Oraciones de gratitud e intercesión

  • Mi nombre es Rut Arsari Christy y soy de Indonesia. En mi país de origen asisto a una iglesia menonita llamada GITJ Kelet, la cual es parte de la iglesia Gereja Injili di Tanah Jawa, miembro del Congreso Mundial Menonita. La influencia de la cultura y la religión de los holandeses es muy fuerte, porque Indonesia fue colonizada por los holandeses. Hay muchos edificios, tales como casas, hospitales e iglesias, que fueron construidos por los holandeses. Mi iglesia es una de las iglesias que fue construida por ellos. Debido a los holandeses también hay muchas iglesias menonitas en Indonesia.

    En este momento estoy sirviendo con el programa ¡YAMEN! en Colombia. Trabajo con la Iglesia Menonita de Teusaquillo en Bogotá. En mi iglesia, GITJ Kelet, cuando me encontraba con la gente solía decir “selamat pagi”, que significa buenos días. Ahora es diferente. Tengo que decirles “buenos días” y darles un abrazo cada vez que los veo en la iglesia. Al principio fue bastante difícil, pero ahora ya me acostumbré.

    El choque cultural está presente casi todo el tiempo. Hay una gran diferencia entre mi iglesia y la iglesia de Teusaquillo. Hay algunas tradiciones que tenemos en mi iglesia que no encuentro en la iglesia de Teusaquillo. Un ejemplo de esto, es la tradición de cómo se celebra el Domingo de la Fraternidad Mundial. En mi iglesia celebramos el Domingo de la Fraternidad Mundial trayendo cosas a la iglesia. Traemos alimentos, bebidas, frutas, vegetales, cosas electrónicas, etc. En primer lugar, tenemos un servicio como de costumbre, y luego tenemos una subasta de las cosas que trajo la gente. El dinero de la subasta se utiliza para las necesidades de la iglesia.

    Este año, 2014, fue la primera vez que celebré el Domingo de la Fraternidad Mundial en Colombia con la gente de la Iglesia Menonita de Teusaquillo. Me sorprendí bastante, ya que no se hizo ninguna cosa o actividad especial. Se tuvo el servicio dominical como de costumbre y el pastor compartió con la iglesia que era el Domingo de la Fraternidad Mundial. Fue muy diferente a lo que se acostumbra a hacer en mi iglesia. En Indonesia mi madre solía hacer pasteles (tortas) y galletas para la subasta. Mi madre y yo solíamos estar muy ocupadas preparando el pastel (la torta) el día antes de la subasta.

    Este año, ni siquiera me acordé que el día siguiente era el Domingo de la Fraternidad Mundial hasta que el pastor de la iglesia, que también es mi “padre” anfitrión, me dio algo para leer durante el servicio ese domingo. Cuando leí el papel, era un artículo sobre “Undhuh-undhuh”, que es el nombre de la subasta que se hace en mi iglesia el Domingo de la Fraternidad Mundial. Tuve que leer el artículo sobre Undhuh-undhuh en dos servicios en la iglesia de Teusaquillo.

    Estaba muy nerviosa porque era la primera vez que hablaba en frente de la congregación. Me sentí aún más nerviosa porque el artículo estaba en español. En ese momento todavía pensaba que mi español no era muy bueno. Sin embargo, después de leer el artículo, muchas personas me dijeron que lo había hecho muy bien. Dijeron que habían entendido claramente lo que dije, porque hablaba muy claro y que mi acento español también era muy bueno. Estaba muy feliz de poder presentarles algo sobre la cultura de mi iglesia en Indonesia.

    Espero tener otra oportunidad para hablar sobre la cultura de mi iglesia en frente de la congregación de la Iglesia Menonita de Teusaquillo. A pesar de saber de que me voy a poner nerviosa otra vez, estoy contenta de poder compartir algo sobre mi iglesia, GITJ Kelet.

    Artículo de Rut Arsari

  • Estados Unidos – Lo que comenzó como un seminario para mujeres en los Estados Unidos ahora se ha compartido en Asia y América Latina y además cuenta con invitaciones recibidas de Kenia y Trinidad.

    Sister Care es un programa patrocinado por Mujeres Menonitas EE.UU. que equipa a las mujeres a continuar con su propia jornada de sanidad, para identificar la gracia de Dios en sus vidas y para caminar con otras personas de manera compasiva que ayuda a transformar la pérdida y el dolor.

    El manual de Sister Care fue desarrollado por Carolyn Heggen, psicoterapeuta y maestra, y Rhoda Keener y Ruth Lapp Guengerich, co-directoras de Mujeres Menonitas EE.UU. El manual está disponible en inglés y español. Alrededor de 2.500 mujeres han asistido a los talleres; 500 fuera de los Estados Unidos.

    Heggen dice: “Es con gran humildad que ofrecemos compartir Sister Care con nuestras hermanas a nivel internacional. Ellas nos han enseñado tanto sobre el valor y la perseverancia, de vivir la vida con esperanza y dignidad frente a los desafíos que muchos de nosotros sólo podemos imaginarnos. Pero nosotras contamos con los recursos de la educación, del tiempo libre para crear y escribir, y de la tecnología que muchas mujeres carecen.”

    Keener añade: “Mujeres Menonitas EE.UU. está profundamente tocado por las peticiones de recursos de capacitación de liderazgo de Sister Care de parte de nuestras hermanas a nivel mundial. Invitamos a las mujeres a tomar lo que les es útil, contextualizarlo y reproducirlo para uso de sus iglesias y comunidades.”

