Oraciones de gratitud e intercesión

  • Desde mi asiento en la plataforma de la Iglesia Menonita de Mopulu en Ngaba, República Democrática del Congo, puedo ver a todos en la congregación durante el culto. Los niños que están adelante se ven cautivados cuando diversos coros pasan al frente a alabar a Dios: el coro de mujeres, el coro de hombres, el coro de mujeres jóvenes… y el coro de niños. Incluso los más pequeños saben que son apreciados y necesarios.

    Como es común en muchas iglesias de África, el momento de la ofrenda es una celebración. Mientras la congregación canta gozosamente y los músicos dan lo mejor de sí, grupos de personas avanzan, uno por uno según su edad y género, hacia una mesa con cinco canastas para la ofrenda.

    En secuencia, mujeres adultas, hombres adultos, mujeres jóvenes, hombres jóvenes, niños y niñas pasan adelante danzando con sus regalos. Algunos ponen en cada canasta, otros ponen en una o dos.

    Francisca Ibanda, Representante regional del CMM, me comenta que las diversas canastas son para “la ofrenda normal, la ofrenda de ayuda social, la ofrenda para la construcción, la ofrenda para el predicador y la ofrenda para cualquier día especial que se esté celebrando”.

    La alegría y la generosidad de quienes ofrendan me recuerdan a los israelitas que daban las ofrendas para construir el tabernáculo. “La gente está trayendo más de lo que se necesita para llevar a cabo la obra que el Señor mandó hacer”, exclamó Moisés, al enterarse de que tenían abundante material para construir la tienda de adoración (Éxodo 36,5).

    ¡Qué grandes lecciones están aprendiendo los niños de Ngaba!

    Con cinco canastas, aprenden la asignación del presupuesto: algunos recursos para las personas necesitadas, algunos para apoyar a los líderes de la iglesia, algunos para las instalaciones y otros para el programa.

    Dar es obedecer a Dios; dar es alegría.

    He ayudado con la recaudación de fondos para el Congreso Mundial Menonita y otras entidades de la iglesia. Paradójicamente, las personas que dan hasta que duela son felices. Los cristianos occidentales podríamos aprender de las hermanas y los hermanos africanos: dar los diezmos y las ofrendas visible y gozosamente puede ser un acto de adoración. La próxima generación observa y aprende.

    Nelson Kraybill, presidente del CMM (2015–2021), reside en Indiana, EE.UU.

    Este artículo apareció por primera vez en Correo/Courier/Courrier en abril de 2019.

  • “Este año me ha enseñado a ser más curioso, mas aventurero y espero cuando llego a mi país pueda ser un mejor siervo a Cristo y a la Iglesia, y ser más atrevido al momento de asumir responsabilidades”, afirma Gerhard Peters, un participante de YAMEN 2018–2019.

    El joven, quien pertenece a una colonia menonita en el estado de Chihuahua, en el norte de México, sirvió en el Centro Meno, un centro de recursos en Santa Cruz, Bolivia. El centro ofrece programas de salud, agricultura y literatura en alemán, para los aproximadamente 100.000 menonitas quienes hablan el dialecto alemán en Bolivia. Esta población innovadora pero tradicional vive en unas 90 colonias en la Bolivia rural.

    “Me siento satisfecho cada vez que puedo ayudar a una persona encontrar un libro que le interesa o apoyarle con alguna duda o pregunta”.

    Gerhard Peters trabaja en la biblioteca del centro ayudando a las personas a encontrar libros, el periódico Die Mennonitische Post, o simplemente hablando con los visitantes.

    En su trabajo habla hasta cuatro idiomas: el dialecto alemán/Plautdietsch con los menonitas de la colonia, inglés con los miembros internacionales del equipo del CCM en el Centro Meno, alemán – mayormente para leer libros o periódicos en la biblioteca – y español con la familia anfitriona y la iglesia.

    Todo es un poco diferente de lo que solía hacer – incluso la forma en la que se hablan los idiomas – pero Gerhard Peters aprende rápidamente.

    “Adoramos al mismo Dios y la Iglesia me hizo sentir en casa”, señala.

    “Estoy muy contento de que ellos me hayan incluído en su grupo de alabanza, a pesar de que la mayoría de las alabanzas eran nuevas para mí”, dice Gerhard Peters, quien canta con el grupo de música en la Iglesia Evangélica Menonita Boliviana Sinaí. “Tienen paciencia conmigo al momento de aprenderlas”.

     Gerhard Peters

    “Los jóvenes de la iglesia y la gente en general me hicieron sentirme en casa”, comenta enumerando campeonatos de fútbol, campamentos los días feriados nacionales y muchas veces tiempos de adoración y juegos en los que participan juntos con los jóvenes.

    Un momento inolvidable fue el culto de Pascuas ALBA, celebrado este año en Santa Cruz. A partir de la medianoche se comenzó con alabanza, oraciones, drama y predicación durante seis horas con una asistencia de 40.000 personas de 600 iglesias. “Era sorprendente ver la gran multitud de Iglesias que se juntan y la unión entre ellas, para festejar un acontecimiento tan importante en el calendario cristiano”.

    Gerhard Peters valora las relaciones que desarrolló con los obreros del CCM de Bolivia y con otros jóvenes en programas de intercambio. “Una y uno trabaja para un mundo mejor y con la colaboración de cada uno de ellos, mi año de servicio se fue muy rápido. Voy a regresar con muchas experiencias buenas, momentos inolvidables y gozos”.

    “He aprendido mucho durante este año y estoy muy agradecido con todas las personas que fueron parte de mi año voluntario”, señala Gerhard Peters. “No todo fue fácil y como yo esperaba, pero en esas, como en todas las situaciones Dios estaba y está a mi lado y puedo confiar plenamente en él. ¡A Dios sea todo el honor y gloria!»

     

    YAMEN es un programa conjunto entre el Comité Central Menonita (CCM) y el Congreso Mundial Menonita (CMM)

     

    Un comunicado conjunto del Congreso Mundial Menonita y del Comité Central Menonita.

