Oraciones de gratitud e intercesión

  • En cien años, la Communauté Mennonite au Congo ha prosperado y cuenta actualmente con 110.000 miembros, 798 congregaciones, 95 escuelas y siete hospitales.

    Tshikapa, República Democrática del Congo- Unos cincuenta músicos jóvenes caminaron 160 kilómetros cargando sus tambores, equipaje y algunos bebés para asistir a la celebración del centenario de la Comunidad Menonita del Congo (Communauté Mennonite au Congo, CMCO), realizada del 16-22 de julio. Durante una semana, los miembros del coro de Djoko Punda, uno de los primeros puestos misioneros menonitas de este país centroafricano, recorrieron caminos escabrosos a través de bosques y sabanas, cruzaron ríos sobre puentes precarios y pernoctaron en escuelas.

    El Coro del Gran Tambor (Chorale Grand Tam-Tam) llegó a Tshikapa, sede central de esta denominación menonita, para dirigir el canto de alabanza de los menonitas de tres continentes por los “cien años de evangelización y encuentros culturales”, según el lema del evento.

    En el discurso inaugural, Adolphe Komuesa Kalunga, presidente de CMCO, presentó una reseña de la historia menonita del Congo, señalando los puntos débiles y fracasos del enfoque misionero de aquellos que llegaron al Congo por medio de la Misión Intermenonita de África y sus organizaciones predecesoras: paternalismo, fuerte énfasis en cuestiones espirituales, poca preocupación por las condiciones materiales que oprimían al pueblo congoleño, y reticencia a confiar la administración financiera a la iglesia congoleña.

    Sin embargo, Komuesa expresó reconocimiento y agradecimiento a cientos de misioneros que, enfrentando enfermedades, un clima hostil, condiciones de vida difíciles e inestabilidad política, se mantuvieron fieles al llamado de Dios y compartieron las buenas nuevas de Jesús. Komuesa pidió a la asamblea reunida un minuto de silencio en conmemoración de todos los menonitas que sacrificaron su vida en obediencia al llamado de Cristo.

    En el discurso de cierre, Komuesa manifestó: “Saludo a aquellos misioneros que entregaron su juventud y su vida por nuestro país. También rindo homenaje a los descendientes de estos misioneros que aún trabajan por el bienestar de nuestra iglesia. Sepan que estamos muy agradecidos”.

    Komuesa felicitó a la iglesia por su solidaridad y señaló que los logros misioneros sólo fueron posibles gracias al trabajo conjunto del pueblo congoleño con sus hermanos/as de América del Norte.

    Actualmente, CMCO es miembro de la Misión Intermenonita de África, que aglutina a ocho organizaciones asociadas, incluyendo la Red Misionera Menonita.

    Alrededor de 400 participantes asistieron al culto final del domingo 22 de julio; muchos encendieron velas para festejar el cumpleaños de CMCO.

    “Queridos hermanos y hermanas en Cristo, al comenzar el segundo siglo, mi deseo es que cuiden nuestra iglesia”, pidió Komuesa, mientras se extinguían las velas que simbolizan el fin del primer centenario de CMCO.

    Durante la semana de celebración, la historia de CMCO se contó de distintas maneras: a través de canciones originales según la tradición de los griots (cantores-historiadores), un libro de breves biografías sobre los primeros menonitas congoleños, una presentación de Power Point realizada por François Tshidimu Mukendi (pastor e historiador menonita) y de muchos ejemplos en sermones y testimonios.

    “A partir de 1912 y durante cien años, CMCO ha realizado la obra de Dios”, cantó el Coro Evangélico Menonita de Dibumba (Chorale Evangélique Mennonite de Dibumba). “Hoy estamos aquí para agradecer a Dios. Ahora, somos muchos menonitas. Trabajemos en unidad para difundir las buenas nuevas de Jesús.”

    En las estrofas posteriores, el coro describió cómo se establecieron ocho puestos misioneros.

    Si bien algunos de los edificios de los puestos misioneros se encuentran en mal estado, la iglesia ha prosperado y actualmente cuenta con 110.000 miembros, 798 congregaciones, 95 escuelas y siete hospitales, según una conferencia brindada por Anastasie Tshimbila, profesor del Instituto Bíblico Menonita de Kalonda, a cinco millas de Tshikapa.

    El debate más apasionado de la celebración se centró en la decisión de ordenar a las mujeres. De las tres denominaciones menonitas del Congo, CMCO era la única que aún se negaba a la ordenación de mujeres. Communauté des Frères Mennonites au Congo (Iglesia de los Hermanos Menonitas) ordenó a su primera pastora en 2000. Communauté Evangélique Mennonite (Iglesia Evangélica Menonita) hacía preparativos para ordenar a su primera pastora días después de la celebración del centenario de CMCO.

    Komuesa fue ratificado por seis años más como presidente de CMCO, apenas unas horas antes de que comenzaran las festividades por el centenario, ya que la asamblea general anual finalizó en la madrugada del 15 de julio.

    Entre los logros del primer mandato de Komuesa se encuentra la construcción de un centro de acogida que incluye una gran sala de conferencias, un comedor, una cocina y tres edificios de dormitorios. Estas nuevas instalaciones le permitieron a CMCO recibir a treinta delegados provenientes de tres continentes, en representación de ocho organizaciones menonitas (véase recuadro). Dado que el centro de acogida queda cerca del aeropuerto, CMCO espera poder utilizarlo como hostal y generar así un ingreso para la iglesia.

    El centro de acogida constituyó una iniciativa conjunta que incluyó a la Misión Intermenonita de África, CMCO, equipos de trabajo pertenecientes a congregaciones de la Iglesia Menonita USA y a Arnold Harder, que viajó cuatro veces al Congo para colaborar en el proceso de construcción durante un total de seis meses.

