Oraciones de gratitud e intercesión

  • Bogotá Colombia – La música de otras culturas, lecturas bíblicas sobre un tema común, la comida compartida y ofrendas especiales, caracterizaron el Domingo de la Fraternidad Mundial, una celebración de la familia anabautista realizada el 22 de enero de 2017, en las iglesias menonitas y de los Hermanos en Cristo de todo el mundo.

    El tema de 2017, “Escucha mi clamor”, sirvió para reflexionar sobre la fidelidad de Dios en medio de las dificultades en la crisis mundial de desplazados y de los desafíos personales de la vida (Salmos 40,1–10, Genésis 11,1–9, Hechos 2,1–18). El paquete de recursos litúrgicos descargable en www.mwc-cmm.org/domingofraternidadmundial, se podrá usar cualquier domingo del año a fin de ayudar a las iglesias a celebrar la hermandad anabautista mundial.

    “Recordemos que hace quinientos años, mujeres y hombres valientes, impulsados por las verdaderas enseñanzas de Jesús, decidieron seguirle aunque dicha acción les costara la vida”, decía Oscar Suárez, miembro de la Iglesia Menonita de Ibagué, Colombia.

    Iglesias menonitas de Groningen y Drenthe, Países Bajos, celebraron el Domingo de la Fraternidad Mundial en Doopsgezind Gemeente Haren. Foto gentileza de Jacob H Kikkert.

    “Significa partir el pan al servir y responder a las necesidades de los demás. No quiere decir la ausencia de desafíos, sino el reconocimiento de que se nos ha asegurado la

    victoria con y por medio de Dios”, expresaba Manjula Roul de la Iglesia Bethel de los Hermanos en Cristo, Cuttack, Odisha, India.

    Para la pastora Ofelia García de Pedroza, de Chihuahua, México, el Domingo de la Fraternidad Mundial tiene que ver con, “alentar e instar a los hermanos a tomar decisiones que trasciendan las barreras que los demás quieren imponer.

    Para una pequeña iglesia local como la de Frankfurt, Alemania, la celebración representó la alegría de formar parte de la hermandad anabautista mundial. “Mediante la oración, destacamos las inquietudes de nuestra familia mundial de fe, quienes son perseguidos y quienes están desanimados por los acontecimientos políticos”, decía Andrea Lange, de la congregación Arbeitsgemeinschaft.

    “Qué bueno fue hablar de la realidad de los refugiados”, comentaba el pastor Siaka Traoré, de la Iglesia Menonita de Bobo-Dioulasso, Burkina Faso, quien ha recibido a quienes huyen de Malí. El domingo 29 de enero de 2017, la congregación celebró el Domingo de la Fraternidad Mundial inaugurando un nuevo edificio. “Nuestra alegría fue aun mayor porque nuestra nueva iglesia le dio la bienvenida a siete personas nuevas para adorar a Dios con nosotros, y convertirse en miembros de nuestra comunidad.”

    El Domingo de la Fraternidad Mundial es, “un evento importante porque afirma que las enseñanzas de Jesús constituyen la autoridad final en cuanto al modo en que los cristianos viven su vida”, señalaba Marvin Dyck, pastor de la Iglesia Crossroads de los Hermanos Menonitas de Winnipeg, Manitoba, Canadá. No se trata de lo que diga el gobierno o la cultura respecto a lo que debe hacer la gente: “se trata de seguir las enseñanzas y el ejemplo de Jesús en la Biblia.”

    —Comunicado del Congreso Mundial Menonita

    Haga clic aquí para ver la galería de fotos del Domingo de la Fraternidad Mundial 2017: Cantos, sermones y platillos

  • Agradecemos las constantes contribuciones de apoyo al Congreso Mundial Menonita, ya sea de nuestras iglesias miembros nacionales, congregaciones locales o individuos. Durante la primera parte del año, recibimos un amplio apoyo para nuestras principales actividades; sin embargo, aún dependemos de las contribuciones de fin de año para cumplir con nuestras obligaciones financieras. Nos representa un desafío poder prever cuánto habremos de recibir cuando tantas contribuciones se reciben en diciembre. Además, el CMM ha asignado fondos a fin de llevar a cabo ministerios específicos, y les animamos a contemplar la posibilidad de respaldarlos junto con los principales ministerios del CMM.

    Les solicitamos que tengan a bien considerar cómo podrían seguir apoyando actualmente el ministerio y la presencia del CMM, especialmente en estos años entre las Asambleas mundiales.

    Véase www.mwc-cmm.org/donar

    —Len Rempel, Director de Operaciones

    Este artículo apareció por primera vez en Correo/Courier/Courrier en octubre de 2017.

  • ¿Cómo expresan nuestras iglesias miembros la hermosa diversidad local de las Convicciones Compartidas del CMM en nuestro organismo mundial?

    El número de octubre 2016 de Courier/Correo/Courrier procura discernir la variedad de razones que motivan a las comunidades anabautistas de todo el mundo a reunirse para constituir el CMM. A continuación, escritores y escritoras reflexionan en sendos artículos sobre la siguiente pregunta: ¿Cómo el amor de Cristo por nosotros motiva y guía nuestra respuesta a los extraños en nuestro contexto local?


