Bienaventurados los pacificadores

El Congreso Mundial Menonita no tiene iglesias anabautistas miembros asociadas formalmente en el Medio Oriente. Fue una decisión misiológica de no iniciar otra iglesia en una región caracterizada por una gran diversidad. 

Sin embargo, los cristianos palestinos dan testimonio de la comunión menonita en todo el mundo. Cuando la teoría se encuentra con la realidad, ellos les han demostrado a quienes estén prestando atención, lo que significa ser fiel al llamado de Jesús a la no violencia.

Desde el 7 de octubre de 2023, los ojos del mundo se han dirigido hacia el Medio Oriente, donde un acto de violencia y vulneración ha desatado una ofensiva de muerte y destrucción. 

Como cristianos, podemos recurrir a nuestra Biblia para interpretar la realidad actual a la luz de las promesas de larga data. 

La respuesta a esta cuestión es diferente para cada comunidad de fe, afirma Dorothy Jean Weaver. Las respuestas de una comunidad judía surgen de la Biblia hebrea, pero como cristianos estamos llamados a vivir fielmente el nuevo pacto en el que la geografía “ya no es un factor para los discípulos de Jesús”. 

Dorothy se sumó a varios académicos menonitas con experiencia en la región a fin de reflexionar sobre la lectura de  hoy. 

Una trayectoria de inclusión  

A partir de Génesis 12, se observa la trayectoria de inclusión presente en toda la Escritura, explica J. Nelson Kraybill. Se refiere a la bendición y a la maldición, pero que llegan a través del pueblo de Israel a los demás. 

“En Amós 9:7, Dios libera no solo a los israelitas sino también a otros pueblos, incluso a aquellos que son considerados enemigos de Israel”, añade Paulus Widjaja. 

“Uno de los temas que se evidencia en el Antiguo Testamento en pasajes como Levítico 26 o Jeremías 7, es que el pacto con el pueblo de Dios depende de que se actúe con justicia”, afirma J. Nelson Kraybill. 

“Jesús luego retoma la visión de Isaías de todas las naciones yendo al monte de la casa del Señor (Isaías 2:2), cuando se refiere a que el monte del Templo es supuestamente una casa de oración para todas las naciones (Mateo 21:13)”, comenta J. Nelson Kraybill. 

Mateo (que es un Evangelio muy judío) finaliza con los discípulos saliendo de Jerusalén, saliendo de Galilea y yendo a hacer discípulos a todas las naciones, expresa Dorothy Jean Weaver. 

Y lo mismo sucede en el Evangelio de Lucas. La historia inicial de Jesús se centra mucho en Jerusalén, pero al final y aún más en el libro de Hechos, “el evangelio se traslada desde Judea a Samaria hasta los confines de la tierra”, afirma Dorothy Jean Weaver. 

Un marco diferente

“Let Gaza Live,” artwork by Leyla Barkman

A veces existe un problema de ignorancia incluso de parte de algunos cristianos, sostiene Paulus Widjaja. “El Israel de la Biblia y el Estado de Israel moderno son dos cosas diferentes. No podemos simplemente integrarlos como si el Israel moderno fuera el Israel bíblico.” 

“Lo que me entristece es que lo que se ha creado hoy es odio, no amor. Tanto los israelíes como los palestinos se han convertido en víctimas”, expresa Paulus Widjaja. 

“Según Levítico, la tierra es de Dios: las personas somos arrendatarios y extranjeros en la tierra”, señala Alain Epp Weaver. Esto se aplica tanto si se trata de Israel, América del Norte o cualquier otro lugar. 

“Recordemos que, como menonitas, hemos rechazado históricamente la idea del Estado nación y la soberanía de los reyes”, asevera Jonathan Brenneman. 

“Si leemos la Biblia con atención, vemos que Abraham fue elegido no para sí mismo, sino para bendecir a los demás”, dice Paulus Widjaja. 

“Y, en el Nuevo Testamento vemos que estas ideas se toman y amplían para incluir a quienes integran el pueblo de Dios y son seguidores de Jesús (1 Corintios 6:19, 1 Pedro 2:9)”, agrega Dorothy Jean Weaver. 