  • Del 25-27 de junio 2019, líderes y miembros de las cuatro Comisiones del Congreso Mundial Menonita se reunieron para debatir, reflexionar, adorar y planificar a fin de implementar la misión del CMM.

    Aproximadamente 40 mujeres y varones de todo el mundo, reunidos durante cinco días, se congregaron en el Centro Menonita de Convenciones Doperaduin, uno de los tres centros de retiros administrados por la Iglesia Menonita de Holanda (Algemene Doopsegezinde Sociëteit).

    “El trabajo de las comisiones puede fortalecer los lazos de comunión entre las iglesias en diferentes partes del mundo”, expresa Neal Blough, miembro de la comisión de Paz. “esto nos ayudará a ser conscientes del contexto más amplio y a menudo complejo de nuestro trabajo, permitirá que compartamos recursos y profundicemos en la oración de intercesión.”

    Los miembros de las comisiones son voluntarios de diferentes partes del mundo que representan al Concilio General o aportan su experiencia en cuidado, servicio, teología y paz, lineamientos de trabajo del Congreso Mundial Menonita en la propuesta de recursos y la facilitación de la construcción de comunidad dentro de las redes de trabajo del CMM. Las comisiones tienen ocho miembros (nueve en la comisión de Misiones) incluyendo un presidente y un secretario el cual es parte del personal de tiempo parcial.

    Fe y Vida

    “La Comisión de Fe y Vida ayuda al CMM como un cerebro, es una comisión teológica para mantener nuestra identidad y practicar lo que creemos”, explica Tewodros Beyene.

    Larry Miller, el secretario de la delegación Menonita para el Dialogo trilateral con la iglesia Católica y Luterana sobre el bautismo, dio un informe a la Comisión sobre el documento que surgió de los cinco años de diálogos que concluyeron en el 2017.

    “Los católicos, luteranos y menonitas no son iguales en todas partes del mundo, cada individuo o comunidad vive y experimenta su fe permeado por una cultura e historia local. No obstante, en un proceso educativo y reconociendo los contextos se pueden ir incorporando nuevas ideas”, afirma Rebeca González Torres. “Hablar del bautismo entre tres tradiciones históricas como lo son los Católicos, los Luteranos y los Menonitas nunca ha sido fácil, ni en el pasado ni hoy. Valoramos y agradecemos el proceso y el trabajo que dieron origen a este documento”.

    La comisión de Fe y Vida recomendó la creación de espacios en los que las iglesias miembro del CMM puedan aprender las unas de las otras a propósito de la comprensión y práctica del bautismo en sus entornos locales, así como la presentación del informe oficial de los Diálogos Trilaterales sobre el Bautismo ante el Concilio General y la producción de una guía de estudio que acompañe el informe para las iglesias.

    La Comisión de Fe y Vida también discutió un documento sobre la doctrina de la justificación y continuó trabajando en la posibilidad de un cambio de nombre que refleje mejor a todos los miembros del Congreso Mundial Menonita.

    Misión

    La Comisión de Misiones informó sobre el progreso de las traducciones de El pueblo de Dios en misión: una perspectiva anabautista, que estarán disponibles en español en 2019 y en francés en 2020, asignó los perfiles de Fronteras Misionales para el periodo 2019 -2021, y comenzó la planeación de la consulta mundial de la Red de Servicio Anabautista Mundial (GASN por su siglas en inglés) y de la Fraternidad Mundial Misionera (GMF por su siglas en inglés) de 2021, ambas están compuestas por agencias anabautistas que sirven a la iglesia y a la difusión del evangelio alrededor del mundo.

    “Necesitamos mutuamente de la fortaleza y los dones de los demás para poder servir juntos”, expresa Andi Santoso. “Una de los temas más desafiantes que discutimos durante nuestra reunión fue la necesidad de compartir nuestros recursos con aquellos que los necesitan”.

    Miembros de las Comisiones del CMM, miembros directivos e intérpretes en Dopersduin, Schoorl, Paises Bajos, 2019. Foto: Marijne Stenvers.

    “Queremos mantener a nuestra familia unida con las cosas que están sucediendo”, expresa el coordinador de la GASN y la GMF José Arrais. Diferentes preocupaciones surgen frente a las situaciones locales específicas, por lo que reunirnos nos permite una mejor comprensión y apoyo, explica. “Es importante tener retroalimentación para que podamos interconectarnos”.

    “A medida que trabajamos a través de estas agencias, las mismas se ocupan de varios ministerios que buscan la justicia”, declara Nelson Okanya.

    Diáconos

    La Comisión de Diáconos responde a las peticiones de oración, publica un correo electrónico bimensual de la red de oración en colaboración con el equipo de Comunicaciones del CMM y administra el Fondo de Ayuda dela Iglesia Mundial (GCSF por su siglas en inglés).

    En diciembre de 2018, el secretario Henk Stenvers y los miembros Vikal Rao y Hanna Soren visitaron varias iglesias en la India rural para las ceremonias de dedicación de las iglesias después de la construcción de proyectos parcialmente patrocinados por el GCSF y las iglesias nacionales.

    “Como miembro de la Comisión de Diáconos, fui invitado a caminar con ellos en este momento de gozo y a experimentar la alegría de compartir con nuestros hermanos y hermanas anabautistas de alrededor del mundo”, comenta Vikal Rao.

    “Fuimos recibidos con una maravillosa bienvenida tradicional”, expresa Vikal Rao. “Podiamos ver la felicidad en sus rostros”. Tener una edificación para la iglesia fue un sueño hecho realidad para la Iglesia Menonita de Antakya (Antioquía), parte de la Iglesia Menonita de la Conferencia General Bhartiya, cuyos miembros agricultores y obreros no tenían los medios suficientes para ahorrar para construir su propio lugar de reunión.