    En el último año el seminario Sister Care ha sido compartido en los siguientes lugares: en la conferencia All India Mennonite Women en Orissa, India; Tansen y Katmandú, Nepal; Ciudad de Guatemala; Chihuahua, México; y Bogotá, Colombia. Se ha programado un taller para el mes de noviembre en Santa Cruz, Bolivia.

    Según Cynthia Peacock de India, «El impacto del taller Sister Care dirigido por Rhoda y Carolyn ha sido tremendo. Veo cambios en la forma de pensar, la actitud y las medidas valientes de las mujeres que pueden verse como valiosas creaciones de Dios que hay que respetar, utilizar sus dones, y ser respetadas en el hogar y en el lugar de trabajo. Un ejemplo es que las mujeres están buscando la forma de compartir sus historias de dolor y sus heridas, de forma cuidadosa, pero intencional, deseando que la iglesia tome conciencia de esto y haga algo al respecto. Más mujeres se están viendo a sí mismas de una forma diferente y entienden que Dios las ama tanto como a los hombres y quiere para todos una vida de plenitud y de alegría.”

    Olga Piedrasanta de Guatemala reflexiona en lo siguiente, “Uno de los principales problemas para las mujeres en las iglesias es su contexto de vida, que incluye la violencia doméstica, la pobreza y la violencia urbana – que afecta a la familia, la iglesia y el empleo. Las mujeres tienen que ayudarse unas a otras a ser más fuertes en vez de estar sumidas en estas dificultades. El entrenamiento de Sister Care incluye el desarrollar habilidades de cómo ayudarse unas a otras de forma constructiva como hermanas cristianas.”

    Ofelia García de México y Piedrasanta recibieron entrenamiento en Guatemala para liderar el taller en Chihuahua, con mujeres de varias conferencias y culturas, incluyendo a hermanas hispanas, alemanas, e indígenas Tarahumara.

    Este taller se realizó en Chihuahua cinco meses después del asesinato de la pastora Josefina (Chepina) Rempening Díaz en Cuauhtémoc, México, y fue de ayuda para curar el dolor. Las sesiones sobre la pérdida tocó a las mujeres de una manera muy profunda. Sintieron tanto la pérdida de una pastora como la pérdida de su sentido de seguridad. “Desde la muerte de Chepina no había llorado ni hablado como lo hice hoy. Gracias. Es de mucha sanidad,” comentó una participante.

    Las líderes del taller de Chihuahua iniciaron un nuevo ejercicio enfatizando cómo Jesús ayudó a la mujer samaritana a quitarse la máscara. En grupos, las mujeres respondieron a las siguientes preguntas, ¿qué máscara llevo puesta y qué escondo detrás de ella? Luego, una por una, cada mujer se quitó la máscara y recibió la confirmación de las demás.

    Este ejercicio se repitió en Colombia con Heggen y Elizabeth Soto Albrecht de EE.UU. como facilitadoras. Martha Lucía Gómez y Olga Beatriz Londoño de Colombia reflexionaron en lo siguiente: “La dinámica de las máscaras nos ayudó a ver nuestro interior y a enfrentar la realidad que muchas veces queremos negar. Fuimos desafiadas a buscar la sanidad y a no camuflar el dolor y a vivir nuestras vidas y relaciones con transparencia.”

    Después de los talleres en Guatemala y en Colombia, participantes de 12 países llevaron 1.500 manuales a casa para sus congregaciones y comunidades y están liderando talleres. Phyllis Groff, obrera de Misiones Menonitas del Este en Guatemala, está traduciendo el manual al Kekchi.

    Linda Shelly, de la Red Menonita de Misiones, ayudó a Mujeres Menonitas EE.UU. en colaboración con el Movimiento de Mujeres Teólogas Anabautistas de Latinoamérica, el grupo anfitrión de cada uno de los talleres de Centro y Sudamérica. Olga Piedrasanta ayudó con la coordinación en Guatemala, Ofelia García en México, Alix Lozano en Colombia, y Lizette Miranda está trabajando en la planificación para Bolivia. Manjula Raul presidió el comité anfitrión en India; en Nepal los seminarios fueron coordinados por Tansen Mission Hospital y United Mission a Nepal. Los gastos de Mujeres Menonitas EE.UU. fueron financiados por donaciones designadas para ese motivo y por subvenciones.

    Las ideas, la energía y el amor han fluido en cada país. Heggen dice: “A medida que compartimos y aprendemos juntas sabemos que nos fortalece a todas.”

    Mujeres Menonitas EE.UU.

  • El 18 de enero de 2014 nuestra hermana Leonor de Méndez descansó en la paz del Señor. Esta líder latinoamericana de Guatemala sirvió en el Comité Ejecutivo del Congreso Mundial Menonita durante la década de los 90. El siguiente escrito que ella nos dejó relata un poco de su experiencia en su paso por el Congreso Mundial Menonita. Es nuestra oración que Dios continúe levantando mujeres latinoamericanas que sirvan a nuestra comunidad global siguiendo este legado. – César García

    “Allí es donde predicarás”. dijo la mujer que había venido a recogernos a Mario y a mí al aeropuerto, señalando el estadio de Winnipeg. Cuando recibí la invitación a predicar en la Asamblea 12 del Congreso Mundial Menonita en 1990, no tenía idea de la magnitud del acontecimiento. Pensé en unas 300 personas. Mi experiencia pastoral no me había preparado para un auditorio de 10,000 personas, pero me hizo sentirme completamente confiada el pensamiento de que aunque esas personas eran de diferentes culturas, razas y lenguas, estábamos unidas por nuestra fe y nuestro amor hacia Jesús.

