• Amados hermanos y hermanas:

    El 7 de octubre de 2025 es el trágico aniversario de un brote de violencia que ha causado la pérdida de cientos de miles de vidas en las tierras llamadas Israel y Palestina y también en la región más amplia.

    Reconocemos que la imagen de Dios se encuentra en cada hombre, mujer y niño: cada muerte resultante de la opresión, el hambre, el encarcelamiento y la violencia es una tragedia.

    Nos apena la represión, el desprecio por la dignidad humana y el despojo durante décadas que condujeron a la crisis actual.

    Denunciamos los actos genocidas que buscan extinguir a un pueblo y su cultura. Denunciamos las enseñanzas cristianas que justifican y sustentan la crueldad, la superioridad y la violencia.

    Abrimos los ojos para ver y los oídos para escuchar el clamor de quienes sufren. Confesamos nuestro fracaso a la hora de responder ante su dolor.

    Nos hacemos un llamado a actuar en solidaridad con quienes se encuentran heridos y oprimidos. Nos comprometemos a decir la verdad y a practicar la justicia que conducen a la paz y la seguridad para todos en la región y más allá.

    Junto con nuestros hermanos cristianos palestinos del movimiento de teología de la liberación Sabeel:

    Dios todopoderoso, recordamos que “cuando los justos claman, el Señor escucha y los libra de todas sus angustias” (Salmo 34: 17). Señor, ¿dónde está tu mensaje de libertad en medio del sufrimiento de quienes son detenidos y torturados injustamente? 

    Ayúdanos a dar testimonio ante quienes sufren y a aumentar nuestras acciones para que tu justicia se cumpla.

    Señor en tu misericordia…escucha nuestra oración.

    Oh Señor, cuánto anhelamos ver tu paz reinar en nuestro mundo.

    Anhelamos ver tu paz en Palestina e Israel, así como para las iglesias miembros del CMM en otras partes del mundo que también sufren violencia política o guerra en la República Democrática del Congo, India, Myanmar, Ucrania y Estados Unidos; y la violencia social persistente en muchas partes de Latinoamérica.

    Que venga tu reino de paz, y que se haga tu voluntad en la tierra como en el cielo. ¡Y que seamos participantes de tu reino de paz!

    Nuestras palabras parecen pequeñas e insuficientes ante la crisis, pero aun así reafirmamos nuestra convicción de que:

    El Espíritu de Jesús nos llena de poder para confiar en Dios en todos los aspectos de la vida, de manera que lleguemos a ser hacedores de paz que renunciamos a la violencia, amamos a nuestros enemigos, procuramos justicia, y compartimos nuestras posesiones con los necesitados..”
    (Convicciones Compartidas 5) 

    Señor, en tu misericordia, escucha nuestra oración.

    En el nombre de Jesús, amen.

    Henk Stenvers

    Henk Stenvers,
    presidente,
    Congreso Menonita Mundial

    Tigist Tesfaye

    Tigist Tesfaye secretaria, Comisión Diáconos

    Andrew Suderman

    Andrew Suderman secretario, Comisión de Paz

    Previous comments from MWC 



    Other MWC resources 
    Other resources 

    candle photo
  • Domingo de la Paz 2025 – Testimonio

    Una historia de la iglesia en Myanmar 

    ¿Qué significa ser una Iglesia de Paz Histórica, o más bien, una iglesia dedicada a los caminos de la paz de Cristo? 

    Esta es la pregunta con la que lucha la Iglesia Menonita en Myanmar mientras el conflicto en curso continúa afectando a muchas personas dentro de su país. 

    Hace varios años, el ejercito derrocó al gobierno elegido democráticamente e instaló a un presidente y una administración designados por los militares. Las violaciones de los derechos humanos aumentaron, especialmente cuando el nuevo gobierno respaldado por los militares (junta) reprimió cualquier disidencia y trató de eliminar toda oposición. Esto ha dado lugar a importantes ataques y asesinatos, detenciones arbitrarias, desplazamiento de personas de sus hogares y restricciones a la libertad de expresión y/o de reunión. Esto ha generado ansiedad en torno a las reuniones para cultos religiosos y otros actos. La junta también introdujo el servicio militar obligatorio. 

    ¿Cuál es el papel de la iglesia en un contexto tal? ¿Qué significa estar dedicados al camino de paz de Cristo en medio de estas realidades? 

    Una iglesia de paz en medio de la guerra 

    Éstas son las preguntas que los miembros de la Iglesia Bíblica Misionera Menonita (BMC por sus siglas en inglés) en Myanmar han estado haciendo. 

    La BMC contactó al Congreso Mundial Menonita (CMM), del cual es miembro, para solicitar ayuda. Se preguntaban si sería posible que el CMM enviara una delegación en una visita de solidaridad para explorar estos asuntos juntos. 

    Del 25 al 29 de noviembre del 2024, una delegación del CMM llegó a Tailandia para pasar tiempo con nuestros hermanos de Myanmar. Se decidió que sería mejor reunirnos en Tailandia, ya que reunirse en Myanmar podría suponer un riesgo para los líderes birmanos. (La junta vigila de cerca quién se reúne con quién). 

    La delegación estuvo compuesta por César García (Colombia), secretario general del CMM; Tigist Tesfaye (Etiopía), secretaria de la Comisión de Diáconos; Andrés Pacheco Lozano (Colombia/Países Bajos), presidente de la Comisión de Paz; Andrew Suderman (Canadá/EE. UU.), secretario de la Comisión de Paz; y Agus Mayanto (Indonesia), representante regional del CMM para el Sudeste Asiático. Norm Dyck (Iglesia Menonita de Canadá) también formó parte de esta delegación debido a la larga relación que la iglesia Menonita de Canadá ha mantenido con la Iglesia Menonita de Myanmar. 

    Andres Pacheco Lozano shares stories of Colombian peace struggles
with the leaders from Myanmar during the Deacon delegation visit.
    Andrés Pacheco Lozano comparte historias de las luchas por la paz en Colombia con los líderes de Myanmar durante la visita de la delegación de diáconos. Foto: Agus Mayanto

    Orígenes e historia del movimiento anabautista 

    Los líderes de la BMC solicitaron tiempo para profundizar en los orígenes y la historia del movimiento anabautista. César García dirigió estas sesiones cada mañana. 

    Los pastores también querían explorar lo que la Biblia enseña con respecto a la paz. Andrés Pacheco Lozano y Andrew Suderman facilitaron momentos por la mañana y por la tarde para explorar la historia bíblica y su conexión con la paz y la justicia. Parte de ese tiempo se dedicó a explorar las observaciones de nuestros hermanos de Myanmar sobre la paz desde una perspectiva bíblica y su posible significado para el contexto de Myanmar. 

    Andrés Pacheco Lozano y Andrew Suderman también compartieron historias de otras iglesias y sus luchas por la paz y la justicia, tales como la iglesia menonita en Colombia y Corea del Sur, así como otras luchas (por ejemplo, el apartheid en Sudáfrica). 

    Tigist Tesfaye facilitó un momento de oración por cada uno de los líderes presentes y las congregaciones en las que ministran. 

    Fue un tiempo difícil, pero maravilloso, que pasamos juntos. 

    Visiones del shalom  

    Fue difícil ya que el grupo entero procesó el trauma que muchos de los pastores de Myanmar han experimentado y continúan experimentando. 

