Oraciones de gratitud e intercesión

  • Nairobi, Kenia – Los obispos menonitas de Kenia y Tanzania formaron una junta de misiones durante su reunión anual llevada a cabo en agosto en la Mennonite Guest House (Casa de Huéspedes Menonita). “Ya no somos iglesias que solamente reciben misioneros, sino que somos iglesias que envían misioneros,” declararon los líderes de las iglesias.

    EMM tiene una historia de 78 años de labor entre las iglesias de África Oriental. “Es inmensamente satisfactorio ver esta expresión de la madurez y la pasión de las iglesias por las misiones,” dijo Aram DiGennaro, representante regional de EMM para el África Oriental.

    La nueva junta de misiones, llamada International Mennonite Mission of East Africa (Misión Menonita Internacional del África Oriental), o IMMEA (MMIAO), refleja la convicción de los obispos de que los africanos orientales tienen lo que se necesita para hacer misiones en su continente.

    Los líderes concuerdan en que sus iglesias deben llegar a ser más abiertas a las misiones. Su primer paso será la creación de un programa de entrenamiento para misiones.

    Para estimular la pasión por las misiones, los líderes están introduciendo el concepto de un “Year of Service for Christ” (“Año de Servicio para Cristo”) en sus iglesias, con la meta de entrenar a 100 personas como hacedores de discípulos para fines de 2013.

    Un comité de tres – el obispo Philip Okeyo y la pastora Rebecca Osiro de la Iglesia Menonita de Kenia, y el obispo Christopher Ndege de la Iglesia Menonita de Tanzania – tomarán la responsabilidad del continuo desarrollo de IMMEA (MMIAO). Ambas iglesias son miembros del Congreso Mundial Menonita.

    De un comunicado de EMM por Debbi DiGennaro

  • “Una historia de inspiración, de valor y de la gracia de Dios que da vida y crecimiento a la semilla que realmente quiere hacer la voluntad de Dios.” Estas son las palabras que Peter Stucky empleó para describir a un grupo Menonita venezolano que recientemente lo invitó a enseñar un curso en su programa del seminario.

    Stucky, pastor Menonita y líder de una iglesia de Bogotá, Colombia, enseñó un curso en “Teología Anabautista Radical y Teología Latinoamericana” en el mes de septiembre a 38 estudiantes en un seminario en la Isla Margarita, Venezuela. El seminario lleva el nombre de John Driver, un ex pastor y misionero en América Latina.

    De acuerdo a Stucky, Erwin Mirabel, líder venezolano, perseveró en la visión Anabautista la cual había comenzado a aprender en 1987 en una clase con John Driver. “La semilla fue plantada y la planta Anabaptista continuó creciendo y estableciendo raíces en maneras diferentes.”

    Con el paso de los años, Mirabel proporcionó liderazgo al establecimiento de los programas de formación teológicas para líderes y cuatro congregaciones han adoptado esa visión. En el 2009, este grupo de congregaciones, conocidas como Iglesias Evangélicas Menonitas del Oriente, obtuvieron estatus legal.

    Stucky recordó oír hablar de las luchas dentro de las iglesias Menonitas venezolanas cuando asistió a una reunión de los Anabautistas Andinos en el 2004. Atribuyó los signos de nueva vida al poder de la resurrección de Cristo. “El poder de la resurrección es manifestado cuando parece que todo está perdido…Dios levanta a los muertos para reivindicarlos de maneras que desde una perspectiva humana son inesperadas e incomprensibles.”

    Mirabel ahora está poniendo su mira en Caracas para buscar a ex miembros de las iglesias Menonitas que funcionaron en el área – iglesias que fueron originalmente fundadas por las Misiones Menonitas del Oriente. Está contando con la ayuda de la iglesia colombiana para llevar a cabo estos planes. Además, Iglesias Evangélicas Menonitas del Oriente está explorando la membresía asociada con el Congreso Mundial Menonita.

    Comunicado del CMM

  • Matamoros, Tamaulipas, México– Delegados de las seis convenciones que conforman la Iglesia Anabautista Menonita Unida de México (IAMUM) se reunieron aquí del 2-5 de agosto para su tercera asamblea, congregándose cerca de 120 participantes de México y de Colombia, EE.UU. y Canadá.

    Ricardo Esquivia, líder menonita colombiano y promotor de la paz, brindó enseñanzas y reflexiones bíblicas sobre el tema, “Ser y actuar como una iglesia que promueve la justicia y la paz”.

    Gran parte de su disertación se centró en el rol de la iglesia en contextos de violencia. “Si no hacemos nada en contra de la violencia, somos responsables de la violencia existente”, afirmó Esquivia, cuya lucha por la paz puso en peligro su propia vida.

    Los delegados se comprometieron a trabajar en pos de dos objetivos: constituir juntos una única voz oficial dentro de la iglesia y en relación al gobierno y la sociedad mexicana; y desarrollar estrategias para apoyar a las víctimas de la violencia y prevenir la violencia.

