Oraciones de gratitud e intercesión

  • Antes de que Esther Aguilar comenzara su aventura boliviana, ella le pidió a Dios una cosa: que le enseñara en un sentido más profundo el mandamiento donde Jesús dice: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma y con toda tu mente. (…) Y el segundo es semejante a este: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. (Mateo 22: 37-39).” 

    Aunque había crecido escuchando este conocido versículo, Esther Aguilar estaba lista para ser desafiada a comprender lo que significaba amar a otros de una cultura diferente y conocer a Jesús en una nueva parte del mundo. 

    A través de YAMEN (La Red de Intercambio anabautista– menonita para Jóvenes), un programa conjunto entre el Congreso Mundial Menonita y el Comité Central Menonita, Dios la colocó en Samuelito, una guardería para niños en Bolivia. 

    Antes de trabajar en Samuelito, Esther Aguilar nunca antes había trabajado con niños. Ella recuerda esos primeros días como asistente de educación y atención médica, tratando de adaptarse a los gritos de los niños provenientes de múltiples direcciones y aprendiendo a cambiar un pañal por primera vez. “¡Recuerdo que la primera vez se lo puse al revés!” Pero en lugar de abatirse, recordó el versículo por el que pedía ser transformada. Ella pensó: “¿Cómo debería reaccionar mejor en este momento y qué puedo hacer al respecto?». 

    Aunque Esther Aguilar provenía de Honduras, otro país de habla hispana, descubrió que adaptar su idioma era clave para cuidar de los niños vulnerables y relacionarse con ellos. 

    «Todos somos latinos y compartimos cosas culturales en un nivel mínimo», expresa. “Pero he tenido que adaptar mi idioma incluso aquí. He tenido que adaptar mi forma de hablar a niños de diferentes edades. Como diferentes formas de llamarles la atención o corregir su discurso. Comprender y comunicarse con cada niño de manera diferente es una forma de empatizar con ellos”. 

    Durante su tiempo con YAMEN (agosto del 2022 a julio del 2023), Esther Aguilar aprendió a amar a cada niño como individuo. Fue una prueba para la paciencia, pero se esforzó por crear un espacio seguro donde ellos pudieran expresar libremente la variedad de emociones que experimentan en un día. 

    Esther Aguilar juega con los niños en Samuelito, una guardería administrada por iglesias menonitas en Bolivia y apoyada por el Comité Central Menonita a través del programa YAMEN. 

    Otra forma en la que practicó “amar al prójimo” fue convirtiéndose en parte del tejido de una nueva comunidad eclesial menonita, la Iglesia Evangélica Menonita Boliviana – Sinaí. 

    Al principio, tenía miedo de involucrarse en una nueva iglesia. Recuerda que se sentía fuera de su zona de confort y vulnerable al asistir sola a los campamentos de la iglesia por primera vez. Pero mirando hacia atrás, siente alegría por esta parte de su experiencia ya que le ha enseñado que el reino de Dios va mucho más allá de su iglesia local, la Iglesia Evangélica Menonita Santa Rosa de Copán, en Honduras. 

    El nuevo lugar de trabajo, vivienda y comunidad eclesial de Esther Aguilar fueron vías de conexión cultural más profunda y un lugar para experimentar el caótico día a día de amar a su nuevo prójimo, con los gritos de los niños y todo. 

    “Cuando comencé a abrazar esta cultura, comencé a sentir un poco más de sentido de pertenencia y comencé a comprender cómo es estar en los zapatos de otras personas en el contexto de Bolivia”, comenta. 

    “He aprendido a amar al Señor en otra iglesia, en un hogar diferente y he aprendido a amarme a mí misma”. 

    —Un comunicado conjunto del Congreso Mundial Menonita y del Comité Central Menonita. Escrito por Rachel Watson, facilitadora de comunicaciones y apoyo a programas del Comité Central Menonita en Bolivia‚Äã.


    La Red de Intercambio anabautista– menonita para Jóvenes (¡YAMEN!) es un programa conjunto entre el Congreso Mundial Menonita y el Comité Central Menonita. Enfatiza la expansión del compañerismo entre las iglesias de la tradición anabautista y el desarrollo de los jóvenes líderes alrededor del mundo. Los participantes pasan un año en una asignación intercultural que empieza en agosto y termina el siguiente julio.  

    Participantes de YAMEN 2022-2023   

    Nombre  País de origen  País de Asignación Iglesia a la cual pertenece  
    *indica que la iglesia es miembro del CMM  
    Anita Ekka  India  Nigeria  Gilgal Mennonite Church – Hadmor* 
    Arni Paidjo  Indonesia  Bolivia Gereja Kristen Muria Indonesia / GKMI Salatiga* 
    Brian Adeti  Ghana  Camboya  Mennonite Church of Ghana* 
    Dinna Ngungi  Tanzania  Camboya  Mennonite Church – Mwanza*
    Eldrhat Mugisa  Uganda Burundi St. Paul’s Cathedral Church – South Rwenzori Diocese 
    Emmaculate Pulei  Kenia  Camboya  The Holy Revival Harvest Church 
    Hector Calix Dueñas  Honduras Colombia Iglesia Evangelica Menonita* 
    Holi Deo  Bangladesh  Kenia  St. Stephen’s Church, Boruajani
    Jesús Cobilla Otero  Colombia Honduras Iglesia Cristiana Encuentro de Renovacion Pan de Vida – Comunidad Menonita* 
    Karen Saenger Echeverria  Paraguay Kenya Shalom Christian Church* 
    Kim Pam  Nigeria Ruanda  Church of Christ in Nations LCC 
    Kunthea Thith   Camboya  Bolivia Lighthouse Christian Assembly  
    Leslie Meja   Kenia  Bangladesh  Presbyterian Church of East Africa Kimuka Church 
    Luyando Munangobe   Zambia  India Ndola Main Brethren in Christ Church* 
    Martinho Muchanga  Mozambique  Chad Mozambique Christian United Church 
    Mary Matute Castro  Honduras Irlanda  Iglesia Menonita Manantial de Vida* 
    Mathias Wiebe  Paraguay Bolivia Iglesia Hermanos Menonita Neuland* 
    Michel Moreno Avila  Bolivia Guatemala Principe de Paz Evangelical Mennonite Church* 
    Nelson Wani  Sudán de Sur Camboya  Christ Embassy Mia Sabah – Juba 
    Pintu Majhi  India Uganda Brethren in Christ Church – Judabali* 
    Pola Halder  Bangladesh  Chad Christ the King Church 
    Prantosh Boidya  Bangladesh  India Saint Joseph Church 
    Shady Palencia Olivares  Colombia Honduras Menonite Church Celebra* 
    Tabita Cazatinova  Indonesia Nigeria GITJ Tompomulyo*