“La puesta a prueba de que seamos administradores fieles de la tierra que habitamos es si allí estamos haciendo justicia. Es necesaria una teología humana para Israel y Palestina, una teología que reconozca la imagen de Dios y de cada persona: israelí, palestina, musulmana, cristiana o judía. Dios llama al ser humano a hacer justicia y a oponerse a la violencia del Estado nación que daña esa imagen de Dios”, declara Alain Epp Weaver. 

“Como anabautista, procuro profundamente un sistema que trascienda lo nacional, que sea de base comunitaria y no estatal. No está relacionado con la etnicidad. No hay justificación para la violencia en la vida de ningún cristiano porque seguimos a alguien que –incluso tras ser capturado por el Ejército imperial (la policía)– dijo ‘no será por violencia’ y curó la oreja de Malco (Juan 18:10)”, comenta Sarah Nahar. 

“Al leer la Biblia hasta el libro de Apocalipsis, encontramos nuestro llamado a ser grupos de personas igualitarias y transgresoras que vivan con integridad y profundo respeto por la tierra y por los demás”, asevera. 

“Es un llamado a la complejidad, no a la simplicidad. Procuramos ser personas que vivan sin necesidad de controlar a los demás”, plantea Sarah Nahar. 

“Las iglesias blancas de ascendencia europea, han recibido como legado las teologías antijudías que dicen que Dios ha repudiado al pueblo judío. Es necesario que examinemos y rechacemos las teologías antijudías que han alimentado el antisemitismo”, afirma Alain Epp Weaver. 

“Históricamente, el antisemitismo ha sido parte integral del colonialismo y del racismo europeos. Como anabautistas, debemos oponernos firmemente al antisemitismo como una forma de racismo”, afirma Alain Epp Weaver. 

Los lectores de las Escrituras en todas partes tenemos el mismo llamado: amar la misericordia, procurar justicia, liberar a los oprimidos, liberar a los cautivos, declarar el Jubileo (Miqueas 6:8)”, dice Jonathan Brenneman. 

La respuesta a “quiénes son elegidos” está en las Bienaventuranzas: bienaventurados los pacificadores; bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia; bienaventurados los pobres (Mateo 5:3-10). 

“Fundamentalmente, bienaventurados los que sufren opresión”, expresa Jonathan Brenneman. 

Algunos comentaristas, y también las organizaciones de derechos humanos, se han referido al Medio Oriente actual como una realidad del apartheid. Los menonitas, ¿de qué manera podemos apoyar un lugar donde todas las personas, palestinas e israelíes, vivan sin temor bajo la vid y la higuera (Miqueas 4:4)? 

«Es muy difícil ver qué hoja de ruta podría trazar un camino desde la realidad actual de violencia y discriminación estructural hacia una realidad futura en una tierra en la que tanto el pueblo palestino como el israelí puedan vivir libremente, con seguridad y en paz», opina Alain Epp Weaver. 

“Oramos, y apoyamos a los palestinos e israelíes que se esfuerzan por derribar los muros divisorios que impiden que nos veamos unos a otros como hijos de Dios y que dichos muros divisorios se vean. Necesitamos oponernos a los muros divisorios en nuestros corazones –y a los muros físicos construidos por el Estado de Israel– que dañan, degradan y matan a las personas”, afirma. 

“Vivimos en un mundo que ha sido dividido, donde hay terrenos en que algún grupo asevera: ‘¡esto es nuestro!’ Pero nuestro llamado a ser fieles desde cualquier lugar de la sociedad en el que estemos es impulsar la justicia de Dios en la tierra, en la medida en que tengamos la energía para avanzar hacia esa meta al ser empoderados por Dios: ‘¡Venga tu Reino, hágase tu voluntad en la tierra!’ (Mateo 6:12)”, manifiesta Dorothy Jean Weaver. 

“¿Quién es responsable de que se haga la voluntad de Dios en la tierra?”, pregunta Dorothy. “La respuesta definitiva es que Dios tiene poder sobre todas las cosas. Pero Dios también nos llama a actuar para hacer realidad la voluntad de Dios en la tierra. Es necesario que oremos el padrenuestro con audacia y valentía.” 

