Oraciones de gratitud e intercesión

  • Servir en una zona del mundo relativamente cercana al propio país de origen, donde el idioma predominante es el mismo que uno habla, puede ser relativamente fácil, pero los participantes de la Red de Intercambio Anabautista-Menonita para Jóvenes (YAMEN, por su sigla en inglés) que provienen de países de América Latina, y sirven en otros países de la misma región, pueden notar las diferencias de primera mano.

    YAMEN es un programa conjunto entre el CCM y el Congreso Mundial Menonita, una comunidad mundial de fe de la tradición anabautista. Una parte importante del programa es entablar conexiones entre las iglesias anabautistas en diferentes partes del mundo.

    Los obreros de YAMEN provienen de regiones diferentes a Canadá y los Estados Unidos y realizan su labor de servicio fuera de estos dos países.

    He aquí las historias de algunos de los participantes de América Latina:

     Erica VanEssendelft)

    Juan Torrico Soliz – boliviano sirviendo en México

    Juan Torrico Soliz, de 21 años de edad, proviene de Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, y está sirviendo en la Ciudad de México como asistente de recibimiento en la “Casa de los Amigos”, donde también

    reside. Antes de mudarse a México, Soliz estudió Turismo y Administración Hotelera, además trabajó en una guardería.

    Uno de los mayores choques para él fue mudarse a una ciudad de 21,2 millones de habitantes. La Gran Ciudad de México empequeñece a su ciudad natal que alberga a un poco más de un millón de personas. El adaptarse a una rutina diaria más estructurada también fue un desafío para él.

    “Aquí [en la Ciudad de México], el almuerzo, dependiendo del lugar donde uno trabaje, dura una o dos horas, pero en Bolivia a la hora del almuerzo todo está cerrado. Aquí acostumbro almorzar entre las 3 y las 4 de la tarde, pero en casa, comía a eso de las 12 o 12:30. El horario durante el día es tan diferente que fue difícil acostumbrarme”, dijo Soliz.

    Al igual que los otros participantes, tuvo situaciones extrañas con respecto a la manera como se habla su idioma materno.

    “En México, una pajita para beber de un vaso es un popote, pero en Bolivia la llaman bombilla, en México bombilla significa foco de luz, lo cual se presta para algunas interacciones cómicas”, comentó Soliz en medio de sonrisas.

    Él es uno de los pocos participantes de YAMEN que no está viviendo con una familia anfitriona. Sin embargo, dice que es importante tratar de estar en contacto con las personas a nivel local para entablar relaciones.

    “A pesar de no estar viviendo con una familia anfitriona, pienso que es importante mantener un equilibrio entre encontrar apoyo en el país anfitrión e interactuar con la familia propia”, expresó.

     Rebecca Smucker)

    Juliana Arboleda Rivas – colombiana sirviendo en Bolivia

    Proveniente de Quibdo, Chocó, Colombia, Juliana Arboleda Rivas está sirviendo en Santa Cruz, Bolivia, en el Hogar para Niños Stansberry.

    Rivas dijo que los pastores en su comunidad local notaron la pasión que tiene por servir y la animaron a participar de YAMEN.

    “Ha sido una experiencia muy enriquecedora. No tengo palabras para expresar la felicidad que siento. Feliz, feliz, feliz, feliz», dijo expresivamente. “Sabía que iba a ser diferente, pero estaba lista para cualquier cosa. Me llamo Juliana, la mujer valiente lista para los desafíos”. Rivas dice que ha aprendido lecciones claves a lo largo del camino. “He aprendido sobre el trabajo en equipo, el valor del servicio asó como el amor y la dedicación que uno da sin esperar nada a cambio. Estoy contenta de conocer a personas que enriquecen mi vida”, manifestó Rivas.

     Andrew Claassen)

    Jhon Alex Martínez Lozano – colombiano sirviendo en Nicaragua

    Jhon Alex Martínez Lozano procede de la localidad de Basurú en el Chocó, Colombia, donde trabajó en una mina de oro además de servir como voluntario en la iglesia de los Hermanos Menonitas de la ciudad; adicionalmente, estudió periodismo radial. A través de YAMEN, sirve como asistente comunitario con una organización llamada “Podcasts por la Paz” en la capital de Nicaragua, Managua.

    A Lozano le preocupaba que su etnia colombiana fuese una barrera para integrarse en la comunidad.

    “Antes de venir aquí me preocupaba el racismo, que tal vez habría discriminación porque soy colombiano y porque Colombia ha sido vulnerable a la drogadicción y el tráfico”, explicó. “Ha habido algunas veces en las que las personas me han hablado sobre eso o han tocado el tema, pero no ha sido tan frecuente”.

    De hecho, a Lozano se le advirtió acerca del trabajo en “Podcasts por la Paz” debido a la reputación de la zona en temas relacionados con el crimen.

    “No ando por ahí con temor preocupándome de quién va a hacerme daño o a robarme porque siento que estoy con mi familia”, expresó.

    “Un día estaba hablando con una familia en Acahualinca y les estaba contando al respecto (la percepción pública sobre el riesgo en la zona) y la familia me dijo que ellos no dejarían que me pasara nada, así que eso me ayudó a sentirme mucho más seguro”.

    Lozano comentó que YAMEN le permitió explorar más su fe en diferentes maneras, además, le enseñó a interactuar con personas con las que nunca antes se había relacionado.

    “Mi tiempo aquí en Nicaragua ha sido un tiempo para Dios. He aprendido mucho y voy a seguir aprendiendo”, dijo Lozano.

    Para conocer más sobre YAMEN, visite mwc-cmm.org/es/yamen

    Artículo de Rachel Bergen

    Un comunicado conjunto del Congreso Mundial Menonita y del Comité Central Menonita.

     

  • Winnipeg, Manitoba, Canadá – “La situación es muy grave,” dice Francisca Ibanda, representante regional de África Central/Occidental del Congreso Mundial Menonita.

    La ONU estima que más de 50.000 personas de la RD del Congo se convertirán en refugiados en Angola en el 2017, huyendo de los violentos ataques que tienen lugar en la región central. Iniciando con 1.000 personas en marzo y llegando hasta 20.000 en mayo, el número continúa creciendo, influenciado también por la generalizada inestabilidad económica, social y política que prevalece en la región centroafricana, afirma Ibanda.

    Muchos miembros de la iglesia Communauté Mennonite au Congo de las provincias Kasaï, han huido a la provincia vecina de Bandundu o han cruzado la frontera a la provincia de Lunda en el Norte en Angola.