    Un pastor, por ejemplo, compartió cómo dos días antes de venir a esta reunión, las instalaciones de la iglesia de un pastor amigo suyo habían sido destruidas. 

    De la misma manera, al explorar visiones de shalom, y después de dedicar un tiempo a pensar y hablar sobre el poder de la imaginación, un pastor preguntó: “¿Pero, qué pasa si no podemos o no sabemos qué imaginar?” ¡Fue desgarrador! 

    Y, sin embargo, al final de nuestro tiempo juntos, después de mucha oración, aprendizaje, exploración, lectura de la Biblia y reflexión sobre ella, ese mismo pastor comenzó a resaltar pasos de acción, incluida una oración que están elaborando para ayudar a nuestra comunión mundial a orar por ellos mientras continúan dando testimonio de la paz de Cristo en su contexto. 

    El camino, sin embargo, está lejos de terminar. La lucha continúa

    Que Dios continúe con ellos. Y que podamos aprender a ser solidarios con ellos y su lucha por la paz. 

    —Andrew G. Suderman es el secretario de la Comisión de Paz. Reside en Harrisonburg, Virginia, EE. UU. 


    baptism at Myanmar
    • As people called to be coworkers with Christ in the ministry of reconciliation, may we live each day with hearts open to make peace with ourselves, our neighbours and our “enemies,” with all of creation and with God. 
    • As we witness violence, polarization and war in our own communities and around the world, may we heed the promptings of the Spirit to creatively and courageously resist the forces that divide and kill. We pray in particular for our Anabaptist family amid war in Ethiopia, Myanmar and Ukraine and those in Honduras, Ecuador, Colombia and the USA harassed by organized violence. 
    • We lift a special prayer for the suffering of the people of Palestine. Christians there have lived out Jesus’ way of peace for 2 000 years. May God strengthen their sumud (steadfastness) in this time of tremendous suffering. May Christians around the world have the courage to stand up to help these brothers and sisters. 
    • We thank God for the opportunity to walk together with our global Anabaptist family, practicing solidarity amid difference. May we seize our power as communities to speak out as one voice to government. May we learn from each other as we love each other and follow Jesus in unity. 

    Networks meeting at Germany 2025
  • Domingo de la Paz 2025 – Recursos didácticos

    Sermón Mateo 22:34-40 

    Vecina”, “Vecino”. Esta es una de las maneras en las que en Bogotá (Colombia) nos referimos a diferentes personas a nuestro alrededor. Desde quienes viven en nuestro edificio o en una casa cercana, hasta quienes nos encontramos en la tienda o en otros espacios compartidos o públicos. Puede ser que conozcamos bien a la persona, o que ni siquiera sepamos cómo se llama. Pero al llamarle “vecina” o “vecino” hacemos que la relación sea más cálida. Es una manera de ir más allá de lo distante, extraño e incluso conflictivo que puede ser el encuentro con otra persona. 

    Vecina/vecino es un término que denota cercanía o proximidad. En inglés, es este término de vecino/vecina, neighbour, el que aparece en Mateo 22:34-40. Mientras que en español y francés, el término “prójimo” es comúnmente empleado en este pasaje bíblico. Si bien el hablar de “prójimo” o “prójima” se deriva de la noción de proximidad, de quien está cerca o al lado, este término parece ser a veces demasiado abstracto o desconectado de nuestro diario vivir. Comúnmente, el término prójimo/prójima es empleado cuando hacemos referencia a un pasaje bíblico o cuando buscamos dar cuenta de las implicaciones éticas de nuestra fe cristiana, no cuando nos referimos a otras personas en nuestro diario vivir. ¿Qué pasaría si enfatizáramos la cercanía, calidez y cotidianidad que hacen parte del referirnos a otras personas como vecino/vecina (como pasa en Bogotá) para releer las implicaciones de este pasaje bíblico? 

    Este texto de Mateo es muy conocido. En principio el texto parece muy claro y contundente. Y, sin embargo, hay muchos diferentes énfasis que se pueden hacer o dar a lo que Jesús dice. 

    Uno de los énfasis del texto puede ser resaltar la interconexión entre la dimensión “vertical” y la dimensión “horizontal” de la fe; entre el amor a Dios y el amor a otros seres humanos, respectivamente. En su comentario sobre bíblico sobre este pasaje de Mateo, Richard B. Gardner5 argumenta que estos principios que Jesús presenta no son necesariamente nuevos. El amor a Dios con todo el corazón, con toda el alma y con toda la mente puede encontrarse ya en Deuteronomio 6:5. Mientras que el amor al prójimo como a sí misma(o) puede identificarse en Levítico 19:18.2 Lo que hace a esta respuesta de Jesús tan particular es la interdependencia entre estos dos mandamientos. Es imposible separar la dimensión vertical de la horizontal de nuestra fe. 

    Otro énfasis en la lectura del texto puede ser la interconexión entre cómo entendemos la fe y cómo la vivimos. No sería consistente que afirmemos amar a Dios y que actuemos con apatía ante el sufrimiento de nuestra vecina y vecino. Tampoco será muy lógico decir que creemos en un Dios de paz y justicia cuando seguimos actuando de formas opresivas o injustas hacia las y los demás. De hecho, Richard B. Gardner propone que una de las conclusiones que se podría sacar del texto es que el amor al prójimo es el área de acción en la cual que podemos corporizar o demostrar nuestro amor a Dios.3 La vida de Jesús es expresión encarnada del amor de Dios al mundo. A su vez, como humanos estamos invitadas e invitados a encarnar nuestro amor a Dios en el amor hacia otras personas—y hacia el resto de la creación. Nuestras acciones hacia el prójimo (especialmente hacia quienes han sido marginadas y marginados) son las que dan cuenta de nuestro amor a Dios. Por ello, no podemos separar cómo entendemos y cómo vivimos nuestra fe. 

    La respuesta de Jesús en Mateo 22 también puede servir como una clave de lectura bíblica. Sirve como lentes para ayudarnos a discernir sobre textos, leyes y mandamientos que pueden estar en conflicto o que son ambivalentes. Richard B. Gardner cuenta que de acuerdo con la tradición rabínica que data al siglo segundo, la Torá contiene aproximadamente 613 leyes (365 prohibiciones y 248 mandamientos).4 El que Jesús ubique al amor a Dios y al prójimo como los mandamientos más importantes hace que todo este gran número de leyes y reglas estén supeditados o tengan que ser leídos con estos lentes de amor a Dios y al prójimo. 

    Si bien estos énfasis son valiosos, este pasaje de Mateo 22:34-40 sigue siendo un texto cuya interpretación no termina. Nuestro mundo requiere constantemente que reinterpretemos qué quiere decir esto del amor a Dios y el amor al prójimo. Esto es particularmente cierto en tiempos en los cuales la emergencia climática, las elecciones de gobiernos de derecha, la reaparición de sentimientos xenófobos, y las violencias en nuestras sociedades, guerras y genocidio en nuestro mundo se han convertido en realidades a las cuales debemos enfrentarnos día a día. 


    ¡Qué pena vecina! ¡qué pena vecino!  

