Oraciones de gratitud e intercesión

  • La Comunidad Internacional de los Hermanos Menonitas (ICOMB, por su sigla en inglés) está compuesta por 21 iglesias nacionales en 19 países con aproximadamente 450.000 miembros. ICOMB existe para fomentar las relaciones y los ministerios, para resaltar el testimonio y el discipulado de sus iglesias nacionales miembros – conectando, fortaleciendo y ampliando.

    Conferencia congolesa de duelo

    La familia del ICOMB se une a los hermanos y hermanas de la Conferencia HM Congoleña (CEFMC), a la comunidad anabautista mundial y a los ciudadanos de la República Democrática del Congo, en el duelo por la pérdida de Pascal Tshisola Kulungu, que terminó su misión el 16 de enero, tras una breve enfermedad. Tenía 66 años. Pascal nació en Kajiji, República Democrática del Congo, estudió en la Universidad de Fresno Pacific (una escuela de los Hermanos Menonitas en Fresno, EE.UU.) y regresó a la República Democrática del Congo para una vida de misión y servicio, tanto en la iglesia como en el país. Hizo contribuciones sobresalientes en múltiples ministerios.

    En 2004, Pascal formaba parte del grupo de trabajo del ICOMB sobre la confesión de fe. Él mismo tradujo la Confesión al francés. La Confesión es estudiada y abrazada en todo el mundo y desde entonces ha sido traducida a más de una docena de idiomas.

    Los llamamientos y las pasiones de Pascal eran grandes. En 2005 se convirtió en el fundador/director del CENTRO PARA LA CONSTRUCCIÓN DE LA PAZ, LIDERAZGO Y BUEN GOBIERNO. Este ministerio se extendió mucho más allá de Kinshasa o de la Conferencia de la Junta Directiva. Pascal fue incansable en dar seminarios en todo el país en iglesias locales, conferencias y universidades. Para mayor impacto produjo el ampliamente utilizado Manual del Instructor, sobre Resolución Pacífica, Mediación y Reconciliación de Conflictos (en francés). También al servicio de la construcción de la paz en la conflictiva cultura de la República Democrática del Congo, Pascal dirigió el Centro Kinshasa para la Construcción de la Paz y la emergente Red Mundial Anabautista por la Paz.

    Sus dones y talentos se extendieron a la salud y la educación formal. Durante muchos años Pascal sirvió en la Universidad Cristiana de Kinshasa (UCKIN) como director financiero y profesor. La Conferencia MB fue miembro fundador de esta universidad multi-denominacional y continúa como patrocinador. También se desempeñó como administrador del hospital durante una temporada.

    Pascal ofreció sus servicios a su país en interés del Evangelio de la paz. Para las elecciones de 2006, entrenó a miles de congoleños en la dinámica de las elecciones y la democracia. Se postuló para un cargo político en el Parlamento nacional más de una vez. Finalmente fue elegido a finales de 2018 como representante del distrito de Kasongo-Lunda, que incluye Kajiji, Kahemba y otros pueblos de población menonita. Murió antes de asumir el cargo.

    Pascal Tshisola Kulungu fue un discípulo fiel, un amado hombre de familia, un líder de servicio en la Iglesia y un bendito pacificador en su país. Damos honor a quien se lo merece, dando gracias a Dios por su vida. “Recuerden a sus líderes, que les hablaron la palabra de Dios. Considera el resultado de su modo de vida e imita su fe” (Hebreos 13.7).

  • «La iglesia debe hacer su trabajo ofreciendo a las personas caridad y enseñanza espiritual, de modo que una persona pueda ser transformada», afirma Safari Mutabesha Bahati.

    La Asociación Menonita para la Paz y el Desarrollo (MAPD por su sigla en inglés) en Malawi, miembro de la Red de Servicio Anabautista Mundial, apoya ambas cosas a través de un ministerio de costura, para mujeres, este ministerio incluye la curación del trauma para residentes del campamento de refugiados de Dzaleka, quienes son principalmente originarios de Burundi, Ruanda y la República Democrática del Congo.

    Este ministerio promueve una sociedad pacifica e inclusiva para un desarrollo sostenible, así como instituciones eficaces y responsables que ofrezcan justicia para todos. El objetivo de la MAPD es reducir los delitos violentos y el tráfico sexual, como también mejorar la alfabetización, especialmente entre las mujeres.

    La MAPD también tiene un programa de agricultura a fin de erradicar el hambre, mejorar la nutrición y alcanzar la seguridad alimentaria.

    Hay más de 30.000 personas en el campamento, explica el pastor y director de la MAPD, Safari Mutabesha Bahati. Las mujeres tienen pocos medios para ganar dinero. La MAPD ha construido un centro con capacidad para formar a 25 estudiantes en la confección de bolsos y manoplas, además de la creación de joyas, esto durante seis meses. El centro suministra tanto los materiales como asi también el mercado para estos productos.

