Oraciones de gratitud e intercesión

  • En el marco de Renovación 2027, la migración masiva es actualmente motivo de preocupación para muchos países: forma parte tanto de la historia como del presente de los anabautistas menonitas. Hemos estado de ambos lados, tanto de quienes migran como de aquellos que les dan la bienvenida a sus vecinos en un nuevo hogar. En el evento, En pos de la justicia: migración en la historia anabautista-menonita, en San Rafael de Heredia, Costa Rica, el 6 de abril de 2019, oradores de todo el mundo dieron testimonios de migración.


    A finales del 2018 llegaron en caravana miles de migrantes centroamericanos a México. Desde hace muchos años, el país ha sido ruta de paso para quienes migran de América Central con la esperanza de llegar a Estados Unidos de América (EUA). Pero por primera vez, grupos organizados demandaban que se abriera la frontera mexicana para que pudieran entrar y transitar por el país con seguridad.

    Aunque hubo sectores que tuvieron pensamientos y acciones hostiles hacia las caravanas de migrantes que llegaron a México a finales del 2018 y primeros meses del 2019, el sentimiento más amplio fue la solidaridad y la realización de campañas para organizar ayuda y proveer a los migrantes de ropa, alimentos, medicinas, atención médica y acompañamiento en su caminar hacia el norte.

    Sendas de Justicia

    En la Conferencia de Iglesias Evangélicas Anabautistas Menonitas de México (CIEAMM), por medio del ministerio Sendas de Justicia, se hicieron llamados a coordinarse con otras organizaciones e iglesias que deseaban dar ayuda en respuesta a las necesidades expresadas por los migrantes.

    Este es un punto importante: es necesario escuchar a quienes se quiere servir para que la solidaridad sea relevante y centrada en las carencias de los migrantes, y no en la buena voluntad de las personas que a veces les brindan ayuda pero no la que necesitan. Una vez que se detectó qué tipo de ayuda requerían los refugiados temporales en México, por distintos medios se compartió la información y direcciones de centros de acopio para hacer llegar los paquetes de ayuda.

    Fernando Sandoval, coordinador del ministerio Sendas de Justicia de la CIEAMM, invito y animó a la comunidad para recaudar fondos y poder adquirir productos que necesitaban los migrantes. Para conocer dichas necesidades, visitó el lugar que abrió el gobierno de la Ciudad de México para albergar a miles de desplazados centroamericanos, principalmente de Honduras y El Salvador.

    Fernando conversó con hombres y mujeres de distintas edades. Les solicitó permiso para grabar su testimonio con el teléfono celular, a fin de compartir la grabación en las iglesias. Lo que escuchó y vio nuestra comunidad fue conmovedor, ya que cada historia contada era una tragedia de sufrimiento que permitía comprender por qué las personas decidieron abandonar su hogar con el fin de intentar cruzar hacia Estados Unidos. Además de la pobreza como causa para migrar, mencionaron la violencia padecida y el miedo a ser víctimas de todo tipo de abusos que denigran la dignidad humana.

    Una linda cooperación

    La hermandad dio aportes que Sendas de Justicia llevó a los migrantes. Fue sorprendente la respuesta de la comunidad que decidió abrir sus brazos y su corazón a quienes estaban vulnerables en su paso por México.

    Tomamos en serio la enseñanza de Jesús, quien nos invita al amor solidario que alimenta al hambriento, viste al desnudo, da agua al sediento, protege al desvalido, cuida al enfermo, visita al encarcelado (Mateo 25,35–36). Hicimos un ejercicio de compasión al ponernos en el lugar de los migrantes necesitados, y actuar para brindar acompañamiento y consuelo.

    En la tarea de llevar ayuda a los migrantes, tuvo lugar una linda cooperación entre Sendas de Justicia y un grupo de profesores y estudiantes del Anabaptist Mennonite Biblical Seminary de Elkhart, Indiana, EE.UU.. Allá se enteraron de lo que estaban haciendo la CIEAMM y la Iglesia Fraternidad Cristiana/Vida Nueva para servir a los migrantes. Entonces se compartió la información y el resultado fue una ofrenda que enviaron a Sendas de Justicia para que se usara de la manera que se considerara más conveniente. El ministerio Sendas de Justicia compró implementos que entregó a los migrantes e informó a los donantes de cómo se usó el donativo. Creemos firmemente que en la mayordomía cristiana, es indispensable la rendición de cuentas y el buen uso de los recursos que nos confían hermanos y hermanas en la fe.

    La solidaridad con los migrantes tiene antecedentes en la Iglesia Fraternidad Cristiana/Vida Nueva. Desde hace algunos años la comunidad contribuye con donativos en especie (alimentos, artículos de higiene personal) a la Casa Tochán, un refugio y lugar de defensa legal de migrantes que buscan protección mientras están en México y tienen por objetivo ingresar a Estados Unidos. Los hermanos y hermanas llevan distintos productos que se entregan a Casa Tochán, lo cual muestra que entendemos que somos seguidores de un migrante como Jesús, quien nació en condiciones muy similares a las vividas por familias que emprenden el éxodo, obligadas por los poderes que tienen el corazón duro.