    La asamblea de la IAMUM reconoció la necesidad de una comprensión más profunda de su propia historia y de la teología anabautista como fundamentales para la práctica de la fe.

    Extraído de informes de la IAMUM

  • Kitchener, Ontario—Arli Klassen de Kitchener, Ontario comenzó a servir como Gerente de Desarrollo para el Congreso Mundial Menonita (CMM) a partir del 1º de octubre del 2012.

    Hasta mayo o junio del 2013 ella trabajará a tiempo parcial cumpliendo con responsabilidades en materia de recaudación de fondos para el CMM y para mantener una relación con los donantes en América del Norte. Más adelante su función podría pasar a ser de tiempo completo cumpliendo con responsabilidades en materia de recaudación de fondos no sólo en América del Norte sino también en otras partes del mundo.

    “Soy una apasionada de la iglesia mundial,” comentó Klassen. “No entendemos plenamente a Dios,” añadió, “hasta que llegamos a conocer a personas de otras culturas y oímos acerca de su comprensión de Dios.”

    “No es suficiente relacionarse con otras culturas dentro de su propia ciudad,” dijo Klassen. “Necesitamos aprender de otras culturas en sus propios entornos culturales distintivos y diferentes.”

    Sus puestos de liderazgo con el Comité Central Menonita (CCM) en los últimos 12 años han proporcionado a Klassen muchas oportunidades de estar en contacto con varias partes de la iglesia mundial. Del 2008 hasta marzo del 2012 sirvió como Directora Ejecutiva del CCM, con sede en Akron, Pensilvania. Mientras cumplía con esta función, representó al CCM en la reunión anual del Comité Ejecutivo del CMM.

    Al anunciar el nombramiento de Klassen, César García, Secretario General del CMM, dijo que él estaba complacido y emocionado de que ella se uniera al equipo de personal. “Cuando conocí a Arli hace varios años, me impactó su interés en estar junto a los que sufren en la iglesia mundial. Recuerdo cuando llegó a una reunión del CMM con una clara posición sobre una decisión que debía tomarse allí. Sin embargo, durante la discusión ella fue sensible a la diversidad de las voces de diferentes partes del mundo. Fue capaz de construir nuevas maneras y posibilidades como resultado de tal intercambio intercultural. Su disponibilidad a escuchar a la iglesia mundial y su interés en ella es algo que aprecio y doy la bienvenida en nuestra familia mundial.”

    La experiencia previa de Klassen incluye ocho años (1999-2007) como Directora Ejecutiva del CCM de Ontario, Asistente de Dirección del Programa de África del CCM, Persona de Recurso en Conectando a los Pueblos con el CCM y un período de servicio en Lesoto, África.

    “Ya había incursionado en la recaudación de fondos en mi trabajo como Directora Ejecutiva,” comentó Klassen. Dijo que desde que dejó su puesto con el CCM había estado buscando una función relacionada a la recaudación de fondos con alguna organización que coincidiera con sus intereses y compromisos.

    Klassen dijo que espera poder hablar con la gente sobre el valor y la importancia de las relaciones a nivel mundial que se hacen posibles a través del CMM — no sólo a través de las grandes asambleas cada seis años sino también a través de otros puntos de contacto. “Nos necesitamos unos a otros,” enfatizó.

    Comunicado del CMM

    430 words

  • La historia menonita de América del Norte, el quinto y último de la Colección de Historia Menonita Mundial, se publicó a fines de septiembre del 2012. Seeking Places of Peace (Buscando Lugares de Paz) por Royden Loewen y Steven M. Nolt, completa la Colección de la Historia del Congreso Mundial Menonita, la cual ha sido supervisada por los historiadores John A. Lapp y C. Arnold Snyder.

    El nuevo libro de 400 páginas está organizado en tres secciones: «Settling in North America, 1683-1950» (“Estableciéndose en América del Norte, 1683-1950”), «Integrating in North America, 1930-1980 (“Integrándose en América del Norte, 1930-1980”), y «Growing in North America, 1960-2010» (“Creciendo en América del Norte, 1960-2010”).

    «Ambos autores, Loewen y Nolt, son maestros de la historia de América del Norte, y han trazado una jornada fresca a través de experiencias muy diversas,» dicen los editores de la Serie Lapp y Snyder. «Ambos aportan una percepción de la historia social, poniendo su enfoque en las personas en diferentes entornos geográficos en vez de hacerlo en el desarrollo institucional y en la controversia teológica.» Royden Loewen es Profesor de Historia, con una Cátedra en Estudios Menonitas, en la Universidad de Winnipeg en Manitoba. Steven M. Nolt es Profesor de Historia en Goshen College, en Goshen, Indiana.

    Juntos, describen su tarea como escritores de esta inclusiva y avasallante historia como «tratando de responder una sola pregunta: ¿Cómo vivieron los hombres y las mujeres Menonitas su particular llamado religioso de seguir a Cristo en América del Norte?