    Rod Hollinger-Janzen, coordinador ejecutivo de la Misión Intermenonita de África, estuvo a cargo del componente internacional de la celebración del aniversario congoleño. Según sus palabras, la experiencia demostró cuán profundas pueden ser las relaciones dentro del cuerpo de Cristo. Se conmovió al presenciar el reconocimiento mutuo que expresaron los coros de distintos grupos étnicos (tshokwe, lulua y pende); personas que décadas atrás estaban enfrentadas, ahora festejaban con cantos la fraternidad que les unía.

    “Ésta fue una manera en que la celebración del centenario sirviera para que los miembros de CMCO reafirmaran su unidad en Cristo y aceptaran su diversidad étnica como una realidad positiva y creativa”, dijo Hollinger-Janzen. “Se destacó de diversas maneras la importancia de que hubiera asistido nuestra delegación internacional.”

    Hollinger-Janzen señaló que los líderes y miembros de CMCO expresaron en repetidas oportunidades su deseo de seguir fomentando relaciones fraternales y estableciendo vínculos con las convenciones y organizaciones de la iglesia que habían colaborado en la fundación de iglesias menonitas en el Congo.

    Entre las organizaciones internacionales con representación en la celebración del centenario, estuvieron: Misión Intermenonita de África, Fraternidad de Iglesias Evangélicas, Red Menonita de Misiones, la Iglesia Menonita USA, Iglesia Menonita Canada; Congreso Mundial Menonita, Comité Central Menonita y Red Francófona (que sirve a la comunidad anabautista mundial de habla francesa).

    Redactado para el Congreso Mundial Menonita por Lynda Hollinger-Janzen, escritora de la Red Menonita de Misiones de la Iglesia Menonita USA

  • En colaboración con el Congreso Mundial Menonita, el Instituto para el Estudio del Anabautismo Mundial (Goshen, Indiana, EE.UU.), lanza una investigación que consta de dos partes.

    Combinando datos e historias personales, los organizadores esperan lograr una mayor comprensión de las iglesias miembros del CMM y del anabautismo mundial.

    «Se procura brindar una especie de radiografía de nuestro cuerpo para que los líderes eclesiales tengan una mejor perspectiva de sus propios grupos a la hora de definir prioridades”, dijo John?D. Roth, jefe de la investigación y profesor de Historia de Goshen College.

    Ambas partes (el Perfil Mundial Anabautista y el Proyecto Damos testimonio: historias personales”) requerirán años de investigación. Cada una de las partes cuenta con financiación propia. Conrad Kanagy es director asociado.

    En la reunión del Concilio General del CMM realizada del 20-26 de mayo en Basilea (Suiza), la Comisión de Fe y Vida del CMM aceptó colaborar como grupo de consulta para el Perfil Mundial Anabautista.

    Roth tiene proyectado invitar a 25 grupos afines al CMM para que participen en una encuesta sobre demografía, prácticas y creencias.

    El Perfil también podría esclarecer el modo en que el CMM serviría mejor a sus miembros.

    Los norteamericanos realizan regularmente sus propias encuestas, señaló Roth, “pero casi nunca en un contexto mundial”.

    El Perfil Mundial Anabautista estará basado en una encuesta realizada por Conrad Kanagy y Richard Showalter a iglesias vinculadas a las Misiones Menonitas del Este.

    En una reunión del Comité Ejecutivo del CMM realizada en mayo de 2011, se aprobó una propuesta para el Perfil con la condición de que no predominaran cuestiones teológicas y culturales surgidas exclusivamente del norte del mundo, inquietud que Roth tiene muy presente.

    La propuesta original sugería seleccionar a los 25 grupos eclesiales al azar. Luego de consultar al CMM, Roth abrió la participación a cualquier grupo interesado, y probablemente coordine el proyecto con distintas organizaciones misioneras menonitas.

    Los grupos pertenecientes al CMM que deseen participar deben comunicárselo a Roth.

    Más que extraer información, Roth espera que el Perfil convoque a diversos grupos a dialogar.

    «Como mucho, el Perfil podrá profundizar el sentido de identidad que compartimos y el reconocimiento más amplio de nuestra diversidad”, señaló.

    En coincidencia con esta investigación mayormente cuantitativa, se desarrollará el Proyecto “Damos testimonio: historias personales”, una recopilación de relatos personales sobre discipulados sacrificados y sufrimiento.

    Los anabautistas tienen una larga tradición de evocación de eventos por medio del relato de historias, lo cual se ve reflejado en parte en el libro El espejo de los mártires.

    Este nuevo proyecto recogerá “relatos sobre la fidelidad cristiana que, frente a la adversidad, demostraron grupos menonita-anabautistas a partir de 1685 y grupos de todo el mundo en la actualidad”, comentó Roth.

    Para brindar mayor claridad en cuanto al modo en que se utilizarán las historias, y para abordar los desafíos que presenta el proyecto, Roth y Gerald Mast, profesor de Comunicaciones de Bluffton University (Ohio),?están organizando una consulta. “Damos testimonio: ¿un nuevo Espejo de los mártires para el siglo XXI?”, se realizará del 5-8 de agosto en Goshen College.

    Por Sheldon C. Good, Redactor adjunto, Mennonite World Review

    Distribuido con permiso de Mennonite World Review

  • Sumiswald, Suiza – Cada seis años los menonitas de Europa se reúnen para realizar su asamblea regional, Congreso Menonita Europeo (MERK). La reunión de este año, celebrada del 17-20 de mayo, precedió las reuniones del Concilio General del CMM en el Centro Chrischona cerca de Basilea.

