Oraciones de gratitud e intercesión

  • Stephanie Setiawan de Sidoarjo, Indonesia, no tenía planes de ir a América Latina. Ella aplicó a ‘International Volunteer Exchange Program’ (Programa de Intercambio de Voluntarios Internacionales) del Comité Central Menonita en el 2013/2014, pero el cupo para su sínodo ya estaba ocupado. En su lugar, las personas coordinadoras le ofrecieron un lugar en el programa ¡YAMEN! en Colombia. 

    Como resultado, Stephanie Setiawan descubrió el amor por la cultura latina y la formación para el servicio futuro. “Estoy muy agradecida de haber servido en Colombia. Allí, Dios me preparó para servir en la Asamblea en Indonesia”, dice ella. 

    La Red de Intercambio Anabautista– Menonita para Jóvenes (¡YAMEN!) es un programa conjunto entre el Congreso Mundial Menonita y el Comité Central Menonita. Enfatiza la expansión del compañerismo entre las iglesias de la tradición anabautista y el desarrollo de las personas jóvenes en el liderazgo alrededor del mundo. Las personas participantes pasan un año en una asignación intercultural que empieza en agosto y termina el siguiente julio.  

    “Nunca antes había prestado atención a Colombia”, dice Stephanie Setiawan, pero comenzó a aprender. Inició correspondencia con una persona joven de la iglesia donde estaría sirviendo. “Se sintió genial tener una amistad antes de ir allí”. 

    “Cuando llegué, no hablaba nada de español y mi familia anfitriona no podía hablar inglés. La familia estaba tan comprometida a enseñarme el idioma”, dice ella. “Me explicaron palabras en español; si eran cosas, me las mostraban; si era una acción, la representaban para mí. Cada vez que teníamos tiempo libre, lo dedicaban a conversar conmigo”. 

    En su lugar de servicio, “los niños y niñas fueron muy pacientes”, dice ella. Ella les mostró dibujos para enseñar vocabulario en inglés y los niños y niñas, a su vez, le enseñaron español. 

    Después de varios meses, Stephanie Setiawan podía hablar y entender español, pero “yo todavía no entendía los chistes. Es raro cuando la gente está hablando y yo no podia ver las cosas divertidas. Un día cuando me reí, me sentí muy bien. Finalmente, pude entender las interacciones”. 

    “Sería fantástico conocer a más personas de otras culturas”, ella pensó, mientras el programa YAMEN la presentaba a amistades de alrededor del mundo. Ella comenzó a anticipar la Asamblea del CMM en Indonesia de la que le habló su madre anfitriona. “Sería realmente poderoso adorar a Dios junto con nuestra diversidad”. 

    Cuando llegó la Asamblea, el coordinador del idioma indonesio, Ary Rusdianto, recurrió a Stephanie Setiawan, que actualmente trabaja como asistente de comunicaciones de internet para el CMM. Las personas intérpretes de español e indonesio eran escasas: ella conocía los dos idiomas. 

    “Nunca he sido interprete. Rara vez hablo en un grupo grande. Esta es la etapa más grande de mi vida. Si tuviera una opción, diría que no”, dice Stephanie Setiawan. Sus amistades la alentaron y la ayudaron a prepararse. 

    Y recordó el vecindario Barrio Tokio en Pereira, Risaralda, Colombia. 

    Parte de su trabajo ¡YAMEN! la llevó a este barrio de difícil reputación. “Ni una sola vez sentí miedo”, dice ella. “Mi interacción con los niños, niñas, madres y los padres de familia, todavía está fresca en mi memoria. Sentí la paz de Dios en ese lugar y la calidez de esa gente”. 

    El milagro de la paz en medio de la incertidumbre volvió a ocurrir en el escenario de Salatiga cuando interpretó para José Rutilio Rivas. “Fue un honor servir de esta manera”. 

    “Siento que es realmente importante tener conexiones con personas de alrededor del mundo”, dice ella. “Cuando se aceptan las diferencias y la diversidad, se puede crecer y su alma puede enriquecerse. Siempre hay algo bueno en otra cultura para aprender. 

    “Cuando usted sabe que alguien que se encuentra lejos está orando por usted, esto le tocará el corazón. Es importante para nosotros orar por nuestros hermanos y hermanas de alrededor del mundo, especialmente cuando sabemos que enfrentan dificultades”. 


    Participantes de YAMEN 2022-2023 

    Nombre  País de origen  País de Asignación  Iglesia a la cual pertenece 
    *indica que la iglesia es miembro del CMM
    Emilia Macono Guzman  Bolivia México Iglesia Evangélica Menonita Sinaí  (IEMB) *
    Uziel Zambrana Hurtado  Bolivia Colombia Iglesia Evangélica Menonita de Smyrna*
    Sina Dy Camboya Kenia Community of Changed Hearts Church 
    Sokvoleak Chum  Camboya Uganda Tumnup Tek Khmer Evangelical Church 
    Sovanich Chhoun  Camboya Nicaragua  Nation Church Phnom Penh 
    Lilibeth Guzman Macea  Colombia Honduras Communidad Menonita Nueva Vida en Cristo Jesus 
    Nidia Marleny Linares Martinez  El Salvador México Mennonite Evangelical Church of El Salvador* 
    Esther Abigail Aguilar Velasquez  Honduras Bolivia  Iglesia Evangélica Menonita de Santa Rosa de Copan 
    Eve Franklin  India Kenia Mennonite Church Durg (MCI, Dhamtari)* 
    Mahima Tandi  India Uganda  Bethlehem Mennonite Church Memra Pithora (BGCMC)* 
    Shepher Sona  India Camboya Hebron Mennonite Church (BGCMC)* 
    Cahya Putri Wulansari  Indonesia Ruanda  GITJ Kelet* 
    Johana Christianti  Indonesia Burkina Faso  GKMI Bogor* 
    Setyawan “Adi” Nugroho  Indonesia Bolivia  GKMI Kudus*
    Rael Kiptoo  Kenia Uganda  Shalom Mennonite Church 
    Sarah Pariken  Kenia Camboya Dominion Chapel International Ministries 
    Febe Daniella Madirgal Salgado  Nicaragua Guatemala  Fuente de Vida (Convención de Iglesias Menonitas)* 
    Melania Elizabeth Chaparro  Paraguay Honduras  Dulce Refugio 
    Monika Warkentin  Alemania/Paraguay Palestina y Israel Iglesia Hermanos Menonitas Concordia (AHM)* 
    Denise Dushime  Ruanda India  Gatenga Evangelical Friends Church 
    Yejin Kim Corea del Sur Bolivia  Jesus Heart Church 
    Sondobi “Daniel” Chacha Sondobi  Tanzania Camboya KMT Bukiroba*  
    Ladia Zulu  Zambia Camboya Baptist Community Church 

     

    ‚ÄîUn comunicado conjunto del Congreso Mundial Menonita y del Comité Central Menonita. Escrito por Karla Braun, un escritor del Congreso Mundial Menonita que vive en Winnipeg.

    La Red de Intercambio anabautista– menonita para Jóvenes (¡YAMEN!) es un programa conjunto entre el Congreso Mundial Menonita y el Comité Central Menonita. Enfatiza la expansión del compañerismo entre las iglesias de la tradición anabautista y el desarrollo de los jóvenes líderes alrededor del mundo. Los participantes pasan un año en una asignación intercultural que empieza en agosto y termina el siguiente julio.  
  • GKMI Petra-Depok, Indonesia, celebró ser una nueva creación en el Domingo de la Paz, durante el 18 de septiembre del 2022, con un invitado especial, Sadanand Hembrom se unió al servicio por video desde India. 

