• Austria

    Mennonitischen Freikirche Österreich (MFÖ) / Mennonitischen Freikirche Österre

    La Iglesia Menonita Libre de Viena es la comunidad en la que tuve el privilegio de crecer. Somos una iglesia pequeña pero sumamente familiar, centrada en Jesucristo, el Hijo de Dios.

    Me identifico muy bien con los menonitas porque consideran que han sido comisionados por Dios para propiciar la paz y acercarse unos a otros, y al prójimo, por medio del amor.

    En términos prácticos, esto significa que, como “comunidad viviente”, nos enfrentamos constantemente a desafíos y a una variedad de dificultades. No obstante, existe la voluntad y el amor de crecer junto con estos obstáculos y querer superarlos en unanimidad. Sin embargo, la unanimidad no significa que siempre tengamos todos la misma opinión, sino que quisiéramos someternos a la decisión que tomamos juntos en la comunidad reunidos en paz.

    Cuando me bauticé en la fe en septiembre de 2011, tomé la decisión personal de servir en esta iglesia y, por lo tanto, solicité oficialmente la membresía. Desde que di este paso, puedo decir que seguir a Cristo en el marco de la gran familia de Dios es enriquecedor y una enorme bendición.

    Muy a menudo otros miembros me han animado a servir a Dios brindando mis dones personales (en la alabanza y el ministerio para niños y niñas). He aprendido mucho, sufrido altibajos y superado dificultades. Mi carácter se ha formado; puedo afirmar con gratitud que tengo un Señor paciente que es paciente conmigo, aun cuando enfrento el mismo problema por tercera vez.

    – Franziska, miembro de MFWien, congregación menonita de Viena, Austria

    Mennonitischen Freikirche Österreich (MFÖ) / Iglesia Menonita Libre de Austria

    Desde el comienzo de la institucionalización de los menonitas en Austria, la participación en el Congreso Mundial Menonita se ha compartido con las iglesias nacionales de los Hermanos Menonitas de Alemania: Arbeitsgemeinschaft Mennonitischer Brüdergemeinden (Grupo de Trabajo de los Hermanos Menonitas), de Alemania y Vereinigung der Menoniten Brudergemein (Asociación de las Congregaciones de los Hermanos Menonitas), de Bavaria. Después de que la Asociación de Congregaciones de los Hermanos Menonitas fuera aceptada como miembro del CMM, la Iglesia Menonita Libre de Austria ha sido representada por su propio delegado.

    La Iglesia Menonita Libre de Austria consta actualmente de seis parroquias que cuentan con 385 miembros. Durante casi dos décadas el número de miembros fue disminuyendo lentamente, debido a que se cerraron dos congregaciones y fracasó la fundación de cuatro iglesias. En 2019, se registró un aumento del número de miembros. Lamentablemente, el “año corona” 2020 interrumpió este crecimiento tentativo de la Iglesia Menonita Libre de Austria.

    Historia

    Comenzando en Suiza, el anabautismo se extendió rápidamente en las tierras heredadas de los Habsburgo. Se estima que alrededor de un tercio de la población, junto con católicos y luteranos, eran anabautistas. Sin embargo, los monarcas de Habsburgo se consideraban defensores de la Iglesia Católica Romana y, por lo tanto, lucharon contra la Reforma. Muchos luteranos y anabautistas fueron expulsados de Austria. Si bien los “protestantes secretos” quizá hayan existido en remotas áreas montañosas, los anabautistas desaparecieron.

    No fue hasta después de la Segunda Guerra Mundial que los menonitas regresaron nuevamente a Austria para ayudar a los refugiados menonitas de Europa del Este. Han surgido comunidades gracias al trabajo con los refugiados en Alta Austria y Viena. Los misioneros de los Hermanos Menonitas participaron activamente en Alta Austria. Se fundó una comunidad en Viena, en colaboración con el Comité Central Menonita (MCC) y la Sonnenberggemeinde (Congregación Sonnenberg) de Suiza.

    Las congregaciones menonitas, como otras congregaciones de la Iglesia Libre, no fueron reconocidas como iglesias en Austria. Esto ha dado lugar a varias desventajas. Para remediar este trato desigual hacia las iglesias reconocidas, la Iglesia Católica Romana, las Iglesias Luteranas y Reformadas, el Instituto de Filosofía Jurídica de la Universidad de Viena y el movimiento ecuménico, “Caminos de Reconciliación: la mesa redonda” (Paths of Reconciliation – the round table), en colaboración con las Iglesias Libres, han procurado obtener el reconocimiento estatal de las Iglesias Libres. Se logró en 2013 mediante la unión de las convenciones de la Iglesia Libre de los bautistas, evangélicos, pentecostales y los movimientos carismáticos, de la comunidad cristiana Elaia y la Iglesia Menonita Libre de Austria.

    En 2019, el movimiento Bruderhof fue aceptado en la Iglesia Menonita Libre de Austria como la parroquia de Bruderhof de Austria.

    En la actualidad, la Iglesia Menonita Libre de Austria consta de seis parroquias en Gmunden, Linz, Retz, Steyr, Wels y Viena, y cuenta con 385 miembros bautizados.

    Nuestras comunidades están principalmente conformadas por austríacos y miembros de varios países europeos y no europeos. Debido a los movimientos internacionales de refugiados, las personas del Medio Oriente encuentran un hogar en nuestras comunidades. Por tanto, la composición de las iglesias es muy internacional,especialmente en las ciudades más grandes, como era de esperar.

    Muchos de nuestros miembros provienen del catolicismo, y algunos de la Iglesia Evangélica. Debido a la corta historia de las Iglesias Libres en Austria, hay solamente unos pocos cristianos de segunda generación y casi ninguno de tercera generación.

    En la actualidad, las congregaciones han enviado misioneros a Bangladesh y Kyrgyzstan, y los apoyan económicamente y por medio de la oración.

    Desafíos

    Las iglesias menonitas son pequeñas. La comunidad más grande se encuentra en Wels y cuenta con alrededor de cien miembros. Tres iglesias han empleado pastores a tiempo parcial. Dos iglesias están dirigidas por personas que brindan liderazgo espiritual y práctico a sus comunidades, además de tener un empleo de tiempo completo. En un futuro cercano, muchos líderes que han sido puestos a prueba durante muchos años, tendrán que ser reemplazados por colegas más jóvenes, quienes a su vez están ocupados con sus tareas profesionales y familiares.

    En las comunidades también hay familias jóvenes y colaboradores cuya mayor inquietud es la fundación de iglesias. También en este aspecto, la pandemia fue y es un obstáculo importante.

    Nuestra gente ha aportado diferentes ideas teológicas a partir de sus historias personales y trasfondos religiosos. Hay una clara influencia del Movimiento de los Hermanos a través de la literatura y las influencias del evangelismo norteamericano. Se entiende menos lo que es típicamente “menonita”, como una historia más o menos interesante. Nuestros pastores no provienen de una tradición menonita sino de otras tradiciones y, por lo tanto, no distinguen lo que tiene de especial ser anabautista. Es de esperar y se espera que, al participar en eventos menonitas internacionales, nuestros pastores y colaboradores descubran estas particularidades.

    Oportunidades

    Una comida fraterna al aire libre de la congregación Steyr en Austria. Foto gentileza de ‘MFO’

    La población austriaca es muy tradicional y prefiere guiarse por las decisiones tomadas por las autoridades, lo cual podría ser como consecuencia del largo gobierno monárquico en Austria.

    Como resultado de la acreditación estatal, las Iglesias Libres tienen sorprendentemente una aceptación significativamente mayor entre la población y, sobre todo, entre las autoridades. Aunque la diversidad de las Iglesias Libres todavía representa un problema de comprensión importante, cada vez se solicitan aclaraciones a las Iglesias Libre acreditadas con mayor frecuencia. Por lo tanto, la MFÖ tiene la oportunidad de sumarse a los consejos que debatan temas de gran relevancia para la sociedad; también tiene la posibilidad de ayudar a conformar esos consejos, tanto eclesiástica como políticamente. Entonces el diálogo con otras iglesias y sociedades religiosas es también más factible.

    A lo largo de los quinientos años de historia del anabautismo de los menonitas, la sociedad austríaca se da cuenta de las raíces europeas de las Iglesias Libres, así como de la permanencia, consistencia y también fiabilidad: buenas señales de una antigua tradición.

    eñales de una antigua tradición. Hace años se daba la controversia y, a veces, la enemistad entre las tradiciones de tendencia anabautista y otras iglesias libres; ahora la colaboración ha llevado a una unidad fraterna mucho más respetuosa.

    En la MFÖ, a los menonitas se les permitió desempeñar un rol equilibrador de actitudes muy divergentes, como las que podrían tener carismáticos y evangélicos. Pareciera que se valora la serenidad pacificadora de los menonitas.

    Las cinco convenciones de la Iglesia Libre de Austria (MFÖ) tienen la oportunidad de reafirmarse en la interacción cotidiana y, por lo tanto, mostrar que es posible estar unificados sin tener que renunciar a la propia identidad. Con las creencias de la Alianza Evangélica, la MFÖ adoptó un marco teológico y aborda cuestiones legales y sociales de manera unida. Sin embargo, las convenciones y sus iglesias siguen siendo autónomas. De esta manera, a la sociedad austríaca se le puede mostrar la diversidad y, a la vez, la unidad de las cinco tradiciones diferentes a través de nuestra presencia pública.

    Estos principios u otros similares también podrían ser aleccionadores más allá de las fronteras de Austria.


     

    Reinhard Kummer, presidente de la Iglesia Menonita Libre de Austria (Mennonitischen Freikirche Österreich)
    Este artículo apareció por primera vez en Correo/Courier/Courrier en octubre de 2021.
  • Nuestras historias anteriores de la encuesta global muestran que 1) las congregaciones menonita-anabautistas de todo el mundo están siendo impactadas, en diversas maneras, por problemas ambientales como el cambio climático, 2) se sienten ansiosas y tristes debido a esos impactos, y 3) están hablando un poco sobre el cuidado de la creación en sus iglesias. 

    Pero ¿exactamente cómo se sienten llamadas las iglesias a responder a los problemas del cuidado de la creación, incluyendo el cambio climático? 

    Para averiguar cómo están respondiendo las iglesias, el grupo de trabajo formuló dos conjuntos de preguntas: una “cerrada” con una lista de posibles respuestas a la creación en general, y la otra “abierta”, pidiendo identificar cualquier respuesta que haya tenido su iglesia al cambio climático, específicamente. 

    Estos resultados nos ayudan a comprender cómo las iglesias pueden inspirar mejor a las personas miembros de la iglesia en el trabajo para el cuidado de la creación. 

    Comúnmente, las iglesias se involucran en el cuidado de la creación a través de la enseñanza, la reflexión y la adoración  

    Karen Flores Vindel de la Iglesia Evangélica Menonita Hondureña (IEMH), participando como voluntaria en una capacitación en agricultura sostenible en una zona rural. 

    “Las personas jóvenes de la iglesia generalmente aprovechan las sesiones de evangelización para concienciar a las personas sobre las consecuencias del cambio climático y de cómo detener sus efectos”.

    –Thioro Bananzoro, Église Évangélique Mennonite du Burkina Faso 

    Al responder a las necesidades del cuidado de la creación, las iglesias se involucran naturalmente a través de actividades tradicionales de la iglesia como sermones, alabanza y adoración, oración, estudios bíblicos y actividades de concientización como talleres. Estas son respuestas espirituales, intelectuales o emocionales que a menudo no reducen directamente los impactos ambientales de la misma manera que otras acciones directas. 

    A veces percibidas como “solo hablar”, estas acciones son de hecho un paso importante para “hacer” el cuidado de la creación. Las iglesias claramente valoran estas acciones y deben reconocerse como aspectos críticos para fomentar la participación de la iglesia. 

    Las acciones comunes se centran en residuos, plantas y energía 

    “Cada año, con nuestros recursos limitados, al menos 150-200 hogares reciben apoyo para la plantación de árboles en sus patios”

    — Shemlal Hembron, Iglesia Hermanos en Cristo, Nepal 

    Por lo general, se danban informes sobre varias categorías de acción más “directa”. 