    Algunos Menonitas que se refugian en Angola prefieren unirse a una iglesia Menonita local, en lugar de vivir en un campo de refugiados, informa Ibanda. Ella expone el ejemplo de los pastores Menonitas Moise Kalondji y Malu Bakatuambisha de Tshikapa, RDC, quienes se están refugiando con un pastor Menonita en Angola. Kalondji está con sus ocho hijos, pero Malu está tratando de reunirse con sus cuatro hijos quienes fueron separados de él en el Congo.

    “Oremos por paz,” dice Ibanda.

    Angola se enfrenta a sus propios desafíos económicos frente a la caída de los precios del petróleo. Las iglesias Menonitas en Angola, históricamente formadas por los mismos refugiados, están respondiendo desde sus propias posibilidades.

    —Karla Braun, Comunicado del Congreso Mundial Menonita

  • El Congreso Mundial Menonita construye una red de conexiones dentro de la familia anabautista menonita alrededor del mundo, a través de su sitio web, correos electrónicos, redes sociales, publicaciones frecuentes y el establecimiento y consolidación de relaciones con otras organizaciones. En el último semestre han estado surgiendo nuevos puntos y estrategias de conexión.

    • “Una iglesia de paz renovada construye puentes” es el tema de este año incluido en el paquete de recursos del Domingo de la Paz. Contiene anotaciones de los sermones de Thomas Yoder Neufeld sobre el tema “Cristo es nuestra Paz” basado en Efesios 2,11–22, además incluye historias de promotores anabautistas de paz en Indonesia, Colombia y Zambia, oraciones y sugerencias de lecciones objetivas. El CMM publica anualmente tres paquetes de recursos para el culto: materiales para el Domingo de la Fraternidad Mundial para el 25 de enero, recursos para el Domingo de la Paz para el 21 de septiembre y un paquete recopilado por el Comité de YABs (Jóvenes Anabautistas) para uso de los jóvenes/jóvenes adultos durante la tercera semana de junio. 

    Haga clic aquí para descargar los recursos para el culto del Domingo de la Paz.

    • Los representantes regionales están extendiendo las historias del CMM en otros idiomas, además de los idiomas oficiales inglés, español y francés. Las ediciones de la revista Correo ahora se pueden encontrar en chino, coreano y japonés, asimismo, unas ediciones selectas de Info, la circular electrónica de noticias, están disponibles en hindi, coreano y japonés. Las traducciones de Info al chino están disponibles desde febrero de 2017.

    Ingrese a mwc-cmm.org/correo para leer la revista Correo en línea en cualquiera de estos idiomas. Envíe un correo electrónico a bogota@mwc-cmm.org con su idioma de preferencia para unirse a una lista específica de destinatarios de correo.

    • Las perspectivas e inspiración de la Asamblea 2015 se pueden revivir en el libro, “Memorias”, publicado en el mes de febrero de 2017. El volumen recopila las ponencias de las plenarias, los saludos ecuménicos, los recursos para el culto, las listas de programas y mucho más.

    Para ver o descargar el libro visite mwc-cmm.org/pa2015memorias.

    —Karla Braun, Comunicado del Congreso Mundial Menonita

  • Testimonio para Renovación 2027: Los anabautistas de hoy

    Renovación 2027 es una serie de eventos que se llevarán a cabo durante 10 años, con la finalidad de conmemorar el aniversario 500 de los inicios del movimiento anabautista. Esta serie destaca a los líderes del movimiento desde épocas históricas hasta el presente. En esta entrega, KyongJung Kim, representante regional del CMM para el noreste de Asia, reflexiona sobre su visita a Eun Hunki (Takai Satoshi en japonés), un granjero menonita coreano que vive en Japón.

    La granja lechera menonita de Eun Hunki se encuentra a 40 minutos del centro Menonita Hukuzumin, en Hokkaido, Japón.

    Eun se graduó en 1960 de la Escuela Vocacional Menonita en Kyungsan, Corea del Sur. Cuando el Comité Central Menonita llegó a hacer trabajo de ayuda en emergencias, en Corea del Sur después de la Guerra de Corea, estableció una escuela vocacional para niños huérfanos como Eun. Los estudiantes no solo adquirieron conocimiento académico sino también valores basados en la fe Menonita, algunos de los cuales eran diferentes de los que Eun había aprendido anteriormente.

    Su vida no fue fácil, pero nunca dejó de llevar el espíritu de Jesús el cual los Menonitas le enseñaron a través de sus años en la escuela vocacional, en  los años 1950-60. Después de la graduación, estudió ganadería lechera y finalmente se mudó a Hokkaido, Japón, a vivir con su familia.

    Después de muchos años de trabajo duro, Eun estableció una granja lechera menonita en Hokkaido durante el año 2007. El letrero de su granja dice: “En memoria de los cristianos menonitas que sirvieron en el nombre de Cristo en la Escuela Vocacional Menonita en Corea 1951–1971”. Él espera que su vida y trabajo contribuyan a la extensión del reino de Dios.

    El camino de la vida de Eun lo llevó  a una tierra extranjera para hacer un nuevo hogar. (Muchos coreanos experimentaron el gobierno colonial japonés sobre Corea entre 1910 y1945 el cual actuó de manera severa y opresiva). Para Eun, la reconciliación es un proceso en marcha; él está eligiendo seguir el camino de Jesús incluso en lo que podría ser llamado un país enemigo. Eun es un ejemplo de cómo una víctima puede ser transformada para producir el fruto del Espíritu que es de beneficio para todos en el reino de Dios.

    Las relaciones impulsadas desde el CMM y el trabajo en red con las iglesias nacionales miembros [del CMM], son valiosas para Eun. Él está interesado en tener trabajadores menonitas para que vayan a servir y a aprender conjuntamente en su granja en Hokkaido.

    “Ciertamente la cosecha es mucha, pero los trabajadores son pocos. Por eso, pidan ustedes al Dueño de la cosecha que mande trabajadores a recogerla” (Mateo 9,37–38).

    Mientras Eun cultiva su visión de participar en la misión de Dios junto a las iglesias anabautistas en Japón, que su trabajo y vida también se conviertan en catalizadores para que las iglesias japonesas crezcan.

    —KyongJung Kim es el representante regional del CMM para el noreste de Asia, quien estuvo visitando las iglesias anabautistas a lo largo de Japón (Conferencia de los Hermanos Menonitas, Nihon Kirisuto Keiteidan*, Nihon Menonaito Kirisuto Kyokai Kaigi*, Nihon Menonaito Kirisuto Kyokai Kyogikai *, Tokyo Chiku Menonaito Kyokai Rengo*[los asteriscos indican membresía en el CMM) en 2016.

