• Así como las partes del corazón, las cuatro comisiones del CMM sirven a la comunidad mundial de iglesias afines al anabautismo, en las áreas de diaconado, fe y vida, paz y misiones. Las comisiones preparan materiales para la consideración del Concilio General, brindan guía y proponen recursos a las iglesias miembros, además, propician redes y compañerismo en relación al CMM trabajando juntos en temas de interés y enfoque común. A continuación, una de las comisiones comparte un mensaje de la perspectiva de su ministerio.


    Cuando un glóbulo rojo conoció a una neurona por primera vez, exclamó, “¡Ah, un extraterrestre!” “No,” respondió la neurona, “Soy tu hermana.”

    La participación en el seminario del aniversario 500 de Menno Simons en los Países Bajos en la primavera de 1997 fue mi primera vez en tomar parte en una reunión internacional de menonitas. Mi reacción emocional fue hasta cierto punto la misma que la del glóbulo rojo: ¿Estas personas son todas menonitas? ¿Por qué su forma de pensar difiere tanto de la mía? ¡En la Asamblea del CMM Pennsylvania 2015, experimenté este sentimiento de una forma aún más poderosa!

    Sea que se trate del cristianismo de una antigüedad de 2.000 años o de la iglesia anabautista de 500 años, nacimos de la misma tradición teológica. Debido al paso del tiempo y a las diferencias en el trasfondo cultural y el ámbito social, crecimos para tomar diferentes apariencias. De cara a numerosos y delicados asuntos de la actualidad, también tenemos diferentes puntos de vista y posiciones.

    Esto me hace pensar en la metáfora de Pablo sobre el cuerpo: en realidad somos como un cuerpo con partes que tienen diferentes formas y funciones. La iglesia debe ser divergente y diversa – este es el ADN que fue puesto en ella cuando Dios la creó por vez primera.

    La iglesia debe aceptar las diferencias, porque esta es su línea vital. A través de mis hermanos y hermanas de África, Europa, Asia, y América del Sur, mis horizontes y perspectivas se amplían. Veo un panorama diferente de la fe. Sin embargo estos “otros”, diferentes culturalmente, vienen del mismo ADN teológico; estas relaciones espirituales de la vida se han convertido en una parte indispensable del “yo” o “nosotros” de la fe. Los hermanos y hermanas de la familia mundial constituyen nuestra co-humanidad en Cristo.

    Sin embargo, al mismo tiempo, esta diferenciación a nivel “celular” es para una mayor unidad a nivel superior: hay solo un cuerpo. Nosotros como miembros fuimos integrados dentro del cuerpo divino. Lo que compartimos en común es que todos nos comprometemos a Jesucristo, a seguirlo a Él de forma radical; también tenemos Convicciones Compartidas en común. Por lo tanto, hemos sido hechos uno mismo en nuestra diversidad, sin dejar de ser diversos en la unidad.

    A veces la iglesia está llena de luz y de orden y en otros momentos de desorden. No obstante, de este mosaico de la iglesia emerge el rostro del trascendente: Jesucristo. Él se revela a sí mismo a través de la vida de la iglesia en general. La iglesia es la santa imagen de Cristo; su misión es demostrar a Cristo fielmente, para que el mundo pueda ver el rostro del que trasciende.

    La imagen del rostro depende de cómo nos conectemos conjuntamente. Cada uno de nosotros – como una célula de la oreja, del ojo o de la nariz – traerá belleza al rostro si nos conectamos correctamente. Por lo tanto, debemos realizar todo esfuerzo para mantener la unidad del Espíritu; la Cena del Señor es un excelente recordatorio de esto. Cada vez que recordamos la cruz de Jesús juntos, recordamos el cuerpo de Cristo. Que se haga la voluntad de Dios.

    —Paulus Chiou-Lang Pan, miembro de la Comisión de Fe y Vida del Congreso Mundial Menonita

    De este mosaico del cuerpo emerge el rostro del que trasciende: Jesús. Foto de Faith Lin cortesía de Paulus Chiou-Lang Pan.

  • Bogotá, Colombia – “A veces es difícil entender todas las dinámicas de lo que está sucediendo en otras partes del mundo,” dice Joanne Dietzel, Coordinadora de la Red de Oración de PA 2015; “sin embargo, al compartir en oración nos convertimos en un cuerpo.”

    Con el lanzamiento de una nueva red de oración permanente, la Comisión de Diáconos y el brazo de Comunicaciones del Congreso Mundial Menonita tienen como finalidad conectar al cuerpo mundial en alabanza y petición delante de Dios.

    El boletín electrónico mensual del CMM, Info, incluye oraciones breves referentes a las iglesias miembros o inquietudes regionales; un correo electrónico más detallado sobre la red de oración será enviado una vez cada dos meses y también esporádicamente cuando hayan peticiones cuyos factores de tiempo así lo ameriten.

    “Siempre estamos buscando maneras para mantenernos conectados en nuestra familia anabautista mundial,” dice Kristina Toews, Directora de Comunicaciones del CMM. “La red de oración es una manera de facilitar más formas interactivas de compartir nuestras historias, alegrías y pesares. Nos encantaría escuchar sus historias e ideas sobre formas adicionales de participar.”

    La red de oración permitirá compartir las oraciones de las iglesias nacionales, regionales y de los afiliados del CMM para que puedan ser compartidas de forma más amplia. La Comisión de Diáconos organizará un equipo de oración para responder a las peticiones personales.

    “Cada problema o alegría debe ser tomado con seriedad porque es grande para el que se ve afectado,” dice Henk Stevenrs, Secretario de la Comisión de Diáconos. “Así que queremos asegurarnos que aunque una petición no llege a las noticias menonitas a nivel mundial, habrá oraciones por aquellos que tienen necesidad.”

    Aquellos que se inscriban en línea, recibirán un correo electrónico con cuatro o cinco motivos de oración provenientes de peticiones entregadas por los representantes regionales sobre asuntos de inquietud de nuestros miembros alrededor de mundo.