    Durante los últimos años, GKMI Petra-Depok en el área metropolitana de Yakarta ha ido más allá de los muros de su iglesia para difundir las buenas nuevas, antes de la pandemia, tuvieron varios viajes misioneros a áreas remotas en diferentes islas de Indonesia. 

    Después de la Asamblea mundial del CMM de 2022, su visión se expandió más allá de las fronteras de Indonesia, dado que ocho delegados de la congregación habían asistido a la Asamblea y tres jóvenes adultos asistieron a la Cumbre Mundial de la Juventud (GYS). 

    Ary Rusdianto, un líder de la iglesia que también fue coordinador de interpretación para indonesio durante la Asamblea, expresa que, “nos damos cuenta de que hay congregaciones de iglesias fuera de Indonesia que necesitamos conocer y podemos brindarles apoyo en oración o incluso compartiendo nuestros recursos con ellas”. 

    Los participantes de GYS de la congregación sugirieron que Sadanand Hembrom, delegado de GYS de la Iglesia de los Hermanos en Cristo de Nepal, debería hablar a la iglesia el Domingo de la Paz; Ary Rusdianto hizo la interpretación para él en Indonesia durante el servicio satelital de GKMI Solo. 

    Ary Rusdianto, dice que “invitar a alguien de otras partes del mundo a compartir en una ocasión específica en la iglesia es una buena manera de conocerse mejor y apoyarse mutuamente, esto demuestra que somos parte de la familia global. Además de eso, pensamos en el gran potencial de las generaciones jóvenes para la vida futura de la iglesia”. 

    Al final de su presentación, Sadanand Hembrom pidió oración por las personas que plantan iglesias, por las personas afectadas por las fuertes lluvias e inundaciones, y por las actividades de su iglesia nacional, BIC Nepal. 

    Ary Rusdianto, cuenta que, “en nuestra congregación, nuestra comprensión y visión hacia otras personas es más amplia y tenemos mucha alegría de experimentarlo”. 


    Mira el video

  • 26 de Agosto de 1930 – 30 de Octubre del 2022 

    Raúl O. García, presidente del Congreso Mundial Menonita desde 1990 a 1997, falleció el 30 de octubre del 2022. Pastor, maestro y profesor durante mucho tiempo. Él nació en Argentina el 26 de agosto de 1930.

    De familia católica y convertido a la fe menonita a los 14 años, sus dones pastorales fueron reconocidos y 10 años después fue nombrado pastor asistente de la Iglesia Evangélica Menonita de Pehuajó, en una ciudad del interior de Buenos Aires, Argentina.

    Al año siguiente, Raúl García se graduó de la universidad como traductor y profesor de inglés, y se fue a Estados Unidos a estudiar en el seminario bíblico ‘Goshen College Biblical Seminary’.

    Allí se reencuentra con Anita Schwartzentruber, hija de personas misioneras en Argentina, y se casaron el 28 de julio de 1956.

    Ellos regresaron a Argentina donde él asumió nuevamente el liderazgo pastoral en Pehuajó, además de enseñar inglés en la escuela secundaria y luego servir como director.

    Él desempeñó un papel importante en el desarrollo de la educación bíblico-teológica para el liderazgo sudamericano. A lo largo de los años, se desempeñó como presidente de la junta directiva del Seminario Menonita de Uruguay y de Paraguay, y como presidente de la junta directiva de la Conferencia de la Iglesia Evangélica Menonita de Argentina (IEMA, por sus siglas en Español).

    Raúl O. García, fue el primer presidente, procedente de América Latina, del Congreso Mundial Menonita. Fue instalado en la Asamblea de 1990 en Winnipeg, Manitoba, Canadá.

    Es autor de ‘I Am A Christian Evangelical Anabaptist’ (Soy Cristiano Evangélico Anabautista) en Inglés y en Español, el cual también se tradujo al Portugués.

    En el 2004, ‘Goshen College’ (Universidad de Goshen) otorgó a Raúl y a Anita García el premio ‘Culture for Service’ (Cultura para el Servicio) en reconocimiento a la vida de servicio ejemplar.

    A Raúl O. García deja su esposa Anita Schwarzentruber García y sus tres hijos.


    Comentarios de las personas en el liderazgo del CMM

    A finales de julio de 1990, Raúl y Anita García fueron a la Asamblea del CMM en Winnipeg, ellos dijeron, sin esperar que “sucediera nada importante. Solo fueron para estar allí y disfrutar del compañerismo”. Pero sucedió algo importante y totalmente inesperado: Raúl fue elegido presidente del Congreso Mundial Menonita. Sus primeras palabras, como las del Papa Francisco décadas después, fueron “Oren por mí. Si el Señor me ha puesto en este lugar, me ayudará con la gracia y la sabiduría necesarias para seguir involucrado”. El Señor proporcionó gracia y sabiduría a Raúl mientras presidía suavemente al CMM durante un período de cambio histórico en el mundo anabautista-menonita y los cambios correspondientes en el CMM. En 1994, por primera vez, la familia Menonita y la de los Hermanos en Cristo contaba con más personas miembro en el Sur Global que en el Norte Global, inspirando los pasos iniciales del CMM de la “conferencia” a la “comunión”, el establecimiento del Fondo de Ayuda de la Iglesia Mundial, una reconceptualización de la Asamblea Mundial y más. En su primer mensaje como presidente del CMM, dirigido a las 32,000 personas reunidas en el estadio de Winnipeg (probablemente la reunión más grande de personas anabautista-menonitas en la historia), Raúl habló con el corazón como tantas veces lo hizo: “Si hemos sido fieles, hay gozo en el cielo para cada uno de nosotros que hemos sido testigos”. Raúl ha sido testigo, Raúl ha mantenido la fe. ¡Hay alegría en el cielo! Y agradecimiento en la tierra.
    —Larry Miller, exsecretario general del CMM (1990-2011) 

    Durante más de seis décadas, Raúl O. García se dedicó fielmente a múltiples formas de trabajo de servicio. Los compañeros y compañeras de trabajo, las personas miembro de la iglesia y estudiantes lo experimentaron como fiel, amable, atento, confiable, productivo y mucho más. Fue mentor de cientos de personas en Argentina y más allá.
    —Daniel Schipani, Profesor Emérito, Seminario Bíblico Anabautista Menonita 

    “Recibí con tristeza la noticia del fallecimiento de nuestro querido hermano Raúl García. Siempre me impresionó su humildad, sencillez, amor por servir a Jesucristo y su preocupación por honrar nuestra herencia y valores anabautistas. Tuvimos muchas buenas conversaciones, entre ellas, sobre el progreso de nuestras iglesias en América del Sur. Cumplió fielmente con su llamado. Que el Señor consuele a su familia”.
    —Hans Gerhard Peters, ‘Aliança Evangélica Menonita’ (Alianza Evangélica Menonita), Brasil
    (Representante del Comité Ejecutivo para América Latina 1990-1997)

    En cada encuentro que como iglesia participaba siempre teníamos un tiempo de intercambio que era de mucha bendición para mi vida. Fue una gran bendición para la vida de la iglesia argentina.
    —Elvio Danilo Cayul, pastor, Iglesia Evangélica Menonita Argentina

    Escribe tus recuerdos de Raúl García a continuación ‚¨á
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  • “No puedo agradecer lo suficiente que, aunque seamos un grupo grande y diverso, hablamos el mismo idioma: el idioma del amor por Cristo y su pueblo”, dice Daniel Nugroho, que formó parte del equipo de intérpretes que hizo posible que todos pudieran entender en la Asamblea.