    Abrir los brazos y el corazón a los migrantes es parte del discipulado cristiano. Entre ellos y ellas viajan personas que, como la mujer sirofenicia, nos ayudan a descubrir dimensiones de la fe que solamente vemos cuando somos frágiles y marginados. De esa mujer, Jesús dijo que era muy grande su fe y la puso de ejemplo de confianza en Dios (Mateo 15,28). Y hemos encontrado esta fe en los migrantes.

    Carlos Martínez García, pastor y periodista de México, es moderador de la Conferencia de Iglesias Evangélicas Anabautistas Menonitas de México (CIEAMM). Fue uno de los oradores de Renovación 2027, En pos de la justicia: migración en la historia anabautista-menonita, en San Rafael de Heredia, Costa Rica, el 6 de abril de 2019. Este artículo fue adaptado de su presentación

    Este artículo apareció por primera vez en Correo/Courier/Courrier en octubre de 2019.

  • La Comunidad Internacional de los Hermanos Menonitas (ICOMB, por su sigla en inglés) está compuesta por 21 iglesias nacionales en 19 países con aproximadamente 450.000 miembros. ICOMB existe para fomentar las relaciones y los ministerios, para resaltar el testimonio y el discipulado de sus iglesias nacionales miembros – conectando, fortaleciendo y ampliando.

    La iglesia en Sri Lanka experimenta una pérdida

    Ore por un grupo de 13 Hermanos Menonitas de las iglesias en Sri Lanka, quienes lamentan la pérdida del líder Rev. Anura esta semana. Era el pastor de la Iglesia Cristiana Light House, y lideraba las iglesias de Sri Lanka en sociedad con ICOMB, a través de una relación continua con Hajimu Fuji, pastor en California. Ore por la esposa y los dos hijos del pastor Anura, por la Iglesia Cristiana Light House y por la amplia familia de la iglesia HM en Sri Lanka.

  • Líder: nuestra salvación y honor vienen solo de Dios.
    Él es nuestro refugio, y una roca de salvación.

    Congregación: Esperamos tranquilamente ante Dios, porque nuestra esperanza está en Él, nuestra roca y nuestra salvación.

    Líder: Oh, pueblo mío, confíen en Él en todo momento.
    Derramen su corazón ante Él, porque Él es nuestro refugio.

    Congregación: Esperamos tranquilamente ante Dios, porque nuestra esperanza está en Él, nuestra roca y nuestra salvación.

    Líder: Desde el mayor hasta el más humilde – todos son como nada delante de Él.
    Si los pesas en la balanza, son más ligeros que un soplo de aire.

    Congregación: Esperamos tranquilamente ante Dios, porque nuestra esperanza está en Él, nuestra roca y nuestra salvación.

    Líder: No trates de hacerte rico a través de la extorsión o el robo.
    Y si tu riqueza aumenta, no la conviertas en el centro de tu vida.

    Congregación: Esperamos tranquilamente ante Dios, porque nuestra esperanza está en Él, nuestra roca y nuestra salvación.

    Líder: Dios ha hablado claramente – lo hemos escuchado muchas veces.
    El poder, oh Dios, te pertenece a ti; el amor inagotable es todo tuyo.

    Congregación: Esperamos tranquilamente ante Dios, porque nuestra esperanza está en Él, nuestra roca y nuestra salvación.

    Gerald Hildebrand, representante regional del CMM, Winnipeg, Manitoba, Canadá

    El domingo el 19 de enero 2020

    Los materiales para el Domingo de la Fraternidad Anabautista Mundial 2020

    https://mwc-cmm.org/article/domingo-de-la-fraternidad-mundial?language=es

  • Los lectores de habla inglesa, se interesaron en la noticia que el secretario general César García y la asistente ejecutiva Sandra Báez Rojas, del Congreso Mundial Menonita (CMM), se trasladaron a Canadá en Febrero de 2019, con el fin de trabajar desde la oficina de Kitchener, Ontario.

    Ellos también disfrutaron el testimonio de los YAMENers.  “Cuando pones tu tiempo y tu corazón a disposición del servicio a los demás, el Señor te usa de maneras que nunca podrías imaginar” afirma Diana Martínez.

    Los lectores de habla hispana se entusiasmaron al leer que los líderes de la iglesia anabautista de Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela se reunieron del 9 al 12 de noviembre de 2018, en La Cumbre, Valle, Colombia. Estudiaron la biblia, cantaron en comunidad, y se escucharon mutuamente con respecto al tema “La Iglesia como Agente de Esperanza en el Contexto Social y Político de América Latina”.

    Los lectores de habla francesa lamentaron la pérdida de los líderes eclesiales Majula Roul y Pascal Kulungu. “Esta es una pérdida para las iglesias con las cuales estos líderes sirvieron y para la familia de fe anabautista a nivel mundial. Agradecemos a Dios por el testimonio fiel de estas dos personas y honramos sus contribuciones a la misión y la reconciliación en el nombre de Jesús”, expresó Nelson Kraybill, presidente del CMM.

    Las oraciones de gratitud e intercesión fueron populares entre los visitantes de todos los idiomas, así como las historias más antiguas de la edición de Correo sobre salud mental, tales como “Cuando la enfermedad mental aparece en los bancos de la iglesia”.