    «La respuesta es que lo hicieron como personas comunes, en su diario vivir. Su meta era una vida de santidad, pulcritud y orden, pero el hecho es que la vida no siempre es pulcra, nunca está libre de pecado y por cierto a menudo está desordenada. Han habido alegrías y lágrimas, momentos de logros y momentos de fracasos.»

    John A. Lapp comenta lo siguiente sobre el libro, «Los lectores encontrarán información fresca y una nueva percepción en casi todas las páginas. El tono es positivo pero bastante honesto. Este es un aporte significativo a la historia de la iglesia de América del Norte. Seeking Places of Peace merece una amplia lectura y estudio en las congregaciones y en las clases sobre la historia y la vida Menonita.»

    Coeditado por Good Books en los Estados Unidos y Pandora Press en Canadá, el libro está disponible en los Estados Unidos llamando a Good Books al (1) 800-762-7171. El libro está disponible en Canadá llamando a Pandora Press al (1) 866-696-1678.

    Los primeros cuatro volúmenes de la Global History Series (Serie de la Historia Mundial) disponibles de los mismos editores son: Anabaptist Songs in African Hearts (2003) (Canciones Anabaptistas en los Corazones Africanos (2003); Testing Faith and Tradition (2006, Europe) (Probando la Fe y la Tradición (2006, Europa); Migration and Mission (2010, Latin America) (Migración y Misión (2010, América Latina); y Churches Engage Asian Traditions (2011) (Las Iglesias Participan de las Tradiciones Asiáticas (2011) .

    – Phyllis Pellman Good

  • En cien años, la Communauté Mennonite au Congo ha prosperado y cuenta actualmente con 110.000 miembros, 798 congregaciones, 95 escuelas y siete hospitales.

    Tshikapa, República Democrática del Congo- Unos cincuenta músicos jóvenes caminaron 160 kilómetros cargando sus tambores, equipaje y algunos bebés para asistir a la celebración del centenario de la Comunidad Menonita del Congo (Communauté Mennonite au Congo, CMCO), realizada del 16-22 de julio. Durante una semana, los miembros del coro de Djoko Punda, uno de los primeros puestos misioneros menonitas de este país centroafricano, recorrieron caminos escabrosos a través de bosques y sabanas, cruzaron ríos sobre puentes precarios y pernoctaron en escuelas.

    El Coro del Gran Tambor (Chorale Grand Tam-Tam) llegó a Tshikapa, sede central de esta denominación menonita, para dirigir el canto de alabanza de los menonitas de tres continentes por los “cien años de evangelización y encuentros culturales”, según el lema del evento.

    En el discurso inaugural, Adolphe Komuesa Kalunga, presidente de CMCO, presentó una reseña de la historia menonita del Congo, señalando los puntos débiles y fracasos del enfoque misionero de aquellos que llegaron al Congo por medio de la Misión Intermenonita de África y sus organizaciones predecesoras: paternalismo, fuerte énfasis en cuestiones espirituales, poca preocupación por las condiciones materiales que oprimían al pueblo congoleño, y reticencia a confiar la administración financiera a la iglesia congoleña.

    Sin embargo, Komuesa expresó reconocimiento y agradecimiento a cientos de misioneros que, enfrentando enfermedades, un clima hostil, condiciones de vida difíciles e inestabilidad política, se mantuvieron fieles al llamado de Dios y compartieron las buenas nuevas de Jesús. Komuesa pidió a la asamblea reunida un minuto de silencio en conmemoración de todos los menonitas que sacrificaron su vida en obediencia al llamado de Cristo.

    En el discurso de cierre, Komuesa manifestó: “Saludo a aquellos misioneros que entregaron su juventud y su vida por nuestro país. También rindo homenaje a los descendientes de estos misioneros que aún trabajan por el bienestar de nuestra iglesia. Sepan que estamos muy agradecidos”.

    Komuesa felicitó a la iglesia por su solidaridad y señaló que los logros misioneros sólo fueron posibles gracias al trabajo conjunto del pueblo congoleño con sus hermanos/as de América del Norte.

    Actualmente, CMCO es miembro de la Misión Intermenonita de África, que aglutina a ocho organizaciones asociadas, incluyendo la Red Misionera Menonita.

    Alrededor de 400 participantes asistieron al culto final del domingo 22 de julio; muchos encendieron velas para festejar el cumpleaños de CMCO.

    “Queridos hermanos y hermanas en Cristo, al comenzar el segundo siglo, mi deseo es que cuiden nuestra iglesia”, pidió Komuesa, mientras se extinguían las velas que simbolizan el fin del primer centenario de CMCO.

    Durante la semana de celebración, la historia de CMCO se contó de distintas maneras: a través de canciones originales según la tradición de los griots (cantores-historiadores), un libro de breves biografías sobre los primeros menonitas congoleños, una presentación de Power Point realizada por François Tshidimu Mukendi (pastor e historiador menonita) y de muchos ejemplos en sermones y testimonios.

