• ¿Cómo expresan nuestras iglesias miembros la hermosa diversidad local de las Convicciones Compartidas del CMM en nuestro organismo mundial?

    El número de octubre 2016 de Courier/Correo/Courrier procura discernir la variedad de razones que motivan a las comunidades anabautistas de todo el mundo a reunirse para constituir el CMM. A continuación, escritores y escritoras reflexionan en sendos artículos sobre la siguiente pregunta: ¿Cómo el amor de Cristo por nosotros motiva y guía nuestra respuesta a los extraños en nuestro contexto local?

    Centrarnos en Jesús en  estos tiempos cambiantes

    La iglesia de América del Norte atraviesa cambios rápidos. Muchos dicen que los cambios son tan grandes como los que se produjeron en la Gran Reforma del siglo XVI. Se están cuestionando las creencias tradicionales. Ya no funcionan las estructuras del pasado. Surgen nuevas formas de ser iglesia. En época de cambios, las convicciones básicas ofrecen valor, estabilidad y la base para nuevos rumbos. Las siete Convicciones Compartidas de los anabautistas mundiales brindan ese tipo de fundamento.

    Jesús es el Señor

    En algunas de nuestras iglesias, hay un nuevo énfasis en Jesús el Señor, algo esencial en la nueva Reforma. Así como nuestros antepasados anabautista redescubrieron un Jesús vivo después de que había sido sacralizado, envuelto en misterio y rituales, en la actualidad existe un mayor énfasis en seguir a un Jesús vivo en la vida cotidiana. Con frecuencia se enfatiza a Jesús el Señor aun más que Jesús el Salvador. De hecho, ¡debemos ser salvados de seguir a otros señores! Suele ser malinterpretada la declaración, “Jesús es el Hijo de Dios” de la Convicción Compartida Nº 2, especialmente por mis amigos musulmanes.

    Hay aproximadamente 13.000 personas de dicha fe en la comunidad canadiense donde resido. Suelen entender ‘Hijo de Dios’ en términos biológicos y de procreación, y no en términos de la profundidad del vínculo. Prefiero decir, “Jesús, el Mesías, es la mejor manera de entender a Dios”. Mis amigos musulmanes entienden y afirman a Jesús como un ser humano que estaba lleno del Espíritu de Dios. Esto puede llevarnos a conversar acerca de cómo nos abrimos a un Dios aleccionador, fortalecedor, revelador, por medio de Jesucristo.

    Jesús es la paz

    En América del Norte tenemos muchas divisiones y discrepancias, que se originan en distintos enfoques a la hora de interpretar las Escrituras. Algunos miembros e iglesias tienen un enfoque bastante literal y simple respecto a la Biblia. Suelen aceptar que las enseñanzas del Antiguo Testamento y las Epístolas equivalen a las enseñanzas de Jesús. La Convicción Compartida Nº4 nos alienta a interpretar las Escrituras a la luz de Jesucristo.

    Estamos angustiados ante la cultura de las armas que ha surgido en Estados Unidos y cómo lleva a la violencia. La Convicción Compartida Nº5, que enfatiza la promoción de la paz, la justicia y el compartir recursos, necesita ser subrayada continuamente. Durante la Guerra de

    Vietnam, la Iglesia Menonita Conferencia General (USA) del Distrito Oeste, realizó campamentos previos al reclutamiento para que asistieran todos los jóvenes de 17 años de la zona. Estas sesiones enseñaban claramente las causas del conflicto y el fundamento bíblico de la paz. La mayoría de los participantes optó por alternativas a la guerra. Hoy día necesitamos maneras nuevas y creativas de enseñarnos unos a otros y a nuestros jóvenes los caminos que conducen a la paz.

    Jesús es el maestro

    La pregunta que surge constantemente en América del Norte, y probablemente en todo el mundo, es la siguiente: “¿Cómo podemos fortalecer la singular manera anabautista en la que concebimos la fe cristiana y a la vez destacar la unidad con otros grupos cristianos? ¿Cómo podemos fortalecer nuestra fe sin volvernos competitivos y críticos respecto a cristianos con otras creencias o personas de otras religiones?”

    Paralelamente a las Convicciones Compartidas del CMM, hay tres valores fundamentales muy concisos: “Jesús es el centro de nuestra fe”, “la comunidad es el centro de nuestra vida”, y “la reconciliación es el centro de nuestra labor”. Dichos tres valores fundamentales, que fueron esenciales para el movimiento anabautista y la iglesia primitiva, han adquirido mayor importancia a través del folleto, ¿Qué es ser cristiano anabautista?, publicado por la Red Menonita de Misiones en 2008, y ahora traducido a más de veinte idiomas.

    Los tres valores fundamentales han sido la base del plan de objetivos definidos a largo plazo de la Iglesia Menonita USA. Muchas congregaciones los han incluido en sus folletos a fin de expresar su identidad, y pastores han basado sus sermones en dichos temas. El folleto ha sido muy provechoso para los grupos de estudio en cuanto a explicar lo que significa ser cristiano.

    Dann Pantoja, de PeaceBuilders Community Inc. en las Filipinas, informó que, “lo hemos adoptado como nuestra visión del mundo”. Después de un taller en Tailandia, los participantes manifestaron que, “¡por fin sabemos lo que significa ser cristiano menonita!” En tanto enseñamos las Convicciones Compartidas y los tres valores fundamentales, creo que es imperativo que reconozcamos que ninguno de nosotros es dueño de toda la verdad. Es necesario que aprendamos unos de otros. En la medida en que profundicemos juntos nuestros conocimientos, todos nos fortaleceremos.