    Nuestra misión y las Convicciones Compartidas

    Como cristianos anabautistas-menonitas nuestra misión está íntimamente ligada a nuestra identidad reconocida y confesada. Es por esto que Lo que juntos creemos: las convicciones compartidas de las iglesias anabautistas menonitas, es un material necesario para transmitir en las comunidades de fe lo que somos y la tarea que el Señor nos ha encomendado realizar.

    En México se ha intensificado la injusticia social, económica y cultural. La violencia provoca víctimas cotidianamente. Ser testigos de Jesús en este contexto exige claridad en quiénes somos, por quién y para qué hemos sido llamados. Me parece que a tales interrogantes responde con claridad Lo que juntos creemos, particularmente en el punto siete: “Como comunidad mundial de fe y vida trascendemos fronteras de nacionalidad, raza, clase social, género e idioma, y procuramos vivir en el mundo sin conformarnos a los poderes del mal, dando testimonio de la gracia de Dios por medio del servicio a los demás, cuidando de la creación, e invitando a toda la humanidad a conocer a Jesucristo como Salvador y Señor”.

    Cada iglesia local, cada comunidad de fe, así lo creemos en la Conferencia de Iglesias Evangélicas Anabautistas Menonitas de México (CIEAMM), es una semilla y fruto del Reino de Cristo Jesús. En consecuencia con esta convicción, nos esforzamos por entender y vivir el Evangelio de paz, justicia y reconciliación que Jesús anunció de forma holística (integral), ya que cuando recorría ciudades, pueblos y aldeas anunciaba las buenas nuevas del Reino y sanaba toda enfermedad y toda dolencia del pueblo (Mateo 9:35).

    Así también nosotros debemos ser agentes de sanidad integral en cada área de la vida comunitaria y social en la que se desarrolla nuestra existencia. Nuestra misión tiene que ser encarnada en el mundo, al igual que Jesús, y él nos recuerda cada día que como el Padre lo envió a él, así él nos envía a nosotros (Juan 20:21).

    En la CIEAMM somos conscientes de que cada iglesia local es potenciada por el Espíritu Santo, verdad que está bien asentada en Lo que juntos creemos. El Espíritu Santo es el espíritu de Cristo, que nos llama y fortalece para la misión compasiva. Jesucristo sentía como propio el dolor, sufrimiento y condiciones vividas por las personas, y sentía compasión por ellas. Compasión no es sentir un dolor pasajero, sino identificarse con la persona que está en desgracia y ser movido a la acción y el servicio para aliviar el dolor que lacera a los seres humanos.

    Jesús fue compasivo y su profunda identificación con las personas sufrientes le llevó a la acción (Mateo 9:36, Mateo 14:14, Marcos 6:34, Mateo 15:32–37, Lucas 7:12–15). Si decimos seguir a Jesús, es ineludible ser compasivos como él lo fue.

    En la CIEAMM hemos difundido tanto el libro impreso como la versión digital de Lo que juntos creemos. En cada iglesia afiliada a la CIEAMM se ha estudiado el volumen en distintas formas. En algunos casos cada capítulo fue una lección de la escuela dominical, en otros cada una de las siete afirmaciones se expuso como tema de predicación. También hemos impulsado la modalidad de estudio en grupos. Un objetivo para difundir Lo que juntos creemos es entregar una copia del material a cada nuevo integrante de nuestras iglesias y guiarle en su estudio.

    En español hay poco material impreso y digital sobre la identidad y misión del anabautismo. Por esta razón Lo que juntos creemos es apreciado en la CIEAMM como un buen resumen de las creencias distintivas de la familia mundial de la que formamos parte. Sobre todo porque buena parte de quienes conforman nuestras iglesias son personas con escolaridad baja y media, que han tenido poca práctica lectora y de estudio sistemático.

    Ha sido muy enriquecedor y de bendición para los integrantes de la CIEAMM saberse parte de una comunidad global, cuya identidad está centrada en Cristo, conformada por “gente de toda raza, lengua, pueblo y nación” (Apocalipsis 5:9, NVI). Este principio identitario es central para construir comunidades reconciliadoras y que buscan poner en práctica el Evangelio de paz enseñado por Jesús el Cristo.

    Las comunidades eclesiales que integran la CIEAMM tenemos como visión, “ser una familia de iglesias cuya autoridad es la Palabra de Dios, que es y hace discípulos para el crecimiento integral en el ejemplo de Jesús, guiados por el Espíritu Santo para encarnarnos en nuestra realidad”.

    Nuestra misión es, “servir y reflejar el Evangelio de paz desde el modelo de Jesús”. Para elaborar lo que confesamos como visión y misión de la CIEAMM tuvimos como base bíblica-teológica Lo que juntos creemos. El documento ha sido una herramienta para pensar/actuar como anabautistas en el contexto social, económico y religioso mexicano.

    —Carlos Martínez García es pastor y periodista de México, y moderador de la Conferencia de Iglesias Evangélicas Anabautistas Menonitas de México (CIEAMM).


    Este artículo apareció por primera vez en Correo/Courier/Courrier en octubre de 2016.

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  • ¿Cómo expresan nuestras iglesias miembros la hermosa diversidad local de las Convicciones Compartidas del CMM en nuestro organismo mundial?

    El número de octubre 2016 de Courier/Correo/Courrier procura discernir la variedad de razones que motivan a las comunidades anabautistas de todo el mundo a reunirse para constituir el CMM. A continuación, escritores y escritoras reflexionan en sendos artículos sobre la siguiente pregunta: ¿Cómo el amor de Cristo por nosotros motiva y guía nuestra respuesta a los extraños en nuestro contexto local?