    “A partir de 1912 y durante cien años, CMCO ha realizado la obra de Dios”, cantó el Coro Evangélico Menonita de Dibumba (Chorale Evangélique Mennonite de Dibumba). “Hoy estamos aquí para agradecer a Dios. Ahora, somos muchos menonitas. Trabajemos en unidad para difundir las buenas nuevas de Jesús.”

    En las estrofas posteriores, el coro describió cómo se establecieron ocho puestos misioneros.

    Si bien algunos de los edificios de los puestos misioneros se encuentran en mal estado, la iglesia ha prosperado y actualmente cuenta con 110.000 miembros, 798 congregaciones, 95 escuelas y siete hospitales, según una conferencia brindada por Anastasie Tshimbila, profesor del Instituto Bíblico Menonita de Kalonda, a cinco millas de Tshikapa.

    El debate más apasionado de la celebración se centró en la decisión de ordenar a las mujeres. De las tres denominaciones menonitas del Congo, CMCO era la única que aún se negaba a la ordenación de mujeres. Communauté des Frères Mennonites au Congo (Iglesia de los Hermanos Menonitas) ordenó a su primera pastora en 2000. Communauté Evangélique Mennonite (Iglesia Evangélica Menonita) hacía preparativos para ordenar a su primera pastora días después de la celebración del centenario de CMCO.

    Komuesa fue ratificado por seis años más como presidente de CMCO, apenas unas horas antes de que comenzaran las festividades por el centenario, ya que la asamblea general anual finalizó en la madrugada del 15 de julio.

    Entre los logros del primer mandato de Komuesa se encuentra la construcción de un centro de acogida que incluye una gran sala de conferencias, un comedor, una cocina y tres edificios de dormitorios. Estas nuevas instalaciones le permitieron a CMCO recibir a treinta delegados provenientes de tres continentes, en representación de ocho organizaciones menonitas (véase recuadro). Dado que el centro de acogida queda cerca del aeropuerto, CMCO espera poder utilizarlo como hostal y generar así un ingreso para la iglesia.

    El centro de acogida constituyó una iniciativa conjunta que incluyó a la Misión Intermenonita de África, CMCO, equipos de trabajo pertenecientes a congregaciones de la Iglesia Menonita USA y a Arnold Harder, que viajó cuatro veces al Congo para colaborar en el proceso de construcción durante un total de seis meses.

    Rod Hollinger-Janzen, coordinador ejecutivo de la Misión Intermenonita de África, estuvo a cargo del componente internacional de la celebración del aniversario congoleño. Según sus palabras, la experiencia demostró cuán profundas pueden ser las relaciones dentro del cuerpo de Cristo. Se conmovió al presenciar el reconocimiento mutuo que expresaron los coros de distintos grupos étnicos (tshokwe, lulua y pende); personas que décadas atrás estaban enfrentadas, ahora festejaban con cantos la fraternidad que les unía.

    “Ésta fue una manera en que la celebración del centenario sirviera para que los miembros de CMCO reafirmaran su unidad en Cristo y aceptaran su diversidad étnica como una realidad positiva y creativa”, dijo Hollinger-Janzen. “Se destacó de diversas maneras la importancia de que hubiera asistido nuestra delegación internacional.”

    Hollinger-Janzen señaló que los líderes y miembros de CMCO expresaron en repetidas oportunidades su deseo de seguir fomentando relaciones fraternales y estableciendo vínculos con las convenciones y organizaciones de la iglesia que habían colaborado en la fundación de iglesias menonitas en el Congo.

    Entre las organizaciones internacionales con representación en la celebración del centenario, estuvieron: Misión Intermenonita de África, Fraternidad de Iglesias Evangélicas, Red Menonita de Misiones, la Iglesia Menonita USA, Iglesia Menonita Canada; Congreso Mundial Menonita, Comité Central Menonita y Red Francófona (que sirve a la comunidad anabautista mundial de habla francesa).

    Redactado para el Congreso Mundial Menonita por Lynda Hollinger-Janzen, escritora de la Red Menonita de Misiones de la Iglesia Menonita USA

  • En colaboración con el Congreso Mundial Menonita, el Instituto para el Estudio del Anabautismo Mundial (Goshen, Indiana, EE.UU.), lanza una investigación que consta de dos partes.

    Combinando datos e historias personales, los organizadores esperan lograr una mayor comprensión de las iglesias miembros del CMM y del anabautismo mundial.

    «Se procura brindar una especie de radiografía de nuestro cuerpo para que los líderes eclesiales tengan una mejor perspectiva de sus propios grupos a la hora de definir prioridades”, dijo John?D. Roth, jefe de la investigación y profesor de Historia de Goshen College.

