Oraciones de gratitud e intercesión

  • En el año 2020, el Congreso Mundial Menonita presentó un sitio web rediseñado con menús más simples y compatible con dispositivos móviles.

    Ustedes, parte de nuestra membresía, mostraron interés en las noticias sobre la Asamblea de este año, de las cuales hubo muchas, que se publicaron en varios idiomas incluyendo el  indonesio:

    Los lectores de todos los idiomas leyeron sobre el teólogo Alfred Neufeld quien falleció este año después de una larga enfermedad.

    Ustedes también buscaron los Recursos para el Domingo de la Fraternidad Anabautista Mundial y leyeron la revista Correo en línea, incluyendo algunos números antiguos en japonés, chino, hindi y coreano.

    No temamos: Oraciones respecto del COVID-19” fue un consuelo para muchos lectores en lengua inglesa. Muchos de ustedes llenaron la Encuesta del Grupo de Trabajo para el Cuidado de la Creación – en inglés y español.

     En español y en francés, ustedes visitaron regularmente nuestra página de oraciones para recibir nuevos llamados a interceder por nuestra familia mundial.

    Nuestros lectores de lengua francesa disfrutaron “¿Ser menonita, en Francia, hoy?” un artículo en la sección de solo en francés del sitio web, la red francófona (Reseau Mennonite Francophone).

    Las actualizaciones del fondo del COVID-19 llamaron la atención de nuestros lectores en español. También se buscó información sobre el Fondo de Ayuda de la Iglesia Mundial.

    En otros idiomas, los lectores de hindi estuvieron interesados en “La solidaridad y nuestra interconexión” que se encontraba en los recursos para el culto del Domingo de la Paz.

    La actualización de la historia del objetor de conciencia Sang Min Lee, “Amnistia para Sang Min”, atrajo a los lectores coreanos al sitio web.

    Los lectores vietnamitas consultaron las noticias sobre el fondo de respuesta al COVID-19.

    ¿Cuál fue el artículo del sitio web del CMM que más te pareció interesante durante este año? 

  • “Los talleres (de la Asamblea del CMM) brindaron una oportunidad excepcional para que personas de diversos trasfondos se conocieran y compartieran sus historias y experiencias de las grandes cosas que Dios ha logrado a través de sus ministerios”, afirma Francis Ojwang, líder de la iglesia de Kenia.

    Él fue una de las más de 220 personas de unos 30 países quienes presentaron unos159 talleres o reuniones de afinidad en la Asamblea del Congreso Mundial Menonita en Pensilvania en 2015.

    “En los talleres, la gente puede interactuar con expertos de nuestra familia mundial sobre temas de interés específicos”, explica Estifanos Gedlu, coordinador de talleres de la Asamblea 17. El formato de grupos pequeños permite el intercambio de ideas por medio del dialogo. Las personas que asisten también tienen la oportunidad de conocer a otros miembros de la familia menonita quienes están aprendiendo sobre los mismos temas.

    Unas 120 personas asistieron al taller de Francis Ojwang: Avanzando en la Fe: historia de la iglesia Menonita de Kenia de 1942 a 2012 que se trató de un libro del mismo título. Él cree que la mayoría de las personas que asistieron eran trabajadoras de organizaciones de servicio y misión de la iglesia y que habían vivido en Kenia y Tanzania. 

    “De hecho, fue una gran sorpresa ver tantas personas, algunas a las que había conocido hace muchos años, aquellas de quienes solo había escuchado hablar y las que estaba conociendo por primera vez”, dice. “¡No podía creer lo que veía!”

    “Quedaron cautivados por las historias (del libro de historia de Kenia)”, relata. Mientras pasaban las páginas, la gente hablaba sobre personas a quienes reconocían o lugares en los que habían estado. “Me sentí muy motivado y animado”, expresa Francis Ojwang.

    Como resultado del taller, recibió invitaciones para hablar en iglesias locales. “Logré presentarme en dos de ellas (después de la Asamblea)”.

    También se conectó con John Roth del Instituto para el Estudio del Anabautismo Mundial. John Roth le enseñó a Francis Ojwang cómo hacer para que el libro estuviera disponible en línea y le sugirió que reeditara el contenido para enviarlo como biografías para GAMEO (Enciclopedia Mundial Anabautista Menonita en línea).

    workshops
    Tallere Teólogas Anabautistas

    Haga clic aquí para obtener más información sobre GAMEO.

    “El interés en general fue grande”, declara Dorothy Jean Weaver (EE. UU.). La profesora de Nuevo Testamento presentó dos estudios bíblicos sobre el poder y la no violencia, y un taller sobre viajes para la transformación, que presentó en la Cumbre Mundial de la Juventud y durante la Asamblea principal. “La pasé muy bien haciendo todos estos talleres”, afirma.

    “Durante los talleres, nuestras discusiones fueron animadas y valiosas”, comenta Jonathan Bornman (EE.UU.), quien dio una ponencia sobre las relaciones entre cristianos y musulmanes. “Aprendí sobre otros lugares y cómo la gente abordaba dichos asuntos”.

    Los presentadores informan que generaron conexiones que resultaron en  una comunicación continua, en algunos casos, hasta el día de hoy.

    En una Asamblea del CMM, algunos de los talleres son impartidos por líderes del CMM. Estos se enfocan en el trabajo de las comisiones o en la fraternidad dentro de las redes tales como la Fraternidad Mundial Misionera, la de Mujeres Teólogas  o los antiguos participantes del CCM.

    Sin embargo, muchos de los talleres son el resultado de propuestas enviadas por especialistas de las conferencias miembros del CMM de alrededor del mundo. Ellos comparten su experticia en temas que van desde el trabajo por la paz,  pasando por el ministerio de niños y  hasta el archivo de documentos eclesiales. 

    Haga clic aquí para obtener mayor información sobre cómo postularse para presentar un taller en 2022.

    “Interactuar con representantes de la familia anabautista mundial durante esos días sigue siendo un recuerdo positivo”, expresa Jonathan Bornman. “¡Todos estamos muy emocionados de reunirnos en Indonesia!”

  • “Tanto juntos como separados, nos reunimos en oración como familia anabautista mundial para animarnos mutuamente y compartir las cargas”, expresa Arli Klassen, coordinadora de representantes regionales del CMM. “Este año, extendemos una invitación especial para reunirnos en línea y participar juntos de una hora de oración”.

    El Domingo de la Fraternidad Anabautista Mundial (AWFS por sus siglas en inglés) es un evento anual del Congreso Mundial Menonita para reunirnos, desde los lugares en que nos encontremos, usando un tema en común para la adoración de modo que podamos conectarnos con nuestra familia anabautista mundial. Para el 2021, el CMM también organizará dos reuniones virtuales de oración, entre el 15 y el 16 de enero, de una hora para que los miembros de las iglesias menonitas de alrededor del mundo oren juntos.

    La hora de oración en línea comenzará con una bienvenida, una lectura de las Escrituras y una oración por parte de las/os representantes regionales del CMM. Habrá peticiones de oración por parte de la familia anabautista alrededor del mundo.