    Siguiendo la lógica de referirnos a otras personas como vecinas/vecinos en Bogotá, es común que empleemos la expresión “¡qué pena vecina/vecino!” cuando queremos pedir algo, cuando necesitamos ayuda de otra persona, o para excusarnos. 

    Vivimos en un mundo en el cual nuestras relaciones de proximidad y cercanía han sido profundamente distorsionadas y violentadas. En muchas ocasiones, hemos sido cómplices de esos daños. Por ello, debemos revisar cuidadosamente cómo hemos transgredido nuestras relaciones de proximidad, de “vecindad”. Tal vez, debemos confesar: perdón vecina, perdón vecino

    Flooding in the streets of Piura, Peru, after a heavy rainfall. Climate
change calls on us to love our neighbours.
    Inundaciones en las calles de Piura, Perú, tras unas fuertes lluvias. El cambio climático nos llama a amar a nuestros vecinos. Foto: Henk Stenvers

    Vivimos en tiempos en los que se ha normalizado sospechar de quien está próximo, bien sea porque tiene un bagaje diferente, o porque es es una persona migrante, desplazada, o marginada. No importa que viva cerca nuestro, que haga parte de nuestra misma sociedad o que provenga de un lugar, país o región aledaña, igual no le consideramos “vecina/vecino” sino como persona “extraña”, “hostil” e incluso “enemiga” o “criminal”. Muchas guerras en nuestra historia y en nuestro mundo actual han sido o son entre vecinos y vecinas. 

    Con la naturaleza, nuestras relaciones de proximidad también se han visto severamente afectadas. Hemos convertido relaciones de interdependencia en relaciones de domino y control. Vemos a la naturaleza simplemente como un “recurso” que pueden ser explotado y capitalizado. El cambio climático es una de las señales de los daños que hemos causado y que seguimos generando como seres humanos. Nuestra relación con nuestro espacio vital, con la tierra y las aguas, ha sido fatalmente herida. 

    Perdón vecina, perdón vecino… 

    En medio de estas realidades conflictivas, la pregunta del experto en la ley a Jesús sobre cuál es el mandamiento más importante parece tomar mucha relevancia. ¿Cómo encontrar guías y puntos de referencia en nuestra fe para lidiar con estas distorsiones? ¿Cuáles son las leyes que debemos seguir? ¿Qué hacemos si como humanidad contamos con marcos legales como el Derecho Internacional y como los DDHH y sin embargo gobiernos, poderes económicos y políticos deciden saltarlos impunemente? ¿Cómo hacemos si medidas que tomamos para limitar nuestra afectación al medio ambiente son revertidas por los gobiernos de turno? 

    Como en los tiempos de Jesús, el dilema no es sólo que existan miles de leyes y marcos de referencia éticos hoy en día. El dilema se agudiza por la existencia de realidades de opresión y violencia que hacen aún más urgente la necesidad de encontrar puntos de orientación, de re-conectarnos con elementos centrales de nuestra fe para discernir cómo actuar. 


    “Buenos días vecina”, “buenos días vecino”. 

    Cuando hablo sobre lo que es típico de Bogotá (Colombia) con personas que no han estado o vivido en la ciudad, frecuentemente viene a mi mente el saludar a otras personas diciendo “buenos días vecina” o “buenos días vecino”. Usualmente me toma unos minutos (y un par de ejemplos) poder comunicar cómo suena y qué quiere decir. Entre risas, nunca estoy seguro si termino por hacer un buen trabajo explicando el uso de “vecina/vecino” para referirnos a otras personas—¡incluso si esas personas no viven cerca de donde vivo yo!. Al leer una vez más el pasaje bíblico sobre el amor a Dios y a quienes están en nuestra proximidad (énfasis del término “prójimo” en español), trato de considerar conscientemente algunos posibles matices de este mandamiento cuando es leído a través del término vecina/vecino (énfasis que el texto tiene en inglés) y a cómo lo empleamos en nuestra cotidianidad en Bogotá. En ese sentido, la respuesta de Jesús es una invitación a re-pensar nuestras relaciones de proximidad. 

    Members of Comunidad Cristiana Menonita de Girardot, Colombia,
share bread with their neighbours – prójimo and vecino – on Pan y
Paz, “bread and peace Sunday.” Photo:
    Los miembros de la Comunidad Cristiana Menonita de Girardot, Colombia, comparten pan con sus vecinos —prójimo y vecino— en
    Pan y Paz, el «domingo del pan y la paz». Foto: Comunidad Cristiana Menonita de Girardot

    En un mundo en el cual barreras visibles e invisibles de segregación abundan, un mundo en el cual se promueve el utilizar a poblaciones marginadas como chivos expiatorios para dar cuenta de los problemas de una comunidad o un país, un mundo en el cual se estimula ver a la otra persona como enemiga, el llamar y relacionarse con alguien como vecina/vecino, con la calidez y proximidad que la expresión denota, es una acción contra-corriente. Es ir en contra del status quo. 

    Puede parecer que llamar a alguien vecina/vecino suene superficial, sea un código social, o simplemente una expresión que nos acostumbramos a usar en Bogotá. Y, sin embargo, al referirnos a otra persona como vecina o vecino lo que hacemos es crear un lazo de cercanía. Un lazo que no necesariamente existía antes. Esto hace que sea más difícil verle como extraña o enemiga. 

    Las relaciones de distancia o proximidad con las y los demás no son estáticas o rígidas. Pueden cambiar, y lo pueden hacer de formas sorpresivas. Incluso personas que se consideran extrañas o enemigas pueden convertirse en vecinas y vecinos. La parábola del buen samaritano (Lucas 10: 25-37), en la cuál Jesús ilustra quién es el prójimo, es un buen ejemplo de esto. Las personas samaritanas y judías no tenían la mejor de las relaciones en los tiempos de Jesús. Y, sin embargo, Jesús identifica en un samaritano, quien seguramente era visto como extraño (e incluso enemigo), el mejor reflejo de lo que quiere decir ser prójimo. 

    Creo que la respuesta de Jesús nos interpela justamente en ese sentido: a redibujar nuestras relaciones de amor y proximidad. Siempre hay otras personas a quienes podemos hacer nuestras vecinas y vecinos. Si tomamos la idea de que es en el amor a la vecina(o) en el cual nuestro amor a Dios se hace evidente, debemos siempre buscar enriquecer y nutrir cómo vivimos y expresamos ese amor. Por complejo que sea, cada nuevo día, contexto y realidad en la que vivimos con las y los demás es una nueva oportunidad para dar forma a y encarnar/corporizar ese amor a Dios. 


    ¿En qué le puedo ayudar vecina? ¿En qué le puedo ayudar vecino? 

    En Bogotá, es común que quienes trabajan en una tienda pregunten “¿en qué le puedo ayudar vecina/vecino?” a las personas que entran a la tienda o que parecen estar buscando algo que no logran encontrar. De esa pregunta, lo que me llama la atención no sólo es que nos llamen vecina/vecino sino que además ofrezcan su ayuda. En el mundo en el que vivimos, puede ser que nos sintamos mal por lo que les pasa a otras personas en el mundo, por lo que pasa a nuestras vecinas o vecinos. Pero puede ser que optemos por sentir simpatía con su situación a la distancia, siempre y cuando no afecte nuestra zona de confort. 

