mientras enfrentaban una crisis provocada por las amenazas de los poderes del momento. Estos poderes ponían en riegos las libertades de la comunidad cristiana para la predicación del mensaje de Jesús, inclusos sus propias vidas corrían peligro.

    “Ahora, Señor, fíjate en sus amenazas y concede a tus siervos que anuncien tu mensaje sin miedo. Muestra tu poder sanando a los enfermos y haciendo señales y milagros en el nombre de tu santo siervo Jesús.” (Hechos 4,29, DHH)

    Entonces, en medio de este tiempo difícil como comunidad Global Anabautista es posible que mientras le pedimos a Dios confianza y valor para vivir esta realidad, a la vez traigamos esperanza a la humanidad en Jesucristo mientras trabajamos en ofrecer ayuda, amor, y oramos por sanidades por aquellos que sufren sin esperanza.

    —Comunicado del Congreso Mundial Menonita escrito por José Rutilio Rivas Domínguez, un pastor-teólogo de Istmina, Colombia, y miembro de la Comisión de Misiones del CMM.

  • Así como las partes del corazón, las cuatro comisiones del CMM sirven a la comunidad mundial de iglesias afines al anabautismo, en las áreas de diaconado, fe y vida, paz y misiones. Las comisiones preparan materiales para la consideración del Concilio General, brindan guía y proponen recursos a las iglesias miembros, además, propician redes y compañerismo en relación al CMM trabajando juntos en temas de interés y enfoque común. A continuación, una de las comisiones comparte un mensaje de la perspectiva de su ministerio.

    El pasaje de Génesis 1–11 es considerado el prólogo a todas las escrituras hebreas y cristianas. La intención de Dios de que los seres humanos se multipliquen y se dispersen sobre la faz de toda la tirera es un tema central en el mismo.

    “Tengan muchos, muchos hijos; llenen el mundo y gobiérnenlo” (Génesis 1:28). Esta intención se ve repetida en Génesis 8:15–17; 9:1; 9:7. También se ve reflejada en lo que se ha denominado “la tabla de las naciones” en Génesis 10. La misma celebra la diversidad de culturas y naciones de los decendientes de Noé (Gén. 10:5, 20, 31).

    La celebración de la diversidad de la creación, incluidas las culturas y las naciones, refleja el anuncio de celebración de Dios al final de la creación, “estaba muy bien” (Génesis 1:31).

    Esta diversidad también puede convertirse en una barrera.

    Esta gráfica fue diseñada por la Dra. Betsy Glanville
    del Seminario Teológico de Fuller

    La cultura es el modo en que las personas dan sentido al mundo. Es “creado y contaminado por los seres humanos”, señala Sherwood Lingenfelter. “La cultura busca mantener el control social a través de las reglas, normas y sanciones para el comportamiento y por ende limita cierto tipo de comportamiento pecaminoso o desviado. Sin embargo, las reglas de la cultura reflejan un conocimiento natural de Dios (Romanos 2:14–15) que sirve para exponer el pecado en lugar de llevar a las personas a la justicia”.

    Vemos el mundo a través de los lentes de la cultura.

     

    El antropólogo Paul Hiebert define la cosmovisión como “las hipótesis y estructuras cognitivas, afectivas y de evaluación fundamentales que un grupo de personas se forma sobre la naturaleza de la realidad que utilizan para ordenar sus vidas”. También escribe, “La cosmovisión bíblica de los demás y la alteridad afirman la humanidad común de todas las personas…. No hay otros, solo somos nosotros…somos una humanidad”.

    Como pueblo de Dios en una misión en el mundo, debemos dedicar tiempo a estudiar, comprender y construir relaciones con los demás para desarrollar entendimientos mutuos y barreras interculturales exitosas para encarnar las buenas noticias de Dios de reconciliación y shalom.

    La Comisión de Misiones del Congreso Mundial Menonita reúne a la Red de Servicio Anabautista Mundial (GASN) y a la Fraternidad Mundial Misionera (GMF) para permitir el diálogo en torno a cuestiones urgentes y brindar oportunidades de testimonio y servicio a nivel mundial.

    Al hacer esto, seguimos el ejemplo y respondemos en obediencia a Jesús, quien cruzó muchas barreras culturales en su propio ministerio como se ilustra a continuación (figura 1). Culminó con una comisión a sus discípulos para que también vayan así como el Padre lo envió a Él (Juan 20:20).

    Una forma efectiva para cruzar barreras culturales que he encontrado es el comer junto a personas de diferentes culturas. Sin embargo, en la misión intercultural, para poder comer de manera significativa, aquellos de culturas dominantes que tienden a operar desde una teología anfitriona (derivada del dinero, el poder y el privilegio) deben aprender a cultivar una teología de visitante (normalmente la teología de los recipientes de las misiones). Al hacerlo, podríamos facilitar una misión con un enfoque en lugar de una misión en, como ha sido la norma en las misiones interculturales por más de 200 años del movimiento misionero moderno.