    Se orará por todos los mensajes enviados a prayers@mwc-cmm.org o dejados en los sitios de las redes sociales, aunque no todos serán incluidos en el correo habitual.

    “A veces estamos demasiado centrados en las circunstancias que enfrentan nuestras propias iglesias. La red de oración es una oportunidad maravillosa de caminar compasivamente junto a otras iglesias,” dice César García, Secretario General del CMM. “De esta forma muchas cosas pueden ser transformadas, comenzando con nuestros propios corazones. ¡Caminemos con Dios en oración – juntos!”

    Para más información y para inscribirse haga clic aquí.

    —Comunicado del Congreso Mundial Menonita

  • En julio de 2009, los líderes de las iglesias menonitas de Indonesia sostuvieron una conversación afuera del dormitorio en Asunción, Paraguay. Aunque no eran extraños, sus caminos rara vez se habían cruzado. Los tres grupos a los que representaban tenían historias complejas que incluían separación división.

    Pero ahí, en el apaciguado contexto de la 15ª Asamblea del Congreso Mundial Menonita, algo importante en su relación cambió, “Nos dimos cuenta de que todos nosotros teníamos una edad similar y que compartíamos muchos de los mismos valores e inquietudes,” recuerda David Meijanto.

    Por primera vez los miembros del grupo preguntaron: ¿Por qué no nos reunimos más a menudo en Indonesia?

    Microcosmos del anabautismo mundial

    Los líderes de las iglesias regresaron a Indonesia con el compromiso de reunirse cada tres meses para compartir juntos y para alentarse unos a otros. En una de esas reuniones “Inter Menno”, surgió la idea de que los tres grupos juntos podrían servir de anfitriones de la asamblea mundial 2021 del CMM en Indonesia.

    He aquí una introducción de los tres sínodos que constituyen la iglesia menonita en Indonesia, todos confrontados por los desafíos de vivir como una diminuta minoría en un país con la población musulmana más grande del mundo.  

    GITJ

    La GITJ (Gereja Injili di Tanah Jawa / Iglesia Evangélica de Java) es el grupo más antiguo. Es la iglesia que surgió en 1854 como fruto de la labor del misionero menonita holandés y lingüista Pieter Jansz y fue la primera congregación anabautista menonita en el mundo cuyos miembros no eran primordialmente de origen europeo o norteamericano.

    Una figura de influencia en los comienzos de la historia de GITJ fue Kyai Ibrahim Tunggul Wulung, un místico local que ayudó a incorporar en la cultura el mensaje del evangelio en medio de un distintivo idioma javanés.

    En la actualidad, los miembros de las 110 congregaciones GITJ tienden a vivir en áreas rurales alrededor de Jepara y Puti, hablan el javanés, trabajan como jornaleros y adoran en un estilo un tanto litúrgico formal.

    GKMI

    La GKMI (Persatuan Gereja-Gereja Kristen Muria Indonesia / Unión de Iglesias Cristianas Muria de Indonesia) enmarca sus raíces en los inmigrantes chinos que se establecieron en Java a comienzos del siglo XX.

    En 1917, Tee Siem Tat, un hombre de negocios chino, se convirtió en cristiano cuando él y otro miembro de su familia fueron sanados de forma milagrosa después de haber escuchado historias del Evangelio.  

    La identidad anabautista de las congregaciones resultantes se fortaleció en los años 50 y 60, cuando Hermann Tann conscientemente trabajó para introducir la teología y política menonita.

    En la actualidad, la GKMI está compuesta por unas 55 congregaciones. Sus miembros tienden a ser de trasfondo chino, con una buena educación y fuertemente comprometidos con las misiones.

    JKI

    Las JKI (Jemaat Kristen Indonesia / Congregaciones Cristianas de Indonesia) surgieron a fines de los años 70 como un movimiento de renovación carismático dentro de la GKMI.

    Liderado por Adi Sutanto, un pequeño grupo de oración de la GKMI comenzó a incorporar el hablar en lenguas, la sanidad por fe, visiones y profecía en sus cultos de adoración regulares. Las JKI, formadas en 1985, desde entonces han crecido para incluir a 155 congregaciones, incluyendo a varias en los Estados Unidos, Australia y los Países Bajos.

    La iglesia de JKI más conocida combina un culto de adoración carismático con ministerios sociales y un fortalecido programa de alcance en la ciudad de Semarang. Este “Estadio Sagrado” de 20.000 miembros es probablemente el sitio donde se realizará la asamblea 2021 del CMM.

    Hoy en día, los líderes de estos tres sínodos están mirando más allá de sus diferencias para buscar nuevas relaciones fraternas entre sí y con el amplio mundo menonita. La Asamblea 2021 del CMM ofrecerá una gran perspectiva sobre las varias maneras en las que el anabautismo ha echado raíces en Indonesia.

    No es demasiado pronto para ponerlo en su calendario. TM

    —John D. Roth, Secretario de la Comisión de Fe y Vida del CMM; Profesor de historia a Goshen College, Indiana, EE.UU.; Director del Instituto para el Estudio del Anabautismo Mundial

    Este artículo apareció originalmente en la edición de abril de la revista The Mennonite, publicada por la Iglesia Menonita de EE.UU.

     

  • Hace menos de un año, no tenía la menor idea de que iba a estar en Indonesia este mes de febrero, y mucho menos con cuatro amigos nuevos de cuatro continentes diferentes. Pero eso es lo que sucede cuando uno participa en su comunidad de fe a nivel mundial: uno termina en lugares inesperados –física, espiritual, mental y emocionalmente.