    Linda Shelly hizo un fantástico trabajo al traducir mi sermón del español al inglés. No sé cómo me fue, pero lo que sé es que no solo prediqué sino que compartí mi vida. Sentí la necesidad de darme a mí misma a toda esa gente por la que había orado aun sin conocerla. Era el primer encuentro con la iglesia menonita mundial, una gran multitud que compartió el compañerismo en Cristo escuchando atentamente. También llevo en mi memoria y oraciones a Jack e Irene Suderman, quienes nos hospedaron en su hogar de Steinbach y compartieron su cálido amor menonita con nosotros. A todos ellos transmito mi eterno amor y aliento.

    “Nos veremos otra vez en India” era un estribillo que escuché con frecuencia. La Asamblea 12 en 1990 concluyó con la Cena del Señor. Hubo un tiempo durante aquel culto en el que sentí que el Espíritu Santo se movía para hacernos más enteramente uno en nuestra diversidad. Mi segunda convicción fue que nuestra comunidad menonita en Guatemala no estaba trabajando sola para Dios. Eramos parte de algo y de Alguien; y ese sentimiento de pertenencia todavía está en nosotros.

    Una Asamblea es un gran encuentro después del cual todos regresamos a nuestros hogares a continuar con nuestra misión, pero siempre mantenemos la esperanza de que nos volveremos a reunir para renovar la visión y el compañerismo.

    Mi siguiente experiencia fue en Puerto Rico, donde tuve el honor de ser elegida miembro del Comité Ejecutivo del Congreso Mundial Menonita. Ese nombramiento fue muy importante para las mujeres centroamericanas. Era la primera vez que una mujer centroamericana representaría a América Latina en el Comité Ejecutivo del CMM. ¿Podemos considerar mi participación en la Asamblea 12 como una señal de que espacios ministeriales y pastorales se están abriendo para el sexo femenino?

    Contrastes dolorosos. Antes de la Asamblea 13 en la India, la agenda incluyó un viaje preparatorio a África, con escalas en EE.UU, Europa y Brasil. Durante aquel tiempo, mientras viajaba por una ciudad europea, me vi frente a frente con los grandes contrastes económicos que existen entre las ciudades europeas y la ciudad de Calcuta y algunas de nuestras ciudades centroamericanas. Todavía no comprendo el misterio del sufrimiento humano. Por qué no pueden todos los seres humanos vivir en las mismas condiciones de dignidad?

    Una cosa es cierta. Aquellos que viven en condiciones de abundancia, lo mismo que aquellos que viven en la adversidad, son llamados por el Espíritu Santo a seguir a Jesús con fidelidad y llevar a cabo de manera extraordinaria nuestra vocación como Iglesia de Jesucristo.

    Cuando partí de Guatemala hacia Canadá, Europa, África e India, salí con una pequeña imagen mental de mi comunidad menonita y de mi propio papel ministerial. La iglesia de nuestro Señor va más allá de lo que nuestros ojos pueden ver y nuestras manos tocar. Trasciende barreras de raza, idioma y cultura. Dios está edificando el cuerpo de Cristo en todas las naciones, y nosotros somos partes de ese divino proyecto.

    Leonor de Méndez, Guatemala

    Leonor de Méndez y Milka Rindzinski Gulla. Leonor solía decir que Milka fue su voz y sus oídos en las reuniones del CMM. Leonor no hablaba ni entendía inglés, entonces ellas siempre se sentaban juntas.

  • Desigualdad económica: Examinemos nuestro compromiso común en pos del Shalom

    Como comunión mundial de iglesias afines al anabautismo, compartimos el compromiso de procurar el shalom. En dicha búsqueda, creemos en la necesidad de intentar alcanzar la justicia y de compartir nuestros recursos, sean materiales, económicos o espirituales. Nuestra enorme diversidad implica llevar a la práctica este compromiso de muchas maneras. En el número de abril 2014 de Courier/Correo/Courrier, líderes de toda nuestra hermandad –promotores del shalom y seguidores de Cristo–relatan cómo los anabautistas abordan las problemáticas relacionadas con la desigualdad económica y las brechas de riqueza en nuestras comunidades.

    Cristo, ejemplo de misión

    La enciclopedia define “desigualdad económica” como la diferencia entre individuos y poblaciones en la distribución de bienes, riquezas o ingresos. El término se refiere generalmente a la desigualdad entre individuos y grupos en una sociedad. De modo más polémico se podría afirmar que la desigualdad económica en una sociedad no es accidental. De hecho, a cierto nivel, dicha desigualdad es el resultado de actitudes humanas como la codicia y el egoísmo.

    Más allá de sus causas, la desigualdad económica es real. En la India, la desigualdad está profundamente arraigada, y afecta a gran parte de la sociedad. Y este sector sufre por ello.

    No es fácil responder por qué la mayoría en una sociedad sufre la desigualdad económica. Habría algunas teorías. Los factores varían según el lugar, momento histórico y sociedad; el factor determinante en una situación puede no serlo en otra.

    De todos modos, ésta es la realidad: la desigualdad económica ha dejado actualmente a muchos en una situación apremiante: falta de vivienda, hambre y pobreza, dificultad para acceder a la educación y atención médica. Los que sufren esta situación no tienen los mismos privilegios que los que están en las altas esferas de la sociedad, y su presencia frecuentemente pasa desapercibida por las élites. Los ricos se hacen más ricos, los pobres más pobres. En consecuencia, la brecha entre estos dos grupos crece rápidamente de modo alarmante.