    Reimaginar la misión intercultural para el siglo XXI implicará un diálogo sobre aspectos relacionados al cruce de barreras, como el origen étnico, el poder, la ética, la doctrina, el liderazgo, las relaciones de parentesco, la herencia, los rituales, etc. A través de sus 72 socios mundiales, la Fraternidad Mundial Misionera desea facilitar dicho diálogo.

    Ejercicio:

    1. ¿Dónde está su cultura de origen?

    2. ¿Qué barreras necesita cruzar?

    3. ¿Cómo podría la GMF proporcionarle recursos en su labor intercultural?

    —un Comunicado del Congreso Mundial Menonita por Nelson Okanya, presidente de la Fraternidad Mundial Misionera y miembro de la Comisión de Misiones.

     

    Fuentes utilizadas (en inglés):

    Hiebert, Paul G. 2008. Transforming Worldviews: An Anthropological Understanding of How People Change. Grand Rapids, Mich.: Baker Academic. http://catdir.loc.gov/catdir/toc/ecip085/2007048743.html.

    ____. 2009. The Gospel in Human Contexts: Anthropological Explorations for Contemporary Missions. Grand Rapids, MI: Baker Academic.

    Lingenfelter, Sherwood G. 1998. Transforming Culture: A Challenge for Christian Mission. Grand Rapids, Mich.: Baker Books.

  • Frontera Misionera: Nuestra meta es compartir cada año una frontera misionera con los miembros de las redes de GMF y GASN. Las ideas son para informar, aprender e inspirar sobre el trabajo y los desafíos que las iglesias anabautistas y las organizaciones enfrentan en un país en particular.


    Breve contexto del país

    La Iglesia Menonita de Kenia (KMC por sus siglas en inglés) es una conferencia registrada en la Republica de Kenia. Kenia tiene una superficie total de 581,309 km2. Alrededor del 9.5% de esta superficie total es cultivable. La población es de 48 millones con una tasa de crecimiento del 2.3%. Las mujeres constituyen el 52%, el 75% de esta población tiene menos de 30 años, mientras que 8 millones tienen entre 15 y 24 años. La esperanza de vida se sitúa en 50 años. Kiswahili es el idioma nacional, mientras que el inglés es el idioma oficial. Hay otras 43 lenguas juveniles étnicas y urbanas. La tasa de alfabetización de adultos es del 78%, con una tasa de mujeres del 42.7%.

    Kenia es un estado secular. Sin embargo, el cristianismo sigue siendo la religión predominante, con protestantes y católicos constituyendo aproximadamente el 45% y el 33%de la población, respectivamente. El islam ocupa un 11%, mientras que los indígenas un 9% y otras confesiones minoritarias ocupan el 2%. La constitución K2010 garantiza libertad religiosa completa. Hay 22grupos de personas no alcanzadas.

    Económicamente, el país es un productor agrícola con industrias livianas. Kenia también es una industria turística. Cerca del 50% de la población sobrevive con menos de 1 dólar por día mientras que 40% de la fuerza de trabajo está desempleada. El crecimiento real del PIB es del 4-5%con una tasa de inflación que registra un 5% a enero del 2018.

    Historia y estructuras de la Misión en KMC

    KMC remonta sus comienzos ala Iglesia Menonita de Tanzania (KMT por sus siglas en inglés). Los evangelistas inspirados por KMT plantaron congregaciones pioneras en Kenia desde el 6 de diciembre de 1942. Hasta 1977, cuando la Conferencia se registró bajo la Ley de Sociedades de Kenia, el liderazgo del KMT supervisó las congregaciones. KMC existe para obedecer el gran mandamiento (Mateo 22,36-40) y la gran comisión (Mateo 28,18-20).La visión de la iglesia es ser una iglesia misional empoderada, dinámica y multiplicadora que impacta el Shalom de Dios en un mundo transformado. En la misión, evangelizamos, discipulamos, y equipamos a los individuos para dar testimonio de una paz y compasión Cristo céntricas dentro de nuestras familias, a través de las culturas yen espacios públicos. Nuestro slogan es “Todos somos misioneros donde estemos y en todos lados.”

    Estructuralmente, la Iglesia tiene una organización jerárquica basada en siete diócesis geográficamente definidas. La autoridad general de KMC está conferida ala congregación de miembros votantes en un Congreso General Anual. Los asistentes al congreso son delegados diocesanos, equipos pastorales y líderes de programas laicos. Los órganos de la Iglesia incluyen: Célula comunitaria del Campo Misionero (MissionField Cell Fellowship -MFCF), congregaciones, Consejos de las Iglesias locales y diocesanos. Un Consejo Ejecutivo Nacional (NEC) es el órgano superior de la misión de administración que maneja los asuntos de la Conferencia.