    Las Convicciones Compartidas de los anabautistas mundiales declaran claramente lo que creemos. Estas creencias ayudan a definir nuestros sentimientos respecto a Dios, entre nosotros y en toda la tierra. A su vez, estos sentimientos nos ayudan a guiar nuestras acciones.Los primeros cristianos y anabautistas vivían sus convicciones valientemente, aun frente a la persecución y la muerte. Que dichas convicciones nos ayuden también a llenarnos del amor y valor que necesitamos para vivir de acuerdo a Jesús en estos tiempos cambiantes.

    Palmer Becker dedicó su vida a servir a la iglesia como pastor, fundador de iglesias, misionero, directivo del Congreso y educador. Es autor de, What is an Anabaptist Christian? y Anabaptist Essentials…Ten signs of a Unique Christian Faith (de próxima publicación). Palmer y su esposa Ardys tienen cuatro hijos adultos y viven en Kitchener, Ontario, Canadá.


  • Así como las partes del corazón, las cuatro comisiones del CMM sirven a la comunidad mundial de iglesias afines al anabautismo, en las áreas de diaconado, fe y vida, paz y misiones. Las comisiones preparan materiales para la consideración del Concilio General, brindan guía y proponen recursos a las iglesias miembros, además, propician redes y compañerismo en relación al CMM trabajando juntos en temas de interés y enfoque común. A continuación, una de las comisiones comparte un mensaje de la perspectiva de su ministerio.


    Renovación 2027 es una serie de eventos que se realizarán durante 10 años impulsados por el Congreso Mundial Menonita (CMM) para celebrar el 500º aniversario del comienzo del movimiento anabautista.

    “Transformados por la Palabra: leyendo la Escritura desde la perspectiva anabautista” (el evento inaugural tuvo lugar en Augsburgo, Alemania, y fue llevado a cabo el 12 de febrero de 2017) encaja bien dentro del mandato de la Comisión de Fe y Vida del CMM para ayudar a las iglesias miembros a “entender y describir la práctica y la fe anabautista-menonita.”

    En medio de las muchas celebraciones en conmemoración de la Reforma, especialmente en Europa, es importante recordar que los anabautistas también surgieron dentro del contexto de éste momento histórico y fueron decisivamente moldeados por su redescubrimiento de la Biblia como una autoridad para la fe y la vida cristianas.

    Poco después de los primeros bautismos de adultos en enero de 1525, un miembro del grupo de estudio bíblico que formaba el núcleo del movimiento anabautista emergente lo ilustró claramente:

    “Sin embargo, después de haber nosotros también tomado la Biblia y estudiado todos los puntos posibles, hemos sido mejor informados.”

    La carta prosiguió a describir cómo arribaron a una comprensión más profunda de las Escrituras.

    Cinco temas centrales – visibles en la cita mencionada arriba – distinguían su cambio, que iba desde caminar junto a los reformadores a una postura de oposición:

    • La Escritura es el punto de partida clave para la renovación producida por la Reforma.
    • Es crucial aprender no solo de segunda mano, sino leyendo la Escritura por sí mismo.
    • El grupo de estudio bíblico leyó con una actitud expectante. “Estudiaron todos los puntos posibles,” plantearon preguntas sobre el texto y las mismas fueron contestadas.
    • Se reorientaron alrededor de estas ideas. De esta manera, estuvieron “mejores informados” con respecto a las enseñanzas de la iglesia católica, pero también referente a las enseñanzas de Zwinglio y los otros reformadores.

    Para estar “mejor informados”; a primera vista, esa declaración suena muy positiva, pero también lleva consigo un poco de dolor. Sugiere que de hecho se ha estado equivocado; incluye estar listo para desprenderse del entendimiento de antaño, lo apreciado. Esto a menudo no es fácil.

    La pregunta clave en juego aquí es: ¿Permitimos que la palabra bíblica (y el Dios que desea hablarnos) escudriñe nuestras convicciones para permitirnos “estar mejor informados”? ¿O la advertencia de “probar todas las cosas y aferrarse a lo que es bueno” (1 Tesalonicenses 5:21) solo se aplica a otras personas?

    Hasta este punto, todos los temas podrían ser considerados como principios protestantes. Pero el quinto punto es el principio anabautista más distintivo:

    •  El “nosotros” en la cita es crucial: el estudio de la Biblia no solo sucede en comunidad; sino que los nuevos entendimientos de la Escritura también se alcanzan de forma colectiva.

    Nadie se ve obligado a formar parte de una congregación anabautista – la fe y la membresía son siempre voluntarias. Ninguna persona tiene todo el entendimiento o todos los dones; pero todos tienen algo. Por lo tanto, es crucial que creemos marcos para el estudio de la Biblia en el cual todos puedan contribuir a un mejor entendimiento del texto bíblico: joven o anciano, hombres o mujeres, académicos y obreros. ¡Precisamente por esa razón el “nosotros” en nuestro texto es tan importante!

    Pero en esta misma cita hay ya algunos peligros evidentes.

    Permitirnos estar “mejor informados” suena bien, ¿pero quién puede protegernos de los interminables esfuerzos para probar la superioridad de un entendimiento o de las divisiones notorias de la iglesia que tan frecuentemente han ocurrido en la historia del anabautismo? ¿Cómo podemos tener el espacio para reconocer que todo nuestro conocimiento es parcial y necesita más información permanezca? ¿Y cómo nos aseguramos que la “lucha por la verdad” no se logre a costa de la “lucha por la unidad”?

    Si la “renovación de la fe y la vida” y la “transformación por medio de la Palabra” van a suceder dentro del contexto del Congreso Mundial Menonita, entonces será esencial de que suceda en la forma de miembros del norte y del sur, este y oeste, caminando juntos uno al lado del otro como “nosotros.”