    Los cinco – Jantine Huisman, Makadunyiswe Ngulube, Dominik Bergen, Ebenezer Mondez y yo – no estábamos seguros de qué esperar en las reuniones del Comité Ejecutivo del CMM en Indonesia como parte de nuestras nuevas responsabilidades en el Comité de Jóvenes Anabautistas (YABs). Afortunadamente, en este peregrinar, contamos con un miembro del comité anterior, Tigist Tesfaye Gelagle, como nuestro guía y mentor.

    Nuestras primeras reuniones en Indonesia pueden resumirse como reuniones de orientación y planificación. Los primeros dos días, aprendimos mucho sobre la historia y la visión del Congreso Mundial Menonita y cómo encaja YABs en ellas. Valoramos las lecciones de historia sobre cómo nuestra identidad como anabautistas ha sido formada por el pasado. Aprendimos sobre el reciente desarrollo de YABs y cómo ha evolucionado desde que comenzó como comité de planeación de la Cumbre Mundial de la Juventud en 2001.

    No solo aprendimos sobre el CMM y YABs, también aprendimos a conocernos mutuamente y cómo trabajar juntos en el plano transcultural, algo en lo que continuamente vamos a seguir creciendo en los siguientes cinco años.

    Una vez que recibimos algo de orientación sobre nuestro papel como brazo de los adultos jóvenes del CMM, comenzamos a planear y a hacer un borrador del plan de trabajo para los siguientes cinco años. Ajustamos el proyecto original del comité de YABs anterior para que coincidiera con nuestra visión y metas, pero cinco puntos principales del enfoque del comité de YABs permanecen iguales: las redes, el compañerismo, la capacitación, la toma de decisiones y la identidad anabautista.

    Una iniciativa principal para cultivar y promover el compañerismo entre los jóvenes anabautistas es nuestra primera Semana de Fraternidad YABs anual, que se llevará a cabo del 19–26 de junio de 2016. Siguiendo el modelo del Domingo de la Fraternidad Mundial el propósito es fomentar un mayor sentido de koinonia (compañerismo) entre los jóvenes anabautistas en el mundo mediante la oración y el compartir historias, canciones y la Escritura. Los materiales a ser utilizados por los grupos de jóvenes y de adultos jóvenes para la Semana de Fraternidad YABs están en internet. Nuestra visión es que los jóvenes anabautistas compartan motivos de oración y oren específicamente por sus hermanos y hermanas en diferentes países, así como conectarse mediante el uso de los nuevos recursos en la adoración y utilizar las redes sociales como una plataforma y medios de comunicación.

    Lo que es emocionante de ser parte del comité de YABs en esta etapa es que tenemos una buena estructura en marcha que continuará desarrollandose durante los siguientes años donde tendremos la oportunidad de darle forma y continuar ampliando la esfera de influencia para los adultos jóvenes en la comunidad anabautista mundial.

    ¡Asegúrese de seguirnos en Facebook e Instagram (@younganabaptists) mientras trabajamos en fortalecer la red de jóvenes anabautistas alrededor del mundo!

    Larissa Swartz, representante de YABs de América del Norte

    *Para obtener más información sobre la Semana de Fraternidad YABs, cómo puede participar o por cualquier otra pregunta sobre la labor que realizamos, favor de hacer clic aquí o envíe un correo electrónico a yabs@mwc-cmm.org.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                         

  • Sindy Novoa Caro reside en Bogotá, Colombia, donde pertenece a la Iglesia Casa de Oración, una congregación de los Hermanos Menonitas. En 2010-2011 Sindy participó en ¡YAMEN! como asistente de la maestra en una escuela para niños que viven cerca de un basurero en Tegucigalpa, Honduras. Desde que regresó a Colombia, Sindy ayuda a coordinar una red de apoyo local para anteriores, actuales y nuevos participantes de ¡YAMEN!, y otras personas que han participado en el Programa Internacional de Intercambio Voluntario del MCC. Sindy trabaja para la Corporación Belcorp como líder zonal para vendedoras por catálogo. A principios de año conversó sobre su experiencia con Jana Meyer, voluntaria del MCC en Colombia.

    ¿Cómo influyó tu experiencia en YAMEN en tu visión del mundo y de la iglesia?

    Haber conocido a personas que viven de desperdicios de la calle y aún sonríen ante la vida, me hizo tomar conciencia de lo privilegiada que era al tener agua, tres comidas diarias, una vivienda, el abrazo de una madre o padre y tiempo para compartir con mi familia el fin de semana. Llegué a valorar a alguien que no hubiera podido bañarse, pero que necesitaba que lo abrazaran y le dijeran que existe un Ser supremo que lo ama y lo cuida. Trabajo de otra manera con la gente alrededor de mí. Antes, quizá sólo me preocupaba su situación económica. Ahora interactúo con mucha gente, y estoy más interesada en quiénes son como personas, en cómo les va.

    ¿Cómo podría haber sido tu vida si no hubieras participado en YAMEN?

    Estaría haciendo mi vida con la misma falta de conciencia como la de tantos en el mundo. Muchos creen que el mundo les debe algo, que el mundo debería agradecer su existencia, que las bendiciones diarias son respuesta a sus esfuerzos, y no a la misericordia de Dios.

    ¿Cómo se profundizó tu relación con Dios?                                                                                                                       

    Aunque estaba lejos de mi país y no conocía a nadie, nunca me sentí sola. Siempre sentí el apoyo y la guía de Dios. Cada día fue una oportunidad para aprender de Dios, y comprender lo que él esperaba de mí en ese momento.

    ¿Cómo se profundizó tu visión de la iglesia de Colombia?

    Aprendí que la tarea de llevar el mensaje del evangelio a otros debe hacerse de manera integral. No es posible que las personas sepan que Dios los ama y los busca, si han pasado días sin comer, si no tienen acceso a la educación, o si toda la sociedad los rechaza. ¿Cómo puedo pretender hablar  con ellos quince minutos y después irme? Dios quiere que actuemos como Jesús: que renunciemos a nuestras bendiciones, ofreciéndolas al mundo, que enseñemos con el ejemplo y respondamos a las necesidades físicas, emocionales y espirituales.