    Luego, los participantes se separarán en salas más pequeñas divididas por idiomas para orar junto con una/un líder en inglés, francés, español, hindi, indonesio y chino. (Verifique la disponibilidad de idiomas: es posible que algunos solo sean ofrecidos durante una de las sesiones).

    “Animamos a las congregaciones a celebrar nuestra familia anabautista mundial el domingo 24 de enero del 2021, o en cualquier fecha que se adapte a su horario de cultos”, señala Arli Klassen.

    Otros recursos para la adoración del Domingo de la Fraternidad Anabautista Mundial están disponibles en línea e incluyen el paquete de recursos para el culto  preparado por las iglesias asiáticas, estos contienen oraciones, recursos para las predicaciones y testimonios, y canciones entrañables de Asia. [link to AWFS materials]

    “Durante este tiempo de pandemia, en el que hay aislamiento y distribución desigual de los efectos, es especialmente importante estar juntos, incluso de manera virtual, y compartir las cargas de los demás en oración”, afirma Henk Stenvers, secretario de la Comisión de Diáconos y anfitrión de la última hora de oración.

    Haga clic aquí para registrarse. Le solicitamos que se registre con anticipación para ser asignado a una sala de grupos más pequeños para la oración en su idioma. Seleccione la hora que mejor se adapte a sus necesidades.

     

    Haga clic aquí para suscribirse.

    Hay dos fechas de reunión. Por favor, seleccione a cuál asistirá.

    Por favor, registrase para que le asignen una sala de idiomas para la oración en grupos pequeños.

    Haga clic aquí para descargar los recursos para el culto del Domingo de la Fraternidad Anabautista Mundial en inglés, francés, españgol, holandés e indonesio

     

    Haga clic aquí para ver los videos de las canciones

  • “Dios nos ha escogido para llevar buenas nuevas a las personas quebrantadas de corazón… y a proclamar el año del favor de Dios”, dice J. Nelson Kraybill, presidente del CMM, citando Isaías 61:1-4. “Los últimos 10 meses del COVID-19 han sido desorientadores”, dice, pero nota cómo la narrativa del Antiguo Testamento muestra la fidelidad de Dios a su pueblo a pesar de las grandes dificultades.

    En las reuniones en línea del 18 al 19 de Noviembre del 2020, el Comité Ejecutivo aprobó la expansión de la estructura del Congreso Mundial Menonita para incluir nuevas redes especializadas. La tercera sesión virtual en el 2020 reemplazó las reuniones presenciales en Columbia Británica, Canadá, las cuales fueron canceladas debido a la pandemia.

    Iglesias experimentando desafíos participan

    En muchas de las conferencias nacionales miembros del CMM, hay desempleo y hambre debido a la escasez de alimentos e ingresos. Esto ha dado lugar a contribuciones de las conferencias miembros que están por debajo del presupuesto, informó el Director de Operaciones, Len Rempel. “Nos ha alentado que, a pesar de sus dificultades, las conferencias hayan respondido diciendo: ‘estamos experimentando desafíos pero aún queremos hacer lo que podamos para participar en la iglesia global’”.

    El nivel de ingresos del CMM está por debajo de años anteriores, sin embargo, debido a la cancelación de todos los viajes desde Marzo, el gasto también es menor que en años anteriores. Hasta el 40 por ciento de las donaciones anuales del CMM generalmente se reciben en noviembre y diciembre.

    El aplazamiento de la Asamblea hasta el 2022 resulta en un año adicional de gastos. Sin hacer ajustes, Len Rempel proyecta un déficit de $150 000 para la Asamblea. (Haga clic aquí para conocer al personal de la Asamblea.)

    El fondo de respuesta al COVID-19, un proyecto extrapresupuestario en el 2020, recaudó unos $ 400 000 en colaboración con una docena de agencias de servicios y misiones anabautistas. Los proyectos de las conferencias miembros del CMM llevaron ayuda de emergencia a sus comunidades que necesitaban alimentos y suministros de higiene debido a la pandemia. (Haga clic aquí para leer más.)

    Revisando la Objeción de Conciencia

    El Comité Ejecutivo recomendó una revisión adicional de un documento sobre la objeción de conciencia creado por la Comisión de Paz. Esta declaración irá al Concilio General para su aprobación en el 2022.

    El CMM tiene tres tipos de documentos oficiales: declaraciones, recursos didácticos y lineamientos – todos se encuentran en el Cuaderno de Referencia, un recurso para aquellas personas en posición de liderazgo del Concilio General y del Comité Ejecutivo. (Haga clic aquí para leer las declaraciones y los recursos didácticos del CMM.)

    El Comité Ejecutivo aprobó revisiones del documento de política sobre el nombramiento de especialistas para las Comisiones del CMM.

    Colaborando con redes

    La deliberación de la propuesta de aceptar nuevas redes emergentes en la estructura del CMM ocupó gran parte de las reuniones. Las redes de Paz, Salud y Educación ampliarían el CMM al crear una relación oficial con sus organizaciones miembros.

    “La idea de las redes es coherente con nuestra visión proyectada en el 2009 de ser una comunión global. Las redes reúnen a las agencias anabautistas para intercambiar experiencias y recursos para mejorar su propio trabajo”, dice César García, secretario general del CMM. En ese momento (2009), el Concilio General creó las cuatro Comisiones para enriquecer a la iglesia al proponer recursos materiales y proyectos relacionados con los Diaconos, Fe y Vida, Mision y Paz. Proyectó una expansión futura para incluir redes para conectar a especialistas anabautistas en campos como la educación y la salud.

    Aunque los fondos operativos de la red fluyen a través del CMM, las redes serían responsables de su propia recaudación de fondos a través de las cuotas de los miembros o de las solicitudes de subvenciones. Cada red tendría una coordinacion de personal a tiempo parcial y una representación en una Comisión.

    Dos redes ya forman parte de la estructura del CMM, a través de la Comisión de Misión. La Fraternidad Mundial Misionera (GMF) tiene 71 miembros de agencias de la iglesia anabaptista involucrados en una variedad de actividades evangelizadoras, humanitarias y sociales y de formación de discípulos.. La Red de Servicio Anabautista Mundial (GASN) tiene 57 miembros de agencias y organizaciones eclesiásticas comprometidas con el evangelio integral de Jesucristo y la misión de la iglesia a través de ministerios de servicio.

    “Esta propuesta está en línea con el funcionamiento del CMM – de abajo hacia arriba”, dice Carlos Martínez-García, representante de América Latina. “Esta es una forma en que las personas expertas de estas agencias compartan sus dones con la familia global”.

    “Nos da más capacidad”, dice Lisa Carr-Pries, aunque advierte el establecimiento de personas para el liderazgo para una tarea tan grande.

    La propuesta de agregar redes de Educación (GAPSEN y GAHEN), Salud (GAHN) y Paz (GAPN) fue aprobada con las precauciones registradas por algunas personas miembros del Comité Ejecutivo. El Concilio General considerará la propuesta en el 2022. Si se aprueba, las redes se evaluarán en el 2027 para determinar su condición de continuidad.

    “Existen riesgos como para aumentar el tamaño y la complejidad de la estructura del CMM”, dice Nelson Kraybill. “Sin embargo, estas redes ya están funcionando. Estamos encantados de aprovechar la oportunidad para que colaboren con el CMM”.