     

  • “¡Hermosas amistades! y una mejor comprensión del anabautismo”, es lo que expresa Lois Friesen de Towanda, Kansas, EE. UU., dado que no tiene dudas sobre lo que recibe a través de su conexión con la familia global. 

    Además, agrega, “como anabautistas creemos en la comunidad. Necesitas gente que te anime, gente que te apoye; tienes que tener el hombro de alguien sobre quien llorar. Si no recibes apoyo, la comunidad se desmorona. Necesitamos reunirnos como un todo”. 

    Red de relaciones 

    Las experiencias de la vida han convertido a Lois Friesen en una cosechadora y dadora, interconectada con la familia global. Desde asambleas pasadas hasta experiencias de servicio y viajes, su red de relaciones se conecta a Europa, el sur de Asia (e incluso Canadá) con su congregación local, la Iglesia Menonita Zion en Elbing, Kansas, EE. UU. 

    Como graduada de Goshen College en la década de 1960, trabajó en la restauración de una granja en Francia dañada por la guerra que se convertiría en un orfanato. 

    Como trabajadora de servicio del CCM en Akron, Pensilvania, EE. UU., ella y su nuevo esposo reunieron a familiares, amigos y un pariente en el extranjero para asistir a la Asamblea del CMM de 1962 en Kitchener, Ontario, Canadá. 

    De igual forma, cuando la Asamblea fue “en su patio trasero” en Wichita, Kansas, EE. UU., en 1978, ayudó con la recepción de los artistas y recibió a familiares que acamparon en la propiedad. Los anfitriones e invitados tomaron muchas direcciones diferentes durante la Asamblea, Friesen cuenta “por lo que tuvimos una ‘conferencia’ después de la conferencia para ponernos al día”. 

    Para la Asamblea de Paraguay de 2009 no viajó. En cambio, bajo el liderazgo del entonces secretario de la Comisión de Diáconos, Bert Lobe, participó en un comité local que recibió a Cynthia Peacock de India y otros líderes del CMM en una gira de conferencias por Estados Unidos. 

    Lois Friesen, relata que, “Cynthia Peacock realmente me hizo entender la gran responsabilidad de los Diáconos Globales del CMM. Cuando la escuché hablar sobre sus deberes y sobre el mantenimiento de una casa… Todo lo que pude decir es que no hay razón para no apoyar al CMM. Mire el alcance y el apoyo que ofrecen los diáconos para mantenernos conectados, para mantener vivo el centro del anabautismo”. 

    Friesen, también antes de la Asamblea de Harrisburg en 2015, facilitó los viajes de la entonces directora de desarrollo del CMM, Arli Klassen, a la región de Kansas. 

    Ser parte de la iglesia  

    Para Lois Friesen, al dar utiliza todos sus dones: financieros y relacionales. “Pienso en estar dispuesta a hablar con la gente, dispuesta a recibir gente, viajar cuando sea necesario. La gente tiene todo tipo de habilidades para dar. Piénsalo y da lo que puedas”. 

    Ver a su padre dar el diezmo le proporcionó las primeras lecciones de generosidad. Lois Friesen, expresa, “mi papá no hablaba mucho de eso, pero sabíamos que eso era parte de ser la iglesia”. 

    La iglesia también animó a los niños a cuidar un terreno para un proyecto misionero. Esto, “nos recordaron la necesidad de dar”. 

    Las historias de refugiados también han motivado a Lois Friesen a dar. El llamado bíblico a cuidar de los huérfanos y las viudas tiene una conexión personal. Su marido Joachim (Joe) llegó a Estados Unidos desde Alemania con su madre viuda, sus hermanas y su abuela después de seis años de desplazamiento durante y después de la Segunda Guerra Mundial. “Tienes el llamado de ofrecer consuelo –físico y espiritual– a los necesitados”. 

    Al apoyar a la familia del CMM, Lois Friesen se guía por Miqueas 6:8, ella dice, ¿Qué requiere el Señor de ti? Haz justicia, ama la bondad y camina con humildad”. “Dondequiera que eso te lleve”. 

    *Actualmente, Arli Klassen se desempeña como coordinadora de representantes regionales del CMM. Cynthia Peacock actualmente se desempeña como representante regional para el sur de Asia. 


    Sharing Gifts in the Global Family of Faith

     

  • Octubre del 2023 

    En un momento de creciente derramamiento de sangre entre israelíes y palestinos, con una tensión cada vez mayor entre las naciones del Medio Oriente y más allá, líderes del Congreso Mundial Menonita emiten tres llamados urgentes: 

    1. Que las iglesias miembros del Congreso Mundial Menonita oren y actúen para poner fin a la espiral de violencia e injusticia1 en el Medio Oriente, reconociendo que favorecer a una nación o etnia en detrimento de otra le hace daño al evangelio2 y a la humanidad. 
    2. Que las milicias palestinas cesen sus ataques contra los israelíes, liberen a los rehenes y busquen formas noviolentas de reivindicar sus justos reclamos. 
    3. Que el gobierno israelí ponga fin a su actual ataque contra Gaza y Cisjordania y comience a reparar las décadas de ocupación y despojo perpetuados sobre el pueblo palestino. 