    Muchas congregaciones, especialmente en América Latina, informaron sobre acciones que abordaron los impactos de los desechos, realizando limpiezas de vecindario, promoviendo el reciclaje o produciendo menos desechos. 

    La plantación de árboles o jardines es otra acción común que se observa en todas las áreas y refleja el interés general mundial en soluciones basadas en plantas y alimentos. 

    Reducir la energía mediante una mayor eficiencia o mediante la instalación de energía solar fue una respuesta común en América del Norte, pero rara vez se mencionó en otras áreas. 

    Todas estas acciones representan acciones socialmente aceptables que son relativamente fáciles para que los grupos de las iglesias puedan hacerlas juntos. Además tienen beneficios colaterales (como una mejor salud con un entorno más limpio o ahorros de costos por un uso reducido de energía). Comprometerse con estas acciones es una buena manera para que las iglesias comiencen a tener un impacto positivo en el medio ambiente en sus comunidades. 

    Algunas acciones importantes reciben menos atención por parte de las iglesias 

    Jürg Bräker

    “Nuestra iglesia se ha comprometido con el tema del cuidado de la creación a través de la predicación, actividades políticas, membresía en organizaciones que promueven la conciencia por el cuidado del medio ambiente, celebraciones ecuménicas como las vísperas del día de la creación.”

    — Jürg Bräker, Mennoniten Gemeinde Bern (Alttäufer) (Iglesia Menonita de Berna, antiguo anabautista), Suiza. 

    La cita anterior representa cuántas congregaciones están comprometidas con el cuidado de la creación en varios niveles, pero es inusual mencionar la participación en actividades políticas. De hecho, las acciones públicas de incidencia son un área que estuvo constantemente en un lugar bajo en la lista de actividades en las iglesias, y la mayoría de las iglesias involucradas en este nivel se encuentran en América del Norte y África. 

    De manera similar, pocas personas mencionaron cambiar las opciones de transporte y hubo muy pocas respuestas que dijeran que estaban trabajando directamente para cambiar los patrones de consumo. Todas estas representan acciones que implican más riesgo, son más difíciles de implementar o no son aplicables a todos los contextos (el consumo varía enormemente por región, por ejemplo). 

    Sin embargo, todas estas son áreas que tienen un alto impacto para los problemas ambientales, y las iglesias deben considerar el valor de las acciones en estas áreas si desean tener un impacto real en la forma en que las sociedades abordan los problemas ambientales. 

    Como anabautistas, se nos conoce por el énfasis en vivir nuestra fe. Estos resultados muestran las formas en que esto está sucediendo con el cuidado de la creación, al mismo tiempo que señalan dónde las iglesias pueden tener mayor participación con acciones tangibles. ¿Qué necesitan las iglesias para aumentar su participación en estas acciones? El próximo mes veremos qué recursos y aprendizajes dicen las iglesias que necesitan para cuidar fielmente la creación de Dios. 


    Respuesta 

    Les damos la bienvenida a una serie sobre problemas ambientales y la iglesia mundial.

    Estas historias ilustrarán:

    a) Cómo se ven los menonita-anabautistas afectados por la degradación ambiental,
    b) Qué piensan los menonita-anabautistas sobre los problemas ambientales,
    c) En qué maneras están respondiendo los menonita-anabautistas

    Historia #1: ¿En qué maneras impactan las crisis ambientales a las comunidades eclesiales?
    Historia #2: ¿Cómo los problemas ambientales hacen sentir a la gente?
    Historia #3: ¿Cómo se intersecta el cambio climático con otros desafíos comunitarios?
    Historia #4: ¿Están nuestras iglesias y su liderazgo comprometidos con el Cuidado de la Creación?
    Historia #5: ¿Cómo practican las iglesias el cuidado de la creación?
    Historia #6: ¿Qué ayudaría a las iglesias a comprometerse más con el cuidado de la creación?
  • “Para quienes no quieren creer, ningún argumento es válido, y para quienes quieren creer, los argumentos no son necesarios”.

    Compartí dicha frase (de autoría desconocida) con una amistad de Ontario hace unos días. Hablamos de lo difícil que es que alguien cambie su posición sobre cualquier tema por una conversación que incluya argumentos lógicos y racionales. En cuestiones de fe, es aún más complicado porque comúnmente cada participante de una discusión sobre temas doctrinales o éticos, cree que tiene razón.

    ¿Conoce a alguien que haya cambiado su forma de pensar luego de escuchar un debate lógico?

    La frase: “Ah sí, estaba seguro de lo que creía, pero cambié de posición después de escucharte”, según mi experiencia es algo poco probable. En cambio, he visto cómo las emociones se interponen en una discusión, se alza el tono de la voz y los interlocutores no escuchan ni comprenden en su afán de responder y contradecir.

    Al conversar con esta amistad, llegamos a la conclusión de que los cambios en nuestro pensamiento constituyen más un proceso a largo plazo. A menudo, requiere al menos una relación constante y cordial en lugar de argumentos lógicos y bien estructurados.

    Sin embargo, el diálogo entre los discípulos de Jesús es fundamental para fortalecer la identidad y fomentar la unidad en el cuerpo de Cristo.

    Consideremos un ejemplo en el evangelio de Lucas, capítulo 24. En los versículos 13-35, conocemos la historia de dos discípulos que discutieron, con cierto grado de desacuerdo, sobre la persona de Jesús y los acontecimientos que acompañaron su muerte. Esa conversación fue indispensable para desarrollar la identidad de los discípulos como seguidores del Resucitado. También fue esencial para la unidad, que se encuentra en la comunión o al partir el pan a la mesa con Cristo.

    ¿Y si los discípulos hubieran rechazado la posibilidad de conversar dada la seguridad de sus convicciones? Hablar con el deseo sincero de escuchar y comprender a la otra persona requiere un inmenso grado de humildad y apertura. Sin esta actitud, la identidad y la unidad –ambos elementos necesarios para seguir a Jesús– son imposibles, según el texto de Lucas.

    Los diálogos doctrinales y éticos que elaboramos dentro y fuera de nuestra hermandad en el Congreso Mundial Menonita (en diálogos oficiales entre iglesias, por ejemplo), tienen la intención de construir nuestra identidad y mantener el don de la unidad que solo el Espíritu de Dios hace posible. El diálogo entre iglesias requiere la claridad y firmeza de nuestras convicciones, como también humildad y apertura en nuestros encuentros.

    Por tal motivo, en este número de Correo destacamos las conversaciones que hemos tenido recientemente dentro de nuestra comunión en relación al bautismo, y al diálogo intereclesial que hemos entablado sobre este tema en los últimos años con la Iglesia Católica y la Federación Luterana Mundial.

    Mi oración es que, como iglesia mundial, mantengamos posiciones claras y firmes en un marco de humildad y apertura, que nos permita crecer en identidad y unidad como discípulos de Cristo. ¡Que nuestro entendimiento siga iluminado por la presencia de Jesús, y que nuestros corazones sigan ardiendo a medida que el Espíritu obre en nuestras vidas y relaciones!


     

     

    César García, secretario general del CMM, oriundo de Colombia, reside en Kitchener, Ontario, Canadá.
    Este artículo apareció por primera vez en Correo/Courier/Courrier en octubre de 2021.
  • “En Alemania, el cuidado del medio ambiente ha estado en la agenda pública durante mucho tiempo, haciéndolo parte de la conciencia colectiva de nuestra iglesia hace un tiempo. Estamos probando diferentes formas de cumplir con la creencia de que debemos ser personas mayordomas de la creación de Dios”. 

    —Dora Schmidt, Mennonitengemeinde Enkenbach Alemania 

    ¿Qué es lo mejor que usted puede hacer para ayudar con la crisis climática? 

    La respuesta dada por Katharine Hayhoe, una destacada científica climática y cristiana evangélica, puede sorprenderle: Deberíamos hablar más sobre el cambio climático con quienes nos rodean. Una respuesta fiel al cuidado de la creación comienza hablando de ella, lo que luego conduce a otras acciones. 

    Es comprensible que la respuesta natural sea más bien evitar hablar de temas tensos como la crisis climática. 

    Dora Schmidt

    Por ejemplo, los datos de una encuentra en los Estados Unidos muestran que aunque el 72% de las personas estadounidenses piensan que el calentamiento global está ocurriendo, solo el 35% de las personas estadounidenses habla del tema al menos ocasionalmente. Esta es una asombrosa desconexión entre lo que sabemos y de lo que hablamos; y nos llama a poner atención a cuánto incluimos el tema del clima en nuestras conversaciones en la iglesia. 

    Entonces, ¿hablamos del cambio climático en nuestras iglesias? 

    ¿Es el cuidado de la creación realmente una parte de nuestra “conciencia colectiva” como iglesia, como sugiere esta cita de Alemania? 

    El Grupo de Trabajo para el Cuidado de la Creación preguntó a los miembros del CMM con qué frecuencia escuchan sobre el cuidado de la creación en sus iglesias y de las personas que están en el liderazgo. 

    1. La mayoría de las iglesias han hablado sobre el cuidado de la creación.

    Roy Kaufman

    La mayoría de las personas encuestadas escucharon sobre el cuidado de la creación al menos ocasionalmente o algunas veces en su iglesia, entre un cuarto y un tercio dijeron que escuchan sobre el cuidado de la creación con frecuencia o incluso semanalmente. 

    Curiosamente, hubo amplias similitudes entre las regiones en la frecuencia con la que las iglesias incluyen el cuidado de la creación en su vida de iglesia, a pesar de que las iglesias en diferentes regiones enfrentan diferentes desafíos en su vida cotidiana (vea “¿Cómo se intersecta el cambio climático con otros desafíos comunitarios?”). 

    Si bien es alentador que la mayoría de la gente escuche sobre el cuidado de la creación en la iglesia, el número más bajo que informó haber escuchado acerca del tema con frecuencia apunta hacia la necesidad de hacer que este sea más central en la iglesia. De hecho, hay algunas congregaciones en las que nunca se menciona el cuidado de la creación, y muchas personas encuestadas expresaron su decepción y frustración por la poca frecuencia con la que escuchan sobre este tema en su comunidad de adoración. 

    “La iglesia misma ha hecho poco para abordar el cambio climático, salvo a través del liderazgo que busca crear conciencia sobre el tema. Como en muchas comunidades rurales, el cambio climático a menudo se descarta porque parece representar una amenaza para el paradigma agrícola dominante que se emplea actualmente.”

    —Roy Kaufman, miembro de la Iglesia Menonita de Salem-Zion, Freeman, Dakota del Sur, EE.UU. 

    2. El liderazgo de la iglesia valora el cuidado de la creación. 

    Las personas encuestadas se dividieron equitativamente al informar que el liderazgo de la iglesia es ‘muy consciente’ (44%) o ‘algo consciente’ (47%) de la importancia de cuidar la creación; sólo una pequeña fracción (8%) sintió que el liderazgo ‘no era muy consciente’. 

    Desglosados entre las personas en el pastorado y las personas miembro, los resultados mostraron que tanto las personas en el liderazgo, como las personas miembros, tienen percepciones similares de que el liderazgo de la iglesia valora el cuidado de la creación – al menos hasta cierto punto. 

    Con el creciente impacto de los problemas ambientales en las comunidades, hablar más sobre el tema es un paso fundamental para hacer del cuidado de la creación una actividad central para la iglesia. Normalizar las discusiones sobre el cuidado de la creación es un paso importante hacia la adopción de medidas como personas individuales y como comunidades. 

    3. Las iglesias incorporan el cuidado de la creación en la enseñanza y la adoración en diversas maneras

    Moses David Livingstone

    Además de incorporar el cuidado de la creación en los sermones, la escuela dominical, los estudios bíblicos y otras actividades convencionales de la iglesia, las personas encuestadas informaron una amplia gama de formas creativas en las que el cuidado de la creación es parte de su vida en su iglesia. 

    Por ejemplo, las enseñanzas y la adoración adoptan formas de seminarios, oraciones públicas, un servicio para la juventud sobre el clima, historias para la niñez y un desafío climático semanal. 

    Algunas iglesias incluyen el cuidado de la creación en el ritual, como la celebración de reflexiones, la participación en el tiempo de la creación o la incorporación en las festividades (como la festividad del Día de Acción de Gracias en América del Norte). 