    ¿Cuál es tu visión de YAMEN?

    Me gustaría que jóvenes de Colombia participaran en este programa, motivándose a hacer algo por sus hermanos y hermanas, sin preocuparse por el sacrificio, dejándose guiar por Dios. Me gustaría ver cómo construimos vínculos con nuestros hermanos y hermanas latinoamericanos, y con personas de países adonde por lo general no estaríamos dispuestos a ir.

    Participantes de YAMEN en 2012-2013

    Patricia Calvimontes Arevalo, de Bolivia, sirve en Guatemala;
    Vichara Chum, de Cambodia, sirve en Sudáfrica;
    Fang Deng, de China, sirve en Indonesia;
    Glenda Aracely, de Guatemala, sirve en Bolivia;
    Humberto Lagos Martínez,
    de Honduras, sirve en Cambodia;
    Mei Ling Dueñas, de Honduras, sirve en Nicaragua;
    Prashant Nand, de la India, sirve en Indonesia;
    Cindy Tristiantari, de Indonesia, sirve en Corea del Sur;
    Galuh Florentina, de Indonesia, sirve en Cambodia;
    Heri Purwanto, de Indonesia, sirve en Bolivia;
    Youa Xiong, de Laos, sirve en Bolivia;
    María Aranda, de Nicaragua, sirve en Honduras;
    Paola Duarte, de Paraguay, sirve en México;
    Shammah NakawesI, de Uganda, sirve en Indonesia;
    Festus Musamba, de Zambia, sirve en Sudáfrica;
    Olivia Muzyamba, de Zambia, sirve en Indonesia.


    La Red de Intercambio de Jóvenes Anabautistas Menonitas (Young Anabaptist Mennonite Exchange Network, ¡YAMEN!) es un programa conjunto del Comité Central Menonita (MCC) y el Congreso Mundial Menonita (CMM), cuyo objetivo es fomentar el servicio y aprendizaje intercultural de jóvenes adultos del Sur del mundo.

     
     
  • Se calcula que hay 9.500 congregaciones en todo el mundo que integran la familia Congreso Mundial Menonita (CMM). Dichas congregaciones se encuentran en todos los continentes y en diversos contextos, lo que significa que existen, potencialmente, miles de comunidades activas de la paz de Cristo ávidas de reconciliación. La visión de la Comisión de Paz del CMM consiste en animar, fomentar y brindar recursos a estas organizaciones comunitarias de paz.

    Al tener presente esta visión, quisiéramos conocernos más como iglesias miembros del CMM. Les formulamos la sencilla pregunta: “¿Considera que su iglesia cumple con el anhelo de ser una Iglesia de Paz?”

    ¿Qué pudimos conocer?

    Las respuestas nos alentaron y conmovieron mucho por su vulnerabilidad y la mirada íntima y profunda de la vida de las iglesias miembros del CMM. Nos pusieron en contacto con sus desafíos y los compromisos que han asumido las iglesias debido a su deseo de ser embajadoras eficaces de la paz en nuestro mundo quebrantado.

    ¿Qué pudimos conocer?

    Todos los encuestados expresaron el profundo deseo de ser “Iglesias de Paz”, es decir, comunidades de discípulos de Jesús que promovieran activamente la no violencia en su contexto particular. Esto es alentador y no se debe dar por sentado.

    Todos los encuestados se refirieron a las iniciativas importantes y creativas que llevan adelante para fortalecer su identidad como Iglesias de Paz.

    La mayoría de los encuestados destacaron las declaraciones “oficiales” importantes que las identificaban como iglesias que compartían la visión de las Iglesias de Paz.

    Todos los encuestados señalaron que existe una distancia entre las declaraciones oficiales de la iglesia y la vida de la iglesia y las congregaciones. Nuestras acciones no coinciden con nuestros dichos.

    Todos los encuestados plantearon desafíos importantes y abrumadores que se les presentan al esforzarse por ser Iglesias de Paz, desafíos enormes que varían según el contexto.

    Todos los encuestados manifestaron que el concepto de paz está cambiando: de la reacción (no le hagas mal a los demás) a la acción (haz el bien a los demás).

    Todos los encuestados dijeron que necesitaban más recursos y fondos a fin de fortalecer su identidad como Iglesias de Paz.

    ¿Cuáles son los desafíos?

    Los aspectos más conmovedores de las respuestas hacían referencia a los desafíos en el contexto de ser Iglesias de Paz. (Para leer el informe completo, visite www. http:// mwc-cmm.org/node/100) Es evidente que nuestra visión para los 9.500 embajadores comunitarios de paz que trabajan con eficacia en cada contexto, responde a una gran vocación. Hay dos cuestiones muy palpables: la vocación de paz es sumamente importante y necesaria, y seguir dicha vocación es extraordinariamente complejo.

    Por razones de espacio no es posible ahondar en los detalles. Pero, a continuación daremos un vistazo a los desafíos que se nos presentan:

    Desde Canadá: El impacto del materialismo, la riqueza y comodidad individualistas nos vuelve insensibles y nos “protege” del mundo quebrantado por la pobreza, la revolución y la violencia.

    Desde Honduras: La influencia constante del machismo en las relaciones sociales y de género opaca la paz de Cristo.

    Desde Taiwán: El ambiente militarizado generado por miles de misiles chinos que apuntan a Taiwán dificulta que amemos a nuestros enemigos según el mandato de Cristo.

    Desde Indonesia: Vacilamos al forjar una identidad como Iglesias de Paz porque los pastores de nuestras iglesias se gradúan de seminarios que no les brindan una formación pacifista.

    Desde España: Compartimos unos con otros un “nido de amor”, pero es necesario que hagamos mucho más.