    Si asumimos que el amor al prójimo es el espacio en el que podemos expresar y dar cuerpo a nuestro amor por Dios, la invitación de amar al prójimo es un llamado a actuar en solidaridad, discerniendo lo qué podemos hacer y cómo podemos ayudar. El amor al prójimo no es sólo un tema de palabras, sino de acciones. No se trata de que siempre tengamos las respuestas o soluciones a los problemas. Ni tampoco de que decidamos por las otras personas lo que estas deben hacer. Actuar en solidaridad es un compromiso de caminar con otras y otros, a escucharles, y a discernir con ellas y ellos qué hacer—más allá de darle un like a un post de Instagram o compartir un video de TikTok

    En ocasiones la solidaridad puede ser expresada a través del activismo o participar en demostraciones y protestas noviolentas. En otras, se puede expresar en el reconocer y confrontar nuestros privilegios, y servir como aliados y aliadas en luchas que tienen muchas personas y comunidades. En otros momentos, puede ser que la solidaridad se vea reflejada en buscar crear espacios seguros y espacios valientes (brave spaces) para confrontar las diferentes formas de violencia que muchas personas han experimentado. La idea no es hacer un listado con todas las formas de solidaridad posibles. Estos ejemplos son simplemente indicaciones de cómo la solidaridad implica ir más allá de las palabras o simpatías. 

    El ser vecinas/vecinos incluye también una serie de responsabilidades y cuidados. En muchas ocasiones, es justamente en las relaciones de cercanía o proximidad en los cuales la violencia se manifiesta con mucha agudeza. No siempre se habla de esas formas de violencia. Y frecuentemente se silencia a las voces que buscan hacerlas explícitas. Violencias de género, violencia sexual, violencia que denominamos “doméstica”, entre otras, muestran cómo la cercanía como tal no es garantía de relaciones saludables o justas. Estos son ejemplos de cómo el pecado de la violencia y los daños profundos que ésta causa pueden expresarse en relaciones de proximidad. El hablar del amor al prójimo como expresión del amor a Dios nos recuerda de la increíble responsabilidad que tenemos por el florecimiento de las otras personas. Así que el considerar a la otra persona como vecina/vecino no es sólo una manera de expresar calidez, sino que implica también el comprometerme a ser responsable con su cuidado y bienestar. 

    Una vez más, es en el amor a nuestra vecina/vecino, prójima/prójimo, el espacio en el que encarnamos nuestro amor a Dios. 


    Al conmemorar este año los 500 años del Anabautismo, y al considerar que el tema elegido para tan importante tiempo ha sido “La valentía de amar”, es crucial volver sobre las implicaciones y responsabilidades que el amor a Dios y al prójimo tienen hoy. En un mundo en el cual la muerte o desesperanza parecen dominar, que sea la voz de Jesús la que nos recuerde qué debe estar en el centro de cómo entendemos y vivimos nuestra fe.

    Los delegados de YABs (representantes de su conferencia nacional miembro) exhiben sus banderas al final de sus reuniones en
    Alemania en mayo de 2025. Foto: Irma Sulistyorini

    Que sea este un tiempo en el que podamos pensar sobre a quiénes consideramos vecinas/vecinos y en quienes nos consideran así. Que este sea un tiempo que nos invite a tener la valentía para amar, para crear nuevos lazos y relaciones de proximidad con otras personas—incluso con quienes percibimos como improbables o incluso imposibles.

    Que sea este un tiempo además para nuevos inicios, para establecer nuevos compromisos de actuar en solidaridad con otras y otros, buscando su bienestar. Y que sea nuestro Dios de amor, quien nos ama tanto y quien nos invita a amarle en nuestras relaciones con las y los demás, con nuestro mundo, quien nos siga desafiando, inspirando y guiando en este camino. 

    Amén. 

    — Andrés Pacheco Lozano es el presidente de la Comisión de Paz. Originario de Colombia, vive en Ámsterdam, Países Bajos. Este recurso es una adaptación de un sermón que pronunció en la Iglesia Cristiana Menonita De Teusaquillo en Bogotá, Colombia.


    MWC member church Iglesia Evangélica Menonita del Perú hosted
“Celebrar, equipar, adorar” in Cusco, Peru 18-22 January 2025 to
mark 500 years of Anabaptism.
  • ¿Quién es nuestro prójimo? Ó ¿qué es el evangelio? 

    Hacer una puesta en escena de las “Acciones Samaritanas” (Lucas 10:25-37) en la comunidad 

    Ó 

    Explorar el significado de “evangelio” en la historia y observar las diferentes formas prácticas en que se encarna en Lucas 4. 

    os Hermanos Menonitas de Cali, Colombia
    Los Hermanos Menonitas de Cali, Colombia

    1. Crear grupos multigeneracionales para explorar la tarea juntos durante un periodo de cuatro semanas. 

    2. Dentro de los grupos, hagan una lluvia de ideas sobre cómo podrían crear sus propias “Acciones Samaritanas” o explorar el evangelio en su comunidad de maneras que sean: 

    • audaces 
    • contraculturales 
    • arriesgadas 

    3. Tome acción en su comunidad durante las siguientes cuatro semanas.

    4. Compartan sus historias cada semana 

    • Den informe y conversen en grupos: 
      • ¿Qué están implementando? 
      • ¿Cómo decidieron qué hacer? 
      • ¿Cuál fue su experiencia? 
    • Comparta los aspectos más destacados (y menos destacados) en su culto de adoración. 

    5. Anoten las decisiones, acciones y reflexiones de los grupos en un muro o pizarra común. Creen un mapa de sus actividades. 

    Comparta su historia y foto con la familia mundial anabautista, enviándolas con la autorización correspondiente a: photo@mwc-cmm.org


    os Hermanos Menonitas de Cali, Colombia
  • Una letanía para el momento 

    Lectura responsiva: una voz para el texto normal, todas las voces para el texto en negrita. Todas las voces se unen para el texto en negrita y cursiva. 

    Dios de nacimiento sorprendente 
    No eres el salvador que esperábamos, 
    Tu poder no se parece al poder 
    que queremos que nuestro Dios demuestre. 

    Esperamos. 
    Esperamos en la oscuridad. 
    Esperamos en la angustia y en la esperanza. 
    Esperamos, sabiendo que nos necesitamos mutuamente y necesitamos tu presencia para aferrarnos a la esperanza. 

    Hemos hecho daño y nos han hecho daño a través de palabras y hechos, y en las cosas que hemos elegido no hacer. 

    Sabemos que el daño no es el final, sabemos que juntos y contigo el daño puede transformarse en armonía. 

    Dios de nacimiento tonto 
    Tu gracia nos desconcierta. 
    Nos encuentras donde estamos y, misericordiosamente, no nos dejas donde fuimos encontrados. 

    Observamos. 
    Observamos con anticipación esta gracia. 
    Observamos, escudriñando la oscuridad, sabiendo que podemos encontrar tu luz. 

    Con nuestro modo torpe esperamos reflejar Tu gracia a quienes nos rodean. 

    Que podamos aceptar humildemente esos dones de los demás, sabiendo que Tu poder transformador puede convertirlos en lo que están destinados a ser. 

    Dios de nacimiento humilde 
    Tú trastornas nuestras suposiciones sobre Ti y sobre los demás, 
    transformando el juicio en comprensión, la discriminación en solidaridad, la crueldad en compasión. 