    Otras actividades fueron más orientadas hacia el exterior, como celebraciones ecuménicas, conversaciones interreligiosas y la puesta en marcha de iniciativas ciudadanas. 

    Otras personas integraron el cuidado de la creación en la estructura de la iglesia, creando un comité de acción climática, un equipo del ministerio de cuidado de la creación o un grupo de reflexión y trabajo sobre el cuidado de la creación. 

    “Nuestro sínodo organiza un plan de estudios basado en 5 personajes: amor, verdad, justicia, paz e integridad de la creación. Estos se dividen en temas anuales. Especialmente en el año de la integridad de la creación, nuestros programas comunitarios se centran en el tema de la degradación ambiental, incluyendo el cambio climático”

    —Moses David Livingstone,GKMI (Gereja Kristen Muria Indonesia) Kudus, Indonesia; también capellán de la fundación Kudus Yayasan Bina Pelayanan Masehi (YBPM, por sus siglas en inglés).  

    Indonesia 

    El cuidado de la creación es claramente un tema central para algunas iglesias, como la iglesia en Indonesia citada anteriormente. La diversidad de actividades informadas en la encuesta también ilustra las muchas formas en que las iglesias toman en serio el cuidado de la creación en la enseñanza y la adoración. Estos rituales de la iglesia y otras actividades relacionadas con el cuidado de la creación son formas importantes que nos llevan a involucrarnos más en la crisis climática como personas seguidoras de Jesús. 

    Únase a nosotros el próximo mes para explorar cómo las iglesias de todo el mundo informan que toman medidas para el cuidado de la creación. 


    Respuesta/Oración 

     

    GKMI Kudus acogió, durante tres semanas, a 150-200 personas refugiadas a causa del cambio climático. Después de eso, dice Moses David Livingstone, el liderazgo de la iglesia se comprometió a ser más conscientes de la amenaza global climática y a aprender sobre la preservación del medio ambiente.   Foto: Moses David Livingstone

     

    Buscando conversación:

    Haga una lista de cinco personas en su vida con las que nunca ha hablado de la crisis climática. Al pensar en cada persona, ¿qué barreras le impiden a usted discutir el tema? ¿Qué beneficios podría derivar mencionarlo? Oremos por oportunidades que permitan que estas conversaciones sucedan. 

    Afirmar el liderazgo del cuidado de la creación:

    ¿En qué parte de su congregación ha visto usted que prestan atención al cuidado de la tierra? Ya sea que haya sido la acción de una persona en el pastorado o en una clase de preescolar, agradezca a las personas involucradas. ¿Usted puede pensar en formas en que la iglesia podría tomar esta palabra o actuar más allá? 


    Les damos la bienvenida a una serie sobre problemas ambientales y la iglesia mundial.

    Estas historias ilustrarán:

    a) Cómo se ven los menonita-anabautistas afectados por la degradación ambiental,
    b) Qué piensan los menonita-anabautistas sobre los problemas ambientales,
    c) En qué maneras están respondiendo los menonita-anabautistas

    Historia #1: ¿En qué maneras impactan las crisis ambientales a las comunidades eclesiales?
    Historia #2: ¿Cómo los problemas ambientales hacen sentir a la gente?
    Historia #3: ¿Cómo se intersecta el cambio climático con otros desafíos comunitarios?
    Historia #4: ¿Están nuestras iglesias y su liderazgo comprometidos con el Cuidado de la Creación?
    Historia #5: ¿Cómo practican las iglesias el cuidado de la creación?
    Historia #6: ¿Qué ayudaría a las iglesias a comprometerse más con el cuidado de la creación?
  • El segundo seminario web estudió el informe, “Bautismo e incorporación al cuerpo de Cristo, la Iglesia: diálogo trilateral entre luteranos, menonitas y católicos romanos 2012-2017”.

    Thomas R Yoder Neufeld entrevistó a Larry Miller, cosecretario de la delegación menonita en el diálogo trilateral.


    Aprender del diálogo menonita-católico-luterano sobre el bautismo

    Tom Yoder Neufeld

    ¿Podría decirnos cómo surgió este diálogo? ¿Qué lo motivó?

    Larry Miller

    El diálogo trilateral sobre el bautismo surgió de dos diálogos previos del Congreso Mundial Menonita, uno con la Iglesia Católica (1998-2003) y el otro con la Federación Luterana Mundial (2005-2008). En cada caso, se trató del primer diálogo oficial a nivel mundial entre dichas iglesias y la familia de fe anabautista-menonita desde los conflictos del siglo XVI, conflictos que se dieron, sobre todo, respecto al significado y la práctica del bautismo.

    El objetivo de los diálogos fue lograr una mejor comprensión y mejores relaciones entre nosotros. El bautismo fue un punto fundamental de divergencia que se destacó en ambos diálogos.

    bautismo con estas dos iglesias surgió aproximadamente al mismo tiempo (2009- 2010). El liderazgo del CMM acordó que tal diálogo era importante, pero consideró que no era posible comenzar simultáneamente dos diálogos mundiales sobre el bautismo. Entonces propusimos un diálogo trilateral.

    Tom Yoder Neufeld

    ¿Hubo sorpresas, tanto positivas como negativas?

    Larry Miller

    Sí, hubo algunas sorpresas para la delegación del CMM, tanto positivas como negativas.

    Nos sorprendió escuchar que la delegación católica informara que algunos teólogos católicos se refirieran al bautismo de adultos como “normativo” en la historia doctrinal y litúrgica católica ya que, como ellos afirman, “es la forma que expresa plenamente el significado del bautismo”, y que “la historia muestra claramente que el rito en adultos es el modelo paradigmático del proceso bautismal”. (Informe, §79 y nota al pie 97)

    Nos sorprendió el rápido acuerdo teológico sobre los diferentes elementos incluidos en el proceso de incorporación a la iglesia y la vida en el cuerpo de Cristo: la iniciativa bondadosa de la gracia de Dios, la respuesta humana de fe y compromiso, instancias de catecismo y formación espiritual, un proceso de crecimiento en la fe y en el discipulado que dura toda la vida.

    Nos sorprendió la firmeza con que las tres delegaciones acordaran que el bautismo fuera para el discipulado. ¡El bautismo como parte del discipulado no es sólo algo menonita!

    Para mí, este es uno de los frutos más importantes del diálogo. “Nuestras tres iglesias consideran el arrepentimiento, la fe y el discipulado comprometido como elementos necesariamente vinculados con la vida cristiana en el cuerpo de Cristo, la iglesia, que tiene como uno de sus puntos de partida esenciales la celebración y recepción del bautismo.” (Informe, §79)

    Me sorprendió y conmovió percibir que confesar la tensión entre nuestra teología ideal del bautismo y la manera en que con demasiada frecuencia no vivíamos las implicaciones de nuestro bautismo, parecía más difícil para nosotros los menonitas que para las delegaciones católicas y luteranas confesar la brecha entre su teología y, a veces, su práctica.

    Al escuchar a la delegación católica y a la luterana, me sorprendió y avergonzó darme cuenta de lo poco que he considerado el profundo dolor que sienten algunos católicos y luteranos cuando automáticamente rechazamos la validez de sus bautismos, especialmente cuando el bautismo les abre el camino hacia el arrepentimiento, la confesión de fe y una vida de discipulado.

    Tom Yoder Neufeld

    ¿Surgieron obstáculos durante sus interacciones?

    Larry Miller

    ¿Cómo íbamos a presentar las concepciones y prácticas anabautistamenonitas contemporáneas dada la diversidad actual de concepciones y prácticas de nuestra familia mundial de fe?

    Como secretario general del CMM durante varias décadas, estaba profundamente consciente de dicha diversidad. Incluso entre las distintas iglesias de las que provenían los miembros de la delegación, había una gran diversidad. Es por eso que en las “Reflexiones finales menonitas” del informe (§116-133), la delegación habla solo por sí y no en nombre del Congreso Mundial Menonita ni de la familia de fe anabautista-menonita más amplia.

    Tras cinco años de reuniones, cada una con múltiples presentaciones y un intenso debate, ¿cómo habríamos de redactar un informe final que sólo incluyera lo que cada delegación considerara fundamental?

    Tom Yoder Neufeld

    ¿Cuáles fueron las mayores bendiciones recibidas? ¿En definitiva, se sintió agradecido por lo que Dios nos ha bendecido, en nuestra propia tradición eclesial en relación con el bautismo?

    Larry Miller

    Sí, me sentí agradecido por lo que Dios le ha dado a la iglesia a través de la familia de fe anabautista-menonita, gracias a nuestras concepciones y prácticas del bautismo. En estos diálogos ‚Äíy ya en los preparativos‚Äí vi más claramente la importancia de este don, no solo para nosotros sino para toda la iglesia cristiana.

    nosotros sino para toda la iglesia cristiana. Los diálogos dejaron en claro cuánto ha cambiado la situación desde el siglo XVI.

    En aquel momento, el bautismo de creyentes, tal como era practicado por los anabautistas, generó hostilidad y a veces persecución por parte de las autoridades luteranas y católicas.

    Ahora dichas iglesias reconocen oficialmente y respetan el bautismo anabautista-menonita de personas no bautizadas previamente. Creo que esta transformación es una señal de que la gracia de Dios ha obrado a través de nosotros, a pesar de nuestras debilidades y fracasos.

    ¿Cuáles son las mayores bendiciones que nos brinda este diálogo? Son los “desafíos” que nos presentan las otras iglesias (cf. párrafos 124-130), especialmente:

    El desafío de integrar nuestra concepción de la conversión y el bautismo con una toma de conciencia de nuestra tendencia constante de ir en contra de Dios, por un lado, y la posibilidad de seguir fielmente a Jesucristo, por el otro.

    El desafío de no permitir que nuestra preocupación por la respuesta humana respecto de la conversión, el compromiso y el bautismo, ensombrezca la iniciativa de Dios en todos los aspectos de la salvación, incluido el bautismo. El bautismo de adultos comienza con el acto de la gracia de Dios, no con mi confesión personal de fe. El discipulado depende de la gracia perdurable de Dios, no de que mi bautismo fuera el correcto.

    El desafío de desarrollar una mayor coherencia y profundidad en la formación de las personas para el bautismo, y hacer del recuerdo de nuestros bautismos una ocasión recurrente del discipulado. El bautismo de los creyentes es un peregrinaje que dura toda la vida, no un evento de un día, aunque fuera un bautismo de adultos.

    Si nos tomamos en serio estos dones que nos desafían, creo que nos enriqueceríamos enormemente. 

    Tom Yoder Neufeld

    Un bautismo durante la pandemia de Covid-19 en Canadá. Foto proporcionada

    La delegación menonita ha hecho recomendaciones a las iglesias del CMM, acerca de: “considerar” la incorporación como miembros de aquellas personas que hayan sido bautizadas cuando eran infantes, que se hayan apropiado de su bautismo y lo hayan vivido fielmente, y que lo hiciéramos sin requerir el rebautismo. ¿Podría dar más detalles sobre ello?

    Larry Miller

    Al final del diálogo trilateral e informe, la delegación del CMM reafirmó la “creencia histórica” de las iglesias anabautistamenonitas de que “el bautismo de creyentes es la enseñanza y práctica normativa del Nuevo Testamento”, y que “esta enseñanza y práctica es la normativa hoy en día” (§131).

    También afirmamos la unidad de los creyentes anabautista-menonitas “con todo el cuerpo de Cristo mediante la fe trinitaria, vivida a través de la confianza y obediencia a Jesucristo”. (§132) Consideradas en su conjunto, estas dos afirmaciones plantean implícitamente la cuestión de cómo damos testimonio de la unidad en Cristo, cuando estamos divididos en algunos aspectos de nuestras concepciones y prácticas respecto a un acto cristiano fundamental como es el bautismo.

    Es posible que el problema no sea tan grave para la Iglesia Católica y las iglesias luteranas. Ambas están profundamente dolidas porque rechazamos su bautismo de infantes, dado que sienten que también rechazamos lo que creen que es la acción de la gracia de Cristo y la promesa de la comunión con Cristo, en el bautismo de infantes. Sin embargo, hoy en día ambas reconocen oficialmente y aceptan como válido el bautismo anabautista-menonita de personas no bautizadas previamente.

