¿Qué ayudaría a las iglesias a comprometerse más con el cuidado de la creación?

El mes pasado vimos las actividades que las iglesias realmente hacen con el cuidado de la creación. Esta semana analizamos sobre qué les gustaría aprender más. En otras palabras, ¿qué más les gustaría hacer a las iglesias? 

1. Las personas encuestadas están interesadas en aprender sobre varias áreas clave del estudio de la creación. 

Las personas encuestadas creen que sus iglesias están más interesadas en dos categorías generales del cuidado de la creación.  

En primer lugar, las personas quieren aprender más sobre cómo el cuidado de la creación puede integrarse más en la comprensión bíblica y sus prácticas de adoración (los elementos de color azul en esta tabla) (con la excepción de la oración, quizás porque esto no se ve como algo que se ‘aprende’).   

En segundo lugar, estaban interesadas en lo que es más efectivo para vivir de una manera que reduzca los impactos en la tierra (los elementos que se muestran en verde).  

Cuando se les pregunta qué recursos usan, la mayoría de las personas piensan en usar una variedad de escritos, incluidos los recursos en línea. Además, muchas personas destacaron 1) el papel importante de una variedad de organizaciones de cuidado de la creación al proveer buenos recursos, y 2) la importancia de sus recursos humanos: personas clave que están fuertemente motivadas y/o tienen experiencia en áreas que puede ayudar a la iglesia. 

“Tenemos el recurso humano y técnico pues contamos con algunos profesionales que podrían ayudar en charlas y difusión de ideas y acciones que se pueden tomar,” dice Martha Moreno, miembro de la Iglesia Evangélica Menonita “Jesús el Buen Pastor”, Guayaquil, Ecuador. 

2. Las personas encuestadas que reportan más impactos debido al cambio climático están más interesadas en aprender sobre el cuidado de la creación. 

Para todas las categorías, excepto la oración, existe una fuerte correlación entre qué tan interesadas están las personas en aprender sobre un tema y cuántos problemas ambientales han notado en su propio contexto. Esto tiene sentido: es más probable que las personas que experimentan o son conscientes de los impactos ambientales se preocupen por estos problemas. Esto sugiere que las iglesias pueden motivar a los miembros aumentando su conocimiento. También sugiere que las iglesias querrán aprender más y más sobre estos temas a medida que los impactos de los problemas ambientales crecen.  

¿Las personas que informan ser conscientes de los problemas ambientales en respuesta también participan realmente en más acciones?  

La respuesta es sí, pero con una salvedad: esta relación es menos fuerte. En otras palabras, las personas que son más conscientes de los problemas ambientales estaban mucho más interesadas en aprender sobre los problemas, pero solo un poco más propensas a participar en acciones. 

El trabajo con las iglesias debe proporcionar recursos para el aprendizaje, pero debe trabajar con miras a ayudar a las iglesias a traducirlos en acciones. 

3. Las iglesias estaban algo menos interesadas en aprender acerca de las actividades públicas. 

Este mes vemos una vez más evidencia de que las personas encuestadas estaban menos interesadas en participar a nivel cívico, como participar en la incidencia política o en iniciativas comunitarias (elementos morados y amarillos en el mapa a continuación). Sin embargo, estos intereses variaron más según la región, a decir, el interés en la promoción fue notablemente mayor en África y América del Norte. Las iglesias parecen estar más enfocadas en su propia iglesia o comunidades locales en lugar de comprometerse más ampliamente con el gobierno, las empresas u organizaciones. 

Porcentaje de encuestados que expresan interés en aprender sobre temas relacionados al cuidado de la creación 

Las comunidades de fe se hacen oír cada vez más a medida que reconocen su importante voz moral y cómo el trabajo conjunto crea cambios que multiplican las acciones locales. Como anabautista-menonitas, debemos considerar un compromiso más amplio como una oportunidad para compartir nuestra voz y realizar cambios de manera efectiva a nivel del sistema.  

“Como iglesia, debemos asumir nuestras responsabilidades de enseñar a nuestros miembros a comprender el valor y la importancia de aprender más sobre la naturaleza y el cambio climático. Deberíamos aprender lo fácil que es cambiar nuestro estilo de vida y cómo creará peligro si no somos conscientes de ello. Algunos cambios en nuestro estilo de vida pueden tener un gran impacto en nuestro futuro”, dice Emmanuel Mahendra, Iglesia Menonita de Dhamtari, India. 

Emmanuel Mahendra

“No se centre solo en la responsabilidad personal. El cambio individual es importante, pero no es suficiente. Necesitamos aprender sobre la naturaleza sistémica del mismo”, señala Kyle Penner, pastor de Grace Mennonite Church, Steinbach, Manitoba, Canadá.  

Como ilustran las dos citas anteriores, las personas necesitan sentir que sus acciones son efectivas. Cuando ven los efectos de forma directa, o cuando sienten que la acción conduce a cambios sistemáticos más grandes, se animan a seguir adelante.  

Es importante involucrar tanto el cambio de comportamiento individual como la incidencia sistemática. Somos más efectivos cuando trabajamos juntos como comunidad para trabajar fielmente en el cuidado de la creación en múltiples niveles. 


Respuesta

¡Participar en el cambio sistemático es a menudo más fácil de lo que pensamos! Puede ser una forma clave de unir a las comunidades de fe de nuevas maneras mientras cuidamos la creación.  

La incidencia puede ser parte de las prácticas espirituales de una iglesia y puede contribuir al crecimiento espiritual como parte de la consolidación de la paz. También puede ser una forma de amplificar las acciones que las iglesias están tomando en otros niveles.  

El Comité Central Menonita cuenta con un conjunto de herramientas para la incidencia que puede ser adaptado a los contextos específicos de su país. 

Les damos la bienvenida a una serie sobre problemas ambientales y la iglesia mundial.

Estas historias ilustrarán:

a) Cómo se ven los menonita-anabautistas afectados por la degradación ambiental,
b) Qué piensan los menonita-anabautistas sobre los problemas ambientales,
c) En qué maneras están respondiendo los menonita-anabautistas

Historia #1: ¿En qué maneras impactan las crisis ambientales a las comunidades eclesiales?
Historia #2: ¿Cómo los problemas ambientales hacen sentir a la gente?
Historia #3: ¿Cómo se intersecta el cambio climático con otros desafíos comunitarios?
Historia #4: ¿Están nuestras iglesias y su liderazgo comprometidos con el Cuidado de la Creación?
Historia #5: ¿Cómo practican las iglesias el cuidado de la creación?
Historia #6: ¿Qué ayudaría a las iglesias a comprometerse más con el cuidado de la creación?

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