    A los lectores de otros idiomas abarcados – incluyendo el coreano – les gustó el artículo: De nuestros Líderes, escrito por la Comisión de Misiones y titulado “Transformados por el Espíritu Santo para ser testigos de Jesucristo”.

    Y el artículo “Obediencia: un legado atesorado. Reflexiones sobre ser discípulo de Cristo”, escrito por el antiguo presidente del CMM, Danisa Ndlovu, en 2013, es un favorito que perdura para los lectores de todos los idiomas.

    En vietnamita, que se añadió este año, los visitantes leyeron “Voces proféticas en las Asambleas del CMM”: “Nunca antes el mundo ha necesitado nuestro mensaje como ahora…. Ahora es el momento de arriesgar todo por nuestra creencia que Jesús es el camino a la paz;… ahora es el momento de vivir lo que hemos expresado”. Décadas después, estas palabras moldean nuestra identidad como anabautistas.

    ¿Ha usted leído los artículos en su idioma materno en el sitio web del Congreso Mundial Menonita? Tenemos historias en inglés, español, francés, chino, hindi, indonesio, japonés, coreano, portugués y vietnamita.

    ¿Cuáles fueron sus historias preferidas del CMM este año?

  • “Renunciar a la violencia y amar a nuestros enemigos”. Esto es parte de ser pacificadores, según las Convicciones Compartidas del Congreso Mundial Menonita.

    Viviendo esa convicción, el 13 de septiembre de 2019, 13 iglesias anabautistas en los Estados Unidos firmaron una carta dirigida a la National Commission on Military, National and Public Service. La carta solicitaba que los hombres y las mujeres no esten obligados universalmente al servicio militar, que las disposiciones para los objetores de conciencia permanezcan y advirtió contra la influencia militar en las escuelas y el reclutamiento desproporcionado entre las comunidades de poco recursos económicos y las comunidades de color.

    Citando el sermón de Jesús en Mateo 5, la carta dice: “Como objetores de conciencia, creemos que Jesús ordena tener reverencia por cada vida humana, ya que cada persona está creada a imagen de Dios…. Nuestra oposición a la guerra no es cobardía, sino una expresión del amor perdonador de Cristo como se muestra en la cruz”.

    La carta conjunta surgió de una consulta organizada por el Comité Central Menonita de los Estados Unidos el 4 de junio de 2019 en Akron,‚ÄàPA., EE.UU.

    Los firmantes de la carta (las iglesias miembros del CMM están marcadas con un asterisco)

    • Beachy Amish
    • Brethren Church
    • Brethren in Christ U.S. (Hermanos en Cristo de EE.UU.)*
    • Bruderhof
    • Church of the Brethren (Iglesia de los Hermanos)
    • CMC‚Äà(Conferencia Conservadora Menonita)*
    • Evana Network
    • LMC‚Äà– una comunidad de iglesias anabautistas*
    • Comité Central Menonita de EE.UU.
    • Iglesia Menonita de EE.UU.*
    • Red Menonita de Misiones
    • Old Order Amish
    • Old Order Mennonites

    La Conferencia de las Iglesias de los Hermanos Menonitas de los Estados Unidos envió una carta por separado, basada en las inquietudes derivadas de su Confesión de Fe.

    El amor por los enemigos

    Un donante del CMM recientemente adjuntó una “Letter from Vietnam to American Christians” (Carta de Vietnam a los cristianos estadounidenses) de los obreros misioneros estadounidenses en Vietnam en 1967, una voz del pasado para la situación actual.

    Citando delitos graves contra la justicia social, la vida humana y la fe cristiana como resultado de la intervención militar de los Estados Unidos en ese país. Los miembros del Committee of Concern en Vietnam pidieron “una verdadera consideración por los intereses y necesidades de la mayoría vietnamita; un cambio de corazón que…acepte las consecuencias de los fracasos y errores pasados…; un cambio de política y táctica que les mostrará que nuestra principal preocupación es su propio bienestar, autoestima e independencia; un espíritu tolerante que no obligaría a otros a alinearse con nosotros…; una nueva demostración de nuestra confesión de que en Cristo no hay oriente ni occidente”.

    Tran Quang Thien Phuoc comenta: “Aprecio que sugieran que debemos tomar los intereses de la mayoría vietnamita (incluidas las personas desplazadas, los agricultores y todos los carenciados) como prioridad principal”. El joven líder de la iglesia miembro del CMM en Vietnam se desempeñó como pasante del IVEP en la oficina de la ONU del CCM en Washington (2017–2018).

    Está agradecido por el testimonio menonita que también evitó la violencia en las tácticas misioneras. “Los menonitas que vinieron y vivieron entre el pueblo vietnamita… han forjado una amistad que perdura. La Iglesia Menonita de Vietnam en la actualidad debe su existencia en parte a ellos”, afirma él.