    Una cuestión apremiante

    Cualquiera de estos desafíos es tremendo. En su conjunto, se puede observar la magnitud de nuestra vocación. Al mundo le hace mucha falta la paz, pero es muy complejo llevarla a la práctica. Quizá la mejor lección que podamos aprender de las respuestas es que no seremos Iglesias de Paz “sin haberlo premeditado”. Si queremos ser Iglesias de Paz, tendremos que bregar por ello, intencionada, abierta y estratégicamente.

    Recuerdo cuando visitamos a los líderes de una congregación semirural de la región central de la India. Nos comentaron que sus hijos y nietos ya no sabían lo que significaba ser “menonitas”. Esto les entristecía y preguntaban: “¿Qué hará el CMM al respecto?”

    Esta pregunta proveniente de la India es profunda. Define una identidad teológica preferencial. También afirma que esta identidad debe ir acompañada de conductas por parte de la congregación y la iglesia que fomenten y fortalezcan intencionadamente dicha identidad.

    ¿Qué hace el CMM al respecto?

    El CMM responde de varias maneras:

    Primero, seguimos promocionando nuestras Convicciones compartidas, elaboradas por el CMM en 2006. Brindan una base común para nuestro deseo de ser Iglesias de Paz anabautistas. Están para que las estudiemos, compartamos e implementemos.

    Segundo, el CMM aprobó varios libros, informes y ponencias que pueden serles provechosas a las iglesias miembros que se proponen fortalecer su identidad anabautista-menonita. Libros tales como Lo que juntos creemos de Alfred Neufeld, Una cultura de paz de Paulus Widijaia, Alan y Eleanor Kreider, y De semilla anabautista de C. Arnold Snyder, constituyen buen material de estudio sobre la identidad anabautista desde diversos ángulos (histórico, teológico, etc.). (Para obtener una lista completa de los libros, visite http://mwc-cmm.org/node/418) El informe final del diálogo luterano/CMM, Sanación de la memoria: reconciliación en Cristo, y el informe final del diálogo católico/CMM, Llamados a trabajar juntos por la paz, son documentos muy útiles que se podrían adaptar al ministerio educativo de la iglesia. Además, las tres ponencias que discutió y aprobó recientemente el Comité Ejecutivo del CMM, constituyen otros recursos útiles e instructivos que han sido elaborados por el CMM. (Para leer las ponencias, visite www.mwc-cmm.org/ node/224)

    Tercero, la Comisión de Fe y Vida del CMM tiene previsto ofrecer “talleres sobre la identidad” a las iglesias que los soliciten. La Comisión espera que estos seminarios sean encuentros cara a cara, dinámicos e inspiradores, que examinen temas vinculados a la identidad anabautista junto con especialistas idóneos.

    Cuarto, el CMM proyecta establecer representantes regionales en cada continente. Estas personas pueden incentivar que las iglesias miembros de la región juntas aborden cuestiones y desafíos vinculados a la paz.

    Quinto, el CMM tiene como objetivo elaborar y difundir materiales que sean utilizados en las escuelas afines a nuestras iglesias. Este deseo surgió de dos consultas promovidas por el CMM y realizadas por educadores menonitas en las reuniones de Paraguay 2009 y Suiza 2012, durante las cuales surgió la necesidad de producir algunos materiales básicos y comunes para las escuelas, y así aportar a la construcción de la identidad.

    Sexto, la Comisión de Paz del CMM diseñó un atractivo “Afiche de la paz” que servirá como un útil recordatorio sobre la centralidad de la paz en el evangelio de Cristo. (Se incluirá el afiche en la página central de esta edición de la revista.) Esperamos que este recurso visual tenga un lugar destacado en los espacios de culto de las congregaciones del CMM. Además, la Comisión de Paz está abocada a la elaboración de algunas pautas para evaluar y administrar conflictos.

    Finalmente, y quizá como elemento de mayor importancia, el CMM brinda una oportunidad y una estructura real que permiten que las iglesias miembros de todo el mundo manifiesten: “Nos pertenecemos”. Seguramente alguien preguntará: “¿A qué pertenecen? ¿Por qué pertenecen? ¿Por qué es importante pertenecer?” Estas preguntas presentan excelentes oportunidades para aclarar nuestra identidad y vocación como Iglesias de Paz.

    Robert J. Suderman es Secretario de la Comisión de Paz del CMM

    Afiche de Paz

    Haga clic aquí para ver este afiche. Este afiche, elaborado por la Comisión de Paz del CMM y diseñado por Glenn Fretz, tiene por fin recordarles a las iglesias miembros del CMM la centralidad de la paz en el evangelio de Cristo.

    Sidebar

    ¿Quiénes respondieron la Encuesta sobre la paz?

    La Comisión de Paz del CMM formuló la pregunta: “¿Considera que su iglesia cumple con el anhelo de ser una Iglesia de Paz?”. Respondieron 21 iglesias miembros (de cien), de cuatro continentes.

    Participaron las siguientes iglesias:

    Asia y el Pacífico
    1. Brethren in Christ Church Orissa, India
    2. Bihar Mennonite Mandli, India
    3. Gilgal Mission Trust, India
    4. Fellowship of Mennonite Churches in Taiwan
    5. Persatuan Gereja-Gereja Kristen MuriaIndonesia
    6. Gereja Injili di Tanah Jawa (oral), Indonesia
    América Latina y el Caribe
    1. Hermandad en Cristo, Colombia
    2. Convención Iglesias Evangélicas Hermanos Menonitas Nivacle, Paraguay
    3. Iglesia Evangélica Menonita de El Salvador
    4. Iglesia Evangélica Menonita Hondureña, Honduras
    5. Konferenz der Mennonitengemeinden in Uruguay
    6. The Mennonite Church of Trinidad and Tobago
    Europa
    1. British Conference of Mennonites, United Kingdom
    2. Arbeitsgemeinschaft Mennonitischer
    Gemeinden in Deutschland, Germany
    3. Asociación de Menonitas y Hermanos en Cristo en España, Spain
    América del Norte
    1. Evangelical Mennonite Conference, Canada
    2. Mennonite Church Canada
    3. Conservative Mennonite Conference, USA
    4. Mennonite Church USA
    5. U.S. Conference of Mennonite Brethren Churches
    6. Brethren in Christ General Conference, North America
    África
    Lamentablemente, no recibimos ninguna respuesta
  • “¡Soplan los vientos del anabautismo!” Estas entusiastas palabras de Felipe Elgueta, miembro de la Iglesia Menonita de Chile, es una acertada descripción de las iglesias menonitas emergentes en distintas regiones chilenas. Mientras que la mayoría de las iglesias menonitas en América Latina se originaron a partir de migraciones o misiones, las iglesias menonitas chilenas surgieron como resultado del ingenio de sus miembros, similar al de las iglesias pentecostales del siglo XX. Tal como concluyó Jaime Prieto en Misión y Migración (Colección de Historia Anabautista Mundial, América Latina, 2010), “Chile es ejemplo de un país donde las iniciativas anabautistas se desarrollaron internamente conforme los chilenos abrazaban la fe y práctica anabautistas”.

    ¿Cómo prendió el anabautismo en Chile? Algún mérito corresponde al chilenocanadiense Jorge Vallejos, fundador de iglesias y pastor, quien en la década de 1980 sugirió a sus amigos creyentes que adoptaran el nombre “menonita”. Desde un principio, Daniel Delgado, actual presidente de la Iglesia Evangélica Menonita de Chile (IEMCH), se conmovió al escuchar la historia de Dirk Willems, mártir anabautista holandés del siglo XVI.

    También le impresionó el culto integral de los obreros del Comité Central Menonita en la vecina Bolivia, quienes no mostraban parcialidad alguna con respecto a religión, etnia, clase social o género. Carlos Gallardo y Mónica Parada, al aprender sobre la eclesiología anabautista en un curso sobre la Reforma Radical dictado por Titus Guenther, sintieron inmediatamente una afinidad entre su propia interpretación de la vida de la iglesia y la visión histórica de los anabautistas.

    Las congregaciones chilenas, algunas con casi 25 años de existencia, surgieron en diferentes contextos, aunque mayormente de un trasfondo pentecostal. La Iglesia Menonita Puerta del Rebaño, surgió en el contexto de una comunidad universitaria en Concepción, desarrollando su identidad menonita a partir de la influencia de maestros visitantes menonitas, tales como Juan Driver, César Moya y Delbert Erb. Como se mencionó anteriormente, este grupo fue liderado por Carlos Gallardo y Mónica Parada, dos ex estudiantes del seminario. Es importante destacar que estas dos iglesias insertas en distintos contextos sociales, surgieron a cierta distancia una de la otra, diferencias que dificultaron la relación entre ellas. Sin embargo, los últimos acontecimientos –como la participación conjunta en los preparativos del Congreso del Cono Sur 2013, un encuentro de anabautistas de seis países latinoamericanos–, redujeron la “distancia” entre estos grupos.

    Estas congregaciones tienen un ministerio para personas en situación de pobreza crónica. Sus iniciativas comunitarias se dirigen a la familia, mujeres y jóvenes. Las mujeres son mayormente responsables de estos ministerios. Según lo expresado por un líder, están a cargo del 70% del trabajo. Preparan alimentos, visitan a los enfermos, brindan apoyo a familias necesitadas y acompañan a personas con adicciones. Gladys Delgado (esposa de Daniel) nos presenta un vívido ejemplo de ello. Un día, un joven abandonado por sus padres alcohólicos, apareció en la iglesia de la familia Delgado. Gladys lo invitó a su hogar. Cuatro años después, aún vive con ellos y participa activamente en la vida y ministerio de la iglesia.

    Estas iglesias menonitas también demostraron su preocupación por el sufrimiento causado por el terremoto en Chile, en 2010. A pesar de contar con recursos limitados, estos creyentes llenaron tres camionetas de provisiones y las repartieron entre los más afectados por este desastre natural, no sólo menonitas, sino también de otras iglesias evangélicas. Después del sismo, La Puerta inició tareas de socorro similares en las comunidades alrededor de Concepción.

    La identidad de estos menonitas chilenos quedó plasmada en esta breve anécdota de Daniel Delgado. Cuando un oficial de policía le preguntó: “¿Y, al fin y al cabo, qué hace la Iglesia Menonita”?, Daniel respondió: “Hacemos el trabajo que Uds. deberían hacer, sólo que lo hacemos gratis”.

    Además del servicio social, los menonitas de Chile tienen una conciencia cabal de la necesidad de compartir el evangelio con sus vecinos. Samuel Tripainao, pastor de la iglesia de Peñaflor y secretario de la IEMCH, expresa el sentimiento compartido por la mayoría de los menonitas de este país: “Cuando salimos a la calle, acompañamos nuestro testimonio con un sándwich y un café”. Su servicio no se limita solamente a las comunidades más cercanas. Cada tanto, los pastores viajan a lugares más distantes, incluyendo a la vecina Argentina, para fortalecer a congregaciones hermanas, confraternizar con ellas y colaborar en campañas de evangelización locales. Cuando Samuel se enteró del conflicto por la tenencia de tierras en la región donde viven muchos mapuches (pueblo originario), manifestó que, “éste sería un buen lugar para fundar una iglesia”, llevando paz y sanidad a esta comunidad.

    Un informe sobre los menonitas de Chile estaría incompleto si no se hiciera referencia a la renovación anabautista en la numerosa Unión de Iglesias Bautistas Chilena (UBACH). Omar Cortés –profesor de un seminario bautista, y colaborador en los programas de la Iglesia Menonita Canada Witness y Red Menonita de Misiones (EE.UU.)– tuvo un papel central en este movimiento. Por medio de sus enseñanzas sobre la Reforma Radical, Omar ayudó a la Iglesia Bautista a redescubrir sus raíces como iglesia de paz. En 2008, UBACH y la Iglesia Menonita Canada se vincularon como iglesias hermanas. Está por verse si esto perdurará con el nuevo liderazgo de la UBACH.