    Hanspeter Jecker es miembro de la Comisión de Fe y Vida del CMM y es profesor de teología histórica y ética en el seminario Theological Seminary Bienenberg en Suiza.

     

  • La Comunidad Internacional de los Hermanos Menonitas (ICOMB, por su sigla en inglés) está compuesta por 21 iglesias nacionales en 19 países con aproximadamente 450.000 miembros. ICOMB existe para fomentar las relaciones y los ministerios, para resaltar el testimonio y el discipulado de sus iglesias nacionales miembros – conectando, fortaleciendo y ampliando.

    Más de 200 líderes de iglesias menonitas de 35 países, se reunieron del 7 al 11 de marzo de 2017 con el llamado de renovar la misión e inspirar un movimiento de oración. La familia mundial de los HM buscó la dirección de Dios para poder hacer un llamado más amplio a la misión. ICOMB fue el resultado de una consulta misionera en 1988 en Curitiba, Brasil. Ahora, ésta organización fue la que convocó a la iglesia mundial de los HM para llevar a cabo esta reunión histórica, de la cual cada miembro de ICOMB se fue con un sentido renovado del llamado de Dios, con tres o cuatro iniciativas específicas de la misión (mundial y local) y con un compromiso de construir un movimiento de oración en su iglesia nacional.

    —David Wiebe, director ejecutivo

  • Elkhart, Indiana, Estados Unidos – Nora Marleni Martínez del municipio Metapan, El Salvador, está en el primer grupo de estudiantes, en un Programa regional del Instituto de Paz y Justicia del Seminario Anabautista Latinoamericano (SEMILLA).

    Ahora, algunos cursos de SEMILLA se imparten de manera virtual, haciendo posible para Martínez tener que viajar una larga distancia solamente la mitad de las veces en comparación con las ocasiones en las que antes lo hacia.

    “Puedo hacer mi propio horario de estudios,” dijo Martínez “y encontrar un lugar [en casa] en donde puedo concentrarme mejor”. Ella también está agradecida de no tener los gastos de viajar para las clases del seminario.

    La educación virtual significa más tiempo con su familia además de más tiempo para cuidar de las mujeres de su comunidad y encontrarse con otras mujeres teólogas.

    Sus estudios le están enseñando más que hechos. De acuerdo a lo dicho por Martínez, está aprendiendo que la paz no solo es la ausencia del conflicto, sino un modo de vivir a pesar del conflicto..

    Los educadores pusieron recientemente planes en marcha para que haya más programas virtuales disponibles en español. El objetivo es hacer que la educación anabautista bíblica y teológica sea más accesible para los aproximadamente 417 millones de personas que hablan éste idioma.

    Los educadores anabautistas de América Latina y los Estados Unidos que hablan en español, se reunieron del 11 al 14 de noviembre de 2016 en Guatemala. Las siguientes organizaciones estaban allí representadas:

    • SEMILLA, un seminario anabautista que sirve en Centroamérica y México, con sede en la Ciudad de Guatemala.
    • Centro de Estudios anbautistas–SEMILLA, un programa de iglesias Mexicanas.
    • Seminario Bíblico Menonita de Colombia, un seminario de la Iglesia Cristiana Menonita de Colombia.
    • Centro Bíblico Teológico, un programa de Iglesias Hermanos Menonitas de Colombia.
    • Seminario Bíblico Anabautista Hispano, programa hispano de educación pastoral y liderazgo, de la Agencia Menonita de Educación de la Iglesia Menonita de Estados Unidos.
    • Red Menonita de Misiones.

    Cada uno de los programas ya había iniciado cursos en línea, tenía estudiantes que estudian en línea en otros lugares o estaban solicitando fondos para establecer programas de educación teológica en línea.

    En la reunión de enero del 2016 del Consejo de Ministerios Anabautistas Internacionales (CIM), el comité de América Latina designó recursos para ayudar a iniciar la educación teológica anabautista virtual.

    La directora para América Latina de la Red de Misiones Linda Shelly, vio los beneficios de una aproximación integral: “el espíritu de colaboración fue fuerte pues los representantes compartieron sobre sus programas, vieron las similitudes así como diferencias y previeron nuevas oportunidades para los estudiantes.”

    El grupo también notó que hay estudiantes de habla española alrededor del mundo, en lugares sin un programa de desarrollo de liderazgo anabautista, que podrán inscribirse en línea, además de otros programas que pueden unirse o conectarse en algún modo con esta nueva iniciativa.

    Los programas actuales se han autodenominado inicialmente la Comunidad de Instituciones Educativas Anabautistas (CITA). Su visión es ser “un pueblo anabautista formado bíblica, teológica y pastoralmente para la misión cristiana en el mundo”. La misión declarada es: “contribuimos a la formación bíblica y teológica continua, en español, para el pueblo de Dios en nuestros contextos.” Se le solicitó a SEMILLA dar la coordinación inicial de CITA por su experiencia en el trabajo con diferentes denominaciones.

    — Kelsey Hochstetler, Red Menonita de Misiones

    Nota: El Seminario Bíblico Menonita Anabautista y el Instituto para el estudio del Anabautismo Mundial (Goshen College) constituyeron una Biblioteca Digital Anabautista, www.biblioana.org.