    Desafíos históricos y en curso de la misión

    KMC celebra las contradicciones manifiestas en la mayoría de las iglesias cristianas posmodernas, períodos de crecimiento vibrante, estancamiento, decadencia y renovación. La Iglesia ha registrado durante décadas un crecimiento impresionante con adeptos, que han llegado a reportados hasta 35,000 miembros. Este crecimiento exponencial fue testigo de congregaciones establecidas más allá de las regiones rurales geográficas tradicionales de Nyanza. Sin embargo, este crecimiento se ha encontrado con desafíos entre los cuales se encuentran:

    Pobreza y Marginalización:

    Las congregaciones son predominantemente femeninas y rurales, con una incidencia muy alta del analfabetismo, pobreza y enfermedades. A pesar de que la membresía de las mujeres constituye dos tercios del total, las tradiciones patriarcales continúan marginando su acceso a los roles de liderazgo. Los grupos de personas pertenecientes a minorías, como los refugiados, también han quedado descuidados. Estas condiciones frágiles disminuyen la capacidad de la Iglesia para proporcionar recursos adecuados para el trabajo misionero.

    Capacitación teológica y de liderazgo anabautista inadecuada:

    Históricamente, KMC floreció bajo el liderazgo orientado de manera dual hacia los evangelistas para la misión y la congregación. El lugar de la teología, la academia, las estructuras y los sistemas se mantienen en la sospecha, la duda y el desprecio. Los deberes de gobernanza congregacional de los pastores han disminuido la misión a un asunto sin prioridad.

    Etnicidad negativa, tribalismo y desigualdades:

    La política secular y de la Iglesia comparten una historia de recompensar la alteridad negativa y el tribalismo. Estos factores influyen en la manera en que se llenan tanto los bancos como el púlpito. Las congregaciones tienden a surgir como formaciones alternativas de seguridad social, étnica y de clanes con grandes poblaciones de cristianos bautizados pero nominales y secularizados.

    Cambio de ambiente de idolatría y éxodo juvenil:

    La clase trabajadora y los estudiantes tienen afinidad por los ídolos, la auto gratificación y las respuestas instantáneas a los desafíos de la vida generacional. Este grupo desprecia la promesa de fe y el «Reino de Jesús». En su lugar, han adoptado el anti intelectualismo, el sincretismo, el legalismo y las narrativas no mitigadas delos derechos humanos. La tendencia resultante es la descristianización y la salida de la Iglesia.

    Competencia, conflicto y violencia interconfesionales:

    Kenia se enfrenta al doble desafío de una propagación agresiva del Islam y la amenaza de inseguridad que representan los extremistas islámicos de Al-Shabaab. El grupo terrorista entrena y arma a jóvenes musulmanes para matar cristianos y destruir iglesias. El evangelismo y el trabajo misionero, en regiones predominantemente musulmanas, es una misiónde alto riesgo que pocos cristianos se atreverían a intentar.

    Un registro de esperanza y prácticas que llevan fruto

    KMC está celebrando varios modelos de misión al reafirmar la misión como el asunto principal de la Iglesia. La Iglesia estableció una agencia misionera llamada Ministerio KMC-SPAN (Enviando la paz a todas las naciones).La Iglesia confiesa que Jesús es la paz para testificar en el contexto de misión cada vez más violenta .El ministerio de SPAN se compromete a la planificación e implementación de programas bajo la Secretaría del NEC(Consejo Ejecutivo Nacional). Los resultados de la renovación son producto delas oraciones fieles y la visión, planificación y ejecución estratégicas. Dentro de los enfoques replicables se encuentran:

    Trabajo colaborativo para la sinergia y el intercambio de dones en el Cuerpo de Cristo:

    KMC estableció exitosamente misiones transculturales en Uganda y Kenia entre los grupos de personas no alcanzadas. A través de iniciativas propias y asociaciones, la Iglesia ejecuta varias misiones comunitarias únicas e intervenciones interreligiosas.

    Todas las personas son misioneras:

    tomamos ventaja de los factores de tire y empuje de la búsqueda de empleo que impulsan las tendencias de migración laboral y educativa como una oportunidad. Los miembros comparten el evangelio y promueven el establecimiento de una pre-congregación o Célula comunitaria del Campo Misionero (MFCF) en sus nuevas ubicaciones transculturales.

    Discipulado y contextualización de paz interconfesional:

    Las relaciones entre cristianos y musulmanes son una prioridad para la misión de la Iglesia. Llevamos a cabo ministerios de misiones enfocados en la cultura, la comunidad y la escuela especialmente diseñados a través de iniciativas del Eastleigh Fellowship Centre (Centro Comunitario Eastleigh) y del Centre for Peace & Nationhood (Centro para la paz y la nación) en barrios predominantemente musulmanes del condado de Nairobi. Estos programas de misión promueven el entrenamiento, el discipulado y el testimonio de persona a persona a través de capacitaciones, deportes juveniles, emprendimiento empresarial, bienestar comunitario, clubes de paz escolares, diálogos interconfesionales, salud comunitaria y nutrición.

    Mapeo, envío y construcción relacional:

    Respondemos a la plantación de iglesias como algo compartido por encuestas y contactos misionales. Específicamente, llevamos el evangelio a las áreas de personas no alcanzadas mediante el patrocinio directo de misioneros quienes evangelizan y plantan iglesias en comunidades identificadas como prioridad intercultural.