    MERK atrajo a 855 personas a Sumiswald, en el centro de la región de Emmental, escenario de la historia de los anabautistas. La mayoría de los participantes provenía de los Países Bajos, Alemania, Francia, Suiza y España; también participaron delegados de convenciones europeas mas pequeñas y visitantes del Concilio General y las Comisiones del CMM, representando unos 36 países.

    “Las fronteras… están por todos lados, alrededor y dentro de nosotros”, manifest. Louise Nussbaumer, estadísticas del CMM correspondientes a 2011 y ex miembro del Comité Ejecutivo del CMM. “Se argumenta que nos protegen; en realidad, nos aíslan, dejándonos solos y empobrecidos. Los límites sociales, políticos, étnicos o culturales obstaculizan las relaciones.” Los discursos plenarios estuvieron a cargo de los líderes europeos Lukas Amstutz y Ruth Raab- Zerger de Alemania, y Philippe González de Francia.

    Se les recordó a los participantes que la solidaridad implica acciones concretas. En las sesiones plenarias se destacaron las historias de muchos europeos y personas de otras partes. Algunas eran espectaculares pero todas daban testimonio de la fidelidad de Dios con quienes estaban dispuestos a ser solidarios. Los estudios bíblicos a cargo de Anne-Cathy Graber (Francia) y Jeanet van Woerden (Alemania), consideraron los siguientes subtemas: “Dios brinda un nuevo comienzo” (sobre la mujer samaritana en el pozo, Juan 4), y “Dios le brinda una oportunidad a cada uno” (la mujer descubierta cometiendo adulterio, Juan 8), respectivamente.

    Hubo una buena concurrencia a los talleres vespertinos referidos al tema principal. También se realizaron actividades para niños, jóvenes y jóvenes adultos. Más de 250 voluntarios colaboraron en la organización del Congreso.

    Esther Braun de Langnau, que brindó apoyo administrativo imprescindible en los meses anteriores al Congreso, resumió bien el tema principal: “Me doy cuenta cada vez más que, para que nuestras manos tendidas atraviesen fronteras, debemos liberarnos de ciertas cosas, desprendernos de nuestras expectativas, prejuicios y miedos. Debemos evitar las conclusiones apresuradas o pensar que sólo uno es el que tiene razón. Cuando nos liberemos de esto con la ayuda de Dios, las demás barreras (religiosas, culturales o lingüísticas) no parecerán tan impenetrables e intimidantes.”

    Durante la reunión, se dio la posibilidad de vincularse solidariamente con otros; al que asist.a por primera vez, a la persona cuyo idioma no entendíamos y cuya historia había que descubrir. Y uno también podía acercarse para recibir una palabra de aliento o de ánimo, una historia de perdón o de nuevos comienzos.

    Para que las manos se tiendan de verdad, los Servicios Misioneros Menonitas de la Iglesia Menonita de Suiza patrocinaron un proyecto para asistir al pueblo marginado de los roma de Serbia y Albania. Fue una oportunidad para atravesar las fronteras del prejuicio respecto a los roma y ayudar a romper el ciclo de la pobreza. Se les solicit. a los participantes de MERK que llevaran medias tejidas, ropa interior, útiles escolares e insumos médicos para emergencias. Y hubo una buena respuesta: 190 paquetes de útiles, 54 cajas con insumos médicos y más de quinientos pares de medias. Se contrató un camión para entregar los art.culos a las organizaciones cristianas que harían la distribución.

    Para Mari Friesen, cada caja representaba una semilla que podía dar fruto. Mathias Hofer recuerda a una mujer mayor de mirada luminosa que le entregó veinte pares de medias que había tejido. “Al fin, le comentaba, hay algo que puedo hacer con mis manos y lo hago con todo el corazón”.

    Según Louise Nussbaumer, “las manos tendidas que atraviesan fronteras [también significa] reconocer las fronteras invisibles y silenciosas de nuestra vida y tener el valor de atravesarlas”.

    –De informes de Elisabeth Baecher y otros, compilados por Sylvie Gudin Koehn

  • Goma, República Democrática del Congo– Rukimba Furaha abandonó su hogar y campos en la aldea de Kabuya, provincia de Kivu del Norte, de la República Democrática del Congo (RDC), preocupada por la seguridad de sus ocho hijos.

    Su esposo se había ido días antes para evitar que el ejército rebelde lo reclutara por la fuerza. La huida fue tan repentina que no pudieron llevar consigo alimentos o pertenencias.

    Huyeron a causa del conflicto armado; una vez más, el desplazamiento de la población provoca sufrimiento generalizado en las provincias del este de la RDC.

    Desde abril de este año, más de 200.000 personas han abandonado pueblos y campos en la región. Así, el número total de desplazados internos de la RDC excede los dos millones.

    Entre 30.000 y 40.000 desplazados se refugiaron en países vecinos como Ruanda y Uganda. Sin embargo, la gran mayoría, incluyendo la familia de Furaha, se ha unido a otras personas en los campos atiborrados superpoblados de Kivu del Norte o del Sur, o con familias anfitrionas de la zona. Muchos temen alejarse demasiado de sus aldeas ya que se aproxima la época de cosecha y podrían perderla.

    Mbatse Dorika, la hija mayor de Furaha, tiene apenas diez años. Junto a sus hermanos menores, caminó más de 59 km de Kabuya a Kibati, cerca de la capital provincial de Goma, donde la familia se refugió en una escuela.

    La escuela carece de agua, los servicios sanitarios tienen una fuerte carga impositiva y no habían recibido ningún tipo de asistencia desde mediados de julio. Siete u ocho familias duermen en cada aula y sólo los pupitres de los alumnos, utilizados como divisores, les brindan algo de privacidad.