    Nos maravillamos. 
    Nos maravillamos ante la audacia de tu nacimiento en el pesebre, que modela el poder de la debilidad. 
    Aunque el trabajo pueda ser difícil, cuando vivimos tu llamado a la justicia y la misericordia, 
    honramos tu nacimiento sorprendente, tonto y humilde. Amén. 

    Compilado por Karen Suderman de Voices Together #896, Robert McAfee Brown, Anne Lamott, el Libro Anglicano de Oración Común. 

    Volver arriba


    Oración por la paz en nuestro mundo 

    Al reunirnos para adorar, reconocemos la importancia de este acto: el acto de crear comunidad y establecer comunión. Nos recuerda la importancia de reconocernos mutuamente como parte de nuestra comunidad. También reconocemos que somos una pequeña parte de una familia de fe más amplia que también se une, formando una comunidad global. Juntos recordamos el cuerpo de Cristo. 

    Al reunirnos, también reconocemos que muchos dentro de nuestra familia de fe —algunos al otro lado de la calle; otros en diferentes partes del mundo— experimentan las realidades de la guerra, la violencia y la opresión. Venimos de países devastados por la guerra en curso. También seguimos trabajando arduamente para superar el dolor y el quebrantamiento que dicha violencia y desolación causan. 

    Reconocemos las formas en que muchos, dentro de nuestra comunión mundial, demuestran su resiliencia como dignos hijos de Dios a pesar de ser oprimidos y deshumanizados. 

    Conocemos, experimentamos y estamos moldeados por la guerra, la violencia y la opresión. 

    Y, al reflexionar sobre nuestra fe común en Jesucristo, el Príncipe de la Paz, sabemos que ni la guerra —ni la preparación para la guerra— traerán la paz.  

    • Hacer que otros mueran de hambre no traerá la paz. 
    • Bombardear a otros no traerá la paz. 
    • Matar no traerá la paz. 
    • Aprovecharse económicamente de otros no traerá la paz. 
    • Construir muros no traerá la paz. 

    La guerra causa destrucción. Desgarra el tejido de nuestras vidas y nuestras relaciones, y convierte en escombros las comunidades, los países y las esperanzas y sueños de la gente. 

    Responder a la violencia con violencia nos lleva a convertirnos en aquello en lo que no queremos convertirnos. Queremos dar testimonio de vida, no de muerte. Queremos sanar heridas, no infligir más heridas. Queremos construir relaciones y reconciliar a quienes están quebrantados, no afianzar divisiones y separaciones entre nosotros, incluyendo a aquellos con quienes discrepamos. Queremos la paz, no más violencia y ni guerra. 

    Hacemos un llamado a nosotros mismos y a nuestros hermanos que están en las primeras líneas de las guerras para que tomen la valiente decisión y el compromiso de deponer las armas de fuego para que puedan utilizar sus brazos para abrazar y ser abrazados. 

    Cuando vemos a los que son diferentes a nosotros —aquellos que están a través de una barrera cultural, nacional o ideológica— debemos tener la valentía de amar: negarnos a verlos como enemigos, sino más bien como hijos amados de Dios y amigos potenciales. 

    Hacemos un llamado a quienes ocupan puestos de autoridad política a abrir sus corazones, mentes e imaginación para practicar la creatividad, no la rigidez ni la terquedad, para superar las diferencias mediante el diálogo en lugar de la dominación y la división. Los invitamos a liberarse y a liberar a los demás de la prisión que crea dicha separación. 

    Nos exhortamos a nosotros mismos y a todos nuestros hermanos a reconocer cómo la ideología nacionalista y la separación no brindan seguridad. La seguridad solo se logra cuando se fomentan las relaciones con nuestros vecinos y hermanos a nivel mundial. Por lo tanto, exhortamos a todos nuestros hermanos del mundo a mostrar hospitalidad a los demás para que la vida sea prolongada y sea recibida tanto por parte de quien la recibe como de quien la brinda. La hospitalidad es una postura que da vida. 

    Trabajemos y dediquémonos a la paz que solo es posible cuando nos buscamos y nos abrazamos, para que la justicia y la paz se besen, desafiando así las causas profundas que provocan el conflicto en primer lugar. Esta es la paz de Jesús que da vida; ¡es la paz de Cristo! 

    Que podamos dar testimonio del camino de paz de Cristo en y para nuestro mundo. 

    —Andrew G. Suderman es el secretario de la Comisión de Paz. Reside en Harrisonburg, Virginia, EE. UU. 

    Volver arriba


    Una carta pastoral sobre la guerra en Oriente Medio 

    Amados hermanos y hermanas 

    La escalada de la guerra en el Medio Oriente hoy es una fuente de temor y dolor para nuestra familia anabautista alrededor del mundo. Para algunas personas, esta es una nueva realidad; para otras, es algo que se suma a la carga de violencia que arrastran desde hace años o décadas de conflictos locales. Vemos a todos aquellos que están siendo aplastados bajo las maquinaciones de los poderosos; nos lamentamos y pedimos la presencia misericordiosa de Dios entre ellos. Condenamos cualquier justificación de la guerra como parte de la voluntad de Dios. 

    Invitamos a que nuestras oraciones nos impulsen a la acción. Y a que nuestras acciones sean nuestras oraciones. 

    Nuestra lealtad no es hacia presidentes ni reyes, sino hacia el Príncipe de Paz. Como miembros de una Iglesia Histórica de Paz –es decir, una iglesia dedicada a los caminos de la paz– , seguimos a Jesús, el Príncipe de Paz, quien nos llama a un amor radical al enemigo. 

    Este amor entrena a nuestros corazones para ver a Dios en el “otro” ser humano, ya sea enemigo o amigo. 

    Este amor nos da la valentía de buscar la justicia. 

    Este amor nos llama a buscar relaciones correctas a nivel interpersonal, a nivel de organizaciones, entre estados y pueblos, y con el resto de la creación, todos los cuales sufren daños en medio del conflicto. 

    El poder del amor de Cristo nos impulsa no al orgullo que defiende a las naciones o a la pureza ideológica, sino a la compasión por quienes sufren, independientemente de su identidad nacional o afiliación política. 

    Las enseñanzas de Jesús nos recuerdan que el enemigo no es la otra persona sino nuestro propio instinto de crear barreras y caer víctimas de la enemistad misma. Oramos para que, al encontrar la valentía de amar, el poder transformador de Dios rompa los ciclos de violencia que dividen, oprimen y matan. 

    La justicia debe acompañar a la paz. De hecho, la paz solo puede estar presente cuando se materializa una justicia restaurativa, orientada a la búsqueda de la verdad y a la reparación. Confesamos nuestro fracaso en la búsqueda de una paz justa. Pedimos al Espíritu Santo que nos enseñe humildad y nos equipe con la valentía de amar. Pedimos sabiduría para reconocer y decir la verdad con claridad profética y amor abnegado. Pedimos la audacia para enfrentar la injusticia a pesar del riesgo que ello nos implique. 

    Estamos resueltos a alzar la voz, ya sea ante los gobiernos o ante nuestros conciudadanos, para cuestionar el apoyo acrítico a fuentes de violencia y muerte constantes. 