  • La Comunidad Internacional de los Hermanos Menonitas (ICOMB, por su sigla en inglés) está compuesta por 21 iglesias nacionales en 19 países con aproximadamente 450.000 miembros. ICOMB existe para fomentar las relaciones y los ministerios, para resaltar el testimonio y el discipulado de sus iglesias nacionales miembros – conectando, fortaleciendo y ampliando.

    La Iglesia en Costa de Marfil

    Lola Tangwa de Kinshasa, República Democrática del Congo han estado plantando iglesias en Gagnoa – Costa de Marfil, desde diciembre de 2017. Cuando llegaron, tuvieron que adaptarse a una nueva cultura y aprender idiomas locales, a pesar de tener un idioma oficial en común (francés). Los menonitas eran nuevos en el área y lucharon por evangelizar bajo un nombre denominacional desconocido. La pandemia ha afectado su ministerio, pero han girado hacia la entrega de folletos y se han centrado en pequeños grupos familiares que oran juntos. En un momento dado, realizaron 5 servicios los domingos para cumplir con las regulaciones de tamaño de las reuniones.

    El proyecto de plantación de iglesias es una cooperación intercontinental entre: Communauté des Églises des Frères Mennonites au Congo (CEFMC – la conferencia HM Congoleña), Immanuel Church (Alemania – Arbeitsgemeinschaft Mennonitischer Brudergemeinden in Deutschland), Gummersbach Church (Alemania – Bund Taufgesinnter Gemeinden) y MB Mission Europa.
     
    Se eligió a Gagnoa porque Immanuel Church había comenzado un orfanato allí años antes. La iglesia luego sirvió al orfanato. Después de tres años, la iglesia ha despegado y tiene un fuerte liderazgo local. El mandato de Godet y Lola finaliza en diciembre de 2020, después de lo cual discernirán si continúan en Costa de Marfil con un nuevo proyecto o si regresan a la República Democrática del Congo. Ore por Godet y Lola y por la iglesia en Costa de Marfil. Ore por las necesidades de los miembros, aumentadas por las presiones de la pandemia, y ore para que los miembros regresen a la iglesia después de la pandemia.

    —Noticias de ICOMB

  • Durante el año pasado, Hong Kong ha experimentado enormes cambios políticos. Las represiones policiales se han repetido una tras otra. ¿Cómo debería afrontar la iglesia estos tiempos? ¿Cómo deberían lidiar las personas creyentes con este tipo de situaciones?

    Mientras crecía, solía pensar que mi generación vivía en los mejores tiempos, porque teníamos aparatos electrónicos, computadoras, microondas, televisores, fibra óptica y espacio: cosas que no existían para la generación anterior a nosotros.

    Ahora, en Hong Kong, estamos entrando en una generación de lo “incierto”. No sabemos qué pasará mañana con respecto a nuestra relación con China. ¿Cómo afectará a la iglesia en Hong Kong un mayor control de China sobre Hong Kong? El sistema religioso en China continental es muy diferente al de Hong Kong. Se desconoce el impacto de la nueva Ley de Seguridad Nacional, y algunas personas piensan que hará que Hong Kong y sus iglesias sean más seguras, mientras que otras personas están muy inquietas. Algunos temen que este sea el final de Hong Kong.

    Pase lo que pase, la iglesia en Hong Kong enfrenta condiciones inestables y disturbios civiles, con recesiones económicas, despidos, fallas corporativas, etc., y eso ni siquiera incluye el impacto de la pandemia.

    Frente a la incertidumbre de lo desconocido que nos aguarda, podemos aprender de la iglesia china durante la Revolución Cultural en China. El número de cristianos y cristianas en la iglesia china era de aproximadamente 90 000 en 1900, aumentó a un millón en 1949, y luego, durante los años muy duros de la Revolución Cultural, aumentó a 10 millones en 1996, y a 17 millones en 2006. Aunque la religión fue severamente restringida en China durante todo el siglo, el cristianismo todavía tiene vitalidad e influencia en China, en muchas iglesias pequeñas no registradas. Cifras no oficiales estiman que hay más de 40 millones de cristianos en China hoy en día.

    Hay esperanza para las iglesias de Hong Kong, aunque en el futuro se pudiera vivir con mucha más incertidumbre y restricciones en nuestras iglesias y perdiendo nuestras cómodas libertades. La iglesia puede prosperar y crecer a pesar de muchas restricciones, como lo hemos visto en China.

    —Jeremiah Choi, Iglesia Menonita de Hong Kong

  • Así como las partes del corazón, las cuatro comisiones del CMM sirven a la comunidad mundial de iglesias afines al anabautismo, en las áreas de diaconado, fe y vida, paz y misiones. Las comisiones preparan materiales para la consideración del Concilio General, brindan guía y proponen recursos a las iglesias miembros, además, propician redes y compañerismo en relación al CMM trabajando juntos en temas de interés y enfoque común. A continuación, una de las comisiones comparte un mensaje de la perspectiva de su ministerio.


    Los 12 representantes regionales del CMM se reúnen virtualmente cada trimestre para reflexionar sobre las dificultades y alegrías de las iglesias anabautistas en sus regiones. En nuestra última reunión, compartieron las cargas y la resiliencia creativa que ven en las iglesias en respuesta al COVID-19.

    Dificultades 

    Las dificultades parecen ser las mismas en todas partes, aunque la medida en que las iglesias se ven afectadas varía de un lugar a otro.

    • La falta de contacto personal y la pérdida de ingresos debido al gran riesgo de contagio provocan un estrés y una miseria significativos en las iglesias anabautistas. Cada representante regional hizo énfasis en esto.

    • Nueve de los 10 países que actualmente tienen el mayor número de casos de COVID-19 tienen un número significativo de anabautistas. Algunos de estos son países con una población total menor de 50 millones (por ejemplo, Argentina, Colombia, Perú), lo que resulta en un impacto per cápita muy alto.

    • El cambio a la iglesia en línea ha dejado de lado a las personas mayores quienes no pueden usar ese tipo de tecnología, incluso en el Norte Global.

    • El mundo virtual también ha dejado de lado a las comunidades rurales y las personas en zonas urbanas que viven en una pobreza extrema, la mayoría de las cuales no tienen las finanzas o la tecnología para acceder a la electricidad ni al internet. Esto es particularmente cierto en África, donde viven el 50 por ciento de los miembros del CMM.

    • Mariano Ramírez del Caribe habló sobre el desafío de pagar los salarios de los pastores y pagar el alquiler de las instalaciones de las iglesias.

    • Willi Hugo de Centroamérica y México destacó la pérdida de amados pastores y líderes de la iglesia que murieron a causa del COVID.

    • Gerald Hildebrand de Norteamérica habló sobre cómo las pautas para la vida con el COVID se han politizado tanto que se han vuelto divisivas en la sociedad y en las iglesias, particularmente en los EE. UU.

    Creatividad

    Cada representante regional también enfatizó la creatividad que ve en las iglesias anabautistas de su región.

    • Jeremiah Choi del noreste de Asia comenta que tres congregaciones de Hong Kong decidieron compartir los recursos y reunirse en línea como un grupo más grande durante los 7 últimos meses.