    Integrantes del personal del Comité Central Menonita (MCC) y de los servicios de emergencias de la Iglesia de Cristo del Congo (ECC), asociada hace más de quince años al MCC, visitaron Kibati el 15 de julio. Además de la familia de Furaha, cientos más (incluso muchos niños pequeños) habían llegado la semana anterior tras caminar tres días desde sus aldeas en medio del actual conflicto.

    “Me impactó profundamente la falta de recursos como comida o agua, indispensables para atender las necesidades básicas humanas”, informó tras su visita, Ruth Keidel Clemens, directora del programa del MCC. “Muchos de los niños parecían necesitar asistencia médica pero no había recursos para atenderlos. Encontramos familias exhaustas y traumatizadas. Éstos son algunos de los signos visibles de una guerra olvidada que sigue desterrando y matando a miles de personas en Congo oriental.”

    El equipo de evaluación de emergencias del ECC identificó a más de 5.500 familias en Kibati y otros tres lugares en la zona de conflicto, que necesitaban asistencia de emergencia para conseguir refugio, alimento, agua, servicios sanitarios y artículos del hogar. El MCC implementará acciones de emergencia en base a este informe.

    En otros campos de desplazados, el MCC entregó lonas para 400 familias, y pagó el arancel escolar de 300 niños. Actualmente, el MCC está preparando un gran proyecto alimentario de emergencia para Kivu del Sur y del Norte, que asistirá a mil familias.

    Desde la Oficina de Washington del MCC, se envió también una alerta a las organizaciones miembro, pidiéndoles que envíen correos electrónicos o llamen al presidente Barak Obama, solicitándole que tome medidas para atacar las causas de la violencia actual en Congo oriental. Para más información, MCC Action Alert

    Desde 1994, cuando varios millones de ruandeses abandonaron su país a raíz del genocidio ruandés, Congo oriental ha sufrido una situación de conflicto permanente entre ejércitos nacionales de la RDC y de países vecinos, así como de diversos grupos rebeldes locales y regionales. El último enfrentamiento comenzó en abril de 2012, cuando un grupo de oficiales congoleños se amotinó y formó un ejército rebelde conocido como el M23 que, desde entonces, ha enfrentado al ejército congoleño y atacado a la población civil.

    Las causas del conflicto en Congo oriental constituyen una combinación compleja de cuestiones étnicas y políticas en torno al control de tierras y minerales a nivel local, regional y nacional. Los refugiados y desplazados son las víctimas más vulnerables de estos choques, aunque toda la población de la región sufre la inseguridad y el trauma de los continuos enfrentamientos.

    Furuha teme que los soldados rebeldes hayan arrasado sus campos, robado su ganado y saqueado su casa.

    Distribución internacional de un comunicado del Comité Central Menonita.

    Tim Lind, representante del MCC en la República Democrática del Congo, junto a su esposa Suzanne Lind. Ambos son de Three Rivers (Michigan, EE.UU.).

  • Nyanga, República Democrática del Congo– El supervisor de una escuela belga necesitaba dos cantantes para la Feria Mundial de 1958 en Bruselas, encargándole la tarea de ubicarlos a dos misioneras, una de las cuales era Lodema Short. Entre 1947 y 1981, colaboró con la Misión para el Interior del Congo (Congo Inland Mission), actualmente Misión Intermenonita de África, una organización asociada a la Red Menonita de Misiones. Su talento musical, capacidad organizativa y su vínculo con cientos de estudiantes le permitieron elegir y luego acompañar a los nueve jóvenes que se presentaron en Bélgica como los “Happy Singers” (“Cantantes Felices”).

    Dwight Short, sobrino de Lodema y miembro de la Iglesia Bautista Idlewild de Lutz (Florida), integró la delegación que viajó al Congo del 12-29 de julio, principalmente porque deseaba saber más sobre su famosa tía.

    Dwight pudo filmar 27 entrevistas, cuatro con miembros de los “Happy Singers”, además de conversar con varios estudiantes de Lodema, muchos de los cuales son actualmente pastores.

    “Le encantaría saber que muchos de sus estudiantes se decidieron por el ministerio”, dijo Dwight.

    Bernadette Manya Kikungo, actual directora del Lycée Miodi, fue alumna de Lodema.

    “Mama Kanamu (el nombre africano de Lodema, que significa “digna de confianza”) trabajó muy duro aquí en la escuela para formar líderes eclesiales; incluso el presidente de nuestra iglesia (Komuesa) fue su alumno.”

    Dwight piensa escribir un libro para dar a conocer la historia de su tía más allá del círculo familiar.

    Dwight tiene otra pasión: la evangelización a través del deporte. A pesar de que no pudieran utilizar el equipamiento que habían preparado por demoras en el envío, las cuatro pelotas de fútbol que trajeron miembros de otras delegaciones atrajeron a 400 niños a una clínica de fútbol que se organizó en Tshikapa. Dwight trabajó con Robert Irundu Mutundu, presidente de la Juventud Menonita del Congo a nivel nacional; ambos comparten el ferviente deseo de que “los niños conozcan a Cristo y así se acreciente la iglesia”.

    En 2013, Irundu tiene previsto organizar dos eventos futbolísticos para jóvenes menonitas en el interior del país y una clínica de básquet en Kinshasa, capital del Congo.

    Redactado para el Congreso Mundial Menonita por Lynda Hollinger-Janzen, escritora de la Red Menonita de Misiones de la Iglesia Menonita USA

  • “Como risa contagiosa que se esparce por una habitación llena de gente, las redes teológicas creadas por mujeres anabautistas se han ido multiplicando en África, América del Sur, Asia y Europa”, informa Ruth Guengerich, codirectora de Mennonite Women USA (MW USA).

    Guengerich, que participó General del CMM (20- 25 de mayo), se reunió con mujeres de todo el mundo, muchas de las cuales reciben becas de capacitación en liderazgo eclesial del Fondo Internacional de Mujeres de MW USA.