    La Biblia tiene mucho que aportar sobre la desigualdad económica y la brecha entre ricos y pobres. En el Antiguo Testamento, por ejemplo, Dios crea el mundo perfectamente y le dice al pueblo que mantenga una sociedad justa y equilibrada (Génesis 1:10, 12, 18, 21, 25). Pero la humanidad se rebela contra Dios y su voluntad, y el pecado ingresa al mundo (Génesis 3:13-19). La actitud de Caín en Génesis 4 es un ejemplo fundamental de cómo el pecado le suma miseria e injusticia a la historia humana, las que han sido transferidas de generación en generación hasta el presente.

    La pobreza también muestra su rostro atroz en el Antiguo Testamento. Dado que los pobres siempre serán parte de la sociedad (Deuteronomio 5:11), Dios ordena a su pueblo que sea generoso con ellos. El Antiguo Testamento nos recuerda la gran preocupación de Dios por la suerte de los pobres. No cumplir con su mandato genera la ira de Dios (Ezequiel 16:48-50; Isaías 1:16-25).

    El Nuevo Testamento centra la preocupación de Dios en la desigualdad y ordena el cuidado de los pobres y oprimidos. Por ejemplo, Jesús se identificaba con los pobres cuando decía: “el Hijo del hombre no tiene dónde recostar la cabeza” (Mateo 8:20). Optó por la gente común –los pobres, los oprimidos, los sufrientes– como principio fundamental de su ministerio (Lucas 4:18-19). Le enseñó al joven cómo podía seguir a Jesús renunciando a las riquezas terrenales y cuidando de los pobres (Mateo 19:21). Echó a los prestamistas del templo y condenó su avaricia e hipocresía (Marcos 11:15-17). Y abundan muchos ejemplos más. Claramente, una parte del ministerio terrenal de Cristo se centró en desafiar las normas de la sociedad y exponer sus injusticias.

    En su visión de la primera iglesia, el Nuevo Testamento también brinda quizá el ejemplo más claro de un estilo de vida que lleva a la práctica la justicia e igualdad entre las personas. En Hechos 2:42-47, se describe a la primera iglesia como un lugar donde se compartían las posesiones y recursos entre sí, donde las comidas eran motivo para confraternizar, y donde el crecimiento espiritual iba de la mano con la satisfacción de las necesidades físicas.

    Como Hermanos en Cristo y menonitas, nuestro legado anabautista también brinda una perspectiva en cuanto a nuestra responsabilidad a la hora de ayudar a los pobres y necesitados. En los inicios del movimiento anabautista, los creyentes practicaban la obediencia en los asuntos económicos. H. B. Musser, líder de los Hermanos en Cristo en el siglo XIX, manifestó: “Creo que el deber de la iglesia es ayudarnos mutuamente ante las pérdidas sufridas. . . . Creo que ese deber nos corresponde, porque las Escrituras dicen: Ayúdense mutuamente a llevar sus cargas.” Nuestro trasfondo anabautista nos enseña claramente –de acuerdo a las Escrituras– que la iglesia tiene un papel vital en reparar la brecha entre los ricos y los pobres, y en promover la justicia y la igualdad en la sociedad.

    ¿Cuál es la naturaleza de dicho papel? La Biblia nos dice que la iglesia debe ser la sal de la tierra y la luz del mundo (Mateo 5:13-16); debe ayudar a las viudas y los huérfanos (Santiago 1:27); debe procurar la transformación –no sólo del corazón de los individuos, sino de las estructuras injustas y opresivas de la sociedad. De hecho, en tanto la iglesia forma a los creyentes en la fe, los creyentes a su vez procurarán la justicia en su propia vida, en su familia y en la sociedad en general. Aunque enfrente desafíos, la iglesia debe ser la voz que le recuerda a la sociedad la preocupación de Dios por la justicia y la rectitud.

    La Iglesia de los Hermanos en Cristo de Odisha, India, procura crear justicia e igualdad de dos maneras. Primero, enseñamos la Palabra de Dios. Segundo, implementamos proyectos en relación a la educación, generación de ingresos, salud e higiene, mejoras en la agricultura, asistencia y rehabilitación. Nuestro objetivo a largo plazo es mejorar las condiciones socioeconómicas de nuestras regiones locales.

    Específicamente, una manera de implementarlo es a través de la labor de las Castas Programadas (Scheduled Castes, SC) y las Tribus Programadas (Scheduled Tribes, ST), en los ocho distritos del estado de Odisha. Constituyen dos de los grupos más empobrecidos de la sociedad india, e históricamente han sido reconocidos como personas marginadas. Muchas personas de SC y ST viven de manera muy precaria. Tienen ingresos bajos; a veces cuentan con una sola comida diaria. Les sugerimos a los miembros de nuestra comunidad que compartan la carga de estas personas. Por supuesto, no es una tarea fácil fomentar equilibrio, igualdad y justicia; se trata de un proceso largo y continuo. Pero perseveramos, confiando en el Espíritu para que nos provea de fortaleza y capacidad.

    Consideramos que nuestra misión refleja la misión de nuestro Señor Jesucristo: los pobres pueden serlo económicamente pero son ricos en espíritu, en fe, en obra y en acción (Santiago 2:5). Esta oportunidad de servir a otros y procurar justicia ha sido brindada por Cristo, quien, siendo rico, se hizo pobre por causa de ustedes, para que por su pobreza fueran ustedes enriquecidos (2 Corintios 8:9).

    Bijoy K. Roul, Odisha, India.