  • El 2 de octubre se realizó un plebiscito para que la ciudadanía colombiana avalara o no el acuerdo logrado luego de four años de negociaciones entre el Gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC-EP). El proceso incluyó participación de distintos grupos ciudadanos, asesores internacionales, y muy notablemente, las víctimas. El Acuerdo tiene 6 puntos temáticos: (1) Reforma rural integral—que promueve el desarrollo agrario, acceso integral a la tierra y la disminución de la pobreza; (2) la participación política incluyendo el trámite pacífico de los conflictos, el abandono de las armas para hacer política y promoción de la reconciliación; (3) el fin del conflicto armado, la dejación de las armas por las FARC y su reincorporación a la vida civil; (4) la satisfacción de los derechos de las víctimas, incluyendo la verdad, la justicia transicional que lleve a la convivencia, la reconciliación y la no repetición; (5) la solución al problema de las drogas ilícitas; y (6) los mecanismos para la implementación, verificación y refrendación de lo acordado.

    El impacto transformador del proceso se manifestó en el cese bilateral al fuego y el compromiso de las FARC de adelantar sus objetivos con la palabra y no con armas. También se manifestó en escenas como ilustra esta fotografía, en que el jefe negociador de las FARC, Ivan Márquez, pide perdón a las víctimas y luego es abrazado por una de ellas en un sentido acto de reconciliación.1 Hablando de Iván Márquez, cuando al Alto Comisionado de Paz se le pidió describir en una palabra a este hombre, dijo sencillamente, “transformado”.

    Sin embargo, al someterse el acuerdo al plebiscito, 62% de la población se abstuvo, y de los que votaron, el 50,23% votaron “no”, y el 49,76% votaron “sí”. No pasó. En casi todas las regiones de mayor victimización por el conflicto armado, la mayoría votó “sí”. En las regiones menos tocadas, la tendencia fue por el “no”.

    Al votar, todos afirmarían que estaban por la paz, pero los opuestos al acuerdo dirían, “Paz, pero no en esos términos”. El tema fue álgido en todos los espacios, y ciertamente lo fue en las iglesias, incluyendo las anabautistas del Congreso Mundial Menonita (CMM). Dada la fuerte campaña por el “no” adelantada por líderes de algunas de las grandes iglesias cristianas evangélicas, y en vista del estrecho margen de diferencia, es difícil no ver el impacto determinante de las iglesias cristianas evangélicas en el resultado del plebiscito.

    Quienes votaron “sí” veían la bondad del acuerdo como camino para la dejación de las armas en favor de un accionar político noviolento, el trabajo por la paz sin estigmatización y amenaza, la justicia restaurativa, la prioridad de las víctimas y propuestas para abordar condiciones socioeconómicas estructurales hacia cambios para bienestar del país y su población más vulnerable.

    Entre quienes votaron “no”, las preocupaciones incluían que la justicia transicional propuesta avalara la impunidad, que no era aceptable que líderes guerrilleros participaran en política, que se les daba demasiados beneficios a los desmovilizados, que la reforma rural afectaba la economía y que la atención preferencial a las mujeres y a personas de la población LGBTI, por haber sufrido victimización selectiva, introducía una ideología de género y atentaba contra la familia. Este último punto fue de particular preocupación para muchos en las iglesias.

    José Ricardo Torres, un anabautista colombiano,
    después una marcha por la paz en Cali, Colombia. 
    Foto: Marion Meyer

    Al mismo tiempo, es importante señalar supuestas distorsiones a la verdad del acuerdo en aras de promover posiciones e intereses partidistas, como en el caso reconocido por el gerente de la campaña por el “no” de un movimiento de oposición.

    Como iglesias nos queda la pregunta de cómo es posible que hayamos podido llegar a conclusiones diferentes (sí o no), basándonos en la misma Biblia y afirmando el Señorío de Cristo. Igualmente, nos da la oportunidad de crecer en la capacidad de abordar temas álgidos sin división sino fortaleciéndonos en unidad, a la luz, por ejemplo, de 1 Corintios 12.7, donde se afirma que “Dios da a cada uno alguna prueba de la presencia del Espíritu, para provecho de todos”.

    Como iglesias anabautistas en Colombia miembros del CMM, Dios nos ha dado la gracia de ir creciendo en la capacidad de alabar a Dios y trabajar juntos, sin desconocer que hay diferencias. Esto incluye cultos unidos y trabajo en educación para la paz, objeción de conciencia, con víctimas, atención a la niñez y con poblaciones vulnerables. En esto es importante reconocer los espacios compartidos entre las iglesias e institutiones anabautistas con el apoyo del Comité Central Menonita y el CMM. Seguramente seguiremos orando por la paz y uniendo esfuerzos, cada uno aportando desde la luz que tiene. En esta coyuntura buscamos discernir la dirección del Espíritu Santo.

    Luego del plebiscito, se están realizando reuniones y espacios de trabajo entre el Gobierno y partidos y grupos opuestos a los acuerdos con miras a revisarlos hacia un consenso nacional. Se están dando movilizaciones ciudadanas para insistir en no retornar a la guerra y para ser parte del proceso. Las FARC han reiterado su compromiso con la palabra como herramienta política en lugar del uso de las armas. Pero significa renegociar puntos sustanciales y lograrlo no será fácil. Si se logra, puede llevar a un acuerdo más incluyente de toda la población. Y a este proceso agregamos nuestra oración y trabajo por que otro grupo armado, el Ejército de Liberación Nacional, inicie negociaciones de paz.

    Persistiremos en trabajar por la paz de Colombia, por su salvación, confiados en la promesa en Marcos 4.26-29 de que la semilla crece y se recogerá la cosecha del Reino de Dios.

    –Pablo Stucky, representante regional, América Latina – Región Andina, Congreso Mundial Menonita

  • Bogotá, Colombia – En junio de 2016, el sueño de adorar juntos como una familia mundial se volvió realidad, cuando los jóvenes de tres denominaciones locales celebraron la inauguración de la Semana de la Fraternidad YABs con un culto unido en Bogotá.