    Las mujeres reciben el 60 por ciento de las ganancias; el resto es reinvertido en el centro.

    El director Hareri Mamana, Mauwa Kassanga Safari, esposa de Safari Mutabesha Bahati y dos mujeres de Malawi dirigen el programa para ayudar a las mujeres desplazadas y a sus hijos.

    Las mujeres a menudo tienen traumas severos debido a los desplazamientos, muchas completan un programa de sanidad del trauma antes de comenzar la capacitación en costura.

    La MAPD tiene una visión del impacto colectivo – después de la graduación del programa, las mujeres son alentadas a continuar trabajando juntas.

    Limitada por las herramientas disponibles, esta cooperación es casi definitiva. Sin embargo, Safari Mutabesha Bahati desea que haya más máquinas de coser para poder capacitar a más mujeres.

    “Esto muestra el amor de Dios”, manifiesta él.

    Originalmente de la RD del Congo, el mismo Safari Mutabesha Bahati vive bajo el estatus de refugiado.

    Su mensaje de perdón y transformación a través Espíritu Santo lo ha experimentado él mismo. La congregación, la Iglesia Dzaleka de los Hermanos Menonitas, ofreció hospitalidad al asesino del padre de Safari cuando éste llegó al mismo campamento y buscó fraternidad.

    La iglesia ahora tiene 18 congregaciones y 600 miembros provenientes de Burundi, Ruanda, Etiopia, Somalia, Zimbabue, RD del Congo y Malawi.

    Safari Mutabesha Bahati compartió su historia en la reunión trianual de la Fraternidad Mundial Misionera y de la Red de Servicio Anabautista Mundial en Kenia en abril de 2018.

    —Comunicado del Congreso Mundial Menonita

  • Por primera vez en más de una década, los líderes de la iglesia anabautista de Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela se reunieron del 9 al 12 de noviembre de 2018, en La Cumbre, Valle, Colombia.

    Estudiaron la biblia, cantaron en comunidad, y se escucharon mutuamente con respecto al tema “La Iglesia como Agente de Esperanza en el Contexto Social y Político de América Latina”. José Rutilio Rivas, miembro de la Comisión de Misiones del Congreso Mundial Menonita (CMM), predicó en la sesión de apertura.

    “Aprendimos una vez más que seguir a Jesús tiene que ver con la vida diaria, con nuestras necesidades y también con las necesidades de las otras personas”, afirmó Santiago Espitia de la iglesia Hermandad en Cristo en Colombia.

    A través de sesiones de enseñanza, talleres y discusiones grupales, los participantes analizaron sus realidades actuales las cuales incluyen: refugiados, personas desplazadas, corrupción, desastres naturales, crisis políticas, divisiones, polarización, desafíos económicos y la violencia; explorando el rostro de la esperanza y el papel crucial de la iglesia en un mundo que se siente desesperanzando.

    Ramón Guevara, de la Iglesia Cristiana Menonita de Ecuador, fue impactado por testimonios de las maneras en que las iglesias colombianas trabajan por la paz en una sociedad que todavía se ve afectada por una guerra interna de 60 años. “Este encuentro es un cambio de vida”, declaró.

    La actual crisis humanitaria precipitada por la inestabilidad política y el colapso económico en Venezuela fue mencionada repetidamente. Los líderes compartieron acerca de cómo las iglesias en Colombia y Ecuador están respondiendo a los refugiados venezolanos. Los participantes venezolanos compartieron cómo están apoyando a los que sufren por el desempleo, la escasez de alimentos y la hiperinflación en sus comunidades.

    La pastora María de Melo de la Iglesia Cristiana Menonita de Riohacha muestra una manta en la que los refugiados venezolanos han cosido su historia migratoria, una forma de procesar su trauma. Foto: Linda Shelly.

    En la última noche del encuentro, los líderes de los diferentes países discutieron acerca de una respuesta anabautista, la cual visibiliza la fe, al exigir paz y justicia en medio de la creciente tensión y la posible intervención militar. Todos los asistentes del Encuentro Andino Anabautista, ratificaron un documento que enfatiza “la dignidad otorgada por Dios a todas las personas, incluidos los migrantes venezolanos; la insistencia en una solución no violenta a la crisis; y la responsabilidad del estado venezolano de respetar y garantizar los derechos de sus ciudadanos”, según la representante de CCM para Colombia-Ecuador, Elizabeth Miller.

    A pesar de las realidades hostiles, Jesucristo sigue siendo la fuente de esperanza, expresaron los líderes repetidamente a lo largo de las reuniones. “Cuando ponemos nuestra confianza en sistemas políticos, sean de derecha o de izquierda, nos quedamos sin esperanza”, señaló

    Erwin Mirabel, de Iglesias Evangélicas Menonitas de Oriente en Venezuela.