    Guengerich se reunió con miembros de Te.logas Anabautistas Africanas, Teólogas Latinoamericanas, Teólogas Asiáticas y la directora de la Organización de Mujeres Menonitas Holandesas, que creó el Fondo Anne Zernike (recuadro). Estos grupos tienen en com.n que se organizaron siguiendo el ejemplo de mujeres que creaban redes en otras partes del mundo.

    Inspiradas por las presentaciones de las teólogas africanas en la Asamblea en Zimbabwe en 2003, las líderes africanas y de MW USA procuraron maneras de alentar a las mujeres de la iglesia a utilizar sus dones.

    En 2004, en el marco del programa Sister-Link de MW USA, se estableció un vínculo especial con un grupo de líderes africanas conocido como “Teólogas Anabautistas Africanas” (AAWT), facilitado por el CMM. Esta coparticipación se creó para incrementar el número de mujeres africanas menonitas y de los Hermanos en Cristo con formación teol.gica para la próxima Asamblea del CMM en 2009.

    En 2006, las mujeres latinoamericanas observaron que AAWT estaba fortaleciendo a las mujeres como líderes de las iglesias, y organizaron un encuentro de reflexión bíblico-teológica. Esta reunión brindó un foro de reflexión sobre el papel de la mujer en la iglesia. En 2007, MW USA ayudó a patrocinar encuentros teológicos de mujeres realizados en tres continentes con el propósito de apoyar la formación teológica de la mujer. Durante estos a.os, el Fondo Internacional de Mujeres de MW USA sigui. otorgando becas a mujeres de África, América Latina y Asia, todas provenientes de iglesias miembros o asociadas del CMM.

    Con la esperanza de capacitar a más mujeres, Teólogas Latinoamericanas organizó un encuentro de mujeres teólogas antes de la Asamblea en Paraguay en 2009, que inspiró a las mujeres asistentes provenientes de los Países Bajos a crear el Fondo Anne Zernike (v.ase recuadro).

    En octubre de 2012, Teólogas Asiáticas se reunirá con representantes de Japón, India e Indonesia, después de lo que observaron en otras organizaciones de teólogas.

    Extracto de una publicación de Mennonite Women USA

  • Lancaster, Pennsylvania, EE. UU.– La expectativa de la bienvenida y los desafíos de ser sede de la próxima Asamblea del CMM fueron evidentes en la reunión del Consejo Asesor Nacional realizada aquí el 22-23 de marzo.

    Los miembros del Consejo, que representan a las cuatro denominaciones anfitrionas, se refirieron al “honor” y al “privilegio” de recibir a miembros de la comunión mundial del CMM para la 16a Asamblea, a realizarse del 21-26 de julio de 2015 en Harrisburg, Pennsylvania. Acordaron ayudar a incrementar la difusión y la participación de sus respectivas denominaciones. También designaron a los miembros de una Red de Oración, un Grupo de Trabajo de Finanzas y un Grupo de Trabajo encargado de las visas.

    El Consejo aprobó como meta US$850.000 para la recaudación de fondos. De esta suma, US$150.000 financiarán la Cumbre Mundial de la Juventud y US$300.000 se destinarán a un fondo de viajes para las reuniones del Concilio

    General y el Comité Ejecutivo anteriores a la Asamblea. Se espera que el resto del dinero recaudado, junto con los aranceles de inscripción, cubran un presupuesto previsto de US$2,8 millones.

    El Consejo destacó la importancia de que cada región continental colabore (incluso económicamente) con las Asambleas. Se indagará cuánto dinero podría recaudar cada región (además del aporte proporcional justo para iniciativas permanentes del CMM), iniciando una modalidad a utilizarse en futuras Asambleas.

    El Consejo ratificó su compromiso de lograr que los jóvenes adultos extranjeros obtengan visas de visitantes para la Asamblea.

    El 26 de mayo el personal del CMM se reunió con David Myers, Director de un Centro de Asociación Vecinal de Fe (EE.UU.), a fin de procurar la mejor manera de abordar la cuestión de las visas. El Consejo también designó a Howard Good Coordinador Nacional de la Asamblea.

    Integrantes del Consejo: Richard Thomas (presidente), Elizabeth Soto Albrecht y Sheldon Good (Iglesia Menonita USA); Dennis Becker (directivo), Lynn Jost y Ed Boschman (Conferencia de Iglesias de los Hermanos Menonitas de EE.UU.); Warren Hoffman, Don McNiven (secretario) y Chris Sharp (Conferencia General de los Hermanos en Cristo); Lowell Bender y David Kochsmeier (directivo) de la Conferencia Menonita Conservadora.

    –Extracto de una publicación del CMM

  • Bettingen, Suiza– A orillas del río Limmat en Zurich (Suiza), cerca del sitio donde se ahogó el mártir anabautista Felix Manz, el historiador menonita suizo Hanspeter Jecker habló fervientemente ante líderes eclesiales internacionales sobre este hecho ocurrido en el siglo XVI.

    Del grupo surgió la voz emocionada de Joly Birakara Ilowa de la República Democrática del Congo: «Estoy muy feliz de estar aquí. Si no me hubiese bautizado, habría deseado que me bautizaran aquí mismo». En el Congo, había aprendido y enseñado acerca de sus «antepasados» anabautistas; pero, ahora que pisaba su mismo suelo que aquellos, todo cobraba mayor significado para él.

    Ilowa, vicepresidente de Communauté Mennonite au Congo, integró uno de los tres contingentes que este año dedicó un día de la reunión del Concilio a recorrer lugares emblemáticos vinculados a los orígenes del anabautismo.

