Oraciones de gratitud e intercesión

  • ¿Sabía usted que una pandemia ha precedido tres asambleas consecutivas del Congreso Mundial Menonita en el hemisferio sur?

    Para Zimbabue en el 2003, se trató del SARS (Síndrome Respiratorio Agudo Severo). Para Paraguay en 2009, fue el H1N1 (también conocido como gripe porcina).

    Y ahora, el equipo de planificación de la Asamblea del próximo año en Indonesia se está enfrentando a una pandemia aún más grave, el COVID-19.

    En los tres eventos hubo una epidemia que constituía una amenaza.

    Zimbabue 2003

    La Asamblea en Bulawayo, Zimbabue, enfrentó varios problemas graves.

    El bombardeo del World Trade Center en Nueva York, EE. UU. (11 de septiembre de 2001) había creado una gran ansiedad en la gente a la hora de tomar un vuelo.

    Zimbabue se encontraba en una crisis política debido, principalmente, a la rápida redistribución de la tierra. La inflación se disparó. Convertir los fondos a la tasa oficial habría estrangulado a la Asamblea, así como ya estaba matando a muchas empresas en el país.

    Y luego llegó el SARS, un brote de enfermedad respiratoria que apareció en febrero de 2003 y se extendió rápidamente a más de dos docenas de países.

    Se desarrolló un plan B para hacer una reunión limitada en Sudáfrica, pese a la desilusión de los líderes zimbabuenses que mantuvieron la fe de que al final todo saldría bien.

    Y así fue.

    Varios días antes del evento, el comité de oración llevó a cabo un día de oración y ayuno. Los participantes caminaron cada centímetro de los terrenos donde se realizaría la Asamblea orando para que Dios eliminara cualquier espíritu que impidiera la reunión.

    Lo que esa asamblea significó para la iglesia de los Hermanos en Cristo, los anfitriones, es inmensurable. Incluso los taxistas de la ciudad y los dueños de las tiendas locales preguntaban: “¿Cuándo es la próxima asamblea?”

    El tema “Compartir los dones en el sufrimiento y la alegría” no podría haber sido mejor elegido. El éxito de esta Asamblea fue un milagro.

    Paraguay 2009

    Alrededor de tres semanas antes del día inaugural de la Asamblea del CMM en Asunción, Paraguay, un representante del Ministerio de Salud se reunió con el equipo de planificación y les preguntó si el evento podría retrasarse por varios meses. Les preocupaba que la gripe porcina (H1N1), que se originó en América del Norte, llegara a Paraguay.

    Era invierno en Paraguay, una estación en la que la gripe se propaga más fácilmente. Ellos temían que este virus importado causara estragos en los barrios y miles de paraguayos murieran.

    “No”, dijimos, “sería imposible posponer”.

    “¿Todos podrían usar un tapabocas?” preguntó.

    Prometimos considerarlo; sin embargo, a esas alturas no era posible obtener suficientes tapabocas. Se prestó especial atención a proporcionar protocolos de desinfección de manos, especialmente antes de las comidas.

    Al comienzo del culto de apertura, un líder le pidió a la audiencia que no se saludaran con un abrazo, una forma muy típica de saludar en América del Sur. Hubo una suave oleada de risas en la audiencia, que parecía implicar: “Sé realista, esto es Latinoamérica”.

    En el transcurso del evento, algunos participantes de la Asamblea fueron llevados a un hospital local, pero no por causa del virus.

    El éxito de esta Asamblea fue un milagro. “Seguimos juntos el camino de Jesucristo”.

    Indonesia 2021

    Ahora, el equipo de planificación de la Asamblea del CMM en Indonesia se enfrenta al desafío del siglo: la pandemia del COVID-19, junto con la creciente sensación de que volar contribuye a la degradación ambiental. Es claro que los planificadores de la Asamblea se están enfrentando a un serio momento de discernimiento.

    ¿Ocurrirá otro milagro? ¿Podremos mantener la fecha y la gran fraternidad entre miles de personas que hemos llegado a esperar de estas reuniones? o ¿podremos mover la fecha sin demasiadas complicaciones?

    ¡Oremos para que Dios haga un milagro para la Asamblea!

    —Comunicado del Congreso Mundial Menonita escrito por Ray Brubacher, planificador de asambleas del CMM entre 1999 y 2009.

    Haga clic aquí para obtener más información sobre la Asamblea

     

  • No suele suceder con frecuencia, pero me faltan palabras mientras las ciudades de los Estados Unidos arden, y mientras he soportado por varias semanas, ver cuerpos de afrodescendientes sacrificados en nombre del orden y la disciplina. Estoy dividido entre ser un hombre afrodescendiente enfurecido y al mismo tiempo ser el líder en una institución predominantemente blanca, cuyas personas, miembros, están unidas por la teología y muchas de ellas, por tener la misma ascendencia.

    Los nombres más recientes que han destrozado mi corazón son George Floyd, Breonna Taylor y Ahmaud Arbery. Observé con horror cómo una mujer llamada Amy Cooper, paseando a su perro, sin correa, intentó convertir a la policía en un arma contra Christian Cooper (sin ninguna relación), quien simplemente quería observar pacíficamente pájaros en el Central Park de la ciudad de Nueva York. Christian Cooper, así como yo, es un hombre afrodescendiente. El lenguaje empleado por la mujer blanca, en la llamada que hizo a la policía, significa que cualquier hombre afrodescendiente –yo o mi hijo– podría haberse ajustado a esa descripción, otorgando así a los oficiales que respondieron a la llamada, una licencia para matar con la inmunidad calificada que niega la justicia.

    A los sistemas de poder racial les gustaría mucho que líderes (hombres y mujeres) como yo, dejaran de lado la condición de persona afrodescendiente y el dolor; sin embargo, son esas características las que dan forma a mi identidad.