  • Bogotá, Colombia– El Congreso Mundial Menonita ha designado a tres representantes regionales para promover los vínculos con iglesias miembros e iglesias miembros asociadas en Asia y el Pacífico. Los representantes iniciarán su labor el 1 de septiembre.

    El anuncio fue comunicado por César García, Secretario General del CMM. “Contar con estas personas para vincular iglesias miembros en una extensa región, servirá para fortalecer nuestra identidad e interdependencia como cristianos anabautistas.”

    La propuesta para designar a tres representantes a tiempo parcial, se elaboró en el Caucus de Asia, y fue apoyada por el Comité Ejecutivo del CMM en la reunión de mayo de 2013.

    Los tres representantes son: Timothius Adhi Dharma, de Indonesia; Cynthia Peacock, de la India; y Kyong-Jung Kim, de Corea del Sur.

    Adhi Dharma es Secretario General de la Iglesia Cristiana Muria de Indonesia (Persatuan Gereja-Gereja Kristen Muria Indonesia, GKMI). Fue uno de los escritores del Proyecto de Historia Menonita Mundial sobre Asia. Como representante del sudeste de Asia, se encargará de promover los vínculos con las iglesias de Indonesia, Australia/Nueva Zelanda, Myanmar, Singapur, Filipinas, Vietnam y Tailandia.

    Cynthia Peacock prestó servicios como trabajadora social con el Comité Central Menonita durante 38 años, antes de jubilarse en 2006. Es presidente de la Comisión de Diáconos del CMM. Como representante de Asia del Sur, se encargará de promover los vínculos con las iglesias de la India y Nepal.

    Kyong-Jung Kim colaboró con el Centro Anabautista de Corea durante los últimos once años; también es miembro activo de Jesus Village Church, y comparte el liderazgo de dicha iglesia. Como representante del noreste de Asia, se encargará de promover los vínculos con las iglesias de Japón, Corea, Taiwán y Hong Kong/China.

    Comunicado de prensa del CMM

    Foto: Adhi Dharma

    Foto: Cynthia Peacock

    Foto: Kyong-Jung Kim

  • Para muchos jóvenes en el mundo actual la movilidad y la flexibilidad son necesarias: asistir a la universidad en otra ciudad, encuentros interculturales durantes los viajes, ampliar horizontes personales. Y en alguna parte, entre todo esto, está esa “característica menonita” que moldea parte de lo que eres.

    Estas experiencias describen perfectamente mi realidad. Proveniente de una pequeña localidad y de una iglesia menonita aún más pequeña, he aprovechado todas las oportunidades posibles para ver algo del mundo. Esto me ha llevado a varios países en Europa, Israel/Palestina, Siria, Jordania y los EE.UU. Cuando me pidieron que viajara a Corea del Sur estaba sumamente emocionada, pero ¿cuál era la razón del viaje? Era para asistir a la 10ª Asamblea General del Consejo Mundial de Iglesias (CMI) del 30 de octubre al 8 de noviembre de 2013.

    Después de investigar un poco, me enteré de que iba a ser delegada de la iglesia menonita de Alemania en una reunión mundial cristiana, que se lleva a cabo cada siete años, para discutir asuntos teológicos y seculares. ¡Acepté el desafío!

    En el proceso de preparación me di cuenta de que, para mí personalmente, era más difícil de lo esperado descubrir qué era exactamente lo que yo, como joven menonita de Alemania, podría contribuir al movimiento ecuménico mundial. Descubrí que lo que había moldeado mi fe era un colorido conjunto de influencias, provenientes de una gama de tradiciones de fe e iglesias. En la Asamblea del Consejo Mundial de Iglesias (CMI) pude apreciar la sensibilidad que había hacia las diferentes confesiones y denominaciones, sus especialidades y tradiciones, lo que fue toda una experiencia nueva para mí. En este contexto y junto a otros menonitas, se me hizo más claro que el compromiso teológico a la no violencia y las consecuencias reales que se derivan de ella es lo que nos define como iglesia de paz.

    Los menonitas fueron factor desencadenante del último gran enfoque programático del CMI, que fue la década para superar la violencia del 2001 hasta 2010. Algunos menonitas, que han participado en el movimiento ecuménico por más tiempo, compartieron conmigo su experiencia de recibir consultas de varios colegas por sus puntos de vistas sobre varios asuntos. Tuve la impresión de que a pesar de contar con una membresía muy pequeña, la tradición menonita es de mucho aprecio para el CMI y para las personas en general. El hecho de que la paz y la justicia ahora son asuntos centrales en el CMI demuestra de que lo que históricamente siempre han sido temas de los menonitas, son ahora (¡y que también lo han sido antes!) temas centrales del cristianismo mundial. Esto también se puso en muestra cuando se juntaron y oraron la oración lema de la Asamblea: “Dios de vida, condúcenos hacia la justicia y la paz.”

    Uno de los momentos más impresionantes y conmovedores para mí, fue cuando un joven surcoreano se unió a una de nuestras reuniones de paz de nuestras iglesias (junto a participantes cuáqueros y de la Iglesia de los Hermanos). Pronto se convertiría en una persona que por motivos de conciencia objetaría el servicio militar en Corea del Sur debido a sus creencias en la no violencia. Lo que se ha convertido en algo normal en Alemania, objetar por motivos de conciencia, en Corea del Sur todavía sigue siendo castigado con prisión por 18 meses y discriminación de por vida. A pesar de estas consecuencias, este joven coreano se puso de pie y compartió sobre su vida y su compromiso a vivir de acuerdo a sus convicciones, pidiendo nuestro apoyo y nuestras oraciones. Desafortunadamente, este joven no fue escuchado por toda la asamblea y por ciertas iglesias, incluyendo las de Corea, que no ven la necesidad de cambiar el status-quo. Aún así, podemos orar por aquellos que sufren por sus creencias y de este modo luchar por la paz y la justicia.