    Paz

    La Comisión de Paz trabajó en los documentos a ser aprobados por el Concilio General, incluyendo en una declaración sobre la objeción de conciencia, preparada para el lanzamiento de la Red Mundial Anabautista de Paz y consideró los pasos a seguir frente a declaraciones recientes y la iniciativa Children on the Move (Niños en Movimiento).

    “Nuestra agenda buscaba enfocarnos en los problemas reales que enfrentamos en la iglesia”, expresa Wendy Kroeker. “El trabajo de la Comisión de Paz busca articular los fundamentos teológicos, y crear una discusión significativa, para los anabautistas/menonitas sobre los asuntos que enfrentamos en la sociedad y dentro de nuestras propias comunidades eclesiales”.

    “Nuestro trabajo surge de lugares directos en donde la iglesia alrededor del mundo está experimentando dificultades para vivir su fe tal como la entendemos”, explica Ken Hoke. “Es bueno poder acompañarnos como hermanas y hermanos”.

    Después de las reuniones de la Comisión, la Red Mundial Anabautista de Paz (GAPN) fue lanzada en el Segundo Festival Menonita Mundial de Construcción de Paz en Elspeet, Países Bajos. “Vincularse a la GAPN ampliará y fortalecerá el trabajo por la paz en la familia Menonita, ecuménica y humana en todo el mundo”, señala Neal Blough.

    —Comunicado del Congreso Mundial Menonita

    Two people talking
  • Así como las partes del corazón, las cuatro comisiones del CMM sirven a la comunidad mundial de iglesias afines al anabautismo, en las áreas de diaconado, fe y vida, paz y misiones. Las comisiones preparan materiales para la consideración del Concilio General, brindan guía y proponen recursos a las iglesias miembros, además, propician redes y compañerismo en relación al CMM trabajando juntos en temas de interés y enfoque común. A continuación, una de las comisiones comparte un mensaje de la perspectiva de su ministerio.


    Las relaciones correctas se encuentran en el centro de la paz o Shalom bíblica. La paz no es simplemente un estado de ser o un lugar tranquilo. Más bien, Shalom surge cuando nos relacionamos correctamente unos con otros, con la creación y con Dios. Emerge de las relaciones; es un proceso, no un lugar.

    Por ejemplo, el Salmo 34:14b nos anima a “buscar la paz, y a seguirla….” No se trata solo de encontrar la paz. Debemos buscarla de forma activa. Esto sucede cuando nos “apartamos del mal y hacemos el bien” (Salmos 34:14a).

    Tenemos la impresión de que la paz puede no ser fácil de alcanzar; pero la demanda es inequívoca – ¡debemos procurarla!

    En segundo lugar, el Salmo 85:10 dice: “El amor y la verdad se encontrarán; se besarán la paz y la justicia”. Sin justicia no habrá paz. Dicho de otra manera, la justicia es un elemento esencial en la paz.

    En tercer lugar, Santiago 3:18: “En fin, el fruto de la justicia se siembra en paz para los que hacen la paz”. La forma en la que uno planta importa. Curiosamente, en este caso, el fruto no coincide con la semilla plantada. El fruto de la justicia viene de la manera en la que la semilla es plantada.

    Así como la justicia es esencial para la paz, Santiago sugiere que para que el fruto de la justicia surja, la búsqueda de la misma debe hacerse en paz.

    Desafortunadamente, un rápido vistazo a los artículos periodísticos resalta el hecho de que el mundo no está en paz. Cuando las personas se reúnen para desafiar la manera en la que las autoridades de gobierno están gobernando, hay disturbios; las guerras y los conflictos violentos perduran; la pobreza y la inestabilidad económica y la explotación continúan sembrando la desesperanza, agudizando la escasez.

    Estas realidades muestran que las personas en todo el mundo no están experimentando la paz que incluye la justicia. Reconocer esta falta de paz ayuda a entender por qué las personas sienten la necesidad de migrar.

    La realidad de la migración nos afecta a todos: podemos ser los que estamos en movimiento, podemos estar apoyando a los que lo están haciendo, o podemos ser los que se benefician de los sistemas que hacen que las personas emprendan un viaje peligroso hacia una vida más esperanzada y digna.

    Los locutores de noticias y los líderes con demasiada frecuencia describen esta situación como una “crisis de inmigración”. Tal descripción, sin embargo, falla en reconocer la injusticia de la que la gente quiere escapar. En otras palabras, fallamos en entender por qué las personas optan por la travesía peligrosa de dejar el hogar en busca de paz; fallamos en reconocer las fuerzas que causan las realidades inhumanas, indignas, y/o violentas de la que las personas tratan de escapar.

    Como cristianos, nos enfrentamos a la realidad que al que seguimos – Jesús – él mismo era un inmigrante y refugiado. Sus padres huyeron de la amenaza de muerte de Herodes.

    Las fuerzas de la muerte continúan persiguiendo a las personas hoy y como seguidores del refugiado Jesús, nosotros también deberíamos preocuparnos por cómo ayudar a los demás. ¡Al ayudar a los que huyen, ayudamos al Jesús que también se vio forzado a huir!

    La Comisión de Paz busca caminar, apoyar y animar maneras en las que nuestras iglesias miembros encarnan la paz de Cristo en y para nuestro mundo. Esto significa encontrar maneras de responder a los mecanismos de muerte que afectan a muchos en todo el mundo. También significa explorar cómo podríamos – consciente o inconscientemente – participar en fuerzas de injusticia, opresión, explotación, y violencia hacia nuestros propios hermanos y hermanas.

