Oraciones de gratitud e intercesión

  • Ciudad de Guatemala, Guatemala – En un contexto de pobreza y violencia generalizadas y de corrientes religiosas que compiten entre sí, ¿dónde encuentran esperanza las iglesias anabautistas-menonitas en América Latina?

    Del 10 al 14 de febrero, 137 líderes de las iglesias menonitas de 19 países diferentes se reunieron en un centro de retiro católico en la Ciudad de Guatemala para conversar en torno al tema “Hacia un ministerio de esperanza: realidad social, fe, palabra y acción pastoral.”

    Además de la música alegre, la adoración animada, una amplia gama de sesiones plenarias, y discusiones en grupos, la “VII Consulta Anabautista Latinoamericana” marcó un avance importante en la creación de una identidad regional más sólida para los grupos anabautistas-menonitas de América Latina.

    Según varios participantes que estuvieron presentes en la primera consulta de líderes de iglesias de América Latina en 1986, muchas cosas han cambiado desde entonces. “Me quedé muy impresionado por el hecho de que todos los ponentes eran hispanohablantes, profundamente arraigados en el contexto latinoamericano, y por la profundidad de la enseñanza teológica,” dijo Tomás Orjuela Gutiérrez, presidente de la Iglesia Cristiana Menonita de Colombia.

    Sandra Campos presidenta de la Asociación de Iglesias Cristianas Menonitas de Costa Rica celebró la presencia activa de las mujeres en la consulta. Aproximadamente la mitad de los participantes eran mujeres. También asistió un gran número de jóvenes.

    Las plenarias desafiaron a los participantes a un compromiso renovado, a una visión cristocéntrica de la iglesia como un movimiento que responde a las necesidades del ser humano en vez de ser una abstracción teológica, una institución o un proyecto personal de un pastor carismático.

    “La iglesia,” insistió Gilberto Flores Campos en la sesión de apertura, “es un pueblo peregrino que vive en relación con Cristo, con los demás y con la sociedad que la le rodea…. Esto significa que su teología siempre tiene que estar sujeta a la improvisación y ser dinámica.” Flores es de Guatemala y es ministro asociado de la conferencia del distrito oeste de la Iglesia Menonita de EE.UU.

    “La iglesia se dedica a atraer al mundo, no como su dueña,” continuó diciendo, invocando una imagen que se repetiría a lo largo de la consulta, “sino como su invitada. La iglesia es un testimonio de las Buenas Nuevas, pero no es dueña de ella.”

    Jenny Neme, directora de Justapaz en Colombia, señaló que sólo una pequeña parte de la violencia en Colombia – como en la mayoría de los países de América Latina – está directamente vinculada a los grupos armados. La mayoría de las muertes violentas están asociadas con disputas domésticas, la delincuencia callejera y el narcotráfico que a menudo refleja las realidades estructurales de la pobreza, el desempleo y la desesperación. En medio de este sufrimiento, la esperanza surge en el testimonio cristiano holístico de Shalom.

    “Somos un pueblo con dones, talentos y ministerios, reunidos en el nombre de Cristo para compartir un mensaje de no-violencia y esperanza,” dijo Neme. Habló del reto de ayudar a los jóvenes en Colombia a encontrar formas de resistirse al servicio militar obligatorio. Ella también hizo un llamado a los menonitas a integrar la paz en todos los aspectos de su vida cotidiana y de estar abiertos a la formación de alianzas con otros cristianos pacifistas.

    Daniel Schipani recordó a los participantes que “Dios tiene esperanza en la humanidad,” y que “siempre está invitando al hombre a una vida de transformación a la imagen de Cristo.” También desafío a los menonitas a pensar en el discipulado como la ciudadanía en el mundo, atentos a las maneras en las que Dios obra fuera de las estructuras formales de la iglesia. Originario de Argentina, Schipani enseña en el Seminario Bíblico Anabautista Menonita en Elkhart, Indiana.

    Ofelia García destacó el don liberador de dar y recibir perdón como una expresión de la presencia del Espíritu. Ella trabaja con el Comité Central Menonita en México. El pastor Fernando Pérez de México, hizo un llamado a las congregaciones a desafiar las fuerzas divisorias de la cultura al convertirse en comunidades realmente integradas.

    Aunque el Secretario General del Congreso Mundial Menonita, César García, habló en gran parte sobre su contexto en Colombia participantes de varias regiones manifestaron un profundo aprecio por su análisis de las corrientes religiosas contemporáneas que alimentan la identidad anabautista-menonita en América Latina.

    García resaltó los modelos eclesiales centrados en la razón (un énfasis fundamentalista en la doctrina), la justicia (un énfasis liberalista en la transformación social), y la experiencia (un énfasis neo-pentecostal en la salud personal, la riqueza y el éxito), antes de describir una comprensión alternativa anabautista-menonita de la iglesia arraigada en la Escritura, el discipulado, la adoración y la paz.

    García destacó que el objetivo no es defender una identidad propia por arrogancia o como un fin en sí mismo, sino por la fidelidad al Evangelio de manera que se rompan las barreras.

    Una expresión de unidad entre los varios grupos representados en la consulta fue un creciente entusiasmo por la labor del Congreso Mundial Menonita.

    En la primera de las dos sesiones dedicadas a la organización, César García repasó la historia y la visión del CMM, presentó el trabajo de las cuatro comisiones del CMM, y pidió a las iglesias de América Latina que tomen una mayor iniciativa al compartir su voz en un contexto mundial.

    En una segunda sesión, García describió los preparativos para la próxima asamblea del CMM en julio de 2015. Después de la presentación de García hubo una reunión improvisada de líderes cuyos grupos son miembros del CMM. Esta reunión dio un paso importante hacia la reorganización del caucus regional de América Latina.

    Varios participantes describieron el evento como un momento histórico de una identidad latinoamericana menonita emergente. César Montenegro pastor de Casa Horeb, una iglesia menonita en Guatemala expresó su agradecimiento por “la reunión en sí, y por que hubo tantos grupos representados con un deseo de compartir libremente con los demás.”

    “Reuniones como ésta,” dijo Egdy Zambrano, pastor de la Iglesia Evangélica Menonita Ecuatoriana, “nos recuerdan que no estamos solos.”