    Pablo Stucky, representante regional del CMM para los países Andinos, cerró el encuentro contando las señales de esperanza que había observado en su trabajo de conexión con las iglesias. Destacó cómo las diferentes iglesias nacionales de Colombia trabajan juntas en proyectos para niños y por medio del CCM, y que las tres iglesias nacionales en Ecuador se habían reunido por primera vez. En Perú, las iglesias compartieron con aquellos que habían sido afectados por las inundaciones, y en Venezuela, los vecinos que no eran miembros de la iglesia trajeron comida para apoyar el ministerio de las iglesias para alimentar a los niños en el vecindario.

    Las tres iglesias nacionales miembros del CMM en Colombia (Iglesia Hermandad en Cristo, Iglesia Cristiana Menonita de Colombia e Iglesias Hermanos Menonitas de Colombia) fueron organizadoras y anfitrionas del evento.

    Haga clic aquí para leer la declaración sobre Venezuela, desde el Encuentro Andino Anabautista en inglés y en español.

    —un comunicado del Congreso Mundial Menonita escrito por Kristina Toews

  • La Asociación Internacional de los Hermanos en Cristo (IBICA, por su sigla en inglés) es la red que articula a todas las conferencias nacionales de la Iglesia de los Hermanos en Cristo y tiene el objetivo de facilitar la comunicación, fomentar la confianza y la cooperación dentro de nuestra comunidad mundial, además, establecer una comprensión conjunta y mutua a través de nuestros valores fundamentales. IBICA, uno de los miembros asociados del CMM, tiene un número estimado de 190.000 asistentes distribuidos en 30 países alrededor del mundo, quienes representan decenas de iglesias nacionales.

    Por los intereses de otros

    En medio de una situación de hiperinflación, descontento político y social y escasez, miembros de nuestra familia eclesial Anabautista en Venezuela sirven los unos a los otros y a su prójimo sin hacer mucho ruido. En un tiempo cuando la tendencia natural sería acaparar comida y otros recursos, miembros de la iglesia en Venezuela están siguiendo el ejemplo de Jesús, al no velar solo por sus propios intereses sino también por los intereses de otros (Filipenses 2:4).

    La Iglesia Hermanos en Cristo Pueblo de Dios, ha iniciado un ministerio llamado “Gozosa Bendición” el cual se encarga de proveer amor y apoyo a 40 familias necesitadas de su comunidad. El programa incluye talleres prácticos de atención a la familia, discipulado en la palabra y comidas nutritivas, ofreciendo de esta manera una respuesta integral a necesidades espirituales y físicas. Los líderes de la iglesia trabajan arduamente para conseguir alimentos suficientes para los que están necesitados,

    Como familia Anabautista extendida y unida, vamos a levantar nuestras oraciones fervientes por nuestros hermanos y hermanas en Venezuela, pidiéndole a Dios que provea de todo lo que necesitan conforme a las gloriosas riquezas que tienen en Cristo Jesús. También vamos a pedir a Dios para que nos ayude a no velar solo por nuestros propios intereses sino también solidarizarnos por los intereses de otros. De igual manera, orar por los pastores Pablo Ortega y su esposa Lesbia Prieto, quienes están al frente de este ministerio en conjunto con su iglesia.

    —Trevor Main, Global Area Director – Central & South America, “Be In Christ” (Hermanos en Cristo), Canada

  • En Renovación 2027, El Espíritu Santo Transformándonos en Kisumu, Kenia, el 21 de abril de 2018, varias personas compartieron el testimonio de una experiencia acerca de la obra del Espíritu cambiando a las personas dentro la iglesia. Varios de los artículos en esta sección han sido adaptados a partir de esas presentaciones. Algunos testimonios adicionales también cuentan sobre la obra del Espíritu Santo transformando las vidas.


    Recuerdo el momento en que mi familia llegó por primera vez a la Iglesia Menonita de Ibagué, dos hermanos nos recibieron con un gran abrazo como si nos conocieran con anterioridad. Ser saludados como si fuéramos parte de la familia nos hizo sentir cómodos. Así que regresamos el siguiente domingo, y el siguiente.

    Durante los últimos 12 años, mi familia se ha ido involucrando gradualmente con los trabajos en la cocina, como maestros de escuela dominical, así como en otros ministerios e incluso en el liderazgo de la iglesia. Todo esto ocurrió porque Dios envió a una persona muy especial para ayudarnos a conocer el poder transformador del Espíritu Santo.

    Mis padres estaban a punto de separarse. Cada noche, tenían discusiones muy fuertes. Mi madre estaba pensando en dejar su hogar pero después de algunas semanas, mi padre se llenó de valentía y entró en acción para restaurar su matrimonio.