    Cuidar tanto a israelíes como a palestinos 

    Nosotros como cristianos somos el “brote de olivo silvestre” injertado en una raíz judía (Romanos 11:17). Por lo tanto, honramos al judaísmo y respetamos a la nación moderna de Israel cuando gobierna con justicia y trata a todos los pueblos por igual. Asimismo, nos solidarizamos con el pueblo palestino en su necesidad de vivir con seguridad y dignidad en su propia tierra. Lamentamos y protestamos por la masacre de israelíes cometida recientemente por Hamás. También lamentamos y protestamos frente a las constantes pérdidas y humillaciones que los palestinos han sufrido durante los últimos setenta y cinco años de ocupación israelí. 

    Hacemos un llamado a las y los cristianos, por el poder del Espíritu Santo, a encarnar la amplia aceptación del evangelio (Mateo 28:19-20) en el que no hay “ni judíos ni gentiles” (Gálatas 3:28). Las promesas de posesión de tierras que Dios hizo a los patriarcas bíblicos han sido cumplidas desde hace mucho tiempo (Josué 21:43–45). El evangelio deja de ser una buena noticia si significa que los palestinos deben sacrificar sus vidas y sus esperanzas por el bienestar del pueblo judío que los desplaza. 

    El Israel moderno y las promesas antiguas  

    Si bien condenamos el antisemitismo y apoyamos la necesidad de que el pueblo judío viva con seguridad en el tiempo actual, recalcamos que es inapropiado ver al Estado moderno de Israel simplemente como una continuación del antiguo Israel. El amor de Dios revelado  

    en Jesucristo incluye por igual a judíos y palestinos. Los cristianos y cristianas ponemos nuestra esperanza para el futuro en la Nueva Jerusalén global (Apocalipsis 21, 22), y no en ninguna secuencia de eventos escatológicos centrados específicamente en el Medio Oriente. 

    Les recordamos a las y los cristianos que ven al Estado moderno como una continuación del Israel bíblico que las promesas divinas sobre la tierra tienen una condición: el pueblo de Dios debe obedecer el pacto (Levítico 18:26-29; Deuteronomio 28:15). Al recordar su propio sufrimiento en Egipto, los israelitas debían tratar a las personas vulnerables de manera justa (Deuteronomio 24:16-22). Las últimas palabras de Jesús antes de la Ascensión fueron una advertencia en contra de que sus seguidores especularan sobre los últimos tiempos con respecto al futuro de Israel (Hechos 1:7-8; vea también Marcos 13:32). En cambio, Jesús dijo: proclamad el evangelio a todos los pueblos de la tierra. 

    Aunque hoy son una pequeña minoría, existe una presencia cristiana autóctona en Palestina cuyas raíces se remontan a la iglesia apostólica. Estos cristianos sufren cuando los demás creyentes en otras partes del mundo brindan su apoyo acrítico a Israel.3 

    Jesús encarna una visión de justicia global 

    Cuando Jesús se acercó a Jerusalén en la semana de su Pasión, lloró sobre la ciudad diciendo: “¡Si en este día tú también entendieras lo que puede darte paz!” (Lucas 19:42). Jesús también actuó: entró en los tribunales del poder religioso y político para confrontar a quienes abusaban de su poder. La intención de Dios era que el templo fuera una “casa de oración para todas las naciones” (Marcos 11:17), Jesús encarnó la profecía de Isaías de que todas las naciones acudirían a Jerusalén, que los pueblos del mundo convertirían sus espadas en arados y no recibirían instrucción para la guerra (Isaías 2:2-4). Hoy seguimos comprometidos con esa visión reconciliadora para los israelíes y los palestinos, y para los pueblos en conflicto en cualquier parte del mundo. 

    Hablaremos con gobiernos y líderes religiosos de todo el mundo, instándolos a buscar justicia tanto para los palestinos como para los israelíes y no simplemente apoyar a un lado o al otro. Pedimos a las naciones del mundo que dejen de suministrar armas a las partes en conflicto y que trabajen con la comunidad de naciones para buscar una paz justa. 

    Al final será Dios quien traiga sanación a las naciones. Vivimos esa esperanza orando, “venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo” – y siguiendo el camino noviolento de Jesús, el Príncipe de la Paz. 

    Hasta entonces clamaremos “¡Dios, ten misericordia!”. 

    Henk Stenvers, Presidente del CMM
    César García, Secretario General del CMM


    1 Some scholars speak about three forms of violence that perpetuate the “spiral of violence”: Systemic Violence (Violence #1), Revolt (Violence #2), and Repression (Violence #3).

    2 “Gospel” refers to a holistic, all-encompassing, liberating message of God’s peaceable (and, therefore, justice-filled) kingdom made known and visible in the world. This message overturns the logic of death and its different manifestations, including violence, oppression, injustice, and death itself, into that of life in abundance.

    3 See “A Call for Repentance: An Open Letter from Palestinian Christians to Western Church Leaders and Theologians”

  • “La manera de abordar la desigualdad es tratar a las personas de manera diferente, no igual”, expresa Arli Klassen, coordinadora de representantes regionales del CMM. 

    El Congreso Mundial Menonita es una organización conformada por miembros. Sin embargo, los recursos financieros de su membresía mundial varían mucho. El Aporte Proporcional Justo es la manera que tiene el CMM para que todas las iglesias miembros nacionales contribuyan en función de su capacidad y necesidades. 

    “Cuando uno es parte del CMM, forma parte de la acción de dar, no sólo de recibir”, afirma Cynthia Peacock, representante regional del CMM para el sur de Asia. 

    “Incluso cuando tienes poco, de ese poco compartes”, afirma. “Cuando estamos necesitados, otros nos dan.” 

    En 1984, el Secretario Ejecutivo sugirió que la cifra estándar por miembro se cambiara a un monto determinado que fuera adecuado para cada convención. Los indicadores económicos nacionales serían parte de la nueva fórmula de financiación. El Concilio General aprobó la Fórmula de Financiación del Aporte Proporcional Justo en 2000. 