    Como líder, estoy llamado a rechazar mi miedo y mi tristeza. Necesito hacer un llamado a la gente de la Mennonite Church USA (Iglesia Menonita de EE.UU.). También hago un llamado a mi familia anabautista alrededor del mundo a que se pronuncie contra la injusticia racial en casa y en el extranjero.

    Debemos rechazar las culturas que demonizan la piel oscura. Debemos rechazar las culturas que causan que algunas personas blanqueen su piel porque eso, de alguna manera, se percibe como algo mejor.

    Nuestras iglesias anabautistas necesitan hablar sobre la creciente injusticia alrededor del mundo. Las personas misioneras han venido de América del Norte y de Europa, envolviendo a Dios con una capa que le proporciona la condición de persona blanca. Pero, como anabautistas, debemos insistir en que todas las personas somos creadas a imagen de Dios. El Espíritu nos conecta a todas las personas y debemos atesorar el pincel de la diversidad que Dios usa para pintar a la humanidad.

    Junto con los pensamientos y las oraciones, necesitamos acción. Necesitamos unificarnos respecto a quiénes somos como cuerpo global de hacedores de paz. Yo he desafiado a la iglesia en los Estados Unidos a reflexionar sobre lo siguiente:

    • ¿Cómo se unirá usted a la paz de Dios en el trabajo en su comunidad o nación?
    • ¿Hay personas u organizaciones en sus comunidades que demuestran cómo se ve la paz?
    • ¿Dónde ha encontrado la paz de Dios en el trabajo que está haciendo?
    • ¿Cuáles son algunas cosas que usted puede hacer para ser activamente un medio para la paz transformadora?

    Glen GuytonPersonas de todo el mundo se han acercado a mí para preguntarme cómo pueden ayudar. Defendamos la justicia. Juntos (hombre y mujeres) podemos hacer la diferencia. Necesitamos participar en una construcción de paz más costosa, enraizada en un discipulado radical, que busque desmantelar los sistemas de opresión en cualquier lugar donde los veamos. La violencia y los disturbios que están ocurriendo ahora en los Estados Unidos no son un accidente; es para lo que está diseñado el sistema y nos pone en peligro a todas las personas.

    —Comunicado del Congreso Mundial Menonita. Glen Guyton es director ejecutivo de la Mennonite Church USA (Iglesia Menonita de EE.UU.).

     

     


    Oración

    Con la zarza ardiente, Moisés aprendió que Dios está atento a las circunstancias de los oprimidos: “Claramente he visto cómo sufre mi pueblo…. Los he oído quejarse por culpa de sus capataces, y sé muy bien lo que sufren. Por eso he bajado, para salvarlos” (Éxodo 3,7-8a).

    El Dios del Éxodo está prestando atención a los eventos mundiales de hoy en día. Como respuesta a otro asesinato más, por parte de un policía a un hombre negro desarmado en los EE. UU., han estallado protestas en ciudades de América del Norte y en otras partes del mundo. Se produjeron saqueos y actos de vandalismo. La policía en los Estados Unidos ha disparado balas de goma y gases lacrimógenos incluso contra los periodistas que informan sobre las protestas.

    Lamentamos el racismo sistemático que conduce a asesinatos y atentados diarios contra la dignidad para las personas de color. Nos afligen las acciones violentas, tanto de los manifestantes como de las fuerzas del orden. Confesamos la falta de equidad y justicia que a veces caracteriza nuestras propias respuestas. Reconocemos las largas raíces intercontinentales del racismo que incluyen la complicidad en la trata de esclavos.

    Reafirmamos lo siguiente de las Convicciones Compartidas del Congreso Mundial Menonita “Como comunidad mundial de fe y vida trascendemos fronteras de nacionalidad, raza, clase social, género e idioma…. El Espíritu de Jesús nos llena de poder para confiar en Dios en todos los aspectos de la vida, de manera que lleguemos a ser hacedores de paz que renunciamos a la violencia, amamos a nuestros enemigos [y] procuramos justicia…” —Convicciones Compartidas 7

    ¡Dios creador, toca nuestros corazones y nuestro mundo problemático para que nos arrepintamos y procuremos relaciones justas!

  • Ya han pasado varios años desde el último encuentro de GYS en el 2015 he indudablemente ha sido una experiencia única que ha afectado radicalmente mi cosmovisión.

    A través de GYS uno tiene la oportunidad de realmente abrir los ojos y de ser más consciente de que detrás de todos esos países que podemos ver en un mapa hay hermanos en la fe con una gran diversidad de contextos, sociales, económicos, políticos y desafíos propios de cada región en donde lo que Dios está haciendo en cada uno de ellos es único.

    GYS me ha desafiado como líder a transmitir en mi país lo que significa realmente ser un joven anabautista y como podemos ser las manos y pies de Jesús en nuestras comunidades, identificando las necesidades en nuestro entorno y no siendo ajenas a ellas sino siendo parte del cambio ejecutando proyectos, y siendo la respuesta.

    Voluntarios de la iglesia se ofrecen a orar por
    la gente en las paradas de los semáforos.
    Si la gente así lo quiere, le dejan un folleto
    sobre la iglesia y toman los datos de contacto

    Así también, mi vida de oración ha sido impactada con la urgencia de clamar por nuestros hermanos alrededor del mundo, con mucho más fervor que nunca, por lo que desarrollamos espacios de oración por las naciones en nuestra iglesia local. A través de esto, Dios ha encendido en mi corazón una pasión por los pueblos no alcanzados y por las misiones en general.

    Actualmente me encuentro involucrada activamente en mi iglesia local en el liderazgo del grupo de jóvenes y adolescentes y sirviendo en la evangelización y discipulado de pueblos nativos en mi país, con miras al campo misionero internacional.