    El acercamiento a las raíces históricas y teológicas marcó fuertemente la reunión trienal realizada el 20-26 de mayo en el Centro de Conferencias St. Chrischona de Bettingen, cerca de Basilea, ciudad suiza ubicada en la frontera entre Alemania y Francia.

    Cargada de simbolismo, Basilea constituyó un punto de encuentro de los primeros anabautistas que fueron perseguidos y debieron emigrar; además, recibe a menonitas y otros herederos de la teología anabautista que llegan para recibir formación ministerial.

    St. Chrischona fue sede de la primera y quinta asamblea del CMM en 1925 y 1952 (cuando los rostros eran casi exclusivamente blancos). El Concilio General de este año, por el contrario, contó con la presencia de 105 delegados de 48 de los 54 países pertenecientes al CMM. Cerca del 80% de estas personas provenía del Sur del mundo, así como también los 45 miembros de las comisiones y muchos de los voluntarios e invitados.

    Oportunamente, el lema «Reconsiderando nuestra visión» constituyó el encabezado de las tres ponencias presentadas por miembros de la Comisión de Fe y Vida; éstas fueron aprobadas como material de lectura para las iglesias miembros del CMM que deseen reflexionar sobre el ministerio integral (holístico), la tradición anabautista y el significado del término bíblico koinonia.

    Recursos para el liderazgo y el ministerio

    Lejos de promover una vuelta nostálgica a antiguos modelos de iglesia, las ponencias que se debatieron y las decisiones tomadas en la reunión de este año apuntaron a que los anabautistas consideraran nuevas maneras de ser iglesia conjuntamente en una realidad mundial que cambia rápidamente.

    La designación de César García de Colombia efectuada el año pasado, impulsó la modificación de la estructura del personal y la modalidad de trabajo en pos de una mayor colaboración entre iglesias, especialmente en el período entre las Asambleas internacionales que se realizan cada seis años.

    En el discurso de apertura, García lamentó la persistencia del «caudillismo», el estilo de liderazgo autoritario y prepotente que predomina en su país, y que fomenta la reputación violenta de Colombia.

    «¿Qué tipo de liderazgo quisiera ver Dios en la sociedad y en la iglesia?», preguntó García. Citando la visión apocalíptica del «cordero en el trono» que aparece en Apocalipsis 7:9-17, García se comprometió e hizo un llamado a los delegados a ejercer un liderazgo cuyo poder se caracterice por la vulnerabilidad, el amor y la hospitalidad». Jesús convoca a las multitudes, establece un lugar en su gloria, enfoca su atención en ellos, sufre con ellos y ofrece sus heridas para curarlos.»

    Muchos de los puntos discutidos en las reuniones de los grupos regionales (Caucus) y aprobados mediante el método de toma de decisiones por consenso del CMM, abordaron las estructuras que facilitarían a las 101 iglesias miembros y asociadas a impulsar permanentemente el trabajo conjunto en torno a la identidad y a las problemáticas comunes.

    García presentó una estructura del personal modificada en vista del traslado de la oficina central de Estrasburgo a Bogotá, a realizarse en agosto. García señaló que para desarrollar la capacidad administrativa se preveía la presencia de un representante del personal en cada una de las cinco regiones continentales, quienes trabajarían con un Equipo de Operaciones compuesto por «directores» que compartieran la carga administrativa y multiplicaran las oportunidades de colaboración mundial del CMM.

    Se renovó el apoyo a las cuatro comisiones del Concilio conformadas hace tres años en Paraguay, y se definió más claramente su mandato. Además de las ponencias sobre enseñanza de la Comisión de Fe y Vida, los delegados recibieron informes y resolvieron cuestiones relacionadas con la labor de las comisiones.

    Quizá el cambio más radical fue que la Comisión de Misiones asumiera la supervisión de la recientemente creada Red de Servicio Anabautista Mundial, un grupo de organizaciones nacionales de servicio de las cinco regiones continentales. La red existente vinculada a la Comisión es la Fraternidad Mundial Misionera.

    La Comisión de Fe y Vida acordó servir como grupo de referencia para un proyecto de investigación denominado «Perfil anabautista mundial», a cargo del Instituto para el Estudio del Anabautismo Mundial, en Goshen (Indiana), dirigido por John Roth, secretario de la Comisión de Fe y Vida.

    La Comisión facilitará y promoverá el diálogo entre iglesias, como el reciente diálogo con los Adventistas del Séptimo Día sobre nuestra historia común; y el diálogo con los luteranos y católicos sobre el bautismo.

    La Comisión de Diáconos recibió la aprobación de un protocolo que orientará su vinculación con iglesias miembros y sus respectivas organizaciones que afronten necesidades apremiantes. El objetivo del protocolo es asegurar una comunicación rápida y una cooperación eficaz para responder a dichas necesidades.

    La Comisión de Paz ha estado realizando una «auditoria de paz» para conocer las acciones e intenciones de las iglesias miembros tendientes a promover el pacifismo. Además, el Concilio respaldó un protocolo elaborado por la Comisión de Paz para orientar su posible intervención en los conflictos internos de las iglesias miembros.

    La clave está en la comunicación

    Llevar a cabo toda esta labor requiere de una inversión en comunicación cada vez mayor. Este tema surgió en muchos puntos: desde peticiones de los asistentes para garantizar que todos los documentos estén disponibles con anticipación en los tres idiomas oficiales del CMM (inglés, español y francés), hasta pedidos de que se compartan más historias.

    Ron Rempel, Director de Comunicaciones, presentó una propuesta estratégica de comunicación que incluía una actualización de la comunicación electrónica para lograr una divulgación más rápida y ágil centrada en el intercambio de historias. Actualmente, se está actualizando el sitio web del CMM para que no sólo difunda información e historias sino que facilite también el contacto con medios sociales de comunicación y sirva como usina de trabajo interactivo de las cuatro comisiones.