    ¡Dichas iglesias han avanzado mucho desde el siglo XVI!

    La situación podría ser más difícil para nosotros ya que no afirmamos ni practicamos el bautismo de infantes. Podría ser aún más complicado para nosotros en aquellos casos en los que una persona que busca ser miembro de una iglesia anabautista-menonita haya sido bautizada cuando era un infante, pero que como adulto haya reafirmado su fe personal en Cristo y haya estado viviendo una vida de discipulado comprometido. ¿Debe dicha persona ser bautizada nuevamente? ¿O es suficiente una confesión de fe pública y personal, y un compromiso con el discipulado permanente para ser miembro de una congregación anabautista?

    En relación con una pregunta aún más específica, ¿qué debería hacer una iglesia anabautista-menonita si el candidato a la membresía de la iglesia solicitara el rebautismo? ¿Podría el proceso de discernimiento, previo a la recepción de este creyente en la iglesia anabautistamenonita, incluir una conversación entre el candidato, la iglesia de origen y la iglesia receptora por respeto mutuo, para dar testimonio mutuo, y juntos procurar una mayor unidad en el cuerpo de Cristo, incluido el cuerpo local de Cristo?

    La delegación propuso (§133a) que nuestras iglesias consideraran estas preguntas mientras procurábamos afirmar tanto el bautismo para seguir a Cristo ‚Äí discipulado‚Äí como la unidad en Cristo. La delegación también propuso (§133c) que, independientemente de la respuesta a estas preguntas, nuestras iglesias pidieran a todos los miembros ‚Äíincluidos los que son recibidos de iglesias con prácticas bautismales de infantes‚Äí que afirmaran nuestra interpretación y práctica histórica del bautismo de creyentes adultos.

    Me gustaría llamar la atención sobre el hecho de que la delegación sugiere varias otras ideas para su consideración, ideas que creo podrían contribuir más significativamente a la configuración de la vida espiritual de nuestras iglesias que la cuestión de cómo recibimos a los creyentes bautizados de infantes (véase §133d-f).

    Específicamente, la delegación sugiere que nuestras iglesias consideren:

    Procurar maneras de enriquecer o desarrollar prácticas de acción de gracias y bendición para los infantes, sus padres y las congregaciones locales que los respaldan.

    Brindar ocasiones para que todos los miembros “recuerden su bautismo” y renueven su compromiso bautismal hacia una vida de discipulado.

    Reflexionar sobre por qué ha sido tan difícil para muchas iglesias de nuestra tradición integrar el discipulado fiel y la unidad entre nosotros y con los demás. Somos una iglesia conocida ecuménicamente no sólo por el bautismo de adultos y el discipulado cristiano, sino también por la división de iglesias.

    Tom Yoder Neufeld

    ¿Algún comentario final que le gustaría compartir?

    Larry Miller

    El informe está publicado “como un documento de estudio”, no como un documento legislativo, con la esperanza de que, mediante un amplio debate tanto dentro de las tres tradiciones eclesiales como fuera de ellas, contribuya a “un mejor entendimiento mutuo y a una mayor fidelidad a Jesucristo”. Ciertamente mi esperanza es que nuestras tres comuniones crezcan en fidelidad a Jesucristo.

    Tom Yoder Neufeld

    Mi oración y la oración de todos nosotros es que su labor nos permita ser más fieles a nuestros votos bautismales respecto a la manera en que vivimos nuestra nueva vida en Cristo.

    Un bautismo al aire libre en Tailandia. Foto gentileza de la Comunidad Internacional de los Hermanos Menonitas (ICOMB)

    Dones sorprendentes

    Podemos percibir el gran don que recibimos cuando hermanas y hermanos que a menudo han estado sumamente enfrentados entre sí, se animan a vivir en la unidad que tenemos en Cristo. Esta es una unidad que no depende del acuerdo, sino de la realidad fundamental de que es el mismo Dios que en Cristo, por medio del Espíritu, nos ha reunido en el único cuerpo de Cristo.

    En este intercambio con católicos y luteranos, tenemos un ejemplo de cómo ese don del Espíritu es recibido conjuntamente por las comuniones de las que nos hemos distanciado enormemente, en torno a uno de los eventos centrales de la vida cristiana, el bautismo.

    Permítanme destacar algunos de los “dones sorprendentes” citados en el informe.

    Practicamos el bautismo de creyentes porque prácticamente todos nuestros miembros son miembros convertidos (no provienen de familias menonitas, protestantes o evangélicas). El bautismo es una parte muy importante del compromiso de seguir a Jesús en el contexto de una comunidad de creyentes que confiesan a Jesús como Señor y Salvador y que desean seguir a Jesús juntos. ‚ÄîCarlos García Martínez, México

    La gracia

    Para los católicos y luteranos, el bautismo es ante todo un acto de la gracia de Dios. Dios es el actor de este sacramento, ya sea en el bautismo de infantes o de adultos. Así es como Dios aborda el “pecado original”, y comienza la obra de transformación e incorporación al cuerpo de Cristo que durará toda la vida.

    Esto puede ayudarnos a comprender por qué los católicos y luteranos creen que es importante ofrecer tal gracia salvadora desde el comienzo mismo de la vida de una persona. Es cierto que se requiere fe, pero en los casos de infantes es principalmente la fe de los padres y la iglesia. Entonces, también podremos comprender mejor por qué los católicos y luteranos están preocupados por los anabautistas que rechazan el bautismo de infantes. A su parecer, estamos rechazando la acción de la gracia de Dios.

    Por supuesto, como anabautistas también atesoramos la gracia de Dios. Según la interpretación anabautista, la gracia de Dios, a través del Espíritu, llama a las personas y les permite buscar a Dios, ofrecerle sus vidas a Dios, y finalmente por medio del bautismo, comprometerse a seguir a Cristo en el discipulado y la participación en la reunión local de creyentes.

    Todo ello constituye la gracia capacitadora y salvadora de Dios en acción: antes, durante y después del bautismo.

    Sin embargo, ¿podemos perder de vista la gracia de Dios con demasiada facilidad cuando nosotros, como anabautistas, hemos hecho tanto hincapié en la propia decisión del creyente de procurar el bautismo, y comprometerse con el discipulado y la iglesia?

    El discipulado

    Otro don sorprendente que identificó Larry fue saber que el discipulado no es una preocupación únicamente de los menonitas o anabautistas, sino algo que también comparten católicos y luteranos.

    importantes entre las delegaciones sobre cómo es el discipulado.

    Por ejemplo, una diferencia importante entre las tres tradiciones eclesiales es cómo la iglesia se relaciona con el Estado y sus demandas, especialmente con respecto a portar armas. Y esto se relaciona, por supuesto, con la importancia central que los anabautistas le dan a la no resistencia y a la no violencia.

    Sin embargo, todas coincidieron firmemente en que el bautismo está estrechamente vinculado al discipulado, a “vivir fielmente nuestro bautismo”, como lo expresan en el Informe.

    No lograr vivir fielmente nuestro bautismo

    Las tres tradiciones eclesiales mencionaron y lamentaron la gran distancia que existe, por un lado, entre la teología del bautismo ‚Äía menudo hermosa y profunda‚Äí, y por otro lado, la manera en que muchos de los bautizados no logran “vivir fielmente su bautismo”. A la luz de ello, parece claro que podemos unirnos a los católicos y luteranos enfatizando la importancia de la formación, como lo definen los católicos, o “recordar el bautismo”, como prefieren decir los luteranos. Quizá como menonitas podamos recuperar algo del significado básico de ser discípulo, es decir, ser estudiante, aprendiz. Y ello significa también enseñar sobre el bautismo y cómo vivirlo fielmente.

    Aceptar la invitación de los menonitas a “considerar”

    Los delegados menonitas afirman plenamente que el “bautismo de los creyentes” es bíblicamente la convicción más fiel.

    La segunda convicción es que también debemos ser bíblicamente fieles a la oración de Cristo, de que vivamos en la unidad que tenemos por la gracia de Dios, con aquellos que también son miembros del cuerpo de Cristo. La delegación menonita nos pide que honremos tanto el deseo de ser fieles bíblicamente como el llamado de Cristo a vivir en la unidad que Dios ya ha creado en Cristo, a través de su Espíritu. Es un momento asombroso de la historia en el que los miembros del cuerpo de Cristo, que a menudo han sido tan trágicamente hostiles entre sí, deseen edificarse mutuamente, para juntos animar a los cristianos a ser más fieles en el discipulado de Cristo al vivir fielmente su bautismo. Aprovechemos esta magnífica oportunidad como familia de iglesias anabautistamenonitas, para hacer de este llamado a vivir fielmente nuestro bautismo, una parte central de nuestro proceso de Renovación que conducirá a 2028, y en lo sucesivo.


     

     

    Thomas R Yoder Neufeld, presidente de la Comisión de Fe y Vida y profesor emérito de teología, es miembro de la Primera Iglesia Menonita, Kitchener, Ontario, Canadá.
    Este artículo apareció por primera vez en Correo/Courier/Courrier en octubre de 2021.
  •  

    Era muy difícil ir al norte de Etiopía después de que estalló la guerra. Pese a los problemas de seguridad, cuando supe que los miembros de nuestra iglesia al oeste de Tigray se encontraban en una situación difícil, organicé un equipo para que fuéramos a fin de expresar nuestro amor por los miembros de MKC de la zona.

    La situación era grave. Ya no existían viviendas, actividad comercial ni la infraestructura previa a la guerra; estaba todo vacío.

    Pudimos visitar las ciudades donde aún había iglesias MKC locales. En un lugar llamado Abduraf, un nuevo converso había recibido capacitación en las doctrinas cristianas básicas y estaba listo para el bautismo por inmersión. Lamentablemente, estalló la guerra, los líderes de la iglesia se dispersaron y el nuevo creyente no pudo bautizarse.

    Cuando visitamos la zona, este nuevo creyente me pidió que lo bautizara. Al preguntar sobre su testimonio, los creyentes locales me dijeron que había conocido la verdad pero que aún no se había bautizado.

    A menudo bautizamos a las personas en un río o en una gran bañera, pero en esa zona ninguna de las dos opciones estaba disponible. Le dije que allí el bautismo no era posible

    El nuevo creyente pensó un poco y me dijo que podía bautizarlo en un barril.

    Como había escasez de agua en la zona, sin inmutarse, él y otros creyentes compraron recipientes de agua y llenaron el barril.

    Me preguntaba cómo este hombre podía meterse en un barril. Él dijo: “Puedo, tengo entrenamiento militar”.

    única blanca y una cruz para que pareciera un sacerdote. También trajeron una para el nuevo creyente. Lo vestí con una túnica blanca y una cruz, y lo bauticé en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

    Para mi sorpresa, tan pronto como salió del barril se llenó del Espíritu Santo. ¡Quedé asombrado! Nunca había visto a una persona llena del Espíritu Santo en una situación tan difícil.

    Todos agradecieron a Dios. Nos olvidamos de que estábamos en una zona insegura. Todos sentimos la presencia de Dios.

    Lo que sucedía parecía una película, no la realidad. Habíamos presenciado un acontecimiento singular.

    Después de ser bautizado, los creyentes lo recibieron cantando. Uno a uno lo abrazaron y le decían, “Felicitaciones”.

    Nuestro hermano se regocijó por haber sido bautizado.

    “En una situación imposible, Dios abrió el camino para que me bautizara. Este día es histórico para mí. Dios envió al presidente de nuestra iglesia a bautizarme.”

    Dios está en todas partes cualquiera que sea la situación y lleva a cabo su obra cuando estamos dispuestos a participar en el mundo y compartir las buenas nuevas con la gente.


     

    Desalegn Abebe, presidente de la Iglesia Meserete Kristos (Cristo nuestro Fundamento), iglesia miembro del CMM de Etiopía.
    Este artículo apareció por primera vez en Correo/Courier/Courrier en octubre de 2021.
    Baptism in a barrel, Ethiopia
  • Tras un diálogo de cinco años con teólogos de las tradiciones católica romana y luterana, el Comité de Fe y Vida invitó a los miembros del Congreso Mundial Menonita a considerar juntos nuestras prácticas anabautistas en Renovación 2027, en dos seminarios web titulados, “Crean y sean bautizados: Un diálogo mundial sobre el bautismo”.