Para quienes estén en Canadá y Estados Unidos, la Coalición Menonita para Desmantelar la Doctrina del Descubrimiento está ayudando a la gente en la ardua labor de reconocer que el pecado es estructural. 

“Las tareas posibles para mí tienen que ver con comprender cómo las dinámicas de poder se manifiestan en todas partes; reconocer los sistemas de desplazamiento y despojo; indagar a qué costo y a costa de quién obtengo privilegios en la sociedad”, explica Sarah Nahar. 

“El evangelio brinda una nueva manera de pensar acerca de nuestras vidas y nos anima a superar las barreras sin importar dónde estemos o quiénes seamos”, continúa. 

“En cuestiones de ética, si quisiéramos que nuestra acción tenga sentido, dicha acción debería basarse en un relato porque, de lo contrario, la acción no tendrá ningún sentido”, comenta Paulus Widjaja. 

Existe la oportunidad para aquellos que procuran relatos significativos de fundamentar la acción y el entendimiento respecto a la Tierra Santa. La Escuela Bíblica de Belén (Bethlehem Bible College), una escuela evangélica en el corazón de Cisjordania, organiza su séptimo congreso, Cristo en el puesto de control, del 21 al 26 de mayo de 2024. “Hacer justicia, amar la misericordia: testimonio cristiano en contextos de opresión”, una invitación a “¡vengan y vean!”, en persona o por transmisión en vivo. (Haga clic aquí para más información.) 

Los menonitas, ¿cómo podemos ser pacíficos pero no pasivos? Cuando parece haber dos bandos, ¿es posible ser neutral sin ponerse implícitamente del lado del opresor? 

“La neutralidad es una palabra muy peligrosa para nosotros porque nos permite imaginar que las cosas son equitativas y muy a menudo no son equitativas”, dice Dorothy Jean Weaver. 

En gran parte del mundo, especialmente en Estados Unidos, se supone que los cristianos están del lado de los militares que están cometiendo el genocidio. Como cristianos, si no alzamos nuestras voces, se supone que estamos del lado del militarismo, de la violencia y del genocidio”, señala Jonathan Brenneman. 

“Si consideramos esta cuestión desde una perspectiva teológica, entonces sí, tomamos partido, pero no con respecto al pueblo, y ciertamente no con respecto al Estado, sino que tomamos partido con respecto a los valores: la justicia, la paz, la reconciliación”, afirma Paulus Widjaja. 

Los israelitas en la Biblia partían del supuesto de que Dios siempre estaba de su lado, pero en algunas ocasiones Dios dijo: “Estoy de tu lado cuando estás oprimido, pero también estoy con otros cuando ellos están oprimidos”. 

Basta con considerar a los profetas bíblicos. Nunca se les podría acusar de ser neutrales frente a las situaciones que vivieron”, añade Dorothy Jean Weaver. 

“Por eso me pongo del lado de los principios cristianos de la justicia, el  amor y la reconciliación. Quienes estén siendo oprimidos, entonces estaré con ellos independientemente de su nacionalidad”, afirma Paulus Widjaja. 

“Ha sido realmente muy valioso hacer teología en las calles, trabajando juntos con judíos, musulmanes, cristianos, bahá’ís y humanistas por un cese al fuego”, expresa Sarah Nahar, quien ve mucho más que dos bandos. 

“Tuve la posibilidad de hacer teología junto a judíos antisionistas, que se afligen mucho al ver que, por un lado, su fe hermosa, multifacética y profunda está siendo destrozada por el nacionalismo y, por el otro, está siendo coartada por el militarismo”, comenta. 

Los cristianos todavía se están recuperando del año 313 E.C. o d.C (Era Común o después de Cristo), cuando el Imperio se apoderó del cristianismo, por lo que podemos entender a las personas que dicen que no desean que se las asocie con una fuerza estatal. 

“La violencia estatal no me protege: las relaciones me protegen. Podemos tener seguridad y espacio en un mundo compartido”, afirma. 

“En un sentido escatológico”, dice Alain Epp Weaver, “hay un solo lado, el lado de la humanidad, la humanidad que Dios está reconciliando consigo a través de la obra del Espíritu, el Espíritu que derriba los muros de división y odio”. 

