Una escuela de amor y servicio

“El CMM fue una escuela para mí, realmente me ayudó a conocer la doctrina anabautista y a entender cómo funciona la Iglesia”. dice Francisca Ibanda. 

Conocida en todo el mundo como “Maman Cisca”, Francisca Ibanda, junto con Barbara Nkala, recientemente completaron su servicio como representantes regionales del CMM. Antes de servir como representante regional para África Central y Occidental (2015-2022), Francisca Ibanda, fue una de los dos representantes de África en el Comité Ejecutivo (2009-2015). 

“Durante mi servicio en el CMM como parte del Comité Ejecutivo o Representante Regional, descubrí mis talentos y aprendí mucho sobre humildad, comunicación, amor al prójimo, en definitiva, valores cristianos. Me siento orgullosa de haber servido a nivel global”, dice Francisca Ibanda. 

Arli Klassen expresa que, “los representantes regionales son nuestros ojos y oídos”, estos servidores voluntarios son embajadores del Congreso Mundial Menonita en su región, representan el trabajo del CMM para las iglesias miembros (a través de comisiones, redes, el comité ejecutivo y la producción de recursos e historias de adoración). Además de compartir las preocupaciones, preguntas, necesidades y celebraciones de las iglesias miembros del CMM con el resto del organismo anabautista mundial. 

“Esta tarea de servir en el CMM me ha enseñado muchas cosas, incluyendo el desarrollo de mi fe cristiana, la mejora de mi relación personal con Dios, el amor a la Iglesia y el amor al prójimo”, adhiere Francisca Ibanda. “De la misma manera, fue una oportunidad real para mejorar mi inglés y abrirme al mundo”. 

Los representantes regionales también ofrecen una invitación: cuando una iglesia nacional está interesada en unirse al CMM, el representante regional visita a los líderes de la iglesia, presenta a la iglesia nacional solicitante al liderazgo del CMM y explica sobre el CMM a la iglesia solicitante. 

“Me gustaría que la gente supiera que la familia menonita mundial es una estructura muy rica en los valores y oportunidades que cada miembro le aporta”. 

“Mi experiencia en el CMM me ha ayudado a entender que la Iglesia Mundial tiene su fundamento en grandes valores como la fraternidad, y que en la diversidad esta conforma el cuerpo de Cristo”. 

“En los próximos 5 años, el CMM tendrá que ser bien conocido por sus miembros, de modo que estos últimos lo conozcan mejor y se involucren en el cumplimiento de su visión”, continúa Francisca Ibanda. “Mi oración es que el CMM continúe ayudando a sus miembros a comprender mejor su visión para que puedan encarnar verdaderamente la comunión fraterna a nivel local, regional e internacional. Mi deseo más profundo es que el CMM desarrolle su comunicación con las iglesias del hemisferio sur (América Latina, África y Asia)”. 

Francisca Ibanda continuará sirviendo a su iglesia local y siendo mentora de mujeres. Ahora está trabajando para iniciar una ONG para ayudar a personas huérfanas y a aquellas en situación de discapacidad. 

Arli Klassen, expresa, “estamos muy agradecidos por el trabajo de estos hermanos y hermanas que forman conexiones esenciales entre las iglesias anabautistas-menonitas de todo el mundo, despedimos con cariño de Cisca y Barbara, y damos una calurosa bienvenida a Siaka Traoré y Danisa Ndlovu, quienes ahora están desempeñando estos roles”. 

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