    —Comunicado del Congreso Mundial Menonita

  • “Bendeciré al Señor con toda mi alma; no olvidaré ninguno de sus beneficios. Él es quien perdona todas mis maldades, quien sana todas mis enfermedades”. Salmo 103:2-3. DHH

    El Salmo 103 es la expresión de gratitud de David hacia Dios. No es una expresión casual. Proviene de lo profundo de su alma. David comunica a sus lectores tres razones de su alabanza de júbilo:

    • Dios ha bendecido a David con muchas bendiciones (versículo 2)
    • Entre ellas, Dios perdona todos sus pecados (versículo 3)
    • Dios sana todas sus enfermedades (versículo 3)

    El perdón de Dios

    David entiende profundamente el perdón de Dios. El robó la esposa a su soldado Urías. No solamente robó a Betsabé, sino que también asesinó a Urías (2 Samuel 11:15). David merece el implacable juicio y rechazo de Dios, pero Dios lo perdona.

    Un analista de la Biblia ilustra el perdón de Dios hacia David de esta manera:

    David merece la ira; recibe misericordia.

    Merece el rechazo; recibe aceptación.

    Merece el infierno; recibe el cielo.

    Merece un adversario; recibe un abogado. (The Preacher’s Commentary – Vol. 14: Salmos 73-150).

    Puedo identificarme con David encuanto a la profundidad de la misericordia de Dios. Al igual que él, yo también soy un pecador; he cometido muchos errores. Todos los días confío en el perdón de Dios. Estoy profundamente agradecido por esto.

    La sanidad de Dios

    Sin embargo, lucho con la proclamación de David de que Dios sana “todas las enfermedades” (versículo 3).

    ¿De verdad? Tengo dos amigos de mi edad, de unos 50 años, ellos perdieron la batalla contra el cáncer. Uno murió de linfoma y el otro de un tumor cerebral. ¿Cómo puede decir David que Dios sana todas las enfermedades? ¿Está ciego a la realidad de que las desgracias ocurren?

    Pero David no era ignorante: su primer hijo con Betsabé murió (2 Samuel 12:18).

    Quizás, David está describiendo un tipo diferente de sanidad.

    Puede estar señalando la presencia sanadora de Dios. Aunque nuestro cuerpo puede sufrir una enfermedad debilitante, Dios no está ausente en nuestro sufrimiento. Job confiesa esto mientras sufre una terrible enfermedad: “Yo sé que mi defensor vive” (Job 19:25, DHH).

    ¿Nos está invitando David a darnos cuenta de que cada momento en nuestras vidas está marcado con la bendición de Dios? Nuestra realidad externa puede ser dolorosa, pero interiormente podemos experimentar la presencia sanadora de Dios y su fortaleza en nuestras necesidades.

    Habilidades únicas para el desarroll

    Recientemente, leí sobre el Liparidae (el pez baboso).Vive en una profundidad de 8.000 m (26.000 pies) en el lecho marino del Océano Pacífico. Aproximadamente del tamaño de la mano humana, estos pequeños peces pueden desarrollarse en condiciones difíciles: cerca de temperaturas de congelación y presión extrema mil veces mayor que a nivel del mar. Sobreviven debido a sus características especiales: cráneos y huesos flexibles.

    Dios proporciona a estas diminutas criaturas oceánicas habilidades únicas de desarollo. ¿No nos dará también todo lo que necesitamos para superar nuestro sufrimiento?

    A medida que avanzamos en esta época de Advenimiento, ¿podemos esperar la respuesta a nuestras oraciones con agradecimiento y fe?

    David nos da estas razones para nuestra expectativa de esperanza: los dones de Dios del perdón y la sanidad. Mientras esperamos sus milagros, podemos tener la confianza de que Dios nos dará todo lo que necesitamos para seguir desarrollándonos.

    Como sucedió en el primer Advenimiento, Dios cumplió su promesa con la llegada de su Hijo como el Mesías. Por lo tanto, esperemos con agradecimiento y fe, y por todo ¡demos gracias!

    —Un comunicado del Congreso Mundial Menonita por Sunoko Lin. Es pastor y hombre de negocios originario de Indonesia que ahora vive en los Estados Unidos, Sunoko Lin se desempeña como tesorero del CMM.

  • Quienes hemos visto de cerca la migración, sabemos que es un problema que nos atañe como pueblo de Dios.

    Quien migra dejando su seguridad y comodidad, se expone a la adversidad y a un futuro incierto. Quien migra puede ser que lo haga por voluntad propia, pero la historia reciente nos dice que la migración actual es forzada. Hay circunstancias que obligan a las personas a desplazarse y aventurarse con cierta esperanza de que lo que suceda a futuro puedque a ser favorable para ellos y los suyos.

    Para la mujer es una situación más difícil cuando decide emprender ese camino cargando a sus hijos menores para protegerlos de un ambiente desesperanzador, y el esfuerzo se duplica o triplica según el número de hijos.

    Lo lamentable es que del otro lado del muro, de la barrera, de la frontera o como le llamemos, no se está encontrando esa idea, promesa o solución.

    La realidad es que antes de salir ya algunos están advertidos; otros, mientras van de camino provocan una reacción negativa; puertas cerradas por decirlo de alguna manera.