    Con este fin, la Comisión de Paz ha participado en:

    • Niños en movimiento. El CMM ha sido parte de un consorcio de fe mundial para ayudar a los niños que migran, y para movilizar a las comunidades religiosas para que sean centros de apoyo.
    • Trabajando con nuestros hermanos y hermanas indígenas. Nuestro documento más reciente, “Declaración de solidaridad con los pueblos indígenas,” aprobado en 2018, ha sido una herramienta útil para que nuestras iglesias exploren, confiesen y busquen reparar la manera en que nuestra propia historia de inmigración también ha causado, creado, o perpetuado nuevas formas de injusticia. Continuamos buscando relaciones más justas y restauradoras con nuestros hermanos y hermanas indígenas.
    • Objeción de conciencia. Apoyamos a nuestras iglesias miembros cuyos gobiernos requieren que los jóvenes participen del servicio militar. A pedido de nuestras iglesias que luchan con esta realidad, estamos redactando un documento sobre la objeción de conciencia que nuestras iglesias puedan usar en sus luchas particulares con las autoridades de gobierno.
    • Como comunidad mundial que valora la vida y vivir en una relación correcta unos con otros, con la creación y con Dios (por ejemplo, Shalom), inevitablemente nos involucramos en desafiar la muerte. Reconocemos nuestra culpabilidad en dichas fuerzas, pero también buscamos trabajar en pro de la vida. ¡Esta es una tarea grande y abrumadora!
    • Como Comisión de Paz, nuestra esperanza es apoyar a nuestras iglesias en todo el mundo buscando la paz con justicia mientras salimos del ciclo de violencia que inevitablemente perpetúa la muerte. De esta manera esperamos poder demostrar el camino de paz de Cristo a través de nuestro testimonio de ser peregrinos en un viaje que trasciende las fronteras.

    Que Dios nos conceda la fortaleza y el valor para continuar en esta travesía.

    —Un Comunicado del Congreso Mundial Menonita por Andrew Suderman, secretario de Comisión de Paz del CMM.

  • La Comunidad Internacional de los Hermanos Menonitas (ICOMB, por su sigla en inglés) está compuesta por 21 iglesias nacionales en 19 países con aproximadamente 450.000 miembros. ICOMB existe para fomentar las relaciones y los ministerios, para resaltar el testimonio y el discipulado de sus iglesias nacionales miembros – conectando, fortaleciendo y ampliando.

    Plantación de iglesias en Filipinas

    Oremos por las muchas iniciativas de la iglesia Hermanos Menonitas en Filipinas, nombre de la conferencia ‘Kapatirang Menonita ng Pilipinas’ (KAMPI). Este año, KAMPI realizó la Escuela Bíblica de Vacaciones, organizó un equipo de baloncesto de Acción dirigido por Ricky Sánchez, organizó un campamento juvenil y dirigió a 100 padres en un programa de asistencia social a través de una herramienta evangelística de Romanos 6:23 (foto). Continúan haciendo estudios bíblicos regulares y actividades de divulgación. Oremos por Sam y Evelyn Arcano y el equipo de liderazgo.

    –ICOMB

  • “Normalmente cuando estoy fuera de casa, solo quiero volver a casa. Ahora solo quiero quedarme aquí”, afirmó un participante en la primera asamblea European Menno’s Global Youth Assembly.

    Del 30 de mayo al 2 de junio de 2019, 45 jóvenes menonitas de los Países Bajos, Portugal, España, Suiza y Ucrania se reunieron en Dopersduin, Schoorl, a fin de conectarse, inspirarse y aprender unos de otros sobre lo que significa caminar juntos como una iglesia.

    El fin de semana estuvo repleto de talleres, conferencias y excursiones. Foto: Jasper Pondman

    Todos los días terminaban en la iglesia, con momentos de reflexión, oración, cantos de gratitud y meditaciones sobre el llamado de esperanza del libro de Jonás.

    Los participantes de cada país compartieron perspectivas sobre qué es ser anabautista y los desafíos que enfrentan. El grupo de Ucrania compartió acerca de qué es ser iglesia en el frente de ataque en la zona de guerra. “Su llamado impresionante y emocional tocó los corazones de todos los oyentes”, señaló Marijne Stenvers.

    Al comienzo de la conferencia, muchos de los asistentes permanecieron con los de su propia nacionalidad, pero pronto todos se mezclaron. “El coro multinacional, que se formó de forma espontánea durante el culto del domingo por la mañana, fue probablemente el mejor ejemplo de eso”, dijo Marijne Stenvers.

    Un taller de naturaleza permitió a los participantes aprender a través del cuerpo. Foto: Jasper Pondman

    Aprendiendo juntos

    El fin de semana estuvo lleno de talleres, conferencias y excursiones. Se trataron temas como: las dificultades y las bendiciones de las relaciones interreligiosas y la necesidad de libertad y paz, la cual es más que solo la ausencia de guerra. Hablaron de las urgencias que tienen los refugiados, el cambio climático y se preguntaron también cómo vivir una vida sostenible. Interpretaron la historia de Emaús (Lucas 24), desde diferentes contextos y usaron historias bíblicas en una forma de teatro improvisado.

    Un taller de percusión y una sesión de acroyoga permitieron a los participantes aprender a través del cuerpo.

    Los participantes también fueron a una excursión con el fin de aprender sobre la historia de los menonitas en los Países Bajos, visitar iglesias ocultas en Ámsterdam o conocer los desafíos naturales de las dunas.

    Maleta de esperanza

    La delegación de España se despidió con la intención de organizar el fin de semana, el próximo año. La organización entregó una “maleta de esperanza” con un paquete como símbolo de inicio de la próxima asamblea.

    Menno’s Global Youth Assembly es una iniciativa de la joven organización holandesa ‘Menno’s Global Village’, para alentar y apoyar a adultos jóvenes (de 18 a 30 años de edad) a adquirir experiencias enriquecedoras dentro de la red internacional (menonita). Más información en www.mgv.doopsgezind.nl (en holandés).

    —Un comunicado del Congreso Mundial Menonita con archivos de Doopsgezind.nl.

  • En este número, presentamos ejemplos de cómo miembros de la familia anabautista menonita crean un espacio para los niños en las iglesias locales de todo el mundo.