    Edgardo García hizo eco de un sentimiento similar. Él es profesor bautista de Historia de la Iglesia que asistió a la primera consulta en 1986 y que desde entonces se ha afiliado con los menonitas en Guatemala. “No somos una iglesia perfecta, y todos nosotros todavía tenemos mucho que aprender,” comentó él. “Pero el hecho de que los líderes de contextos tan diferentes puedan reunirse para conversar sobre la fe y la vida, deseosos de poner en práctica lo que han aprendido, es un motivo de esperanza.”

    La consulta fue auspiciada por la Red Menonita de Misiones, el Comité Central Menonita, el Congreso Mundial Menonita y la Iglesia Evangélica Menonita de Guatemala. El Seminario Anabautista Latinoamericano (SEMILLA) fue el líder principal de la organización del evento.

    Artículo de John D. Roth. Roth enseña en Goshen College en Indiana, dirige el instituto Institute for the Study of Global Anabaptism y es secretario de la Comisión de Fe y Vida del Congreso Mundial Menonita.

    Fundamentados en la esperanza, aprendemos de nuestra diversidad

    Las conferencias, los grupos pequeños de discusión, las sesiones, así como las conversaciones informales, sirvieron de guía para los hermanos y hermanas en los desafíos de pensar juntos cómo construir comunidades de fe comprometidas en las diferentes realidades que vivimos en nuestro continente.”

    Somos comunidades de fe diversa, en contextos diferentes, así que nuestras inquietudes y prácticas pastorales van del trabajo en zonas urbanas a las zonas rurales. Algunos son solidarios con la lucha de los pueblos indígenas y otros con el tema de los inmigrantes indocumentados. Otros temas que preocupan a muchos son la violencia como producto de las pandillas juveniles y los conflictos armados, la respuesta pastoral e inclusión de las minorías sexuales y el pleno reconocimiento de los dones de las mujeres en un plano de igualdad con los hombres.

    Sin embargo, a pesar de las diferentes inquietudes, prácticas y énfasis, hemos sido capaces de celebrar y aprender de esta diversidad en la semana de la consulta. ¿Podría ser que por encima de todas estas cuestiones, nuestra prioridad es nuestra identidad como iglesia histórica de paz?

    Reflexión de Luis Ma. Alman Bornes, miembro del Consejo Pastoral de la Iglesia Menonita Anabautista de Buenos Aires, Argentina. Él y Daniela Boyajián están a cargo de la circular de noticias en línea AMLAC (Agencia Menonita Latinoamericana de Comunicaciones) (www.amlac.org.ar). Bornes indicó que en la consulta AMLAC compartirá el texto de las presentaciones en su totalidad para que esté disponible “a todos los hermanos y hermanas para su discernimiento comunitario.” Al término de la consulta, Carlos Martínez de la Ciudad de México compartió un resumen de las afirmaciones anabautistas que surgieron de la reunión (haga clic aquí). Las afirmaciones fueron aprobadas por los presentes.

    Se trajo a la Consulta la preocupación sobre la situación de los migrantes en los EEUU, teniendo presente la gran población latina que vive en el país. El hno Haroldo Nunes, oriundo de Brasil pero actualmente residiendo en EEUU nos guía en una oración. Foto por Luis Ma Alman Bornes

    Al finalizar cada ponencia nos dividíamos en pequeños grupos para discernir sobre el tema expuesto, luego presentábamos lo elaborado en el grupo a la plenaria. Empezamos por Daniel Schipani (de espaldas levantando la mano EEUU/Argentina), Tomás Orjuela (Colombia), Carlos Moreno (Colombia), Jamies Pitts (EEUU), Martha Gomez (Colombia) y Karen Flores (Honduras). Foto por Luis Ma Alman Bornes

  • Chuncheon, Corea del Sur– Stuart Murray, líder anabautista inglés, reflexionó sobre los fundamentos de la teología, la historia y el ministerio anabautistas en Corea del Sur, durante una gira de conferencias por el país, del 20 de abril al 3 de mayo.

    Durante su visita, Murray –autor del popular libro, The Naked Anabaptist (Herald Press, 2010)– entabló conversaciones con líderes anabautistas acerca del ministerio en la era posmoderna.

    “La enseñanza de Stuart tuvo un gran impacto”, manifestó Kyong-Jung Kim, director del Centro Anabautista de Korea y miembro del Concilio General del Congreso Mundial Menonita, en representación de Jesus Village Church, iglesia miembro asociada del CMM. “Al partir, todos nos llevamos algo valioso.”

    Para Kim, la enseñanza sobre cómo la iglesia podría abordar la era poscristiandad fue importante. “Pese a que Corea nunca fue influenciada por la cristiandad, comentaba Kim, lo que los misioneros introdujeron a Corea hace unos doscientos años fue la cristiandad influenciada por el cristianismo”. Según Kim, las teologías de las iglesias católicas y protestantes de Corea, se desarrollaron bajo el patrocinio de la cristiandad, que difiere de la tradición anabautista de una iglesia libre y de paz.

    “No es de sorprender que haya sido tan difícil para las iglesias coreanas adaptarse a una interpretación diferente de la teología y las prácticas desde una perspectiva anabautista”, señaló Kim. “Los aportes y las enseñanzas de Stuart Murray nos permitieron descubrir nuevos enfoques para comprender lo que significa ser iglesia y cómo obrar en consecuencia.”

    La colaboración de la Iglesia Menonita Canada –iglesia miembro del CMM– hizo posible la presencia de Murray en la gira de conferencias por Corea del Sur.

    Adaptado de un comunicado de prensa de la Iglesia Menonita Canada por Deborah Froese.

  • Bogotá, ColombiaEste año, 210 líderes concluirán los cursos de formación anabautista en seminarios de Colombia, Ecuador y Venezuela. Aunque la enseñanza en los seminarios se ciñe a las normas, los estudiantes están lejos de ser tradicionales.

    Casi todos son miembros de la iglesia con empleo de tiempo completo. Un sábado al mes se reúnen para una jornada de estudios intensivos.

    Cada currículo tiene una estructura diferente, aunque todos responden a necesidades similares en cada contexto: el surgimiento de líderes anabautistas para una iglesia nueva en crecimiento.

    La visión de esta red de programas teológicos singulares comenzó con el Seminario Bíblico Menonita de Colombia (SBMC). Durante más de veinte años, el SBMC ha formado y enviado líderes para el ministerio por todo el mundo.