    Cantos de la Trinidad y el shalom

    Como Iglesia de los Hermanos en Cristo de Zimbabue, compartimos las creencias y prácticas de la familia anabautista mundial. Los cantos que entonamos manifiestan nuestra fe, nuestros pensamientos y nuestra particular teología. En la mayoría de los cultos, ya sea en congregaciones rurales o urbanas, se canta el Nº75 de nuestro himnario zulú, Amagama okuhlabelela: Sinomhlobo onguJesu unothando (Jesús es un amigo bondadoso).
     
    Una encuesta rápida, realizada durante mayo y junio de 2016, demostró que era el canto que no sólo se elegía en las reuniones del consejo del distrito, sino que la mayoría de los feligreses lo mencionaba como el canto que se incluyó en la música de muchos cultos de la congregación durante dicho período.
     
    Se canta incluso en los velatorios, y expresa nuestra fe en Jesús. Los atributos de Jesús que aparecen en este canto se vinculan directamente con Dios. Él no es como otros amigos; no se decepciona; es verdaderamente servicial. Regresará a elegir a los suyos. Jesús nunca defrauda. Regresará a llevarse a los suyos debido a su amor inquebrantable. Aquellos que andan buscando son llamados a ir al encuentro con Jesús, dado que él los separará de sus pecados.
     
    La última estrofa llama a los creyentes a andar movidos por el amor de Jesús con la promesa de la victoria. El himno Nº4 del himnario zulú se canta habitualmente en las iglesias de los Hermanos en Cristo. Es otro canto que expresa lo que creemos acerca de Dios.
     

    Creemos en el shalom

    Nuestra fe en el shalom constituye un aspecto constante que nos identifica con la familia anabautista mundial. La fe en el shalom se expresa en diferentes niveles. El primer nivel es la ausencia de guerras y conflictos a nivel comunitario y nacional. Zimbabue ha presenciado dichas épocas.
     
    El difunto obispo Steven Ndlovu, encabezó las denominaciones durante los disturbios en Matabeleland en la década de los ochenta. Movilizó a la dirigencia nacional de las denominaciones para reunirse con Joshua Nkomo y Robert Mugabe, hecho que llevó al cese del conflicto sangriento entre los disidentes que simpatizaban con Nkomo y la Quinta Brigada de las fuerzas de defensa de Zimbabue. (La historia está registrada en, The Gender of Piety, de Wendy Urban-Mead.)  El liderazgo de la iglesia no tomó partido en el conflicto, aunque se manifestó a favor del shalom del Señor.
     
    La Sra. Madlela expresó el shalom a nivel individual. Logró escaparse milagrosamente de un incendio en su vivienda. Al ver al pirómano en manos de la policía, le dijo, “Hijo mío, por qué intentaste matarme si no te hice mal alguno. No te guardo ningún rencor. Sólo ruego que el Señor te toque el corazón y que puedas recibir su poder salvífico.”
     
    Los himnos de la Iglesia de los Hermanos en Cristo afirman nuestra fe en el trino Dios. Se cantan con el fervor de la afirmación. Cuando cantamos, afirmamos lo que juntos creemos como anabautistas para que podamos seguir a Jesús, a fin de expresar el shalom.
     
    Bekithemba Dube es profesor del Instituto Bíblico Ekuphileni en la Misión Mtshabezi, uno de los puestos misioneros más grandes de los Hermanos en Cristo en Zimbabue. Se ha desempeñado como maestro; profesor de una Escuela Normal estatal; coordinador del programa de VIH/SIDA de la Iglesia de los Hermanos en Cristo de Zimbabue; y durante muchos años, intérprete de los sermones del Congreso en inglés o ndebele. Él y su esposa tienen un hijo adulto, que enseña en una de las escuelas misioneras.
     
    Zulu
     
    Woza Thixo Wethu
    Woza Thixo wethu
    Onga mandla
    ethu usisize;
    Baba obusayo
    Wena onqobayo,
    Wena osizayo,
    Usibheke.
     
    JesuMbusu wethu
    Nqobizithazethu,
    Uzahlule;
    Vez’ amandla akho
    Ukuhleng’ abakho
    Inhliziyo yabo
    Ime kuwe.
     
    Moya oyingcwele
    Woza usihole,
    Sibusise;
    Uzihlanzisise
    ’Zinhliziyo zethu;
    Ube phezu kwethu
    Silungise.
     
    Nkulunkulu wedwa,
    Abathathu ’Munye,
    Mananjalo!
    Ubukhosi bonke
    Naw’ amandla onke,
    Nal’ udumolonke,
    Kungo kwakho.
     
     
     
     
    Español
     
    Ven, nuestro Dios
    Ven, nuestro Dios, nuestra fortaleza,
    ven, ayúdanos ahora.
    Padre, nuestro gobernante,
    nuestro conquistador,
    nuestro ayudante,
    fija tu mirada en nosotros.
     
    Jesús nuestro gobernante, vence al
    enemigo;
    conquístalo, despliega tu poder,
    la redención de todos los tuyos,
    que sus corazones
    permanezcan firme en ti.
     
    Santo Espíritu, ven y guíanos,
    ven y bendícenos,
    purifíca nuestro corazón,
    desciende sobre nosotros.
    Haznos justos.
     