    Y enséñaselas continuamente a tus hijos; háblales de ellas, tanto en tu casa como en el camino, y cuando te acuestes y cuando te levantes”

    Este fue un mandato directo de Dios a los israelitas hace miles de años, para que enseñaran la Palabra de Dios a los niños, porque para Dios son importantes. Dios creó a los niños y las niñas, los ama y, lo más importante, no quisiera que perezcan. Este mandato se aplica a nosotros incluso hoy en día el siglo XXI.

    Muchas iglesias se dan cuenta de ello e integran a los niños de diferentes maneras. Algunas tienen escuela dominical infantil. Otras los integran en sus cultos dominicales regulares, dándoles responsabilidades: recoger la ofrenda, leer las Escrituras, ayudar a dirigir la hora del culto, tocar un instrumento musical, repartir y recoger los cancioneros.

    Capacitación para maestros de escuela dominical

    Uno de los aspectos importantes de realizar la escuela dominical es la capacitación de maestros y maestras.

    A menudo, las personas comienzan a enseñar en la escuela dominical debido al amor que sienten por los niños, aunque no estén especialmente capacitadas para ello. Además, después de muchos años, a medida que el mundo va cambiando uno necesita actualizarse.

    Los niños están más avanzados que antes. La tecnología ha invadido casi cada aspecto de nuestras vidas. Por lo tanto, las iglesias organizan talleres de capacitación/ fortalecimiento de capacidades, o los envían a capacitaciones/talleres en otros lugares. Es una bendición poder aprender nuevas innovaciones de enseñanza creativa y usos de la tecnología para acercarnos a los niños.

    La convención de nuestra iglesia menonita se dio cuenta de su importancia, y ha comenzado a organizar capacitaciones en diferentes zonas para maestros y maestras de escuela dominical. Este año fiscal, se han llevado a cabo dos capacitaciones en dos zonas con especialistas invitados, y el próximo año se realizarán dos más.

    Desafíos de la escuela dominical

    Uno de los desafíos de realizar y organizar la escuela dominical es la falta de personas que asuman dicha responsabilidad, debido a no sentirse capacitadas, a la falta de confianza para tratar con niños, o a no tener tiempo para preparar y dar las lecciones.

    Cuando no hay suficientes maestros, no se puede dividir a los niños según la edad. Por lo tanto, la escuela dominical no puede satisfacer las necesidades de cada edad. Ya sea un grupo u otro, alguno siempre queda desatendido.

    Actividades adicionales para niños y niñas en la iglesia

    En 2015, nuestra iglesia se unió a otras dos iglesias para realizar una Escuela Bíblica de Vacaciones combinada, cuyo tema era “Jesús es nuestro amigo”. Fue una gran oportunidad para que los niños y niñas interactuaran y se conocieran. Ens eñamos historias de la Biblia que enfatizaban este tema, y los alentamos a forjar nuevas amistades. El último día, hicieron pulseras de la amistad para regalárselas unos a otros.

    A continuación, otras maneras más en las que niños y niñas podrían participar en la vida comunitaria de la iglesia

    • Programa de Navidad donde interpreten canciones, hagan representaciones, coreografía, reciten partes de las Escrituras, ante la mirada de sus padres
    • Celebración del Día del Niño o un picnic
    • Visita a un hogar de niños y niñas, o de ancianos
    • Repartir regalos a los padres en el Día de la Madre y del Padre.

    Protección infantil

    Un área que deja mucho que desear es la protección de niños y niñas en casos de abuso o negligencia. Dicho tema aún se mantiene silenciado en muchas partes de la India, y es necesario que las iglesias se ocupen de ello. Algunas de nuestras iglesias menonitas se asocian con organizaciones que tienen medidas estrictas de protección infantil. Cada individuo que trabaja con niños tiene que firmar un Compromiso de Protección del Niño y regirse por una normativa estricta. Se nos instruye a ayudar a aquellos niños y niñas que sufren abuso, a presentar un reclamo a la policía y hacer un seguimiento.

    Este es un tema nacional que tiene que ser tomado en serio por las iglesias.

    Futuro

    En general, la mayoría de las iglesias entiende la importancia de los niños en la Iglesia. Se les tiene que brindar la oportunidad de crecer y desarrollarse para asumir el liderazgo en diferentes ámbitos y actividades de la iglesia. De esta manera, se desarrollará un liderazgo de segunda línea.

    Si bien se está haciendo mucho se necesita hacer mucho más para llegar a ellos adecuadamente.

    Ruego que crezca el ministerio centrado en los niños, y que más personas estén dispuestas a asumir la responsabilidad del ministerio infantil en sus respectivas iglesias.

    Jessica Mondal, líder de la iglesia Emmanuel Chapel, Calcuta, India. La congregación es parte de la iglesia nacional Bharatiya Jukta Christa Prachar Mandali, miembro del CMM.

    Este artículo apareció por primera vez en Correo/Courier/Courrier en abril de 2019.

  • “La iglesia mundial trabaja mejor cuando todas sus partes están comprometidas compartir sus historias”, afirmó Patrick Obonde, director de misiones en el Centro de Educación y Liderazgo Anabautista de Kenia.

    Del 17 al 19 de junio de 2019, historiadores, pastores y archivistas hicieron exactamente eso en “Poder y Conservación: Permitiendo el acceso a las fuentes detrás de nuestras historias”, en la universidad de Goshen, Indiana, EE.UU. Una iniciativa del Instituto para el Estudio del Anabautismo Mundial (ISGA por su sigla en inglés), la conferencia contó con 16 presentaciones del estado de las fuentes históricas y de la narración de historias en iglesias y organizaciones anabautistas africanas, asiáticas, norteamericanas y latinoamericanas.

    Los presentadores abordaron los recursos, el acceso y el compromiso de preservar la historia en sus contextos.

    Aunque cada uno planteó preocupaciones únicas, tmabién surgieron temas en común.