    Cada tres años, los representantes regionales se acercan a los delegados del Concilio General para discutir su contribución como miembros y firmar el Pacto de Expectativas Mutuas. 

    “El Aporte Proporcional Justo del CMM reconoce la riqueza relativa (a través de la evaluación). A través de los acuerdos, se reconoce que hay más diversidad de la que reflejan las cifras concretas. La conversación es posible basada en el principio de que cada iglesia miembro puede contribuir algo al cuerpo mundial de Cristo”, explica Arli Klassen. 

    Acuerdos 

    “Como soy uno de ellos [un líder de la iglesia del sur de África], no ignoro las necesidades”, señala Danisa Ndlovu, representante regional del CMM para el sur de África. “Pero todos tenemos algo que aportar al cuerpo de Cristo. En definitiva, es el cuerpo el que se beneficia.” 

    Cynthia Peacock señala que las iglesias pueden recibir subvenciones del Fondo de Ayuda de la Iglesia Mundial. “Los líderes entienden que las convenciones se están beneficiando, no sólo financieramente sino también de otras maneras.” 

    Una canasta para dar y recibir 

    En el sur de África, “la impresión que nos han dado es que siempre podemos llevar una canasta para recibir”, explica Danisa Ndlovu. Él anima a los líderes a ver que “todos son necesitados y todos necesitan ayuda.” 

    “En medio de los desafíos que tenemos, también debemos valorar que Dios nos está bendiciendo de alguna manera. Es importante que nosotros también seamos una bendición para el resto del cuerpo y para nosotros mismos como parte del cuerpo”, expresa Danisa Ndlovu. 

    El representante regional quisiera que el mensaje llegue incluso a las congregaciones donde se hablan muchos idiomas. Cynthia Peacock traduce artículos, recursos para el culto, videos y Expectativas Mutuas del CMM al hindi, bengalí, odiya y tamil para que sean ampliamente accesibles. 

    “Una vez que los líderes están convencidos sobre lo que comparto, me invitan a visitarlos nuevamente para aprender y vincularse con la iglesia mundial y ser fortalecidos”, relata Cynthia Peacock. 

    Un almuerzo 

    Los eventos de adoración (Domingo de la Fraternidad Anabautista Mundial, Domingo de la Paz) brindan la oportunidad de donar un almuerzo. Si cada miembro bautizado de la congregación donara el costo equivalente a un almuerzo al año, se alcanzaría el monto calculado del Aporte Proporcional Justo. 

    “A veces los miembros gastan 100 rupias indias o más al mes para recargar sus teléfonos celulares; por lo tanto, donar 20 rupias al año para el Aporte Proporcional Justo no es imposible”, afirma Cynthia Peacock. 

    Un almuerzo es un concepto más difícil en el África rural, comenta Danisa Ndlovu, donde algunas personas pueden comer una sola vez al día. 

    Sin embargo, “Dios no nos llama a dar de lo que no tenemos, sino de lo poco que tenemos”, explica. “Dios nos llama a dar con alegría (2 Corintios 9:7)”. 

    Desafíos 

    “Las iglesias miembros nacionales de todos los continentes dicen que no pueden aportar el monto total calculado, por lo que iniciamos conversaciones”, comenta Arli Klassen. “Las diferencias culturales se manifiestan claramente” a medida que se acuerda el Aporte Proporcional Justo en todo el mundo. 

    “En África se comprende bien la responsabilidad de contribuir al bien común”, afirma Arli Klassen. “En la mayor parte del Sur global, los líderes están dispuestos a entablar conversaciones sobre montos, diciendo ‘necesitamos ayuda.’” 

    En Europa existe un fuerte compromiso a pagar impuestos para ayudar a toda la comunidad. Allí, el monto calculado se toma muy en serio. En América del Norte hay reticencias a acordar. 

    “Quisiéramos que las iglesias miembros presenten una propuesta sobre lo que es justo para ellos. Mi objetivo personal es que las relaciones se fortalezcan. El compromiso financiero refleja el compromiso con la comunión anabautista mundial”, afirma Arli Klassen. “Cada iglesia puede aportar algo, lo cual es parte de lo que significa ser miembro.” 

    “Para la nueva generación, representa un recordatorio y un desafío reconocer y valorar que gracias al esfuerzo de muchos misioneros recibimos mucho. Los líderes se han esforzado por mantener la visión con la que se establecieron las iglesias”, dice Cynthia Peacock. 

    “Ahora tenemos mucho: casas, autos, buenos empleos y, por lo tanto, con un corazón agradecido, es hora de dar más a la iglesia local y mundial para fortalecer integralmente a nuestras iglesias”, expresa. “Para ello, necesitamos construir relaciones sanas a fin de escucharnos unos a otros y vivir la unidad como discípulos de Cristo.” 


     todos tenemos algo que aportar a la familia de fe anabautista-menonita mundial.

     

  • Peace – Paix – Amani – Mirembe: Los niños de una iglesia Menonita de Uganda escribieron la palabra “Paz” en varios idiomas (inglés, francés, swahili, luganda). (Ver foto abajo.)

    Cada año, la Comisión de Paz prepara un documento con recursos para el culto para el Domingo de la Paz. El paquete está organizado en torno a un tema nuevo cada año e incluye un enfoque bíblico, oraciones, una actividad y un recurso didáctico. 

    Las congregaciones de alrededor del mundo seleccionan porciones útiles de estos recursos para adaptarlas a su propio culto. 

    Las congregaciones de la CEM (Comunidad Evangélica Menonita) del distrito de Mbujimayi se reunieron en la parroquia de Sangilayi para un culto unido de reconciliación. “Nuestra alegría fue aún mayor porque los miembros de la CEM están experimentando felices la paz del Señor después de un largo período de conflictos de liderazgo”, explica Jean Felix Cimbalanga, presidente de la CEM. 

