Fue con gran anticipación que fuí a asistir a una conferencia de la Iglesia Hermanos en Cristo (BICC, por sus siglas en inglés) en Mozambique, en julio del 2016. Este fue mi primer viaje como representante regional del Congreso Mundial Menonita. Se llevó a cabo en un pequeño pueblo llamado Milange, en la parte norte de Mozambique, en la frontera con Malawi.
Desafortunadamente, yo no sabía ninguno de los idiomas, oficiales o locales, de Mozambique. Traté de comunicarme con lenguaje de señas hasta que la gente entendió lo que estaba pidiendo: que me indicaran dónde estaba el lugar de reunión.
Un hombre con una motocicleta me hizo señas para que me sentara detrás de él. Nunca había montado en motocicleta. Iba a horcajadas, pero no sabía dónde colocar mis pies o mis manos. Entonces, me aferré a la espalda de este hombre por mi vida. Gracias a Dios estaba oscuro; nadie pudo presenciar el espectáculo.
A medida que este hombre se adentraba más en la oscuridad, se apoderó de mí el pánico. ¿Llegaría al lugar de reunión? Ciento y un pensamientos desagradables pasaron por mi mente.
De repente, se detuvo. Había dos vehículos en la oscuridad y gente dando vueltas.
Mientras yo estaba en un estado de confusión, fui recibido por el Reverendo Laston Bissani, un misionero de Malawi en Mozambique. Lo conocí una vez en Zimbabue. Me llevaron a sentarme en una silla, donde estaba un misionero de Zimbabue con su esposa. Dulce alivio.
La conferencia se llevó a cabo en un lugar improvisado, en campo abierto, con un techo de paja bordeando un lado. Las mujeres se sentaban en el suelo sobre pedazos de tela. Era una tarde fría, pero muchas mujeres y niños(as) no tenían ropa abrigada.
Cuando me di cuenta de toda la situación, me sentí muy humilde. Esto es lo que les toca a algunas personas al buscar a su Dios viviente en la pobreza más abyecta.
Sin embargo, los hombres, las mujeres y los niños(as) cantaron: ¡con energía y entusiasmo!
Yo era una persona cambiada al final de ese servicio de adoración. Salí de esa conferencia con más apreciación de las diferencias en el lugar y en el estilo de adoración. Todos somos hijos e hijas de Dios, nacidos y criados en diferentes ambientes.
Cuando usted no ha pertenecido a una institución internacional más grande, su perspectiva de otras denominaciones se atrofia. Usted tiene ataduras por su pequeño punto de vista con todo tipo de perspectivas negativas de las demás personas. Veo cómo el perpetuar malentendidos entre las personas cristianas creyentes es un truco del Diablo que se nutre en la división.
El CMM me ha hecho madurar en cuanto a las diferentes prácticas de fe. Los esfuerzos para unir las diferencias de la iglesia global me han conmovido mucho. De hecho, la unidad en la diversidad es posible si todas las personas lo intentamos.
Del CMM he aprendido lo enriquecedor que es escuchar experiencias compartidas. Yo aprecio mucho el concepto de consenso, cuando es necesario acordar una resolución. Esto muestra respeto a las personas que tienen puntos de vista disidentes, y descansan sabiendo que su punto de vista es apreciativo. Eso es amor en acción. Es el camino de Jesús.
La Asamblea en Indonesia me hizo ver que es posible adaptarse a la situación y adoptar nuevos caminos. Es posible reunirse internacionalmente en una plataforma virtual y tomar decisiones. Las reuniones importantes no tienen que esperar a las reuniones físicas de persona-a-persona.
Al mirar hacia los próximos cinco años, yo veo más conexión de la iglesia cristiana, más aprecio por los diferentes puntos de vista y más comprensión hacia unas personas a otras. Veo que el CMM continúa involucrando a las denominaciones. Veo un momento en el cual la iglesia mundial decidirá llevar a cabo una gran celebración en unidad, en unidad del espíritu.
Mi oración:
- Que el CMM pueda continuar siendo una voz significativa para la justicia social en todo el mundo.
- Que el CMM no decaiga en su búsqueda de comprometerse con las denominaciones para una mejor comprensión y buenas relaciones.
- Que Dios continúe proveyendo fondos adecuados para todas las actividades planeadas.
— Barbara Nkala fue representante regional del CMM para África del Sur (2016-2022). Maestra y oradora, actualmente forma parte de la Junta de la Conferencia General de BICC Zimbabue. Es la fundadora de un fideicomiso literario para el crecimiento, desarrollo y preservación del idioma Ndebele para la próxima generación. Ella también recopila y escribe artículos, cuentos y devociones en lengua Ndebele.
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