    • La historia oral es una prioridad. La digitalización de fuentes tiene un gran potencial para la preservación y una mayor accesibilidad, pero también se requieren recursos financieros significativos.
    • El amor al poder o el miedo a perderlo puede dificultar el acceso a los documentos históricos.
    • Una tradición arraigada al localismo es una barrera para la preservación. “Todos se sienten cómodos con la manera en que son las cosas”, expresó Ursula Giesbrecht, archivista de la Colonia Menonita en Loma Plata, Paraguay. “Siempre es difícil alejarte de tus costumbres”.

    Al final del simposio, el grupo redactó una declaración en la que se sintetizan los temas abordados en la reunión.

    Bock Ki Kim (Corea del Sur), Abe Dueck (Canadá), y Pamela Sari (Indonesia) comparten ideas para la declaración grupal.  Foto: Laura Miller

    “Como seguidores de Jesucristo nuestra historia nos conecta, nos recuerda de la actividad del Espíritu entre nosotros, y nos llama hacía adelante, al futuro”, declara. “Los archivos juegan un rol crucial al ayudarnos a comprender la inseparabilidad de las historias de la iglesia y la misión”.

    Esta declaración expone la importancia de la identidad histórica, la urgencia de registrar las historias y la necesidad del acceso a las fuentes en una comunidad eclesial saludable. La declaración también reconoce las barreras que enfrentan las iglesias para preservar y proporcionar acceso a fuentes históricas. La declaración concluye con una lista de compromisos firmados por 29 participantes de 12 países.

    Según Roth, la idea del simposio nació en conversaciones con Anicka Fast, una estudiante de doctorado, cuya investigación sobre la misión Menonita en la República Democrática del Congo fue obstruída por el acceso limitado o restringido a los archivos, y por la condición precaria de los documentos. Los organizadores buscaron ampliar la discusión sobre la preservación y el acceso, y abordar cómo las narrativas históricas moldean la identidad de la iglesia mundial.

    Pamela Sari, cuya investigación doctoral examinó a Jemaat Kristen Indonesia (Iglesia miembro del CMM en Indonesia), se siente esperanzada con respecto a los futuros archivos Menonitas. “La iglesia está verdaderamente dotada de líderes, misioneros, miembros, académicos y archivistas que se preocupan profundamente por su historia. Oro para que Dios continúe aumentando nuestra capacidad de permanecer plantados en el amor y la verdad de Cristo y su Palabra”.

    —Un comunicado de prensa del CMM escrito por Laura Miller / Goshen College

    Haga clic aquí para leer la declaración.

  • En el proceso de trasladarme a otro país, encontré una carta que mi hija menor me escribió cuando tenía siete años… Ahora ella tiene 23. ¡Qué gratos recuerdos de su infancia!

    Esa carta me trajo a la memoria otros momentos, como cuando a los cuatro años de edad me dijo: “Jesús está muy estirado, ¿verdad? … Él se estiiiiiiiira y se estiiiiiiiiira…” ¡Su primera afirmación de fe! Al preguntarle por qué Jesús estaba estirado, me respondió que era así porque él estaba en todas partes.

    Era su forma de entender la idea de la presencia de Dios en toda la creación.

    Los niños y niñas son un hermoso regalo de Dios. Traen gozo, fuerza, esperanza… y también grandes retos (como tratar de explicar a una pequeña niña la idea de un Jesús siempre presente en medio de nosotros).

    Los infantes entran a nuestras vidas como huéspedes que requieren nuestra atención, cuidado y afecto. Y como huéspedes también nos dejan para continuar su viaje después de visitarnos en casa.

    Mis hijas ya no viven con nosotros, pero continuamos hablando de asuntos de fe aun después de su partida.

    A veces me pregunto si hoy en día podríamos continuar nuestras conversaciones sobre Dios sin el fundamento de buenas conversaciones durante su infancia. ¿Cómo sería nuestra relación hoy si no se hubieran sentido bienvenidas y seguras en nuestro hogar?

    La forma en que tratamos a aquellos huéspedes que llamamos descendientes, determina en buena medida cómo será nuestra relación con ellos una vez que partan de casa.

    En la iglesia pasa lo mismo. Los ministerios infantiles en cada congregación son una forma muy importante de acoger y bendecir a los niños y niñas que llegan como huéspedes a nuestras comunidades. La forma en que se les trata puede determinar, en gran manera, cómo se relacionarán con la iglesia una vez que crezcan y sigan su camino como adultos. Desafortunadamente, son muchas las personas que han sido víctimas de la indiferencia, del rechazo, e incluso del abuso físico o emocional en contextos eclesiales.

    Este número de Correo se ha centrado en el ministerio infantil, deseando que nuestra iglesia mundial continúe siendo un lugar de refugio y hospitalidad expresado en cada comunidad local para los niños y niñas de nuestra sociedad. Preparación cuidadosa de líderes y docentes, ambientes libres de abuso y participación activa en la vida de la iglesia son algunos de los aspectos que Correo nos invita a tener en cuenta en este ministerio tan importante.

    Es mi oración que nuestras congregaciones continúen siendo lugares que traigan gratos recuerdos para nuestros niños y niñas de todo el mundo, lugares donde la presencia de Jesús continúe siendo palpable para cada huésped que recibamos.

    César García, secretario general del CMM, trabaja desde la oficina de la secretaría general en Kitchener, Ontario, Canadá.

    Este artículo apareció por primera vez en Correo/Courier/Courrier en abril de 2019.

  • Colombia se encuentra en las primeras etapas de un proceso de paz, entre el grupo guerrillero más grande del país y el gobierno nacional, firmado a finales del 2016. A pesar de que muchos de nosotros teníamos grandes esperanzas que los acuerdos de paz traerían una transformación a la historia de violencia del país, aún quedan muchos actores armados y se incrementan los casos de corrupción política, asesinatos de líderes sociales y defensores de los derechos humanos. Todo lo anterior impide el cumplimiento de nuestros derechos humanos y nuestro llamado divino a la paz. El contexto de violencia de Colombia afecta a toda nuestra sociedad, incluyendo a las comunidades eclesiales, especialmente aquellas que están en áreas rurales que quedan atrapadas en el fuego cruzado entre grupos armados (legales e ilegales) y son abandonadas por el estado.