    El contexto

    En Honduras, un promedio de 250 a 300 personas emigran a diario; según encuestas realizadas por la Comisión de Acción Social Menonita (CASM)*, la mayoría se va por situaciones que obedecen a la violencia, falta de oportunidades y reunificación familiar. Dentro de este grupo, hay jóvenes que se van con código verde, lo que significa que por diversas razones están marcados para morir; las noticias evidencian, a través de los periódicos, que los jóvenes en estas condiciones que regresaron porque su migración se frustró, están muertos.

    En una entrevista, uno de estos jóvenes detenido para ser devuelto a su país, dijo lo siguiente: “Estoy consciente de que tengo orden de captura, y estoy aquí con mi madre y mis hermanos. Es cierto que maté a una persona miembro de una mara porque abusaba de mi mamá y mis dos hermanas; estoy amenazado y por eso nos vinimos. No importa si me matan a mí, pero quiero que mi familia esté segura.”

    Otra realidad es el drama que viven las personas que regresan, que no les dan ni el derecho a cambiarse la ropa para regresar. Al momento de apresarlos, les quitan la ropa así de sucia como la llevaban y les ponen el uniforme de la cárcel, como si la migración no fuera un derecho humano. Al excarcelarlos a los dos o tres meses, les devuelven la ropa sucia con la que se tienen que venir de inmediato.

    Mujeres y niños vienen llorando, madres con veinte días de haber dado a luz, en un viaje en el que hicieron un recorrido de catorce horas desde México.

    Las Escrituras

    Esta es la realidad que encontramos; usted y yo algo podemos y debemos hacer frente a esta situación.

    La pregunta es, ¿qué queremos hacer? Bueno… cada quien decide cómo responder ante situaciones de la vida desde su papel como líder eclesial, líder comunitario, líder político, familia, pastor, amigo o ciudadano.

    Para los hijos de Dios, él tiene una demanda de amor y obediencia.

    No hagan sufrir al extranjero que viva entre ustedes…” (Levítico 19:33)

    Pero yo no lo hago sufrir, solo cerré mi puerta; es mi derecho. Solo me libro de la amenaza porque me pueden atacar.

    No sé cuál podría ser una buena excusa, aceptada socialmente y hasta en el ámbito eclesial.

    La realidad es que en la vida cristiana no hacemos lo que queremos, hacemos lo que debemos. La palabra es clara en esta situación específica.

    ¿Cómo debo comportarme respecto a la migración?

    Fui forastero y me dieron alojamiento” (Mateo 25,35): Dios en su palabra apela a la condición que nos sensibiliza, la empatía; pienso particularmente que es la mejor forma de comprender la situación que vive el migrante. Cuando procuro comprender cómo se sentirá la persona, la palabra de Dios dice: “También ustedes fueron extranjeros en Egipto” (Levítico 19:34a).

    Dicho de otra manera, ustedes ya saben lo que se siente cuando no se está en su tierra, en la comodidad de su casa.

    Conclusión

    Hay que brindar amor, para identificarnos de la mejor manera con las personas que tienen la necesidad de migrar y con las que están sufriendo las consecuencias de la migración. Aunque ahora no nos afecte, sí quizá más adelante. Debemos tener una posición frente a este problema social, y lo mejor sería que siempre obedezcamos la palabra de Dios, les demos alojamiento, no las hagamos sufrir, nos pongamos en su lugar.

    —Adriana Belinda Rodríguez, psicóloga, casada, integra la Comisión de Paz. Es estudiante de Teología en SEMILLA y miembro de la Iglesia Menonita “Caminando con Dios” en La Ceiba, Honduras, donde participa en la enseñanza. Dirige el Proyecto Paz y Justicia, organización de servicio social de la Iglesia Evangélica Menonita Hondureña, que promueve la cultura de paz.

    Disertó en Renovación 2027, En pos de la justicia: Migración en la historia Anabautista-Menonita, en San Rafael de Heredia, Costa Rica, el 6 de abril de 2019. Este artículo es una adaptación de su presentación.

    La Comisión de Acción Social Menonita (CASM) es una organización ecuménica que ayuda a fortalecer los procesos de democratización, y desarrollo local y regional en Honduras.

    Este artículo apareció por primera vez en Correo/Courier/Courrier en octubre de 2019.

  • Isisu somhambi asinganani, singangophondo lwempunzi, que literalmente significa: el estómago de un viajero es tan diminuto como el cuerno de un macho cabrío.”

    Barbara Nkala, representante regional del CMM para el sur de África, aprendió a ser generosa desde su infancia.

    Su madre, “quien tenía poco y era fastidiosamente generosa”, solía citar el anterior proverbio al dar comida a los visitantes; “aun así, nunca nos íbamos a dormir con el estómago vacío”.

    La amplia vivienda de su abuelo era un refugio y un lugar de celebración, no solo para la familia extendida, sino también para los vagabundos y cualquiera que tuviera menos que él.

    De modo que Barbara Nkala planifica su presupuesto para dar, y en su plan de donaciones incluye a las personas necesitadas del barrio, a las personas vulnerables que intentan ganarse la vida, los proyectos de la iglesia, la hospitalidad en el hogar y también al CMM.

    Además, “muchas veces, hago donaciones espontáneas con la guía del Espíritu”.