    Nuestra experiencia personal al visitar una nueva comunidad eclesial, iniciada por dos profesores de un seminario bautista, nos sugiere que hay mucha vitalidad en este movimiento de renovación. Dichos cristianos están profundamente interesados en la eclesiología y práctica anabautistas, y además son muy inclusivos al enfatizar la paz, justicia y compasión en sus cantos y liturgia.

    Habría que destacar otras dos iniciativas de la iglesia del sur de Chile. Una fue iniciada en Valdivia por tres mujeres – Wanda Sieber, Marlene Dorigoni y Waleska Villa– de la Iglesia Menonita de Argentina (Patagonia). La otra, también en la región de Valdivia, liderada por los obreros Mike y Nancy Hostetter, de las Misiones Menonitas del Este.

    Hasta hace poco, los menonitas de Chile se sentían a menudo aislados del movimiento anabautista más amplio, aunque esto está empezando a cambiar debido a las visitas de administradores de las Misiones Menonitas y maestros de América del Norte y países vecinos. La participación de los miembros en el Congreso bianual del Cono Sur y en la Asamblea del Congreso Mundial Menonita en 2009, también ha contrarrestado apreciablemente esta sensación de aislamiento. Como resultado de estos intercambios, la Iglesia Evangélica Menonita de Chile se ha convertido recientemente en la iglesia miembro número cien de la familia del CMM.

    Otro hito en la vida de las iglesias menonitas chilenas tuvo lugar este año, cuando por primera vez fueron anfitriones del Congreso del Cono Sur. Este evento congregó a hombres, mujeres y jóvenes en las tareas cotidianas de cocinar, servir y limpiar, así como organizar y dirigir el programa.

    Dado su ministerio multifacético e integral, los menonitas de Chile enfrentan varios desafíos. En primer lugar, es necesario preparar a personas nuevas y más jóvenes para asumir roles de liderazgo. La mayoría de los líderes actuales de la iglesia son personas de edad avanzada; una nueva generación deberá surgir pronto para tomar la posta. Sin embargo, en el presente la preparación de la mayoría de los jóvenes para brindar servicio en el futuro se limita a ayudar en el ministerio de niños y jóvenes.

    También existe una carencia en la capacitación y conocimientos bíblicoteológicos de los líderes. Y lo peor es que hay poca evidencia de que la nueva generación tenga acceso a una mayor capacitación en este sentido. La Puerta (Concepción) con un estudiante inscripto en un seminario, es la excepción. Un tercer desafío se refiere a la retención de miembros y congregaciones individuales. Actualmente, se van casi tantos miembros como los que se suman. Otra cuestión es la igualdad de género, que sigue siendo un desafío para muchas de estas congregaciones, especialmente en cuanto al liderazgo pastoral. La participación en la iglesia más amplia ayuda a las congregaciones a superar su aislamiento y las acerca a la gran familia menonita. Esperamos que esto resulte en una mayor apertura a otras familias de fe.

    No obstante, los vientos del anabautismo siguen soplando por medio de las iglesias menonitas de Chile. Estos creyentes chilenos se fortalecen mediante el apoyo de los menonitas de todo el mundo, y a su vez, los chilenos están ayudando a que otros menonitas tomen conciencia de lo que significa ser anabautistas. Estos encuentros son una oportunidad maravillosa para compartir y complementar los diversos dones. Las iglesias más antiguas, basadas en una formación más bíblicoteológica, pueden compartir su sabiduría y experiencia, mientras que las iglesias chilenas más jóvenes les brindan nuevos aportes a sus hermanas y hermanos, como resultado de la relectura de la Biblia con una mirada nueva.

    -Titus Guenther, profesor adjunto de Teología y Misiones de la Universidad Menonita de Canadá (Winnipeg, Manitoba), y Karen Loewen Guenther, escritora free-lance y ex profesora de inglés, asignados actualmente a tareas especiales por la Iglesia Menonita Canada Witness en Chile.

  • En 2012, el CMM se asoció con el Instituto para el Estudio del Anabautismo Mundial, de Goshen College (Goshen, Indiana, EE.UU.), a fin de implementar una investigación de varios años. ¿El objetivo? Expresar los distintos matices de la membresía del CMM en particular, y de la iglesia anabautista mundial en general.

    El proyecto consta de dos partes. La primera, el Perfil Anabautista Mundial, es una encuesta armada a partir de las Convicciones compartidas del CMM con el objeto de recolectar estadísticas demográficas e información sobre creencias y prácticas. La segunda parte, el Proyecto “Damos testimonio: historias personales”, procurará reunir historias personales de discipulado y sufrimiento, según el espíritu de El espejo de los mártires.

    Courier-Correo-Courrier se comunicó recientemente con el personal del proyecto para analizar la iniciativa, cómo se había generado y su progreso hasta ahora.

    ¿Qué motivó esta investigación sobre el anabautismo mundial?

    John Roth (JR): La iglesia anabautista mundial ha experimentado una transformación impresionante en los últimos treinta años, pasando de 600.000 miembros en 1980 a casi 1,7 millones actualmente. Aunque el CMM ha trabajado arduamente para facilitar el intercambio entre los grupos miembros, aún estamos aprendiendo a conocernos mejor. Este proyecto representa un paso más en procura de una mayor comprensión de la información demográfica básica, y brinda a la vez la posibilidad de reunir información mucho más detallada sobre las creencias y prácticas, esperanzas y sueños de las iglesias miembros del CMM.

    ¿Hubo otras iniciativas para estudiar las creencias y prácticas de la comunidad anabautista-menonita internacional?