    Contexto bíblico, teológico e histórico del bautismo de creyentes

    El 21 de enero de 1525, un pequeño grupo de jóvenes se reunió en secreto en la ciudad suiza de Zúrich para un culto inusual. Habían sido criados en la tradición católica, pero durante varios años se habían estado reuniendo para estudiar y discutir la Biblia con su mentor, Ulrico Zuinglio, sacerdote de la iglesia principal de la ciudad (Grossmünster).

    Al leer las Escrituras, el grupo comenzó a cuestionar varias prácticas de la Iglesia Católica, incluido el bautismo de infantes, aunque quienes participaban tenían distintas opiniones acerca de qué hacer al respecto. Zuinglio, apoyado por el Ayuntamiento de Zúrich, insistía en realizar reformas moderadas e introducirlas gradualmente. Los miembros del grupo de estudio bíblico se resistían. Argumentaban que si las Escrituras eran claras, los cambios en la práctica de la iglesia debían realizarse de inmediato, independientemente de las consecuencias políticas o sociales.

    Por tanto, ese día de enero de 1525, el pequeño grupo renunció formalmente a su bautismo de infantes y, siguiendo el modelo de Jesús y Juan el Bautista, recibió el bautismo de adultos como símbolo de su compromiso voluntario de seguir a Cristo y de apoyarse mutuamente en esta nueva etapa de fe.

    Para los cristianos modernos, dicha acción parece casi trivial. Después de todo, ¿cuán problemático podía ser el hecho de que un grupo de personas se reuniera a orar para luego verter agua sobre sus cabezas? Sin embargo, esta acción –que marcó el comienzo del movimiento anabautista (o “rebautizador”)– tuvo profundas consecuencias. A los pocos días, el Ayuntamiento de Zúrich ordenó el arresto y encarcelamiento de cualquiera que participara en tales bautismos. Hacia 1526, las autoridades declararon el bautismo de adultos un delito capital. Y en enero de 1527, Félix Manz, en cuya casa se había reunido el grupo, sufrió la consecuencia final de sus convicciones. Con las manos y los pies atados a un poste de madera, Manz fue “bautizado” una vez más, empujado a las gélidas aguas del río Limmat en una ejecución pública.

    A medida que se extendía el movimiento anabautista, los líderes políticos y eclesiales los condenaron como herejes. Durante las siguientes décadas, unos tres mil creyentes fueron ejecutados por el delito de ser “anabautistas” o “rebautizadores”.

    Sin embargo, el movimiento que iniciaron sigue vivo. Actualmente, unos 2,2 millones de cristianos en todo el mundo se definen como parte de la tradición anabautista, incluidas las 107 iglesias nacionales miembros que conforman el Congreso Mundial Menonita

    Los ingredientes parecen bastante sencillos: agua, una reunión de testigos y algunas palabras elegidas cuidadosamente. Para una persona laica que mira desde afuera, le puede parecer difícil entender por qué la práctica cristiana del bautismo es tan importante. Pero, a pesar de su sencillez, prácticamente todos los grupos cristianos consideran el bautismo un acontecimiento fundacional, un ritual que expresa convicciones básicas de su fe.

    Pocas prácticas son tan fundamentales para la iglesia cristiana y, sin embargo, pocas han sido la fuente de tantos desacuerdos y debates entre cristianos.

    • ¿Es el bautismo esencial para la salvación?
    • ¿Cuál es la edad apropiada para el bautismo?
    • ¿Cómo se debería realizar el ritual?
    • ¿El bautismo confiere salvación en sí mismo o es un símbolo de la salvación ya recibida?

    El bautismo en la tradición cristiana

    Foto: Mariano Ramírez

    Las raíces del bautismo cristiano se inspiran en las imágenes bíblicas del agua, un símbolo perdurable de purificación, renovación y de la vida misma. En el Antiguo Testamento, el agua a menudo se asocia con la presencia sanadora de Dios: un manantial en el desierto, un pozo vivificante o la justicia que fluye “como un río impetuoso”.

    El símbolo del bautismo cristiano proviene directamente de la historia del Éxodo del Antiguo Testamento, cuando Dios dividió las aguas del Mar Rojo para permitir que los hijos de Israel huyeran de la esclavitud en Egipto y escaparan de los ejércitos del Faraón. Esta dramática acción de “cruzar las aguas” señaló el renacimiento de los hijos de Israel. Habiendo cruzado las aguas, ya no eran esclavos, se habían convertido en la nueva comunidad del pueblo de Dios, comprometidos mutuamente por el don de la Ley y por su dependencia de Dios como guía y sustento.

    Resuenan claramente los ecos de la historia del Éxodo en el relato de Juan en el Nuevo Testamento, a quien apodaron “El Bautista”. La ardiente predicación de Juan llamó al arrepentimiento: la transformación del corazón simbolizada por un rito de purificación en las aguas del río Jordán. Según los evangelios, Jesús comenzó su ministerio formal solo después de haber sido bautizado por Juan. Esa acción, acompañada por la bendición de Dios y la clara presencia del Espíritu Santo, significó para Jesús un “cruce” hacia un nuevo ministerio de sanación y enseñanza que culminó tres años después con su crucifixión, muerte y resurrección.

    Los primeros cristianos entendían el bautismo como un símbolo pleno de significado, proveniente tanto del Antiguo Testamento como de la vida de Jesús. Como el Éxodo, el bautismo en la iglesia primitiva simbolizaba la renuncia a una vida esclavizada por el pecado y un “cruce” hacia una nueva identidad como parte de una comunidad de creyentes que, como los Hijos de Israel, estaban comprometidos a vivir en dependencia de Dios.

    Muchos de los primeros cristianos también consideraban el bautismo una representación de la muerte y resurrección de Cristo. Los candidatos al bautismo entraban al agua desnudos, despojados y vulnerables, como Cristo en la cruz, negándose a sí mismos. Después de salir del agua, se vestían con túnicas blancas como símbolo de la resurrección y de su nueva identidad como seguidores de Jesús

    Existe fuerte evidencia del siglo II y III que sugiere que los primeros cristianos bautizaban solo a adultos; y solamente tras un largo y riguroso período de instrucción y capacitación. Es decir, la iglesia primitiva reservaba el bautismo para aquellos que habían experimentado una transformación del corazón, que estaban comprometidos con una vida de discipulado diario, y estaban dispuestos a formar parte de una nueva comunidad de creyentes.

    Del bautismo voluntario al bautismo de infantes

    Sin embargo, en algún momento durante el siglo IV, esta práctica comenzó a cambiar. Un elemento fundamental de este cambio en la práctica bautismal fue la conversión del emperador romano Constantino en el 312 d.C., un acontecimiento que transformó lentamente la naturaleza misma de la iglesia cristiana. Durante el siglo posterior a la conversión de Constantino, la iglesia pasó de ser una pequeña minoría perseguida, a convertirse en una poderosa institución cuyos obispos llegaron a depender de los ejércitos del imperio romano para su protección y como medio para eliminar la herejía.

    Gradualmente, el cristianismo se convirtió en la religión “oficial” de los emperadores romanos, una especie de “pegamento” religioso-cultural que podía ayudar a unir un imperio que se estaba fragmentando.

    Dado que todos en el territorio ahora estaban obligados a ser cristianos, ya no tenía sentido asociar el bautismo con el arrepentimiento, con una transformación de vida, o con una nueva identidad en una comunidad de creyentes.

    Casi al mismo tiempo, surgieron nuevos argumentos para defender la práctica del bautismo de infantes. Por ejemplo, a fines del siglo IV, San Agustín (354-430) insistió en que desde el mismo momento del nacimiento, los seres humanos estaban atrapados en la esclavitud del pecado. El bautismo de infantes, argumentó, era necesario para la salvación del alma del niño. En su enseñanza decía que el propio acto del bautismo confería al niño el don espiritual de la gracia. El sacramento del bautismo incorporaba al niño a la iglesia, salvando su alma de la mancha del pecado original y de las garras del infierno.

    En la sociedad medieval posterior, el bautismo también implicaba la membresía del niño en la comunidad cívica, y se registraba como un sujeto que algún día pagaría impuestos y le debía lealtad al señor feudal local.

    Los líderes de la Reforma, Lutero, Zuinglio, Calvino y otros, acordaron que los niños debían ser bautizados al nacer. Lutero argumentó que el bautismo de infantes confirmaba que éramos totalmente dependientes del don gratuito de la gracia de Dios para nuestra salvación, no de nuestras propias acciones. Zuinglio señaló que Jesús enseñó que debemos volvernos “como niños” para entrar en el Reino de Dios. El bautismo de infantes, como la circuncisión para los judíos del Antiguo Testamento, era una señal de inclusión en el cuerpo de creyentes y un compromiso por parte de los creyentes de criar a ese niño en los caminos de Dios.

    Interpretación anabautistamenonita del bautismo

    Cuando los líderes anabautistas comenzaron a desafiar la práctica del bautismo de infantes, la gente reaccionó con confusión, enojo y finalmente con violencia.

    Para los anabautistas, el argumento principal a favor del bautismo de los creyentes, a diferencia del bautismo de infantes, se basa en un principio fundamental de la Reforma misma: “Solo la Escritura basta”. En su lectura del Nuevo Testamento, los anabautistas del siglo XVI no pudieron encontrar ninguna justificación bíblica para la práctica de bautizar bebés. En cambio, las enseñanzas de Jesús vinculaban explícitamente el bautismo con el arrepentimiento y la fe, algo que un niño claramente no podía hacer. Por ejemplo, mientras instruía a los discípulos que predicaran las buenas nuevas del evangelio, Jesús prometió: “Todo el que crea y sea bautizado, será salvo” (Marcos 16,16). La secuencia aquí es clara: la fe viene primero, luego el bautismo.

    Al final de su ministerio, en una amonestación final a los discípulos, Jesús volvió a hablar del bautismo. “Por tanto, vayan”, les dijo a los discípulos en Mateo 28,19-20, “y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a obedecer todo lo que yo les he mandado”.

    Aquí nuevamente, el orden es importante. Jesús exigía a sus seguidores que primero “hicieran discípulos” y luego que bautizaran, con la expectativa de que a los nuevos conversos también se les enseñaría a obedecer los mandamientos de Cristo. Por tanto, las personas se convierten en seguidores de Jesús al escuchar, comprender y responder a un llamado, tal como lo habían hecho los primeros discípulos.

    Esta misma secuencia se repite en la historia de los primeros bautismos de la iglesia apostólica, como se registra en Hechos 2. La historia comienza con Pedro predicando un sermón a una multitud de judíos, que se ha reunido en Jerusalén para la celebración anual de la Pascua. Pedro termina su sermón con un llamado al arrepentimiento. “Los que aceptaron su mensaje”, concluye el relato, “fueron bautizados”.

    Para los anabautistas, y los grupos que los siguieron, el compromiso de seguir a Jesús implicaba una conversión o un “cambio”. Es decir, una reorientación radical de prioridades, simbolizada por el bautismo, que podía llevar a la persecución e incluso a la muerte. ¬°No es una decisión que pueda tomar un niño!

    El significado del bautismo: un cordón de tres hilos

    El pastor Sang Nguyen Minh
    bautiza a Nguyen Thi Lien en Vietnam.
    Foto: Iglesia Menonita de Hoi An

    Los anabautistas no creían que el acto del bautismo, en sí mismo, convirtiera a una persona en cristiana. Más bien, el bautismo era una “señal” externa o un “símbolo” de una transformación interna.

    Los símbolos, por supuesto, pueden tener más de un significado. Basándose en un versículo de 1 Juan 5, los anabautistas describían frecuentemente el bautismo como un cordón de tres hilos: espíritu, agua y sangre, y todos apuntaban a las cualidades esenciales del bautismo:

    Los hijos de Dios son aquellos que creen que Jesús es el Cristo y siguen sus mandamientos. Según 1 Juan, tres son los que dan testimonio de que Jesús es el Hijo de Dios: “el Espíritu, el agua y la sangre; y los tres concuerdan” (1 Juan 5,8).