    Desde 2009, Zimbabue ha sufrido una crisis continua de hiperinflación. Recientemente, el gobierno prohibió el dólar estadounidense que servía a falta de una moneda nacional estable.

    “A pesar de vivir en uno de los países con más dificultades económicas, Barbara da generosamente a los más necesitados, y al CMM”, afirma Arli Klassen, directora de Desarrollo del CMM.

    “Todo lo que hagamos por las personas más humildes, lo entregamos a Dios”, expresa Bárbara Nkala. “Una profunda relación con Dios, su asombroso amor y sus numerosas bendiciones, me hicieron dar cuenta de que nada de lo que dé podría compararse con los dones y bendiciones gratuitas que he recibido de Dios.”

    “Valoro realmente el impulso de establecer relaciones significativas a nivel mundial”, dice Bárbara Nkala. “Es a través del CMM que he aprendido a comprender que la diversidad nos brinda un rico mosaico de perspectivas en el reino de Dios”.

    “Considero que cada vez más debemos cuidarnos unos a otros.”

    —Comunicado del Congreso Mundial Menonita

    Este artículo apareció por primera vez en Correo/Courier/Courrier en octubre de 2019.

  • Testimonio para Renovación 2027: Los anabautistas de hoy

    Renovación 2027 es una serie de eventos que se llevarán a cabo durante 10 años, con la finalidad de conmemorar el aniversario 500 de los inicios del movimiento anabautista. Esta serie destaca a los líderes del movimiento desde épocas históricas hasta el presente.

    El Gunungan es una figura del teatro tradicional de Indonesia que representa al mundo. Este arte en forma de hoja de un árbol se utiliza frecuentemente alrededor del país, incluso en la iglesia Menonita en la costa de Jepara.

    “Esta escultura de madera expresa la misión y la visión de la iglesia”, explica el artista Harjo Suyitno a través de la interpretación de su pastor Danang Kristiawan. Con la cruz superpuesta en la parte superior del gunungan, el símbolo visual de adoración representa al Cristo cósmico (Colosenses 1: 15-23).

    “Cristo reconcilio a toda la creación consigo mismo”, afirma Harjo Suyitno, al señalar al tigre, al toro, al pez, al simio, y las aves en su obra de arte. “La cruz reconcilia al cosmos con la familia de Dios, quien ofrece la paz al mundo. Es una perspectiva de la iglesia”.

    El gunungan generalmente tiene una máscara en el medio la cual representa el mal y la tentación. En la cruz de Jepara, ha sido reemplazada por un árbol que representa la vida, con la cruz encima de todo. “Todo está bajo la autoridad de Cristo, incluso las cosas malas”, expresa Harjo Suyitno.

    Algunos cristianos le preguntan por qué colocó una serpiente en el dibujo. También es un símbolo de sabiduría, señala, y repite que esta se encuentra debajo de la cruz.

    La iglesia Gereja Injili de Tanah Jawa, miembro del CMM, es una iglesia javanesa, comenta Danang Kristiawan. “La buena noticia es que Jesús ama este mundo. Queremos representar esto dentro de nuestra cultura – el pueblo javanés”.

    En el presente, muchos jóvenes se han distanciado de su propia cultura, por lo que la obra de arte javanesa les ayuda a conectarse, explica Danang Kristiawan. Los pastores predican en una mezcla del idioma javanés e indonesio los domingos por la mañana, con un culto más pequeño y moderno en indonesio por las tardes.

    Los anabautistas a menudo han puesto énfasis en la separación del mundo, pero “la cultura javanesa y la cristiandad tienen muchos valores compartidos”, afirma Harjo Suyitno. En la iglesia, “aceptamos la cultura pero debemos modificarla, cultivarla y re-imaginarla”.

    Harjo Suyitno ha cambiado su propia cultura por Cristo. Nacido en una familia musulmana, se hizo cristiano a mediana edad. Era un padre divorciado con cuatro hijos, no sentía paz, pero un colega cristiano le instó en buscar a Jesús como su camino hacia la paz.

    Harjo Suyitno es un artista – de danza, música y artes visuales – que además de servir en la iglesia al mostrar el mensaje reconciliador de Cristo a través del arte javanés, también diseñó el logotipo de GITJ con el estilo de Pancasila, un símbolo indonesio.

    —Comunicado del Congreso Mundial Menonita

  • Desde que se inició en Europa, el movimiento anabautista ha tenido una identidad migrante. El fundamento teológico que le dio vida se entrecruza con la realidad migrante del mundo actual, presentando desafíos para la labor misionera, pastoral y social de nuestra familia anabautista mundial.

    El poeta brasileño Carlos Drummond de Andrade nos ha dejado un bello poema*, con el cual deseamos iniciar y conducir estas breves reflexiones:

    “…Camino por un camino
    que pasa por muchos países…
    Yo preparo una canción,
    que despierte a mujeres y hombres
    y que haga soñar en paz a niños y niñas.”

    *Traducción libre de Jaime al español del poema original en portugués.