    Conclusión

    A pesar de los enormes desafíos que enfrenta KMC, nuestra confianza se basa en las palabras del apóstol Pablo (Filipenses 4:13).A medida que la Iglesia se pone a orar, hemos dado prioridad a dos áreas temáticas de intervención. Se tratan de una entrada intercultural y una misión contextualizada entre el condado de Turkana y los sudaneses del sur. En segundo lugar, la educación de liderazgo anabautista para jóvenes y mujeres equipará y mejorará su acceso a los roles de liderazgo misional para un ministerio integral integrado en un mundo en constante proceso de cambio.

    Escrita por Rev. Patrick J. Obonde(ContacteaMisiones KMC-SPAN

  • Así como las partes del corazón, las cuatro comisiones del CMM sirven a la comunidad mundial de iglesias afines al anabautismo, en las áreas de diaconado, fe y vida, paz y misiones. Las comisiones preparan materiales para la consideración del Concilio General, brindan guía y proponen recursos a las iglesias miembros, además, propician redes y compañerismo en relación al CMM trabajando juntos en temas de interés y enfoque común. A continuación, una de las comisiones comparte un mensaje de la perspectiva de su ministerio.


    Las personas que participan en el servicio generalmente son prácticas, afectuosas, gente de acción. Por supuesto, la motivación para servir es seguir a Jesús y sus enseñanzas, alcanzar a los débiles, a los huérfanos, a las viudas y así sucesivamente (Jeremías 22:3, Santiago 1:27).

    Quienes tienen un corazón para el evangelismo pueden ser llamados personas de proclamación; se preocupan por señalar el camino hacia Jesús. Siguen el mandato de ir al mundo, enseñar y hacer discípulos.

    Cuando se les reclama por no preocuparse por las almas de las personas, el primer grupo podría argumentar que primero se debe alimentar el estómago vacío antes de brindar alimento espiritual.

    Asimismo, los demás podrían responder, ¿de qué sirve alimentar a las personas y no hacer nada por sus almas perdidas?

    Sé que esta descripción es demasiado simplista y polarizada, pero basada en mi experiencia contiene algo de verdad.

    Una tensión

    En el pasado, sentí cierta tensión entre estos dos grupos: las personas de proclamación y las personas más enfocadas en la acción. Los dos grupos afirmaban que su misión es integral; a veces se presentan conflictos dado que a menudo se emiten muchos juicios.

    Cuando establecimos la Red de Servicio Anabautista Mundial (GASN por su sigla en inglés) dentro del Congreso Mundial Menonita (CMM), hubo una amplia discusión con respecto a la comisión que debería albergarla: la de Misiones o la de Diáconos. Los argumentos por una o por otra reflejaron esta tensión.

    Finalmente, se decidió que estuviera bajo la Comisión de Misiones. La decisión fue respaldada por el deseo de superar la brecha entre la proclamación y el servicio, la palabra y el hecho.

    No me sentí muy cómoda. Como parte del comité de coordinación de GASN, fui nombrada especialista en la Comisión de Misiones. No me siento misionera, soy una sierva. Ahora me tenía que identificar con las misiones.

    Una transformación

    Al principio me sentí un poco confundida, pero con el transcurso del tiempo, me di cuenta de que se estaba produciendo un cambio en mí. Comencé a ver que mis dones como sierva son de tanto valor como los dones de otros que plantan iglesias, son evangelistas y maestros.

    Dios nos quiere a todos en su misión; solo juntos estamos completos.

    Desde entonces, GASN se ha reunido dos veces. Hemos tenido reuniones conjuntas con la Fraternidad Mundial Misionera (GMF por su sigla en inglés) donde compartimos historias y enseñanzas con los dos grupos reunidos, asimismo, hemos tenido sesiones por separado.

    Particularmente cuando los dos grupos se reunieron por separado, pude sentir que todavía necesitamos que el Espíritu nos enseñe: somos llamados a trabajar juntos en la misión de Dios de acuerdo a nuestros dones, convicciones y puntos de vista.

    Empoderados por el aliento de Dios (tanto “espíritu” como “aliento” son traducciones de la palabra hebrea ruach), veremos cambios y veremos al Señor obrando.

    Durante las reuniones en Kenia en el mes de abril de 2018, una señal de esa unidad para mí fue el mapa de oración (ver foto). Todos los miembros de GMF y de GASN fueron invitados a escoger un país, poner una vela en ese lugar y orar por esa nación, por la gente o por algún conocido allí.

    Durante este tiempo de oración en silencio alrededor de ese gran mapa era obvio: somos uno en el Espíritu.

    —Un Comunicado del Congreso Mundial Menonita por Barbara Hege-Galle, miembro de la Comisión de Misiones. Sirvió por 32 años con Christliche Dienste y vive en Bammental, Alemania. También sirve en la iglesia local de ese lugar.