    En cada plenario de adoración, había hasta cuatro intérpretes en el escenario ‚Äíintegrantes de un equipo de veintún personas‚Äí, interpretando al indonesio a todos los oradores. Mientras tanto, dos intérpretes de un equipo de ocho interpretaron al francés y al español en las cabinas respectivas.

    Los intérpretes tuvieron algunos desafíos adicionales en Indonesia, con contagios por COVID y fallas de Internet que afectaron los auriculares.

    Karina Derksen-Schrock, coordinadora de interpretación del CMM, señala que “la traducción simultánea es un ejercicio particularmente exigente que requiere mucha atención, especialmente porque hay que adaptarse a los acentos y patrones del habla de los diferentes oradores”.

    Y en cuanto a la comprensión, no se trata sólo de las palabras utilizadas.

    Sarah Pillay, intérprete del inglés al indonesio, dice que “como intérpretes, tenemos la oportunidad de ser un puente no solo para el idioma sino también para la cultura y el vínculo entre las personas”.

    Ary Rusdianto, coordinador de interpretación del indonesio, trabajó tras bambalinas durante años. Supervisó la traducción al indonesio de las historias y los materiales para el culto del CMM, a fin de ayudar a sus compatriotas indonesios a familiarizarse con el CMM antes del evento. Uno de sus desafíos fue encontrar intérpretes de indonesio y español.

    Ary manifestó que “fue una bendición que Dios proporcionara muchos intérpretes de indonesio para ayudar en la Asamblea”.


    Este artículo apareció por primera vez en Correo/Courier/Courrier en Octubre de 2022.
  • Vida en el Espíritu: Aprender. Servir. Adorar.

    82 participantes de 26 países diferentes 34 delegados: 4 de América del Norte, 4 de Europa, 11 de Asia, 6 de África y 9 de América Latina.

    En las sesiones de delegados, surgieron algunos desafíos comunes para los jóvenes: la soledad y la necesidad de pertenencia, la necesidad de un buen liderazgo, cerrar la brecha generacional y la necesidad de redefinir la iglesia, de manera que su función pueda trasladarse a los espacios donde los jóvenes están presentes.

    Los delegados también intercambiaron ideas sobre soluciones, para que pudieran ser parte de generar cambios mediante la construcción de relaciones y el intercambio de recursos.

    Más que simplemente discutir, los delegados y participantes disfrutaron de su tiempo aprendiendo sobre las diferentes culturas, compartiendo comidas de sus países, compartiendo palabras de aliento y fortalecimiento, y orando unos por otros.

    Ebenezer Mondez, representante del Comité YABs para Asia (2015-2022) y consejera de YABs (2022-2028), cuenta que “uno de los momentos más impactantes de GYS fue después de que los delegados compartieran sus conclusiones con los participantes: sobre un gran mapa en el piso, oramos por los países de unos y de otros, así como también por cada uno personalmente. El Espíritu estuvo muy presente cuando nos unimos en oración, y la gente oró verdaderamente por el cambio que querían ver en el mundo y en sí mismos”.


    Este artículo apareció por primera vez en Correo/Courier/Courrier en Octubre de 2022.
  • Miércoles a la mañana

    Siempre ha habido dos tipos principales de aprendizaje: el académico y el vivencial. La mayoría de nosotros tenemos una inclinación hacia uno u otro, pero la realidad es que ambos son necesarios para aprender. El conocimiento no hace mucho bien a nadie si no se aplica. De manera alternativa, a menudo es contraproducente y un desperdicio implementar algo sin una investigación previa. Explorar perspectivas diversas se podría concebir en el marco de múltiples contextos, ya sea que se relacione con nuestra familia anabautista mundial, el cuerpo mundial de Cristo o nuestra sociedad multicultural más amplia. Nuestra capacidad de aprender de alguien solo está limitada por nuestra capacidad de ver la imagen de Dios en cada persona, y nuestra apertura para permitir que el Espíritu de Cristo en nosotros nos enseñe a través de cualquier persona o situación, sin importar cuán diferente, incómoda o antipática sea. Al pensar en cómo sería para nosotros aprender juntos como familia anabautista mundial, nos vienen a la mente cuatro cualidades esenciales que Jesús manifestó: humildad, integridad, discernimiento y responsabilidad.

    Humildad e integridad

    La humildad y la integridad están igualmente ligadas a nuestra identidad en Cristo. Salmos 119 comienza con: “Dichosos los que van por caminos perfectos, los que andan conforme a la ley del Señor” (NVI). Si sabemos quiénes somos como hijos amados del Padre salvados por la gracia a través de la fe, podemos entablar conversaciones con personas de diversas perspectivas con humildad y sin sentirnos orgullosos o a la defensiva. Saber quiénes y de quién somos nos da seguridad para actuar con integridad en diversos entornos.

    Jesús es claro: si permanecemos en él, haremos lo que él ordena y nuestra vida lo manifestará. Cuanto más sinceros seamos sobre quiénes somos y a quién seguimos, menos personas se sorprenderán cuando nos comportemos de cierta manera y como respuesta se vean obligadas a tomar una decisión. De la misma manera, Jesús conoció su identidad como Hijo de Dios y su llamado desde una edad temprana, lo que determinó sus prioridades, su ministerio y cómo la gente reaccionaba ante él.

    Para actuar acorde a nuestro propio llamado como sacerdotes y embajadores de Dios, debemos saber quiénes somos en relación a nuestro Padre. Cuando tenemos confianza en lo que somos por el amor y el perdón de nuestro Padre, somos libres de brindar lo mismo sin expectativas. Jesús sabía que era el Hijo amado de Dios y, sin embargo, vino a servir, no a ser servido. Somos capaces de vivir esa misma identidad divina de hijos e hijas y seguir su ejemplo de servicio.

    Discernimiento

    El discernimiento no es tan sofisticado, pero últimamente me he dado cuenta de que se volverá más esencial para la iglesia a medida que el ruido y las noticias nos inunden con información, tanto verdadera como falsa. ¿Cómo, en medio del clamor de las voces y de los medios en el mundo, vamos a aprender de los demás mientras discernimos y damos testimonio de lo que es verdadero y auténtico?

    Un pastor recientemente me reformuló el discernimiento como la capacidad de identificar la fuente: el mundo, nuestra carne, Satanás o el Espíritu. Nuestra habilidad para hacer esto es algo que solo se logra a través del Espíritu. Un pasaje de las Escrituras que lo ilustra es 1 Corintios 2: “pues el Espíritu lo examina todo, hasta las profundidades de Dios …. Nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que procede de Dios, para que entendamos lo que por su gracia él nos ha concedido…. El que es espiritual lo juzga todo…. por nuestra parte, tenemos la mente de Cristo”.