    Ambas partes (el Perfil Mundial Anabautista y el Proyecto Damos testimonio: historias personales”) requerirán años de investigación. Cada una de las partes cuenta con financiación propia. Conrad Kanagy es director asociado.

    En la reunión del Concilio General del CMM realizada del 20-26 de mayo en Basilea (Suiza), la Comisión de Fe y Vida del CMM aceptó colaborar como grupo de consulta para el Perfil Mundial Anabautista.

    Roth tiene proyectado invitar a 25 grupos afines al CMM para que participen en una encuesta sobre demografía, prácticas y creencias.

    El Perfil también podría esclarecer el modo en que el CMM serviría mejor a sus miembros.

    Los norteamericanos realizan regularmente sus propias encuestas, señaló Roth, “pero casi nunca en un contexto mundial”.

    El Perfil Mundial Anabautista estará basado en una encuesta realizada por Conrad Kanagy y Richard Showalter a iglesias vinculadas a las Misiones Menonitas del Este.

    En una reunión del Comité Ejecutivo del CMM realizada en mayo de 2011, se aprobó una propuesta para el Perfil con la condición de que no predominaran cuestiones teológicas y culturales surgidas exclusivamente del norte del mundo, inquietud que Roth tiene muy presente.

    La propuesta original sugería seleccionar a los 25 grupos eclesiales al azar. Luego de consultar al CMM, Roth abrió la participación a cualquier grupo interesado, y probablemente coordine el proyecto con distintas organizaciones misioneras menonitas.

    Los grupos pertenecientes al CMM que deseen participar deben comunicárselo a Roth.

    Más que extraer información, Roth espera que el Perfil convoque a diversos grupos a dialogar.

    «Como mucho, el Perfil podrá profundizar el sentido de identidad que compartimos y el reconocimiento más amplio de nuestra diversidad”, señaló.

    En coincidencia con esta investigación mayormente cuantitativa, se desarrollará el Proyecto “Damos testimonio: historias personales”, una recopilación de relatos personales sobre discipulados sacrificados y sufrimiento.

    Los anabautistas tienen una larga tradición de evocación de eventos por medio del relato de historias, lo cual se ve reflejado en parte en el libro El espejo de los mártires.

    Este nuevo proyecto recogerá “relatos sobre la fidelidad cristiana que, frente a la adversidad, demostraron grupos menonita-anabautistas a partir de 1685 y grupos de todo el mundo en la actualidad”, comentó Roth.

    Para brindar mayor claridad en cuanto al modo en que se utilizarán las historias, y para abordar los desafíos que presenta el proyecto, Roth y Gerald Mast, profesor de Comunicaciones de Bluffton University (Ohio),?están organizando una consulta. “Damos testimonio: ¿un nuevo Espejo de los mártires para el siglo XXI?”, se realizará del 5-8 de agosto en Goshen College.

    Por Sheldon C. Good, Redactor adjunto, Mennonite World Review

    Distribuido con permiso de Mennonite World Review

  • Sumiswald, Suiza – Cada seis años los menonitas de Europa se reúnen para realizar su asamblea regional, Congreso Menonita Europeo (MERK). La reunión de este año, celebrada del 17-20 de mayo, precedió las reuniones del Concilio General del CMM en el Centro Chrischona cerca de Basilea.

    MERK atrajo a 855 personas a Sumiswald, en el centro de la región de Emmental, escenario de la historia de los anabautistas. La mayoría de los participantes provenía de los Países Bajos, Alemania, Francia, Suiza y España; también participaron delegados de convenciones europeas mas pequeñas y visitantes del Concilio General y las Comisiones del CMM, representando unos 36 países.

    “Las fronteras… están por todos lados, alrededor y dentro de nosotros”, manifest. Louise Nussbaumer, estadísticas del CMM correspondientes a 2011 y ex miembro del Comité Ejecutivo del CMM. “Se argumenta que nos protegen; en realidad, nos aíslan, dejándonos solos y empobrecidos. Los límites sociales, políticos, étnicos o culturales obstaculizan las relaciones.” Los discursos plenarios estuvieron a cargo de los líderes europeos Lukas Amstutz y Ruth Raab- Zerger de Alemania, y Philippe González de Francia.

    Se les recordó a los participantes que la solidaridad implica acciones concretas. En las sesiones plenarias se destacaron las historias de muchos europeos y personas de otras partes. Algunas eran espectaculares pero todas daban testimonio de la fidelidad de Dios con quienes estaban dispuestos a ser solidarios. Los estudios bíblicos a cargo de Anne-Cathy Graber (Francia) y Jeanet van Woerden (Alemania), consideraron los siguientes subtemas: “Dios brinda un nuevo comienzo” (sobre la mujer samaritana en el pozo, Juan 4), y “Dios le brinda una oportunidad a cada uno” (la mujer descubierta cometiendo adulterio, Juan 8), respectivamente.