    La labor del SBMC dio sus primeros frutos con el establecimiento de seminarios en Ecuador y Venezuela. Por ejemplo, en 2012, ex alumnos y pastores César Moya y Patricia Urueña lanzaron ProPaz, un seminario en Quito, Ecuador. Años anteriores, Alix Lozano y Zarai Gonzalia, administradoras del SBMC, prepararon el terreno para lo que hoy es el Seminario Bíblico Menonita de Venezuela.

    Actualmente, el SBMC tiene más de cien estudiantes inscriptos en al menos un curso por año sólo en Colombia, y brinda sus servicios a otros mediante una red de predios universitarios satélites. El nivel de la inscripción es también alto en las instituciones de Ecuador y Venezuela; aún así los tres seminarios enfrentan desafíos.

    No obstante, informes de los líderes de los tres seminarios destacan el gran impacto que ejerce el estudio bíblico en las comunidades. “Vale la pena formar pastores y líderes no ordenados,” comenta Urueña, “porque se comprometen a servir al prójimo”.

    Adapto de un comunicado de prensa de Mennonite Mission Network

  • LA LAGUNA, Islas Canarias — Las puertas verdes de garaje están sin identificar y no hay ventanas. La única pista de que al otro lado hay una iglesia son los sonidos dominicales de oraciones carismáticas y cánticos de alabanza.

    Bueno, eso y también las vidas transformadas por los muchos ministerios que se desarrollan entre semana, diseminando por las calles del barrio la noticia de una nueva clase de iglesia.

    Iglesia Evangélica Manantial de Vida es la primera congregación anabautista en las Islas Canarias, un archipiélago español donde viven más de 2 millones de personas, frente a la costa de Marruecos.

    A la vuelta de la esquina de la iglesia, la ciudad de Santa Cruz desciende la cuesta empinada hasta la costa de la isla de Tenerife. El barrio empobrecido de La Cuesta, en La Laguna, se halla junto a una cañada profunda donde coexisten unas chabolas y docenas de perros, cuyos aullidos hallan eco en las cuevas a lo largo del cañón.

    El pastor Juan Ferreira antes tenía una empresa de construcción detrás de esas mismas puertas grandes y verdes. Pobre de recursos pero rica en amor, la iglesia empezó cuando Ferreira y su esposa Lucy, sintieron el llamamiento de Dios a construir un reino celestial en lugar de estructuras terrenales.

    —Dios me dijo que cerrara la compañía y este era el garaje para esa compañía —dijo—. Empezamos aquí con ocho personas y dos ratones.

    Una plataforma con atril e instrumentos de música remplazó su despacho. Ocho filas de bancos ocupan al lugar que antes un camión. Los propietarios del inmueble son los padres de Lucy.

    —Hace dos años oramos al Señor, queriendo saber si éste es el lugar —dijo Ferreira—. Mi suegros odiaban el evangelio. Vivían aquí al lado. Ella falleció. Hoy sabemos que Dios tiene un propósito para este lugar.

    La iglesia siguió pagando un alquiler al padre de Lucy, de lo cual vive, mientras que el matrimonio Ferreira y la iglesia se ocuparon en demostrar el amor de Dios.

    —Dios tiene un propósito aquí —dijo Ferreira—. Mi suegro se bautizó hace un mes. El testimonio, la presencia de Dios, eso es lo que ha hecho el cambio.

    Conexión de amistad

    Por la obra de Ferreira con los Gedeones Internacionales, trabó amistad con Constantín Carrillo, un gedeón de Miami que tiene décadas de experiencia como pastor de los Hermanos en Cristo.

    —Como era mi amigo y sabía la legitimidad de su llamamiento, decidí presentárselo a mi obispo, Eduardo Llanes, que al cabo de un año de observar su ministerio, decidió invitarlo a hacerse parte de la familia —dijo Carrillo, que esta primavera pasada fue nombrado coordinador regional de BIC World Missions (agencia misionera de HEC) para el Caribe—. Juan aceptó con entusiasmo la invitación, por cuanto había conocido quiénes éramos y estaba de acuerdo con nuestra forma anabautista de entender la Escritura.

    A partir de eso, Ferreira puso en marcha sus propios recursos.

    —Ellos no tenían dinero para apoyar, pero yo tenía una empresa constructora— dijo.

    Manantial de Vida, junto con una congregación hermana empezada hace seis meses unos 15 km al sur en Añaza, son parte de la Convención Regional HEC del Sureste de Estados Unidos. En lugar de brindarles financiación para que pudieran empezar, la convención les prometió oración. Ferreira recibió la ordenación y se mantiene en contacto con un obispo del Sureste.

    A esas alturas HEC encomendó la congregación a la asociación Anabautistas, Menonitas y Hermanos en Cristo – España, según Dionisio Byler, que con su esposa Connie son obreros de la Red Menonita de Missión (con sede en EE. UU.).

    Esta comunidad consiste de 12 congregaciones y casi 500 miembros bautizados, es miembro del Congreso Mundial Menonita y tiene conexiones con Red Menonita de Misión, BIC World Missions, Rosedale Mennonite Missions, y Amor Viviente (de Honduras).

    Bruce y Merly Bundy, misioneros HEC en Madrid, visitaron la iglesia a principios del año pasado.

    —En cuanto a los demás, conocimos al matrimonio Ferreria en octubre de 2012 en nuestro Encuentro Menonita Español que celebramos cada dos años —dijo Byler—. En nuestro retiro anual del liderazgo que celebramos en febrero, Manantial de Vida fue admitida a nuestra comunidad de iglesias.

    Una iglesia diferente

    Tenerife tiene 900.000 habitantes en sus 785 km2, y al igual que España peninsular, su población es muy mayoritariamente católica. Ferreira dijo que su barrio tiene más iglesias evangélicas que ninguna otra parte de la isla.

    —La mayoría de las personas de esta iglesia son españoles y canarios —dijo—. En otras iglesias evangélicas, sólo se ven inmigrantes. Aquí un 90% son españoles .

    Las gentes del lugar, muchos en el paro, se sienten atraídos por la forma que la congregación de unas 70 personas expresa el amor de Dios. Ferreira piensa que su papel como pastor no es tanto predicar como saber escuchar como un buen aconsejador.