    Una de las cosas más difíciles de aprender a confiar es en la experiencia de Dios de otra persona. Entre los cristianos, existe una amplia variedad de maneras en que las personas viven su relación con Dios y disciernen la dirección y guía de Dios en su vida. A veces evaluamos el hecho de aprender de otros como si siempre estuviéramos aprendiendo directamente de Dios. Pero lo que aprendemos de los demás no siempre es de Dios o concuerda con la Palabra de Dios. Esto es algo que es discernido por el Espíritu, con quien siempre debemos poner a prueba todo lo que recibimos (1 Juan 4:1, 1 Tesalonicenses 5:21), ya sea profecía, enseñanza o experiencia y compararlo con la Palabra de Dios.

    Responsabilidad

    La responsabilidad es lo más peligroso que viene con el aprendizaje. Es un principio del reino que el conocimiento y las bendiciones conllevan la responsabilidad de administrarlos bien ante Dios. “A todo el que se le ha dado mucho, se le exigirá mucho; y al que se le ha confiado mucho, se le pedirá aún más” (Lucas 12:48, NVI).

    Ahí radica el peligro del aprendizaje unilateral: adquirir conocimientos sin ponerlos en práctica. Esto se aplica particularmente al Occidente y aquellos de nosotros que hemos crecido en ámbitos cristianos. Aun así, tener menos no exime a nadie de responsabilidad. Hay muchos recursos disponibles en mi cultura para ayudar a las personas, desde libros, conferencias, contenido de redes sociales, retiros y cohortes; es posible conseguir cualquier tipo de contenido. A veces me pregunto qué le pasaría a la Iglesia en el Occidente si se le quitara todo ello. Si todo lo que nos quedara fuese la Palabra de Dios, el mundo creado y el pueblo de Dios dirigido por el Espíritu Santo, ¿sería suficiente para que aprendiéramos?

    No digo que debamos ignorar todos los recursos que existen, pero mi preocupación, incluso al evaluar mi propia vida, es cuán fácilmente puedo recurrir a otras fuentes de crecimiento y conocimiento además de la verdadera Fuente. Y lo que es más importante, ¿qué estoy haciendo con todo lo que he aprendido y adquirido?

    Este es mi desafío para ustedes, amados hermanos y hermanas, en estos tiempos tumultuosos, como dice Efesios, “así ya no seremos niños, zarandeados por las olas y llevados de aquí para allá por todo viento de enseñanza, y por la astucia y los artificios de quienes emplean artimañas engañosas. Más bien, al vivir la verdad con amor, creceremos hasta ser en todo como aquel que es la cabeza, es decir, Cristo” (Efesios 4:14-15). A medida que nos transformemos constantemente a la imagen de Cristo, que nuestra capacidad de aprender juntos con toda humildad e integridad propicie un mayor discernimiento a través del Espíritu para conocer la verdad y manifestar lo que significa vivir nuestra vida en consecuencia.

    Este es el reino que Jesús inició y este es nuestro llamado como el cuerpo de Cristo: concretarlo para que el mundo lo vea.

    —Larissa Swartz se desempeña como presidenta del Comité de Jóvenes Anabautistas, YABs (2015-2022). Actualmente, está por iniciar una nueva etapa en la ciudad de Nueva York con miras a formar parte de un movimiento de iglesias que se reúnen en casas.

    Aprendiendo Juntos – Mañana Plenario: 6 de julio 2022


    Este artículo apareció por primera vez en Correo/Courier/Courrier en Octubre de 2022.
  • Miércoles a la mañana

    «Aprender juntos a discernir la voluntad de Dios”: desde el principio, los primeros cristianos afrontaron este desafío. ¡En efecto, “aprender juntos a discernir la voluntad de Dios” no es un deseo piadoso! No es un proceso cómodo. De hecho, es el gran desafío de la vida cristiana, de nuestra vida personal y en la vida de nuestras congregaciones, de nuestras iglesias locales.

    Para reflexionar sobre este desafío, propongo que volvamos a un momento fundamental, un momento originario: el momento en que a los discípulos se les llamó cristianos (en Hechos 11,26); “fue en Antioquía donde por primera vez a los discípulos se les llamó cristianos”. (NVI)

    Para mi gran sorpresa, al leer y meditar sobre este episodio de la historia de la iglesia, me vi obligada a cuestionar lo que creía saber. Este cambio ocurrió cuando observé que la época en que se les dio el nombre de cristianos a los creyentes fue todo menos idílica. La amenaza más peligrosa para la nueva iglesia cristiana no era tanto el contexto de persecución, o de “sufrimiento” descrito en el texto. No, lo más impactante para mí fue este hermoso momento, este momento en que recibieron un “nombre” –además, un nombre que contenía el de Cristo–, y correspondía en realidad a una situación en la cual la mayor amenaza para los nuevos creyentes era la de la división, la división interna.

    En efecto, por un lado, está la comunidad de Jerusalén: la comunidad madre, más antigua y culturalmente judía. Por otro lado, está la comunidad de Antioquía: ¡de cultura griega, una comunidad más joven y dinámica con mayor crecimiento y frutos más visibles! Por un lado, están los que anuncian la Palabra exclusivamente a los judíos y, por otro lado, los que anuncian las buenas noticias a los paganos, los griegos. Dos estilos: los ancianos más ligados a la tradición; ¡y los más jóvenes, sin duda más ingeniosos y con mayor libertad! Dos formas de ser y dos proyectos evangelísticos. En esta situación, ¿cómo pueden seguir aprendiendo juntos? ¿Cómo pueden discernir juntos la voluntad de Dios?

    Desde el comienzo, los primeros cristianos afrontaron dolorosamente dicho desafío. Esto lo podemos aplicar a nuestra situación actual. ¿Qué tienen los menonitas de la antigua Europa donde se inició el anabautismo en común con los menonitas de otros continentes, con las iglesias más jóvenes y dinámicas?

    Volvamos a la historia de los Hechos de los Apóstoles: ¿cuáles son las razones por las que no se produjo la escisión, al menos no en ese momento, aunque estaban presentes todos los factores de la división? ¿Cuáles fueron los pasos que se dieron en el proceso de discernimiento?

    En primer lugar, notamos que la iglesia madre (la de Jerusalén) opta por enviar a un hombre, Bernabé, que al menos en aquel entonces no era un hombre de alto rango. El factor decisivo es la actitud de este hombre que hará posible los lazos de unidad. “Cuando llegó y vio las evidencias de la gracia de Dios, se alegró y animó a todos …” (v. 23 NVI). De esta manera, Bernabé comienza tomándose el tiempo para mirar, no con una mirada crítica, sino de asombro. ¡No tiene miedo a lo nuevo! Sin duda, podría haber estado celoso del crecimiento de esta nueva comunidad. Sin duda, vio –y con razón, ya que de lo contrario Jerusalén no lo habría enviado– todos los riesgos que corría esta joven y dinámica comunidad, todas las posibles desviaciones… Pero su primera mirada fue una de asombro ante lo que el otro estaba viviendo, dando gracias por el fruto nacido por la obra de los demás.

    Este es el primer paso del proceso: mirar y admirar lo bueno en los demás, lo bueno en la iglesia de los demás. Si nos atreviéramos a asombrarnos ante los demás, ¿no cambiarían las relaciones entre nuestros países y las diferentes culturas? ¿Están los occidentales dispuestos a admirar lo que sucede en otros lugares y aprender de los demás? ¿Estamos preparados para esta conversión en nuestra manera de ver?