    Como comunión anabautista mundial, renunciamos a la violencia, como lo hizo Jesús. Nos comprometemos —como seguidores de Jesús— a transformar los sistemas injustos a través de la no violencia activa. Hacemos un llamado a los Estados para que dejen de invertir en la guerra y, en su lugar, comiencen el arduo trabajo de buscar los caminos de la paz, una paz que no llegue a través de las armas, los misiles o la fuerza violenta, de modo que todo pueda florecer. 

    Nuestras palabras parecen pequeñas e insuficientes ante la crisis y ante nuestra propia falta de consenso en torno a sus causas, sin embargo, reafirmamos nuestra convicción de que 

    El Espíritu de Jesús nos llena de poder para confiar en Dios en todos los aspectos de la vida, de manera que lleguemos a ser hacedores de paz que renunciamos a la violencia, amamos a nuestros enemigos, procuramos justicia, y compartimos nuestras posesiones con los necesitados. 

    (Convicción Compartida 5) 

    Señor, en tu misericordia, escucha nuestra oración.  
    En el nombre de Jesús,  

    Henk Stenvers  
    presidente, CMM 

    Volver arriba


    Una bendición para el momento 

    En la labor de la espera, 
    Que Dios te dé alegría. 
    En la gracia desconcertante, 
    Que Dios te sostenga. 
    En la obra difícil, 
    Que Dios te dé paz. 
    Ve, envuelto en el sorprendente, tonto y humilde amor de Dios. 

    Volver arriba


    blessings in different languages during MWC100
  • We want peace

    “Queremos la paz” no es solo el título de una canción. Es un llamado. Una oración. Y una misión. Escribimos esta canción porque no creemos que la violencia pueda ser la solución a nuestros problemas. “La guerra es contraria a la voluntad de Dios”, escribió el Consejo Mundial de Iglesias en 1948 tras el fin de la Segunda Guerra Mundial. Creemos que hoy debemos recordar este mensaje más que nunca, especialmente nosotros los menonitas, que pertenecemos a una tradición de una iglesia de paz, y nuestras voces son necesarias ahora.  

    La canción trilingüe expresa un poco de la identidad internacional de la comunidad menonita a nivel mundial. Interpretarla con un gran coro internacional de más de 80 cantantes en la catedral Grossmünster de Zúrich, con motivo del aniversario 500 del anabautismo, fue una experiencia profundamente conmovedora y que fortaleció nuestra identidad como compositores. 

    La estrofa (en alemán y francés) dice: 

    Es hora de resurgir y mirar al futuro con esperanza. 
    De acercarnos unos a otros, y donde haya enemigos, rechazar la espada. 
    Emprende tu camino, lleva la bendición contigo adondequiera que vayas. 
    ¡Comprométete con la paz! 

    Una reflexión más profunda sobre la canción se puede encontrar en nuestro blog en alemán.

    Música y Letra: Dennis Thielmann © 2021 / Traducción al francés: Marie-Noëlle Yoder 
    Arr: Dennis Thielmann & Karin Franz © 2025 
    www.songsofpeace.ch 

    Se concede permiso a las iglesias miembros del CMM para uso congregacional para el Domingo de la Paz y el Domingo de la Fraternidad Anabautista Mundial. 

    Para obtener permisos para uso continuo o en reuniones de grupos más grandes, consulte 

    www.songsofpeace.ch/songs/wewantpeace o contáctenos en info@songsofpeace.ch 


    We will make no peace with oppression

    Resumen de la letra

    “We will make no peace with oppression”/
    No haremos la paz con la opresión

    Todos los que viven por la espada, también a espada morirán. Nos opondremos a toda forma de violencia. Marcharemos por las calles (“sin justicia, no hay paz”). Y así adelante con tu prójimo hasta que todos seamos libres.

    No apartaremos nuestra vista del dolor de nuestros hermanos, del llanto de nuestras hermanas, del duelo de nuestras madres.
    No ignoraremos a los políticos destructivos, las cárceles desbordadas, ni la corrupción en nuestros sistemas.
    Dios Todopoderoso, ayúdanos a no tener miedo; danos tu fuerza.

    CCLI Song # 7158502 
    Latifah Alattas | Liz Vice | Paul Zach 
    © 2020 Integrity’s Alleluia! Music; Paul Zach Publishing; Porter’s Gate Publications 
    For use solely with the SongSelect® Terms of Use. All rights reserved. www.ccli.com 


    Songs of Peace, a multilingual music project from Switzerland,
represented Europe as an international choir in Zurich with a
collection of singers and musicians.
  • Tema

    La valentía de amar

    Por qué fue elegido este tema

    Poner el amor en acción es un acto de valentía. Una y otra vez, Jesús invita y anima a sus seguidores (y oyentes) a encarnar actos de amor, destacando lo peligrosos —y, por lo tanto, lo valerosos— que son o pueden llegar a ser.

    Estos recursos para el Domingo de la Paz buscan explorar, nutrir y desentrañar formas en las que podemos encarnar la valentía de amar en y para nuestro mundo.

    Texto bíblico

    • Mateo 22:34–40

    En este paquete

    Recursos adicionales disponibles en línea


    Peace Sunday 2025 EN
  • Mientras las personas delegadas del Comité Ejecutivo y del Concilio General del Congreso Mundial Menonita se reúnen para el culto, la fraternidad y el discernimiento, hay despedidas y bienvenidas. Las personas integrantes del Comité Ejecutivo y de la Comisión cumplen periodos de seis años.

    Los periodos son escalonados para garantizar la continuidad.

    Comité Ejecutivo 

    El Comité Ejecutivo es elegido por el Consejo General (CG) y se reúne anualmente. Dos personas integrantes de cada región continental son elegidas del CG por su caucus regional. Ellas representan no sólo a su iglesia nacional, sino a toda la región.

    Las personas integrantes del Comité Ejecutivo nombradas en Alemania desempeñarán sus funciones entre el 2025 y el 2031. 

    Asia

    Sipra Biswas, Bharatiya Jukta Christa Prachar Mandali, ‘India United Missionary Church’, India.  

    África

    Samson Omondi Ongode, ‘Kenya Mennonite Church’. Ha sido reelegido para otro periodo, habiendo servido del 2018 al 2025. 

    Europa

    Wieteke van der Molen, ‘Algemene Doopsgezind Sociëteit’, Paísos Bajos. Ha sido reelegida para otro período, tras haber ocupado el cargo entre 2018 y 2025. 

    Latinoamérica

    Omar Pérez Reyes, Asociación Iglesias Cristianas Menonitas de Costa Rica.

    Norteamérica

    Linda Dibble,  ‘Mennonite Church USA’. Ha sido reelegida para otro período, habiendo servido del 2022 al 2025. Ella había sustituído a un integrante de la junta directiva que no pudo terminar su periodo.

    “La reelección de las personas, quienes están disponibles para seguir sirviendo, es una afirmación de su sabiduría y discernimiento”, dice César García, secretario general. “Estamos agradecidos por su liderazgo y animamos a las personas delegadas del Concilio General a seguir en contacto con las personas de su Comité Ejecutivo entre reuniones”. 

    Especialistas de comisiones 

    El Comité Ejecutivo aprobó el nombramiento de nuevas personas especialistas, incluyendo al presidente de Fe y Vida, para cada una de sus Comisiones, su período será del 2025-2031. Las nuevas personas especialistas fueron recibidas por consenso en el Concilio General.