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    Así como las partes del corazón, las cuatro comisiones del CMM sirven a la comunidad mundial de iglesias afines al anabautismo, en las áreas de diaconado, fe y vida, paz y misiones. Las comisiones preparan materiales para la consideración del Concilio General, brindan guía y proponen recursos a las iglesias miembros, además, propician redes y compañerismo en relación al CMM trabajando juntos en temas de interés y enfoque común. A continuación, una de las comisiones comparte un mensaje de la perspectiva de su ministerio.


    En los últimos años, los anabautistas han sido identificados por distintivos como la construcción de la paz, la vida sencilla, la comunidad y el discipulado. Sin embargo, creemos que una característica esencial, clave en el comienzo del movimiento anabautista, fue su ferviente abrazo a la misión.

    Aunque continuamos acentuando la importancia del discipulado, hemos silenciado el compromiso apasionado, incluso sacrificado, con respecto al evangelismo que distinguió a los primeros anabautistas. Durante el último medio siglo, particularmente en el norte, ha habido una preocupante renuncia al llamado misionero de la iglesia.

    En este contexto, la Comisión de Misiones del CMM concibió una visión para un libro: God’s People in Mission: An Anabaptist Perspective (El Pueblo de Dios en Misión: Una perspectiva anabautista).

    El centro de las convicciones teológicas/misiológicas, compartido informalmente entre los miembros de la Comisión de Misiones, despertó inicialmente interés en desarrollar un catálogo de esas convicciones que subyacen e influyen nuestros fundamentos y enfoques en la misión. El 24 de marzo de 2014, después de varios años de anhelar una declaración exhaustiva de las convicciones compartidas en cuanto a la misión, la Comisión de Misiones adoptó la declaración «El pueblo de Dios en misió en Dopersduin, Schoorl, Holanda. Es una recopilación de 10 convicciones con enfoque en las misiones que articulan lo que creemos conjuntamente sobre la misión en la comunidad anabautista mundial.

    Creemos que una exploración más profunda de estas convicciones, plasmadas en un libro, puede ayudarnos a pensar sobriamente sobre nuestra identidad esencial como el pueblo misionero de Dios. Esta es una necesidad urgente. 

    Esperamos que las reflexiones en cada capítulo sirvan de estímulo para las conversaciones necesarias y nos ayuden a alinearnos con los propósitos de Dios para la reconciliación de toda la humanidad además de la restauración del orden creado. Asimismo, anhelamos que por medio de estos intercambios seamos revitalizados por el Espíritu de Dios para la misión que trajo a Jesús a nuestro mundo.

    El deseo de la CM es que God’s People in Mission: An Anabaptist Perspective (El Pueblo de Dios en Misión: Una perspectiva anabautista) pueda reunir diversas voces y experiencias de los diferentes contextos de nuestra familia mundial del CMM. Varios de los fragmentos que hacen parte del libro fueron escritos en diferentes idiomas hablados por algunos miembros del CMM. Con el fin de asegurar una amplia accesibilidad, esperamos eventualmente, tener el texto disponible en los tres idiomas oficiales del CMM (inglés, español y francés).

    Así, una meta futura es hacer que el libro esté disponible en otros idiomas que también son hablados por diferentes miembros del CMM. Estamos trabajando arduamente para finalizar el libro antes de nuestra próxima reunión en Kenia 2018.

    Aunque la audiencia principal del libro es la familia mundial del CMM, creemos que los fundamentos bíblico-teológicos básicos y sus reflexiones contextuales pueden servir a un público más amplio. Esperamos que pueda servir a diversos grupos como un recurso de estudio y referencia para talleres, capacitación, clases de escuela dominical y seminarios, creando y promocionando espacio para el diálogo, la reflexión y los compromisos.

    Creemos que toda la comunidad del CMM necesita recuperar el entendimiento sobre la naturaleza misionera, la cual es inherente a la iglesia. Del texto bíblico entendemos que los propósitos de Dios encuentran su esencia y significado en la misión de Jesús, además, la obra del Espíritu Santo es impulsar esta misión a través de la iglesia. Dado que el anhelo de Dios es que todas las personas experimenten la salvación, la iglesia está llamada a estar en misión en cada continente hasta que Jesús regrese. Nuestra oración es que cada iglesia miembro del CMM sea transformada para los propósitos misioneros de Dios.

     Comunicado del Congreso Mundial Menonita por Stanley W. Green y Rafael Zaracho, presidente y secretario de la Comisión de Misiones del CMM

     

    Con el interés de fomentar la unidad dentro de la familia anabautista mundial durante las últimas décadas, la Colección de Literatura Anabautista-Menonita Mundial, abordó la identidad, la paz, la mayordomía entre otros. Este volumen será el octavo en la serie. 

     

  • Frontera Misionera: Nuestra meta es compartir cada año una frontera misionera con los miembros de las redes de GMF y GASN. Las ideas son para informar, aprender e inspirar sobre el trabajo y los desafíos que las iglesias anabautistas y las organizaciones enfrentan en un país en particular.