    La gente se da cuenta que estoy cerca. Los entiendo y les puedo ayudar —dijo—. Estamos juntos. El pastor no está ahí subido a un púlpito, lejos. Estoy aquí abajo con ellos.

    Y se corre la voz.

    —La gente llega por el testimonio de otros —dijo—. Oyen lo que ha pasado… Una mujer llegó aquí con un bastón; la rodilla le venía doliendo desde hacía nueve meses así que oramos por ella. Al día siguiente llegó sin bastón.

    Las obras de Dios ensamblan con las de los hombres. La iglesia distribuye comida de un banco de alimentos local, entre la gente de la iglesia y de la comunidad alrededor. Los sábados Ferreira recoge verduras que están bien sin ser del todo frescas, para añadir al reparto.

    Cualquiera puede venir para recibir clases de música gratis, que brindan los miembros del grupo de alabanza. Lucy Ferreira, que también tiene funciones pastorales, da clases de alfabetización para mujeres de familias romaní (o gitanas), por cuanto muchas no pudieron adquirir ese conocimiento cuando eran niñas.

    —Tengo la convicción de que la presencia de Dios está detrás de todo —dijo Juan Ferreira—. Si la presencia de Dios no está en un lugar, no va a funcionar. La razón de que la iglesia funcione aquí es la presencia de Dios. La gente confía unos en otros.

    por Tim Huber, para Mennonite World Review. Distribuido por el permiso

  • Uganda— Entre los muchos recuerdos que Shammah Nakawesi trae de regreso de su año de servicio en Indonesia se encuentra una nueva comprensión del amor a Dios y a los demás.

    “Aun ante las incertidumbres de la vida, amar a Dios y amar a los demás es lo que más importa”, dice Nakawesi, quien se desempeñó como profesora de inglés y trabajadora comunitaria en la aldea de Margorejo.

    Nakawesi fue una de 16 participantes del programa de la Red de Intercambio de Jóvenes Anabautistas Menonitas (¡YAMEN!) 2012-2013, que completaron su servicio de un año.

    Este programa conjunto del Comité Central Menonita y el Congreso Mundial Menonita (CMM) asigna tareas interculturales a jóvenes adultos de países que no provengan de Canadá y EE. UU. y que participen activamente en su iglesia local.

    En su informe escrito, Nakawesi dice que uno de los objetivos del programa es ayudar a los jóvenes a crecer espiritualmente en situaciones interculturales. Al principio sentía que esto no se podía lograr porque los cultos en Margorejo se realizan en un idioma que no entiende del todo.

    Esta barrera idiomática, agrega, la hizo más dependiente de la oración y la palabra de Dios. “Estar en Margorejo no sólo me ha acercado más a Dios y a sentir su amor por mí, sino que también me abrió los ojos a lo que significa amar a los demás”.

    “Los dos mayores mandamientos se refieren a amar a Dios y amar a los demás, algo que parece más fácil decir que hacer. Una de las cosas que aprendí y que sigo aprendiendo, es que no puedo amar verdaderamente a los demás si no amo a Dios de todo corazón, con todo lo que soy y todo lo que tengo.”

    “Una vez que comprendí lo que esto significa, el ser amado por Dios y sentir su amor, no podía evitar manifestar mi amor por Él cada día y aprender a entregarme a Él cada día. A partir de ahí, se hizo mucho más fácil amar a mi familia anfitriona, a mis estudiantes, a los profesores, a los jóvenes de la iglesia y a la gente de la comunidad en la que vivo”.

    Para Prashant Nand, de la India, la oportunidad de servir como pasante pastoral en Indonesia también resultó una experiencia enriquecedora.

    Reflexionando sobre la emoción y la confusión de adaptarse a una nueva cultura, escribió lo siguiente: “Frente a todos los altibajos he aprendido una cosa en especial, que el cristianismo tiene que ver con el AMOR.”

    Participaron también en el programa 2012-2013: Patricia Calvimontes Arévalo (de Bolivia), sirvió en Guatemala; Vichara Chum (de Cambodia), sirvió en Sudáfrica; Fang Deng (de China), sirvió en Indonesia; Glenda Aracely (de Guatemala), sirvió en Bolivia; Humberto Lagos Martínez (de Honduras), sirvió en Camboya; MeiLing Dueñas (de Honduras), sirvió en Nicaragua; Cindy Tristiantari (de Indonesia), sirvió en Corea del Sur; Galuh Florentina (de Indonesia), sirvió en Camboya; Heri Purwanto (de Indonesia), sirvió en Bolivia; Youa Xiong (de la República Democrática de Laos), sirvió en Bolivia; María Aranda (de Nicaragua), sirvió en Honduras; Paola Duarte (de Paraguay), sirvió en México; Festus Musamba (de Zambia), sirvió en Sudáfrica y Olivia Muzyamba (de Zambia), sirvió en Indonesia.

    Comunicado de prensa del CMM y Comité Central Menonita

  • Quito, Ecuador y Bogotá, Colombia – Un reencuentro de la “Coparticipación en Ecuador” convocó a menonitas de Ecuador, Colombia y Estados Unidos, a fin de realizar visitas tanto en Ecuador como Colombia en marzo de 2013.

    La coparticipación está conformada por la Iglesia Cristiana Menonita de Colombia, la Convención Central Plains de la Iglesia Menonita USA, y la Red Menonita de Misiones.

    Durante cuatro días los representantes de dicha coparticipación visitaron las congregaciones de Quito y Riobamba, Ecuador. Y luego, junto con representantes de las iglesias ecuatorianas, viajaron a Bogotá por una semana a fin de confraternizar, instruirse, y tratar temas propios de la coparticipación.

    César Moya y Patricia Urueña, oriundos de Colombia y obreros de la Red Menonita de Misiones, están a cargo de la pastoral de la Iglesia Cristiana Anabautista Menonita de Ecuador, país en el que han servido desde el año 2000. Tres congregaciones y setenta miembros conforman la Convención, que ya ha solicitado ser miembro asociada del Congreso Mundial Menonita.

    De un comunicado de la Red Menonita de Misiones por Holly Blosser Yoder

  • Cachipay, Colombia – Cuarenta y nueve mujeres pastores y líderes se reunieron en este lugar del 7 al 10 de agosto de 2013 para recibir capacitación en el tema “Caring for ourselves and each other among women” (Cuidándonos a nosotras mismas y unas a otras) – también conocido como “Sister Care” (Cuidado de Hermanas).