    • Paul Stucky informa que una asombrosa variedad de actividades se han llevado a cabo exitosamente de manera virtual en la región andina de América Latina, con una fuerte participación en todas ellas: momentos de adoración, reuniones de oración, estudios bíblicos, seminarios web, etc. Esto es cierto alrededor del mundo, aunque los sermones y servicios más cortos parecen ser una tendencia.

    • Willi Hugo observa que tanto la predicación como la práctica muestran un compromiso creciente con los valores anabautistas de comunidad, servicio y amor al prójimo en Centroamérica y México.

    • Barbara Nkala de África del Sur afirma que tanto la gente común como los pastores están liderando devocionales diarios que circulan por WhatsApp en Zimbabue.

    • Francisca Ibanda informa que los servicios de adoración en entornos familiares y de grupos pequeños han fortalecido a los líderes laicos y a las congregaciones locales en África Occidental.

    • Gerald Hildebrand ve una creciente comprensión en las congregaciones norteamericanas de que la iglesia no es un edificio, sino que la iglesia es su gente, todos los días de la semana.

    • Agus Mayanto nota un fuerte espíritu de amor a medida que las congregaciones del sudeste asiático se convierten en comunidades en las que se cuidan unos a otros y en las que cuidan a quienes las rodean en sus vecindarios.

    • Las subvenciones del grupo de trabajo interinstitucional de respuesta al COVID-19 del CMM han permitido a muchas iglesias proporcionar alimentos y suministros de salud en sus comunidades, y han sido recibidas y distribuidas con alegría. Las donaciones y solicitudes continúan.

    Eclesiastés nos recuerda que hay un tiempo para reunirse y un tiempo para no reunirse, un tiempo para abrazar y un tiempo para abstenerse de abrazar (3:5).

    Nuestras iglesias se encuentran en un momento difícil de no reunirse y abstenerse de abrazar. Sin embargo, como dice Pablo a los romanos, siempre estamos llamados a “amarnos como hermanos los unos a los otros, dándonos preferencia y respetándonos mutuamente,… viviendo alegres por la esperanza que tenemos; soportando con valor los sufrimientos, no dejando de orar nunca” (12:10-12). 

    Mariano Ramírez hizo una breve observación para resumir. “Las iglesias estamos llamadas a ser prudentes siguiendo todas las reglas para prevenir el COVID-19, pero a ser valientes dando testimonio público del amor de Dios”.

    Demos gracias por toda esta creatividad y oremos por aquellos que se están quebrantando ante los desafíos. Amén.

    —Comunicado del Congreso Mundial Menonita de Arli Klassen, coordinadora de representantes regionales

     

    Más información sobre la respuesta del Fondo de Ayuda a la Iglesia Mundial COVID-19 

  • “Todo comenzó con las pequeñas ambiciones de un corazoncito”, comenta Sibonokuhle Ncubenokuhle Ncube. Cuando era una niña de 10 años en Zimbabue, “al escuchar que mis padres nunca tenían suficiente dinero para ayudar (a mis parientes) porque todo el pueblo pasaba hambre, mis sueños se volvieron ambiciosos… Cuando crezca, seré útil.

    Tanto en las zonas rurales como urbanas de Zimbabue, la mayoría de los hogares cultivan algunos de sus alimentos. Por tal motivo, los cambios en los patrones climáticos son evidentes para todos. Las sequías solían ocurrir cada diez años, luego cada cinco. “Hoy en día, las sequías se van sucediendo a lo largo de las estaciones, de lo cual somos muy conscientes”, afirma.

    Al sumarse una pandemia mundial, la situación se vuelve aún más crítica.

    Liderazgo eclesial en la comunidad

    Al igual que con las cuestiones relacionadas al coronavirus, las razones del cambio climático no siempre se comprenden, explica Sibonokuhle Ncube, y a menudo se politizan. Las divisiones políticas se traducen en acciones que causan daño.

    La mala gestión y la politización del desarrollo también pueden afectar la manera en que la asistencia y los recursos fluyen de una región a otra. “Aparte de los problemas estructurales, [en Zimbabue] hubo disturbios civiles; violencia estructural, cultural y física, y desplazamiento”.

    Sus estudios y su vocación se han centrado en el desarrollo, la construcción de la paz y la gestión financiera climática en Zimbabue, donde ha trabajado con organismos gubernamentales, ONG nacionales e internacionales, y organizaciones religiosas.

    “Abordar la pobreza rural a través de intervenciones agrícolas fue mi primera estrategia. Trabajamos conjuntamente con las comunidades (afectadas por la falta de alimentos) para que juntos podamos crear los medios que les ayuden a obtener un aprovisionamiento adecuado. Además, abordamos las cuestiones que suelen dividir a las comunidades.”

    La iglesia necesita líderes que comprendan sus dinámicas locales y puedan compartir información transformadora desde el púlpito. “El Cuerpo de Cristo se enriquece más, no solo en términos de conocimiento espiritual, sino en un amplio intercambio de habilidades para la vida”, agrega. Por ejemplo, la iglesia podría promover la restauración ecológica de tierras comunales (el cuidado de los bosques locales, los potreros compartidos) en su comunidad.

    La esperanza surge de la acción

    Es necesaria una acción de alto nivel como respuesta climática. En toda época, hay problemáticas que “convocan a las personas de fe a llevar a la práctica acciones radicales de discipulado. En el presente, la respuesta ante la crisis climática implica algunas de dichas acciones”. Es necesaria una postura profética frente a los poderes que reproducen la marginalidad.

    “Una respuesta climática enérgica consta de múltiples niveles. En función de las políticas gubernamentales, hablemos con personas en el poder para que tomen medidas financieras a favor de la innovación, mitigación y adaptación”, propone Sibonokuhle Ncube. “Las comunidades de fe deben orar por las personas en el poder que controlan los recursos. Necesitamos orar por aquellos que no tienen un sentido de responsabilidad ecológica.”

    La gente también debería considerar la acción civil. “Los individuos y las comunidades podrían actuar en sus ámbitos respectivos, lo cual evitaría que nos invadiera la desesperación.”

    Sibonokuhle Ncube asesoró al Gobierno de Zimbabue en el período previo al acuerdo climático de París, en 2015. Algunos de los compromisos asumidos entonces por las potencias mundiales no se han cumplido. Sin embargo, “he optado por la esperanza y seguir actuando desde las bases”.

    “Al abordar la respuesta climática, nuestro enfoque debería ser tan consensuado, coordinado e intergeneracional como la atención que le dedicamos al VIH y el SIDA”, asevera.

    Una perspectiva desde un nosotros

    Para una respuesta climática profunda y significativa, “sería necesario que convergiéramos en una mesa redonda tan grande como la circunferencia de la Tierra. Esto nos afecta a todos como humanidad”, afirma Sibonokuhle Ncube.

    “Es muy valioso que no hablemos desde una perspectiva polarizada que tenga un nosotros y un ellos. También considero las cosas a nivel generacional.”

    “Me encantaría partir de una visión sistémica encarnada del mundo, en que les pediría a todos que nos consideremos beneficiarios de la era del carbono. Invito a las comunidades a pensar en lo que podríamos hacer para cambiar algunas de las maneras en que fomentamos el desarrollo y la economía. La información colectiva libera recursos y abre la participación.”