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    En grupos pequeños, miembros de las Iglesias Hermanos Menonitas en Soacha, Colombia, intercedieron por cada una de las peticiones de oración que se encuentran en el paquete de recursos para el culto. 

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    (En la foto, de izquierda a derecha) Reverendo Pastor Jean-Pierre Muya, secretario general y representante legal de la Comunidad Menonita del Congo (CMCo); Robert Irundu, secretario administrativo y financiero de CMCo (traje azul); y Mozart Muzembe, cantor de la iglesia; plantaron un árbol de mango en los terrenos de la iglesia. “Es un símbolo de paz y unidad, porque todos somos parte de la familia de Dios”. declara Simon Kashal Tshiey. “Este árbol pronto nos unirá a todos por medio de su fruto y su sombra”. 

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    “A través de la celebración del Domingo de la Paz, fuimos animados a convertirnos en testigos de la paz de Dios en nuestra vida cotidiana”, afirma Ashish Milap, pastor de la Iglesia Menonita Bethel, Balogdogan, India. 

    Los voluntarios internacionales del Comité Central Menonita Elizabeth Joy Nalliyah de EE. UU. (SALT) y Luyando Munangobe de Zambia (YAMEN) fueron invitados especiales al culto de Betel. “Esto seguramente nos ha unido y alentado a saber que somos una gran familia”, expresa Ashish Milap. 

    El señor Amos Ganjboir junto con Rajendra Masih, Shoshanna y algunos jóvenes de la iglesia elaboraron un cartel de árbol para el culto. El pegar sus hojas a las ramas ayuda a la congregación a comprender que “todos en esta familia somos importantes y estamos conectados entre nosotros. Y nuestra familia es más grande de lo que creemos”, explica Ashish Milap. 

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    Wincy Wan, de la iglesia Menonita de Hong Kong, compartió historias de la Conferencia y Festival Mundial Menonita de Construcción de Paz sobre “cómo nuestro padre justo está utilizando al CMM para transformar las injusticias”. Como miembro de la Comisión de Paz, ella desafió a la congregación: “¿Cómo compartimos la paz y el amor con nuestro prójimo? ¿Podemos estar alerta al trauma que nos rodea? ¿Podemos caminar en compañía de las personas que sufren”? 

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    En el Día de la Paz del 2023, el Rev. Maira Benjamin Migire, pastor de Kanisa la Mennonite Tanzania, se unió a un diálogo con líderes cristianos y musulmanes sobre la paz en Zanzíbar, Tanzania. 

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    Las congregaciones de los Hermanos en Cristo en Nepal celebraron el Domingo de la Paz con su culto habitual de los sábados. Tomaron una ofrenda especial y oraron por la paz en la familia, la iglesia, el vecindario, la comunidad en general, la nación y la comunidad anabautista mundial, especialmente por Ucrania y Myanmar. 

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    Peace – Paix – Amani – Mirembe: Los niños de una iglesia Menonita de Uganda escribieron la palabra “Paz” en varios idiomas. 

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    En la Iglesia Bíblica Menonita de Maytalang en Filipinas, “Nanay” (madre) Juana, la participante de mayor edad (83 años) y Aya, la participante más joven (1 año), pegaron una hoja dorada en el árbol de la paz de las conexiones familiares. 

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    Dios creador, hermano Jesús, Espíritu reconciliador, enséñanos a construir la paz cada día. Ayúdanos a ver tu imagen en cada persona que conocemos, incluidos nuestros enemigos. Ayúdanos a reconocer nuestra interconexión. Danos valor para defender a los demás reconociendo que estamos interconectados. 

    Con su apoyo, podemos recopilar historias, enseñanzas y actividades sobre la paz para compartir con nuestras iglesias a través de los recursos para el culto del Domingo de la Paz.

     

  • Los mosaicos son bellas imágenes formadas por coloridos azulejos (o piezas) de diferentes formas y tamaños. Ayude a los niños a hacer una obra de arte inspiradora que puedan compartir con familiares y amigos con esta actividad de mosaico. 

    Explique el significado de este mosaico a los niños al comienzo de la actividad y nuevamente al final de la actividad: 

    Este corazón está hecho de muchas piezas pequeñas diferentes, y es como nuestra iglesia. Hay muchas personas diferentes, y todas se ven diferente, actúan de manera diferente y piensan de manera diferente, y, sin embargo, juntos somos una iglesia donde compartimos el amor de Dios entre todos. 

    Materiales: 

    • Lápiz o marcadores para dibujar el corazón
    • Varios tipos de papel de colores (por ejemplo, papel de construcción, papel de regalo, tarjetas de felicitación antiguas, revistas, tela, etc.
    • Tijeras
    • Pegamento

    1. Pida a cada niño que dibuje un corazón grande en una hoja de papel de un solo color. O proporcione papel con los corazones ya dibujados en el papel para cada niño. 

    2. Proporcione papel de colores para que los niños lo corten en pedazos pequeños. Todos podrían ser del mismo tamaño, forma y color, pero si son de diferentes tamaños, formas y colores, esto ayudaría a ilustrar la diversidad del CMM. Ayude a los niños a planificar o diseñar lo que pondrán en el corazón. 

    3. Pida a los niños que pongan pegamento en el reverso de cada pedacito de papel y que los peguen en el corazón y por todo el papel, en cualquier figura o diseño que el niño quiera. 

    4. Lea Gálatas 3:28 y muestre un mapa del mundo o el mapa del CMM (interactivo: mwc-cmm.org/map O Anabautistas de todo el mundo 2022).  

    a. Hablen juntos sobre los diferentes tipos de personas en el mundo y en el CMM. ¿Cuáles son algunas cosas especiales acerca de cada uno? 

    b. Hablen juntos sobre cómo sería si el mundo estuviera compuesto solo por niños o solo por adultos. ¿Conoces personas que sean diferentes a ti? ¿Por qué a veces es difícil llevarse bien con personas que tienen formas diferentes de hacer las cosas o ideas diferentes a las tuyas? ¿Alguna vez te has sentido excluido? ¿Cómo se sintió eso? ¿Alguna vez te has acercado a alguien que estaba solo o que no participaba? 

    c. Hable sobre lo que significa el versículo de Gálatas cuando dice que todos somos uno en Cristo. Explique sobre el CMM y cómo reúne a personas muy diferentes para que todas adoren a Dios y aprendan juntas cómo seguir a Jesús.  