    Teniendo en cuenta mi experiencia como delegada en GYS y como esto ha sido un puente para conectar con personas que actualmente son de gran bendición para mi vida y también  conectando con otros proyectos y experiencias enriquecedoras para mi propia vida y para mi comunidad de fe, invito a las iglesias a incentivar y apoyar a los jóvenes que desean asistir a los encuentros de YABs, son realmente espacios únicos que pueden marcar nuestras vidas y que nos ayudan a experimentar cuanta riqueza y diversidad existe en nuestra familia mundial y como todos nos complementamos conformando así el cuerpo de Cristo como bien lo describe Pablo en 1 Corintios 12,12: “Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo.”

    Un equipo ministerial que trabaja con JAHA,
    dirigido por Dahiana Cornet,
    participa en un culto con personas
    del grupo indígena Aché.

    Y quisiera dejar a los jóvenes un mensaje especial, el de no desmayar, mantengámonos juntos y firmes en medio de esta pandemia que nos toca atravesar, involucrémonos y ayudemos a nuestras comunidades a enfrentar los retos actuales de como “hacer iglesia” en este tiempo y a repensar como lo haremos en el futuro.


    El Comité de YABs (jóvenes anabautistas) se conecta con los jóvenes anabautistas (entre 18 y 30 años), a través de la discusión de textos bíblicos, la alabanza, la oración y el intercambio de historias, y una vez
    cada seis años a través de la Cumbre Mundial de la Juventud (GYS). Haga clic aquí para saber más sobre GYS.

    La quinta Semana anual de la Fraternidad YABs se celebra del 14 al 21 de junio de 2020. Durante esta semana, los grupos de jóvenes y jóvenes adultos de todo el mundo pueden animarse mutuamente y celebrar como una comunidad anabautista de jóvenes adultos. Todo esto lo hacemos juntos al compartir peticiones de oración y alabanzas entre nosotros, igualmente discutimos sobre las Escrituras, basados en nuestro tema: Propósito: Su propósito y el nuestro (2 Timoteo 1,6-14).

    Haga clic aquí para descargar el paquete de recursos para el culto.

    ¿Cómo celebró la Semana de la Fraternidad YABs? Haga clic aquí para compartir sus historias y fotografías. 

    —Karina Bogarin es miembro de la iglesia Maranata de los Hermanos Menonitas. Fue delegada de la Convención Evangélica de Iglesias Paraguayas Hermanos Menonitas en la Cumbre Mundial de la Juventud en Pensilvania 2015.

  • A medida que seguimos a Jesús, los menonitas valoramos la simplicidad y la administración responsable de los recursos que Dios nos dio. En la Asamblea de Pensilvania en el 2015, estas convicciones llevaron a las personas organizadoras del Congreso Mundial Menonita a entregar a cada participante una botella de agua reutilizable y una bolsa, para ser utilizada durante la convención, hecha de corbatas recicladas. También a abastecer el complejo Farm Show Complex con 25 lugares de agua; y transportar 4.25 toneladas de restos de comida, platos, cubiertos, servilletas para el abono.

    Este año, el Congreso Mundial Menonita nombró un Grupo de Trabajo para el Cuidado de la Creación con el fín de ayudar a la comunión anabautista global a comprender nuestra responsabilidad y tomar acciones en la crisis climática global.

    Aunque la crisis climática llama al pueblo de Dios a responder con arrepentimiento y responsabilidad, no es una situación sin esperanza.

    La actividad de renovación de Dios

    “Celebramos el surgimiento de este grupo de trabajo. Lo central de nuestra misión es responder fielmente a la renovación que Dios lleva a cabo en su creación — lo cual es una de las obras del Espíritu Santo”, dice el secretario general del CMM, César García. “Esto contrasta con las prácticas mundiales de dominación, explotación y acumulación”.

    El Grupo de Trabajo para el Cuidado de la Creación explorará las diversas formas en que las personas miembros se ven afectadas por la crisis climática, evaluará formas prácticas para alentar una vida ecológicamente más fiel, alentará el desarrollo de la capacidad bíblica y teológica relevante para la crisis climática, y formulará respuestas prácticas a corto plazo y un plan integral para el compromiso ecológico del CMM.

    “Cuidar nuestro planeta es uno de los principales desafíos de nuestro tiempo”, dice Doug Graber Neufeld, presidente del equipo de trabajo. “Esperamos dar voz y liderazgo a muchas personas en las iglesias de todo el mundo, a aquellas que creen apasionadamente que ser discípulos(as) de Cristo significa que debemos preocuparnos por toda la creación”.

    El grupo de trabajo incluye a representantes de las cinco regiones del CMM, la Red Menonita para el Cuidado de la Creación y el Comité Central Menonita. Ha sido organizado por la Comisión de Fe y Vida y dará informes al Comité Ejecutivo del CMM.

    Cuenta de Compensación de Carbono

    Desde el 2010, el CMM ha impuesto un cargo adicional interno a los viajes de la organización. Este cargo adicional de la Cuenta de Compensación por Carbono se ha ido acumulando en el Fondo de Ayuda de la Iglesia Mundial. Por cada milla de viaje que se realiza para las reuniones del CMM (incluidos el Concilio General, las comisiones y las redes), se ingresan al fondo $50 por cada 1 000 kilogramos de carbono quemado. Esta cuenta será administrada por el Grupo de Trabajo para el Cuidado de la Creación del CMM. Como la mayoría de sus reuniones se llevaran a cabo electrónicamente; la Cuenta de Compensación de Carbono ofrece el capital inicial para las subvenciones para ayudar a las iglesias con iniciativas o proyectos de cuidado de la creación.

    Pandemia y la creación

    Aunque la pandemia mundial parece ser la prioridad para este momento, la caída de la contaminación del aire y la aparición de vida silvestre en regiones bajo el cierre por emergencia, han demostrado la interconexión de los humanos y su entorno. “El COVID-19 destaca la forma en que nuestro bienestar depende de una relación saludable con la creación de Dios”, dice Doug Graber Neufeld.

    “Los impactos que estamos sintiendo por la pandemia muestran más claramente que podrían ocurrir desafíos similares si el cambio climático continúa sin mitigarse”, dice. “Sin embargo, también vemos más claramente cómo podemos cambiar de modo a vivir en una mejor relación con la creación”.