    Una vez más, ¡volvamos a nuestra historia! Bernabé no está dichosamente optimista frente a lo que está dando frutos. La verdadera bondad y la verdadera amabilidad no excluyen la obra de la verdad que consolida las cosas. Y así, en segundo lugar, vemos cómo Bernabé toma la iniciativa de buscar a Pablo y traerlo de vuelta a Antioquía para que durante un año los dos puedan enseñar a esta nueva comunidad joven.

    Sin embargo, hay un pequeño detalle, que en realidad no es pequeño. Pablo y Bernabé no están solo en calidad de maestros. Se menciona que “se reunieron con la iglesia” (v. 26). No tienen miedo de estar entre los demás como iguales, en una relación de reciprocidad donde todos toman parte en la conversación. Esto se lleva a cabo por un período de un año, lo que les permite construir lazos y conocer la situación desde adentro. Este es el segundo paso del proceso.

    Regresemos a Antioquía, la iglesia joven. No tiene miedo de acoger a alguien enviado por la iglesia madre, aceptando la enseñanza de parte de una persona que proviene de una comunidad mucho menos dinámica, aparentemente menos fructífera. No tiene miedo de ponerse en la posición de recibir de los demás.

    Pero la historia no ha terminado: la iglesia joven, a su vez, cuidará de la iglesia madre. Durante un tiempo de hambruna, organizará una recaudación de fondos y enviará dinero a Judea (ver v. 27-30). ¡Hay verdadera reciprocidad en esta demonstración concreta del cuidado mutuo!

    El momento en la historia en que los creyentes reciben el hermoso nombre de “cristianos”, es por consiguiente, el momento en que aceptan no quedarse estancados en su manera de ver solo en términos de su etnia, de su cultura, de su realidad local. “Aprender juntos” es correr el riesgo de vencer fronteras, porque pertenecemos a un mismo cuerpo, porque “somos miembros los unos de los otros” (Romanos 12,5). Somos la misma carne, la del Cuerpo de Cristo.

    —Anne-Cathy Graber, pastora y teóloga menonita, es hermana consagrada de la comunidad Chemin Neuf de París, Francia. Se desempeña en la Comisión de Fe y Vida de CMM como representante del Foro Cristiano Mundial y de la Comisión de Fe y Constitución del Consejo Mundial de Iglesias. Asiste a la Église Évangélique Mennonite de Châtenay-Malabry, París, Francia.

    Aprendiendo Juntos – Mañana Plenario: 6 de julio 2022


    Este artículo apareció por primera vez en Correo/Courier/Courrier en Octubre de 2022.
  • Miércoles a la noche

    Cuando tenía 17 años, mi abuelo se vio obligado a combatir en la Segunda Guerra Mundial. Cuando comencé a hablar sobre mis planes de estudiar sobre la paz y teología de la paz, se molestó un poco. Me dijo: “¡Hablas de paz y guerra, pero no sabes de lo que estás hablando! Cuando llega la guerra, no tienes otra opción. ¡No hay nada que puedas hacer!” En ese momento, creía que lo que le había faltado a Europa Occidental durante la Segunda Guerra Mundial era una buena teología de la paz. Ahora la tenemos, así que estaremos bien, o eso pensaba.

    Hace unos meses (y unos ochenta años después de la Segunda Guerra Mundial), estalló la guerra en Ucrania. Y mientras nuestros hermanos y hermanas de Ucrania enfrentan los males de la guerra, muchos menonitas de Europa Occidental están conmocionados por la cercanía y la realidad de la guerra. Los años de buena teología de la paz se olvidaron. Ahora nos volvemos a sentir como se sentía mi abuelo: “No hay nada que podamos hacer”. De repente, para muchos cristianos que creen en la paz, la única opción posible es la participación violenta. Cuando nuestro contexto era pacífico, afirmábamos la no violencia, pero ahora frente a la guerra vemos la resistencia no violenta como ingenua y poco realista. Tenemos muchos buenos teólogos de la paz, pero para este momento lo que decían se ha vuelto irrelevante. Hoy tenemos miedo de que la guerra se apodere de Europa. De repente, nuestra teología y nuestras creencias se consideran obsoletas. Una tormenta se apoderó de Europa y nuestras convicciones se derrumbaron. Las tormentas tienden a hacer eso: rompen las cosas que pensábamos que eran sólidas y fuertes.

    La Escritura que leemos hoy es el argumento final del Sermón del Monte. Dicho sermón es una colección de enseñanzas de Jesús, dirigidas a personas que viven tiempos difíciles. En ese momento, Palestina estaba bajo la ocupación romana y los judíos luchaban bajo la opresión de un régimen violento: fuertes impuestos, trabajos forzados y abusos sexuales eran parte de su vida cotidiana. Sin embargo, Jesús le hace un llamado al pueblo oprimido por la Roma imperial, a amar colectivamente a sus enemigos y a no resistir al malhechor. Y les advierte que esto será muy difícil de hacer, y que podrían pagarlo con sus vidas.

    De alguna manera, a las multitudes parece gustarles lo que escuchan. “¡Vaya, Jesús sí que tiene mucho carisma, miren cómo enseña! ¡Qué autoridad!” Jesús probablemente sabe que muchos de sus oyentes son simplemente curiosos, están aquí para ver de qué se trata el alboroto, para escuchar, discutir, comentar… y no actuarán sobre sus enseñanzas ni las practicarán. Pero se avecina una tormenta que pondrá a prueba todas sus ideas y creencias. Para las personas sentadas en el monte escuchando a Jesús, la guerra con Roma está a punto de empeorar. Es así que, para los lectores de Mateo, la persecución aquejará a quienes decidan seguir el Camino de Cristo, y estas tormentas romperán algunas de las opiniones y creencias que parecían tan sólidas.

    Sin embargo, hay una manera de que las creencias sobrevivan a la tormenta. Jesús habla de dos casas, una construida sobre la roca y la otra sobre la arena. La tormenta afectó a ambas, “cayó la lluvia, y vinieron los torrentes, y soplaron los vientos y dieron con ímpetu contra aquella casa”, pero una casa cayó y la otra no. La diferencia entre las dos casas es su base. El fundamento de la casa no es creer o no en Jesús; Él nos dice que los cimientos de roca son la práctica de sus palabras.

    La historia cuenta que ambos hombres han escuchado las palabras de Jesús, pero solo el sabio actuó en base a dichas palabras. Otras traducciones tienen “ponerlos en práctica”. Es actuar en base a las palabras de Jesús, una y otra vez, día tras día, lo que nos prepara para la tormenta, porque la tormenta vendrá de todos modos. Solo hay una forma de mantenernos firmes en la tormenta: ¡practicar! Practicar el amor a los enemigos, practicar la resistencia no violenta, practicar desarmar al opresor sin dañar al opresor. Esto es algo que todos podemos hacer juntos.

    Si practicamos juntos, aprendemos juntos. Antes de ser pastora, era terapeuta ocupacional. La idea central de la terapia ocupacional es que el cerebro y el cuerpo aprenden haciendo. Cuando hacemos algo nuevo, las neuronas de nuestro cuerpo se conectan de nuevas maneras, así que cuando repetimos y practicamos, las conexiones se fortalecen. Después de un tiempo, podemos hacer esa cosa nueva en diferentes situaciones, sin tener que pensar más en ello.