    El evento fue parte del Movimiento de Teólogas Anabautistas Latinoamericanas (MTAL) y reunió a mujeres de la región andina: Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela, junto a otras de Argentina y Estados Unidos. Las facilitadoras del entrenamiento fueron Carolyn Holderread Heggen y Elizabeth Soto Albrecht de los EE.UU. “Sister Care” es un ministerio de las Mujeres Menonitas EE.UU.

    Soto Albrecht compartió que muchos líderes dan y dan, pero a menudo se olvidan de sí mismos. Este taller “se convirtió en un tiempo en el que fuimos pastores unas de otras, nos acompañamos, y experimentamos el modelo de lo que la confidencialidad y la confianza significan en culturas donde confiar es muy difícil.”

    El taller se inició con un análisis del contexto colombiano y sus implicaciones para la región andina y los participantes compartieron el saldo que 60 años de guerra ha tenido en su país, en su comunidad y en sus familias. Cada día hubo tiempo para la reflexión personal y para un profundo trabajo interior, y para compartir en comunidad y apoyarse mutuamente en las penas y alegrías. Soto Albrecht lo describió diciendo, “nos abrazamos en el llanto y en la alegría.”

    En el contexto de esta comunidad muchas mujeres pudieron iniciar la jornada hacia la sanidad. “Dios estaba allí, presente y tangible, a través del amor de estas hermanas y la apertura de nuestro espíritu,” dijo Soto Albrecht. “Fue un privilegio poder ver y escuchar de parte de las hermanas, que con lágrimas en sus ojos y con una profunda convicción, fueron capaces de reclamar una profunda sanidad en aquellas áreas de su vida.”

    Este grupo diverso, con diferentes posiciones teológicas, fue capaz de dialogar sobre temas controversiales que la iglesia enfrenta en la actualidad. Daniela Velásquez de Perú, una de las participantes más jóvenes del evento, quedó impactada por la forma en la que fueron capaces de aprender en medio de estas diferencias. “Pudimos escuchar las opiniones e ideas de cada persona, y aprender a vivir con estos puntos de vista diferentes a los nuestros, en una ambiente de respeto y sin imponer a los demás. De este modo, este encuentro fue un pequeño paso para unir fuerzas, de escuchar y respetar a los demás con respecto a nuestra fe,” compartió Velásquez.

    También se tomaron decisiones con respecto al futuro del Movimiento de Teólogas Anabautistas en esta región. Se eligió un nuevo equipo facilitador para la Región Andina, con un nuevo modelo de una coordinación compartida entre dos mujeres, Martha Lucía Gómez, pastora, y Zaraí Gonzalía, administradora ejecutiva del Seminario Bíblico Menonita de Colombia. El primer año estarán acompañadas por la coordinadora saliente Alix Lozano.

    En este encuentro las mujeres también acordaron una cuota de membresía o de participación en el movimiento y alentar a las conferencias a que también contribuyan al movimiento, ya que actualmente no cuenta con apoyo financiero continuo. Se levantó una ofrenda inicial, con la esperanza de iniciar un fondo que en el futuro servirá para sostener o apoyar proyectos que generen ingresos para las mujeres.

    En el informe de Lozano sobre el evento, Lozano expresó el profundo agradecimiento de los participantes por el apoyo de una gran variedad de individuos y organizaciones que hicieron que este evento fuera posible: Concilio de Ministerios Internacionales Anabautistas de América Latina (CIMLAC), Movimiento de Teólogas Anabautistas Latinoamericanas (MTAL), Comité Central Menonita, Red Menonita de Misiones, Justapaz, Schowalter Foundation y el Seminario Bíblico Menonita de Colombia. También se expresó gratitud a las iglesias anabautistas de la región andina por su apoyo en oración y por el estímulo y el apoyo a las mujeres participantes.

    Comunicado de prensa de Kristina Toews, Responsable de Comunicación por Internet del CMM

    Martha Gómez (izquierda) y Zarai Gonzalia fueron elegidas para formar el nuevo equipo facilitador para la Región Andina del Movimiento de Teólogas Anabautistas Latinoamericanas. Foto: Mujeres Menonitas EE.UU.

    Elizabeth Soto Albrecht (derecha) demuestra cómo “no escuchar” en un sketch con Zaraí Gonzalía. Foto: Carolyn Heggen

  • Kitchener, Ontario, Canadá – “Qué puede hacer Ud. por su lugar en el mundo?”, es el interrogante que plantean los líderes de la Asociación Internacional de Hermanos en Cristo (IBICA) por todo el mundo en diversas cumbres nacionales.

    Dichas cumbres se iniciaron en 2011, y han reunido a un grupo diverso de líderes de la Iglesia de los Hermanos en Cristo a fin de establecer un diálogo sobre identidad, teología y ministerio.

    La primera cumbre se realizó en Biratnagar, Nepal, en 2011, congregando a líderes de los Hermanos en Cristo de la India y Nepal. En la segunda cumbre realizada en Pretoria, Sudáfrica, en junio de 2013, se reunieron líderes de seis países de todo el continente africano. Y en la cumbre más reciente –que tuvo lugar en San José, Costa Rica, en diciembre de 2013– se congregaron líderes provenientes de ocho países. Fue la primera reunión de su tipo de los Hermanos en Cristo de América Latina.

    IBICA, entidad que auspicia las cumbres, es miembro asociado del Congreso Mundial Menonita. Muchos de los participantes de cada cumbre son líderes de iglesias miembros del CMM.

    Elaborar una ‘visión mutuamente beneficiosa’

    En cada cumbre, los coordinadores solicitaban a los participantes que propusieran maneras de compartir y colaborar con las iglesias hermanas de su región continental.

    “El objetivo de cada una de estas cumbres ha sido impulsar el diálogo referente a una visión mutuamente beneficiosa para las regiones del mundo de donde provienen dichos líderes”, manifestó Don McNiven, director ejecutivo de IBICA.

    McNiven agregó que, para tal fin, los líderes deben primero consolidar los vínculos unos con otros. En consecuencia, cada cumbre dispuso el tiempo necesario para conversar y fraternizar.