    Ejercer una mayordomía mundial

    Sibonokuhle Ncube hace un llamado a las personas de fe para que consideren la justicia y la mayordomía en su respuesta climática. “El impacto de nuestras reducciones individuales puede ser mínimo, pero debemos considerar cómo nuestra excesiva dependencia de combustibles fósiles causa malestar al otro lado del mundo.”

     “La perspectiva sistémica hace que las Escrituras cobren vida. Las comunidades desfavorecidas por el cambio climático y debido a nuestras acciones, son nuestros prójimos” (Mateo 25).

    “Es necesario que reflexionemos profundamente sobre qué implica una transición justa. En el Norte global o el Sur global, es necesario que todos hagamos algo. Es necesario que hagamos que las autoridades rindan cuentas con una fundamentación teológicamente sólida. No solo somos un pueblo que obra de manera oculta, sino que también somos capaces de denunciar la verdad ante los que están en el poder, como lo tuvieron que hacer muchos personajes de la Biblia.”

    Ante las catástrofes naturales y el impacto del clima cambiante a futuro, es necesario que las comunidades sean resilientes, trabajen con energías alternativas, sepan cómo comunicar nuestra mayordomía ecológica como parte de nuestra fe”, expresa Sibonokuhle Ncube.

    Compartir los dones

    Para el Congreso Mundial Menonita, existe una perspectiva de “compartir los dones”. “La vida que vivimos es un don de Dios. Nos brinda dones tales como el orden creado. Somos responsables de cuidar dichos dones, dejando mejores dones ecológicos como legado a las generaciones venideras, para garantizar que compartamos una mejor calidad de vida para la posteridad.”

    “Ruego que este pensamiento generacional pueda ayudarnos a reorientar nuestras mentes: pidamos al Espíritu Santo que reconfigure nuestros espíritus. Miremos al mundo de manera redentora a través de los ojos de Dios. Miremos a los hermanos y hermanas y la creación en todo el mundo a través de los ojos de Dios”.

    —Sibonokuhle Ncube, miembro de la iglesia de los Hermanos en Cristo de Zimbabue, actualmente transita su proceso de construcción de la paz a través de estudios de teología y paz en el Seminario Bíblico Menonita Asociado, Elkhart, Indiana, USA. También es miembro del Grupo de Trabajo para el Cuidado de la Creación del CMM.

     

    Para más información sobre el Grupo de Trabajo para el Cuidado de la Creación del CMM visite: 

    Grupo de Trabajo para el Cuidado de la Creación

    Este artículo apareció por primera vez en Correo/Courier/Courrier en octubre de 2020Haga clic aquí para leer otros artículos de este número.

  • Abramos nuestras mentes 
    y abracemos 
    los anchos hombros
    de una iglesia
    más grande de lo que
    podamos imaginar.
     
    ¿Cómo es que 
    el diálogo en la iglesia 
    es tan difícil 
    y aun así 
    tan pleno 
    de gozo? 
     
    Los miembros
    de la familia de Dios
    desempeñan un papel
    tan diferente
    del mío;
    ayúdanos a confiar en ti.
     
    Te rogamos 
    que nos ayudes
    a cumplir
    esta santa labor
    de ser
    la iglesia 
    unida; 
    adorando juntos,
    trabajando juntos, 
    amando juntos. 
     
     

    —Oraciones enviadas por Carol Penner, profesora adjunta de estudios teológicos, Universidad Conrad Grebel, Waterloo, Ontario, Canadá. Escribe en el blog leadinginworship.com.

     

    Este artículo apareció por primera vez en Courier/Correo/Courrier Abril 2020

  • Hemos recopilado voces de todo el mundo respecto a la iglesia durante la pandemia del COVID-19. Consulte la barra lateral para ver las biografías de los encuestados.


    ¿Cómo estamos aprendiendo nuevas maneras de ser iglesia debido a las restricciones por la pandemia?

    “Como nunca antes, tomó protagonismo la tecnología en sus diferentes formas, constituyéndose en una herramienta de gran importancia para mantenernos activos y en comunión como iglesia”, afirman Sergio y Paula Mendoza.

    Sin embargo, se destacan las disparidades existentes. “La comunidad eclesial se vio afectada por la posibilidad de que algunos fueran dejados de lado, especialmente aquellos que han tardado en adoptar la tecnología”, explica Clement Ndlovu.

    No obstante, las congregaciones han encontrado los medios para contactarse con sus miembros.

    “En algunas zonas, se alentó a las personas a que procuren buscar a Dios individualmente en las cimas de las montañas y en sus hogares. Los programas de radio y televisión han animado a la gente a que procure buscar a Dios más que antes”, señala Nkunda John Bosco.

    “Nuestras iglesias menonitas utilizan WhatsApp para comunicarse con los miembros. Una nueva manera de hacer las cosas ha sido llamar regularmente por teléfono a los cristianos para hacerles saber que los líderes piensan en ellos”, comenta Siaka Traoré.

    “A través de la tecnología en sus diferentes formas, se pudieron mantener las reuniones juveniles durante el período de cuarentena total y establecer contacto con las diferentes realidades de los jóvenes”, explican Sergio y Paula Mendoza.

    Dios está obrando, pese a las dificultades.

    “La obra de la iglesia es más eficaz fuera de las cuatro paredes, en lugar de la forma moderna de hacer todo dentro de los edificios de la iglesia”, expresa Okoth Simon Onyango.

    “En cierta forma, todos los cambios que experimentamos como iglesia durante este tiempo nos llevaron fuera de nuestra zona de confort”, afirman Alba y David Irala. “Sin embargo, la tecnología a su vez posibilitó que se crearan nuevos espacios de mayor intercambio y participación. En ello pudimos ver a Dios usando una situación de dificultad e incertidumbre para hablarnos y afirmarnos en nuestra fe, al mismo tiempo que pudimos fortalecer nuestros lazos como grupo.”

    “Estamos aprendiendo a ser verdaderamente iglesia, que no se define por un lugar sino por ser un cuerpo en distintos lugares pero persiguiendo los mismos objetivos, siguiendo al mismo Jesús”, aseguran Alba y David Irala.

    ¿Cuáles son los desafíos teológicos de depender de la tecnología?

    Aún hay algunas personas de nuestras comunidades que no tienen acceso a la tecnología moderna. En zonas rurales, la electricidad no es accesible y tampoco se pueden utilizar televisores. Por tanto, depender de la tecnología dificultó el trabajo de la iglesia en algunas zonas durante la pandemia”, comenta Okoth Simon Onyango, que tuvo que caminar muchos kilómetros para mantenerse en contacto con los miembros de la iglesia.

    La variedad de opciones también es un desafío.

    “Creo que la gran exposición a tantas enseñanzas disponibles sacudió nuestros fundamentos teológicos”, señala Clement Ndlovu.

    “Tener acceso a las reuniones mediante ‘un solo clic’ en cierta forma convierte ese espacio, destinado a la comunión entre hermanos y a vivir juntos la misma fe, en una opción más entre el variado menú de entretenimiento que nos ofrece el mundo en sus diferentes plataformas digitales”, explican Sergio y Paula Mendoza.