  • La Asociación Internacional de los Hermanos en Cristo (IBICA, por su sigla en inglés) es la red que articula a todas las conferencias nacionales de la Iglesia de los Hermanos en Cristo y tiene el objetivo de facilitar la comunicación, fomentar la confianza y la cooperación dentro de nuestra comunidad mundial, además, establecer una comprensión conjunta y mutua a través de nuestros valores fundamentales. IBICA, uno de los miembros asociados del CMM, tiene un número estimado de 190.000 asistentes distribuidos en 30 países alrededor del mundo, quienes representan decenas de iglesias nacionales.

    Oraciones de todo el mundo:

    Alabamos al Señor por el interés expresado y el crecimiento evidente en un pequeño grupo que se encuentra en un poblado de Tailandia que es conformado por nuevos creyentes y personas que quieren conocer más acerca de Dios.

    De gracias a Dios por la manera que está utilizando a pastores recientemente asignados, enseñanzas bíblicas refrescantes y lecciones sencillas acerca del reciclaje para edificar su iglesia en Malawi.

    Noticias de Canadá:

    El 6 de mayo de 2017, 476 delegados y miembros de 67 iglesias, grupos comunitarios y organizaciones afines se reunieron para la Asamblea General Anual de BIC Canadá. Entre alabanzas, oraciones, conversaciones y videos, discutamos temas claves para el bien funcionamiento de la iglesia, incluyendo una propuesta para cambiar el nombre de la denominación. Esta propuesta marcó un final a un proceso que se había iniciado antes que el 2014 cuando se reunieron unos líderes para conversar acerca de las tensiones que se estaba generando nuestro nombre Brethren in Christ Church of Canadá”. Estamos complacidos a hacer el anunciar que el nuevo nombre de nuestra denominación es Be in Christ Church of Canada”. Es emocionante pensar en las nuevas oportunidades que este nombre nos brinda para entablar conversaciones acerca de lo que significa seguir a Jesús.

    – Alex Nicholls, director de comunicaciones y coordinador de donantes, BIC Canadá

  • La Comunidad Internacional de los Hermanos Menonitas (ICOMB, por su sigla en inglés) está compuesta por 21 iglesias nacionales en 19 países con aproximadamente 450.000 miembros. ICOMB existe para fomentar las relaciones y los ministerios, para resaltar el testimonio y el discipulado de sus iglesias nacionales miembros – conectando, fortaleciendo y ampliando.

    El tiempo es ahora

    “Después de orar y ayunar, estaba convencido de que ya es hora” compartió Luis Alberto Mereles. Luis es un ex prisionero, con un largo expediente de actividad criminal y varios intentos de fuga, uno de ellos apuñalando y secuestrando al director de la prisión. Nos mostró el lugar más peligroso de toda la prisión. Estaba cerrada y ningún guardia entraría sin un pequeño ejército con él. Entró en esa sección y le pidió al guardia que se colocara detrás de él, quien lo hizo sólo después de prolongada insistencia. Empezó a predicar y pronto un convicto, con un gran cuchillo que clavaba contra la barandilla, gritó: “¡morirás!” Lo silenció en el nombre de Jesús. Él continuó predicando y después de hacer un llamado al altar, 52 presos aceptaron a Jesús como Señor y Salvador. Después de una semana, estos 52 hombres recibieron permiso para ir a adorar en otra sección llamada “Libertad”, llevada a cabo como un ministerio de rehabilitación de la iglesia de los Hermanos Menonitas Concordia en Asunción, Paraguay. Después de un tiempo, este lugar fuertemente custodiado y cerrado, se integró en la sección “Libertad” y se ha convertido en un lugar de esperanza, dando a los presos sentenciados la oportunidad de ir a la escuela, la universidad, hacer artesanías o pequeños trabajos dentro de la prisión para ayudar a apoyar sus familias.

    —Rudi Plett, director asociado

  • Un testimonio para Renovación 2027: perfil histórico

    Renovación 2027 es una serie de eventos que se llevarán a cabo durante 10 años, con la finalidad de conmemorar el aniversario 500 de los inicios del movimiento anabautista. Esta serie destaca a los líderes del movimiento desde épocas históricas hasta el presente.

    ¿Cómo fue para un cristiano que defendía el uso de la fuerza por parte del estado, que ésta fuerza se usara en contra suya? ¿O cómo fue para una esposa, después del encarcelamiento y tortura de su esposo, observar mientras él era quemado en la hoguera? ¿O cómo fue, que ésta esposa fuera atada, tres días después de la muerte de su esposo, a una gran piedra y arrojada desde un puente al Rio Danubio?

    Los miembros de ésta pareja de esposos fueron Elsbeth (Elizabeth) y Balthasar Hubmaier.

    Christian Neff y Christian Hege resumen la vida de Elsbeth: “Elsbeth (Elizabeth) Hügeline, la esposa de Balthasar Hubmaier, era la hija de un ciudadano de Reichenau en el Lago de Constanza (Lake Constance), con quien Balthasar Hubmaier se casó el 31 de enero de 1525. Ella era una mujer muy enérgica y valiente, que compartió la misma triste suerte de su esposo con amor devoto y fidelidad. Cuando él fue detenido y después de una cruel tortura fue condenado a muerte, ella le dio palabras de consuelo. Tres días después ella también sufrió la muerte como mártir en Viena. Con una piedra atada a su cuello fue arrojada desde el gran puente sobre el Danubio el 13 de marzo de 1528, en Viena.” Su fecha de nacimiento no ha sido proporcionada.

    Balthasar Hubmaier (aproximadamente 1480–1528) tuvo una cercana relación con la Guerra de los Campesinos en Alemania. La gente quería librarse de algunos impuestos; además, el derecho de usar la tierra, el agua y el bosque (y sus criaturas) para su beneficio; también querían el derecho a elegir sus propios pastores. Se sugiere que Hubmaier incluso ayudó a escribir una lista de las demandas de los plebeyos.

    Balthasar era un ex sacerdote que tenía un doctorado en teología, un teólogo capacitado que se oponía a los abusos de los católicos y protestantes, defendía el bautismo de los creyentes y fue encarcelado por sus opiniones.