    Domingo de la Fraternidad Anabautista Mundial 2024

  • El momento de la ofrenda es tan importante como el del sermón. A menudo, alguien da un testimonio y lee un pasaje de las Escrituras relacionado al tema de dar. 

    El pastor a menudo le pide a uno de los ujieres que ore, para bendecir a los que van a ofrendar y también para que aquellos que no puedan dar sean bendecidos para poder hacerlo. 

    A veces los ujieres pasan una canasta, y otras veces los miembros pasan al frente para poner su ofrenda en la canasta. En muchos lugares la genta canta y danza porque el dar va acompañado de mucha alegría. 

    El CMM invita a dar una ofrenda especial para la iglesia anabautista mundial el Domingo de la Fraternidad Anabautista Mundial. Una idea para esta ofrenda es invitar a cada miembro a contribuir con el valor de un almuerzo en su propia comunidad para apoyar a las redes y los recursos de nuestra familia de la iglesia anabautista mundial. Sacrificar un almuerzo es nuestra humilde manera de dar gracias a Dios y apoyar el continuo ministerio de Dios a través de la iglesia. 

    Este regalo de “un almuerzo” por persona una vez al año es algo que todos los miembros del CMM pueden hacer. Algunas personas tienen recursos para dar mucho más que esto, y se les debe alentar a que lo hagan. Otros con recursos más escasos podrían sentirse animados al escuchar que el Comité Ejecutivo del Congreso Mundial Menonita, con miembros de todos los continentes, confía en que la mayoría de los adultos de todo el mundo pueden dar el equivalente a un almuerzo por año para la labor de la iglesia mundial. 

    Aquí hay algunas ideas sobre cómo hacer planes para levantar una ofrenda en su congregación 

    • Durante el culto de adoración, planifique que las ofrendas de un almuerzo se coloquen en una canasta especial ubicada al frente, o en recipientes especiales de acuerdo a la cultura. 
    • Planifique tener una comida compartida como congregación el Domingo de la Fraternidad Anabautista Mundial, antes o después del culto.  
      • Podría ser “una comida compartida”, para la cual cada familia podría traer un plato grande para compartir, incluyendo una canasta para la ofrenda para el CMM. 
      • Cada familia podría traer un almuerzo preparado para llevar. Estos almuerzos para llevar podrían ser subastados, estar a la venta o ser donados para llevar a la casa o para comer juntos después del culto.  
    • Planifique compartir un tiempo de ayuno y oración por la iglesia mundial durante la hora de la comida, antes o después del culto del Domingo de la Fraternidad Anabautista Mundial, e incluya una ofrenda para el CMM durante ese tiempo, al menos del valor de la comida que no se come. 

    Los fondos que se reúnan a través de esta ofrenda especial en cada congregación pueden ser enviados directamente al Congreso Mundial Menonita (busque la forma de dar en mwccmm.org/donar), o pueden ser enviados a la oficina de su iglesia nacional, designados claramente para el Congreso Mundial Menonita e indicando que es la ofrenda del Domingo de la Fraternidad Anabautista Mundial. Puede pedir que pasen los fondos al CMM. 

    Domingo de la Fraternidad Anabautista Mundial 2024

    • Las iglesias anabautistas latinoamericanas adoran en varios idiomas: español, alemán, portugués y varios idiomas indígenas. Cada grupo lingüístico tiene su propio estilo de adoración. 
    • Muchas congregaciones latinoamericanas tienen un estilo de adoración informal y flexible, con mucho canto; tiempo para testimonios y oraciones; y tiempo para charlar después del culto. 
    • Las iglesias de habla hispana a menudo cantan con acompañamiento de guitarra, percusión y teclado eléctrico; con gusto;  más probablemente al unísono que en partes; y proyectan las canciones en lugar de usar un himnario.  
    Los jóvenes se reúnen para adorar y fraternizar en la Iglesia Menonita Concordia en Asunción, Paraguay.  Foto: Iglesia Menonita Concordia

    Domingo de la Fraternidad Anabautista Mundial 2024

  • Una perspectiva menonita sobre la libertad religiosa en 3 partes 

    “¡Nosotros, salvamos a Colombia de ser entregada a los comunistas!” Esas fueron las palabras de un pastor famoso de una mega iglesia colombiana, pronunciadas ante una multitud que lo vitoreaba en California. Ese pastor se refirió al reciente éxito de una campaña por el “No” en el referéndum popular que votó en contra de la implementación de un acuerdo de paz en mi país. El gobierno y el grupo rebelde insurgente, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (las FARC), firmaron ese acuerdo en 2016.1

    Algunos años antes de ese referéndum, un sacerdote católico me dijo: “Es tan interesante ver a todos estos pastores evangélicos buscando más poder político y privilegios religiosos mientras algunos de nosotros, como católicos, queremos tomar distancia de una relación cercana con el gobierno colombiano, y de todo el daño y la corrupción que ha traído a nuestra iglesia”. 

    La búsqueda de poder político y privilegios está aumentando entre los evangélicos en América Latina. La estrecha conexión entre algunos pastores y la política partidista nos preocupa a algunos de nosotros como menonitas, especialmente cuando los líderes religiosos cristianos intentan imponer sus valores a los demás. 

    La forma en que surgió la tradición menonita puede ayudarnos a comprender nuestras inquietudes. 

    Los inicios de los menonitas 

    A la sombra de la catedral de Grossmünster, la principal iglesia católica de Zúrich, un grupo de jóvenes se reunió en una casa para cometer un acto de subversión: el bautismo de adultos. 