    Uruguay tiene uns superficie de 176.215Km². En el norte linda con Brasil, en el oeste con Argentina a través del Rió Uruguay y en el sur está el Rio de la Plata y el Océano Atlántico.

    En el año 2010 el país contaba con 3.500.000 habitantes, de los cuales la mitad vive en y alrededor de la Capital Montevideo.

    Dos gustos comunes entre la agente son el futbol y la política. Se dice que cada niño uruguayo nace con una pelota debajo del brazo. Las elecciones nacionales son obligatorias, lo que hace que el pueblo participa como ningún otro pueblo en la elección de sus gobernantes.

    En el comportamiento social y por ser un país pequeño, la gente guarda el estilo tradicional y conservador. Son tranquilos y gustan del vecindario. Son muy receptivos y buenos anfitriones para con el extranjero, por lo cual hay muchas colonias y poblaciones extranjeras en el país. En Uruguay no queda población autóctona de indígenas.

    Un creciente numero de hogares tienen solo uno de los padres, por eso un quinto de los hogares uruguayos está dirigido por mujeres solas.

    Desde 1916 existe la separación entre Estado e Iglesia. La libertad de culto está confirmada en la Constitución. 60% se consideran Cristianos, 24% no se consideran religiosos o son ateos, 12% son espiritistas, 1.8% judíos. De los que se consideran Cristianos 47% se consideran católicos y 6.5% evangélicos. Por lo menos la mitad de los que se consideran cristianos no participan en ninguna iglesia (Las estadísticas varían mucho). A raíz de la naturaleza laica del estado uruguayo, las festividades cristianas reciben oficialmente otros nombres, Semana Santa es Semana de Turismo, Navidad es Fiesta de la Familia. Muchas creen en Dios “a su manera”. Viven su religiosidad sin identificarse con ninguna confesión, algo que los hace victima facil del relativismo moral e inversión de valores. Tienen desconfianza de los aparatos religiosos. El componente de religiones sincrétistas con las religiones africanas posee creciente importancia.

    Esto le da a Uruguay un ambiente religioso muy diferente que el resto del continente. Muchas veces se ha tildado a Uruguay como el cementerio de los misioneros, ya que es difícil plantar una iglesia, obra para la cual se tiene que tener a disposición no menos de 5 años, pero generalmente más.

    Los primeros contactos evangélicos en el país llegaron con la ocupación inglesa en 1806, o sea con la llegada de la iglesia Anglicana. En 1839 hubo un primer intento metodista, que se confirmó recién en los años 1860. Desde 1857 comenzaron a llegar los valdenses. En esa época también comenzaron a venir más Luteranos. En 1911 se organizó la primer iglesia bautista y también los Hermanos libres. En 1926 la iglesia evangélica Armenia. Los primeros Mennonitas llegaron en 1948 de Alemania como refugiados de la Segunda Guerra Mundial y pocos años después se comenzó la labor misionera entre los uruguayos. Después llegaron inmigrantes y misioneros de muchos otros grupos.

    En las últimas decadas también han llegado a Uruguay grupos llamados evangélicos que en realidad apuntan a la recolección de dinero, pidiendo dinero para orar, sea por los enfermos u otras situaciones de la vida, juntando fortunas y dejando un testimonio pésimo para el mundo evangélico.

    Aunque se han hecho esfuerzos específicos de crecer y de plantar más iglesias, todavía existen zonas en el país que tienen muy pocas o ninguna iglesia evangélica, como es la costa del Río de la Plata desde Montevideo hasta Punta del Este y unos cuantos pueblos en el interior del país. De a poco el movimiento evangélico del país se está confirmando en manos locales.

    Como Menonitas hemos tenido varias comisiones misioneras para promocionar la plantación de iglesias, y hemos podido crecer algo en número y en congregaciones, pero aun tenemos dificultades en mantener nuestra identidad Anabautista y un esfuerzo unido de extensión.

    Al principio del siglo hubo un gran esfuerzo para plantar iglesias a nivel interdenominacional, algo que tuvo un auje, pero después muchos de los puntos conquistados nuevamente fueron perdidos.

    Los Misioneros que vienen al país tienen que contar con tiempo, tanto de parte de las congregaciones que los envían como para ellos mismos. Algunos se han tomado un año para colaborar con alguna organización paraeclesiastica para conocer el mundo uruguayo, tanto evangélico como secular. Otra recomendación es que ya conozcan el español o que lo aprendan aquí en el país, algo que les ayudará mucho en su integración, ya que Uruguay tiene sus propias expresiones. Discusiones sobre politica y futbol pueden ser muy intensas, por lo cual es bueno ser cuidadosos con ellas.

    El mundo evangélico en uruguay está dividido entre liberales y conservadores, que tienen una tensión importante entre ellos.

    Somos un país con un porcentaje de evangélicos bajo y nos cuesta lograr un crecimiento firme.

    Por lo cual les pedimos que oren por nosotros y por nuestro país Uruguay, para que el testimonio evangélico pueda crecer.