    “Fue otro espacio para sentir la conexión que tenemos entre jóvenes anabautistas en el mundo, que no estamos solos, que incluso no somos pequeños,” dijo Lilia Paola Aranguren Caballero, una miembro del comité de planeación para la actividad de YABs (jóvenes anabautistas) en Bogotá.

    Los participantes compartieron sus peticiones de
    oración mientras pedían por las necesidades
    locales e internacionales en
    el culto unido de la Semana de la Fraternidad
    YABs en Bogotá, Colombia.

    La Semana de la Fraternidad YABs es un evento anual en el que el comité YABs del Congreso Mundial Menonita (CMM) crea recursos de adoración para los jóvenes anabautistas alrededor del mundo, con el fin de celebrar un tema común durante una misma semana en junio. Líderes jóvenes en Bogotá respondieron a este llamado conformando un grupo de representantes de cada denominación anabautista, Iglesia Cristiana Menonita de Colombia, Iglesia Hermandad en Cristo, Iglesias Hermanos Menonitas de Colombia, para planear el evento.

    Esta fue la primera vez que un culto unido incluyendo las tres denominaciones fue planeado por y para jóvenes. Aunque dos de los miembros del comité de planeación habían asistido a la Cumbre Mundial de la Juventud (GYS por su sigla en inglés) en 2015, la mayoría de los jóvenes locales nunca habían participado en las anteriores asambleas del CMM.

    El tema de la GYS “Llamado a Compartir: Mis Dones, Nuestros Dones” dio la inspiración para este evento. “Pensamos que después del tiempo que tuvimos en la Cumbre Mundial de la Juventud, un tiempo de integración, de crecer, aprender y compartir nuestras dones en comunidad, era una excelente oportunidad y excusa para traer a Bogotá ese tiempo vivido allá, poder integrarnos y trabajar juntos por la unidad entre ‘las tres denominaciones’,” dijo Jardely Martínez, una miembro del comité de planeación.

    Para conectarse con otros jóvenes anabautistas alrededor del mundo, los organizadores les pidieron a jóvenes de otros países que enviaran saludos por medio de videos. Los videos fueron compilados y mostrados durante el culto.

    Para muchos, lo más destacado del culto fue el tiempo de oración por las peticiones incluidas en los recursos para la adoración de la Semana de la Fraternidad YABs. Para Esteban Sánchez, fue muy importante “recordar qué problemas hay en otros lugares del mundo afectando a nuestros hermanos y hermanas, para poder juntos apoyarles en oración.”

    “Realmente este culto nos ayudó mucho a sentir que somos parte de una gran familia anabautista a nivel global,” escribió Alexander Gutiérrez, un miembro del comité de planeación.

    Grupos de jóvenes y jóvenes adultos también organizaron actividades alrededor del tema de la Semana de la Fraternidad YABs en India, Paraguay, Zimbabue e Indonesia. En Botsuana, además de discutir sobre el material contenido en los recursos, los jóvenes recogieron la basura, quitaron la hierba y limpiaron fuera de las instalaciones de la iglesia. En Chihuahua, México, jóvenes anabautistas de la Conferencia Menonita de México la cual es miembro del CMM, también se congregaron para un culto unido en el que cantaron y discutieron preguntas de los recursos en pequeños grupos. Oraron por las peticiones locales y por cada continente y terminaron compartiendo una comida.

    -Comunicado del Congreso Mundial Menonita escrito por Kristina Toews

    Fotos: Jardely Martínez

    *Si su grupo de jóvenes o jóvenes adultos celebró la Semana de la Fraternidad YABs, le invitamos a compartir sus historias y fotos con el CMM en photos@mwc-cmm.org.

    Una foto de todos los participantes del culto unido de la
    Semana de la Fraternidad YABs en Bogotá, Colombia.
  • La Comunidad Internacional de los Hermanos Menonitas (ICOMB, por su sigla en inglés) está compuesta por 21 iglesias nacionales en 19 países con aproximadamente 450.000 miembros. ICOMB existe para fomentar las relaciones y los ministerios, para resaltar el testimonio y el discipulado de sus iglesias nacionales miembros – conectando, fortaleciendo y ampliando.

    Rudi Plett comenzó a trabajar para ICOMB (medio tiempo) el 10 de enero. Su primera tarea fue reunirse con David Wiebe en India, en una visita a la Iglesia nacional. Enseñamos talleres a pastores en 3 regiones: “pastor como cuidador” y “pastor como agente de transformación”. Visitamos muchos sitios de la Iglesia local que están construyendo y sus nuevas instalaciones – mucho crecimiento! En el área de Gadwal, hay un número inusualmente alto de personas con discapacidad. Shyam Rao, Decano Académico del MBC Bible College, ha organizado un ministerio. Distribuimos prendas a hombres y mujeres el domingo en la aldea de Nagardoddi.

    —David Wiebe, director ejecutivo

  • Movidos por la situación causada por el avance del Daesh (Estado Islámico) a finales de 2014, 20 miembros de tres comunidades cristianas en el pequeño pueblo de Bellegarde decidieron hospedar a una familia de refugiados de Irak. Después de nueve meses de espera, la familia Mikho con dos abuelas, dos padres y tres hijos, fue anunciada en la estación del tren un sábado en la noche.
     
    Los medios de comunicación estaban ansiosos por mostrar una historia más positiva que la de la decadencia de una Europa temerosa, así que un fotógrafo y periodista cubrió la llegada. Un desfile de medios continuó en los días y meses siguientes e hizo que la respuesta dada en nuestras modestas casas pareciera desproporcionada.
     