    Después de la tortura física, aceptó renunciar a sus creencias anabautistas, pero, cuando tuvo que hacer una declaración pública ante Ulrico Zuinglio, habló a favor del bautismo de los creyentes, Zuinglio hizo que lo llevaran a la cárcel nuevamente en donde fue estirado en el potro (instrumento de tortura).

    Balthasar Hubmaier sostenía que el estado había sido divinamente ordenado con el fin de usar la fuerza para proteger a los inocentes, además, que un rey podría gobernar mejor si fuera cristiano y asimismo un cristiano podría defender a otros haciendo uso de la fuerza. Él no lo hizo porque ignoraba las posiciones de otros anabautistas.

    En el mismo año en que la Confesión de Schleitheim fue preparada (1527), Balthasar había escrito un folleto “Sobre la Espada” en el que retaba las perspectivas de no-resistencia entre los anabautistas. Por su perspectiva sobre el uso de la fuerza, Hubmaier había sido apartado de

    algunos círculos anabautistas que no apoyaban la resistencia y tuvo reconocimiento en algunos círculos más amplios, incluyendo los bautistas.

    Algunos piensan que es irónico que Balthasar defendiera el uso de la fuerza por parte del gobierno, pese a haber sido torturado por oficiales. Quienes afirman esto están confundidos. Lo que Balthasar defendía era el buen gobierno; lo que éste personaje sufrió fue un abuso del estado. Ambas son realidades en nuestro mundo.

    Elsbeth sufrió de la misma manera. Piensa en ella si alguna vez contemplas las hermosas aguas del río Danubio.

    —Terry M. Smith es editor de “The Messenger”, una publicación de la Evangelical Mennonite Conference (Conferencia Menonita Evangélica) ubicada en Canadá. Este artículo tuvo su primera aparición en su sitio web el 30 de abril del 2017.

  • Bogotá, Colombia – “El CMM es una familia mundial a través de la cual experimentamos nuestra participación en el cuerpo de Cristo”, afirma el secretario general César García. Las redes sociales son un escenario en el que participamos conjuntamente, permitiéndonos atravesar los límites geográficos.

    «Somos un lugar de encuentro para la familia Anabaptista», dice la directora de comunicaciones Kristina Toews. “A través de las plataformas en línea del CMM, podemos hablar con otras personas, compartir experiencias de vida haciendo uso de fotografías, orar juntos y brindarnos palabras de ánimo.”

    El equipo de comunicaciones del CMM utiliza las redes sociales para compartir historias, noticias, oraciones – y solicita fotografías así como obras de arte para ser tenidas en cuenta en sus publicaciones. Algunas de las ilustraciones y fotos que han sido recibidas, han aparecido en las redes sociales o han sido incluidas en momentos o publicaciones especiales como el saludo navideño y los recursos para el Domingo de la Fraternidad Mundial del CMM además de la Semana de la Fraternidad YABs.

    La edición de Correo (La revista del CMM la cual se publica dos veces al año) correspondiente a abril de 2017 contenía varias imágenes destacadas que los lectores enviaron en respuesta a la invitación del CMM.

    “Me siento feliz y orgullosa de poder hacer aportes a la revista,” dice Johanna Muñoz de la Iglesia Menonita de Ciudad Berna en Bogotá, Colombia. Cree que el autocuidado es importante (El tema central de la edición de abril fue “salud mental”) y le gusta expresar sus sentimientos a través de fotografías.

    La trabajadora de servicio del programa SALT Danielle Gonzales, coordinadora de comunicaciones web del CMM (2016-2017), busca una amplia variedad de imágenes – desde actividades generales de alabanza y oración hasta materiales temáticos – insumos básicos para la revista Courier – que abarcan la diversidad de la iglesia global

    “Es maravilloso ver que alguien envía fotos de los cultos de su iglesia en la India, Paraguay o la RD del Congo,” afirma Gonzales. “Es un modo grandioso de mostrarle a nuestra comunidad mundial en Facebook, que el CMM no solo está compuesto por líderes, sino que de hecho, está compuesto por todos los miembros de la iglesia. Hay muchísima belleza para ser compartida.”

    Las oraciones del CMM llevadas a cabo los días martes en Facebook, reciben la mayor interacción, alcanzando miles de personas. Una publicación reciente invitando a orar por los inmigrantes y refugiados recibió cientos de respuestas, además fue compartida 17 veces. Olani Ayana de Etiopia comentó: “Me encanta el trabajo del MWC-CMM. Oro para que Dios los una más en oración.”

    Gonzales resalta la manera en que los miembros comparten a través de sus comentarios y fotos. “Me parece que la gente se siente conectada a través de esta plataforma de redes sociales y verdaderamente disfruta viendo el material que se comparte.”

    Cualquier persona puede contribuir en el crecimiento del cuerpo del Congreso Mundial Menonita a través de la siempre activa página de Facebook, de Twitter, de Instagram, y dentro de poco de Flickr, además, es posible hacer el envío de comentarios acerca de las historias en la página web. ¿Cómo expresaría el poder transformador de la Palabra a través del trabajo artístico/arte gráfico? Envíe su trabajo artístico/arte gráfico a photos@mwc-cmm.org a fin de que sea considerado para su uso en Correo y otras comunicaciones del CMM.

    “Le invitamos a participar en la familia anabautista junto a nosotros,” dice Toews.

    —Comunicado del Congreso Mundial Menonita

  • Winnipeg, Manitoba, Canadá – La iglesia en Tanzania experimentó un periodo de avivamiento entre los años 1940–1980 y los líderes de Kanisa la Mennonite Tanzania (Iglesia Menonita de Tanzania o KMT por su sigla en inglés) están listos para recibirlo de nuevo. Los recién elegidos obispos han copartido su visión de expandir la iglesia menonita en Tanzania en un millón de personas.

    En enero del 2017, varios retiros propiciaron la rotación de más de la mitad de los obispos de KTM: cinco nuevos líderes jóvenes (menores de 55 años en comparación con la edad usual de más de 60) se unieron a los tres líderes antiguos para crear un plan para el avivamiento, soñando con una congregación Menonita en cada pueblo de Tanzania.

    Los obispos, que supervisan 230 pastores en iglesias que reúnen 65,000 miembros, tienen un plan estratégico para compartir el evangelio con un millón de personas para el 2034 (año en que se celebra el aniversario número 100 de la Iglesia Menonita en Tanzania). Cada miembro traerá una nueva persona a la iglesia cada año.