    1. . En su nivel más básico, el bautismo es un signo visible de la obra transformadora del Espíritu Santo. Es un reconocimiento público de que el creyente se ha arrepentido del pecado, ha aceptado el perdón de Dios y ha “entregado su vida a Cristo”. El bautismo celebra el don de la salvación: el don de la gracia bondadosa, misericordiosa y propiciadora de Dios.

    2. Al mismo tiempo, el bautismo es también una señal de pertenencia a una nueva comunidad. En el bautismo de agua nos sometemos al cuidado, a la disciplina y hermandad de la comunidad. En el bautismo prometemos dar y recibir consejo, compartir nuestras posesiones y servir en la misión más amplia de la iglesia. En la tradición anabautistamenonita la salvación nunca es puramente privada o hacia dentro; nuestra fe siempre se expresa en nuestras relaciones con los demás.

    3. Finalmente, en el bautismo los nuevos creyentes prometen seguir el camino de Jesús, vivir como él vivió y enseñó, aunque incluya ‚Äîcomo sucedió con Jesús‚Äî malentendidos, persecución, sufrimiento o incluso la muerte. No es suficiente afirmar el perdón de los pecados o que tu nombre figure en una lista de miembros de la iglesia. El bautismo también implica una manera de vivir que se parezca a la de Jesús: una manera de vivir que ame a Dios de todo corazón y al semejante como a sí mismo. Los anabautistas del siglo XVI procuraron recuperar estas enseñanzas, que habían perdido claridad en la historia de la iglesia. Basándose en los conceptos bíblicos, entendieron el bautismo como una señal de la presencia transformadora del Espíritu, como un símbolo de la pertenencia a una comunidad, y de la disposición a seguir a Cristo incluso a costa de grandes sacrificios.

    Los anabautistas del siglo XVI procuraron recuperar estas enseñanzas, que habían perdido claridad en la historia de la iglesia. Basándose en los conceptos bíblicos, entendieron el bautismo como una señal de la presencia transformadora del Espíritu, como un símbolo de la pertenencia a una comunidad, y de la disposición a seguir a Cristo incluso a costa de grandes sacrificios.


     

    John Roth, secretario de la Comisión de Fe y Vida y profesor de historia de Goshen College, es miembro de la Iglesia Menonita de Berkey Avenue, Goshen, Indiana, EE. UU.

    Este artículo apareció por primera vez en Correo/Courier/Courrier en octubre de 2021.

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  • “La mayoría de los miembros están desempleados, la supervivencia es muy difícil”. 

    Leontina Mahamba, Paroisse Alegri de Malanje a, Iglesia de la Comunidad Menonita en Angola. 

    “La enfermedad mental es el factor principal que mantiene a las personas, con las cuales nos encontramos, sin hogar. El calor, la sequía y el aire malo agravan su situación. La inseguridad alimentaria es otro problema que abordamos… Las personas se ven obligadas a elegir entre el alquiler y la comida”. 
    Duane Ruth Heffelbower, EE.UU. 

    “Responder a necesidades de hambre y escasez económica; atención a población migrante; apoyar iniciativas de generación de ingreso; prudencia y autocuidado en medio de la violencia y practicar la noviolencia; Corrupción e inequidad socioeconómica; responder en oración ante problemáticas; contribuir a iniciativas de paz.”  
    Grupo Cuidado de la Creación Iglesia Menonita de Teusaquillo, Colombia 

    Leontina Mahamba

    Nuestras iglesias responden a una amplia gama de necesidades, como lo ilustran estas tres respuestas en la encuesta a nuestra pregunta “¿Qué otros problemas (además del cambio climático y la degradación ambiental) son de alta prioridad para usted como iglesia en su vecindario o comunidad?” 

    Entonces, ¿por qué es importante, para quienes tienen el compromiso del cuidado de la creación, el pensar en otros temas? Los resultados de la encuesta enfatizan por qué el cuidado de la creación no puede separarse de otros aspectos de la vida comunitaria. 

    1. Los problemas sociales como la pobreza y la violencia son preocupaciones importantes en las áreas más afectadas por el cambio climático. 

    Como ya hemos visto en nuestras dos historias anteriores (vea aquí y aquí), las regiones que son menos prósperas se enfocan en diferentes preocupaciones que las áreas más prósperas del mundo. 

    No es sorpresa, que las personas encuestadas Africanas y Latinoamericanas se centren en la pobreza, el empleo, la inseguridad alimentaria y la violencia, en contraste con las de Europa y América del Norte. 

    ún más sorprendente es, que las personas encuestadas que experimentan múltiples indicadores de degradación ambiental tienen más del doble de probabilidades de informar también sobre los efectos de múltiples problemas sociales (pobreza, salud, violencia o migración) en sus comunidades. 

    Estos resultados hacen eco de las advertencias de organizaciones globales como el Foro Económico Mundial. En su último informe, el Foro Económico Mundial donde, clasificó al clima y a la pérdida de biodiversidad entre los cuatro principales riesgos mundiales y, señaló cómo empeoran las crisis sociales y de salud mundial. 

    Las comunidades vulnerables se ven más afectadas por el cambio climático. 

    2. Las regiones prósperas se centran en diferentes problemas sociales que también están estrechamente relacionados con la justicia climática y ambiental.  

    Duane Ruth Heffelbower

    Varios patrones de respuestas fueron notablemente diferentes para las regiones más ricas de Europa y América del Norte. 

    Primero, la migración fue mencionada con más frecuencia que en África, Asia y América Latina. Claramente, la migración también ocurre en etas regiones. Sin embargo, las personas encuestadas de África, América Latina y Asia se centraron más en las causas fundamentales de la migración. 

    Además, el mayor enfoque en la migración en Europa y América del Norte generalmente se daba en el contexto de cómo la iglesia debería dar la bienvenida a las personas inmigrantes, y a las personas refugiadas en particular. Muchas iglesias que respondieron a nuestra encuesta trabajan con inmigración y con personas refugiadas. 

    Un segundo resultado sorprendente, fue el enfoque en la identidad y la intolerancia en América del Norte. Usamos esta categoría para las respuestas que indican que las comunidades luchan con conflictos relacionados con la identidad social (por ejemplo, étnicos, raciales o religiosos). 

    La gran preocupación por estos problemas en los EE.UU. y Canadá, en particular, probablemente refleje la mayor conciencia de las desigualdades causadas por la discriminación racial; sin embargo, las respuestas de otras regiones sugieren que estos problemas de identidad e intolerancia están muy extendidos. 

    La migración y la justicia racial se identifican cada vez más como cuestiones importantes relacionadas con el cambio climático. Los resultados de la encuesta del CMM muestran cómo esta conexión es relevante para las comunidades Anabautistas con sus valores de apoyo mutuo y construcción de la paz. 

    Donna Bender

    3.  Las iglesias se sienten llamadas a responder

    “Actualmente, con las restricciones por el COVID-19, nos vemos en la obligación de darnos cuenta de que la pandemia está afectando a las personas de manera muy desigual a nivel local y mundial. ¿Cómo quiere Dios que respondamos?” (Eleanor Nash, Canadá) 

    Las respuestas de la encuesta reflejaron claramente que las congregaciones buscan cuidar a sus feligreses, a las comunidades locales, a los vecinos y las vecinas del mundo de diversas maneras. Muestran una gran preocupación por el bienestar de los niños y niñas como de las personas jóvenes, un fuerte enfoque en la migración y muchas expresiones de compromiso con las luchas de sus vecinos y vecinas locales y globales. 

    En nuestro rápidamente cambiante mundo del COVID-19, el cambio climático y muchos otros problemas, las iglesias anabautista-menonitas, están lidiando activamente con nuevos desafíos y oportunidades para lo que significa seguir a Jesús.  

    Respuesta

    Todos los ojos están puestos en la ‘COP26’, la reunión internacional transcendental sobre el clima de este año, que comenzó el 31 de octubre y se prolongará hasta el 12 de noviembre. Descubra aquí por qué esta reunión es importante y qué esperar.  

    El Grupo de Trabajo para el Cuidado de la Creación (CCTF, por sus siglas en inglés) del CMM se une al liderazgo religioso de todo el mundo para pedirle al liderazgo de las naciones que respondan con urgencia, justicia y compasión a la crisis climática. 

    Reconocemos el fracaso colectivo de la humanidad en cuidar de la creación de Dios. 

    Reconocemos que una respuesta justa debe estar guiada por el reconocimiento de que algunas personas, especialmente en el Norte Global, se encuentran desproporcionadamente en el extremo de la producción de la crisis. Otras, especialmente aquellas personas en el mundo que carecen de poder y recursos, se ven afectadas de manera desproporcionada. 

    Todas las personas pueden participar en el trabajo por el cambio; el ‘CCTF’ invita a la comunidad anabautista mundial a unirse en solidaridad, a orar por una acción significativa en la COP26 y, a actuar con valentía como personas seguidoras de Jesús. 


    Les damos la bienvenida a una serie sobre problemas ambientales y la iglesia mundial.

    Estas historias ilustrarán:

    a) Cómo se ven los menonita-anabautistas afectados por la degradación ambiental,
    b) Qué piensan los menonita-anabautistas sobre los problemas ambientales,
    c) En qué maneras están respondiendo los menonita-anabautistas

    Historia #1: ¿En qué maneras impactan las crisis ambientales a las comunidades eclesiales?
    Historia #2: ¿Cómo los problemas ambientales hacen sentir a la gente?
    Historia #3: ¿Cómo se intersecta el cambio climático con otros desafíos comunitarios?
    Historia #4: ¿Están nuestras iglesias y su liderazgo comprometidos con el Cuidado de la Creación?
    Historia #5: ¿Cómo practican las iglesias el cuidado de la creación?
    Historia #6: ¿Qué ayudaría a las iglesias a comprometerse más con el cuidado de la creación?
  • (…¿y cuál es su importancia?)

    “Me da mucha tristeza ver afectaciones por el impacto ambiental, que se está dando en todo el mundo no hemos sido buenos administradores de lo que Dios nos dejó de su creación sino que la hemos destruido, y eso me provoca culpa por ser parte también del problema y no de la solución”, dice Sara Viteri, miembro de la Iglesia Evangélica Menonita Jesús el Buen Pastor, Guayaquil, Ecuador.

    ¿Qué opina usted del cambio climático u otros problemas ambientales como la contaminación? ¿Le motivan esos sentimientos a responder?

    Para aquellas personas que trabajan en problemas ambientales, estas preguntas están comenzando a ocupar un lugar central. Comprender nuestras respuestas emocionales es clave para responder a problemas como el cambio climático.

    Sara Viteri
    Sara Viteri, Ecuador

    En la encuesta del CMM sobre el cuidado de la creación, el Grupo de Trabajo para el Cuidado de la Creación pidió a las personas encuestadas que nos dijeran cómo se sentían acerca de la degradación ambiental que experimentan. Agrupamos sus respuestas para mostrar cómo se sienten las personas.

    Entonces, ¿cómo ayuda eso a que la iglesia responda de manera más efectiva? 

    1. El miedo y la tristeza son los sentimientos más predominantes

    Las respuestas más comunes a los problemas ambientales fueron expresiones de miedo y tristeza.

    Esto no es de extrañar. Las encuestas sobre las emociones relacionadas con el clima informan que cuando las personas ven de primera mano el impacto de los problemas ambientales, se sienten inseguras y asustadas.

    Un trabajo reciente en psicología ambiental enfatiza cómo estos sentimientos pueden conducir a una “negación implícita” de los problemas ambientales: sabemos que estos cambios están sucediendo, pero nos sentimos abrumados e impotentes, por lo que optamos evitar enfrentar los problemas.

    Sorprendentemente, el miedo y la tristeza prevalecieron tanto en las regiones más prósperas como en las que tenían menos recursos. Un tercio o la mitad de las personas encuestadas expresaron temor, tanto en las dos regiones más prósperas (Europa y EEUU/Canadá) como en las regiones que generalmente son menos prósperas (África, Asia y América Latina).

    Las respuestas de tristeza variaron más, pero tampoco se correlacionaron con los niveles de riqueza (las personas encuestadas asiáticas, en particular, expresaron altos niveles de tristeza, mientras que las personas europeas y latinoamericanas no lo hicieron).