    El estudio de la Biblia los había llevado a entendimientos diferentes a los de la iglesia estatal. Tal como lo entendían, el bautismo simbolizaba una decisión consciente de someterse al señorío de Jesucristo y seguir su ejemplo en la vida, un compromiso que solo un adulto podía hacer. Esa decisión desafió la práctica milenaria en la Iglesia Católica de bautizar a niños. 

    Este acto radical de enero de 1525 marcó el comienzo simbólico de lo que se conocería como el movimiento anabautista (“rebautizador”). Años más tarde, muchos de ellos fueron conocidos como menonitas. 

    Para los menonitas del siglo XVI, la respuesta de fe los llevó inmediatamente a la comunión en una comunidad de creyentes a través del bautismo. Los menonitas demostraron su decisión libre y voluntaria de seguir a Cristo por medio del bautismo, que al mismo tiempo era la puerta de entrada a la iglesia. Eso, por supuesto, implicaba que la iglesia estaba formada por creyentes que habían decidido de manera voluntaria formar una nueva comunidad. 

    Esta forma de entender la fe cristiana y la iglesia requiere la libertad de elegir: tu confesión de fe, tus valores, la ética que caracterizará tu vida, la educación que deseas para tus hijos y tú estilo de vida como cristiano. 

    También implicaba que habría personas que elegirían de manera diferente de aquellos que deciden seguir a Cristo, e incluso aquellos que siguen a Cristo pueden optar por hacerlo de manera diferente unos de otros. 

    Para garantizar la existencia de una iglesia voluntaria, debe haber libertad y la posibilidad de decir “no” a la fe cristiana, a los valores cristianos y al estilo de vida cristiana. Sin libertad y una garantía de vivir libremente las decisiones sobre la religión y la ética, no habrá una verdadera iglesia. 

    En palabras del historiador William Estep: “Los anabautistas no estaban interesados en edificar una iglesia mediante la coerción, ya sea mediante el bautismo de niños o mediante el poder del magistrado… Estaban preocupados por reunir una iglesia de creyentes que hubieran respondido libremente a la proclamación del evangelio”. 2

    Esta forma de pensar rechaza la idea de depender de gobiernos humanos para promover la fe cristiana, sus valores o su forma de vida. De hecho, buscar formas de obtener privilegios religiosos legales sobre otras religiones es fundamentalmente incompatible con esta perspectiva.  

    Entonces, ¿cómo entienden los menonitas al estado y la relación con él? 

    El mes que viene proporcionaremos el próximo artículo de esta serie. 

    —Este artículo de tres partes es una adaptación de una ponencia que el secretario general del CMM, César García, pronunció como orador destacado en el 9º Congreso Mundial de la Asociación Internacional de Libertad religiosa (IRLA, por sus siglas en inglés). Partes de esta ponencia han sido extraídas del libro de César García ¿Qué es el reino de Dios y cómo es la ciudadanía? (What is God’s Kingdom and What Does Citizenship Look Like?) (Herald Press, 2021). 

    Footnotes:
    1) Rebecca Bartel. “Underestimating the force of the New Evangelicals in the Public Sphere: Lessons from Colombia, South America.” The Immanent Frame, November 15, 2016, (accessed December 4, 2016). http://blogs.ssrc.org/tif/2016/11/15/underestimating-the-force-of-the-new-evangelicals-in-the- public-sphere-lessons-from-colombia-south-america/ 
    2) William Roscoe Estep, The Anabaptist Story: An Introduction to Sixteenth-Century Anabaptism, 3rd ed. (Grand Rapids, Mich.: William B. Eerdmans Pub., 1996), 245. 

  • Amados hermanos y hermanas:

    Durante el fin de semana, el mundo se vio sacudido por el ataque sin precedentes de Hamas contra vidas israelíes. Esta crisis se agravó rápidamente con ataques aéreos, batallas terrestres, asesinatos aleatorios, secuestros y propaganda de guerra en ambos bandos.

    Nadie resulta más perjudicado por esta escalada de la situación que los civiles, que sólo desean vivir una vida normal sin temer por sus vidas y medios de subsistencia. Esta vida en paz y tranquilidad es una realidad que muchos de nosotros damos por sentado, pero sigue siendo un sueño lejano para ellos.

    Si bien la comunidad anabautista-menonita no tiene presencia eclesial en los territorios israelíes y palestinos, esta es una tierra que rinde homenaje a múltiples religiones: el judaísmo, el cristianismo y el islam. Como seguidores del Príncipe de paz, como personas que no ponemos nuestra confianza en los gobernantes terrenales, nos lamentamos con aquellos que sufren y se niegan a tomar partido por intereses políticos.

    En un conflicto aparentemente interminable que ocurre en un lugar con conexión con muchas personas de fe, quiero llamar a la comunión anabautista-menonita mundial a recordar:

    “Guarda tu espada —le dijo Jesús (A Pedro)—, porque los que a hierro matan, a hierro mueren”. (Mateo 26:52 NVI)

    “Dios mismo juzgará entre las naciones y administrará justicia a muchos pueblos. Convertirán sus espadas en arados y en hoces sus lanzas. Ya no levantará su espada nación contra nación y nunca más se adiestrarán para la guerra”. (Isaías 2:4)

    Pedimos a las iglesias y a las personas que oren para que la violencia termine y pueda comenzar la conciliación.

    • Oremos para que los rehenes regresen sanos y salvos a sus hogares y familias.
    • Oremos para que aquellos que están de luto estén rodeados de sus seres queridos mientras lloran.
    • Y oremos para que los trabajadores por la paz, los negociadores y el personal gubernamental pongan la vida y la humanidad de las personas por encima de las ganancias políticas o militares.

    Si bien este conflicto ha estado en marcha por décadas, unámonos para pedirle a nuestro Dios que tenga misericordia de Israel y Palestina y que ponga fin a esta crisis de manera justa, pacífica y sostenible.

    Señor, en tu misericordia, escucha nuestra oración.
    En el nombre de Jesús, amen.