    KMT es una iglesia fuerte, dice el Obispo Amos Muhagachi de la diócesis de Dodoma, pero se había quedado estancada. Siendo una de las iglesias menonitas nacionales más antiguas de África, KMT envió trabajadores a plantar congregaciones menonitas en Kenia, además, su escuela bíblica en Bukiroba trae pastores desde Uganda, Burundi, Ruanda y Kenia con la finalidad de prepararlos.

    Últimamente, dice Muhagachi, “Hay una explosión de evangelismo; el Espíritu Santo se está moviendo”.

    Personas con edades entre 14- 45 años representan un 75% de la población de KMT. “Me corrían lagrimas por el rostro al ver gente joven asistiendo a la iglesia”, dice Muhagachi. Una iglesia que el visitó tiene tres coros de jóvenes conformados por 20 miembros cada uno.

    El crecimiento en el instituto bíblico muestra que las congregaciones ya están inspiradas para alcanzar a otros. “Las aplicaciones nunca van más allá de 50 personas, pero este año hay más de 100”, dice Muhagachi.

    Los estudiantes deben pagar 100.000 chelines tanzanos para la matrícula. Las contribuciones de las congregaciones locales ayudan a sufragar otros costos: comida, pintura y sillas para los salones. Las Iglesias también se han ofrecido a subsidiar las tarifas que deben pagar los estudiantes.

    Los líderes eclesiales buscan formación en Biblia y liderazgo para aprender más sobre construcción de paz, especialmente debido a la significativa minoría de musulmanes en Tanzania. KMT aprobó una enmienda constitucional para permitir la ordenación de mujeres para el ministerio, y busca becas para hacer posible la formación.

    “Nunca había sentido este tipo de movimiento”, dice Muhagachi.

    “Me siento inspirado por la sed de llegar a los potenciales millones de tanzanos que aún no han

    entrado en el pacto con Dios a través de Cristo”, dice el recientemente elegido obispo de Dar es Salaam Nelson Kisare, citando Mateo 28,19- 20. “Por lo tanto, no tenemos ninguna razón para dudar del éxito de la visión de KMT para el 2034, porque Dios está con nosotros.”

    — Comunicado de prensa del Congreso Mundial Menonita escrito por Karla Braun con archivos de Debbi DiGennaro y Emily Jones, Eastern Mennonite Missions

    *Artículo actualizado el 27 de junio del 2017

    Conozca a uno de los nuevos jóvenes obispos de Kanisa la Mennonite Tanzania (Iglesia Menonita de Tanzania):

    Con formación en economía y administración en Tanzania, Sur África y el Reino Unido, Nelson Kisare trabajaba en uno de los bancos más grandes de Tanzania mientras servía en la iglesia como tesorero y era reconocido como un anciano de la congregación. Sin embargo, sintió “el llamado a hacer la obra de Dios como pastor del rebaño de Cristo y guardián de la fe de los apóstoles”, y se retiró de los servicios bancarios en 2015.

    Kisare fue elegido como pastor en las congregaciones de Upanga, Tegeta y Tabata Segerea en Dar es Salaam, asimismo fue seleccionado como vicepresidente de la diócesis oriental del KMT en junio de 2016, luego estuvo entre los cinco nuevos obispos con menos de 55 años de edad que fueron nombrados en enero del 2017.

    “Como obispo de la diócesis oriental de KMT, soy responsable del liderazgo básico y la supervisión de una iglesia que proclame el evangelio de Jesús, asimismo debo encargarme de mantener el bienestar espiritual del rebaño y ser un ejemplo de vida justa y piadosa”, dice Kisare.

    Kisare y su esposa Rachel tienen cuatro hijos (John, Frank, Imani, Happy) y cuidan de una niña huérfana cubriendo sus gastos escolares y su manutención albergándola en su casa.

  • Los padres de Ben estaban perplejos y sumamente preocupados. Por una llamada telefónica, se enteraron de que su hijo, de veintidós años, estaba siendo trasladado al hospital para un examen psiquiátrico.

    Era un chico normal: inteligente, creativo, divertido y solidario. Pero ahora se comportaba de manera inusual para él: hacía acusaciones infundadas, parecía paranoico y pasaba días sin dormir.

    Ben se había quejado de las presiones académicas y sus notas se resintieron en el trimestre anterior. No mantenía contacto con sus amigos porque estaba abocado a un proyecto secreto.

    La sala de espera del hospital estaba colmada de gente, y allí estaba Ben, esposado, sentado entre dos oficiales de policía. Tenía la mirada alocada y el cuerpo hundido en el asiento, como derrotado.

    Miró furiosamente a sus padres y les acusó de querer que lo arrestaran. Los padres de Ben se sorprendieron de que su hijo dijera y pensara tales cosas.

    Estaban mortificados, dado que conocían a muchas de las familias sentadas en la sala de emergencias de su pequeño pueblo.

    Ben tenía trastorno bipolar.

    ¿Qué es el trastorno bipolar?

    El trastorno bipolar consta de dos componentes: episodios depresivos y episodios maníacos. Existen diversos tipos de trastorno bipolar, que comprenden diferentes expresiones de episodios depresivos y maníacos.

    Un episodio depresivo incluye síntomas tales como: estado de ánimo depresivo, pérdida de interés o de la capacidad de disfrute de lo que solía ser placentero, irritabilidad, cambios drásticos de peso o de apetito, insomnio, fatiga, la sensación de vergüenza o autoestima baja, dificultad para concentrarse, y pensamientos recurrentes sobre la muerte o el suicidio.

    Durante un episodio maníaco, una persona se siente grandiosa, necesita dormir poco, es más locuaz de lo usual, tiene pensamientos inconexos, está alterada físicamente y es impulsiva, haciendo cosas que podrían tener consecuencias dolorosas (derroches de dinero, indiscreciones sexuales, apuestas, imprudencia al conducir).

    A veces una persona con trastorno bipolar tiene también psicosis, escucha y ve lo que los demás no escuchan o ven, o tiene ideas extrañas o raras. Generalmente, estos síntomas son tan inquietantes que una persona no puede funcionar o quizá necesite ser internada.

    La respuesta de la iglesia

    Puesto que la iglesia procura ser una luz compasiva para el mundo, entonces, ¿cómo se manifestará en su actitud hacia las personas o familias afectadas por un trastorno bipolar? Una comunidad eclesial comienza reconociendo e identificando el sufrimiento de una persona. Se esfuerza por incluir en la congregación a personas con diversos estados de salud física o mental.