    Jesús el migrante perenne

    Carlos Drummond de Andrade clama a los cuatro puntos del universo, diciendo: “Camino por un camino (…)”. Sus palabras nos recuerdan la poesía nahúalt de Mesoamérica, en que el poeta se ve a sí mismo caminando, permitiendo que la luz de quien tiende flores blancas y rojas, ilumine su camino.

    El primer verso: “Camino por un camino”, nos recuerda de inmediato también, la poesía y la vida de Jesús en relación al camino. Pues Jesús se nos presenta en los cuatro Evangelios como el “migrante perenne” cuyo mensaje, vida y misión se encuentran siempre en el camino.

    El evangelio de Mateo nos describe una escena común a muchos migrantes en Centroamérica: Jesús, María y José regresando a Nazareth con miedo, de hurtadillas, del exilio en Egipto, después de la muerte del emperador Herodes (Mateo 2,13–18).

    La vida pública de Jesús se desarrolló en el camino al recorrer las ciudades y aldeas, predicando el evangelio del Reino, y curando toda enfermedad y toda dolencia (Mateo 9,35). Él cruzó los caminos de Samaria y traspasó las culturas judías, siro-fenicias, griegas y romanas, llevando pan, vida y paz. Haciéndose a sí mismo el camino, reveló el Camino: “Yo soy el camino, la verdad y la vida” (Juan 14,6).

    Su muerte ocurrió en Jerusalén, después de enfrentarse a las autoridades políticas y religiosas judías del templo, y de ser llevado a juicio ante Poncio Pilatos. Después de su pasión y muerte, Jesús resucitado aparece caminando con los discípulos en Emaús para confortarles y explicarles las Sagradas Escrituras.

    El surgimiento migrante de las comunidades anabautista-menonitas

    Esa frase poética puede bien resumir la experiencia migratoria que ha caracterizado el surgimiento y la identidad de las comunidades anabautista-menonitas desde el siglo XVI. Estas comunidades se formaron con el modelo del camino que presentó Jesucristo, y tomando el ejemplo de los primeros seguidores y seguidoras de Jesús en Hechos 9,2, se autodenominaron como “los del camino”.

    En medio de la corrupción de la cristiandad medieval del siglo XVI ‚Äíque mantenía prisionero el cuerpo y el espíritu de campesinos, campesinas, textileras y mineros‚Äí, se concretó el testimonio renovador de anabautistas y reformadores radicales.

    Seguidores y discípulas de Jesús se vieron estremecidos por la experiencia del Espíritu Santo, que les hizo salir del temor provocado por las fuerzas del mal, el poder romano de Poncio Pilatos y de las autoridades religiosas y políticas de los fariseos, que dieron muerte a su maestro Jesús.

    La experiencia del Espíritu Santo gestó las primeras comunidades anabautistas, que se formaron en el sur de Alemania, Suiza, Austria, Tirol y en los Países Bajos. La lectura de las Sagradas Escrituras de los reformadores Calvino, Lutero, Melanchton y Zwinglio resaltan el evangelio de la gracia y tuvo gran impacto entre los anabautistas. Pero lo propio y característico de anabautistas y menonitas fue el seguimiento de Jesús a través de la experiencia confortadora del Espíritu Santo.

    El carácter migrante de los anabautistas se gesta en la decisión de imitar a Jesucristo. Históricamente hablando, las comunidades anabautista-menonitas del siglo XVI hicieron suyas las palabras del poeta, migrando por innumerables caminos, siguiendo el ejemplo de su maestro Jesús, anunciando shalom (la paz) y el evangelio del Reino, y creando comunidad solidaria con pobres, campesinos y migrantes.

    Expansión migratoria del anabautismo en el mundo

    El surco migratorio de familias anabautistas y menonitas de origen europeo continuó hacia América Latina. Encontramos grandes y medianos desplazamientos, que incluyen familias enteras de menonitas de origen europeo, quienes se han desplazado hacia México (1922–1926), Paraguay (1926–1958), Brasil (1930–1958) y Uruguay (1948–1959). Desde 1953 Bolivia se ha convertido en lugar de migración para colonias menonitas de origen europeo.

    En Asia como en África no podemos hablar de migraciones de grupos étnicos anabautistas de origen europeo, como los descritos para el caso de América Latina, donde el espacio geográfico sirvió para el asentamiento de colonias menonitas. Sin embargo, podemos afirmar que los ideales anabautistas, el mensaje de Jesucristo, la conformación de iglesias y los servicios de paz germinaron en el contexto de los poderes coloniales europeos y norteamericanos; también migraron a Asia, África y América Latina a través de juntas misioneras y organismos como el Comité Central Menonita.

    Ya fuese que la migración anabautista se realizara a través de desplazamientos masivos o medianos de familias étnicas de origen europeo, o por el envío de matrimonios de misioneros, las comunidades, iglesias, familias y los movimientos menonita-anabautistas se expandieron, recorriendo muchos caminos y pasando por fronteras y países del mundo entero.

    Las canciones del migrante

    Y nos remite a la realidad de los migrantes del mundo actual. Un total de unos 250 millones de personas, es decir el 3,4 por ciento de la población mundial está constituida por migrantes que cruzan las fronteras de sus países, huyen de las injusticias y la violencia, escapan de la muerte, en procura de trabajo para mejorar su situación económica y llevar sustento a sus familias pobres, o en busca de mayor tolerancia religiosa. Todo ello a fin de encontrar mejores oportunidades sociales y esperanzas de vida lejos de su patria.