    Hermann Woelke

     

  • Frontera Misionera: Nuestra meta es compartir cada año una frontera misionera con los miembros de las redes de GMF y GASN. Las ideas son para informar, aprender e inspirar sobre el trabajo y los desafíos que las iglesias anabautistas y las organizaciones enfrentan en un país en particular.


    Trasfondo

    La República Democrática del Congo (RDC) es un país situado en África Central, habitado por cerca de 80millones de personas, pertenecientes a 500 tribus, viviendo en una superficie de 2.345.410 kilómetros cuadrados. El país experimento dos olas de evangelismo. La primera ola no produjo resultados apreciables. La colaboración de los misioneros con los colonizadores en la esclavitud, la falta del evangelio en lenguajes locales, los conflictos entre tribus, y las religiones tradicionales fueron algunas de las causas del fracaso. Sin embargo, en la segunda ola, hablamos de la era de organizaciones misioneras. La misión Bautista Americana (The American Baptist Mission “ABMFS”) fue la primera organización en lanzar su ministerio en 1878 en el Centro de Congo, en el oeste del país.

    Entre las sociedades misioneras que continuaron, se puede citar la Misión Interior del Congo (Congo Inland Mission “CIM”), una sociedad misionera fundada por Menonitas Americanos. El trabajo que CIM empezó en RDC en el siglo 19 ha resultado en cerca de 250.000 congoleses Menonitas pertenecientes a las tres diferentes denominaciones: La Communauté des Eglises des Frères Mennonites au Congo (CEFMC), la the Communauté Evangélique Mennonite (CEM), y la Communauté Mennonite au Congo (CMCo).

    Iniciativas Congoleses Menonitas

    Las Iglesias Anabautistas Menonitas en la RepúblicaDemocrática del Congo(RDC) predican un evangelio integral. Esta es la razón por la que se han establecido en muchos sectores, construyeron capillas, también colegios, clínicas y universidades. También están involucrados en la construcción de paz e iniciativas de reconciliación con el apoyo de que ha brindado el Comité Central Menonita (CCM) y Mennonite Brethren Missions.

    Además, los menonitas Congoleses están presentes de una manera activa en el evangelismo transcultural. Su testimonio va más allá de las fronteras, especialmente Angola, Congo Brazzaville y Suráfrica. En RDC, los Menonitas continúan plantando iglesias en otras provincias y alcanzando incluso personas resistentes o escondidas como los Pigmeos Batwa en el Bosque Ecuatorial. Cuatro Pigmeos Batwa han sido entrenados en el instituto bíblico y tres de ellos son pastores ordenados. Hay 32 iglesias establecidas y lideradas por ellos, incluso, departamentos misioneros están a cargo de este importante ministerio en las conferencias Menonitas, también, hay un programa, el cual ya se está moviendo por medio de oraciones, distribución de literatura cristiana y otros contactos, el cual está especializado en alcanzar ciudadanos chinos y/o empresarios extranjeros.

    Principales desafíos

    A pesar del dinamismo de las iglesias Congoleses Menonitas locales y los varios recursos naturales en el país, la mayoría de la población ha enfrentado pobreza, incluso menonitas, viven en áreas rurales por debajo de la línea de pobreza. Inestabilidad política, guerras, corrupción y el activismo de los religiosos no cristianos son el mayor de los desafíos que los ministerios cristianos y las iglesias están enfrentando en RDC.

    Mvwala C.Katshinga and John S. Fumana


  • Así como las partes del corazón, las cuatro comisiones del CMM sirven a la comunidad mundial de iglesias afines al anabautismo, en las áreas de diaconado, fe y vida, paz y misiones. Las comisiones preparan materiales para la consideración del Concilio General, brindan guía y proponen recursos a las iglesias miembros, además, propician redes y compañerismo en relación al CMM trabajando juntos en temas de interés y enfoque común. A continuación, una de las comisiones comparte un mensaje de la perspectiva de su ministerio.


    Comisión de Misiones

    El objetivo de la Comisión de Misiones del CMM es imaginar y construir una nueva comunidad de misiones mundial dentro del cuerpo de Cristo, que se extienda por todos los continentes. Buscamos una fraternidad que esté profundamente basada en el amor mutuo, organizada en torno a la sujeción recíproca y que participe sin restricciones de las relaciones económicas sin incurrir en paternalismos inadecuados ni en dependencias poco saludables.

    Buscamos esto no solamente como una demostración evangélica de nuestra unidad en Cristo, sino también por el bien de la misión de Dios en todo el mundo.

    La historia como guía

    La Biblia es la historia de las acciones amorosas de Dios en la creación y su propósito de redención en la historia. Como consecuencia de la rebeldía humana y el pecado, el mundo que Dios creó experimentó la distorsión y la destrucción. El temor, el orgullo, la codicia y la ambición egoísta nos han llevado al alejamiento de Dios y a la alienación entre los pueblos. La consecuencia de esta alienación es el odio, la violencia, la guerra, la opresión y la injusticia.