    La Biblia nos insta a cuidar a quienes tienen menos (p.ej. Filipenses 2,1–8; Santiago 1,22–27; I Juan 3,16–18; Deuteronomio 15,7–11; Mateo 25,34–46). Muchos de los sin techo tienen enfermedades mentales. Muchos con trastorno bipolar no pueden trabajar, y aun con subsidio del gobierno sólo pueden acceder a viviendas precarias (o incluso peligrosas), y no tienen suficiente dinero para satisfacer todas sus necesidades.

    Las personas que se desenvuelven mejor, podrían necesitar apoyo para terminar sus estudios, volver a trabajar o encontrar un empleo adecuado. ¿Podrá la iglesia procurar cómo ayudar a la gente a que se ayude a sí misma?

    Eden Health Care Services, una organización perteneciente a la Iglesia Menonita con sede en Manitoba, ha integrado viviendas económicas en dos comunidades, y servicios vocacionales y viviendas transitorias en otra. Se podría y se necesita hacer muchísimo más en lo que a asistencia se refiere.

    La lista de valores cristianos fundamentales podría extenderse: amor, perdón, restauración, inclusión, y no juzgar. Son innumerables las formas de practicar dichos valores con personas que lidian con trastorno bipolar y otras enfermedades mentales. La iglesia en general tiene como único límite la imaginación y la determinación.

    Valorar los dones

    Si tomamos en serio la imagen de la iglesia como un cuerpo, debemos preguntarnos qué podría ofrecer cada persona a la comunidad. “De hecho, algunas partes del cuerpo que parecieran las más débiles y menos importantes, en realidad, son las más necesarias…Por eso, Dios ha conformado el cuerpo de tal manera que reciban más honor y cuidado las partes menos respetadas”. (1 Corintios 12,22.24)

    Con frecuencia, consideramos a quienes tienen trastorno bipolar como una carga para la iglesia. Sin embargo, cada persona tiene dones: entusiasmo, dramatismo, honestidad respecto a la vulnerabilidad, experiencia con el sistema de salud mental y otros más.

    Una de las mejores maneras para que una persona tenga un sentido de pertenencia es ser participante, o tener algo que brindar a los demás. El cuerpo está compuesto por muchas partes, y nos enriquece cuando estamos abiertos a la diversidad.

    No juzgar

    Como mencionamos anteriormente, el trastorno bipolar puede causar alteraciones del pensamiento, que lleven a la persona a actuar impulsiva o destructivamente. En la iglesia, con frecuencia, tenemos una manera muy sencilla de abordar comportamientos no deseados o pecaminosos: le decimos a la persona que deje de pecar. La complejidad del trastorno bipolar desafía un enfoque tan básico de los cambios de comportamiento, y plantea preguntas sumamente difíciles.

    ¿Cuándo, si es que fuera posible, una persona no es responsable de su comportamiento? ¿Qué rol cumplen los factores físicos respecto a las emociones y vínculos? ¿Nuestro cerebro cuánto afecta nuestros vínculos? ¿Y qué hay del poder de decisión y la tolerancia? Si una persona elige un comportamiento que nos resulta problemático, ¿lo podemos tolerar por el bien del vínculo?

    Hay consecuencias naturales y a veces legales para los comportamientos que están fuera de las normas. ¿Cómo podríamos tomar en serio las palabras de Jesús, “No juzguen a nadie para que nadie los juzgue a ustedes”? ¿Podríamos defender a una persona en el sistema de atención médica, el sistema judicial, ante un empleador, en una tienda, con miembros de la familia?

    Salud mental en el culto

    Un aspecto muy perjudicial del diagnóstico de salud mental es el estigma que conlleva. La sociedad y la iglesia a veces perpetúan dicha marginalización por temor y/o incomprensión.

    ¿Cuán liberador podría ser escuchar las Escrituras, oraciones, cantos y sermones que toman la enfermedad mental tan seriamente como la enfermedad física? ¿Y si se hiciera referencia a las problemáticas de salud mental empleando la primera persona del plural (nosotros) en vez de la tercera persona del plural (ellos)?

    Cuando tengamos la valentía de pronunciarnos compasiva, inteligente y públicamente respecto a la salud mental, empezaríamos a promover nuestras congregaciones como lugares seguros para las personas cuyas vidas no están del todo en orden (¬°todos nosotros!).

    Cuando las cosas se hablan en voz alta, se vuelven menos herméticas, menos vergonzosas, menos vinculantes; existe menor posibilidad de generar temor y reacciones temerosas.

    Muchos pasajes bíblicos expresan palabras reconfortantes a quienes están en una situación apremiante de angustia o sufrimiento. Algunas organizaciones de salud mental disponen de listas de recursos que se pueden usar en el culto.

    Prevenir agotamiento/fatiga

    Aunque todos tengan capacidades para ofrecerle a la iglesia, hay quienes requieren mucho apoyo y atención. En pequeñas iglesias o pueblos, pareciera como si la misma persona o pocas personas están disponibles para prestar ayuda o apoyo en momentos de crisis. Después de un tiempo, dichas personas quedan agotadas por sus esfuerzos.

    Existen maneras de prevenir la fatiga. Se requiere un gran esfuerzo para implementarlas, pero finalmente aumentan la calidad del cuidado y de la vida personal del cuidador.

    Primero, encuentren un grupo de personas que apoye a un individuo con un alto nivel de necesidades. Si una persona no está disponible en un momento dado, se puede llamar a otra. Las personas podrán tener capacidades y roles específicos: brindar asistencia práctica, contacto social o atención espiritual.

    Segundo, establezcan los límites personales. Si el sábado es el día que están con la familia, fijen un límite a las actividades del cuidado que puedan ofrecer. Ser franco es útil, dado que brinda claridad a la relación.

    Tercero, conozcan sus límites. Dichos límites pueden implicar factores de tiempo (no puedo dedicarle más de dos horas por semana), comodidad (puedo llevar comida pero carezco de una gran capacidad de escucha), y conciencia del propio bienestar (yo mismo he estado lidiando con depresión últimamente y no cuento con los mismos recursos emocionales que solía tener).

    La iglesia está conformada por seres humanos, que nos caracterizamos por nuestra diversidad, singularidad, habilidades y dificultades. Es un lugar donde podemos reunirnos para examinar nuestra común humanidad y crecer juntos, desarrollarnos y así convertirnos en personas que expresan su máximo potencial.

    Este es un camino que debemos recorrer juntos, en tanto nos encontramos con un mundo que suele ser complejo, y también encantador. Disfrutemos de nuestras relaciones mutuas.