    Miembros del grupo de trabajo

    Presidente: Doug Graber Neufeld, profesor de biología en la Eastern Mennonite University, Harrisonburg, Virginia, Estados Unidos; director del Center for Sustainable Climate Solutions. Iglesia: Community Mennonite Church (MCUSA), Harrisonburg, Virginia, EE.UU.

    Europa: Rebecca Froese, candidata a PhD en Ciencias Ambientales, University of Koblenz-Landau, Alemania; miembro asociado del Research Group Climate Change and Security, University of Hamburg, Alemania. Iglesia: Mennonite Church Hamburg-Altona, Alemania.

    África: Sibonokuhle Ncube, coordinadora nacional del servicio de desarrollo compasivo, Iglesia Hermanos en Cristo, Zimbabue; MDiv (candidata), Anabaptist Mennonite Biblical Seminary, Elkhart, Indiana

    América Latina: Juliana Morillo, ‚Äãmisionera en Perú y actualmente en Colombia. Es parte de la iglesia Menonita de Teusaquillo en Bogotá. Magister en Desarrollo y Saneamiento Ambiental, y facilitadora para América Latina, de la Red para el Cuidado de la Creación, del Movimiento Lausana y la Alianza Evangélica Mundial.

    Asia: Nindyo Sasongko, PhD (candidato), teología sistemática, Fordham University; ministro, Persatuan Gereja-Gereja Kristen Muria Indonesia, Indonesia.

    América del Norte: Jennifer Schrock, MDiv, Chicago Theological Seminary; Directora, Red Menonita para el Cuidado de la Creación, Goshen, Indiana, EE.UU. Iglesia: Berkey Avenue Mennonite Fellowship, Goshen, Indiana, EE.UU.

    MCC: Anna Vogt, Directora de MCC Ottawa, anteriormente de CCM SEMILLA y Justapaz en Colombia.

    —Comunicado del Congreso Mundial Menonita

     

     

    Lea más

    Un tono de verde más profundo: medidas para reducir los residuos en PA 2015

    A propósito del clima: la iglesia mundial necesita CAMBIAR

    MWC contributing carbon tax to global projects

  • Cuando las pautas para quedarse en casa se flexibilicen, y las puertas de los templos y de los santuarios se vuelvan a abrir, los ministerios de la iglesia y de adoración, sin duda, se verán diferentes a cómo eran antes del brote del COVID-19 (coronavirus). Y así debe ser, para que podamos mantenernos a nosotros mismos y a nuestras comunidades seguros y saludables.

    Pero esto significa que los pastores, pastoras y líderes de la iglesia deben prepararse para lo que será la “próxima normalidad” para la congregación y sus ministerios. Las siguientes son algunas cosas que debería considerar antes de invitar a los miembros de su iglesia a retornar al templo.

    1. Incluso si se flexibilizan los mandatos de quedarse en casa, ¿debería volver inmediatamente a las actividades de adoración en persona?

    Si bien los casos de coronavirus pueden estabilizarse o disminuir en algunos lugares, no ha desaparecido por completo. ¿Será seguro invitar a personas mayores y/o con mayor riesgo a estar en un espacio cerrado con otras personas que puedan tener el virus, pero ser asintomáticas? Quizás sería mejor retrasar su primer culto presencial – y/o un despliegue lento de actividades y programas. Considere comenzar primero con la adoración dominical y espere para ofrecer la Escuela Dominical y otros programas en persona. O bien, encuentre formas creativas de poner espacio entre los asientos en su santuario o templo, o celebre la adoración al aire libre durante los meses más cálidos durante el verano.

    2. ¿Qué pasa si las reuniones de la iglesia se limitan inicialmente a no más de 50 personas?

    Si las reuniones físicas tienen un tamaño limitado, podría considerar ofrecer más servicios (y/o más cortos) o servicios continuos complementarios en línea. Comience a ser una persona creativa sobre cómo solucionar las posibles limitaciones de asistencia en forma física.

    3. ¿Cómo manejará las actividades de los niños?

    Para la mayoría de los niños es difícil entender por qué necesitan mantener una cierta distancia entre ellos y sus amigos. ¿Debería retrasar o cancelar las actividades de los niños, como la escuela bíblica vacacional, la escuela dominical infantil y/o el tiempo de los niños? ¿O hay alternativas que podría implementar para tratar de reducir la propagación de virus y gérmenes, pero aun así involucrar a los niños y jóvenes de su iglesia?

    4. ¿Cómo recolectará diezmos y ofrendas?

    Poner dinero en un plato de ofrendas quizás no será factible. Considere recolectar las ofrendas a través de un recipiente que no se necesite tocar. Si cree que los miembros de su iglesia estarían interesados en dar electrónicamente, también podría ofrecerlo como una opción.

    5. ¿Qué modificaciones debe hacer a las liturgias y ceremonias religiosas?

    ¿Podría su congregación ajustar la forma en que maneja los bautismos, la unción, el lavado de pies y la comunión, tanto a corto como a largo plazo?

    6. ¿Deberían los miembros de la iglesia pensar de manera diferente acerca de sus normas para los servicios de culto?

    Con el riesgo de brotes adicionales de coronavirus, prácticas que eran comunes como darse la mano, besarse en la mejilla y abrazarse podrían ser demasiado arriesgadas. Piense en algunas de las normas sociales en las que los miembros de la iglesia no podrían representar un peligro para la salud de los demás, y tenga una conversación sobre cómo su congregación podría adaptarse para mantenerse seguros.

    7. ¿Qué hará con respecto al tiempo de comunión?

    Muchas iglesias ofrecen un breve tiempo para que las personas se reúnan, tomen café o té y hablen entre la adoración y la escuela dominical. Pero, debido al COVID-19, puede ser de interés para todos acortar, o incluso eliminar, este tiempo de comunión para reducir el riesgo de propagar el virus entre sí. De igual manera, el compartir los alimentos también podría poner en riesgo la salud de algunas personar ¿Qué alternativas seguras puede encontrar su iglesia para compartir el pan juntos?