    En los nombramientos de las personas especialistas de las Comisiones, se tuvo en cuenta la disposición de las personas candidatas a formar parte de cada comisión, las cuestiones de equilibrio entre hombres y mujeres, las perspectivas culturales y eclesiales y las personas integrantes del CG que participan en las comisiones.

    Comisión de Paz 

    • Katerina Gea, pastora de la ‘Pasadena Mennonite Church’, California, EE. UU., es licenciada en estudios sobre la paz y fue una de las primeras movilizadoras comunitarias de la Coalición para Desmantelar la Doctrina del Descubrimiento. 
    • Alina Itucama, lideresa Wounaan de la Iglesia Evangélica Unida Hermanos Menonita, actualmente dirije un ministerio llamado Ministerio De Dama a nivel de la conferencia nacional en Panamá. 
    • SeongHan Kim, Corea del Sur, educadora para la paz, es representante del Comité Central Menonita en el noreste de Asia. 

    Comisión de Misiones 

    • Marianne Goldschmidt-Nussbaumer, miembro de la ‘Mission Mennonite’, Francia, anteriormente sirvió en Benín. 
    • Emerson Cardoso, miembro de la COBIM (Iglesia de los Hermanos Menonitas) en Brasil, forma parte del equipo líder de Multiply, capacitando a personas en el liderazgo de iglesias y obreras mundiales en países latinoamericanos y de habla portuguesa. 
    • Teguh Karyanto, pastor de la ‘GITJ’ Pesantenan en Pati, Java Central, Indonesia, sirve al sínodo de la ‘GITJ’ y enseña en ‘STAKWW’, del instituto bíblico de la ‘GITJ’. 

    Comisión de Fe y Vida 

    • Timothy J. Geddert, profesor emérito del ‘Fresno Pacific Biblical Seminary’ de California (Estados Unidos), es autor de varios libros sobre interpretación bíblica, eclesiología y ética. Ocupará el cargo de presidente.  
    • Cindy Alpízar Alpízar, pastora de Iglesia Menonita Jesucristo es el Señor en Costa Rica, es co-coordinadora del Movimiento de Mujeres Anabautistas haciendo Teología desde América Latina (MTAL). 
    • Jeremy Bergen, profesor asociado de Estudios Religiosos y Estudios Teológicos, fue director de Estudios Teológicos en la ‘Conrad Grebel University College’ en Ontario, Canadá del 2014 al 2021.  
    • Zaraí Gonzalía Polanco, escritora, evaluadora de pares y editora de varias publicaciones teológicas, radicada en Colombia, es doctora en teología por la Faculdades EST de São Leopoldo, Brasil.  

    Comisión de Diáconos 

    • Mary Soledad Cano, codirectora del hogar infantil Centro de Vida Infantil en Honduras, es licenciada en Teología Bíblica y tiene una certificación en transformación de conflictos. 
    • Walter Jakobeit, pastor de la ‘Evangelische Freikirche Mennonitische Brüdergemeinde’ de Neuwied, Alemania, desde hace casi 20 años.  
    • Deusilene Martins Milhomen de Carvalho, pastora de ‘Igreja Menonita do Gama’ en Brasilia, Brasil, coordina ‘Sister Care’ Brasil, donde enseña teología a mujeres. Representa a Brasil en el MTAL. 

    Debido a los cambios en el estatus de persona delegada de dos integrantes de la Comisión de Diáconos del Concilio General nombradas en Indonesia en el 2022, el CE también aprobó el nuevo nombramiento de Raúl Rincón, ‘Igreja dos Irmãos Menonitas de Portugal’, y Brian Maphosa, ‘Brethren in Christ Church’ Sudáfrica, para servir como personas delegadas del Concilio General en la Comisión de Diáconos. 

    Presidente y vice-presidenta

    Tras un debate sobre el envejecimiento y la distribución continental, el Concilio General aprobó la propuesta de reelegir a estas personas por un nuevo periodo cada una: presidente, Henk Stenvers, hasta el 2034; vicepresidenta, Lisa Carr-Pries, hasta el 2031.

    El Comité Ejecutivo comenzó a discutir sobre las personas, candidatas a las funciones de presidencia y vicepresidencia, en su reunión del 2023. “Debido al destacado ministerio que están desarrollando el Presidente y la Vicepresidenta actuales, el Comité Ejecutivo recomendó por unanimidad al Concilio General que renovara sus periodos actuales”, dice César García. Con sólo cuatro miembros directivos (presidencia, vicepresidencia, tesorería y secretaría general), es imposible tener una representación continental completa en este grupo de liderazgo. Para hacer frente a esta posible disparidad, el Comité Ejecutivo decidió crear una función ex-oficio que permita nombrar al líder del continente que falte.


    Haga clic aquí para leer más


    EC Commission group
  • Diáconos 

    Las responsabilidades de la Comisión de Diáconos incluyen supervisar el Fondo de Ayuda de la Iglesia Mundial (GCSF), fomentar la oración dentro de la comunión anabautista (enviar el correo electrónico de la Red de Oración, organizar la Hora de Oración en Línea y colaborar con el presidente en las cartas pastorales), y las visitas de los diáconos. 

    Desde 2022 hasta finales de 2024, la Comisión de Diáconos aprobó veinte propuestas del GCSF por unos US$ 239.000 tras discernir y evaluarlas cuidadosamente. “El Fondo de Ayuda de la Iglesia Mundial demuestra que las iglesias de África, Asia y América Latina no están solas y que la comunidad de fe mundial se mantiene unida para compartir y apoyar”, afirma Tigist Tesfaye, secretaria de la Comisión de Diáconos. 

    A menudo, en colaboración con especialistas afines al CMM, los Diáconos envían una delegación a visitar las iglesias miembros con necesidades apremiantes para escuchar, compartir, orar y adorar con dichas iglesias. “Esto sirve para fortalecer la iglesia local y su vínculo con la comunidad mundial”, señala Tigist Tesfaye. 

    En 2024, junto con la Comisión de Paz, la Comisión de Diáconos visitó a 17 pastores de Myanmar en Tailandia. Los miembros también realizaron una visita informal a otras iglesias miembros en Tailandia. 

    Cada dos meses, la Comisión de Diáconos invita a todos los miembros a una reunión en línea. La Hora de Oración en Línea se realizó en cuatro idiomas (inglés, español, francés e hindi), con sesenta a ochenta participantes orando juntos en vivo. 

    Fe y Vida 

    Como Comisión de Fe y Vida, procuramos apoyar a las iglesias miembros del CMM al dar y recibir consejo –desarrollando así una responsabilidad mutua– sobre asuntos relacionados con la fe y con la práctica cristiana, y con la identidad y acción anabautista-menonita en el mundo actual. 

    Fe y Vida promovió la enseñanza, conversaciones y recursos mediante la publicación de la guía de estudio acerca del informe sobre el bautismo. Esta se distribuyó a los delegados del Concilio General con una invitación para que la promovieran, usaran y estudiaran en sus iglesias. Los miembros de la Comisión compartieron testimonios de sus bautismos en el sitio web del CMM a fin de despertar el interés en examinar nuestras convicciones en torno al bautismo. 