    ‚ÄîJoanne Klassen, Maestría en Terapia de Pareja y de Familia, y Maestría en Teología. Este artículo fue escrito originalmente para Meetinghouse, una asociación de editores anabautistas de Canadá y Estados Unidos.

    Este artículo apareció en Correo/Courier/Courrier en abril de 2017.

  • ¿Cómo debería la iglesia plantearse la salud mental?

    Nuestro estado mental está conectado al cuerpo y al espíritu, y por tanto, podemos padecer mala salud mental. En esta sección de Perspectivas, líderes y profesionales de la salud de las congregaciones afines al anabautismo de todo el mundo, abordan el rol de la iglesia en el cuidado de la salud mental de sus miembros.

    Las iglesias como comunidades sanadoras

    Desde mediados de la década de 1960, Colombia ha participado en un conflicto armado que ha desplazado a aproximadamente siete millones de hombres, mujeres y niños de sus hogares, tiene más de 60.000 personas desaparecidas y casi 600.000 civiles muertos. Cuando la gente huyó a las grandes ciudades, muchas personas se acercaron a nuestras iglesias. Llegaron portando todas las fortalezas y los recursos que la vida les había brindado, aunque también con la carga de tristeza, pérdida de lazos comunitarios, interrogantes acerca de cómo un Dios bondadoso pudo haber permitido que esto les sucediera; un anhelo de justicia; y el temor –muchas veces justificado– de que el peligro del cual huían resurgiría en la ciudad.

    Las iglesias y organizaciones anabautistas de Colombia reconocimos la importancia de abordar las necesidades espirituales, psicológicas y sociales de la gente que se nos acercaba. Conjuntamente con el Comité Central Menonita (MCC), empezamos a considerar cómo proceder, recibiendo una valiosa capacitación del Programa STAR de Eastern Mennonite University, y del material del MCC sobre Sanación del Estrés y Situaciones Traumáticas.

    Al definir las congregaciones locales como el centro de nuestras iniciativas, vimos el potencial de las comunidades de fe como lugares de sanación. Como iglesias menonitas, de los Hermanos en Cristo y Hermanos Menonitas, aunamos esfuerzos en una iniciativa denominada, Coordinación Eclesial para la Acción Psicosocial (CEAS): un recurso para las congregaciones locales con el fin de responder a las víctimas que iban llegando.

    Cómo ser un lugar de sanación

    En 2012, CEAS inició un proyecto de entrevistas para personas en condición de desplazamiento forzado y que participaran activamente en una iglesia anabautista. Las entrevistas pretendían identificar las cualidades de la iglesia que permitieran a la gente tener experiencias sanadoras (espirituales, psicológicas, sociales e incluso físicas) en medio del desplazamiento forzado, y lo que un mayor número de iglesias podía estar haciendo.

    Las respuestas de la gente demostraban las maneras increíblemente sencillas por las cuales la congregación local se convertía en canal de sanación. Los miembros posibilitaban que la presencia de Dios ministrara a personas traumatizadas, y que tuviera sentido recibir y expresar interés sincero en quienes se acercaban a la iglesia, al brindarles un lugar seguro, escuchar sus penas y su dolor, ofrecer la oportunidad de servir a los demás, y animarlosles a reconstruir su vida. La congregación se convierte en el cuerpo por medio del cual la gente conoce a Cristo y fortalece su vínculo con Dios.

    Los testimonios de la gente que reflejaban la importancia de la seguridad, del reconocimiento de todo lo sucedido y de volver a conectarse socialmente, son elementos decisivos de un proceso de sanación, según la psiquiatra Judith Herman y la terapeuta Carolyn Yoder del Programa STAR. Cuando el sentido del valor de una persona se ha visto afectado, la reconstrucción del concepto de la vida en presencia de una comunidad de fe comprensiva ayuda a avanzar hacia la recuperación.

    Al leer la Biblia a través de la perspectiva del trauma y la resiliencia, vemos la angustia y el anhelo de Dios cuando los israelitas fueron expulsados de su hogar (Lamentaciones 3, Salmos 79.137) y cuando Jonás lo perdió

    todo (Job 2.19), la fe y resiliencia en los Salmos (Salmos 23.91), la esperanza en los mensajes de los profetas (Miqueas 4,1–4), la venida de Jesús para encarnar el amor de Dios (Juan 1,1–14; Efesios 2,17–19) y, como iglesia, nos han dejado el mandato de cumplir con la labor del amor y la reconciliación (Efesios 1,23; 2 Corintios 5,18–20).

    La dignidad transforma

    Como quien ha sufrido, Andrés (nombre ficticio) llegó a la Iglesia Menonita de Teusaquillo de Bogotá lleno de ira y temor, sintiendo que en cualquier momento aparecerían en las calles de Bogotá las personas que habían asesinado a su padre. Al ser recibido y aceptado por quien era, Andrés empezó a abrirse a la comunidad de la iglesia. Dada la oportunidad de profundizar nuevos conceptos, se liberó del odio y encontró dignidad al reconstruir su vida. El testimonio de Andrés demuestra la importancia de una iglesia acogedora, dispuesta a escuchar las historias de la gente y a brindar un espacio para crecer en comunidad y en la fe.

    El resultado final del proyecto de entrevistas es una guía de estudio para una iglesia sanadora, a ser utilizada por las congregaciones locales. Las iglesias menonitas y de los Hermanos Menonitas de diferentes partes de Colombia la han empezado a usar. Dicho folleto resulta provechoso no sólo para las víctimas de situaciones traumáticas, sino para todos los que hayan sufrido dolor, rechazo y pérdidas, y necesitan transformarse y gozar de una vida plena. Los testimonios, los textos bíblicos y los ejercicios del folleto son aplicables a todos.

    Colombia está iniciando la implementación de los acuerdos de paz. Las comunidades locales enfrentan hoy día el desafío de reinsertar a los ex combatientes y avanzar hacia la reconciliación. Las víctimas buscan verdad y justicia. Surgen nuevas formas de violencia armada. En este contexto, las iglesias locales, en tanto sean comunidades sanadoras, podrán contribuir considerablemente a la promoción de la paz. Propiciar las condiciones para el perdón y el arrepentimiento puede ayudar a romper el ciclo de violencia. La sanación de situaciones traumáticas puede poner fin al daño internalizado y a la victimización. La aceptación puede promover los lazos sociales y fomentar la comunidad.