    Conrad Kanagy (CK): No muchas. Hace algunos años, Richard Showalter (Presidente de Misiones Menonitas del Este y de la Comisión de Misiones del CMM) y yo lanzamos el Perfil Anabautista Multinaciones, cuyo fin era aprender más sobre las creencias y prácticas de la comunidad anabautista mundial, y específicamente las iglesias nacionales vinculadas a Misiones Menonitas del Este. Los resultados de este estudio se publicaron recientemente en el libro, Winds of the Spirit (Herald Press, 2012).

    Alfred Neufeld (AN): Winds of the Spirit es un ejemplo excelente de cómo un estudio de este tipo puede fomentar la labor teológica y contribuir a la renovación de la identidad. Esperamos que del mismo modo el Perfil Anabautista Mundial ayude a nuestra Comisión.

    CK: El Perfil Anabautista Mundial tendrá un alcance más amplio que el Perfil Anabautista Multinaciones, y esperamos que aporte aun mayores conocimientos.

    ¿Cómo se proponen reunir las historias para el Proyecto:” Damos testimonio”?

    JR: Por un lado, el proyecto reunirá de manera más deliberada las historias de los siglos XVIII, XIX y XX (desde 1685, cuando se concluyó El espejo de los mártires, hasta el presente). Pero además, quisiéramos reunir historias de la iglesia contemporánea, y especialmente de las iglesias menonitaanabautistas del sur del mundo.

    En agosto de 2012, alrededor de cuarenta personas de nueve países (representando al menos seis grupos anabautistas distintos), se reunieron en Goshen College para establecer el marco del proyecto. En la consulta quedó claro que la recolección de historias nunca es fácil. Esperamos que poco a poco se vaya generando interés a través de instancias personales, Internet, convocatorias públicas y el uso de redes existentes (como el CMM).

    Hasta la fecha, ¿cuánto ha progresado el proyecto?

    JR: Tras casi un año de diálogo con líderes del CMM, directivos de organizaciones abocadas a la misión, representantes del Comité Central Menonita y un grupo de individuos interesados, el Comité Ejecutivo del CMM otorgó la aprobación preliminar del proyecto del Instituto, en mayo de 2011, confirmándose la aprobación definitiva del Concilio General en mayo de 2012.

    En agosto de 2012, un subgrupo de la Comisión de Fe y Vida del CMM se reunió para revisar la logística del Perfil Anabautista Mundial. También en agosto, Conrad convocó a varios sociólogos menonitas, todos con amplia experiencia en encuestas interculturales, para recibir asesoramiento metodológico. A fines de octubre concluimos nuestra muestra, y en noviembre la oficina del CMM en Bogotá envió notas oficiales a una muestra representativa de 25 iglesias miembros, invitándolas a participar. Actualmente estamos respondiendo preguntas y confirmando los grupos que desean participar del proyecto. Esperamos completar la encuesta en 2013-2014.

    En la actualidad, es común que investigadores norteamericanos realicen este tipo de estudios en el sur del mundo. Seguramente Ud. es consciente de esta percepción con respecto al actual proyecto.

    ¿Qué medidas han adoptado en respuesta a esta percepción?

    JR: Sí, es posible que algunos perciban que esto es meramente un proyecto académico norteamericano que “extrae” información de la iglesia mundial. Es una impresión falsa, aunque comprendo su preocupación. Obviamente, el Instituto –ubicado en EE.UU.– es el catalizador del proyecto, y todo el financiamiento proviene de América del Norte. Pero consideramos que es un proyecto que pertenece conjuntamente a todas las iglesias miembros de la familia del CMM. La propia encuesta está basada en las ‘Convicciones compartidas’ del CMM, fruto de un largo proceso de discernimiento, que incluyó el aporte de grupos de todo el mundo. Cada grupo participante tendrá la oportunidad de agregar preguntas al Perfil Anabautista Mundial que sean específicas a su contexto. Y los resultados de la encuesta de cada grupo participante estarán disponibles en forma accesible a los líderes de cada iglesia.

    Reunir información no es un fin en sí mismo; está claro que con esta información se procura ayudar a la iglesia –tanto local como mundialmente (CMM)– a ser seguidores más fieles de Jesús.

    ¿Cómo cree que los datos reunidos a través de este proyecto facilitarían la tarea del CMM de interrelacionar a la comunidad anabautista mundial?

    AN: En el siglo XVI existió una “multigénesis” en los comienzos del anabautismo: el grupo holandés y del norte de Alemania, liderado por Menno Simons, era muy diferente en cuanto a cultura, historia, espiritualidad y contexto político, al grupo suizo y del sur de Alemania que se iniciara en Zúrich, en 1925. Y ambos grupos se diferenciaban del movimiento liderado por Hans Hut y Tomás Müntzer, y del posterior “Reino Celestial” en la ciudad de Münster.

    Actualmente, las iglesias anabautistas nuevas –aquellas insertas en el contexto islámico en Indonesia o Nigeria, o en el contexto católico latinoamericano enraizado en la conquista española, o que forman parte del movimiento de la “iglesia clandestina” en China –tienen una vida espiritual y luchas cotidianas muy diferentes a las de las iglesias miembros menonitas de Ámsterdam, Berna, Lancaster o Winnipeg. Pero nos necesitamos unas a otras y necesitamos entendernos mutuamente.

    CK: En el libro de Apocalipsis, Jesucristo brinda un mensaje o una palabra a las siete iglesias de Asia. Me place imaginar que la labor del CMM en este proyecto será una manera más de escuchar –en parte, por supuesto– el mensaje de Cristo para nosotros en estos primeros años del siglo XXI.

    Participantes
    John Roth (JR) Director del Instituto para el Estudio del Anabautismo Mundial de Goshen College y Secretario de la Comisión de Fe y Vida del CMM
    Alfred Neufeld (AN) Presidente de la Comisión de Fe y Vida del CMM
    Conrad Kanagy (CK) Director Adjunto del proyecto de Perfil Anabautista Mundial