    Cuando practicamos, aprendemos, lo cual también significa que, si queremos aprender, necesitamos practicar. En teoría, creo que podría correr una maratón, pero solo podré hacerlo si practico correr. Lo mismo ocurre con un testimonio de paz radical o resistencia no violenta. En Europa occidental, cuando los menonitas hablamos de paz, pasamos mucho tiempo hablando de cómo deberíamos actuar en diferentes situaciones. Y la mayoría de las veces, eso es todo lo que hacemos. Cuando llega realmente la guerra, es cuando deberíamos empezar a hacer lo que hemos estado discutiendo, pero en medio de la tormenta no es el momento adecuado para aprender a actuar.

    Entonces, no esperes a que la tormenta descubra si tus cimientos son sólidos, asegúrate de que lo sean. ¿Cómo? ¡Con práctica! Los menonitas están acostumbrados a escuchar llamados a la resistencia no violenta en la Asamblea.

    En la Asamblea del CMM de 1967 en Ámsterdam, Vincent Harding llamó a los menonitas a unirse a sus hermanas y hermanos negros en la lucha por la libertad, y a unirse a los numerosos movimientos revolucionarios de todo el mundo.

    En la Asamblea de 1984 en Estrasburgo, Ron Sider instó a la iglesia a formar un grupo de trabajo de pacificación altamente capacitado, lo que motivó la creación del Equipo de Pacificadores Comunitarios.

    Pero la mayoría de nosotros nos hemos quedado al margen, donde las cosas son cómodas. En una linda casita en la playa.

    ¿Cómo es practicar amar al enemigo a nivel colectivo en nuestro tiempo y lugar? Podría ser la resistencia a la guerra no violenta. Tal vez los menonitas podrían prepararse para la resistencia a la guerra con un “servicio antimilitar”, como un campo de entrenamiento de resistencia no violenta. Las naciones se preparan para la guerra con el servicio militar. Hay capacitación en primeros auxilios para atención médica de emergencia. Podría ser hora de que creamos una capacitación generalizada para que la gente de la iglesia aprenda y practique los conceptos básicos de la resistencia civil.

    Algunas personas se comprometen y se comprometerán toda su vida a la pacificación no violenta, y necesitamos desesperadamente a personas así, pero también necesitamos una base de práctica para toda la iglesia.

    En la mayor parte de Europa, tenemos más experiencia en la discusión y el debate que en el activismo, la resistencia a la guerra, la revolución o el cambio social. Necesitamos la ayuda de la iglesia mundial si queremos encontrar una base en el campo de la práctica. Sabemos que tenemos hermanos y hermanas que tienen experiencia en la resistencia no violenta. Así que, por favor capacítenos, practiquen con nosotros para que podamos aprender juntos. Así es como nos sostendremos cuando vengan las tormentas.

    —Salomé Haldemann es una terapeuta ocupacional y graduada en teología y estudios de la paz en el Seminario Bíblico Anabaptista, Elkhart, Indiana, Estados Unidos. Realiza prácticas como pastora de Eglise Evangélique Mennonite de Béthel, Neuf-Brisach, Francia.


    Este artículo apareció por primera vez en Correo/Courier/Courrier en Octubre de 2022.
  • Martes a la noche

    ¡Jsús está exhausto, probablemente frustrado! Recientemente planeó un retiro con sus discípulos, pero multitudes que claman se interponen en el camino. Entonces, pasa un día entero enseñando y organizando el alimento para cinco mil personas.

    Luego viene una noche de oración y después un paseo por el Mar de Galilea. Ve a sus discípulos luchando contra el viento. Su plan es acercarse a ellos y relevar su identidad divina, pero no entienden la cuestión. ¡Entonces, milagrosamente calma la tormenta y suspira que simplemente no entienden nada!

    A continuación, hay una confrontación acalorada con los líderes religiosos de mente cerrada y una conversación decepcionante con sus discípulos de mente obtusa (¡palabras de Jesús, no mías!).

    Necesita un respiro. Entonces, se dirige a la ciudad turística más cercana en la costa mediterránea, algo así como un balneario en la costa de California, o Bali, o Tenerife o Río. De nuevo, sus planes se frustran: (cito textualmente) “No quería que nadie lo supiera; ¡sin embargo, no podía mantener su presencia en secreto!”

    ¿Notan cómo el aspecto humano y divino de Jesús se entrelazan en esta sección del Evangelio de Marcos? Jesús multiplica milagrosamente los panes, camina sobre el agua, se identifica como “YO SOY”. Sin embargo, está cansado, frustrado, incapaz de cumplir con los planes elaborados cuidadosamente.

    “Jesús es el centro de nuestra fe.”

    • El Jesús humano, que aprendió y vivió y sirvió y sufrió y experimentó todo tipo de limitaciones humanas, como todos nosotros.
    • El Jesús divino, que existe desde toda la eternidad como la segunda persona de la Trinidad, creador del cielo y de la Tierra, digno de todo honor y adoración como DIOS.

    Este “Jesús divino-humano” es el centro de nuestra fe. 

    La iglesia fiel siempre ha confesado que Jesús es plenamente humano y plenamente divino. Ese es el misterio que llamamos “la encarnación”: Dios se hizo humano, uniendo para siempre en la persona de Jesús, la divinidad y la humanidad.

    La encarnación es el mayor acontecimiento de superación de barreras en la historia del universo. Por medio de Jesús, se ha vencido la barrera entre la eternidad y el tiempo, el espíritu y la materia, el Creador y la creación. Y, debido a esto, podemos estar seguros de que la gran barrera que aún separa a Dios y al pueblo fiel de Dios, algún día desaparecerá para siempre.

    Después del gran acontecimiento de superar barreras que llamamos “encarnación,” Jesús continuó venciendo barreras: entre ricos y pobres, poderosos e indefensos, varón y mujer, sagrado y secular, limpio e inmundo, judíos y gentiles.

    Debido a que Jesús es plenamente divino y plenamente humano, hacemos bien en examinar los relatos del Evangelio teniendo presente dos preguntas:

    1. ¿Qué nos revela Jesús, el Jesús encarnado, Dios hecho carne, sobre cómo es Dios?

    2. ¿Qué revela Jesús, el Jesús plenamente humano, acerca de cómo debemos relacionarnos con Dios y entre nosotros?

    En muchos textos, los aspectos divinos de Jesús parecen estar en primer plano. En el texto de Marcos sobre Jesús y la mujer sirofenicia, los aspectos humanos se destacan con bastante claridad.

    Dios manifestado en la carne ni siquiera puede mantener su presencia en secreto. Aparece una mujer, una candidata muy poco probable para el ministerio de Jesús. Una mujer, gentil, sirofenicia; ¡el equivalente bíblico más cercano sería la reina Jezabel! Para Jesús no es nada divertido. Y si no escuchamos con atención, ¡parece que Jesús simplemente la insulta! “¿Qué? ¿Tirarle buena comida a un perro? ¡De ninguna manera!”

    ¡Un momento! ¿Qué? ¿Es Jesús quien está hablando?

    Si eso es todo lo que oímos, no estamos escuchando con atención. Es cierto que los judíos a veces llamaban a los gentiles “¡perros! (kunes)”. No mascotas domésticas: perros salvajes, sucios que deambulan por las calles. Sin embargo, ¡Jesús aquí usa una palabra diferente! Si la traducción no lo demuestra con toda claridad, revise las notas al pie. Se refiere a cachorros (kunaria), “queridos cachorritos”, animales domésticos junto a “los niños” que están sentados a la mesa comiendo. El texto ya tiene un tono diferente, ¿no? Y nótese que Jesús en realidad no la llama cachorra; ¡está usando una metáfora! ¿Y notaron que en inglés acabo de llamar a los niños, cabritas? (¡Es lo que realmente significa la palabra “cabritas”!)