    Pero también se reconoce que muchas de las personas a las que representa el CMM (particularmente en las zonas rurales de √Åfrica, Asia y América Latina) aún no pueden acceder fácilmente a Internet o ni siquiera tienen conexión. Seguirá siendo necesario contar con material impreso como la revista trimestral Courier-Courrier-Correo.

    Asamblea 16 y más allá, designación del Presidente electo

    Los encuentros cara a cara continuarán siendo uno de los pilares de la vida del CMM. El Concilio General también aprobó los planes para la Asamblea 16. Dick Thomas y Howard Good, director del Consejo Nacional Asesor y coordinador nacional de la Asamblea 16 respectivamente, presentaron diapositivas y planes referidos a la Asamblea que se realizará el 21-26 de julio de 2015, en el complejo Pennsylvania State Farm Show de Harrisburg (Pennsylvania, E.UU.).

    Los delegados se comprometieron a respaldar el plan pero instaron a las cinco iglesias anfitrionas de Estados Unidos a que hicieran todo lo posible para facilitar la obtención de visas, especialmente para los delegados jóvenes. Liesa Unger, Directora de Eventos Internacionales del CMM, confirmó que un comité especial se dedicará a las visas, pero también enfatizó que cada iglesia nacional debía trabajar diligente y anticipadamente para conseguir las autorizaciones necesarias.

    Tras un estudio de factibilidad, el Concilio aceptó una invitación de los tres sínodos de Indonesia para ser sede de la 17¬™ Asamblea en 2021.

    Las finanzas de una economía mundial

    Len Rempel, Director de Operaciones, informó sobre el buen estado de las finanzas del CMM, dados los desafíos de la economía mundial y el gasto adicional ocasionado por la transición del liderazgo del CMM en el último trienio.

    Y sin embargo, a partir del brusco aumento de los costos en los dos años anteriores a la Asamblea 16, los delegados de casi todas las regiones también reconocieron que la fórmula del «aporte proporcional justo» para respaldar al CMM implicaba un sacrificio. La fórmula, basada en las cifras de ingresos promedios del Banco Mundial, le adjudica a cada iglesia miembro la suma en dólares que se espera que aporte. Incluso los delegados de países prósperos manifestaron el desafío que esto representaba. La economía europea ha sufrido cambios y las iglesias norteamericanas han modificado su nivel de compromiso con el CMM al disminuir el respaldo a sus propios programas.

    Según Ernst Bergen de Paraguay, Tesorero del CMM, «los menonitas tienen un gran don para generar dinero; muchos en nuestra familia son muy ricos. Lo que no está tan bueno es que el dinero de sus cuentas no llegue a nuestras cuentas. Quisiera que nos ayudaran a hablar con las personas que podrían donar dinero para la obra del Señor».

    Len Rempel agregó: «Si el CMM es nuestro, hagámoslo realidad. Si no podemos afrontar el desafío, negociemos».

    Otras resoluciones importantes del Concilio General:

    Ratificar la decisión del Comité Ejecutivo de aceptar como miembro del CMM a la Iglesia Menonita de Chile, y como miembro asociado a International Brethren in Christ Association.

    Celebrar el progreso del Proyecto de Historia Menonita Mundial, que ha publicado cuatro de los cinco libros sobre las regiones continentales; el quinto se terminará este año. Ya se han realizado nueve traducciones de estos libros y hay más en camino.

    Manifestarle nuestro reconocimiento a Pakisa Tshimika de la Rep. Dem. del Congo por el servicio brindado durante años al CMM en varios cargos; recientemente, por su visión y participación en la creación de la Red de Servicio Anabautista Mundial.

    Ponderar la labor de los Jóvenes Anabautistas (YABs) cuyo comité de seis miembros se reunió la semana anterior para impulsar iniciativas de colaboración internacional y planificar la próxima Cumbre Mundial de la Juventud, a realizarse conjuntamente con la Asamblea 16, en 2015.

    Autorizar al Caucus de Asia para unificarse con la Conferencia Menonita de Asia, que se viene reuniendo hace más de veinte años y comparte mandatos comunes con el Caucus.

    Conferirle a Larry Miller el título de Secretario General Emérito del CMM en reconocimiento por los 22 años de servicio brindados antes que César García asumiera el cargo en enero de 2012. Miller, que ahora se desempeña como Secretario General del Foro Cristiano Mundial, y su esposa Eleanor, fueron agasajados con una cena y un programa especial.

    Byron Rempel-Burkholder

    Servicio Informativo del CMM

     

  • Bettingen, Suiza– Los delegados al Concilio General del CMM eligieron el 25 de mayo a J. Nelson Kraybill de Elkhart (Indiana, EE.UU.) como Presidente electo.

    Su mandato de seis años como Presidente del CMM comenzará en julio de 2015, en la próxima Asamblea mundial a realizarse en Harrisburg (Pennsylvania). Como Presidente electo participará en las reuniones anuales del Comité Ejecutivo y de Directores del CMM, junto con Danisa Ndlovu, Janet Plenert y Ernst Bergen.

    Kraybill es actualmente uno de los tres pastores de la Iglesia Menonita Prairie Street de Elkhart. De 1996 a 2008 se desempeñó como presidente del Seminario Bíblico Menonita Asociado y, de 1991 a 1996, como Director del Programa del Centro Menonita de Londres (Inglaterra).

    Además, participó en la elaboración de la declaración de las Convicciones Compartidas, que fue aprobada por el Concilio General en marzo de 2006.

    Kraybill fue uno de los dos nominados al cargo de Presidente electo. El otro nominado fue Markus Rediger de Muensingen (Suiza), miembro del Comité Ejecutivo del CMM.