    8. ¿Deberían las reuniones de la iglesia ser manejadas de manera diferente?

    Ya sea por precaución o debido a personas con horarios atareados, tal vez las reuniones de la iglesia, las reuniones de comité, etc. podrían (o deberían) continuar por teléfono o video. Quién sabe, ¡tal vez otros quieran ser voluntarios para roles de liderazgo si se hacen cambios para que las reuniones sean más flexibles!

    9. ¿Cómo manejará las actividades y programas durante la semana?

    Desde reuniones de estudio bíblico, hasta servicios de adoración adicionales durante la semana, hasta actividades de voluntariado comunitario: ¿cómo manejará todo lo que sucede dentro de su iglesia o entre los que se congregan durante el resto de la semana? Tome estas decisiones usando la creatividad.

    10. ¿Qué pasos adicionales puede tomar para cuidar el templo?

    Ahora es el momento de desinfectar y esterilizar adentro del templo, y seguir haciéndolo hasta y después de reabrir físicamente el edificio del templo. Y, si aún no lo ha hecho, piense en colocar desinfectante para manos en áreas comunes, poner espacio entre los asientos de adoración y educación cristiana y/u ofrecer tapabocas a los asistentes.

    11. ¿Debería invertir en o actualizar su equipo digital?

    La adoración en línea ha ganado popularidad a lo largo de los años, y aún más debido a las pautas de COVID-19 para quedarse en casa. Si su iglesia ha encontrado una manera de crear un sentido significativo de comunidad a través del culto digital, y si las finanzas de su iglesia lo permiten, podría tener sentido invertir en el equipo necesario para ayudar a la iglesia a ser más eficiente y competente en esta área.

    12. ¿Necesita ajustar las políticas y/o estructura de su iglesia?

    El liderazgo de su iglesia debe hablar sobre la “próxima normalidad” para su comunidad de fe. Esto podría incluir conversaciones y planes actualizados relacionados a las finanzas de la iglesia, la comunicación de crisis y quizás también las políticas de salud e higiene. Donde sea que termine, es importante que las políticas y la estructura de su iglesia tengan en cuenta a todas las personas, especialmente a aquellas con menos recursos.

     

    Las decisiones que usted y su congregación tomen, pueden parecer diferentes a lo que decidan otras iglesias, dado a su contexto específico y las necesidades de la congregación. El liderazgo de su denominación puede tener más pautas y sugerencias, así como la Organización Mundial de la Salud y gobiernos nacionales, regionales y locales.

    Estas preguntas son desafiantes e incluso pueden parecer un sacrificio cultural, y por una buena razón. Este es un momento increíblemente difícil para las familias y las comunidades. Al orar y planificar intencionalmente para la “próxima normalidad” de su iglesia, ella estará mejor preparada para cuando las pautas para quedarse en casa se flexibilicen. Los miembros de su iglesia apreciarán el cuidado que usted da a la salud, bienestar físico, financiero y espiritual de ellos.

    —Comunicado del Congreso Mundial Menonita escrito por Madalyn Metzger, vicepresidente de marketing, Everence, Este artículo apareció por primera vez en el blog de Everence, y luego en The Mennonite Inc.

    12 Consideraciones Antes De Reabrir Las Puertas del Templo

       

  • “Hay cierre de emergencia y distanciamiento físico, pero aun así, podemos encontrarnos en oración. Desde diferentes países, podemos unirnos y orar de manera conjunta de esta manera. Cuando nos unimos en oración, confiamos en que Dios escuchará nuestras oraciones e intervendrá”. Hanna Soren, quien es miembro de la Comisión de Diáconos, ofreció esta oración al cierre de la primera reunión de oración en línea del Congreso Mundial Menonita el 31 de Mayo 2020.

    Desde Bolivia hasta Indonesia, casi 50 dispositivos, algunos con dos participantes en la pantalla, iniciaron sesión en la Hora de Oración en línea del CMM patrocinada por la Comisión de Diáconos.

    Las personas que participaron, fueron ingresando a las salas de espera de la plataforma de reunión en línea de Zoom para orar en inglés, español y francés en grupos pequeños.

    A partir de una lista de peticiones preparadas, estas personas oraron para que los gobiernos y las personas que lideran las iglesias busquen sabiduría en sus decisiones y en su solidaridad con otras personas a pesar de las preferencias de políticas partidarias. Oraron por la seguridad de las personas que están trabajando en el área de la salud y servicios esenciales. Oraron por la economía, porque las personas más pobres son las más afectadas por las recesiones.

    En las salas, las personas se ofrecieron en forma voluntaria para orar por: las miles de personas desplazadas por el ciclón en Bengala Occidental; por el aumento del número de casos en Brasil; por las personas que son perseguidas o discriminadas y por la posibilidad de que estas situaciones puedan agravarse durante el cierre de emergencia.

    Las oraciones incluyeron dar las gracias: agradecimiento a Dios por la protección contra el daño en este momento difícil.

    Otras personas oraron para reconocer signos de esperanza en este tiempo, y para que las personas puedan escuchar el llamado a volver a Dios.

    “Orar en unidad trae una sensación maravillosa de ser parte de la familia menonita global”, dice Hans Gerhard Peters, quien se unió a la llamada y es miembro del Concilio General del CMM de la Aliança Evangélica Menonita, Brasil.

    “Orar en unidad a través de la plataforma Zoom fue extraño, multilingüe y nuevo, similar al primer Pentecostés, un anticipo de la reunión completa de todo el pueblo de Dios, que está aun por venir”, dice Benjamin Isaak-Krauß, miembro de la Iglesia Menonita de Alemania.

    “Aunque vivimos nuestra fe cristiana en las comunidades locales, es cuando nos encontramos como una iglesia global que comenzamos a comprender la inmensidad de la gracia de Dios”, dice Elisabeth Kunjam, miembro de la Iglesia Menonita de la India.