    Hubo una buena concurrencia a los talleres vespertinos referidos al tema principal. También se realizaron actividades para niños, jóvenes y jóvenes adultos. Más de 250 voluntarios colaboraron en la organización del Congreso.

    Esther Braun de Langnau, que brindó apoyo administrativo imprescindible en los meses anteriores al Congreso, resumió bien el tema principal: “Me doy cuenta cada vez más que, para que nuestras manos tendidas atraviesen fronteras, debemos liberarnos de ciertas cosas, desprendernos de nuestras expectativas, prejuicios y miedos. Debemos evitar las conclusiones apresuradas o pensar que sólo uno es el que tiene razón. Cuando nos liberemos de esto con la ayuda de Dios, las demás barreras (religiosas, culturales o lingüísticas) no parecerán tan impenetrables e intimidantes.”

    Durante la reunión, se dio la posibilidad de vincularse solidariamente con otros; al que asist.a por primera vez, a la persona cuyo idioma no entendíamos y cuya historia había que descubrir. Y uno también podía acercarse para recibir una palabra de aliento o de ánimo, una historia de perdón o de nuevos comienzos.

    Para que las manos se tiendan de verdad, los Servicios Misioneros Menonitas de la Iglesia Menonita de Suiza patrocinaron un proyecto para asistir al pueblo marginado de los roma de Serbia y Albania. Fue una oportunidad para atravesar las fronteras del prejuicio respecto a los roma y ayudar a romper el ciclo de la pobreza. Se les solicit. a los participantes de MERK que llevaran medias tejidas, ropa interior, útiles escolares e insumos médicos para emergencias. Y hubo una buena respuesta: 190 paquetes de útiles, 54 cajas con insumos médicos y más de quinientos pares de medias. Se contrató un camión para entregar los art.culos a las organizaciones cristianas que harían la distribución.

    Para Mari Friesen, cada caja representaba una semilla que podía dar fruto. Mathias Hofer recuerda a una mujer mayor de mirada luminosa que le entregó veinte pares de medias que había tejido. “Al fin, le comentaba, hay algo que puedo hacer con mis manos y lo hago con todo el corazón”.

    Según Louise Nussbaumer, “las manos tendidas que atraviesan fronteras [también significa] reconocer las fronteras invisibles y silenciosas de nuestra vida y tener el valor de atravesarlas”.

    –De informes de Elisabeth Baecher y otros, compilados por Sylvie Gudin Koehn

  • Goma, República Democrática del Congo– Rukimba Furaha abandonó su hogar y campos en la aldea de Kabuya, provincia de Kivu del Norte, de la República Democrática del Congo (RDC), preocupada por la seguridad de sus ocho hijos.

    Su esposo se había ido días antes para evitar que el ejército rebelde lo reclutara por la fuerza. La huida fue tan repentina que no pudieron llevar consigo alimentos o pertenencias.

    Huyeron a causa del conflicto armado; una vez más, el desplazamiento de la población provoca sufrimiento generalizado en las provincias del este de la RDC.

    Desde abril de este año, más de 200.000 personas han abandonado pueblos y campos en la región. Así, el número total de desplazados internos de la RDC excede los dos millones.

    Entre 30.000 y 40.000 desplazados se refugiaron en países vecinos como Ruanda y Uganda. Sin embargo, la gran mayoría, incluyendo la familia de Furaha, se ha unido a otras personas en los campos atiborrados superpoblados de Kivu del Norte o del Sur, o con familias anfitrionas de la zona. Muchos temen alejarse demasiado de sus aldeas ya que se aproxima la época de cosecha y podrían perderla.

    Mbatse Dorika, la hija mayor de Furaha, tiene apenas diez años. Junto a sus hermanos menores, caminó más de 59 km de Kabuya a Kibati, cerca de la capital provincial de Goma, donde la familia se refugió en una escuela.

    La escuela carece de agua, los servicios sanitarios tienen una fuerte carga impositiva y no habían recibido ningún tipo de asistencia desde mediados de julio. Siete u ocho familias duermen en cada aula y sólo los pupitres de los alumnos, utilizados como divisores, les brindan algo de privacidad.

    Integrantes del personal del Comité Central Menonita (MCC) y de los servicios de emergencias de la Iglesia de Cristo del Congo (ECC), asociada hace más de quince años al MCC, visitaron Kibati el 15 de julio. Además de la familia de Furaha, cientos más (incluso muchos niños pequeños) habían llegado la semana anterior tras caminar tres días desde sus aldeas en medio del actual conflicto.

    “Me impactó profundamente la falta de recursos como comida o agua, indispensables para atender las necesidades básicas humanas”, informó tras su visita, Ruth Keidel Clemens, directora del programa del MCC. “Muchos de los niños parecían necesitar asistencia médica pero no había recursos para atenderlos. Encontramos familias exhaustas y traumatizadas. Éstos son algunos de los signos visibles de una guerra olvidada que sigue desterrando y matando a miles de personas en Congo oriental.”