    Dentro del mes siguiente, la familia recibió unos ingresos mínimos y un subsidio de vivienda. Nueve meses después, la familia estaba tan bien integrada que los traductores de árabe al francés ya no se necesitaban más, y tanto el esposo como la esposa tenían un empleo. Nuestras comunidades cristianas se han vuelto como una nueva familia para ellos, interviniendo para reemplazar a los de su tierra natal.
     
    La riqueza de habilidades que otros traen a nuestro grupo ha sido valiosa para dar ideas y hacerle saber a la familia que están en casa. Nuestro grupo acompañó a la familia en el proceso de obtener su condición de refugiados, las cartas de residencia, papeles médicos, etc. También apoyamos a los padres en educación, actividades para los niños y acceso a un empleo.
     
    Católicos, Protestantes, Adventistas y Menonitas aprendimos a conocernos mejor y a apreciarnos unos a otros en tanto trabajábamos juntos. A menudo nos encontramos en la situación del aprendiz. Cuando yo intento utilizar frases árabes, me doy cuenta del camino que ellos tienen que recorrer en la dirección opuesta para llegar a nosotros. Nosotros intentamos mostrar, en la medida de lo posible, nuestras canciones y lecturas, tanto en francés como en árabe. Estamos felices de compartir con ellos nuestra visión de la fe cristiana.
     
    Ambas abuelas pasan mucho tiempo bordando imágenes coloridas que evocan escenas bíblicas o religiosas. De ese modo descubrimos una cultura ancestral: nuestros amigos iraquíes son de la provincia de Nínive.
     
    Su historia cristiana es impresionante. Desde la época de los romanos, ellos han resistido influencias del Oriente (la enigmática religión Persa) y del occidente (Roma, ortodoxia bizantina, islam, e incluso misioneros protestantes y católicos). La intervención de la armada de los Estados Unidos en el siglo XX ha acabado con su modo de vida, motivando otras reacciones regionales, con las consecuencias catastróficas que vemos ahora.
     
    Estamos en un caminar con nuestros amigos, un caminar de idioma, historia y cultura. Esto no es solamente sobre ser acogedores y hospitalarios. Sino sobre ser hermanos y hermanas en humanidad que se encuentran a través de las fronteras.
     
    Escrito por Daniel Goldschmidt, un miembro de Eglise Evangélique Mennonite (Iglesia Evangélica Menonita) en Saint-Genis-Pouilly, Francia.
     
    Este testimonio hace parte de los recursos para la adoración del Domingo de la Fraternidad Mundial 2017. Haga clic aquí para ver más: www.mwc-cmm.org/domingofraternidadmundial
     
  • Frontera Misionera: Nuestra meta es compartir cada año una frontera misionera con los miembros de las redes de GMF y GASN. Las ideas son para informar, aprender e inspirar sobre el trabajo y los desafíos que las iglesias anabautistas y las organizaciones enfrentan en un país en particular.


    Uruguay tiene uns superficie de 176.215Km². En el norte linda con Brasil, en el oeste con Argentina a través del Rió Uruguay y en el sur está el Rio de la Plata y el Océano Atlántico.

    En el año 2010 el país contaba con 3.500.000 habitantes, de los cuales la mitad vive en y alrededor de la Capital Montevideo.

    Dos gustos comunes entre la agente son el futbol y la política. Se dice que cada niño uruguayo nace con una pelota debajo del brazo. Las elecciones nacionales son obligatorias, lo que hace que el pueblo participa como ningún otro pueblo en la elección de sus gobernantes.

    En el comportamiento social y por ser un país pequeño, la gente guarda el estilo tradicional y conservador. Son tranquilos y gustan del vecindario. Son muy receptivos y buenos anfitriones para con el extranjero, por lo cual hay muchas colonias y poblaciones extranjeras en el país. En Uruguay no queda población autóctona de indígenas.

    Un creciente numero de hogares tienen solo uno de los padres, por eso un quinto de los hogares uruguayos está dirigido por mujeres solas.

    Desde 1916 existe la separación entre Estado e Iglesia. La libertad de culto está confirmada en la Constitución. 60% se consideran Cristianos, 24% no se consideran religiosos o son ateos, 12% son espiritistas, 1.8% judíos. De los que se consideran Cristianos 47% se consideran católicos y 6.5% evangélicos. Por lo menos la mitad de los que se consideran cristianos no participan en ninguna iglesia (Las estadísticas varían mucho). A raíz de la naturaleza laica del estado uruguayo, las festividades cristianas reciben oficialmente otros nombres, Semana Santa es Semana de Turismo, Navidad es Fiesta de la Familia. Muchas creen en Dios “a su manera”. Viven su religiosidad sin identificarse con ninguna confesión, algo que los hace victima facil del relativismo moral e inversión de valores. Tienen desconfianza de los aparatos religiosos. El componente de religiones sincrétistas con las religiones africanas posee creciente importancia.

    Esto le da a Uruguay un ambiente religioso muy diferente que el resto del continente. Muchas veces se ha tildado a Uruguay como el cementerio de los misioneros, ya que es difícil plantar una iglesia, obra para la cual se tiene que tener a disposición no menos de 5 años, pero generalmente más.

    Los primeros contactos evangélicos en el país llegaron con la ocupación inglesa en 1806, o sea con la llegada de la iglesia Anglicana. En 1839 hubo un primer intento metodista, que se confirmó recién en los años 1860. Desde 1857 comenzaron a llegar los valdenses. En esa época también comenzaron a venir más Luteranos. En 1911 se organizó la primer iglesia bautista y también los Hermanos libres. En 1926 la iglesia evangélica Armenia. Los primeros Mennonitas llegaron en 1948 de Alemania como refugiados de la Segunda Guerra Mundial y pocos años después se comenzó la labor misionera entre los uruguayos. Después llegaron inmigrantes y misioneros de muchos otros grupos.