    El pasaje en Filipenses 4,7 nos anima a confiar en la promesa de la paz de Dios, una paz que trasciende todo entendimiento. Una comunidad eclesial, en la región suroeste del país, que visité durante la etapa del post-acuerdo, personifica la confianza en la paz de Dios. Los residentes de dicho pueblo han sido testigos de enfrentamientos armados desde la década de 1960. El último enfrentamiento entre dos grupos armados insurgentes duró seis días. Cuando llegué a la comunidad, alrededor de tres días después de que terminaran los enfrentamientos, conocí a varios líderes de la iglesia de esa área. Entre esos líderes se encontraba una pareja campesina indígena que había venido desde la ladera de la montaña donde ocurrieron los enfrentamientos. Los saludé y les pregunté cómo había sido su semana, ellos respondieron “Muy bien por la gracia de Dios”.

    Tras conversar un poco más, la pareja compartió que los enfrentamientos estaban afectando profundamente a su comunidad. Muchas personas tenían miedo de salir de sus hogares ya que los grupos armados habían instalado toques de queda. A varios miembros de la comunidad se les exigió que abandonaran sus tierras. El control de las tierras es el motivo por el que luchan los grupos armados: un suelo rico y fértil perfecto para cultivos ilícitos.

    En efecto, la comunidad eclesial de esta pareja ubicada la montaña estaba enfrentando los efectos reales de la guerra una vez más, sin embargo, se mantuvieron fieles y confiando en la paz de Dios. Organizaron noches de oración comunitaria que iban desde las siete de la noche hasta las tres de la mañana, varias noches a la semana, en las que confiaban sus destinos a Dios. De la misma manera, continuaron alentando a los miembros de su comunidad a que siguieran cultivando alimentos y vegetales; y a no someterse a los cultivos ilícitos. Asimismo se estaban organizando con otros líderes de la iglesia en el área para planear métodos de resistencia no violentos. No iban a ser desplazados; esta era su tierra.

    La pareja me comentó que estaban muy agradecidos por la protección de Dios por esa semana ya que nadie de la comunidad eclesial ni de la comunidad en general había quedado atrapado en el fuego cruzado (aunque hubo algunas muertes en ambos bandos de los grupos armados). “Lo único que podemos hacer», afirmaron, “es compartir el mensaje de Dios a través de Jesús para que esta violencia y guerra puedan terminar”.

    Esto es exactamente lo que hacen. Esta comunidad encarna la promesa de la paz de Dios, la cual sobrepasa todo entendimiento. No tiene sentido orar, cuidar de la tierra u organizarse para mantener una comunidad arraigada cuando hay una guerra que busca destrozar a las personas, destruir cultivos y desplazar comunidades. Sin embargo, estas son las acciones de paz que la comunidad entiende como sinónimo de seguir el camino de Cristo.

    Los enfrentamientos entre los dos grupos armados insurgentes han cesado por el momento, pero los grupos armados y su disputa por el control del territorio permanecen. La iglesia también permanece, demostrando que la paz de Dios es activa y tiene vida incluso en medio de la lucha y la incertidumbre, incluso en medio del fuego cruzado

    —Andrea Moya

    Este testimonio hace parte de los recursos para la adoración del Domingo de la Paz 2019. Haga clic aquí para ver más.

    Klicken Sie hier, um diese Geschichte auf Deutsch zu lesen.

  • Testimonio para Renovación 2027: Los anabautistas de hoy

    Renovación 2027 es una serie de eventos que se llevarán a cabo durante 10 años, con la finalidad de conmemorar el aniversario 500 de los inicios del movimiento anabautista. Esta serie destaca a los líderes del movimiento desde épocas históricas hasta el presente.

    En la estructura de la iglesia de los Hermanos en Cristo de Zimbabue, la mayoría de las posiciones de liderazgo están ocupadas por hombres. Sin embargo, hay muchas mujeres que tienen grandes habilidades de liderazgo que han sido pastoras y líderes efectivas en la iglesia.

    En las reuniones anuales del Consejo de la Iglesia de los Hermanos en Cristo (BICC por su sigla en inglés) del distrito de Matopo, llevadas a cabo entre el 10 y el 12 de mayo de 2019, el reverendo supervisor Siphetho Dube agradeció públicamente a Catherine Ndlovu, conocida popularmente como Mamá nakaPeninnah (madre de Penina). Por 46 años, Mamá nakaPeninnah sirvió voluntariamente como pastora de la iglesia Bezha de los Hermanos en Cristo en el distrito de Matopo.

    Durante sus años de ministerio la gente le pedía que siguiera liderando y ahora ella afirma: “Dios me ha sostenido en gran manera”. Actualmente, a sus 80 años, se hace a un lado para jubilarse.

     Sichelesile Similo Ndlovu

    Catherine Ndolovu nació en Nyumbane en Matopo el 17 de octubre de 1939 y se casó con Absalom Ndlovu en 1961. Fueron bendecidos con seis hijos. Ella recibió su salvación a principios de la década de 1950 y fue bautizada en 1957 en la iglesia de los Hermanos en Cristo de Nsezi.

    La reunión del consejo del distrito contó con la presencia del obispo Sindah Ngulube, quien expresó un profundo agradecimiento por el trabajo realizado por las mujeres que dedican su tiempo a servir a la iglesia de manera voluntaria. El obispo oró por Mama nakaPeninnah, y también por las señoras Suzen Ngulube, Sikhanyisiwe Dube y Besilina Ziduli.

    Después de orar por ella, Mama naka Peninnah narró las alegrías que disfrutó al servir al Señor durante todos estos años. Ella se siente orgullosa de decir que ha trabajado fuertemente para enseñar la palabra de Dios a muchos de los grandes líderes actuales de la iglesia. Ella también aconsejó firmemente el matrimonio, por lo que ha visto a muchos jóvenes casarse en su congregación, incluidos sus hijos biológicos.