    Entonces, aunque algunas personas se ven claramente más afectadas por el cambio climático que otras, todas las personas mostramos respuestas emocionales de miedo y tristeza similares. 

    2. Las personas encuestadas rara vez informan sobre la esperanza

    Mark Ruzzel
    Mark Ruzzel Victoria, Philippines

    ¿Qué conduce a una acción eficaz sobre los problemas ambientales? Aunque los estudios sugieren que no hay una respuesta fácil, existe evidencia de que las personas responden de manera efectiva cuando se sienten esperanzadas de poder tener un impacto.

    En esta encuesta, algunas personas informaron que experimentar problemas ambientales y las emociones que les acompañan sí las motiva.

    “[Me siento] asustado pero motivado porque si actúo en consecuencia para mejorar el medio ambiente, entonces yo podría hacer un cambio”, dice Mark Ruzzel Victoria, Iglesia Bíblica Menonita de Lumban, Filipinas.

    Sin embargo, relativamente pocas personas respondieron con expresiones de esperanza y motivación. Quizás los sentimientos de tristeza y miedo estén obstaculizando una respuesta eficaz.

    Además, pocas personas en cualquier región informaron sentirse culpables o avergonzadas, incluso en países ricos que tienen una mayor responsabilidad dados sus recursos. Quizás esta sea otra indicación de que estamos evitando este abrumador problema, o que personalmente no sentimos que tenemos un gran impacto.

    3. La familia y la comunidad son motivadores fundamentales

    Joan Buckert
    Joan Bueckert, Canada

    “Me hace sentir incertidumbre por que no sé qué tipo de mundo habrá aquí para mis hijos e hijas y futuros nietos y nietas”, dice Joan Bueckert, miembro de la Iglesia Menonita de Ottawa, Ontario, Canadá.

    Muchas personas encuestadas sitúan sus emociones en un contexto comunitario. Pensaban en otras personas, como ser sus nietos, sus comunidades eclesiásticas o en aquellas personas en las partes del mundo más afectadas por el cambio climático.

    Estos resultados sugieren que la iglesia tiene la oportunidad de apoyar a las personas a responder positivamente ayudándoles a comprender sus emociones en el contexto de sus seres queridos. La ira, por ejemplo, puede hacer que las personas respondan con pasión a lo que observan.

    Le desafiamos: a que usted no evite sus emociones sobre los impactos del cambio climático. Aprenda a comprender sus sentimientos y luego transfórmelos en motivación para la acción.


    Oracion

    Padre, Hijo y Espíritu Santo,
    mientras reflexionamos sobre la belleza y la diversidad del planeta tierra
    y en todos sus seres que has creado para funcionar en armonía unos con otros,
    estamos profundamente tristes y arrepentidos por la forma en que nos hemos comportado,
    y por los desastres a los que hemos contribuido con nuestro comportamiento irresponsable.
    Hemos sido desobedientes a tu llamado para ser personas con buena mayordomía.
    Como sociedad y como tu iglesia, tenemos temor y tristeza por lo que está sucediendo a nuestro alrededor;
    por el profundo daño y dolor que hemos causado,
    especialmente a tantas comunidades pobres, vulnerables e indefensas,
    a las generaciones futuras (¡nuestra propia descendencia!),
    y a las diversas y maravillosas criaturas que tú cuidas.

    Todos clamamos a ti con tristeza, miedo, dolor y, a veces, enojo.
    Oramos para que nuestros sentimientos de ansiedad, desesperación y desánimo se transformen en esperanza por el poder de tu Espíritu Santo.
    Que como iglesia podamos despertar de nuestro letargo,
    y que tengamos motivación para trabajar por el cambio y la restauración de tu amada creación.


    Les damos la bienvenida a una serie sobre problemas ambientales y la iglesia mundial.

    Estas historias ilustrarán:

    a) Cómo se ven los menonita-anabautistas afectados por la degradación ambiental,
    b) Qué piensan los menonita-anabautistas sobre los problemas ambientales,
    c) En qué maneras están respondiendo los menonita-anabautistas

    Historia #1: ¿En qué maneras impactan las crisis ambientales a las comunidades eclesiales?
    Historia #2: ¿Cómo los problemas ambientales hacen sentir a la gente?
    Historia #3: ¿Cómo se intersecta el cambio climático con otros desafíos comunitarios?
    Historia #4: ¿Están nuestras iglesias y su liderazgo comprometidos con el Cuidado de la Creación?
    Historia #5: ¿Cómo practican las iglesias el cuidado de la creación?
    Historia #6: ¿Qué ayudaría a las iglesias a comprometerse más con el cuidado de la creación?
  • La presencia de los anabautistas menonitas de Indonesia es muy significativa en la historia anabautista mundial, ya que aporta una nueva perspectiva no solo sobre ‘quiénes son los anabautistas’, sino también respecto a ‘quién es su prójimo’.

    Desde su nacimiento hace casi quinientos años, la familia anabautista estuvo constituida principalmente por personas caucásicas. Sin embargo, esto cambió radicalmente en la década de 1850 cuando los anabautistas llegaron a Java desde Europa.

    Esta misión no solo rompió con la imagen mantenida durante siglos de que los anabautistas eran los “silenciosos de la tierra”; también introdujo la primera misión internacional, dado que participaron anabautistas de los Países Bajos y Rusia.

    Desde entonces, la mayoría de los anabautistas ya no son caucásicos. Al estar presentes en un país como Indonesia, que tiene el grupo musulmán más numeroso del mundo, ahora podemos decir que no solo los católicos, luteranos y calvinistas son el prójimo de los anabautistas, sino también los musulmanes, hindúes y budistas.

    Tres iglesias nacionales

    Hoy en día, existen tres grupos anabautista-menonitas en Indonesia: Gereja Injili di Tanah Jawa (GITJ, Iglesia Evangélica en la Tierra de Java), Gereja Kristen Muria Indonesia (GKMI, Iglesia Cristiana de Muria de Indonesia), y Jemaat Kristen Indonesia (JKI, Congregación Cristiana de Indonesia).

    GITJ es una iglesia predominantemente javanesa, ubicada en la tradicional región menonita del norte de Java Central, aunque tiene algunos miembros chinos, bataks, sumatranos y de Nusa Tengarah Timur.

    GKMI ya había sido registrada formalmente como iglesia en 1927, convirtiendo este grupo en la primera iglesia anabautista-menonita no occidental establecida del mundo.

    Su fundador Tee Siem Tat, un indonesio de origen chino, se negó a seguir el sistema de zonificación colonial holandés (en que a cada denominación se le permitía difundir el evangelio solo a un grupo étnico específico en un zona específica), lo que actualmente ha dado lugar a una iglesia muy diversa. En 1960, la iglesia GKMI de Kudus ordenó a Sudarsohadi Notodihardjo, pastor javanés, para que fuera su pastor principal. Esto equivaldría a ordenar a un pastor afroamericano en una iglesia predominantemente blanca, ubicada en el profundo Mississippi durante la época de la esclavitud.

    Los anabautistas de JKI representan la gran diversidad de Indonesia, conformada por miembros que provienen de diferentes trasfondos: chino, batak, sundanés, dayak, banjar, menadonés, balinese, ambonés, kupang, papú y javanés.

    Identidad anabautista-menonita

    Los anabautistas menonitas de Indonesia han contribuido a la familia anabautista más extensa en todos los niveles del Congreso Mundial Menonita.

    Sin embargo, en Indonesia las iglesias se conocen simplemente como cristianas. No existe una distinción explícita de los trasfondos denominacionales, tales como anabautistas, calvinistas, luteranos, metodistas, pentecostales, etc. Al vivir en el país de mayoría musulmana más grande del mundo, que reconoce oficialmente a seis grupos religiosos, las iglesias indonesias no tienen mucho interés en manifestar los trasfondos denominacionales. Las iglesias participan activamente en la misión y la evangelización, dejando de lado los trasfondos denominacionales particulares.

    No obstante, en las dos últimas décadas, los anabautistas menonitas –especialmente los jóvenes– han tenido un interés creciente en aprender y comprender mejor el anabautismo. Algunos libros de teología e historia anabautistas se han traducido al indonesio para que tanto los líderes de la iglesia como el resto de los miembros puedan estudiarlos. Los libros sobre teología anabautista se han utilizado como libros de texto en aquellos seminarios y universidades interdenominacionales que pertenecen oficialmente a iglesias anabautista-menonitas y cuyos profesores son teólogos anabautista-menonitas. Este movimiento impulsó a los anabautistas menonitas a que fueran más decididos y valerosos al identificarse como menonitas.

    La relación entre el Servicio de Diaconía Menonita de GKMI y el grupo de Hezbollah en la ciudad de Solo [Surakarta], es un ejemplo de cómo los anabautistas menonitas indonesios han allanado decididamente el camino como menonitas constructores de la paz.

    La iglesia nacional más antigua, GITJ, comparte el don de la contextualización. A través del arte y las tradiciones de la cultura javanesa, muestran cómo el evangelio es relevante para el pueblo de Indonesia. El evangelio de la paz es una expresión de paseduluran, una palabra javanesa que significa hermandad.

    Actividades

    Los anabautistas menonitas de Indonesia han participado considerablemente en la construcción de la paz interreligiosa. Algunos ejemplos de dicha labor tienen que ver con la respuesta ante catástrofes. Algunos otros incluyen capacitaciones, talleres de mediación y promoción de la paz.

    Los anabautistas menonitas también han tomado la iniciativa, con la ayuda del Comité Central Menonita, de crear una maestría en estudios de paz y conflicto en la Universitas Kristen Duta Wacana, que ha sido el primer programa de estudios reconocido por el Gobierno de Indonesia. Esta iniciativa, y algunas otras, ha incentivado a algunas universidades cristianas de Indonesia a establecer un centro por la paz en sus instituciones, lo que dio lugar a cursos de construcción de la paz que ahora se ofrecen en todos los niveles en muchas universidades cristianas de Indonesia.

    Muchas iglesias e individuos anabautista-menonitas también han tomado la iniciativa de crear alternativas educativas y comunidades que fomenten la paz. Esto incluye diseñar un plan de estudios y proporcionar recursos para la escuela dominical, con el fin de mejorar la capacidad de los niños de promover la paz; crear una aldea de la paz que movilice a las personas a colaborar en el desarrollo del bienestar económico y los valores de la paz; realizar iniciativas conjuntas con los internados islámicos para establecer una biblioteca cuya temática sea la paz; realizar un trabajo en red con instituciones e individuos de diversos trasfondos religiosos para fomentar la paz.

    La misión de la iglesia no es entendida y practicada como proselitismo, sino como reconciliación.

    JKI ha sido ejemplar en su acercamiento a la comunidad, especialmente respecto a la generación más joven. La iglesia fundó y continúa apoyando la organización juvenil interdenominacional más grande de Indonesia llamada Unlimited Fire (Fuego Ilimitado), que reúne a cientos de iglesias y a miles de jóvenes a fin de preparar a líderes y consejeros juveniles.

    Las iglesias han utilizado las redes sociales para interactuar con las generaciones más jóvenes, brindando capacitación en línea, asesoramiento creativo y actividades recreativas. Las edades de la mayoría de los voluntarios que sirven en la iglesia van desde estudiantes secundarios hasta jóvenes profesionales.

    Por ejemplo, la comunidad eclesial Jakarta Praise forma discípulos fervientes que aman servir a Dios a través de la música, los recursos multimedia, la capacitación, la tecnología y las artes. La música escrita y compuesta por miembros de la iglesia JKI tiene un impacto no solo en los cristianos indonesios sino en todo el mundo. Los álbumes se han traducido al inglés, tailandés, japonés, mandarín y coreano.

    JKI también apoya un programa misionero en Sumba. Se patrocinan a niños para que asistan a la escuela, y se capacita a los aldeanos para tejer telas tradicionales de tenun que luego se venden nacional e internacionalmente. Actualmente, JKI está construyendo un sistema de riego y promoviendo métodos agrícolas alternativos para ayudar a la comunidad a mejorar su nivel de vida.