    La Comisión continuó debatiendo en conjunto y aportando recursos al CMM sobre cómo ser una comunión mundial, estar unificados y también respecto a inquietudes como el cuidado de la creación. 

    Cuando se invita al Congreso Mundial Menonita a relacionarse con otras comuniones mundiales, la Comisión de Fe y Vida es llamada a representarlo. Además de los diálogos con la Comunión Mundial de Iglesias Reformadas, que produjeron una importante declaración de reconciliación para 2025, también enviaron a Anne-Cathy Graber para representar a los anabautistas en un sínodo del Vaticano sobre la sinodalidad. 

    Estructuralmente, las nuevas Redes Anabautistas Mundiales de Educación dependen de la Comisión de Fe y Vida. Estas redes emergentes de educación primaria, secundaria y teológica están aprendiendo juntas a capacitar a estudiantes para ser pastores y líderes en todo el mundo. 

    Comisión de Misiones 

    Reunirnos, en línea y en persona, fue una parte fundamental de la labor de la Comisión de Misiones en los últimos tres años. La reunión de 2023 en Harrisonburg, Virginia, fue algo decisivo para la Comisión de Misiones y sus dos redes, ya que tuvimos la oportunidad de reunirnos en persona para fraternizar y capacitarnos. Participaron unos sesenta delegados de las redes. 

    La Comisión de Misiones apoyó a la Red de Servicio Anabautista Mundial y a la Fraternidad Mundial Misionera al ofrecer numerosos seminarios web, que propiciaron oportunidades para el aprendizaje y la fraternidad. Su labor fue destacada en el número anterior de Correo

    Para 2025, esperamos publicar en Internet una bibliografía actualizada sobre Anabautismo y Misión, que estará disponible en el sitio web del CMM. 

    Comisión de Paz  

    Cada año, la Comisión de Paz elabora el material para el culto del Domingo de la Paz, que se comparte con las iglesias miembros del CMM de todo el mundo. Las fotos y los informes que las congregaciones envían de su celebración son un testimonio de nuestra labor en pos de la construcción de la paz. 

    La Conferencia Mundial Menonita de Construcción de Paz está patrocinada por la Comisión de Paz. Organizada por la Eastern Mennonite University en 2023, reunió a 160 teólogos, pacificadores, pastores, activistas y artistas de veinte países en Harrisonburg, Virginia, EE. UU. Participaron en conversaciones sobre teología y práctica de la construcción de paz anabautista-menonita, e intercambiaron opiniones respecto a la Declaración sobre la Objeción de Conciencia (publicada en 2022). 

    Miembros de la Comisión de Paz se sumaron a los Diáconos en una visita de solidaridad a Myanmar para animar a los pastores en tiempos de guerra. 

    La Comisión de Paz también ha participado con otros asociados en la elaboración de una vía para establecer conversaciones con los menonitas de Old Colony, que son parte de la familia de creyentes anabautistas pero que no forman parte de nuestra asociación formal como Congreso Mundial Menonita. Las inquietudes sobre las prácticas agrícolas han brindado oportunidades para construir la paz en conversaciones con otras organizaciones, con asociados del CMM y con menonitas de Old Colony

    , , , , ,

    MWC commisions meeting
  • Amados hermanos y hermanas:

    Hacemos un llamado a orar por nuestros hermanos y hermanas en los Estados Unidos que están tomando medidas legales que buscan restaurar los derechos de las personas de fe a reunirse, adorar y servir sin interferencia del gobierno. La Iglesia Menonita de los Estados Unidos se une a más de 20 comunidades cristianas y judías en esta acción.

    La actual administración presidencial de los Estados Unidos ha eliminado las restricciones impuestas al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por su sigla en inglés) para que no lleve a cabo redadas, arrestos y otras acciones de control en los lugares de culto. Hoy en día, a las personas a quienes se dirigen estos cambios se les describe como “solicitantes de asilo” o “migrantes”; en la Biblia, se les llama “extranjeros/peregrinos” (Levítico 19:33-34) o “los más pequeños entre estos” (Mateo 25:40). Al pueblo de Dios se le recordaba regularmente que debía acoger y cuidar a los vulnerables (Éxodo 23:9, Deuteronomio 10:19, hebreos 13:2). En la actualidad, parte de ese trabajo se realiza a través de lugares de culto que se han vuelto inseguros debido a estos cambios de políticas.

    “Creemos que debido al llamado de Cristo a cuidar de los que tienen hambre, sed, de los que son extranjeros, los que están desnudos, enfermos o encarcelados (Mateo 25:31-36), debemos unirnos a los primeros seguidores de Jesús al elegir obedecer a Dios en lugar de cualquier autoridad humana (Hechos 5:29)”, escribe el moderador de la Iglesia Menonita de los Estados Unidos (MC USA por su sigla en inglés), Jon Carlson, en una carta a la familia cristiana anabautista mundial.

    “Reconozco que la relación anabautista con las autoridades seculares es un tema complicado… Aun así, los anabautistas han utilizado, en varios puntos de la historia, medios legales para impedir que el Estado invada la práctica religiosa y para proteger el libre ejercicio de nuestra fe…”, escribe Jon Carlson.

    “Sabemos que muchos de nuestros hermanos y hermanas alrededor del mundo han sufrido persecuciones e intrusión gubernamental mucho más duras en sus comunidades”, expresa Jon Carlson. Invita a la comunión mundial a orar por MC USA, “sobrellevando los unos las cargas de los otros y cumpliendo la ley de Cristo” (Gálatas 6:2). También les invitamos a compartir su sabiduría y su perspectiva sobre cómo permanecer fieles frente a la presión gubernamental. Por favor, continúen teniendo en sus oraciones a los seguidores de Jesús en los Estados Unidos, así como nosotros también los tenemos a ustedes en nuestras oraciones”.

    Ore con nosotros

    El Congreso Mundial Menonita llama a nuestros miembros de todo el mundo a orar por los socios en este desafío legal y por todos nuestros miembros en los EE. UU.

    • Oramos para que el Espíritu de Dios dé valentía a las personas a dar testimonio público y a actuar para proteger a los más vulnerables.
    • Damos gracias a Dios por el valor para oponerse a acciones injustas, incluso de parte de su propio gobierno.
    • Damos gracias a Dios por los socios de otras comunidades religiosas, por la solidaridad en la protección de las libertades religiosas para todos y de los derechos de las personas vulnerables.

    Pedimos oración para que todos los norteamericanos encuentren La Valentía De Amar en medio de la incertidumbre política y los temores económicos de este momento. En Canadá, México y los Estados Unidos, que nuestros hermanos y hermanas anabautistas vean la imagen de Dios en todas las personas de todos los lugares. Que tengamos la gracia de dejar de lado el miedo, las ideologías políticas y las diferencias. Que la iglesia de Jesucristo responda a las amenazas y a la división con actos creativos de compasión y amor.

    Señor, en tu misericordia, escucha nuestra oración.
    En el nombre de Jesús, Príncipe de Paz.

    Amén.

    Henk Stenvers
    Presidente
    Congreso Mundial Menonita

    headshot: César García

    César García Secretario General Congreso Mundial Menonita


    Oración urgente y cartas pastorales:

  • Adriana Belinda Rodríguez (Honduras). Comisión de Paz

    Domingo de la Paz: Recurso

    Domingo de la Paz 2020: Efesios 4,1-6