    En este doloroso momento de crisis familiar, esta persona enviada por el Espíritu Santo nos invitó a la iglesia. Recuerdo claramente un sábado por la noche en que mi padre nos envió a la cama temprano porque íbamos a ir a la iglesia al día siguiente. “¡Ustedes irán a la iglesia!” – Me reí.

    Mi padre bajó la cabeza y repitió la orden.

    Un lugar de aceptación.

    En la iglesia, aprendí muchas cosas.

    En la escuela dominical, me enseñaron que todos tenemos el mismo valor. “Tú eres tan importante como los adultos que están predicando”. Esto me llamó mucho la atención. En el colegio, me sentía rechazado, tal vez por mi baja autoestima. Como niño de 11 años, escuchar que tenía el mismo valor que los otros reforzó mi decisión de permanecer en la iglesia.

    Antes de asistir a la iglesia, soñaba con pertenecer a la fuerza aérea del ejército. En Colombia, el servicio militar es obligatorio para todos los jóvenes cuando alcanzan la edad de 18 años. Hablaba con mis amigos en el colegio sobre nuestro “deber” como ciudadanos. Sin embargo, entre más conocía a Jesús, el Espíritu Santo iba transformando aquellos sueños.

    Al escuchar sobre la objeción de conciencia al servicio militar obligatorio por primera vez a la edad de 14 años, me conmovió mucho la posición de la iglesia frente a las problemáticas de la violencia y el conflicto. Gracias al trabajo de “Justapaz”, comencé a pensar más sobre la objeción de conciencia. (Justapaz es una organización de la Iglesia Menonita en Colombia la cual trabaja siguiendo a Jesucristo para construir una sociedad pacifica por medio de acciones no violentas).

    Aunque no es fácil ser un objetor de conciencia, el apoyo de mi congregación fortaleció mi decisión. Este desafío ha unido a mi familia, a mi iglesia y a mi comunidad.

    Un lugar para el liderazgo

    La iglesia también me ha brindado la oportunidad de participar en seminarios sobre liderazgo, objeción de conciencia y anabautismo. El Espíritu Santo transformó mi manera de pensar mientras trabajaba como voluntario en un proyecto en Combeima, un vecindario con muchas necesidades.

    Inicialmente, fui a ayudar con la música antes de los estudios bíblicos. Un año más tarde, tuvimos la idea de crear una escuela de música para que los niños pudieran ocupar su tiempo libre de un modo positivo, como alternativa a su contexto de trabajo sexual, delincuencia y drogadicción.

    Enseñábamos música con dos guitarras en mal estado, un teclado pequeño y una batería hecha en casa. Enseñando música vi una oportunidad para la transformación social, así que gracias a esta experiencia comencé a realizar estudios musicales de modo que pudiera trabajar profesionalmente en proyectos como este.

    En el 2013, mis compañeros y yo creamos un grupo llamado JARIS para hacer música para Dios y enseñar en comunidades vulnerables. Más adelante, ganamos una subvención de parte de la IOM (por su siglas en inglés, Organización Internacional para las Migraciones) y el Ministerio de Salud Colombiano para trabajar en proyectos para la prevención de embarazos en adolescentes.

    Para ese entonces logramos tener cuatro guitarras en buenas condiciones, tres teclados y una batería de verdad; cuando el proyecto finalizó, la iglesia me ofreció otras oportunidades de servicio.

    Siempre estábamos brindando ayuda a personas que vivían en las calles ofreciéndoles una ducha, ropa y comida. Además, un tiempo para cortarles el cabello, un tiempo para escuchar sus historias y para compartirles del amor de Jesús. El Espíritu Santo es el que nos mueve como comunidad para servir a aquellos que lo necesitan.

    Hoy en día, tengo la oportunidad de estar en escenarios internacionales como este, aprendiendo y sirviendo de otras maneras. Es un honor trabajar junto con el Comité de YABs (Jóvenes Anabautistas) para conectar a los jóvenes de todos los continentes y para compartir experiencias de servicio que animan a otras personas.

    De estas experiencias he aprendido que es el Espíritu Santo quien nos mueve a servir. Es el movimiento del Espíritu en nuestra comunidad el que nos anima a ir más allá de los muros de nuestros hogares e iglesias llevando el amor de Dios a aquellos que lo necesitan, no solamente ofreciéndoles palabras de aliento, sino también ejemplos y acciones.

    Como algunos hermanos y hermanas de mi iglesia dicen: esto es “ora-acción”, orar y actuar por las necesidades de nuestras comunidades y contextos.

    —Oscar Suárez es el representante de América Latina para el Comité de YABs. Él es miembro de la Iglesia Cristiana Menonita de Ibagué, Colombia

    Este artículo apareció por primera vez en Correo/Courier/Courrier en octubre de 2018.