    Ahora bien, este mega-evento parece estar muy lejos todavía y los que leen esto podrían preguntarse qué implicación tiene esto para ustedes. El resultado de la Asamblea del CMI servirá de guía para el trabajo de programación del CMI para los próximos 8 años: ¡Nosotros, los creyentes, estamos en una peregrinación en pos de la justicia y la paz! Esto incluye a los creyentes de todo el mundo, los que son parte del CMI, y los que no lo son. Cualquiera sea la razón que lo llevó a leer este blog, anímese a conocer a otras personas en su contexto y a hablar con ellos sobre cuál es su papel en la hermandad mundial cristiana y cómo se puede contribuir a un mundo más justo y pacífico.

    Cuando asistí por primera vez a la Asamblea del CMI vine con una pregunta en mente, “¿Qué puede hacer este CMI por mí?” En su lugar, me di cuenta de que el CMI no sólo está haciendo algo por mí sino que también por cada uno de nosotros, los miembros de la familia de Dios, que forman la iglesia mundial y que en conjunto son un impacto. Espero con ansias viajar con ustedes en este peregrinaje.

    Por Lydia Funck

    * Los puntos de vistas expresados en la sección de Testimonios expresan las convicciones de fe y las experiencias de los autores y no reflejan necesariamente las opiniones del Congreso Mundial Menonita.

  • SP needed – Meeting of the 4 MWC Commissions in the Netherlands: Deacons, Faith and Life, Mission, and Peace

  • Las últimas dos semanas de agosto fueron muy agitadas para el Congreso Mundial Menonita. Elaboramos cientos de documentos para respaldar los trámites para solicitar visas para varios de nuestros miembros. La Comisión de Diáconos organizó una delegación de los cinco continentes a fin de realizar una visita fraternal a las Iglesias de Angola. Los miembros directivos planearon su reunión en Zimbabwe y yo, como secretario general, programé una visita a nuestras iglesias de Malawi. (Unas semanas después, enviamos solicitudes de visas para mi próximo viaje a las embajadas de Japón, Corea, Indonesia, los Países Bajos y Suiza.)

    Pese al incansable esfuerzo de mucha gente, parecía que algunas visas serían negadas. Cundía la frustración, mientras todos los que habíamos trabajado incansablemente recordábamos el tiempo invertido en innumerables correos electrónicos y llamadas telefónicas a las embajadas, y el costo económico que todo este esfuerzo implicaba. ¿Cómo podremos descansar en Dios en medio de obstáculos que nos imponen como iglesia los gobiernos seculares?

    En medio de esta frustración, recuerdo un intercambio reciente con un colega de Bogotá. “Necesitamos hacer esto otra vez”, fueron las palabras de un pastor después de nuestra celebración del Domingo de la Fraternidad Mundial, en enero de este año. La celebración reunió –¡por primera vez!– a todos los Hermanos Menonitas, Hermanos en Cristo y las congregaciones de la Iglesia Menonita de Bogotá. Cada congregación local canceló sus reuniones y cerró los edificios para facilitar el encuentro de estas Iglesias en un mismo lugar.

    En nuestra reunión hubo cientos de personas de los tres grupos anabautistas de Bogotá, junto con representantes de las organizaciones anabautistas de misiones, paz, desarrollo de la comunidad, salud y educación.

    En dicha reunión, cada iglesia y sus líderes participaron de una celebración unida. Todos fueron servidores según sus dones e identidad singular. ¡Fue una bendición tremenda!

    ¿Por qué será una ocasión tan especial celebrar el Domingo de la Fraternidad Mundial? ¿Qué tendrá que ver con el antedicho trámite de visas?

    Personalmente creo que el culto especial que conmemoramos el domingo del mes más cercano a la fecha del primer bautismo en Zúrich (21 enero 1525), sólo es comparable a las reuniones de la Asamblea Mundial que el CMM realiza cada seis años. En estas reuniones centramos nuestra atención en Dios, a fin de expresarle nuestra gratitud por su presencia en medio de nuestra comunidad mundial.

    Estamos agradecidos por los dones que compartimos en nuestra familia de fe: misioneros que han ofrecido sus vidas para dar testimonio de Cristo; hermanos y hermanas dispuestos a servir a los necesitados; maestros que forman discípulos con el ejemplo de su vida y carácter; pastores que velan por las congregaciones locales; voluntarios que donan generosamente a la obra de Cristo; pacificadores que demuestran una manera nueva de resolver conflictos a la manera de Jesús. ¡Nuestra comunidad mundial es enormemente bendecida por Dios! El Domingo de la Fraternidad Mundial nos concede la oportunidad de reconocer y expresarle nuestra gratitud a Dios.

    El Domingo de la Fraternidad Mundial transmite un claro mensaje respecto a aquellas barreras que impiden la tarea de la iglesia, incluidos los problemas con las visas. Al reunirnos para celebrar, recordamos que somos uno en Cristo, y que Cristo ha derrotado en la cruz las diferencias administrativas, teológicas, culturales, geográficas, nacionales, políticas, de género, raciales y económicas. Él nos ha hecho un solo cuerpo, y por su Espíritu ahora es posible el milagro de la unidad.