    Dios, el triuno.
    Permanece firme para siempre.
    Tuyo es el reino,
    el poder y la gloria.
     
     
     

     
     
     
     
     
     
     
     

     

     

  • ¿Cómo expresan nuestras iglesias miembros la hermosa diversidad local de las Convicciones Compartidas del CMM en nuestro organismo mundial?

    El número de octubre 2016 de Courier/Correo/Courrier procura discernir la variedad de razones que motivan a las comunidades anabautistas de todo el mundo a reunirse para constituir el CMM. A continuación, escritores y escritoras reflexionan en sendos artículos sobre la siguiente pregunta: ¿Cómo el amor de Cristo por nosotros motiva y guía nuestra respuesta a los extraños en nuestro contexto local?

    Centrarnos en Jesús en  estos tiempos cambiantes

    La iglesia de América del Norte atraviesa cambios rápidos. Muchos dicen que los cambios son tan grandes como los que se produjeron en la Gran Reforma del siglo XVI. Se están cuestionando las creencias tradicionales. Ya no funcionan las estructuras del pasado. Surgen nuevas formas de ser iglesia. En época de cambios, las convicciones básicas ofrecen valor, estabilidad y la base para nuevos rumbos. Las siete Convicciones Compartidas de los anabautistas mundiales brindan ese tipo de fundamento.

    Jesús es el Señor

    En algunas de nuestras iglesias, hay un nuevo énfasis en Jesús el Señor, algo esencial en la nueva Reforma. Así como nuestros antepasados anabautista redescubrieron un Jesús vivo después de que había sido sacralizado, envuelto en misterio y rituales, en la actualidad existe un mayor énfasis en seguir a un Jesús vivo en la vida cotidiana. Con frecuencia se enfatiza a Jesús el Señor aun más que Jesús el Salvador. De hecho, ¡debemos ser salvados de seguir a otros señores! Suele ser malinterpretada la declaración, “Jesús es el Hijo de Dios” de la Convicción Compartida Nº 2, especialmente por mis amigos musulmanes.

    Hay aproximadamente 13.000 personas de dicha fe en la comunidad canadiense donde resido. Suelen entender ‘Hijo de Dios’ en términos biológicos y de procreación, y no en términos de la profundidad del vínculo. Prefiero decir, “Jesús, el Mesías, es la mejor manera de entender a Dios”. Mis amigos musulmanes entienden y afirman a Jesús como un ser humano que estaba lleno del Espíritu de Dios. Esto puede llevarnos a conversar acerca de cómo nos abrimos a un Dios aleccionador, fortalecedor, revelador, por medio de Jesucristo.

    Jesús es la paz

    En América del Norte tenemos muchas divisiones y discrepancias, que se originan en distintos enfoques a la hora de interpretar las Escrituras. Algunos miembros e iglesias tienen un enfoque bastante literal y simple respecto a la Biblia. Suelen aceptar que las enseñanzas del Antiguo Testamento y las Epístolas equivalen a las enseñanzas de Jesús. La Convicción Compartida Nº4 nos alienta a interpretar las Escrituras a la luz de Jesucristo.

    Estamos angustiados ante la cultura de las armas que ha surgido en Estados Unidos y cómo lleva a la violencia. La Convicción Compartida Nº5, que enfatiza la promoción de la paz, la justicia y el compartir recursos, necesita ser subrayada continuamente. Durante la Guerra de

    Vietnam, la Iglesia Menonita Conferencia General (USA) del Distrito Oeste, realizó campamentos previos al reclutamiento para que asistieran todos los jóvenes de 17 años de la zona. Estas sesiones enseñaban claramente las causas del conflicto y el fundamento bíblico de la paz. La mayoría de los participantes optó por alternativas a la guerra. Hoy día necesitamos maneras nuevas y creativas de enseñarnos unos a otros y a nuestros jóvenes los caminos que conducen a la paz.

    Jesús es el maestro

    La pregunta que surge constantemente en América del Norte, y probablemente en todo el mundo, es la siguiente: “¿Cómo podemos fortalecer la singular manera anabautista en la que concebimos la fe cristiana y a la vez destacar la unidad con otros grupos cristianos? ¿Cómo podemos fortalecer nuestra fe sin volvernos competitivos y críticos respecto a cristianos con otras creencias o personas de otras religiones?”

    Paralelamente a las Convicciones Compartidas del CMM, hay tres valores fundamentales muy concisos: “Jesús es el centro de nuestra fe”, “la comunidad es el centro de nuestra vida”, y “la reconciliación es el centro de nuestra labor”. Dichos tres valores fundamentales, que fueron esenciales para el movimiento anabautista y la iglesia primitiva, han adquirido mayor importancia a través del folleto, ¿Qué es ser cristiano anabautista?, publicado por la Red Menonita de Misiones en 2008, y ahora traducido a más de veinte idiomas.

    Los tres valores fundamentales han sido la base del plan de objetivos definidos a largo plazo de la Iglesia Menonita USA. Muchas congregaciones los han incluido en sus folletos a fin de expresar su identidad, y pastores han basado sus sermones en dichos temas. El folleto ha sido muy provechoso para los grupos de estudio en cuanto a explicar lo que significa ser cristiano.