  • El pastor menonita Jürg Bräker se detuvo en Messenger Fountain [Läuferbrunnen] en su ciudad natal de Bern, Suiza. Se humedeció las manos en una canaleta de agua, y declaró “esta agua se volvió roja como sangre en 1571, el día en que Hans Haslibacher fue decapitado”.

    En la actualidad, los Amish todavía cantan del Ausbund [himnario] sobre Haslibacher, el último anabautista ejecutado en Bern.

    Haslibacher había predicho que su cabeza cortada se reiría cuando cayera de la espada del verdugo: “Al igual que mi sangre, el sol será de color rojo,… asimismo el pozo del pueblo verterá sangre.”

    Las tres predicciones se cumplieron.

    No estoy seguro de creer todos los detalles de esa historia, pero el simbolismo es verdadero: cuando hay guerra o un gobierno corrupto, los mensajeros de esperanza en ocasiones mueren. La luz de la verdad se oscurece y las aguas que deberían dar vida se vuelven rojas de sangre.

    Estoy agradecido por el valiente testimonio de nuestros antepasados del siglo XVI. Deberíamos honrarlos, luego seguir con la tarea cotidiana de rendir nuestras vidas en sacrificio vivo por otros en el nombre de Jesús.

    Los anabautistas de hoy pueden colaborar con cristianos de otras tradiciones para incluir el pacifismo como parte de la invitación a otros a conocer y a seguir a nuestro Señor.

    Mientras estuve en Suiza, representé al Congreso Mundial Menonita en las reuniones del Consejo Mundial de Iglesias (WCC, siglas en ingles). En ese cuerpo mundial que representa a 500 millones de cristianos, el menonita Fernando Enns ha sido un mensajero de paz como líder en el Peregrinaje de Justicia y Paz del WCC.

    Enns dice: “al final de La Década para Superar la Violencia (2001-2011) iniciado por las iglesias históricas de paz dentro del WCC, habíamos logrado un consenso sobre la comprensión de la Paz Justa dentro del WCC”. “El Peregrinaje de Justicia y Paz está basado en este consenso, añadiendo la dimensión espiritual al compromiso de las iglesias en la paz con justicia. Mientras caminamos juntos dentro de la familia ecuménica, nos damos cuenta cuán importante es que la Paz Justa esté enraizada en nuestra confesión de fe cristiana, en nuestras oraciones y en nuestra vida espiritual. Es mucho más que una estrategia política.

    “La metáfora del peregrinaje nos enseña que a menos que la Paz Justa se convierta en una marca de identidad de nuestro discipulado, nuestro testimonio (como individuos, comunidades locales, y una familia cristiana mundial) difícilmente será creíble”.

    Este proyecto ayuda a los cristianos de muchas tradiciones a seguir a Jesús hacia una “paz justa” en el mundo.

    —J. Nelson Kraybill, presidente del CMM (2015–2021), reside en Indiana, EE.UU.

    Este artículo apareció por primera vez en Correo/Courier/Courrier en octubre de 2018.

  • Fortalecidas por alimentos de emergencia, 700 familias que han sido desplazadas por la violencia en la región Kasai, en la República Democrática del Congo (RD del Congo), se están preparando para sembrar cultivos y criar cerdos para subsistir.

    En colaboración con el Comité Central Menonita (CCM) y otros socios, tres iglesias miembros de la RD del Congo (Comunidad de Iglesias de los Hermanos Menonitas del Congo [CEFMC], Comunidad Evangélica Menonita [CEM] y Comunidad Menonita del Congo [CMCo]) han proporcionado herramientas para la agricultura, la sanación del trauma y la escuela.

    Las familias desplazadas que viven en las ciudades de Kikwit, Tshikapa y el área de Kabwela en la República Democrática del Congo se encuentran entre las más de 1,4 millones de personas que fueron obligadas a abandonar sus hogares.

    La lucha entre el grupo de la milicia local Kamuina Nsapu y las fuerzas de seguridad nacional, que comenzó en agosto de 2016, menguó después de un año y de la muerte de cerca de 5.000 personas, según la agencia de noticias Reuters.

    Sin embargo, las hostilidades étnicas existentes han causado un continuo derramamiento de sangre en algunas partes de la región.

    De acuerdo con los informes de las Naciones Unidas, cerca de la mitad de las personas desplazadas han podido regresar a sus hogares; otras sin embargo, no pueden volver debido a que no es seguro o a que sus hogares ya no existen, afirmó Mulanda Juma, representante del CCM en la RD del Congo.

    Distribución mensual de alimentos

    El CCM ha estado ayudando a las iglesias congoleñas a llegar a las personas desplazadas en sus comunidades. Actualmente, 1.180 hogares están recibiendo distribuciones mensuales de alimentos.