    La metáfora de Jesús no está pensada para ser ofensiva, como tampoco lo fue la mía. No la está denigrando; sabe que un día los gentiles y los judíos serán pares en pie de plena igualdad en el pueblo de Dios.

    El verdadero problema de este texto no es que Jesús hable de cachorros, sino que Jesús rechace su pedido. “¡Estoy de vacaciones! No es un buen momento. Lo siento, ¡tu pedido ha sido denegado!” Pero nuevamente, escuchemos con más atención. “Primero, dejen que los niños coman todo lo que quieran.”

    “Primero…” Jesús no está diciendo, “No”; está diciendo, “¡Todavía no!” ¡Primero tienen que suceder algunas cosas! Jesús conoce el plan divino para la salvación del mundo. “Primero el judío, luego el gentil.” Primero la bendición a Abraham y su descendencia, luego a través de ellos al resto del mundo. ¡Jesús vino a salvar al mundo entero! ¡Es por eso que comienza con Israel, incorporando y capacitando a quienes comisionará para llevar las buenas nuevas hasta los confines de la Tierra!

    ¡Y esta mujer valiente, persistente y llena de fe está de acuerdo! “¡Sí! ¡Sí, Señor! ¡Primero, los niños! Entonces, no pediré un lugar en la mesa … ¡todavía no! Esperaré a que una pequeña migaja caiga de la mesa ya mismo. ¡Eso es todo lo que necesito!” ¡Su respuesta inteligente y llena de fe es suficiente para que Jesús cambie de opinión!

    Martín Lutero lo expresó de esta manera: “Detrás del “No” de Jesús, ella escuchó el “Sí” secreto de Dios.

    Jesús no vino a Tiro a ministrar, pero terminó haciéndolo. Jesús no planeó comenzar a ministrar a los gentiles, todavía no, pero termina haciendo exactamente eso. Jesús tiene todo planeado, pero cambia de opinión. O tal vez deberíamos decir que ella lo hace cambiar de opinión.

    De hecho, ella hace aún más que eso. Se convierte en el instrumento a través del cual Jesús aprende cuál es el “próximo paso” que debería dar para hacer la voluntad de Dios.

    ¿Por qué eso debería sorprendernos? Nos está mostrando cómo responder a las necesidades de los demás, a quienes Dios usará a menudo para ayudarnos a descubrir nuestro propio llamado al ministerio. Jesús nos está mostrando cómo debe ser nuestra humanidad redimida. Al mismo tiempo, es un representación de cómo es Dios, escuchando las súplicas de los necesitados, rompiendo barreras con una respuesta plena de gracia generosa.

    Que aprendamos de Jesús cómo es realmente Dios, elaborando un plan para salvar al mundo, obrando en el tiempo y el espacio para llevar ese plan a su glorioso cumplimiento y de paso derramando gracia sobre las personas. Que aprendamos de Jesús lo que estamos llamados a ser, personas que superan las barreras y ministran la gracia de Dios a los demás. Que aprendamos de la mujer sirofenicia lo que se necesita para superar barreras, acercándonos con fe valiente para vincularnos al corazón de Jesús, el Jesús divino-humano, que es el centro de nuestra fe.

    Y que todo lo que hagamos juntos en estos próximos cuatro días (escuchar, orar, cantar, adorar y celebrar la diversidad de la familia de Dios), nos permita entrever lo que Jesús está haciendo entre nosotros y en todo el mundo al que vino a salvar.

    —Timothy J. Geddert, profesor del Nuevo Testamento de Fresno Pacific University (Seminario Bíblico), Fresno, California, EE.UU., y miembro de North Fresno Mennonite Brethren Church, California, EE.UU.

    Ceremonia de Apertura y Tiempo de Adoración: 5 de julio de 2022


    Este artículo apareció por primera vez en Correo/Courier/Courrier en Octubre de 2022.
  • Recurso destacado: Convicciones Compartidas

    El Espíritu de Jesús nos llena de poder para confiar en Dios en todos los aspectos de la vida, de manera que lleguemos a ser hacedores de paz que renunciamos a la violencia, amamos a nuestros enemigos, procuramos justicia, y compartimos nuestras posesiones con los necesitados. 
    —Convicción compartida #5 

    Como personas seguidoras de Cristo que estamos llamadas a encarnar su vida, muerte y resurrección en nuestra vida diaria, debemos entender por qué hacemos lo que hacemos y cuál es nuestro llamado a practicar lo que Cristo enseñó e hizo durante su ministerio terrenal. Las Convicciones Compartidas del CMM expresan algunos de nuestros valores e identidad como personas anabautista-menonitas seguidoras de Cristo. 

    ¿Qué implica esto para nuestra situación actual? 

    Mientras reflexionaba sobre esta pregunta, mis pensamientos volvieron a los viajes recientes. Fue un honor para mí viajar a Australia y Corea del Sur para visitar a socios y amistades. 

    En mi visita a la Asociación Anabautista de Australia y Nueva Zelanda (AAANZ, por sus siglas en inglés), me asombró la historia de nuestros hermanos y hermanas en Sydney quienes recibieron en su hogar a una familia de personas refugiadas de Ucrania. 

    En este viaje, también asistí a una Conferencia de Teología Pública organizada por la Cooperativa Hub Brisbane. Muchas presentaciones trataron sobre la descolonización de la teología, la misión y las prácticas como personas cristianas que llevan el legado de la colonización de las personas aborígenes en Australia. 

    ¿Cómo vivimos como personas cristianas en nuestra sociedad moderna cuando llevamos tal carga? 

    También ellas compartieron desafíos e inquietudes sobre la iglesia en una era pos-cristiana. 

    • ¿Cómo se pueden encarnar los valores cristianos en todas las áreas de la vida cuando las personas están menos interesadas en la actividad religiosa que antes? 
    • ¿Cómo podemos ser personas hacedoras de paz que buscan justicia, especialmente cuando se trata de traumas pasados y de la colonización de los pueblos indígenas? 

    Después de Australia, visité a personas constructoras de paz en Corea del Sur: el ‘Northeast Asian Regional Peacebuilding Institute (NARPI, por sus siglas en inglés)’, el ‘Korean Peacebuilding Institute (KOPI, por sus siglas en inglés)’, el ‘Korean Anabaptist Center (KAC, por sus siglas en inglés)’, y la ‘Mennonite Church in South Korea (MCSK, por sus siglas en inglés)’. 

    Con personas miembro de la Iglesia Menonita de Corea del Sur, Andi Santoso, presidente de la Comisión de Diáconos, y Andrew Suderman, secretario de la Comisión de Paz, aprendieron sobre la DMZ (zona desmilitarizada, por sus siglas en inglés) entre Corea del Norte y Corea del Sur. 

    Desde la cima de la montaña en Chuncheon, se puede ver el valle que se convirtió en campo de batalla durante la Guerra de Corea en 1950-1953. Mientras reflexionaba sobre la historia del conflicto entre Corea del Norte y Corea del Sur, mi corazón estaba profundamente triste. 