    En las últimas decadas también han llegado a Uruguay grupos llamados evangélicos que en realidad apuntan a la recolección de dinero, pidiendo dinero para orar, sea por los enfermos u otras situaciones de la vida, juntando fortunas y dejando un testimonio pésimo para el mundo evangélico.

    Aunque se han hecho esfuerzos específicos de crecer y de plantar más iglesias, todavía existen zonas en el país que tienen muy pocas o ninguna iglesia evangélica, como es la costa del Río de la Plata desde Montevideo hasta Punta del Este y unos cuantos pueblos en el interior del país. De a poco el movimiento evangélico del país se está confirmando en manos locales.

    Como Menonitas hemos tenido varias comisiones misioneras para promocionar la plantación de iglesias, y hemos podido crecer algo en número y en congregaciones, pero aun tenemos dificultades en mantener nuestra identidad Anabautista y un esfuerzo unido de extensión.

    Al principio del siglo hubo un gran esfuerzo para plantar iglesias a nivel interdenominacional, algo que tuvo un auje, pero después muchos de los puntos conquistados nuevamente fueron perdidos.

    Los Misioneros que vienen al país tienen que contar con tiempo, tanto de parte de las congregaciones que los envían como para ellos mismos. Algunos se han tomado un año para colaborar con alguna organización paraeclesiastica para conocer el mundo uruguayo, tanto evangélico como secular. Otra recomendación es que ya conozcan el español o que lo aprendan aquí en el país, algo que les ayudará mucho en su integración, ya que Uruguay tiene sus propias expresiones. Discusiones sobre politica y futbol pueden ser muy intensas, por lo cual es bueno ser cuidadosos con ellas.

    El mundo evangélico en uruguay está dividido entre liberales y conservadores, que tienen una tensión importante entre ellos.

    Somos un país con un porcentaje de evangélicos bajo y nos cuesta lograr un crecimiento firme.

    Por lo cual les pedimos que oren por nosotros y por nuestro país Uruguay, para que el testimonio evangélico pueda crecer.

    Hermann Woelke

     

  • Testimonio de la primera mujer en ser ordenada para un ministerio de tiempo completo en las Iglesias de los Hermanos en Cristo del Sur de África.

    Mi nombre es Jessie Francis Kamoto. Nací el 20 de noviembre de 1975 en una familia cristiana, miembros de la iglesia Presbiteriana de África Central (CCAP por su sigla en inglés). Me casé en 1993 con el Reverendo Francis Kamoto. Dios nos ha bendecido con tres hijos: Memory (22 años), Vincent (18 años) y Nancy (8 años).

    Me dediqué a amar y trabajar para el Señor. Por causa del desempeño que estaba mostrando, el líder de los maestros de escuela dominical recomendó que yo iniciara el entrenamiento. Me convertí en maestra de escuela dominical.

    Sin embargo, mi vida no estuvo rendida completamente al Señor hasta 1995. Mi esposo y yo fuimos a un encuentro con nuestros hermanos y hermanas de la Iglesia de los Hermanos en Cristo en el municipio de Ndirande, en donde el predicador predicó sobre Romanos 12:9-21. El mensaje, “El amor debe ser sincero”, tocó mi corazón. Me pregunté si: ¿practicaba la hospitalidad? ¿Vivía en armonía con todo el mundo? ¿Tenía un corazón perdonador? Le entregué mi vida por completo al Señor ese día y fui bautizada ese mismo año.

    Mi pasión por servir al Señor incrementó, lo cual fue reconocido por algunos líderes de la iglesia. Un día, me pidieron que compartiera la Palabra de Dios en la iglesia. Yo nunca había predicado antes, pero le agradezco a Dios por darme la valentía para compartir. Me di cuenta de la importancia de conocer la Biblia bien para entregar buenos mensajes.

    Por la gracia de Dios, tuve el privilegio de unirme al Instituto Bíblico Evangélico de Malawi como estudiante entre el 2001 y el 2003.

    En 2003, los líderes eclesiales se dieron cuenta de que las mujeres estaban inactivas y necesitaban mayor conocimiento. Los directivos eligieron mi nombre para liderar el ministerio de mujeres. Durante mi tiempo en este cargo (2003-2015), mi esposo y mis hijos me apoyaron y me animaron, especialmente cuando surgieron retos en el ministerio.

    El liderazgo de la Iglesia de los Hermanos en Cristo me ordenó como ministra licenciada en 2010 y me asignó para ser pastora asociada junto con mi esposo en la Iglesia de los Hermanos en Cristo de Ndirande en Blantyre.

    Me siento triste cuando veo a mucha gente que necesita a Cristo. Este es mi motor en el ministerio: el ver más gente que conoce a Cristo como Señor y Salvador de sus vidas.

    Hay muchas áreas en las que disfruto sirviendo al Señor, entre las cuales esta predicar y aconsejar. No siempre es fácil, pero con la ayuda de Dios, realizo esas tareas y la gente aprecia el consejo.

    Le agradezco a Dios porque soy la primera mujer en ser ordenada en la historia de la Iglesia de los Hermanos en Cristo en Malawi; es un honor para mi familia, la iglesia, e incluso para mí. Con esta nueva posición, podré servir al Señor al máximo. Es mi oración que Dios me ayude a servirle de acuerdo a su voluntad.

    Espero que esto anime a las mujeres a trabajar fuertemente, a aprender y a asistir a la escuela bíblica. Mi súplica para el liderazgo de la iglesia es que creen más oportunidades para que las mujeres aprendan la palabra de Dios.