    McNiven comunica que durante las sesiones, “los líderes oraban unos por otros, compartiendo lo que el Señor estaba haciendo y los desafíos que enfrentaba cada iglesia”. Comentó que muchos participantes se sorprendían al saber que las iglesias de países vecinos enfrentaban los mismos desafíos, y las mismas bendiciones también.

    Al tomar conocimiento de esto, McNiven señalaba que “surgía la siguiente pregunta: ¿qué hacemos como Hermanos en Cristo? No como zambianos o sudafricanos o kenianos, sino como hermanos y hermanas en Cristo?”

    Hermandad y unidad a través de líneas divisorias

    En cada cumbre, los participantes confraternizaban, y se fortalecía la unidad como familia mundial de los Hermanos en Cristo. McNiven destacaba que esto era un hecho positivo, dados los diversos contextos culturales de las distintas regiones continentales.

    Además, para los participantes de África y América Latina las cumbres fueron una experiencia completamente nueva. Nunca evento alguno había reunido a líderes eclesiales y pastores de tal manera. A los participantes les entusiasmaba la oportunidad de conectarse y consolidar sus vínculos pese a las diferencias.

    Danisa Ndlovu, Obispo de Ibandla Labazalwane Kukristu e-Zimbabwe (Iglesia de los Hermanos en Cristo de Zimbabwe) y presidente del CMM, participó de la cumbre africana. Danisa señalaba que, “descubrimos que aunque proveníamos de diferentes países, contextos culturales, y experiencias políticas y socioeconómicas, nos unía nuestra fe y práctica como Hermanos en Cristo”.

    Ndlovu agrega que, “la reunión fortaleció la unidad y determinación de vivir nuestra fe y convicciones a la luz de la Palabra. Todos coincidimos en la necesidad de proteger afanosamente nuestra identidad como Hermanos en Cristo, tal como se expresa en nuestros valores fundamentales”.

    Alex Alvarado, pastor de Ciudad de Dios (San José, Costa Rica) y coordinador regional de América Central para Misiones del Mundo (World Missions, BICWM) de los Hermanos en Cristo (EE.UU.) destacó que la cumbre de América Latina fue un “evento histórico” para los pastores de dicha región.

    “Había un vacío en la identidad, comunicación y vínculos con los Hermanos en Cristo”, manifestó, y esto decepcionaba a algunos pastores”, señalaba en un informe presentado después del evento. “Para algunos, la Cumbre fue el primer contacto con el ADN de los Hermanos en Cristo. Descubrieron aspectos de la (identidad) de los Hermanos en Cristo que les eran desconocidos. Llevaron de regreso a sus países de origen las enseñanzas, recursos y contactos, que serían como una semilla que daría fruto a su debido tiempo. Fue increíble ver la alegría, la unidad y los objetivos que se lograron a raíz de la reunión”, concluyó.

    Agrega que, como resultado de la cumbre de la Iglesia de los Hermanos en Cristo, los líderes de América Central se han comprometido a reunirse anualmente.

    Superar la relación padre-hijo

    Además de facilitar los contactos multiculturales y elaborar una visión para el ministerio del futuro, dichas cumbres también se centraron en el tema crucial de la autosustentabilidad. Muchas de estas convenciones nacionales de los Hermanos en Cristo han existido por más de un siglo, mientras que otras son nuevas. No obstante, el diálogo en cada cumbre se centró en la manera en que todas las convenciones pudieran colaborar en el fortalecimiento de sus ministerios sin depender del apoyo del Norte global.

    “Aprendimos que era nuestra responsabilidad como líderes de la iglesia guiar a los miembros a que evitaran el síndrome de la dependencia”, expresó Ndlovu. “Nos animamos mutuamente a ayudar a las iglesias a desarrollar iniciativas locales que resultaran en una mayor independencia.”

    Chris Sharp, director ejecutivo de BICWM, participó de cada una de las cumbres, y siente que estas conversaciones son muy alentadoras. “BICWM comenzó a invertir en estas regiones hace más de cien años”, comentó. “Actualmente, muchos de los países han establecido sus convenciones nacionales, constituyéndose en organismos propios de envío de personal misionero. BICWM anhela que estas iglesias crezcan como convenciones plenas, logrando alcanzar la autosustentabilidad, y luego desarrollarse al extenderse mundialmente.”

    IBICA tiene metas similares, comenta McNiven. “Nuestro objetivo es ayudar a las Iglesias a superar la relación padre-hijo de la primera etapa. IBICA procura hacerlo al facilitar la coparticipación colectiva, exactamente lo que estas cumbres se proponen.”

    Sin embargo, la independencia no implica un individualismo a ultranza, afirma Ndlovu. “Es necesario que los líderes intercambien ideas y opiniones de tanto en tanto para poder crecer juntos. Nuestras convenciones nuevas, tal como las de Mozambique, Kenia y Sudáfrica, necesitan el apoyo de las convenciones más antiguas mientras se van afianzando a través de un liderazgo joven.”

    Ndlovu recuerda una parábola convincente compartida en la cumbre africana sobre una vaca muy valorada por una aldea ya que le proveía leche y otras cosas esenciales. Esto duró mucho tiempo hasta que un misionero y su asistente llegaron a la aldea y tiraron la vaca por un precipicio, produciéndole la muerte.

    Si bien la experiencia pudo haber sido dolorosa, le brindó a la aldea la posibilidad de considerar otras maneras de mantenerse que no fueran con la vaca. La aldea estaba maravillada por las ideas que surgían, y asombrada porque por mucho tiempo habían sido prisioneros de sí mismos al considerar la vaca como su único medio de sustento.

    “El mensaje de la historia era clarísimo para todos los participantes”, concluyó. “El síndrome de dependencia puede matar las iniciativas. Nuestras convenciones deben rehuirlo, y darse cuenta de que es posible ser autosuficientes. No debemos considerar que las iglesias del Norte global constituyen la única vaca que nos proveerá leche para siempre. Debemos tener fe en Dios y en nosotros mismos, reconociendo los recursos propios con los que contamos.”

    – Devin Manzullo-Thomas

  • Seúl, Corea del Sur – Una nueva convención de congregaciones anabautistas ha surgido en Corea del Sur.