    Por todo lo que se mencionó anteriormente, descubrimos a Jesús de un modo especial el Domingo de la Fraternidad Mundial. Es allí que sentimos que nuestro carácter se transforma de muchas maneras.

    Cuánto consuelo siento al recordar todo esto, y de cuánto consuelo serán tales pensamientos la próxima vez que me sienta frustrado por el trámite de solicitud de visas. ¡Qué bueno es cuando hermanos y hermanas conviven en unidad!

    Por César García, secretario general del CMM

     

  • Hace unos años una amiga mía con acento extranjero llamó a la puerta de una de nuestras iglesias en Bogotá. El pastor de la iglesia –también amigo mío– abrió la puerta. La mujer estaba evangelizando en ese barrio y comenzó a hablar con mi amigo sin conocer su compromiso cristiano. Él la invitó a conversar, pensando que podría dar su testimonio a esta misionera extranjera, quien quizá perteneciera a alguna extraña religión.

    Conversaron varios minutos antes de descubrir su fe en común. La sorpresa fue aún mayor cuando se dieron cuenta que pertenecían a la misma tradición –el anabautismo– y que además eran miembros de la misma denominación menonita. Ella se asombró al enterarse que había alrededor de doce iglesias anabautistas en Bogotá. Durante varios años, esta mujer proveniente de un país europeo, había servido en esta ciudad como misionera bajo los auspicios de su iglesia menonita, sin tener contacto con los menonitas colombianos pertenecientes a su misma familia eclesial.

    Me gustaría poder decir que la historia de mi amigo-pastor y su visitante misionera europea fuera sólo un caso aislado. Sin embargo, historias similares se repiten una y otra vez alrededor del mundo en lugares donde las iglesias y organizaciones anabautistas sirven sin conocer lo que hacen otros miembros de nuestra comunidad mundial en ese mismo lugar. La presencia anabautista carece de fuerza e impacto cuando la comunicación mundial entre nuestros miembros e instituciones no es fluida. Ésta es una de las razones por las cuales el Congreso Mundial Menonita ha reconsiderado y revisado su estrategia comunicacional. Este número del Courier/Correo/Courrier describe cómo se está implementando esta nueva estrategia, aprovechando el poder de los nuevos medios de comunicación e invirtiendo prudentemente nuestros recursos donde sean más necesarios. Esperamos que el resultado sea una mejor comunicación entre nuestros miembros alrededor del mundo.

    La comunicación tiene la misma raíz que otras palabras importantes de la misión y visión del CMM: comunión y comunidad. No es posible tener una verdadera comunión con quienes no nos comunicamos. Es imposible construir una comunidad mundial si no nos hablamos periódicamente. No es posible alegrarse con aquellos que se alegran y llorar con los que lloran (Romanos 12:15), si no conocemos sus alegrías y sufrimientos.

    La buena comunicación hace posible compartir recursos, experiencias, dones y debilidades, fortaleciendo nuestro servicio y testimonio. La buena comunicación nos permite la articulación de equipos para lograr mayor eficiencia y eficacia en la fundación de iglesias, la promoción de la paz, el desarrollo social y la educación. ¿Qué pasaría si esta labor se realizara de forma multicultural y como expresión de la iglesia de Cristo? ¿Qué pasaría si consideráramos nuestra familia mundial como un cuerpo orgánico que está interconectado e intercomunicado, en vez de ser sólo una red de instituciones? ¿Qué pasaría si evitáramos duplicar esfuerzos, mientras celebramos las diferencias y la diversidad?

    Hace algunas semanas fui a una reunión de pastores menonitas en Bogotá. Allí estaban mis dos amigos: el pastor y la misionera europea. Estos dos líderes han aprendido a comunicarse y a colaborar. Como resultado, la iglesia ha crecido de muchas maneras. ¿Podremos imitar este ejemplo? ¿Podremos seguir construyendo una comunidad mundial a través de una mejor comunicación? Seamos uno solo, para que el mundo crea que Jesús fue enviado por nuestro Padre (Juan 17:12).

    César García, Secretario General del CMM, desde la oficina central de Bogotá, Colombia

  • Alemania – Judy DaSilva, una mujer de First Nations de Grassy Narrows, Ontario, Canadá, ha sido galardonada con el Premio Michael Sattler de la Paz de la Comisión de Paz menonita alemana.

    “Queremos otorgar el premio a Judy DaSilva con el fin de honrar la resistencia no violenta de Grassy Narrows First Nation en contra de la destrucción de la naturaleza y por la preservación de su cultura indígena,” dijo Dr. James Jakob Fehr del Comité de Paz menonita alemán.

    DaSilva es madre de cinco hijos y ha organizado un sinnúmero de reuniones de jóvenes, de mujeres, protestas, giras y participó en bloqueos para abogar por la justicia y por un medio ambiente sano. Su defensa humilde, ferviente e implacable ha tenido como resultado la suspensión de la explotación forestal en el territorio de Grassy Narrows por casi cinco años.

    Cuando estuvo en Alemania Judy habló por todo el país para promover el popular boicot de Grassy Narrows a la Corporación Weyerhaeuser – la única compañía multinacional de tala en la región que se niega a respetar el derecho de Grassy Narrows a decir no a la explotación forestal.