    Cerca de Batam, JKI se está vinculando con la “tribu del mar” (Suku Laut), cuyos integrantes viven en las innumerables islas exteriores de Indonesia y en barcos; tienen escasa electricidad y conexión a Internet y, a menudo, están lejos de tiendas o restaurantes. Solían viajar de ocho a diez horas en bote para escuchar el evangelio en los cultos de la iglesia de Batam, pero ahora existen varias iglesias entre la gente de la “tribu del mar”. Los misioneros de JKI también enseñan en un jardín de infantes.

    Las congregaciones mayoritariamente rurales de GITJ encarnan la paz en sus comunidades. Dichas congregaciones ofrecen asistencia social, tal como atención médica en sus comunidades, sin importar la religión. Una congregación de Magorejo ha iniciado un proyecto de reforestación de manglares.

    Desafíos y oportunidades

    Siendo cristianos en un país de mayoría musulmana, las iglesias menonitas de Indonesia enfrentan desafíos en el culto y la comunidad. A veces hay restricciones sobre cuándo y dónde las personas pueden congregarse para fraternizar o realizar los cultos. Existen obstáculos para obtener los permisos necesarios para construir una iglesia o para reunirse y predicar las buenas nuevas.

    Durante doce años, una congregación de GITJ en la región de Jepara presentó una solicitud a los funcionarios municipales para que autorizaran el uso de un edificio de la iglesia. Persistente y pacíficamente, los miembros de la iglesia establecieron relaciones en todos los niveles de gobierno y con personas de diferentes religiones. Su solicitud finalmente fue concedida.

    El auge de las políticas identitarias del pueblo indonesio –especialmente en lo que respecta a la identidad religiosa y étnica–, ha dificultado la promoción de la coexistencia pacífica entre personas de diferentes afiliaciones étnicas y religiosas en Indonesia. Las políticas identitarias no son algo malo en sí mismas. Pero, se convierten en un obstáculo para la cohesión social cuando el grupo respetado se siente superior y a la vez, les falta el respeto e incluso aísla y anula a los otros grupos, derivando en la violencia que se manifiesta en la incitación al odio, la discriminación y la exclusión. Este fenómeno tiene lugar no solo entre grupos, sino incluso al interior de los grupos. Los anabautistas menonitas de Indonesia no están exentos de esta realidad. Por tanto, hay un gran desafío dentro y fuera.

    En algunas zonas, la pobreza, el desempleo y el bajo nivel educativo siguen siendo un desafío constante en las comunidades eclesiales. Para las congregaciones de GITJ, compartir buenas noticias significa proporcionar suministros y dar oportunidades de aprendizaje, además de brindar alimento espiritual.

    Otros desafíos incluyen el secularismo y la modernización que han generado que los jóvenes eviten concurrir a la iglesia. Esto ha brindado la oportunidad de vincularse con las generaciones más jóvenes a través de los recursos multimedia, las redes sociales y actividades creativas.

    Otro desafío en el último año ha sido seguir avanzando como iglesia durante la pandemia mundial, adoptando la tecnología para poder vincularnos con los miembros de la iglesia. Las congregaciones han aprendido sobre los servicios en línea, utilizando Zoom, GoogleMeet, Instagram live, YouTube live y video llamadas de WhatsApp para realizar cultos, pequeños grupos, orientación, reuniones y talleres.

    Las iglesias menonitas de Indonesia aman a su prójimo integralmente. Por ejemplo, algunos lugares de Semarang se inundaron severamente entre el 5-7 de febrero de 2021, debido a fuertes lluvias. El agua sumergió automóviles y casas. Los miembros de las iglesias de Semarang se trasladaron en balsa hasta estas zonas, ayudando a las familias a huir de sus hogares. Las tiendas y restaurantes ya habían cerrado durante el fin de semana debido al confinamiento por el Covid-19, por lo que las iglesias entregaron alimentos a las familias necesitadas. También brindaron refugio a las personas que necesitaban abandonar sus viviendas inundadas.

    Tres sínodos

    En el pasado, la relación entre los tres sínodos no era tan estrecha. Un seminario menonita en Pati es lo que quedó de la colaboración surgida entre GITJ y GKMI.

    Pero durante la última década, se ha configurado una nueva manera de asociarse, dando como resultado la creación de Indomenno. Esta nueva entidad está destinada a servir como una iniciativa conjunta de los tres sínodos para colaborar y apoyarse mutuamente, incluyendo la coparticipación con el Comité Central Menonita y la organización de la Asamblea del Congreso Mundial Menonita en 2022. Además, se han previsto otras iniciativas conjuntas. Sin embargo, el Covid-19 ha restringido la libertad para reunirse. Una vez más, los líderes han tenido que posponer y reelaborar su agenda a fin de prepararse para la Asamblea.

    Esperamos seguir siendo firmes y unidos apoyando la próxima Asamblea. Nos sentimos muy bendecidos y honrados de que nuestros hermanos y hermanas de todo el mundo puedan visitar y ver lo que Dios está haciendo en Indonesia.

    Colaboradores: Paulus Widjaja (GKMI), Eddy Suyanto (JKI), Lydia Adi (JKI), Teguh Sagoya (GITJ), Edi Cahuyono (GITJ), Tri Gunanto (GITJ)


    Para más información (*solo disponible en inglés):

    • *The Radical Muslim and Mennonite: A Muslim-Christian Encounter for Peace in Indonesia, by Agus Suyanto and Paulus Hartono, trans. Agnes Chen (Semarang: Pustaka Muria, 2015)
    • *A Cloud of Witnesses: Celebrating Indonesian Mennonites, by John D. Roth (próximamente)
    • “Indonesia: luchamos, aprendemos, servimos”, por Adhi Dharma, Correo, octubre de 2013

    Gereja Injili di Tanah Jawa

     
    Miembros bautizados 45 000
    Congregaciones (2019) 117
       

    Persatuan Gereja-Gereja Kristen Muria Indonesia

     
    Miembros bautizados 15 789
    Congregaciones (2020) 64
       

    Sinode Jemaat Kristen Indonesia

     
    Miembros bautizados 47 087
    Congregaciones (2020) 400

    Fuente: Estadísticas mundiales, Guía de 2018

  • “Estas repercusiones han tenido un impacto negativo en la vida personal y en la vida de los demás miembros de nuestra congregación, pues llegaron a acentuar el nivel de pobreza que ya existía en la iglesia. El alza de los precios de los alimentos ha alterado el consumo en los hogares y esto crea inseguridad alimentaria en los hogares de los feligreses. Los disturbios climáticos han provocado la pérdida de varios recursos de los miembros de la congregación, lo que significa que los miembros ya no pueden satisfacer las necesidades vitales de sus familias, particularmente la escolarización de sus hijos”.

    “Vivimos en un estado de constante frustración y miedo… considerando que en cualquier momento podríamos ser arrastrados por desastres naturales y por la inseguridad alimentaria provocada por estos cambios climáticos”.—Jacques Pilipili Mungwaere, pastor, Paroisse Adonai, Communauté des Églises des Frères Mennonites en el Congo (CEFMC – Iglesia de los Hermanos Menonitas), Bukavu/Sud-Kivu, RD Congo.

    A medida que entramos en la Temporada de la Creación, estas experiencias relatadas por Jacques Pilpili Mungwaere nos recuerdan sobre las muchas crisis en nuestro mundo que nos llaman a sanar nuestra relación con la creación.

    Identificamos tres lecciones principales de las respuestas a la consulta menonita mundial sobre el cuidado de la creación cuando se preguntó:

    1. Qué impactos de degradación ambiental y/o del cambio climático están experimentando?, y

    2. ¿Cómo dichos impactos afectan las vidas personales o congregacionales?

    1. Los impactos ambientales afectan la vida diaria

    Casi todas las personas encuestadas (98%) experimentan al menos uno de los 17 impactos ambientales sobre los que preguntamos. Los más comunes:

    1. Impactos económicos (por ejemplo: altos precios de los alimentos),
    2. cambios en los eventos climáticos (como más olas de calor e inundaciones), y
    3. contaminación generalizada.

    Curiosamente, las personas encuestadas se centraron menos en dos áreas que a menudo reciben más cobertura en las noticias: 1) eventos dramáticos como incendios forestales o huracanes/tifones, y 2) cambios lentos a gran escala, como el aumento del nivel del mar y el derretimiento de los glaciares. Por el contrario, se enfocaron en los impactos que afectan su realidad cotidiana. 

    2. Las zonas menos opulentas son las más afectadas

    Aunque casi todo el mundo denuncia la presencia de la degradación ambiental, existe una diferencia en la forma en que las personas encuestadas sienten directamente ese impacto.

    Si bien un tercio o más de las personas encuestadas de EE. UU./Canadá y Europa afirmaron que aún no se habían visto afectados por el cambio climático, casi nadie en Asia, África y América Latina reportó esto. África se destacó como la región que reportó el mayor porcentaje de impactos. Por ejemplo, mientras que el 80% de las personas encuestadas africanas mencionó precios más altos de alimentos y otros bienes debido a los impactos climáticos, solo el 9% de las personas europeas encuestadas informaron esto. Como es lógico, los africanos también contestaron que se han visto afectados por niveles más altos de inseguridad alimentaria y desnutrición.

    Estas respuestas acentúan algo que ya sabíamos: los menos responsables del cambio climático son los más afectados por el mismo. 

    3. Los problemas ambientales se entrecruzan con otros desafíos sociales

    Recibimos una gama sorprendentemente diversa de respuestas a las preguntas abiertas. Por ejemplo, alrededor del 10% de las personas encuestadas de África, Asia y América Latina dijeron que las altas temperaturas o las lluvias estaban afectando negativamente su capacidad para reunirse como iglesia.

    La degradación ambiental también tiene un impacto emocional. Alrededor del 10% de las personas en los EE. UU./Canadá, Europa y América Latina dijeron que están tristes o se sienten emocionalmente impactadas por la degradación del mundo creado, incluso si no tiene un impacto directo en su sustento.

    Y, después de las olas de calor de este verano en América del Norte y las inundaciones en Alemania, los patrones de respuesta pueden cambiar.

    Otras personas encuestadas relacionaron los problemas ambientales directamente con cuestiones sociales como el aumento de la violencia, la disminución de la asistencia de los niños a la escuela, la salud mental y la migración. Todas estas respuestas indican que los problemas ambientales pueden afectar todas las facetas de nuestras vidas y que no podemos pensar en estos problemas como algo aislado de otros desafíos sociales importantes.

    En nuestra próxima historia, informaremos más sobre cómo las emociones son clave para comprender nuestras respuestas a problemas ambientales como el cambio climático.


    Oración

    Dios Creador, venimos a ti en el nombre de Jesucristo, deseando que venga tu reino redentor y que se haga diligentemente tu voluntad aquí en la tierra como en el cielo. Oramos para que el Espíritu Santo pueda dar poder a los creyentes a recuperar la visión de lo que viste cuando dijiste que lo que habías creado era muy bueno.

    Oh Dios, enséñanos a para que seamos testigos compasivos para los demás y para el medio ambiente mientras animamos a la amada comunidad a caminar con una nueva humildad, mansedumbre y amor.

    Oh Dios, Danos tu aliento una vez más, en el nombre de Jesús oramos.

    ¡Amén!

    Les damos la bienvenida a una serie sobre problemas ambientales y la iglesia mundial.

    Estas historias ilustrarán:

    a) Cómo se ven los menonita-anabautistas afectados por la degradación ambiental,
    b) Qué piensan los menonita-anabautistas sobre los problemas ambientales,
    c) En qué maneras están respondiendo los menonita-anabautistas

    Historia #1: ¿En qué maneras impactan las crisis ambientales a las comunidades eclesiales?
    Historia #2: ¿Cómo los problemas ambientales hacen sentir a la gente?
    Historia #3: ¿Cómo se intersecta el cambio climático con otros desafíos comunitarios?
    Historia #4: ¿Están nuestras iglesias y su liderazgo comprometidos con el Cuidado de la Creación?
    Historia #5: ¿Cómo practican las iglesias el cuidado de la creación?
    Historia #6: ¿Qué ayudaría a las iglesias a comprometerse más con el cuidado de la creación?

    #seasonofcreation