    La Fraternidad Anabautista de Corea (KAF), creada en 2010, se convirtió a principios de año en la convención oficial, integrada por ocho congregaciones, y una iglesia miembro asociada del Congreso Mundial Menonita. La decisión se tomó en la reunión de la Fraternidad en mayo de 2014, realizada en la Iglesia Paz y Gozo de Nonsan, Corea del Sur. En dicha reunión, Namshik Chon fue elegido presidente y Sang-Uk Nham, persona de contacto de la nueva convención.

    Según Nham, la conformación de esta nueva convención se dio tras varios años de crecimiento de la iglesia anabautista en Corea del Sur. La comunidad anabautista más antigua del país, Jesus Village Church, se inició en 1996, y desde entonces ha fundado tres nuevas congregaciones. A la vez, muchos pastores y estudiantes de teología de Corea del Sur descubrieron el anabautismo a través de sus estudios y los libros publicados por el Centro Anabautista de Corea y la Editorial Daejang-gan, dos iniciativas de anabautistas surcoreanos, cuyo resultado fue la fundación de iglesias en el país. Más recientemente, en 2013, dos congregaciones anabautistas se consolidaron a través de la fundación coparticipativa de iglesias junto con la Convención del Pacífico Sudoeste de la Iglesia Menonita USA.

    En medio de este creciente interés en el anabautismo, Nham comenta que, KAF se estableció “para promover la fundación de iglesias anabautistas en Corea, [y] facilitar e incorporar la práctica de perspectivas anabautistas a la fe cristiana de los miembros.” El crecimiento de la Fraternidad finalmente le permitió su conformación como convención.

    “Conformar una convención constituye un pequeño paso”, agrega Nham. “Pero este paso nos llevará a otra etapa, en la que podremos colaborar con muchas iglesias interesadas en el anabautismo, y promover la fundación de nuevas iglesias y los vínculos solidarios entre los miembros con un nivel adecuado de protección y responsabilidad. En esta etapa, seremos una luz de esperanza, llena de alegría, para servir a los demás.”

    Devin Manzullo-Thomas

  • Elkhart, Indiana, EE.UU. / Burkina Faso – Los bautismos recientes han incrementado la membresía de la Eglise Evangélique Mennonite du Burkina Faso (Iglesia Menonita Evangélica de Burkina Faso) en un 34 por ciento, según informes recientes de la Red Menonita de Misiones y Siaka Traoré, presidente de la iglesia de Burkina Faso.

    “No puedo explicar esta ola de interés, salvo decir que creo que Dios quiere que la iglesia crezca”, dijo Traoré.

    En julio de 2013, la iglesia contaba con 420 miembros. Hacia fines de abril de 2014, la membresía total sumaba 563. De los miembros nuevos, 44 se bautizaron en las semanas cercanas a Navidad. Y 63 se bautizaron en los tres domingos cercanos a Pascua, en cinco congregaciones diferentes.

    “Estoy impactado por esta explosión de bautismos”, expresó Rod Hollinger-Janzen, coordinador ejecutivo de la Misión Intermenonita de África, que colabora con la Iglesia Evangélica Menonita de Burkina Faso a través de un consejo de coparticipación multimiembro. “Estoy muy feliz porque estos bautismos dan cuenta de la fidelidad de los menonitas de Burkina Faso, que, día tras día, son amables con sus vecinos y dan testimonio de manera convincente, de tal modo que la gente dice, ‘quiero lo que ellos tienen’.”

    Según el censo más reciente del gobierno de Burkina Faso (2006), más del 60 por ciento de la población practica el islam y el 4 por ciento pertenece a una denominación protestante.

    En un contexto en el que los musulmanes constituyen la mayoría de la población, la decisión de bautizarse no se debe tomar a la ligera, ya que puede resultar en escarnio e incluso persecución. Traoré manifiesta que se regocija cuando la gente sopesa el costo y aun así desea bautizarse en la Iglesia Menonita.

    “Los que eligen bautizarse son personas plenamente conscientes de lo que quieren”, señala Traoré. “Alabado sea el Señor por la fiel labor y testimonio a lo largo de los años en cada uno de los lugares donde se han sentado las bases para estas opciones por Cristo.”

    La preparación para el bautismo generalmente se realiza durante un período de tres meses. Consta de conocimientos bíblicos básicos; una comprensión de la vida de la iglesia; instrucción sobre evangelización, ética, aspectos prácticos de la vida cristiana e historia menonita.

    Adaptado de un comunicado de la Red Menonita de Misiones (MMN) e informes de Siaka Traoré

  • Changi Cove, Singapur– La reunión anual de la Asociación Internacional de Misiones (IMA), entidad conformada por veintidós grupos anabautistas misionales, se realizó en Singapur del 26 de agosto al 2 de septiembre. Dicha reunión fue motivo de alegría para Nelson Okanya, presidente de Misiones Menonitas del Este (EMM) y otras personas de EMM, dado que les brindó la posibilidad de festejar el crecimiento de sus asociados en la misión del Sur del mundo y aprender de ellos.

    Asia Pacific Mission (APM, Misión de Asia-Pacífico), con sede en Singapur, fue la anfitriona de la reunión de IMA de este año, que duró una semana. “El nivel de compromiso y sacrificio de IMA para difundir el evangelio fue inspirador”, dijo Antonio Ulloa, promotor de la renovación de la iglesia de EMM. “El Dr. Tan Kok Beng [director ejecutivo de APM y presidente de la Iglesia Menonita de Singapur] se ha propuesto proveer misioneros para la ventana 10/40 [un área geográfica que se extiende desde África occidental a Asia oriental, entre los paralelos 10 grados y 40 grados al norte del ecuador].”

    “Beng enseña que según el Gran Mandato la conversión es sólo el paso inicial. Además, implica discipular a las personas a ser verdaderos seguidores de Cristo que lleven a la práctica todo lo que Él enseñó, incluyendo formar a más discípulos.”

    Darrel Hostetter, Director de Recursos Humanos de Misiones Menonitas del Este, entrevistó durante la semana a doce asociados de IMA acerca del cuidado que brindan a los misioneros que envían. “Algunos asociados han incorporado el cuidado integral a su ADN. Han hecho un buen trabajo de vincular a los obreros con las iglesias locales”, dijo Hostetter. “Amor Viviente [de Honduras], por ejemplo, tiene como requisito que un miembro de la iglesia que envía, visite al obrero en su lugar de servicio durante el primer período.”