“Para la iglesia, dar testimonio en este mundo quebrantado significa oponerse a todas las formas de injusticia, incluidas las estructuras de ocupación militar que levantan muros y profundizan las divisiones. Cuando alzamos nuestras voces a favor de la justicia, a veces la gente nos acusa de crear división. Pero, lo hacemos animados por esta visión de una humanidad reconciliada que Dios reconcilia consigo, llamándonos a volver a nuestra naturaleza creada”, afirma Alain Epp Weaver. 

Los cristianos palestinos hicieron un llamado que se publicó a fines de octubre: “Responsabilizamos a los líderes y teólogos de las iglesias occidentales que apoyan las guerras de Israel por su complicidad teológica y política con los crímenes israelíes contra los palestinos”, escribieron. (Haga clic aquí para leer el documento completo). 

“Vi y afirmo ese llamado”, manifiesta Alain Epp Weaver. “La Iglesia occidental ha sido cómplice del despojo de los palestinos. Y hace mucho que se debía haber alzado la voz y emprendido acciones.” 

“La amplia coalición cristiana palestina que elaboró dicha carta están trabajando en armonía y denunciando el engaño de la Iglesia occidental. Ruego que la Iglesia occidental tenga oídos y corazón para escuchar”, asevera Dorothy Jean Weaver. 

“Estoy agradecida por la tradición de pacifismo, que nos permite no solo tomar posturas valiente y humildemente, sino también actuar y orar con el compromiso de no eliminar a los demás”, dice Sarah Nahar. 

“Si nos equivocamos, podremos esforzarnos, reparar y aprender. Transmitiré algunas de estas cuestiones en nuestro quincentenario, que algunos creen que debería ser una celebración porque hemos sido fieles, mientras que otros piensan que debería ser un momento para lamentar que nuestro cuerpo cristiano ha sido desgarrado, lo cual es también una cuestión compleja”, agrega. 

“Sigamos todos trabajando y orando por la integridad en esa parte quebrantada del mundo y en nuestras propias vidas quebrantadas”, expresa J. Nelson Kraybill. 

Autores 

  • Dorothy Jean Weaver, profesora jubilada de Nuevo Testamento del Seminario Menonita del Este en Harrisonburg, Virginia, EE. UU. Además, tiene una larga trayectoria de viajes dentro y fuera de Israel-Palestina, tanto para períodos sabáticos académicos como liderando viajes de estudio y grupos de trabajo. 
  • J. Nelson Kraybill, académico jubilado y expresidente del CMM (2015-2022). También ha tenido una participación de muchos años en Israel-Palestina como académico y líder de visitas guiadas. Recientemente se desempeñó como académico residente de la Escuela Bíblica de Belén (Bethlehem Bible College) en Cisjordania durante ocho meses. 
  • Paulus Widjaja, pastor ordenado de GKMI. Es profesor de la Facultad de Teología de la Universidad Cristiana Duta Wacana en Yogyakarta, Indonesia. 
  • Alain Epp-Weaver dirige la planificación estratégica del Comité Central Menonita. Vive en Lancaster, Pensilvania, EE.UU. Trabajó en la Palestina ocupada durante once años, incluidos dos años en Gaza como coordinador programático, y ha escrito y editado libros relacionados con Palestina. 
  • Jonathan Brenneman, menonita palestino-estadounidense. Ha trabajado con Equipos Comunitarios de Acción por la Paz en Palestina y colaboró con la resolución, “Paz en Israel y Palestina” de la Iglesia Menonita USA, aprobada en 2017. 
  • Sarah Nahar actualmente vive en Syracuse, Nueva York, EE.UU. (tierras no cedidas de la nación Onondaga). Fue la representante de América del Norte en AMIGOS, precursor del Comité YABs del CMM. Antigua directora ejecutiva de Equipos Comunitarios de Acción por la Paz, colaboró con el Comité Central Menonita en Jerusalén en el Centro Sabeel de Teología de la Liberación. 

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Updated 16 April 2024: date of Christ At The Checkpoint conference corrected