    Petronie Lusamba, madre de cuatro hijos y cuyo esposo fue asesinado por causa de la violencia, expresó que los alimentos han hecho una gran diferencia.

    “Mi salud y la de mis hijos va muy bien gracias a la comida. Le agradezco mucho al CCM”, afirmó.

    Reforzando la unidad

    Aprender a distribuir los alimentos de manera justa y a planificar proyectos para el futuro ha sido beneficioso para los miembros del comité de ayuda de la iglesia, señaló Mulanda Juma. A medida que los miembros trabajaban juntos para decidir en donde distribuir la comida, tuvieron que enfrentarse a sus propios prejuicios en contra de otros grupos étnicos.

    “La ayuda alimentaria ha creado una especie de unidad”, expresó Mulanda Juma.

    De vuelta a la escuela

    Las tres iglesias están ayudando a los niños desplazados a seguir adelante con sus vidas asegurándose de que tengan uniformes y útiles escolares.

    En febrero de 2018, Kanku Ngalamulume le contó a Mulanda Juma que había visto la decapitación de sus padres y sus hermanos. Él escapó a Tshikapa con algunos vecinos.

    “Estoy aquí solo”dijo Kanku Ngalamulume hace ocho meses. Después de recibir fotos / alimentación frecuente, útiles escolares y de ser admitido como parte de una familia, una sonrisa regresó a su rostro. Mulanda Juma y Matthieu Abwe Luhanglea del CCM.“No tengo esperanza por [ningún] motivo”, afirmó. (Ver fotografía).

    Hoy en día, Kanku Ngalamulume está viviendo con uno de los miembros del comité de ayuda en Tshikapa. Recibe alimento de manera regular y asiste a la escuela.

    “Él está saludable y sonriente”, señala Matthieu Abwe Luhanglea, administrador de programa del CCM en la RD del Congo.

    Avanzando

    Los pequeños cambios animan a Mulanda Juma a medida que trabaja con las iglesias para abordar las necesidades actuales.

    Además de MCC, las organizaciones que apoyan el ministerio de las iglesias para las personas desplazadas incluyen a Africa Inter-Mennonite Mission; Caisse de Secours, Comunidad Internacional de los Hermanos Menonitas (ICOMB); MB Mission/Multiply; Iglesia Menonita de Canadá Witness; Red Menonita de Misiones; Congreso Mundial Menonita; y la Konferenz der Mennoniten der Schweiz (Alttäufer)/Conferencia Menonita de Suiza (Anabautista).

    “Están haciendo la diferencia”, afirma Mulanda Juma.

    —Linda Espenshade es la coordinadora de prensa para el CCM EEUU.

  • “Del Señor es el mundo entero, con todo lo que en él hay, con todo lo que en él vive. Porque el Señor puso las bases de la tierra y la afirmó sobre los mares y los ríos” (Salmo 24,1–2).

    “Cambio Climático”: estas dos palabras frecuentemente generan ansiedad con respecto al futuro, no solo de la humanidad, sino también de todo el planeta.

    Estudios científicos realizados en los últimos 100 años muestran que si las temperaturas globales aumentan más allá de 1.5 º centígrados, habrá impactos negativos en los ecosistemas de todo el mundo. Este pequeño cambio conlleva que los patrones de lluvia se alteren, que las temperaturas cambien y genera un mayor riesgo de olas de calor, inundaciones, derretimientos de las capas de hielo y los glaciares, lo que ocasiona un aumento del nivel del mar.

    El cambio climático plantea un riesgo para las sociedades humanas y los ecosistemas naturales. Una interrupción en el equilibrio del ecosistema ya se mide en especies de plantas y animales los cuales están cambiando fisiológicamente. Debido a efectos tales como la disminución del rendimiento de los cultivos; el cambio climático causará mayores tasas de pobreza.

    Si bien la evidencia científica presenta muchos aspectos negativos, la iglesia puede resaltar los aspectos positivos. Como cristiana, que actualmente estudia ciencias ambientales, creo que podemos buscar soluciones en la ciencia y al mismo tiempo exaltar a Dios por su grandeza, porque Él creó el mundo y nos otorgó el deseo de entenderlo.

    El compromiso de la iglesia es vital. A continuación, ofrezco 6 puntos de acción.

    Cambiar

    Muchos necesitamos cambiar nuestra mentalidad, perspectiva y actitud frente al cambio climático. Este no es un problema que solo corresponde a los políticos, científicos y expertos. Es un problema de todos, incluida la iglesia mundial.

    Aunque esperamos la vida eterna a través de Jesucristo, a medida que caminamos en la tierra somos los guardianes de la misma. Génesis 2:15 dice “Cuando Dios el Señor puso al hombre en el jardín de Edén para que lo cultivara y lo cuidara”. Dios le ordenó a la humanidad que cuidara de su creación.