    Los propósitos de Dios, revelados en Jesús, son finalizar el odio y el temor, la pobreza y la injusticia para crear una nueva familia que incluya todas las culturas, idiomas y etnias.

    Después de la ascensión de Cristo, la iglesia fue constituida por el Espíritu de Dios para proclamar y para encarnar la buena noticia de que a través de la vida, muerte y resurrección de Jesús, Dios se está reconciliando con toda la humanidad y restaurando a toda la creación. La diversidad es el don de Dios para nuestro enriquecimiento.

    La fuente de nuestra misión.

    La promesa de Dios de bendecir a todas las naciones de la tierra es la fuente de nuestra misión. El propósito de Dios es crear un pueblo con personas atraídas desde cada raza y nación que reflejen su gloria a través de la unidad. De acuerdo al seguimiento de Dios, rechazamos los males del racismo y del orgullo etnocentrista.

    La misión de la iglesia de Jesucristo, por consiguiente, requiere que actuemos con justicia y misericordia y que nos involucremos con cada persona y grupo con dignidad, respeto y compasión en razón al valor que, para Dios, cada uno tiene. También nos demanda denunciar y resistir todo sistema y acción que oprima y explote a aquellos que son pobres, débiles o vulnerables. Creemos que la unidad es un regalo del Espíritu, no algo que nosotros originamos. Al mismo tiempo, vemos la preservación de nuestra unión visible como una expresión práctica de amor y una dimensión critica de nuestra misión. Cuando Jesús ora por la unidad de sus seguidores y les manda a que se amen unos a otros, es por el bien de la misión de Dios (“para que el mundo pueda saber que tu (el Padre) me enviaste‚Äù [Juan 17:23]).

    No hay una demostración más convincente de la autenticidad del evangelio que la de los seguidores de Jesús que estén reconciliados mutuamente y unidos en el amor por encima de las barreras de la etnia, el color, la raza, el género, la clase social, el estrato económico, la alineación política o el origen nacional. De la misma manera, hay algunas cosas que afectan significativamente la credibilidad de nuestro testimonio, como cuando los cristianos nos alienamos unos a otros y toleramos o intensificamos divisiones entre nosotros mismos.

    El reto de la diferencia

    Uno de los retos que enfrentamos dentro de la comunidad mundial es como tratar con nuestras diferencias. Nuestro canon bíblico nos da algunas pistas sobre como equilibrar la tensión entre unidad y diversidad. Una característica básica de nuestra Biblia es la mezcla de géneros y estilos literarios en tanto que se mantiene la coherencia. Contiene documentos legales, genealogías, notas históricas, relatos de viajes, etc, con variedad de autores, temas, géneros y épocas.

    Nuestra biblia permite que haya diversidad dentro de la unidad. La formación del canon es un testimonio de que bajo la guía del Espíritu santo, la iglesia primitiva eligió conservar los cuatro evangelios, cada uno con su tono peculiar y distintivo.

    Una imagen diferente acerca de la diversidad es un diapasón. Esta herramienta es usada para ajustar la orquesta (una variedad de instrumentos, sonidos y calidades) en un tono específico. La presencia del diapasón no borra o elimina las diferencias de los instrumentos musicales, sino que alinea los tonos para que estos instrumentos dispares puedan hacer juntos música hermosa.

    Como comunidades de fe, nuestra tarea es compartir sobre el amor redentor de nuestro Dios. Cristo es nuestro diapasón. Cuando estamos afinados con Cristo, es más fácil distinguir esas cosas que no son esenciales que nos separan. En vez de eso, trabajamos en el medio de la diversidad por el reino de Dios.

    Nos damos cuenta de que nuestro objetivo requerirá un compromiso inquebrantable con la honestidad y la solidaridad. En un espíritu de amor y perdón, debemos hablar honestamente entre nosotros sobre los obstáculos de una comunidad auténtica. El amor mutuo también requerirá solidaridad recíproca. Debemos estar dispuestos a compartir en las luchas y sufrimientos de los otros, además, estar atentos a ofrecer apoyo, oración y compañía en los retos que cada uno enfrenta para dar testimonio de nuestro del evangelio.

    Entonces, ¬øPor qué es importante el trabajo de la Comisión de Misiones?

    Importa porque como el cuerpo de Cristo, la iglesia es la buena nueva de Dios en un mundo herido y quebrantado. En su libro, El evangelio en una sociedad pluralista (The Gospel in a Pluralist Society*), Lesslie Newbigin describe la iglesia como un “signo, instrumento y adelanto‚Äù del reino de Dios. Ante un mundo que nos observa, somos llamados a través de nuestra unidad en el amor a compartir y ser un reflejo de la reconciliación que Dios ha logrado en Jesucristo. Ya no vivimos por nosotros, sino por el mundo que Dios ama y busca bendecir a través de nosotros (Génesis 12:3).

    ‚ÄîStanley W. Green y Rafael Zaracho, presidente y secretario de la Comisión de Misiones del CMM

    *(Eerdmans, 1989, p. 233)

    Rafael Zaracho

    Stanley W. Green