    Dann Pantoja, de PeaceBuilders Community Inc. en las Filipinas, informó que, “lo hemos adoptado como nuestra visión del mundo”. Después de un taller en Tailandia, los participantes manifestaron que, “¡por fin sabemos lo que significa ser cristiano menonita!” En tanto enseñamos las Convicciones Compartidas y los tres valores fundamentales, creo que es imperativo que reconozcamos que ninguno de nosotros es dueño de toda la verdad. Es necesario que aprendamos unos de otros. En la medida en que profundicemos juntos nuestros conocimientos, todos nos fortaleceremos.

    Las Convicciones Compartidas de los anabautistas mundiales declaran claramente lo que creemos. Estas creencias ayudan a definir nuestros sentimientos respecto a Dios, entre nosotros y en toda la tierra. A su vez, estos sentimientos nos ayudan a guiar nuestras acciones.Los primeros cristianos y anabautistas vivían sus convicciones valientemente, aun frente a la persecución y la muerte. Que dichas convicciones nos ayuden también a llenarnos del amor y valor que necesitamos para vivir de acuerdo a Jesús en estos tiempos cambiantes.

    Palmer Becker dedicó su vida a servir a la iglesia como pastor, fundador de iglesias, misionero, directivo del Congreso y educador. Es autor de, What is an Anabaptist Christian? y Anabaptist Essentials…Ten signs of a Unique Christian Faith (de próxima publicación). Palmer y su esposa Ardys tienen cuatro hijos adultos y viven en Kitchener, Ontario, Canadá.


  • Así como las partes del corazón, las cuatro comisiones del CMM sirven a la comunidad mundial de iglesias afines al anabautismo, en las áreas de diaconado, fe y vida, paz y misiones. Las comisiones preparan materiales para la consideración del Concilio General, brindan guía y proponen recursos a las iglesias miembros, además, propician redes y compañerismo en relación al CMM trabajando juntos en temas de interés y enfoque común. A continuación, una de las comisiones comparte un mensaje de la perspectiva de su ministerio.


    Renovación 2027 es una serie de eventos que se realizarán durante 10 años impulsados por el Congreso Mundial Menonita (CMM) para celebrar el 500º aniversario del comienzo del movimiento anabautista.

    “Transformados por la Palabra: leyendo la Escritura desde la perspectiva anabautista” (el evento inaugural tuvo lugar en Augsburgo, Alemania, y fue llevado a cabo el 12 de febrero de 2017) encaja bien dentro del mandato de la Comisión de Fe y Vida del CMM para ayudar a las iglesias miembros a “entender y describir la práctica y la fe anabautista-menonita.”

    En medio de las muchas celebraciones en conmemoración de la Reforma, especialmente en Europa, es importante recordar que los anabautistas también surgieron dentro del contexto de éste momento histórico y fueron decisivamente moldeados por su redescubrimiento de la Biblia como una autoridad para la fe y la vida cristianas.

    Poco después de los primeros bautismos de adultos en enero de 1525, un miembro del grupo de estudio bíblico que formaba el núcleo del movimiento anabautista emergente lo ilustró claramente:

    “Sin embargo, después de haber nosotros también tomado la Biblia y estudiado todos los puntos posibles, hemos sido mejor informados.”

    La carta prosiguió a describir cómo arribaron a una comprensión más profunda de las Escrituras.

    Cinco temas centrales – visibles en la cita mencionada arriba – distinguían su cambio, que iba desde caminar junto a los reformadores a una postura de oposición:

    • La Escritura es el punto de partida clave para la renovación producida por la Reforma.
    • Es crucial aprender no solo de segunda mano, sino leyendo la Escritura por sí mismo.
    • El grupo de estudio bíblico leyó con una actitud expectante. “Estudiaron todos los puntos posibles,” plantearon preguntas sobre el texto y las mismas fueron contestadas.
    • Se reorientaron alrededor de estas ideas. De esta manera, estuvieron “mejores informados” con respecto a las enseñanzas de la iglesia católica, pero también referente a las enseñanzas de Zwinglio y los otros reformadores.

    Para estar “mejor informados”; a primera vista, esa declaración suena muy positiva, pero también lleva consigo un poco de dolor. Sugiere que de hecho se ha estado equivocado; incluye estar listo para desprenderse del entendimiento de antaño, lo apreciado. Esto a menudo no es fácil.

    La pregunta clave en juego aquí es: ¿Permitimos que la palabra bíblica (y el Dios que desea hablarnos) escudriñe nuestras convicciones para permitirnos “estar mejor informados”? ¿O la advertencia de “probar todas las cosas y aferrarse a lo que es bueno” (1 Tesalonicenses 5:21) solo se aplica a otras personas?

    Hasta este punto, todos los temas podrían ser considerados como principios protestantes. Pero el quinto punto es el principio anabautista más distintivo:

    •  El “nosotros” en la cita es crucial: el estudio de la Biblia no solo sucede en comunidad; sino que los nuevos entendimientos de la Escritura también se alcanzan de forma colectiva.

    Nadie se ve obligado a formar parte de una congregación anabautista – la fe y la membresía son siempre voluntarias. Ninguna persona tiene todo el entendimiento o todos los dones; pero todos tienen algo. Por lo tanto, es crucial que creemos marcos para el estudio de la Biblia en el cual todos puedan contribuir a un mejor entendimiento del texto bíblico: joven o anciano, hombres o mujeres, académicos y obreros. ¡Precisamente por esa razón el “nosotros” en nuestro texto es tan importante!