    También, como la esposa del nuevo obispo, tengo la oportunidad de viajar con él, conociendo a la gente y atendiendo las necesidades. En nuestro servicio para el Señor, aspiraremos a conocer mejor la Palabra de Dios, a orar y a discutir las problemáticas juntos.

    Quiero llegar a las personas de edad avanzada y a los huérfanos. Este grupo de personas necesita experimentar el amor de Dios mientras que nosotros llenamos sus necesidades tanto físicas como espirituales. Mi oración es que un día Dios me provea los recursos que me permitan poder llegar a estas personas.

    Finalmente, quiero agradecerle a Dios por sus misericordias y posibilidades mientras le sirvo. Necesito sus oraciones para lograr esta tarea satisfactoriamente.

    —Jessie F. Kamoto está ordenada para servir en las Iglesias de los Hermanos en Cristo en Malawi. Ella sirve junto con su esposo quien es un obispo.

  • Winnipeg, Manitoba, Canadá – Cuando la iglesia Toronto United Mennonite Church (TUMC, por su sigla en inglés) decidió que era hora de renovar y ampliar su edificio, la congregación quería que el proyecto fuera más allá de su esfera habitual de influencia. Ubicada en la ciudad más grande y multicultural de Canadá, TUMC cuenta con unas 200 personas de cinco continentes que hablan 10 idiomas diferentes, con una conexión particularmente fuerte con América Central.

    “Hablamos con Arli Klassen sobre cómo compartir nuestra donación con el Congreso Mundial Menonita”, dice el presidente del comité de construcción Richard Ratzlaff, y ella los dirigió a la cuenta del Fondo de Ayuda de la Iglesia Mundial. Hace 20 años TUMC había dado un “diezmo” similar en la recaudación de fondos para la ampliación de un proyecto de un edificio.

    “El Fondo de Ayuda de la Iglesia Mundial, GCSF (por su sigla en inglés), es un fondo del CMM en el cual las iglesias miembros pueden aplicar para solicitar ayuda financiera cuando se trata de un proyecto de construcción”, dice Klassen. La solicitud de recursos finacieros del fondo debe ser aprobada por la oficina de la iglesia nacional y el grupo beneficiario debe contribuir con una parte del costo total del proyecto.

    El objetivo del Fondo de Ayuda de la Iglesia Mundial es poner en acción las palabras del apóstol Pablo sobre la igualdad: “la abundancia de ustedes suplirá lo que ellos necesita, para que a su vez la abundancia de ellos supla lo que ustedes necesitan” (2 Corintios 8:13–15).

    Dos tercios de los 1,8 millones de creyentes anabautistas residen en África, Asia y América Latina, pero el 95 por ciento de la riqueza anabautista reside en América del Norte y Europa. El GCSF proporciona un medio “para redistribuir la riqueza en el espíritu bíblico del jubileo”.


    La Oficina y Centro de Retiros de FIEMN,
    Fraternidad de Iglesias Evangélicas Menonitas de Nicaragua,
    solicitó ayuda financiera para contribuir con su plan integral de
    adquisición de un terreno para 2 congregaciones,
    la remodelación de la oficina nacional y
    las mejoras del sitio para campamentos y retiros.
    Fotos: Nicaragua photos: FIEMN
    (Fraternidad de Iglesias Evangélicas Menonitas Nicaragua)

    La iglesia TUMC designó el 2 por ciento ($20.000) de su recaudación ($900.000) al GCSF del CMM. Su proyecto implicó la transformación creativa del edificio existente para tener más espacio “para saludar, para conocer y para aprender; para ofrecer hospitalidad y para jugar,” además de añadir acceso y rampas para sillas de ruedas así como más espacio para la oficina de los colaboradores en el ministerio.

    No se dudó en compartir los fondos con el CMM, dice Ratzlaff. “Somos una iglesia muy rica y lo sabemos. En todo caso, había una percepción de que estábamos gastando demasiado en nosotros mismos y no lo suficiente en nuestros hermanos y hermanas en otros lugares.”

    Irónicamente, con el porcentaje que la iglesia TUMC está donando al CMM, se podría financiar una gran parte de un proyecto de construcción en cualquier parte del mundo, mucho más de lo que se podría hacer con el monto total de su recaudación de fondos en Canadá.

    Cuando el 13 de noviembre de 2016 la iglesia TUMC dedicó su edificio ampliado y renovado, en el servicio de celebración se compartió 2 Corintios 8:15: “Ni le sobró al que había recogido mucho, ni le faltó al que había recogido poco” (2 Corintios 8,15).

    “El objetivo financiero del GCSF cada año es de $100.000, aunque la Comisión de Diáconos solo puede gastar en función de lo que realmente se recibe”, dice Klassen. Alrededor de la mitad del dinero es para proyectos de construcción, el resto cubre las visitas de los Diáconos a las iglesias miembros en situaciones de dificultad.

    En 2016, hubo cinco solicitudes de aproximadamente $10.000 cada una para la construcción de edificios de iglesias, escuelas y remodelación de oficinas, provenientes de África, Asia y – de interés particular para la iglesia TUMC – Colombia y Nicaragua.

    “Varias familias en la congregación tienen raíces en Colombia”, dice Ratzlaff, y las dos congregaciones involucradas en la construcción están comprometidas en ayudar a inmigrantes y refugiados de América Central quienes también componen éstas iglesias.

    “Estamos muy felices de saber que podemos contribuir a otros en nuestra iglesia mundial”, dice Ratzlaff.

    Comunicado del Congreso Mundial Menonita por Karla Braun