    Aun así, “con o sin tecnología, Jesucristo es nuestra ESPERANZA”, afirma Okoth Simon Onyango.

    “Al inicio algunos se preguntaron cómo se realizaría la “Santa Cena”; sin embargo, esto no fue un problema. Vimos que la comunión simbolizada en la Santa Cena es con Cristo; esta comunión rompe nuestras barreras, nos hace uno y encontramos paz al cumplir con este mandato a pesar de la distancia. Creo que la distancia, en cierto sentido, está fortaleciendo nuestros conceptos teológicos y bíblicos de manera positiva”, comentan Alba y David Irala.

    ¿Cómo ha crecido la iglesia en esta época?

    Clement Ndlovu lamenta la pérdida de la influencia espiritual de la iglesia en aquellos sin conexión tecnológica. Sin embargo, “el culto virtual posibilitó una apertura de la iglesia más allá de sus áreas de influencia”.

    “Es difícil medir el crecimiento, especialmente en lo que se refiere a lo espiritual. Sin embargo, el momento en el que nos encontramos ha sensibilizado a las masas sobre la importancia y el valor de la vida. Vemos que ahora las personas procuran más la intervención divina, tanto creyentes como no creyentes. En términos de comunicación, hemos ido más allá de la norma; hemos podido vincularnos con más personas numérica y mundialmente”, explica Bryn M Maphosa.

    “Para algunos cristianos, fue un período de relajación porque ya no habían actividades formales y periódicas en la iglesia: un tiempo de adormecimiento espiritual. En cambio, para muchos cristianos, esta pandemia fue un mensaje de las señales de los últimos tiempos, y por eso algunos han puesto en orden sus vidas”, expresa Siaka Traoré.

    Sin embargo, el Espíritu Santo está obrando, impulsando incluso a aquellos que no son evangelistas conocidos, a compartir acerca de Dios con sus vecinos. “Mientras recorría largas distancias a pie, tres días a la semana durante dos meses consecutivos, conocí a otras personas que también caminaban, y el tema de discusión siempre era el mismo: ‘Que Dios nos ayude y elimine este virus que ha traído este sufrimiento’”, relata Okoth Simon Onyango. “La evangelización está en su apogeo: cada uno animaba al otro a creer en un acto sobrenatural del Dios Todopoderoso.”

    “Creemos que el crecimiento, por sobre todo, ha sido en calidad. Calidad que se refleja en nuestras actitudes ante las necesidades; hermanos y hermanas han respondido a esta pandemia con servicio, y se ha creado una nueva oportunidad para servir a la comunidad”, señalan Alba y David Irala.

    ¿Qué significa ser un grupo de creyentes “centrado en la comunidad” cuando no podemos reunirnos en persona?

    “Exige que pensemos con perspectivas novedosas para promover aun más nuestra misión. El grupo de creyentes todavía necesita ser visto y escuchado de una forma u otra, ya que es el corazón de la comunidad”, afirma Bryn M Maphosa.

    “La práctica del cristianismo solo se puede hacer acercándonos a otros. Nuestra vida cristiana es verdadera cuando estamos en comunidad; sin embargo, reunirnos en persona no es la única manera. Nuestras acciones no están destinadas a ser un espectáculo público”, señala Okoth Simon Onyango.

    “‘¡Qué bueno y agradable es que los hermanos convivan en unidad!’ (Salmos 133,1) ‘No dejemos de reunirnos’. (Hebreos 10,25) Estamos acostumbrados a este tipo de cultos, pero la Biblia también nos anima a orar individualmente porque somos el templo de Dios y el Espíritu Santo habita en nosotros”, dice Francis Kamoto.

    “Los jóvenes y adultos deseamos vernos nuevamente muy pronto. A pesar de ello, sabemos que es necesario respetar las normas, y hemos encontrado que la comunidad es estar verdaderamente unidos”, afirman Alba y David Irala.

    “Podemos estar en un mismo lugar, pero no necesariamente tener un mismo sentir. Sin embargo, ahora estamos lejos, pero atentos a las necesidades de hermanos/as, en contacto constante a través de llamadas y reuniones virtuales”, explican Alba y David Irala.

    La distancia forzada por el aislamiento o el confinamiento ha reforzado lo que significa ser iglesia: “Animarnos y exhortarnos los unos a los otros, ser conscientes de las situaciones a las que se enfrentan nuestros propios hermanos en la fe, como también las personas que integran nuestro entorno y ver sus necesidades para suplirlas según nuestras posibilidades. Con todas estas acciones, reflejamos el amor de Cristo y al mismo tiempo demostramos ser creyentes comprometidos con nuestra comunidad”, expresan Sergio y Paula Mendoza.

    En cuanto a estos cambios: ¿Cuáles esperamos que sean temporales? ¿Cuáles esperamos que permanezcan después de que la vida “vuelva a la normalidad”?

    “Sin lugar a dudas, la recomendación de evitar el contacto físico es uno de los detalles que esperamos con ansias que quede sin efecto. Con ello, volverían los abrazos y demostraciones de cariño que nos caracterizan en nuestro compartir como hermanos; y, más aún, el levantamiento de la restricción que limita el número de asistentes a los templos, para volver a compartir juntos como cuerpo de Cristo”, dicen Sergio y Paula Mendoza.

    Pero quisiéramos que permanezcan los hábitos de higiene.

     “Los hábitos de limpieza deberían estar siempre presentes, nos ayudan a cuidarnos, pero por sobre todo, a cuidar a otros”, concuerdan Alba y David Irala.

    “Los hábitos de higiene nos protegen de una gran cantidad de gérmenes que nos transmitimos unos a otros. Si seguimos usando tapabocas, nos protegerán del polvo y humo de la contaminación”, explica Siaka Traoré.

    Sin embargo, le preocupa el impacto del distanciamiento social en “los valores socioculturales africanos. La sociedad africana se expresa a través de relaciones, de lo concreto y no lo virtual. En la iglesia, el calor fraternal se expresa mediante el contacto físico”.

    “Esta etapa nos enseña varias lecciones. La iglesia tiene que aprender que debe abocarse conscientemente a sus actividades en comunidad. Las enseñanzas de la iglesia deben preparar a los miembros a que sean luz y sal en tiempos difíciles. Aprendamos el arte de estar bien dispuestos a la comunión física y virtual”, expresa Clement Ndlovu.

    “Definitivamente, esta pandemia tiene sus aspectos positivos. Nos ha desafiado en cuanto a nuestra definición de lo que es ser iglesia. Muchos han relacionado a la iglesia con un espacio o lugar. Sin embargo, la situación actual nos ha llevado a profundizar nuestra definición de iglesia, y entender que, si estamos unidos y velando por las necesidades de otros, en oración y en comunicación constante, podemos estar verdaderamente unidos y actuando realmente como iglesia”, afirman Alba y David Irala.

    “Espero que sea algo permanente la exigencia de ser flexibles cuando surja la necesidad. El uso de plataformas multimedia es una gran herramienta que debe perfeccionarse para extender la difusión mundial del evangelio”, señala Bryn M Maphosa.

    “Ha sido un desafío pensar más en la belleza de la humanidad, en esta idea de cohesión comunitaria. Estemos atentos a los que tienen pocos recursos. Procuremos ayudarlos”, insta Sibonokuhle Ncube.