    “Es muy alentadora la disposición de algunos grupos a hacer las cosas de manera diferente a la nuestra”, expresó Hostetter. “Enfatizan menos el dinero y se centran más en lo que Dios les está pidiendo que hagan. Si Dios se los pide, seguramente lo harán. Fue con profunda alegría que aprendimos de aquellos que aceptaron la fe por la labor de EMM en el pasado.”

    Miembros de IMA del Sur del mundo compartieron algunos puntos significativos: Amor Viviente informa que cuenta con tres misioneros que colaboran con los obreros de EMM en Asia, y que han establecido cinco iglesias en Costa Rica y España. Además, tienen previsto iniciar una obra en Italia y enviar a un obrero a Kenia en colaboración con EMM.

    Uno de los grupos menonitas de Indonesia compartió su visión cada vez más decidida de impulsar la participación de sus vecinos musulmanes. El año pasado, un nuevo creyente en su círculo de iglesias fue asesinado por su fe. Desde entonces, muchos jóvenes están orando y siguiendo a Jesús con mayor interés.

    Henry Mulandi, de la Misión Africana Cristiana Internacional de Kenia, informó que un miembro de su red de trabajo en Kenia, estableció una iglesia en Reading, Inglaterra.

    El ministerio de EMM en Phnom Penh, Cambodia, ofrece residencias como un lugar de testimonio cristiano para estudiantes rurales que estudian en la ciudad. Sokly Chin, nuevo creyente de la residencia que estudia piscicultura, piensa regresar a su casa en el campo cuando termine sus estudios. Dado que no hay una iglesia en el pueblo de Chin, Stoltzfus piensa vincularlo con Steve Hyde de Asia por Jesús, a quien Stoltzfus conoció en la reunión de IMA.

    “Hyde ha formado a cientos de discípulos según el modelo ministerial holístico e integral”, señaló Stoltzfus. “Tenemos la intención de establecer contacto con él y aprender de él. Se crea una sinergia cuando trabajamos juntos. En vez de yo solo, tú solo, trabajamos juntos y esto nos fortalece.”

    “Nos regocijamos que Dios nos incluya a todos en Su obra para que la justicia y la alabanza broten en presencia de todas las naciones”, manifestó Okanya. “Trabajar juntos en la labor misional es un anticipo del banquete que celebraremos juntos en la nueva creación de Dios.”

    IMA fue fundada por EMM, Amor Viviente de Honduras, la Iglesia Meserete Kristos de Etiopía, y PIPKA de Indonesia, en 1997. Los miembros participan juntos en la oración, el apoyo mutuo y los equipos misionales internacionales.

    De los veintidós grupos misionales que actualmente forman parte de IMA, siete son de África, seis de Asia, cinco de América del Norte y cuatro de América Latina. Algunos son de iglesias miembro del Congreso Mundial Menonita y otros no.

    Comunicado de prensa de Misiones Menonitas del Este por Linda Moffett

  • Filipinas – Al igual que las noticias, los vientos y la lluvia que llegaron con el súper tifón Haiyan han cesado. Pero, para los sobrevivientes, el daño causado por la tormenta que azotó varias regiones de las Filipinas el 8 de noviembre de 2013 permanece en la primera plana mental y emocional.

    Habiendo sido una de las más intensas tormentas tropicales registradas, Haiyan tenía 300 millas de ancho cuando tocó tierra. Se registraron vientos de hasta 195 millas por hora y a lo largo de las costas el agua se elevó a 30 pies sobre el nivel del mar. Según informes publicados, el número de muertos asciende a por lo menos 6.000 y se estima que más de 11 millones de personas han sido afectadas por la tormenta.

    Según Regina Mondez, las congregaciones de Integrated Mennonite Church of the Philippines (IMC) están enviando donaciones y voluntarios a Peacebuilders Community Inc. (PCBI), que está trabajando en estrecha colaboración con el Consejo de Iglesias Evangélicas de las Filipinas.

    “Estamos firmemente convencidos de que esta unidad entre las iglesias evangélicas de todo el país es una manera más efectiva de dar testimonio a nuestros vecinos en las zonas afectadas por el desastre,” escribió Mondez, coordinadora nacional de la IMC, una iglesia miembro del Congreso Mundial Menonita. PCBI está liderada por Dann y Joji Pantoja, obreros de la Iglesia Menonita de Canadá.

    El Comité Central Menonita (CCM) está colaborando con PBCI para enviar socorro a la ciudad de Ormoc en la Isla Leyte. Ormoc es una ciudad vecina a Tacloban en la región más afectada. Los paquetes de alimentos y los artículos no alimenticios, como jabón de baño, detergente, toallas, y baldes para llevar agua para mejorar el saneamiento y la higiene serán distribuidos en las comunidades al sur de Tacloban. El CCM también está colaborando con Church World Service (CWS) en la construcción de refugios para las muchas personas que viven en carpas o con sus familiares.

    Los socios de trabajo de CWS trabajarán de cerca con los líderes de la comunidad para elegir los destinatarios más vulnerables, como lo son las familias de padres solteros, que tienen un familiar con alguna discapacidad o que tienen muchos hijos.

    La construcción será realizada, en parte, por personas de la comunidad que no están recibiendo refugio pero que no tienen ingresos estables, las cuales recibirán dinero en efectivo por su labor. La obra de construcción será dirigida por trabajadores calificados entrenados en el tipo de construcción resistente a los desastres.

    Los donantes del CCM donaron más de $4,2 millones (canadienses) en respuesta a la catástrofe. Si bien el CCM no ha tenido personal a largo plazo en las Filipinas desde 2005, para el próximo año se colocará un obrero en el lugar para que pueda supervisar la respuesta del CCM.

    Comunicado del CMM, con comunicados de la Iglesia Menonita de Canadá y del Comité Central Menonita

    Dann Pantoja, el segundo desde la izquierda, y su equipo, oran por el pastor de una iglesia local. “Su casa fue totalmente destruida. Su esposa y sus hijos estaban hambrientos cuando llegamos. Muchos de sus vecinos murieron. No puede ubicar a las familias que pertenecen a su congregación.” Foto de Daniel Byron ‘Bee’ Pantoja, de la página web de Peacebuilders Community Inc.

    Un hombre se siente empequeñecido por la magnitud del desastre causado por el súper tifón Haiyan en las Filipinas. Foto de John Chau, utilizada con permiso.