    Se trata de los desplazamientos de un país a otro, como el caso de los migrantes venezolanos a Brasil y Colombia, a causa de la crisis política y económica que atraviesa su país. El caso dramático de miles de hondureños, guatemaltecos, salvadoreños y mexicanos, quienes procuran cruzar la frontera y el muro en México, huyendo de la violencia en sus países, en busca del “sueño americano”. De las migraciones masivas de africanos agobiados por las sequías, la violencia, y el hambre en sus países, desplazándose de sus fronteras y procurando refugio en Europa, Estados Unidos y otros continentes. En todo este drama humano, las familias, mujeres, niñas y niños sufren tremendas situaciones de injusticia e indignación.

    La dura realidad que viven millones de migrantes en el mundo, ha hecho que sean objeto constante de las noticias nacionales e internacionales. Poemas y canciones con ritmos populares, africanos, latinoamericanos, asiáticos e hispánicos están despertando a mujeres y hombres sobre la situación del migrante.

    El verso final del poema de Carlos Drummond de Andrade pone el acento en el elemento utópico de la canción migrante que “hace soñar a los niños y las niñas en paz”. Y nos hace pensar en la figura materna de Dios, que el profeta Isaías utilizó refiriéndose al exilio del pueblo judío en Babilonia. Dios aparece como mujer en parto, diciendo:

    “El Señor me abandonó, mi Dios se olvidó de mí.

    Pero, ¿acaso una madre olvida o deja de amar a su propio hijo?

    Pero, aunque ella lo olvide, yo no te olvidaré” (Isaías 49,14–15).»

    Las preguntas decisivas son: ¿Cómo contribuiremos desde las iglesias para ofrecer un futuro mejor a los migrantes, sus niños y niñas? ¿Será posible que podamos imitar y seguir a Jesús en el camino de los migrantes? ¿Permitiremos la unción de su Santo Espíritu para crear y cantar canciones a las niñas y niños migrantes, que les permita soñar en paz?

    Conclusiones: recomendaciones pastorales

    Las enseñanzas de Jesús, las experiencias migratorias de nuestra tradición anabautista-menonita y los cantos del migrante, deben entonces llevarnos a la acción pastoral.

    Las iglesias anabautistas en Centroamérica, Latinoamérica, América del Norte, Europa, África y Asia, el Congreso Mundial Menonita, el Comité Central Menonita, todas las instituciones de educación y de servicio social anabautistas, debemos orar, reflexionar y tomar acciones concretas sobre la realidad migratoria de nuestros países y la región donde vivimos.

    • Fortalecer la reflexión teológica y pastoral sobre el tema de las migraciones.
    • Avivar la reflexión en nuestras iglesias sobre los derechos de los migrantes y las motivaciones políticas, económicas, sociales de las migraciones.
    • Ofrecer espacios de amistad, apoyo psicológico-espiritual, ayuda y hermandad a los migrantes que visitan nuestras iglesias.
    • Separar ofrendas en nuestras iglesias para financiar proyectos de apoyo a migrantes.
    • Poner especial atención en la salud, alimentación, bienestar y educación de niños y niñas migrantes.
    • Acompañar espiritualmente a los migrantes.
    • Entrar en contacto con otras organizaciones internacionales, gubernamentales y no gubernamentales que están trabajando en el tema migratorio.¬†
    • Estudiar, planificar, desarrollar y evaluar actividades y proyectos en torno a la migración junto con entidades y otras organizaciones eclesiales afines a este trabajo pastoral.
    • Poner las reflexiones y proyectos sobre temas migratorios a disposición de iglesias en otros continentes, a fin de enriquecer la experiencia internacional y la tarea pastoral con migrantes.
    • Recrear con cantos, relatos, juegos y risas la vida de niños y niñas migrantes.¬†

    El tema migratorio nos hace meditar que Dios se presentó en la Torá y otros libros del Antiguo Testamento, como el Dios de los pobres, de los huérfanos, de las viudas y de los extranjeros. El Nuevo Testamento nos remite a las palabras de juicio y promesa de Jesús en Mateo 25,34-36: Vengan ustedes, los que han sido bendecidos por mi Padre; reciban el reino que está preparado para ustedes desde que Dios hizo el mundo. Pues tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; anduve como forastero, y me dieron alojamiento. Estuve sin ropa, y ustedes me la dieron; estuve enfermo, y me visitaron; estuve en la cárcel, y vinieron a verme”.

    ‚ÄJaime Adrián Prieto Valladares, historiador menonita y líder eclesial de la Asociación Iglesias Cristianas Menonitas de Costa Rica.¬†Disertó en Renovación 2027, En pos de la justicia: migración en la historia anabautista-menonita, en San Rafael de Heredia, Costa Rica, el 6 de abril de 2019.¬†Este artículo es una adaptación de su presentación.

     

    Este artículo apareció por primera vez en¬†Correo/Courier/Courrier¬†en octubre de 2019.