    Como hacerlo…

    El asunto no se trata de si el cambio climático es un fenómeno verdadero o no, sino de cómo nosotros, como miembros de la iglesia global, participamos en la adaptación de nuestras comunidades a los cambios. Es una cuestión mundial que debe abordarse mediante un esfuerzo conjunto en lugar de hacerlo individualmente.

    La iglesia global, al fomentar un espíritu de unidad y compromiso comunitario, puede ayudar a acercar a las personas a Cristo y dirigir a sus comunidades hacia una dirección positiva.

    Acción y Conciencia

    Como iglesia, podemos ser un lugar en donde las personas buscan información precisa sobre qué es el cambio climático, a quién afecta, cómo adaptarse y cómo mitigar sus efectos.

    La iglesia mundial podría ayudar no solo financieramente sino también espiritualmente, a comprender la dinámica entre los países desarrollados y los países en desarrollo. Los habitantes de los países en desarrollo sufrirán más los impactos del cambio climático en relación con las naciones desarrolladas. Como organismo global, podríamos ser un conducto para la información específica por regiones.

    Las congregaciones locales podrían promover estrategias de conservación que comiencen a nivel comunitario. La iglesia podría ofrecer recursos para mejorar la eficiencia en los sistemas de energía y alimentación, construir infraestructura verde y fomentar espacios verdes en áreas urbanas y rurales.

    La naturaleza

    Tome tiempo para apreciar la naturaleza y ver la grandeza de Dios en ella. Recuerde que a medida que cambie el clima, también lo harán ciertos aspectos de la misma.

    Dios

    Debemos mantener a Dios como el centro. Entonces, donde la evidencia científica nos decepciona, la Palabra de Dios sigue siendo una verdadera guía. La oración es una herramienta poderosa que nos conecta con Dios y con los demás.

    Espere cualquier cosa

    Vivimos en un mundo lleno de confusión. Los científicos confían en la evidencia y las proyecciones para predecir escenarios futuros, pero eso nunca puede ser 100% exacto. Sin embargo, como creyentes, nuestro consuelo reside en Dios como nuestra paz en los momentos de caos e incertidumbre.

    Nuestras vidas están fundamentadas en Cristo. Pase lo que pase, Dios está siempre con nosotros. Esta no es una excusa para sentarse y ver cómo se desarrolla el caos, más bien, es un momento para CAMBIAR. Como iglesia mundial, podemos aprovechar esta oportunidad para llegar a aquellos que están perdidos.

    —Makadunyiswe Ngulube es la representante de YABs para África. Ella es miembro de la iglesia Mount Pleasant de los Hermanos en Cristo en Zimbabue. Ella está estudiando Ciencias Ambientales en la Universidad de Saint Mary, Nueva Escocia, Canadá.

    Fuentes utilizadas (en inglés):

    Global warming of 1.5ºC. An IPCC Special Report, https://www.ipcc.ch/sr15/

    D. Lobell, M. Burke, C. Tebaldi, M. Mastrandrea, W. Falcon, and R. Naylor. “Prioritizing climate change adaptation needs for food security in 2030” in Science (2008).

    Terry L. Root, Jeff T. Price, Kimberly R. Hall, Stephen H. Schneider, Cynthia Rosenzweig, & J. Alan Pounds. “Fingerprints of global warming on wild animals and plants” in Nature (2003).

  • Al mirar hacia atrás al 2018, reunimos las noticias más leídas del Congreso Mundial Menonita, basándonos en las visualizaciones del sitio web. En caso de que te las hayas perdido la primera vez, aquí están las historias más visitadas de la familia anabautista mundial durante el 2018.

    1. Benni & Rianna: una historia de amor de la cumbre GYS

    Los padres cristianos siempre han alentado a sus hijos e hijas a encontrar su compañero(a) de vida en las actividades de la iglesia. También han alentado a los jóvenes adultos a conocer la iglesia mundial a través de experiencias internacionales. A veces estas situaciones se presentan simultáneamente.

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    2. Amor generoso en medio de la guerra en la República Democrática del Congo

    En diciembre del 2017, los sobrevivientes de la guerra civil, contaron a una delegación de la Comisión de Diáconos del Congreso Mundial Menonita sobre ataques sorpresa en contra de sus pueblos por parte de milicias perpetradoras de actos de saqueo.

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    3. Los menonitas hablan en contra del nacionalismo

    “En muchas partes del mundo el nacionalismo está en aumento,” afirma Juerg Braeker, secretario general de la Conferencia Konferenz der Mennoniten der Schweiz/Conférence mennonite suisse.