    “Estoy seguro de que cuando nos unimos para orar, Dios nos escucha y nos responde”, dice Siaka Traoré, presidente de la Comisión de Diáconos de Burkina Faso.

    —Comunicado del Congreso Mundial Menonita

    Haga clic aquí para suscribirse y unirse a la Red de Oración del CMM.

     

  • La Comunidad Internacional de los Hermanos Menonitas (ICOMB, por su sigla en inglés) está compuesta por 21 iglesias nacionales en 19 países con aproximadamente 450.000 miembros. ICOMB existe para fomentar las relaciones y los ministerios, para resaltar el testimonio y el discipulado de sus iglesias nacionales miembros – conectando, fortaleciendo y ampliando.

    —Andreas Isaak, Noticias de ICOMB

  • Mientras el mundo se enfrenta a la pandemia del COVID-19, la comunidad menonita en Kudus, Java Central, Indonesia, se une y trabaja con el gobierno local para mitigar el riesgo y controlar la propagación de los casos de COVID-19 en Kudus, una ciudad de más de 800.000 residentes.

    El hospital Mardi Rahayu fue construido en 1969 por miembros de la congregación Gereja Kristen Muria Indonesia (GKMI) de Kudus después de cinco años de dirigir una clínica al lado del edificio de la iglesia. El hospital ha estado tratando casos de COVID-19 desde el 20 de marzo de 2020.

    “El hospital  ha realizado algunas mejoras al agregar camas de aislamiento, cuatro con respiradores”, dice el Dr. Pujianto, director general. “Hemos intensificado los procedimientos de lavado de manos e higiene, aplicado una política de no permitir visitas, capacitamos al personal sobre cómo realizar una pre-evaluación de cada persona antes de ingresar al edificio y manejamos casos sospechosos y confirmados de COVID-19 y también aplicamos una política de ‘un paciente por habitación’ sin costo adicional a fin de evitar el contagio”.
     

    2020-04-22-Rina Ristanami-Mardi-Rahayu-2

    “Es un momento difícil física y emocionalmente para todos”, afirma Rina Ristanami, miembro de la iglesia Gereja Injili Tanah Jawa (GITJ) quien trabaja en el hospital. “El COVID-19 se propaga muy rápido y estamos aprendiendo a medida que atendemos a los pacientes, desde el momento en que entran por la puerta hasta que son dados de alta. A menudo, no sabemos si un paciente tiene el virus hasta varios días después”.

    El hospital también debe ser prudente con el equipo de protección personal. Las mascarillas N95, los guantes de examen y trajes protectores son escasos. “Estamos agradecidos por las personas y las organizaciones que han dejado equipos de protección, desinfectantes, cajas de comida o pequeños obsequios de agradecimiento. Sabemos que nuestros hermanos y hermanas también están orando por nuestra salud y seguridad. Esto nos mantiene en marcha”, expresa Rina Ristanami.

    Hotel de aislamiento

    El hecho de que los pacientes vengan al hospital sin saber que tienen el COVID-19, o incluso mienten sobre los síntomas y los antecedentes de contacto, está afectando al personal. Todo el personal del hospital (1.400) está tomando pruebas rápidas para detectar anticuerpos contra el SARS CoV2. A partir del 3 de mayo de 2020, se confirmó que 13 miembros del personal del hospital Mardi Rahayu Hospital tienen el COVID-19. Aquellos cuyas pruebas dan como resultado reactivos son puestos en cuarentena en dos hoteles locales hasta que reciban los resultados de la prueba del hisopo. Uno de los hoteles es administrado por un menonita, Tris Suyitno, de la iglesia GKMI en Kudus.
     

    2020-05-03-Mardi Rahayu Hospital-1

    “El hotel está vacío y la cuarentena en el hogar para muchas personas no es práctica. Al hacer la cuarentena en nuestro hotel, cada persona tiene un espacio adecuado donde vivir y no tiene que preocuparse por la comida, la conexión a Internet o la transmisión del virus a los miembros del hogar” explica él.

    En un principio, Tris Suyitno estaba preocupado por exponer a su personal y a su familia al virus. “Pero no es correcto permanecer al margen y no ofrecer nuestro lugar cuando el personal necesita trabajo y el gobierno necesita urgentemente instalaciones para la cuarentena que no sean los hospitales”, agregó Tris Suyitno.

    Además, las iglesias menonitas en Kudus también están distribuyendo cajas con comida y proporcionando alimentos básicos de bajo costo para aquellos que no tienen ingresos ni ahorros.

    “El gobierno a nivel municipal, el gobierno provincial, las organizaciones sin fines de lucro, las empresas y la comunidad de fe están trabajando en conjunto para hacerse cargo de esto”, comunica Pujianto. “Apóyenos orando por la salud del  personal médico y los trabajadores esenciales y que las personas se adhieran a las instrucciones del gobierno para minimizar la propagación del virus”.

    —Comunicado del Congreso Mundial Menonita

     

  • En vez de ser un gran nivelador, la pandemia del COVID-19 está poniendo al descubierto las desigualdades sistémicas preexistentes que benefician a algunos y perjudican a otros. ¿Cómo puede responder la familia anabautista ante este hecho?

    El Congreso Mundial Menonita ha invitado a las agencias anabautistas de servicio y misiones a coordinar su respuesta financiera frente a las dificultades causadas por el  COVID-19 las cuales son experimentadas especialmente por las iglesias miembro de escasos recursos alrededor del mundo.

    Las condiciones pre-existentes en diferentes partes de África, América Latina y Asia (donde vive el 81 por ciento de los miembros del CMM) no son convenientes para la llegada del virus: el aislamiento es difícil cuando se vive en condiciones de hacinamiento; el agua limpia para lavarse las manos puede ser escasa mientras que el jabón y el desinfectante para manos son caros o no están disponibles; los hospitales no están bien equipados con herramientas ni personal; las economías informales no pueden funcionar durante el confinamiento y las redes de seguridad social son inadecuadas o inexistentes.