    Cuando se lo propuso como candidato a Presidente electo, Kraybill sintió que su vocación se había concretado. Reunió un «comité de clarificación» integrado por amigos de su congregación que lo ayudaron a discernir que, en caso de ser elegido, debía responder afirmativamente.

    Al salir elegido tras una votación cerrada, Kraybill comentó: «Estoy ansioso por aprender de y junto con las regiones del mundo donde la iglesia crece». «Quisiera profundizar en la energía misional del anabautismo. Hace mucho que sé que en sus orígenes el anabautismo se remitía a la vitalidad de la iglesia primitiva, concebida como un movimiento misionero subversivo y algo caótico, impulsado por el Espíritu. En el mundo actual, soplan estos mismos vientos del Espíritu. Espero que mi tarea sea la de un embajador que va por el mundo, canalizando ideas y propiciando acercamientos.»

    Los miembros del Comité Ejecutivo y la delegación norteamericana ofrecieran una oración de apoyo a Kraybill y dieran gracias por los dos candidatos que participaron de la elección; luego, Rediger subió al escenario para darle un abrazo a Kraybill.

    Comunicado del CMM

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    El Congreso Mundial Menonita es una comunión (Koinonia) de iglesias afines al anabautismo, vinculadas unas con otras en una comunidad mundial de fe con el propósito de fraternizar, adorar, servir y testificar.

  • Vientián, RDP de Laos – Godswill Muzarabani se crió en Zimbabwe, entre dos culturas. Su padre era shona, grupo étnico mayoritario, y su madre era ndebele, grupo étnico minoritario. Estas clasificaciones generan, en el peor de los casos, violencia entre los grupos y, en el mejor de los casos, constituyen una distinción aceptada.

    Godswill se desenvuelve en la cultura y el idioma de ambos grupos por igual. “Soy una persona que puede identificarse con cualquiera”, dijo.

    Esta habilidad le fue muy útil cuando viajó a la Republica Democrática Popular de Laos con ¡YAMEN! en 2011 y 2012. Allí aprendió a respetar las distintas religiones e interpretaciones de la paz, y logró valorar y relacionarse con otras personas.

    La Red de Intercambio de Jóvenes Anabautistas Menonitas (¡YAMEN!) es un programa conjunto del Comité Central Menonita (MCC) y el Congreso Mundial Menonita (CMM), que envía a jóvenes adultos de iglesias miembros del CMM del Sur del mundo a otros países del Sur del mundo en pos de experiencias de aprendizaje intercultural y servicio.

    En cuanto a su viaje a Laos, la mayor preocupación de Muzarabani era cómo se adaptaría a vivir entre budistas e hindúes, habiéndose criado en un país mayorita- riamente cristiano.

    “Creía que iba a ser imposible”, decía Muzarabani, y pensaba: ‘imagínate vivir con alguien que no crea como yo’. Y cuando llegué fue incluso peor porque hasta teníamos que trabajar con budistas”.

    En poco tiempo Muzarabani aprendió a respetar a los budistas por su estilo de vida pacífico. El modo amable en que reaccionan ante un error o cómo conciben el conflicto, lo llevó a concluir que los budistas eran aún más pacíficos que los cristianos.

    En Zimbabwe es común que los conflictos políticos o personales se resuelvan a los golpes, dijo Muzarabani, pero en la RDP de Laos, los conflictos están relacionados con el corazón. La creencia es que “si ofendes a alguien, debes tener cuidado porque podrías lastimar su corazón”. Yprosigue diciendo que, debido a esta creencia, los laosianos tienden a permitir que la gente se aproveche de ellos y que los ricos los exploten.

    “Si pudiera, mezclaría las dos socieda- des: los laosianos no pelearían; sabrían protestar de forma no violenta”, dijo. “Si mis compatriotas tuvieran en cuenta el corazón así como lo hace esta gente, no estarían peleando, pero sí protestarían. Los soldados no nos golpearían porque sabrían que eso nos lastimaría por dentro.”

    La tarea que ¡YAMEN! le asignó a Muzarabani era enseñar inglés en una escuela secundaria y promover la paz a través de “Mittapab”, un club de estudiantes secundarios. Muzarabani se graduó en la Universidad Solusi de Zimbabwe con una Licenciatura en Estudios sobre Paz y Conflicto.

    Conforme iba ganándose su respeto y perfeccionando el idioma lao, los estudiantes buscaban la oportunidad de hablar con él y le preguntaban sobre su cultura y creencias, y él sobre las de ellos.

    Conversaban sobre las diferencias, como el color de piel, pero también sobre las muchas similitudes: la pobreza, la música y el valor de la familia extendida; también sobre la religión.

    “Aquí algunos son musulmanes; otros creen en espíritus. Pueden converser sobre sus respectivas religiones. En algunos casos, la gente se convierte al cristianismo a partir del ejemplo de otra persona. Aprendí a darle la posibilidad al otro para que cambie en vez de juzgarlo e intentar convertirlo.”

    Al ver que estaba dispuesto a escuchar, aprender y compartir, los laosianos lo trataron como si fuera un lugareño. “Tú no eres extranjero; eres uno de nosotros”, le dijeron.

    Si le otorgan la visa el próximo año, Muzarabani será pasante del CMM en la Oficina del MCC en las Naciones Unidas, a través del Programa Internacional de Intercambio de Voluntarios.

    Muzarabani dijo que desea volver a Zimbabwe en algún momento y quedarse allí mucho tiempo. Como hermano mayor, desea cumplir con la responsabilidad de cuidar a su familia y colaborar con su familia extendida.

    Además, se encuentra deseoso de transmitir a sus propias culturas ndebele y shona lo aprendido en Laos, como también lo que aprenderá en EE.UU., y promover la paz entre los jóvenes y en su iglesia.

    Linda Espenshade, coordinadora de noticias del MCC U.