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    4. Transmitiendo el amor y la paz en la reunión de los menonitas europeos

    “No podemos callar nuestra historia, debemos compartirla”. Este fue el mensaje que Danang Kristiawan llevó a casa después de asistir al MERK, Congreso Menonita Europeo (CME por su sigla en español) llevado a cabo del 10 al 13 de mayo de 2018..

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    5. Acogiendo a mi enemigo

    Así que la nueva iglesia llegó a ser una reunión de corazones apacibles enfocados en las enseñanzas de Jesús acerca del perdón y el amor hacia nuestros enemigos. Nuestro mensaje era sencillo: así como Dios nos ama, debemos amarnos los unos a los otros.

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    6. Pastor jubilado sigue aprendiendo sobre Jesús y su pueblo

    “Tenemos que ir a la escuela con Jesús”, afirma Erwin Cornelsen. Este pastor ya jubilado y con casi 100 años de edad lee la Biblia todos los días: “Todavía estoy aprendiendo lo que Jesús tiene para enseñarme”.

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    7. La iglesia de Nepal celebra su crecimiento

    En el año 2000, la junta de la Iglesia de los Hermanos en Cristo (BIC por su sigla en inglés) de Nepal, envió a Bhagan Chaunde a Surunga, Jhapa, Nepal, para plantar iglesias. Este apasionado evangelista compartió el evangelio y plantó una iglesia.

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    8. “Necesito ir a la escuela”: Apoyo menonita en la RDC

    El niño Kanku Ngalamulume, de 10 años de edad, huyó de su casa en el poblado de Senge después de que grupos armados decapitaran a su madre, padre, así como a sus hermanos.

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    9. El testimonio menonita en medio del sufrimiento y la esperanza en Ucrania

    En una región de Ucrania, la cual miles de menonitas abandonaron hace generaciones, dos docenas de líderes menonitas actuales de toda Europa se reunieron en octubre de 2018, durante tres días para fraternizar.

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    10. Llamado a ser libres – una fe que sobrepasa fronteras

    Mi nombre es Eileen, tengo 22 años y vivo en Suiza. Hace dos años y medio tuve el privilegio de viajar a Ciudad de Cabo, Sudáfrica, y con el apoyo de la Misión Menonita de Suiza (SMM) pude realizar un servicio voluntario de 8 meses en un hogar de niños.

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  • La migración genera el desplazamiento de las poblaciones alrededor del mundo. Los motivos son diversos y van desde la búsqueda de atender sus necesidades básicas hasta huir de la violencia o buscar oportunidades. La gente contrapesa la esperanza de una vida mejor para sus hijos frente a los desafíos de la transición peligrosa, el ajuste cultural y las regulaciones gubernamentales. Las iglesias se ven afectadas al perder miembros por causa de la migración y ganan oportunidades de encarnar el evangelio entre las personas que migran.

    Últimamente, un movimiento migratorio a través de América Central y América del Norte, una “caravana” desde Honduras que se dirige a los Estados Unidos, ha llamado la atención y ha generado opiniones polarizadas.

    Mencionando que en promedio 250 personas emigran a diario desde Honduras; la Iglesia Evangélica Menonita Hondureña hizo una declaración oficial ante las autoridades civiles, las iglesias y el público en general.

    En dicha declaración, solicitan a las autoridades y a los políticos “que hagan compromisos serios para frenar la corrupción y creen mecanismos para el manejo transparente de los recursos” además, que “no utilicen la situación actual para hacer proselitismo partidista ya que su compromiso es servir”.

    La declaración insta al público en general a “mantenernos vigilantes para exigir nuestros derechos ciudadanos; a mantener la unidad en contra de lo que produce muerte y promover los valores que generen vida y esperanza a nuestra amada nación.”

    Adicionalmente, hacen un llamado a las iglesias a hacer “una profunda reflexión sobre la necesidad de revisar el papel de la iglesia desde una perspectiva bíblica y no política, ni particular de ninguna índole. Por lo que animamos a que se programen tiempos de oración, vigilias, ayuno, campañas de solidaridad comunitaria, y todo aquello que el espíritu de Cristo pueda motivarnos a hacer, con el fin de dar esperanza y luz a este pueblo que hoy más que nunca necesita que la iglesia se deje ver y comparta la gracia de Cristo”.

    “El documento expone nuestra convicción del derecho del migrante y la exigencia del respeto de su integridad como persona”, afirma José Fernández pastor y presidente de la iglesia Evangélica Menonita Hondureña.

    Desde la publicación de la declaración el pasado octubre, ha habido una mayor conciencia pública sobre las personas necesitadas en Honduras y un despertar de la identidad anabautista en las iglesias Menonitas de Honduras. “Nos sentimos unidos y respaldados por el Espíritu del Señor”, manifiesta José Fernández.

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    —Comunicado del Congreso Mundial Menonita