    Vinculados unos a otros

    “Cuando se presenta una crisis, algunos de nuestros miembros no poseen los recursos necesarios como para acceder a la ayuda de las agencias de socorro”, explica el secretario general del CMM, César García. “Estamos llamados a ser una comunión de iglesias afines al anabautismo, vinculadas entre sí en una comunidad mundial de fe para fraternizar, adorar, servir y testificar”.

    “Al coordinarnos con las agencias anabautistas, estamos cumpliendo nuestra misión y garantizando que la ayuda esté disponible para todos sin duplicar esfuerzos”.

    El Congreso Mundial Menonita trabajó con el CCM para organizar respuestas similares entre agencias ante la actual crisis de Kasai, RD Congo y para las graves inundaciones que afectaron a Las iglesias miembro del CMM en Peru .

    Fondo de Ayuda de la Iglesia Mundial

    El Fondo de Ayuda de la Iglesia Mundial del CMM recibirá donaciones. Un grupo de trabajo en el que estén representadas más de 10 organizaciones anabautistas globales determinará los criterios de rendición de cuentas y coordinará las respuestas a las solicitudes. El Comité Central Menonita dirigirá el grupo de trabajo, incluyendo al liderazgo de la Comisión de Diáconos y a los delegados de alrededor del mundo.

    Esta respuesta interinstitucional maximizará la fuerza de diversas organizaciones, desarrollará las redes existentes de relaciones primarias y mitigará la competencia por los escasos fondos.

    Las solicitudes de fondos de ayuda provendrán de iglesias miembro del CMM, miembros asociados u organizaciones afines. Bajo la supervisión del grupo de trabajo, serán canalizadas hacia una agencia miembro apropiada.

    “Las crisis no son algo nuevo” comenta César Garcia. “En la Biblia, aprendemos de José a planificar con anticipación (Génesis 41); del año del Jubileo  aprendemos que la reestructuración de los sistemas de opresión es parte del vivir fielmente (Levítico 25:10); de la iglesia de Jerusalén aprendemos que podemos arriesgarnos a ser generosos por el bien de otros que lo necesiten (1 Corintios 16: 1-4); y de 1 Pedro 4: 7-10 aprendemos que debemos practicar la hospitalidad y poner nuestros dones al servicio de los demás”.

    Designe su donación  como “Respuesta al COVID-19” en www.mwc-cmm.org/donar o continúe donando a través de su agencia de preferencia.

    Haga clic aquí para hacer una donación

    Organizaciones participantes

    • Congreso Mundial Menonita (CMM)
    • Virginia Mennonite Missions (VMMissions)
    • Misión Intermenonita de África(AIMM)
    • Misión Mundial del los Hermanos en Cristo (BICWM)
    • CIM – Consejo de Ministerios Internacionales
    • EMM – Eastern Mennonite Missions
    • Misiones evangélicas de la Conferencia Menonita
    • Comité Central Menonita (MCC)
    • Iglesia Menonita de Canadá
    • Red Menonita de Misión
    • Multiply (antiguamente MB Mission)
    • Rosedale International(Conferencia Menonita Conservadora)

    —Comunicado del Congreso Mundial Menonita

  • Las personas que visitan el sitio web mwc-cmm.org se encontraran con una imagen renovada del mismo después del 14 de mayo del 2020. Este sitio web ha sido rediseñado con una mayor funcionalidad.

    Aquellas personas que se conectan desde dispositivos móviles se encontraran con un diseño receptivo que se puede visualizar bien en una pantalla más pequeña.

    Los documentos didácticos, recursos para el culto, declaraciones aprobadas por el Concilio General y otros recursos son fáciles de encontrar en la sección de Publicaciones y Recursos en la que pueden ser buscados por tipo, idioma o grupo (por ejemplo, Comisión, Asamblea, Domingo de la Fraternidad Anabautista Mundial, etc.) .

    El sitio web detectará automáticamente el idioma de preferencia del usuario y le mostrará las páginas en su idioma cuando estén disponibles. Las historias y los recursos del CMM se han traducido hasta en 12 idiomas: seleccione el idioma para ver la página en las opciones disponibles.

    Los comentarios son fáciles de publicar utilizando el plugin Disqus. Los usuarios pueden responder a las historias con un emoji de reacción o dejar comentarios utilizando sus perfiles existentes de Facebook, Twitter o Google. “Esperamos que esto fomente la interacción y el dialogo multidireccional entre nuestros lectores”, explica la directora interina de comunicaciones del CMM, Elina Ciptadi.

    El sitio web del Congreso Mundial Menonita también está equipado con un portal para miembros, de modo que las Comisiones y las Redes puedan acceder a los documentos y espacios de discusión privados y de esta manera conectarse mejor y obtener recursos para su ministerio.

    “Estamos agradecidos por los servicios expertos de  PeaceWorks Technology Solutions quienes transformaron el sitio web y el sistema de base de datos”, afirma César García, secretario general del CMM. “Esperamos que esta herramienta ayude a nuestra misión de facilitar los vínculos entre iglesias afines al anabautismo a nivel mundial.”

    —Comunicado del Congreso Mundial Menonita

  • Así como las partes del corazón, las cuatro comisiones del CMM sirven a la comunidad mundial de iglesias afines al anabautismo, en las áreas de diaconado, fe y vida, paz y misiones. Las comisiones preparan materiales para la consideración del Concilio General, brindan guía y proponen recursos a las iglesias miembros, además, propician redes y compañerismo en relación al CMM trabajando juntos en temas de interés y enfoque común. A continuación, una de las comisiones comparte un mensaje de la perspectiva de su ministerio.