    Las congregaciones locales hace tiempo que constituyen lugares de sanación y esperanza, brindando un mensaje de salvación. Este proyecto documenta las experiencias concretas de las iglesias, identificando los aprendizajes que sirvan como herramientas didácticas para las congregaciones, a fin de fortalecer su capacidad para fomentar la comunidad y la sanación.

    Nathan Toews y Pablo Stucky trabajaron juntos con la Coordinación Eclesial para la Acción Psicosocial (CEAS), de Colombia, financiada por el MCC. Nathan presta servicios actualmente con MCC en Bolivia. Pablo coordina CEAS, y también es representante regional del CMM para la región andina.

    Haga clic aquí para ver el PDF de Iglesia Acogedora y Sanadora, una guía de estudio para una iglesia sanadora.

    Este artículo apareció por primera vez en Correo/Courier/Courrier en abril de 2017

  • ¿Cómo debería la iglesia plantearse la salud mental?

    Nuestro estado mental está conectado al cuerpo y al espíritu, y por tanto, podemos padecer de mala salud mental. En esta sección de Perspectivas, líderes y profesionales de la salud de las congregaciones afines al anabautismo de todo el mundo, abordan el rol de la iglesia en el cuidado de la salud mental de sus miembros.

    Iglesias y psiquiatría: “un tema complicado”

    Una de las cosas que más me sorprende al trabajar en Psiquiatría es el gran número de personas creyentes internadas en nuestros servicios; y más precisamente el número de cristianos.

    “Sin duda, los pacientes hablan sobre sus creencias y esperanzas más que en otras especialidades.” Pero si nos valemos de un indicador objetivo tal como la presencia de la Biblia al lado de la cama del paciente, pareciera confirmarse esta impresión: los cristianos rebasan los servicios psiquiátricos. Existe el rumor de que, incluso, los menonitas han sido hospitalizados.

    Temor a la pérdida de control

    Es difícil aceptar que un cristiano pueda padecer de una enfermedad psiquiátrica. Comprendemos que la gente sufra de Alzheimer o de confusión mental que aparece después de una enfermedad, porque contamos con la explicación para ello. Por otra parte, los trastornos psiquiátricos no se explican por una causa directa. Esto nos asusta porque implica que no somos inmunes. Si la causa es desconocida, ¿por qué no podría pasarme a mí? ¿Y quién sabe qué podría decir en un momento de delirio? Aun los anabautistas más pacifistas, podrían volverse amenazantes si se sintieran objeto de una intensa persecución. Nos sentimos abrumados y procuramos respuestas.

    Por lo tanto, preguntamos: “¿No cree que los que sufren una enfermedad mental están con frecuencia/por lo general/a veces poseídos?” Es difícil aceptar que las enfermedades psiquiátricas sean muchas veces una consecuencia de la Caída. La persona debe de haber hecho algo malo para perder el control de sus pensamientos, palabras o acciones. Procuramos tranquilizarnos atribuyendo la responsabilidad de la enfermedad a quien la sufre.

    Según un estudio de 2013 de la Asociación Francesa Federativa de Estudiantes de Psiquiatría (Association Française Fédérative des Etudiants en Psychiatrie), el número de creyentes internados en Psiquiatría es considerablemente menor que en otras especialidades. Y, sin embargo, hablan más de su fe que en otras áreas del hospital.

    Nuestros pacientes oran. Nuestros pacientes van a misa.

    Y los médicos preguntan: estas personas vulnerables, ¿no estarán en riesgo de ser captadas por desviaciones sectarias? ¿Es necesario que las protejamos, y si así fuera, cómo? ¿Cuál es el límite entre la fe y el delirio místico?

    La fe en medio de la enfermedad

    Cuando una persona ingresa al hospital psiquiátrico donde trabajo, pronto notará la capilla. No es una simple habitación convertida en capilla, sino una verdadera iglesia que celebra

    cultos religiosos, dotada de capellanes. Recientemente, un psicoanalista le dijo a los pacientes internados que los curas se destacaban por sus diagnósticos de delirio místico justamente porque la experiencia de fe aportaba otra perspectiva.

    ¿Las iglesias desempeñan un papel respecto a personas con enfermedades mentales? Y bien, ¿por qué no habrían de hacerlo? Todas las iglesias ya albergan a personas que tienen esquizofrenia, trastornos bipolares, depresión crónica, etc. Me atrevo a decir que si una iglesia recibe a más de un centenar de personas y ninguno de sus miembros presenta trastornos psicológicos, entonces la iglesia no conoce demasiado bien a sus miembros o debería cuestionarse su capacidad de ser hospitalaria.

    La iglesia se ve afectada, lo sepa o no. Se estima que el 0,8% de la población sufre de esquizofrenia, que comprende alrededor de 600.000 personas en Francia. Hagan los cálculos: ¿cuántas personas con esquizofrenia debería haber en su iglesia? ¿Cuántas hay en realidad? No se trata de culpar a la iglesia por no acoger a estas personas. En la mayoría de los casos, la evolución de la enfermedad las lleva a retraerse y rechazar el trato social.

    ¡Qué desafío para nuestras iglesias!

    Y luego está la ansiedad, común denominador de todos los trastornos de la salud mental. La iglesia brinda un marco tranquilizador que puede contribuir a que las personas se afiancen en la realidad: la regularidad y liturgia del culto, el reencuentro semanal con personas de apoyo, la pertenencia a una familia que no se rinde.

    Como psiquiatra en un país secular, mi trabajo consiste en ayudar a la gente a sentirse mejor, a poder comunicarse con los demás, a estar presentes en el mundo y a llevar “una vida normal”.

    La tarea de la iglesia respecto a la gente que lidia con la salud mental es la de ser un ámbito de relaciones seguras y saludables, donde cada uno encuentre un lugar de pertenencia y los miembros estén listos para recibir y acompañarlos. Nuestro rol es considerar a quienes tengan una enfermedad mental como personas creadas, amadas y capaces de recibir la gracia mediante la fe en Cristo. No subestimemos el impacto de expresar un interés compasivo en los demás, libre de temor. De hecho, integrar en la iglesia a dichas personas es a la vez posible y extraordinario. Estoy convencida de que son exactamente las personas entre las cuales habríamos hallado a Cristo cuando él estuvo en la tierra. Así que, iglesia: ¡manos a la obra!

    Alexina Yoder, oriunda de la región de Belfort-Montbéliard (iglesia de Delle), miembro de la Iglesia Menonita de Estrasburgo, Francia, y pasante en Psiquiatría.

    Este artículo apareció por primera vez en Correo/Courier/Courrier en abril 2017.