    Mamá nakaPeninnah también recuerda que ella misma fue un ejemplo al obsequiar ganado a la iglesia. Ella está agradecida con la iglesia porque la apoyó mateniéndose fiel no solamente

    a ella, sino principalmente al Señor. Ndlovu exhorta a la iglesia a continuar con el mismo espíritu hacia el recientemente elegido pastor. Ella alienta a otras ministras a ser fieles al Señor, afirmando que si lo hacen ellas también verán la mano de Dios en sus vidas.

    —Comunicado del Congreso Mundial Menonita escrito por la señora Sichelesile Similo Ndlovu. Ella es la esposa del Pastor en de Matopo Mission.

     
     
     
     

     

  • Testimonio para Renovación 2027: perfil histórico

    Renovación 2027 es una serie de eventos que se llevarán a cabo durante 10 años, con la finalidad de conmemorar el aniversario 500 de los inicios del movimiento anabautista. Esta serie destaca a los líderes del movimiento desde épocas históricas hasta el presente.

    En el grupo cristiano menonita que comenzó en Kudus, Indonesia, en la década de 1920 todos cooperaron en la predicación del evangelio. Se reunieron, conversaron sobre la Palabra de Dios y alabaron a Dios con cantos y oraciones. “Esta iglesia en realidad nos recuerda a la iglesia de Jerusalén”, escribió Johann Fast en un informe a la junta de misiones. Johann Fast fue un menonita ruso que sirvió a la misión menonita holandesa en Indonesia.

    En la aldea cercana de Majong, “Por el bien de las reuniones de la congregación, los  comerciantes cierran sus negocios. Comienzan con reuniones de oración. No solamente el padre ora sino también la madre y los hijos lo hacen…. Agradecen a Dios por desviarlos de los ídolos hechos de piedra y madera y dirigirlos al Dios vivo”.

    Hacen evangelismo no solo ciertos días y horas, sino todos los días y en diversas relaciones.

    Miembros de la iglesia yendo al culto a principios de los años setenta. Foto cortesía de GKMI.

    La participación contribuyó a un rápido crecimiento de la iglesia en la región de Kudus, escribe Lawrence Yoder en Tunas Yang Tumbuh, Sejarah Gereja Kristen Muria Indonesia (La planta que crece: Una historia de las iglesias cristianas muria de Indonesia).

    En 1922, los cristianos chinos en Tanjung hablaron sobre su fe a los javaneses que vinieron a su ciudad a pesar de que el permiso del gobierno era solamente para predicar el evangelio a los chinos. Como resultado, un grupo de javaneses de Karangrowo vino pidiendo ser bautizado.

    Esta creciente iglesia menonita en Kudus con filiales en Majong y en Tanjung fue verdaderamente vibrante y activa, incluso más allá de las líneas tribales.

    Fervor evangelístico

    Lo que se convirtió en el sínodo GKMI fue un grupo de iglesias originalmente centradas alrededor del Monte Muria (Kudus, Jepara, Pati, y las zonas circundantes). Tres décadas más tarde su fervor evangelístico comenzó a cruzar hacia Semarang, la capital de Java Central, alrededor de unos 50 kilómetros de Kudus.

    A la iglesia en Semarang, la que comenzó a reunirse en la casa de Sie Tiang Djwan el 23 de febrero de 1958, el sínodo de GKMI la declaró una congregación independiente en 1960.

    Desde el principio, la congregación GKMI de Semarang tuvo un gran entusiasmo por predicar el evangelio y plantar nuevas iglesias; hoy en día, cuentan con ocho iglesias filiales.

    Culto dominical en GKMI en Lamper Mijen en el antiguo edificio de la iglesia. Foto cortesía de GKMI.

    En 1967, el Rev. Samuel Setianto (pastor de la iglesia GKMI de Semarang) llevó a varios jóvenes – entre ellos Yesaya Abdi, Agus Suwantoro, Rina, Giok Hwie, Esther Djajadihardja, y Han Fie – a evangelizar en la zona de Jeruk y Lamper Mijen. Predicaron el evangelio de casa en casa y también a través de cultos de avivamiento y sanidad.

    Al comienzo, tenían reuniones en las casas de los miembros de la iglesia, incluyendo a Jaelani, Kusnan, Sukiran, y Robin Mukiyi.

    Curiosamente, casi todos los miembros del equipo evangelístico en la zona de Jeruk y Lamper Mijen eran de etnia china, mientras que aquellos que fueron evangelizados eran en su mayoría javaneses.

    Plantando más iglesias

    En 1972, la congregación GKMI de Semarang envió a Andreas Parwadi para que se convirtiera en obrero evangelista a tiempo completo en la filial de GKMI de Jeruk. Dos años más tarde, la filial de GKMI de Jeruk comenzó a llevar adelante la construcción del edificio de la iglesia en el terreno que habían comprado en Lamper Mijen.

    El 19 de mayo de 1977, Andreas Parwadi fue ordenado Guru Injil (literalmente: maestro del evangelio) y fue confirmado como pastor de la iglesia GKMI de Semarang, filial en Lamper Mijen.

    El grupo continuó creciendo y desarrollándose. El 1º de abril de 1981, la filial de GKMI de Semarang en Lamper Mijen se estableció como congregación de GKMI y Andreas Parwadi fue ordenado pastor. Los miembros de la primera junta de la congregación fueron Lemuel Muhadi (presidente), Brotodiharjo (secretario I), Nurwiyono (secretario II), Timothy Marimin (tesorero).

    —Un comunicado del Congreso Mundial Menonita de Paul Gunawan, historiador de GKMI. Traducido del bahasa indonesio por Mark Ryan, redactor jefe de la revista Berita GKMI. 


    Esté atento a la segunda parte de esta historia de GKMI: Indigenizando a la iglesia en Lamper Mijen.