    Henk Stenvers, presidente, CMM

  • Testimonios de América Latina

    La Biblia incluye muchos libros que fueron escritos antes, durante y después de la venida de Jesús, pero su historia no termina ahí; Dios todavía sigue obrando y continúa impactando la vida de las personas. 

    Las formas en que Dios obra son misteriosas y en muchas ocasiones debemos tener paciencia para vislumbrar una pequeña parte del gran propósito que tiene Dios. En este sentido, y aunque todavía no comprendo la magnitud del pensamiento del Señor, puedo dar testimonio de la gracia y la bondad de Dios en medio de circunstancias que parecen negativas, como la pandemia del COVID-19, que ha sido una de los acontecimientos que han marcado la historia de la humanidad en los últimos años. 

    Durante la época de cuarentena y distanciamiento social obligatorio, las plataformas digitales fueron el medio para fortalecer las relaciones entre las comunidades de fe. Este fue el caso de la relación entre IMCOL (Iglesia Menonita de Colombia) y AMG (Asociación de Congregaciones Menonitas de Alemania), donde a través de estudios bíblicos mensuales reflexionamos juntos sobre cómo los textos bíblicos nos hablaban a cada uno de nosotros como seguidores de Cristo. A partir de estas conversaciones virtuales, la AMG me invitó a postularme para participar como delegada de la juventud Menonita en la 11.ª Asamblea del Consejo Mundial de Iglesias en Karlsruhe, Alemania. 

    Francamente, al principio no estaba segura sobre cómo podía aportar a dicha Asamblea, considerando que la representación de los colombianos era pequeña y la de los menonitas aún más pequeña. Sin embargo, conforme fueron pasando los días, a medida que fui conociendo a más participantes, pude ver que los menonitas representaban un hito en la historia de la iglesia, ya que somos reconocidos por el trabajo que realizamos en materia de justicia, paz y reconciliación. 

    En ese sentido, me sentí aceptada y animada a seguir participando como menonita, entendiendo que pertenezco a una iglesia local y global que busca construir puentes para la paz, en medio de un contexto marcado por la violencia. También tuve la posibilidad de participar activamente en un encuentro ecuménico, donde a pesar de ser una joven latina no ordenada, pude dialogar con obispos, reverendos y teólogos de diferentes países. 

    Esta experiencia abrió mi perspectiva, permitiéndome comprender la gran riqueza de oportunidades que existe en el diálogo interdenominacional e internacional, el panorama general de Dios obrando en el mundo. Cada persona individual hace una contribución esencial a la edificación del cuerpo de Cristo, que sale del contexto social, cultural y político en el que cada persona está inmersa. Como joven latina menonita de Colombia, yo también tenía algo que aportar. 

    —Catalina Bonilla, Iglesia Cristiana Menonita de Teusaquillo, Bogotá, Colombia.

    Domingo de la Fraternidad Anabautista Mundial 2024

  • Testimonios de América Latina

    La creación es inmensa, una pintura extremadamente grande. Una mirada rápida desde la distancia nos muestra una sola pintura; sin embargo, cuando uno se acerca y observa muy de cerca, descubre que ese cuadro aparentemente único está formado por millones de cuadraditos, y yo soy uno de esos cuadraditos. 

    Soy parte integral de ese gran mosaico de Dios. Ser parte del mosaico de Dios me da seguridad porque en él estoy contenida y protegida espiritualmente. 

    El Apóstol Pablo dijo que la iglesia es como el cuerpo, compuesta de muchas partes distintas, y todas juntas las diversas partes forman el cuerpo completo. Cada parte es importante, incluso el dedo meñique. 

    La familia anabautista mundial es el cuerpo de Cristo, compuesta por muchos miembros, y todos juntos formamos una unidad completa que es la gran y hermosa imagen de Dios. 

    La primera vez que participé en una Asamblea del CMM fue en 1984, en Estrasburgo, Francia. En ese entonces yo era un líder joven, y debido a que era mi primera experiencia, entendí muy poco sobre el significado de este evento. Fue una reunión de nuestra familia dispersa por el mundo. Fue una fiesta, donde celebramos con hermanos y hermanas de otras partes del mundo. A pesar de las barreras culturales y de idioma, se hizo visible una gran conexión en nuestra adoración, saludos o simplemente sonrisas compartidas. 

    Para mí, esta experiencia con el CMM es como lo que dice Proverbios 4,18: “El camino de los justos es como la luz de un nuevo día: va en aumento hasta brillar en todo su esplendor”. Los diferentes eventos y relaciones en el CMM me llevan a una mejor comprensión de que soy parte del panorama general de Dios. 

    Esta comprensión me mueve a pensar y orar por nuestra familia esparcida por todo el mundo. Su bienestar y su dolor son también los míos. Se me recuerda que no debo ser egoísta y pensar sólo en mi parte del mundo, porque más allá de mi mundo hay muchos otros mundos que también son parte de la gran imagen de Dios. 

    Esa imagen de Dios también podría compararse con un edificio. Cuando uno se detiene y mira desde lejos observa un hermoso edificio, pero a medida que nos acercamos, nos damos cuenta de que ese edificio está formado por miles de partes. Algunas partes son bloques grandes como los pilares, y otras partes son tan pequeñas como la válvula del grifo de agua. Si esa válvula fallara, inmediatamente nos daríamos cuenta de su importancia y buscaríamos lo más rápido posible una solución antes de que todo el edificio se vea afectado. Los grandes pilares y las diminutas válvulas son todos importantes para hacer un hermoso edificio. 

    Quiero ver mi vida dentro de esta inmensa imagen de Dios. Tal vez yo sea solo un miembro diminuto, una pequeña célula en este cuerpo. Pero sé que soy parte igualmente vital, para que el mosaico de Dios sea completo y hermoso. 

    Juan veron

    —Juan Silverio Verón, Hermanos Menonitas Maranata, Asunción, Paraguay. 

    Domingo de la Fraternidad Anabautista Mundial 2024