    Pero en esta misma cita hay ya algunos peligros evidentes.

    Permitirnos estar “mejor informados” suena bien, ¿pero quién puede protegernos de los interminables esfuerzos para probar la superioridad de un entendimiento o de las divisiones notorias de la iglesia que tan frecuentemente han ocurrido en la historia del anabautismo? ¿Cómo podemos tener el espacio para reconocer que todo nuestro conocimiento es parcial y necesita más información permanezca? ¿Y cómo nos aseguramos que la “lucha por la verdad” no se logre a costa de la “lucha por la unidad”?

    Si la “renovación de la fe y la vida” y la “transformación por medio de la Palabra” van a suceder dentro del contexto del Congreso Mundial Menonita, entonces será esencial de que suceda en la forma de miembros del norte y del sur, este y oeste, caminando juntos uno al lado del otro como “nosotros.”

    Hanspeter Jecker es miembro de la Comisión de Fe y Vida del CMM y es profesor de teología histórica y ética en el seminario Theological Seminary Bienenberg en Suiza.

     

  • La Comunidad Internacional de los Hermanos Menonitas (ICOMB, por su sigla en inglés) está compuesta por 21 iglesias nacionales en 19 países con aproximadamente 450.000 miembros. ICOMB existe para fomentar las relaciones y los ministerios, para resaltar el testimonio y el discipulado de sus iglesias nacionales miembros – conectando, fortaleciendo y ampliando.

    Más de 200 líderes de iglesias menonitas de 35 países, se reunieron del 7 al 11 de marzo de 2017 con el llamado de renovar la misión e inspirar un movimiento de oración. La familia mundial de los HM buscó la dirección de Dios para poder hacer un llamado más amplio a la misión. ICOMB fue el resultado de una consulta misionera en 1988 en Curitiba, Brasil. Ahora, ésta organización fue la que convocó a la iglesia mundial de los HM para llevar a cabo esta reunión histórica, de la cual cada miembro de ICOMB se fue con un sentido renovado del llamado de Dios, con tres o cuatro iniciativas específicas de la misión (mundial y local) y con un compromiso de construir un movimiento de oración en su iglesia nacional.

    —David Wiebe, director ejecutivo

  • Elkhart, Indiana, Estados Unidos – Nora Marleni Martínez del municipio Metapan, El Salvador, está en el primer grupo de estudiantes, en un Programa regional del Instituto de Paz y Justicia del Seminario Anabautista Latinoamericano (SEMILLA).

    Ahora, algunos cursos de SEMILLA se imparten de manera virtual, haciendo posible para Martínez tener que viajar una larga distancia solamente la mitad de las veces en comparación con las ocasiones en las que antes lo hacia.

    “Puedo hacer mi propio horario de estudios,” dijo Martínez “y encontrar un lugar [en casa] en donde puedo concentrarme mejor”. Ella también está agradecida de no tener los gastos de viajar para las clases del seminario.

    La educación virtual significa más tiempo con su familia además de más tiempo para cuidar de las mujeres de su comunidad y encontrarse con otras mujeres teólogas.

    Sus estudios le están enseñando más que hechos. De acuerdo a lo dicho por Martínez, está aprendiendo que la paz no solo es la ausencia del conflicto, sino un modo de vivir a pesar del conflicto..

    Los educadores pusieron recientemente planes en marcha para que haya más programas virtuales disponibles en español. El objetivo es hacer que la educación anabautista bíblica y teológica sea más accesible para los aproximadamente 417 millones de personas que hablan éste idioma.

    Los educadores anabautistas de América Latina y los Estados Unidos que hablan en español, se reunieron del 11 al 14 de noviembre de 2016 en Guatemala. Las siguientes organizaciones estaban allí representadas:

    • SEMILLA, un seminario anabautista que sirve en Centroamérica y México, con sede en la Ciudad de Guatemala.
    • Centro de Estudios anbautistas–SEMILLA, un programa de iglesias Mexicanas.
    • Seminario Bíblico Menonita de Colombia, un seminario de la Iglesia Cristiana Menonita de Colombia.
    • Centro Bíblico Teológico, un programa de Iglesias Hermanos Menonitas de Colombia.
    • Seminario Bíblico Anabautista Hispano, programa hispano de educación pastoral y liderazgo, de la Agencia Menonita de Educación de la Iglesia Menonita de Estados Unidos.
    • Red Menonita de Misiones.

    Cada uno de los programas ya había iniciado cursos en línea, tenía estudiantes que estudian en línea en otros lugares o estaban solicitando fondos para establecer programas de educación teológica en línea.

    En la reunión de enero del 2016 del Consejo de Ministerios Anabautistas Internacionales (CIM), el comité de América Latina designó recursos para ayudar a iniciar la educación teológica anabautista virtual.

    La directora para América Latina de la Red de Misiones Linda Shelly, vio los beneficios de una aproximación integral: “el espíritu de colaboración fue fuerte pues los representantes compartieron sobre sus programas, vieron las similitudes así como diferencias y previeron nuevas oportunidades para los estudiantes.”

    El grupo también notó que hay estudiantes de habla española alrededor del mundo, en lugares sin un programa de desarrollo de liderazgo anabautista, que podrán inscribirse en línea, además de otros programas que pueden unirse o conectarse en algún modo con esta nueva iniciativa.