    “La iglesia continúa a pesar de la situación, creemos que seguimos practicando el “ser iglesia” y ahora con mucha más fuerza que antes, ya que estamos aprendiendo que no nos define un lugar”, afirman Alba y David Irala.

    ¿Cómo nos ha desafiado este tiempo a repensar el modo en que solíamos vivir? ¿Qué lecciones nos depara este período?

    “Creo que me ha ayudado a ser flexible cuando hago cosas. A veces damos por sentado que las cosas se tienen que hacer de cierta manera. Podemos adorar a Dios en cualquier lugar y en cualquier momento”, expresa Francis Kamoto.

    “La iglesia no debe perder su relevancia y estima en un momento como éste. Es necesario que la iglesia se adhiera a las leyes terrenales. La iglesia necesita tener muchos recursos para intervenir en la vida de sus miembros y la comunidad, habiendo identificado sus necesidades. La innovación y la gestión del cambio son elementos estratégicos críticos para incorporar a nuestra administración de los asuntos de Dios”, señala Clement Ndlovu.

    “Este período nos mostró la fragilidad de nuestros sistemas médicos, económicos e incluso administrativos. La pandemia confirmó la idea de que el mundo es una familia mundial dado que una enfermedad que comenzó en un punto de la Tierra, se extendió por todo el planeta”, señala Siaka Traoré.

    Sin embargo, ha demostrado nuestra capacidad de solidaridad en medio de la fragilidad. “Todos los sectores sociales han hecho contribuciones, ya sea en especie o financieras, para combatir la pandemia del coronavirus. Hemos descubierto un potencial interno de recursos locales que posibilita acciones conjuntas”, comenta Siaka Traoré.

    “La pandemia planteó algo positivo: ‘sé consciente de ti mismo y de los que te rodean y mantente seguro para ellos’”, dice Sibonokuhle Ncube. La distancia física es un recordatorio para que “también mantengamos la distancia de las cosas que no son saludables en las relaciones interpersonales”.

    “Nos vemos obligados a comprometernos a cumplir con las medidas que sean impuestas para el bienestar común y de esa manera, a través de una conducta ejemplar ante la sociedad, reflejar las enseñanzas de Cristo en el entorno en el que estemos. Como iglesia, pudimos ver la mano de Dios guiándonos a través de las dificultades. Debemos volver a tener una completa dependencia del Señor, que al fin y al cabo es nuestra mayor riqueza y esperanza en este mundo”, expresan Sergio y Paula Mendoza.

    “Creemos que esta situación nos está ayudando a pensar mejor sobre el manejo de la vida entera, las relaciones, el servicio, la economía y la salud. Esta pandemia nos ha enseñado que no podremos volver a la normalidad, sino más bien, a una nueva normalidad, en la que tengamos una perspectiva de la vida más cauta, más sabia e inteligente, donde podamos comprender la importancia de ser iglesia, una comunidad que no se define por espacios, sino por un cuerpo que vive con sabiduría y en verdadera unidad”, concluyen Alba y David Irala.


    Encuestados

    bryn Maphosa Bryn M Maphosa, supervisor nacional, Iglesia de los Hermanos en Cristo, Sudáfrica
    clement ndlovu Clement Ndlovu, Iglesia de los Hermanos en Cristo, sede en Krugersdorp, Sudáfrica
    david y alba irala Alba and David Irala, pastores de jóvenes, Iglesia Cristiana de la Paz, Hermanos Menonitas, Asunción, Paraguay
    Francis Kamoto Francis Kamoto, obispo, Iglesia de los Hermanos en Cristo, Zimbabue
    Siaka Traore

    Siaka Traoré Traoré, Iglesia Evangélica Menonita de Burkina Faso

    sergio y paula mendoza Sergio and Paula Mendoza, pastores de jóvenes, Iglesia Sinaí de los Hermanos Menonitas, San Lorenzo, Paraguay
    nkunda john bosco

    Nkunda John Bosco, pastor, Iglesia Menonita de Uganda

    bishop simon onyango

    Okoth Simon Onyango, obispo, Iglesia Menonita de Uganda

    sibonokuhle ncube Sibonokuhle Ncube, estudiante de teología, Iglesia de los Hermanos en Cristo de Zimbabue

    Este artículo apareció por primera vez en Correo/Courier/Courrier en octubre de 2020.

  • Dios se le apareció al Sr. Nagamanickam a través de un kit de ayuda para el COVID-19.

    Él vive en el distrito de Coimbatore, Tamil Nadu, India, en una pequeña casa con su esposa e hija. Como muchos de sus vecinos, se desempeñaba como jornalero hasta hace seis años cuando perdió su pierna en un accidente.

    Había estado activo en su barrio con la ayuda del Proyecto Paz y Justicia de Gilgal Mission Trust (GMT por sus siglas en inglés), pero después de su accidente ya no tuvo apoyo.

    Su esposa Lakshmi trató de ganar suficiente dinero para mantener a la familia y su hija tuvo que  abandonar la escuela para ayudar.

    Durante el confinamiento, la familia perdió toda esperanza. Creyeron que no tenían ninguna fuente de ayuda física o económica y habían decidido suicidarse.

    Antes de que pudieran llevar a cabo el suicidio, el personal de Gilgal Mission Trust se acercó a ellos con un kit de ayuda que contenía lentejas, azúcar, arroz, aceite, harina y cúrcuma junto con suministros básicos de higiene, incluidos jabón y tapabocas.

    La solicitud de GMT ante el grupo de trabajo de respuesta al COVID-19 del Fondo de Ayuda de la Iglesia Mundial fue aprobada  para su obra social que benefició a unos 3000 hombres, mujeres y niños como el Sr. Nagamanickam.

    El Sr. Nagamanickam agradeció a GMT con lágrimas en los ojos. Su familia volvió a tener esperanzas en el futuro.

    —Comunicado del CMM, en la manera en que fue contado al personal del Gilgal Mission Trust 

     


    El fondo para la pandemia aborda las desigualdades en la iglesia mundial

    Bateke Plateau DRC Mennonite church training
    Francine Mukoko – un licenciado en salud pública y el primer
    graduado universitario de la Comunidad Menonita del Congo
    en Bateke, presenta consejos sobre salud pública
    en Teke, el idioma local.Photo: gentileza de Seraphin Kutumbana

     “Que gozo es para los hermanos y hermanas (de la meseta de Bateke) sentirse parte de la familia Menonita extendida”, afirma el reverendo Seraphin Kutumbana de la Comunidad Menonita del Congo (CMCo), una conferencia miembro del CMM. 

    El CONIM (Comité Nacional Inter Menonita) reunió a las conferencias nacionales miembros del CMM: Comunidad Menonita del Congo, Comunidad Evangélica Menonita y la Comunidad de iglesias de los Hermanos Menonitas en el Congo (CEFMC) para presentar una solicitud al grupo de trabajo de respuesta al COVID-19 del Congreso Mundial Menonita. Recibieron financiación para múltiples proyectos de educación y asistencia alimentaria.