    El planeta hoy se encuentra en pánico por una enfermedad extraña, el nuevo COVID-19. La Organización Mundial de la Salud (OMS) determina en su evaluación que el COVID-19 puede caracterizarse como una pandemia. Esta enfermedad está infectando y matando a los seres humanos sin distinción de etnias, lenguas y clases sociales.

    El COVID-19 se está cobrando un precio muy alto, pero además la OMS está profundamente preocupada por las consecuencias que tendrá la pandemia para otros servicios sanitarios, especialmente en el caso de los niños, señaló Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la OMS.

    Según Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la comisión económica para América latina y el Caribe (CEPAL) la crisis del COVID-19 pasará a la historia como una de las peores que el mundo ha vivido. Bárcena explicó que la enfermedad pone en riesgo un bien público global esencial, la salud humana, e impactará a una ya debilitada economía mundial.

    Desesperanza y la impotencia

    Los científicos están trabajando intensamente en la búsqueda de una repuesta alentadora a la humanidad, pero por la complejidad de la enfermedad aún no hay noticias positivas.

    Esta enfermedad extraña nos ha hecho encerrarnos en nuestras casas por los aislamientos sociales obligatorios que han decretado los gobiernos.

    En varios países muchas de las clínicas han colapsadas por la cantidad de pacientes infectados porque han desbordado su capacidad. Profesionales sanitarios se contagian por la enfermedad y muchos mueren, en algunos casos por no contar con los elementos de protección esenciales.

    En algunos países los cementerios no son suficientes para enterrar a los muertos, en algunos casos son enterrados en fosas comunes, en el patio de sus casas y otros dejados a la intemperie.

    En fin, más de 4 millones de personas han sido infectadas y cerca de 1.5 millón se ha recuperado. Pero lo más doloroso de esta tragedia es que más de 200 mil personas lamentablemente ya no están con nosotros. El dolor, la desesperanza y la impotencia se han apoderado de la humanidad.

    Muchas iglesias a pesar del esfuerzo que hacen para seguir alentado a la humanidad con el evangelio de Jesucristo y sirviendo en medio de la crisis, han tenido que cerrar sus puestas atendiendo a las medidas preventivas de aislamiento social; realidad que ha golpeado la fe de muchos, más cuando han visto morir familiares o amigos, ministros y pastores sin poder hacer nada, e incluso, sin poder enterrarlos.

    Una respuesta

    El mundo pareciera estar sin esperanza. Pero en las páginas de la Biblia hay una respuesta para la humanidad hoy:

    “Al contemplar las montañas me pregunto: «¿De dónde vendrá mi ayuda?» Mi ayuda vendrá del Señor, creador del cielo y de la tierra.” (Salmos 121,1-2, DHH).

    Esta plegaria contenida en el canto gradual del salmo 121, muy seguramente exclamada por el rey David, nos plantea una esperanza en momentos de angustia cuando pareciera que todo va mal, que no hay salidas, que nadie nos podrá ayudar en medio de la crisis.

    Es una plegaria que nos inspiras a creer que aún hay esperanza, que Dios usará su sabiduría para traer la ayuda necesaria y en su tiempo. Que aun cuando los seres humanos por sus propios méritos no puede lograr una respuesta que transforme la realidad hostil por el bien deseado, el Dios de la vida, el omnipotente, puede hacernos entender lo que ha pasado, muchas veces sin que esto signifique estar exento del sufrimiento.

    El entendimiento de una realidad trae esperanza y alimenta la fe para poder ayudar a otros.

    Sólo Dios

    Realmente sólo Dios en su intervención soberana puede dar la sabiduría a los científicos para que lo más rápido posible puedan entregarle a la humanidad una cura a la enfermedad, o que, de manera milagrosa, con medios simples pueda salvar a los seres humanos de este virus letal.

    El salmo 91, en forma poética proclama la esperanza de ser librados de la peste destructora, en el que Dios actúa como ese padre o madre que viene y arropa con su amor protector a sus hijos para protegerlo del frio o del peligro. Lo expresado por el salmista muy seguramente está basado en experiencias comunitarias de hechos similares o peores que el coronavirus, que tuvieron lugar en algún momento de la historia de la humanidad.

    “Sólo él puede librarte de trampas ocultas y plagas mortales, pues te cubrirá con sus alas, y bajo ellas estarás seguro. ¡Su fidelidad te protegerá como un escudo!” (Salmos 91,3-4, DHH)

    Jesús sale al encuentro de la humanidad

    Jesucristo debe ser nuestra única esperanza en momentos como los que hoy vive la humanidad. En situaciones cuando parece que no hay respuesta es que Jesús sale al encuentro de la humanidad trayendo esperanza, ofreciendo consuelo a los que lloran, sanando las heridas de quienes sufren por todo este mal que hoy enfrentamos las sociedades. Es confortable recordar que cuando la humanidad estaba hundida y sin salidas en el pecado, Jesús trajo salvación a todos por medio de su muerte en la en la cruz.

    Podríamos citar en este escenario global la oración de los discípulos de Jesús mientras enfrentaban una crisis provocada por las amenazas de los poderes del momento. Estos poderes ponían en riegos las libertades de la comunidad cristiana para la predicación del mensaje de Jesús, inclusos sus propias vidas corrían peligro.

    “Ahora, Señor, fíjate en sus amenazas y concede a tus siervos que anuncien tu mensaje sin miedo. Muestra tu poder sanando a los enfermos y haciendo señales y milagros en el nombre de tu santo siervo Jesús.” (Hechos 4,29, DHH)

    Entonces, en medio de este tiempo difícil como comunidad Global Anabautista es posible que mientras le pedimos a Dios confianza y valor para vivir esta realidad, a la vez traigamos esperanza a la humanidad en Jesucristo mientras trabajamos en ofrecer ayuda, amor, y oramos por sanidades por aquellos que sufren sin esperanza.

    —Comunicado del Congreso Mundial Menonita escrito por José Rutilio Rivas Domínguez, un pastor -teólogo de Istmina, Colombia, y miembro de la Comisión de Misiones del CMM.