    Los programas actuales se han autodenominado inicialmente la Comunidad de Instituciones Educativas Anabautistas (CITA). Su visión es ser “un pueblo anabautista formado bíblica, teológica y pastoralmente para la misión cristiana en el mundo”. La misión declarada es: “contribuimos a la formación bíblica y teológica continua, en español, para el pueblo de Dios en nuestros contextos.” Se le solicitó a SEMILLA dar la coordinación inicial de CITA por su experiencia en el trabajo con diferentes denominaciones.

    — Kelsey Hochstetler, Red Menonita de Misiones

    Nota: El Seminario Bíblico Menonita Anabautista y el Instituto para el estudio del Anabautismo Mundial (Goshen College) constituyeron una Biblioteca Digital Anabautista, www.biblioana.org.

  • El 2 de octubre se realizó un plebiscito para que la ciudadanía colombiana avalara o no el acuerdo logrado luego de four años de negociaciones entre el Gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC-EP). El proceso incluyó participación de distintos grupos ciudadanos, asesores internacionales, y muy notablemente, las víctimas. El Acuerdo tiene 6 puntos temáticos: (1) Reforma rural integral—que promueve el desarrollo agrario, acceso integral a la tierra y la disminución de la pobreza; (2) la participación política incluyendo el trámite pacífico de los conflictos, el abandono de las armas para hacer política y promoción de la reconciliación; (3) el fin del conflicto armado, la dejación de las armas por las FARC y su reincorporación a la vida civil; (4) la satisfacción de los derechos de las víctimas, incluyendo la verdad, la justicia transicional que lleve a la convivencia, la reconciliación y la no repetición; (5) la solución al problema de las drogas ilícitas; y (6) los mecanismos para la implementación, verificación y refrendación de lo acordado.

    El impacto transformador del proceso se manifestó en el cese bilateral al fuego y el compromiso de las FARC de adelantar sus objetivos con la palabra y no con armas. También se manifestó en escenas como ilustra esta fotografía, en que el jefe negociador de las FARC, Ivan Márquez, pide perdón a las víctimas y luego es abrazado por una de ellas en un sentido acto de reconciliación.1 Hablando de Iván Márquez, cuando al Alto Comisionado de Paz se le pidió describir en una palabra a este hombre, dijo sencillamente, “transformado”.

    Sin embargo, al someterse el acuerdo al plebiscito, 62% de la población se abstuvo, y de los que votaron, el 50,23% votaron “no”, y el 49,76% votaron “sí”. No pasó. En casi todas las regiones de mayor victimización por el conflicto armado, la mayoría votó “sí”. En las regiones menos tocadas, la tendencia fue por el “no”.

    Al votar, todos afirmarían que estaban por la paz, pero los opuestos al acuerdo dirían, “Paz, pero no en esos términos”. El tema fue álgido en todos los espacios, y ciertamente lo fue en las iglesias, incluyendo las anabautistas del Congreso Mundial Menonita (CMM). Dada la fuerte campaña por el “no” adelantada por líderes de algunas de las grandes iglesias cristianas evangélicas, y en vista del estrecho margen de diferencia, es difícil no ver el impacto determinante de las iglesias cristianas evangélicas en el resultado del plebiscito.

    Quienes votaron “sí” veían la bondad del acuerdo como camino para la dejación de las armas en favor de un accionar político noviolento, el trabajo por la paz sin estigmatización y amenaza, la justicia restaurativa, la prioridad de las víctimas y propuestas para abordar condiciones socioeconómicas estructurales hacia cambios para bienestar del país y su población más vulnerable.

    Entre quienes votaron “no”, las preocupaciones incluían que la justicia transicional propuesta avalara la impunidad, que no era aceptable que líderes guerrilleros participaran en política, que se les daba demasiados beneficios a los desmovilizados, que la reforma rural afectaba la economía y que la atención preferencial a las mujeres y a personas de la población LGBTI, por haber sufrido victimización selectiva, introducía una ideología de género y atentaba contra la familia. Este último punto fue de particular preocupación para muchos en las iglesias.

    José Ricardo Torres, un anabautista colombiano,
    después una marcha por la paz en Cali, Colombia. 
    Foto: Marion Meyer

    Al mismo tiempo, es importante señalar supuestas distorsiones a la verdad del acuerdo en aras de promover posiciones e intereses partidistas, como en el caso reconocido por el gerente de la campaña por el “no” de un movimiento de oposición.

    Como iglesias nos queda la pregunta de cómo es posible que hayamos podido llegar a conclusiones diferentes (sí o no), basándonos en la misma Biblia y afirmando el Señorío de Cristo. Igualmente, nos da la oportunidad de crecer en la capacidad de abordar temas álgidos sin división sino fortaleciéndonos en unidad, a la luz, por ejemplo, de 1 Corintios 12.7, donde se afirma que “Dios da a cada uno alguna prueba de la presencia del Espíritu, para provecho de todos”.

    Como iglesias anabautistas en Colombia miembros del CMM, Dios nos ha dado la gracia de ir creciendo en la capacidad de alabar a Dios y trabajar juntos, sin desconocer que hay diferencias. Esto incluye cultos unidos y trabajo en educación para la paz, objeción de conciencia, con víctimas, atención a la niñez y con poblaciones vulnerables. En esto es importante reconocer los espacios compartidos entre las iglesias e institutiones anabautistas con el apoyo del Comité Central Menonita y el CMM. Seguramente seguiremos orando por la paz y uniendo esfuerzos, cada uno aportando desde la luz que tiene. En esta coyuntura buscamos discernir la dirección del Espíritu Santo.