    • ¿Cómo podemos convertirnos en personas hacedoras de paz en esta situación? 
    • ¿Cómo podemos seguir a Cristo mientras llevamos las heridas de la guerra, la separación de la familia? 
    • ¿Cómo hablamos de paz, justicia, reconciliación o incluso de perdonar a nuestros enemigos? 
    • ¿Quién es nuestro enemigo(a)? 

    Mis encuentros con hermanos y hermanas anabautista-menonitas en Corea del Sur me moldearon. Demuestran lo que significa ser una persona seguidora de Cristo. Estas personas creyentes transforman su propio trauma en una vida como la de Cristo. Tienen pasión, paz, amor y un corazón para acoger a personas extrañas en su hogar. Junto a la deliciosa comida coreana, comparten las historias de su difícil pasado sin mostrar ira, venganza u odio. ¡Kamsahamnida! 

    Estoy verdaderamente agradecido de haber conocido a verdaderas personas hacedoras de paz que encarnan el amor y la compasión de Cristo, viviendo el camino de la paz. Me alienta una familia que abre su hogar para una familia refugiada; han mostrado lo que es el amor de Cristo. 

    Como presidente de la Comisión de Diáconos, puedo ver la esperanza de que la comunidad mundial de personas anabautista-menonitas continúe caminando junta en esta forma de vida – como se expresa en nuestras Convicciones Compartidas – ¡aquí y ahora! 

    —Andi Santoso es el presidente de la Comisión de Diáconos (2022-2028). Pastor ordenado de la GKMI (Gereja Kristen Muria Indonesia, una iglesia miembro del CMM), actualmente sirve en la ‘Mennonite Mission Network’ (Red Menonita de Misión) como administrador regional para Asia y Medio Oriente. 


    Tal como las cámaras del corazón, las cuatro comisiones del Congreso Menonita Mundial sirven a la comunidad mundial de iglesias afines al anabautismo, a través de las actividades de diaconía, fe y vida, paz y misiones. Las comisiones elaboran material para ser sometido a la consideración del Concilio General, orientan y proponen recursos a las iglesias miembros, y además propician redes o fraternidades afines al CMM que colaboran en temas de interés y enfoque comunes. A continuación, una de las comisiones comparte un mensaje desde la perspectiva de su ministerio. 
  • Con sermones de Honduras, Canadá, Indonesia y más, “la competencia esta vez fue excelente”, dice Fernando Enns, miembro del jurado de Menno Simons Sermon Prize, una iniciativa de la Iglesia Menonita Hamburg-Altona en Alemania y el Centre for Peace Church Theology en la Universidad de Hamburgo. “Fue un verdadero placer leer todos estos sermones inspiradores y muy diferentes y discutirlos en el jurado”. 

    Por primera vez desde su creación en 2008, el Menno Simons Sermon Prize de este año fue otorgado a alguien fuera de Europa o América del Norte. Peter (Pedro) Stucky, pastor de la Iglesia Menonita Teusaquillo en Bogotá, Colombia, fue reconocido por su sermón del “Mes de las misiones” sobre 1 Pedro 2:9. 

    “Queremos ver a la iglesia como un ente que anuncia y vive las buenas nuevas de tal manera que se convierta en un agente de cambio, una familia acogedora, una comunidad de amor y sanidad, una luz evangelizadora”, expresa Peter Stucky. 

    “El sacerdocio pertenece a una comunidad de fe: la iglesia está ahí para ayudar a la persona que está agobiada por su pasado, agobiada por sus errores … a recibir el perdón y la liberación que ofrece Jesucristo”.

    “Saber que podemos pertenecer a una familia de fe donde podemos experimentar el abrazo del amor divino es una noticia demasiado grande y excelente de imaginar, pero es la verdad”, afirma Peter Stucky. 

    Las diversas presentaciones desafían al jurado a ser más internacional. “Leer el contexto de  cierto sermón, su contexto congregacional y social, es crucial para comprender y evaluar su mensaje”, explica Fernando Enns.

    Obtenga más información sobre el premio de la paz aquí:

    https://mwc-cmm.org/stories/can-preaching-bring-peace 

    Aprenda aquí cómo enviar un sermón:

    https://www.theologie.uni-hamburg.de/einrichtungen/arbeitsstellen/friedenskirche/menno-simons-predigtpreis.html 

    Vea el sermón aquí (inglés y alemán):

    https://youtu.be/-kjvzOVwvxU 

     

  • Hyejung Yum, es cofundador de Sowing for Peace (Sembrando para la Paz), un ministerio de paz intercultural con sede en Toronto, Yum expresa: “Me inspiré en la fe radical de los primeros anabautistas, pero no quiero que nos quedemos atrapados en el siglo XVI… El anabautismo ahora tiene un cuerpo culturalmente diverso”. Yum también participó en una conferencia de trabajo para desarrollar una Biblia Anabautista del 26 al 28 de agosto de 2022. 

    Anabautismo en los 500, es un proyecto de Menno Media para conmemorar el 500 aniversario de los comienzos del movimiento anabautista, esto se realizará mediante la creación de una Biblia de estudio a través de material de colaboración colectiva.

    John D. Roth, director del proyecto, cuenta que: la Biblia Anabautista es un esfuerzo por ayudar a los lectores a comprender lo que significa leer las Escrituras a través del lente distintivo ‘centrado en Jesús’ de la tradición anabautista”.

    De acuerdo con la hermenéutica comunitaria que da forma a la teología y la práctica anabautista, la Biblia de estudio se formará a través y como una conversación de 500 grupos de miembros de la iglesia.

    Las partes interesadas pueden registrarse para recibir instrucciones para guiar cuatro reuniones. Cada grupo recibe un conjunto de textos: un pasaje del Antiguo Testamento, Nuevo Testamento y un Salmo o pasaje de Proverbios. Los editores del proyecto compilarán sus reflexiones, percepciones y preguntas registradas para formar el contenido central de la Biblia anabautista.

    Aunque el proyecto es principalmente para una audiencia norteamericana, las pautas para el estudio de la Biblia están disponibles en inglés, francés y español.

    John D Roth, explica que: “suponemos que los participantes en el grupo de estudio de la Biblia serán cristianos fervientes, listos para participar en sus textos asignados en una conversación reflexiva entre ellos a través de la lente de una hermenéutica anabautista. Pero no esperamos que los participantes tengan títulos de seminario o posean dones únicos en interpretación bíblica”.

    John D. Roth también expresa que: “la única manera de que exista una tradición durante 500 años es si existe la capacidad de renovación frecuente y continua. Cada época permanece abierta a un nuevo movimiento del Espíritu, que se encuentra en la conversación unos con otros, en la oración y el estudio”.

    Hyejung Yum dice que: “si los grupos de inmigrantes menonitas participan en el proyecto de la Biblia Anabautista y su interpretación (de un pasaje) se incluirá en la barra lateral de una Biblia Anabautista… dará forma a nuestra identidad anabautista de una nueva manera en el siglo XXI”.

    Obtenga más información o regístrese para dirigir un grupo de estudio en www.anabaptismat500.com. El registro cierra el 1 de marzo de 2023.

    Todas las presentaciones deben presentarse antes del 15 de junio de 2023.

    Anabaptism at 500 brochure

    Ver:  

    AB@500: 500 Años (Español) from LightBox on Vimeo.

     

    https://vimeo.com/725422044/b8481b3c3d  (Inglés) 
    https://vimeo.com/725755452 (Francés) 
    https://vimeo.com/725755269/15c57fd996 (Indonesio)