    El equipo de evaluación de emergencias del ECC identificó a más de 5.500 familias en Kibati y otros tres lugares en la zona de conflicto, que necesitaban asistencia de emergencia para conseguir refugio, alimento, agua, servicios sanitarios y artículos del hogar. El MCC implementará acciones de emergencia en base a este informe.

    En otros campos de desplazados, el MCC entregó lonas para 400 familias, y pagó el arancel escolar de 300 niños. Actualmente, el MCC está preparando un gran proyecto alimentario de emergencia para Kivu del Sur y del Norte, que asistirá a mil familias.

    Desde la Oficina de Washington del MCC, se envió también una alerta a las organizaciones miembro, pidiéndoles que envíen correos electrónicos o llamen al presidente Barak Obama, solicitándole que tome medidas para atacar las causas de la violencia actual en Congo oriental. Para más información, MCC Action Alert

    Desde 1994, cuando varios millones de ruandeses abandonaron su país a raíz del genocidio ruandés, Congo oriental ha sufrido una situación de conflicto permanente entre ejércitos nacionales de la RDC y de países vecinos, así como de diversos grupos rebeldes locales y regionales. El último enfrentamiento comenzó en abril de 2012, cuando un grupo de oficiales congoleños se amotinó y formó un ejército rebelde conocido como el M23 que, desde entonces, ha enfrentado al ejército congoleño y atacado a la población civil.

    Las causas del conflicto en Congo oriental constituyen una combinación compleja de cuestiones étnicas y políticas en torno al control de tierras y minerales a nivel local, regional y nacional. Los refugiados y desplazados son las víctimas más vulnerables de estos choques, aunque toda la población de la región sufre la inseguridad y el trauma de los continuos enfrentamientos.

    Furuha teme que los soldados rebeldes hayan arrasado sus campos, robado su ganado y saqueado su casa.

    Distribución internacional de un comunicado del Comité Central Menonita.

    Tim Lind, representante del MCC en la República Democrática del Congo, junto a su esposa Suzanne Lind. Ambos son de Three Rivers (Michigan, EE.UU.).

  • Nyanga, República Democrática del Congo– El supervisor de una escuela belga necesitaba dos cantantes para la Feria Mundial de 1958 en Bruselas, encargándole la tarea de ubicarlos a dos misioneras, una de las cuales era Lodema Short. Entre 1947 y 1981, colaboró con la Misión para el Interior del Congo (Congo Inland Mission), actualmente Misión Intermenonita de África, una organización asociada a la Red Menonita de Misiones. Su talento musical, capacidad organizativa y su vínculo con cientos de estudiantes le permitieron elegir y luego acompañar a los nueve jóvenes que se presentaron en Bélgica como los “Happy Singers” (“Cantantes Felices”).

    Dwight Short, sobrino de Lodema y miembro de la Iglesia Bautista Idlewild de Lutz (Florida), integró la delegación que viajó al Congo del 12-29 de julio, principalmente porque deseaba saber más sobre su famosa tía.

    Dwight pudo filmar 27 entrevistas, cuatro con miembros de los “Happy Singers”, además de conversar con varios estudiantes de Lodema, muchos de los cuales son actualmente pastores.

    “Le encantaría saber que muchos de sus estudiantes se decidieron por el ministerio”, dijo Dwight.

    Bernadette Manya Kikungo, actual directora del Lycée Miodi, fue alumna de Lodema.

    “Mama Kanamu (el nombre africano de Lodema, que significa “digna de confianza”) trabajó muy duro aquí en la escuela para formar líderes eclesiales; incluso el presidente de nuestra iglesia (Komuesa) fue su alumno.”

    Dwight piensa escribir un libro para dar a conocer la historia de su tía más allá del círculo familiar.

    Dwight tiene otra pasión: la evangelización a través del deporte. A pesar de que no pudieran utilizar el equipamiento que habían preparado por demoras en el envío, las cuatro pelotas de fútbol que trajeron miembros de otras delegaciones atrajeron a 400 niños a una clínica de fútbol que se organizó en Tshikapa. Dwight trabajó con Robert Irundu Mutundu, presidente de la Juventud Menonita del Congo a nivel nacional; ambos comparten el ferviente deseo de que “los niños conozcan a Cristo y así se acreciente la iglesia”.

    En 2013, Irundu tiene previsto organizar dos eventos futbolísticos para jóvenes menonitas en el interior del país y una clínica de básquet en Kinshasa, capital del Congo.

    Redactado para el Congreso Mundial Menonita por Lynda Hollinger-Janzen, escritora de la Red Menonita de Misiones de la Iglesia Menonita USA

  • “Como risa contagiosa que se esparce por una habitación llena de gente, las redes teológicas creadas por mujeres anabautistas se han ido multiplicando en África, América del Sur, Asia y Europa”, informa Ruth Guengerich, codirectora de Mennonite Women USA (MW USA).