    La entrega de premios se realizó el 20 de mayo en el resplandeciente Salón de los Príncipes de estilo rococó de la Abadía de San Pedro en la Selva Negra cerca de Friburgo, Alemania. El premio, que lleva el nombre de un líder anabautista del siglo XVI, reconoce a grupos o individuos que trabajan por la paz, para el testimonio cristiano a la no violencia, para el trabajo de la reconciliación y por el diálogo entre las religiones. Los miembros alemanes del Comité de Paz se enteraron por vez primera sobre estas luchas durante una delegación a Grassy Narrows que co-organizaron con los Christian Peacemaker Teams (Equipos Cristianos de Acción por la Paz.)

    «Estoy encantado de que Judy DaSilva y Grassy Narrows hayan sido reconocidos por su liderazgo valiente y comprometido,» dijo Peter Haresnape de Christian Peacemaker Teams (ECAP) de Canadá. «Gracias, Judy, por su continua defensa de su tierra y su gente y por recibir tan bien el apoyo de los demás.»

    «Nosotros, el Jefe y el Consejo de Grassy Narrows quedamos muy contentos de saber que Judy DaSilva ha sido elegida para recibir el Premio Michael Sattler de la Paz de Alemania. Judy dedica su tiempo libre y su vida a vivir sus valores como protectora de nuestro entorno natural, » dijo Lucille McKenzie, Concejala de Grassy Narrows First Nation.

    «Grassy Narrows se encuentra actualmente en proceso de apelar a la Corte Suprema de Canadá para escuchar del Caso Keewatin, también conocido como litigios de los cazadores con trampas, que afirma los derechos inherentes de nuestro pueblo a la tierra para la caza y la captura con trampas. El Caso Keewatin también ha sido un motor para la provincia para elevar sus estándares en la consulta y la acomodación de nuestro pueblo,» dijo McKenzie.

    Los gobiernos de Canadá y Ontario han ignorado por mucho tiempo los derechos de los pueblos de Grassy Narrows en su tierra natal, imponiendo la extracción industrial que ha dado lugar a la intoxicación por mercurio y la pérdida de la cultura. Los gobiernos sólo reconocen la jurisdicción de Grassy Narrows en la pequeña reserva que incluye sólo una minúscula porción del territorio.

    Artículo presentado por el Dr. James Jakob Fehr, director de Deutsches Mennonitisches Friedenskomitee (Comité de Paz menonita alemán)

  • Angola– La delegación del Congreso Mundial Menonita (CMM) recibió una entusiasta y alegre bienvenida junto con una larga lista de necesidades, en su visita a las iglesias miembros de Angola durante la primera semana de septiembre de 2013; ésta fue una visita de seguimiento a la anterior realizada en abril (véase nota por separado).

    El objetivo, según Henk Stevens (de los Países Bajos), secretario de la Comisión de Diáconos, fue escuchar, animar y asegurarles a las iglesias miembros de que eran una parte importante de la comunión mundial que el CMM procura ser.

    La delegación también estuvo integrada por Janet Plenert (de Canadá), Vicepresidente del CMM, y Enock Shamapani (de Zambia), miembro de la Comisión de Diáconos, quien estuvo a cargo de un seminario sobre el rol de los diáconos. Se les negó la visa de ingreso a otras personas designadas para integrar el grupo (Samuel Martínez Leal de El Salvador y Shant Kunjam de la India).

    Un grupo de líderes y un coro de las iglesias menonitas recibieron a los visitantes en el aeropuerto de Luanda. Las canciones y danzas se intensificaron la siguiente mañana durante un largo culto dominical, cuando cinco coros aparecieron entre la congregación, cantando mientras pasaban al frente.

    “Hubo muchas reuniones inspiradoras”, observó Stenvers. “Me sentí inspirado por los miembros de las iglesias locales, la alegría que les da su fe y cómo siguen adelante a pesar de ser muy pobres. Fue inspirador el relato del estudiante de la escuela bíblica, que todas los días se levanta a las 4 de la mañana para vender jabón y pasta dentífrica, lavar ropa, cerca de la estación de autobuses, y así ganar dinero para pagar la escuela.”

    Después de conocer a algunos líderes de la iglesia, Plenert comentó, “nos impresionó la visión de los líderes, la dedicación de los profesores y su capacidad de destacar lo que tenían, por encima de lo que no tenían.”

    A la vez, los miembros de la delegación se sintieron abrumados y afligidos por algunos pedidos de asistencia, ya que parecían asumir que la solución completa a sus necesidades vendría desde afuera de su país.

    Durante un culto a principios de la visita, los miembros de la delegación enfatizaron que venían como hermanos y hermanas, y no como padre o madre de las iglesias angoleñas. Esa misma semana, relató Plenert, “un líder juvenil declaró públicamente que a pesar de lo que habíamos predicado el domingo… éramos su padre y madre, nos guste o no, porque los menonitas son (originalmente) una iglesia blanca de Europa y América del Norte. Dijo que conocíamos nuestra historia y éramos responsables de enseñárselas, y de cuidar de ellos porque nosotros les trajimos esta iglesia.”

    El comentario fue hiriente, señaló Plenert. En respuesta, ella se refirió a la iglesia como “un cuerpo de muchos miembros, no una jerarquía de propiedad histórica”. Refiriéndose a su propia experiencia de incorporarse a la iglesia menonita, no habiendo sido criada en un hogar menonita, agregó que, “todos somos adoptados, gentiles que por la gracia somos parte del pueblo de Dios.”

    La delegación se reunió con los líderes de los mismos grupos a los que visitó la delegación en abril de 2013. Además, Stenvers, Plenert y Shamapani pudieron reunirse con el líder descontento de la Igreja Evangélica Menonita em Angola (IEMA), y alentar el restablecimiento de la fraternidad con los otros grupos menonitas.

    Comunicado de prensa de Ron Rempel