    Luego del plebiscito, se están realizando reuniones y espacios de trabajo entre el Gobierno y partidos y grupos opuestos a los acuerdos con miras a revisarlos hacia un consenso nacional. Se están dando movilizaciones ciudadanas para insistir en no retornar a la guerra y para ser parte del proceso. Las FARC han reiterado su compromiso con la palabra como herramienta política en lugar del uso de las armas. Pero significa renegociar puntos sustanciales y lograrlo no será fácil. Si se logra, puede llevar a un acuerdo más incluyente de toda la población. Y a este proceso agregamos nuestra oración y trabajo por que otro grupo armado, el Ejército de Liberación Nacional, inicie negociaciones de paz.

    Persistiremos en trabajar por la paz de Colombia, por su salvación, confiados en la promesa en Marcos 4.26-29 de que la semilla crece y se recogerá la cosecha del Reino de Dios.

    –Pablo Stucky, representante regional, América Latina – Región Andina, Congreso Mundial Menonita

  • Bogotá, Colombia – En junio de 2016, el sueño de adorar juntos como una familia mundial se volvió realidad, cuando los jóvenes de tres denominaciones locales celebraron la inauguración de la Semana de la Fraternidad YABs con un culto unido en Bogotá.

    “Fue otro espacio para sentir la conexión que tenemos entre jóvenes anabautistas en el mundo, que no estamos solos, que incluso no somos pequeños,” dijo Lilia Paola Aranguren Caballero, una miembro del comité de planeación para la actividad de YABs (jóvenes anabautistas) en Bogotá.

    Los participantes compartieron sus peticiones de
    oración mientras pedían por las necesidades
    locales e internacionales en
    el culto unido de la Semana de la Fraternidad
    YABs en Bogotá, Colombia.

    La Semana de la Fraternidad YABs es un evento anual en el que el comité YABs del Congreso Mundial Menonita (CMM) crea recursos de adoración para los jóvenes anabautistas alrededor del mundo, con el fin de celebrar un tema común durante una misma semana en junio. Líderes jóvenes en Bogotá respondieron a este llamado conformando un grupo de representantes de cada denominación anabautista, Iglesia Cristiana Menonita de Colombia, Iglesia Hermandad en Cristo, Iglesias Hermanos Menonitas de Colombia, para planear el evento.

    Esta fue la primera vez que un culto unido incluyendo las tres denominaciones fue planeado por y para jóvenes. Aunque dos de los miembros del comité de planeación habían asistido a la Cumbre Mundial de la Juventud (GYS por su sigla en inglés) en 2015, la mayoría de los jóvenes locales nunca habían participado en las anteriores asambleas del CMM.

    El tema de la GYS “Llamado a Compartir: Mis Dones, Nuestros Dones” dio la inspiración para este evento. “Pensamos que después del tiempo que tuvimos en la Cumbre Mundial de la Juventud, un tiempo de integración, de crecer, aprender y compartir nuestras dones en comunidad, era una excelente oportunidad y excusa para traer a Bogotá ese tiempo vivido allá, poder integrarnos y trabajar juntos por la unidad entre ‘las tres denominaciones’,” dijo Jardely Martínez, una miembro del comité de planeación.

    Para conectarse con otros jóvenes anabautistas alrededor del mundo, los organizadores les pidieron a jóvenes de otros países que enviaran saludos por medio de videos. Los videos fueron compilados y mostrados durante el culto.

    Para muchos, lo más destacado del culto fue el tiempo de oración por las peticiones incluidas en los recursos para la adoración de la Semana de la Fraternidad YABs. Para Esteban Sánchez, fue muy importante “recordar qué problemas hay en otros lugares del mundo afectando a nuestros hermanos y hermanas, para poder juntos apoyarles en oración.”

    “Realmente este culto nos ayudó mucho a sentir que somos parte de una gran familia anabautista a nivel global,” escribió Alexander Gutiérrez, un miembro del comité de planeación.

    Grupos de jóvenes y jóvenes adultos también organizaron actividades alrededor del tema de la Semana de la Fraternidad YABs en India, Paraguay, Zimbabue e Indonesia. En Botsuana, además de discutir sobre el material contenido en los recursos, los jóvenes recogieron la basura, quitaron la hierba y limpiaron fuera de las instalaciones de la iglesia. En Chihuahua, México, jóvenes anabautistas de la Conferencia Menonita de México la cual es miembro del CMM, también se congregaron para un culto unido en el que cantaron y discutieron preguntas de los recursos en pequeños grupos. Oraron por las peticiones locales y por cada continente y terminaron compartiendo una comida.

    -Comunicado del Congreso Mundial Menonita escrito por Kristina Toews

    Fotos: Jardely Martínez

    *Si su grupo de jóvenes o jóvenes adultos celebró la Semana de la Fraternidad YABs, le invitamos a compartir sus historias y fotos con el CMM en photos@mwc-cmm.org.

    Una foto de todos los participantes del culto unido de la
    Semana de la Fraternidad YABs en Bogotá, Colombia.