    Guengerich, que participó General del CMM (20- 25 de mayo), se reunió con mujeres de todo el mundo, muchas de las cuales reciben becas de capacitación en liderazgo eclesial del Fondo Internacional de Mujeres de MW USA.

    Guengerich se reunió con miembros de Te.logas Anabautistas Africanas, Teólogas Latinoamericanas, Teólogas Asiáticas y la directora de la Organización de Mujeres Menonitas Holandesas, que creó el Fondo Anne Zernike (recuadro). Estos grupos tienen en com.n que se organizaron siguiendo el ejemplo de mujeres que creaban redes en otras partes del mundo.

    Inspiradas por las presentaciones de las teólogas africanas en la Asamblea en Zimbabwe en 2003, las líderes africanas y de MW USA procuraron maneras de alentar a las mujeres de la iglesia a utilizar sus dones.

    En 2004, en el marco del programa Sister-Link de MW USA, se estableció un vínculo especial con un grupo de líderes africanas conocido como “Teólogas Anabautistas Africanas” (AAWT), facilitado por el CMM. Esta coparticipación se creó para incrementar el número de mujeres africanas menonitas y de los Hermanos en Cristo con formación teol.gica para la próxima Asamblea del CMM en 2009.

    En 2006, las mujeres latinoamericanas observaron que AAWT estaba fortaleciendo a las mujeres como líderes de las iglesias, y organizaron un encuentro de reflexión bíblico-teológica. Esta reunión brindó un foro de reflexión sobre el papel de la mujer en la iglesia. En 2007, MW USA ayudó a patrocinar encuentros teológicos de mujeres realizados en tres continentes con el propósito de apoyar la formación teológica de la mujer. Durante estos a.os, el Fondo Internacional de Mujeres de MW USA sigui. otorgando becas a mujeres de África, América Latina y Asia, todas provenientes de iglesias miembros o asociadas del CMM.

    Con la esperanza de capacitar a más mujeres, Teólogas Latinoamericanas organizó un encuentro de mujeres teólogas antes de la Asamblea en Paraguay en 2009, que inspiró a las mujeres asistentes provenientes de los Países Bajos a crear el Fondo Anne Zernike (v.ase recuadro).

    En octubre de 2012, Teólogas Asiáticas se reunirá con representantes de Japón, India e Indonesia, después de lo que observaron en otras organizaciones de teólogas.

    Extracto de una publicación de Mennonite Women USA

  • Lancaster, Pennsylvania, EE. UU.– La expectativa de la bienvenida y los desafíos de ser sede de la próxima Asamblea del CMM fueron evidentes en la reunión del Consejo Asesor Nacional realizada aquí el 22-23 de marzo.

    Los miembros del Consejo, que representan a las cuatro denominaciones anfitrionas, se refirieron al “honor” y al “privilegio” de recibir a miembros de la comunión mundial del CMM para la 16a Asamblea, a realizarse del 21-26 de julio de 2015 en Harrisburg, Pennsylvania. Acordaron ayudar a incrementar la difusión y la participación de sus respectivas denominaciones. También designaron a los miembros de una Red de Oración, un Grupo de Trabajo de Finanzas y un Grupo de Trabajo encargado de las visas.

    El Consejo aprobó como meta US$850.000 para la recaudación de fondos. De esta suma, US$150.000 financiarán la Cumbre Mundial de la Juventud y US$300.000 se destinarán a un fondo de viajes para las reuniones del Concilio

    General y el Comité Ejecutivo anteriores a la Asamblea. Se espera que el resto del dinero recaudado, junto con los aranceles de inscripción, cubran un presupuesto previsto de US$2,8 millones.

    El Consejo destacó la importancia de que cada región continental colabore (incluso económicamente) con las Asambleas. Se indagará cuánto dinero podría recaudar cada región (además del aporte proporcional justo para iniciativas permanentes del CMM), iniciando una modalidad a utilizarse en futuras Asambleas.

    El Consejo ratificó su compromiso de lograr que los jóvenes adultos extranjeros obtengan visas de visitantes para la Asamblea.

    El 26 de mayo el personal del CMM se reunió con David Myers, Director de un Centro de Asociación Vecinal de Fe (EE.UU.), a fin de procurar la mejor manera de abordar la cuestión de las visas. El Consejo también designó a Howard Good Coordinador Nacional de la Asamblea.

    Integrantes del Consejo: Richard Thomas (presidente), Elizabeth Soto Albrecht y Sheldon Good (Iglesia Menonita USA); Dennis Becker (directivo), Lynn Jost y Ed Boschman (Conferencia de Iglesias de los Hermanos Menonitas de EE.UU.); Warren Hoffman, Don McNiven (secretario) y Chris Sharp (Conferencia General de los Hermanos en Cristo); Lowell Bender y David Kochsmeier (directivo) de la Conferencia Menonita Conservadora.

    –Extracto de una publicación del CMM