    Esta ayuda llegó hasta la remota meseta de Bateke, donde el reverendo Seraphin Kutumbana sirve a las seis congregaciones. Los fondos de respuesta al COVID-19 apoyaron una capacitación sobre medidas de prevención, lavado de manos y distribución de equipos de protección.

    En mayo del 2020, el CMM reunió un grupo de trabajo de organizaciones anabautistas de servicio y de misión para revisar las solicitudes de fondos de ayuda de las conferencias miembros del CMM en el Sur Global.

     “Un fondo con la conciencia de que, al igual que ocurre con la mayoría de los desastres, las consecuencias económicas y sanitarias de la pandemia se sentirían de manera desigual en toda la iglesia mundial”, explica Henk Stenvers, secretario de la Comisión de Diáconos.

    Hasta noviembre del 2020, el fondo de respuesta al COVID-19 del CMM ha apoyado 45 iniciativas humanitarias llevadas a cabo por 53 iglesias anabautistas nacionales en 28 países, con un valor total del proyecto de 414.711 dólares estadounidenses.

    Las donaciones provinieron de las conferencias miembros del CMM, organizaciones anabautistas, el Fondo de Ayuda de la Iglesia Mundial del CMM, individuos y congregaciones.

    En asociación con organizaciones anabautistas de misión y servicio, a través del fondo de respuesta al COVID-19, el CMM no solo ha extendido asistencia humanitaria, sino que se ha mantenido en solidaridad y fraternidad fervorosas con las iglesias anabautistas que ministran bajo circunstancias extremadamente difíciles en comunidades vulnerables en todo el Sur Global”, declara Henk Stenvers.

    El grupo de trabajo apoyó proyectos que representaban diversidad geográfica, diversidad anabautista (por ejemplo, Hermanos en Cristo y Hermanos Menonitas), y priorizó las necesidades básicas de alimentación e higiene y la colaboración manifiesta entre anabautistas (por ejemplo, la Fraternidad de Servicio de la Iglesia Menonita en India).

     El grupo de trabajo en sí mismo fue un apoyo para sus miembros quienes compartieron y oraron por sus propias respuestas al COVID-19.

    “Nos ha impresionado la colaboración positiva entre las iglesias anabautistas que han trabajado juntas y se han apoyado mutuamente en sus respuestas frente al COVID-19”, expresa Joji Pantoja. “Nuestra ardiente esperanza es que dicha colaboración continúe”.

    “Independientemente de cómo se vaya reduciendo el grupo de trabajo, valdría la pena convocar reuniones periódicas de las agencias anabautistas de servicio y misión por lo que dure la pandemia para compartir sobre cómo continúan respondiendo en toda la iglesia anabautista mundial a las necesidades humanitarias derivadas de esta pandemia,” afirma Alain Epp Weaver. Estas reuniones podrían ayudar a identificar brechas en la respuesta de la iglesia anabautista mundial, diseñar estrategias para abordarlas y estimular una mayor cooperación interinstitucional.

    “Hemos mantenido en nuestras oraciones las innumerables formas en que las iglesias anabautistas de todo el mundo, animadas por el Espíritu de Dios, han respondido con fe en medio de las incertidumbres y el miedo producidos por la pandemia”, afirma Siaka Traoré. “Las iglesias comparten el amor de Dios al ofrecer sus recursos a los miembros vulnerables de sus congregaciones y sus comunidades. El CMM ha tenido el privilegio de acompañar a estas iglesias en estas obras sociales”.

    Miembros del grupo de trabajo:

    • Siaka Traore (Burkina Faso, MWC Diáconos Comisión),
    • Joji Pantoja (Philippines, Mennonite Church Canada Witness & MWC Comisión Paz)
    • Henk Stenvers (the Netherlands, MWC Diáconos Comisión )
    • Max Wiedmer (Switzerland, Swiss Mennonite Mission)
    • Paul Stucky (Colombia, MWC regional representative)
    • Mike Sherrill (Estados Unidos, representando al Consejo de Ministerios Internacionales)
    • Alain Epp Weaver (U.S., grupo de trabajo, presidente, MCC)

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    El fondo de respuesta mundial al COVID-19 ayuda a las iglesias: 1
    El fondo de respuesta mundial al COVID-19 ayuda a las iglesias: 2
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    Iglesias nacionales beneficiarias de los fondos de respuesta al COVID-19

    Angola: Igreja da Comunidade Menonita em Angola (con CIMA) 

    Angola: Igreja Evangélica dos Irm√£os Mennonitas em Angola (con CIMA)

    Angola: Igreja Evangélica Menonita em Angola (con CIMA)

    Argentina: Iglesia Evangélica Menonita Argentina

    Bolivia: Iglesia Evangélica Menonita Boliviana

    Brazil AMAI:

    Burkina Faso: Église Évangélique Mennonite du Burkina Faso

    Colombia: Iglesia Cristiana Menonita de Colombia

    Colombia: Iglesias Hermanos Menonitas de Colombia en Valle del Cauca y Cauca (implementado en asociación con el CCM)

    Colombia: Iglesias Hermanos Menonitas de Colombia in Chocó (implementado en asociación con el CCM)

    Republica Dominicana EMC

    DR Congo CONIM (representing Communauté des Églises de Fr√®res Mennonites au Congo, Communauté Évangélique Mennonite, Communauté Mennonite au Congo)

    Ecuador ICAMdE

    Ecuador ICME

    Ecuador: Iglesia Evangélica Menonita Ecuatoriana

    Ethiopia: Meserete Kristos Church

    Ghana: Ghana Mennonite Church

    Guatemala: Iglesia Evangélica Menonita de Guatemala

    Guatemala: Iglesia Nacional Evangélica Menonita Guatemalteca

    Honduras: Iglesia Evangélica Menonita Hondureña

    India: Bharatiya General Conference Mennonite Church

    India Brethren In Christ Church/Bihar (con MCSFI)

    India Brethren In Christ Church/Odisha (con MCSFI)

    India Bharatiya Jukta Christa Prachar Mandli (con MCSFI)

    India: Bihar Mennonite Mandli

    India: Gilgal Mission Trust

    Indonesia: Gereja Injili di Tanah Jawa (GITJ)

    Indonesia: Persatuan Gereja-Gereja Kristen Muria Indonesia (GKMI)

    Kenya: Kenya Mennonite Church

    Malawi Brethren In Christ Church

    Malawi Mennonite Brethren (via Malawi BICC)

    Mexico 5 Anabaptist churches (implementado en asociación con el CCM)

    Nicaragua CAE (implementado en asociación con el CCM)

    Nigeria: Nigeria Mennonite Church

    Iglesia Evangelica Unida (IEU) – Hermanos Menonitas de Panamá

    Peru: Iglesia Evangélica Menonita del Perú

    Peru: Iglesia Cristiana Menonita de Colombia

    Peru: Conferencia Peruana Hermanos Menonitas

    Sierra Leone: Christ Salvation Mennonite Church (con AIMM y EEMBF)

    South Africa Grace Community Church

    Uganda: Mennonite Church of Uganda

    Venezuela: Iglesia Menonita

    Venezuela: Casa de Restauracion y Vida Shalom

    Zambia Brethren In Christ Church (implementado en asociación con el CCM)

    Zimbabwe Brethren In Christ Church (implementado en asociación con el CCM)