Un testimonio para Renovación 2027: perfil histórico
Renovación 2027 es una serie de eventos que se llevarán a cabo durante 10 años, con la finalidad de conmemorar el aniversario 500 de los inicios del movimiento anabautista. Esta serie destaca a los líderes del movimiento desde épocas históricas hasta el presente.
Más de la mitad de las congregaciones rurales en la Conferencia de la Iglesia de los Hermanos en Cristo (BICC por su sigla en inglés) en Zimbabue son dirigidas por pastoras. Muchas de las mujeres que plantan iglesias de los Hermanos en Cristo lo hacen porque llegan a lugares donde no hay congregaciones similares a las que acostumbran a asistir, además, estas mujeres tienen ansias de fraternizar con otros creyentes. Al comienzo, comparten comunitariamente en reuniones en las casas; algunas veces una mujer es identificada como la líder por su madurez espiritual y conocimiento de la Palabra. Muchas de las mujeres predicadoras de la BICC son altamente respetadas en sus áreas de influencia.
Una de las primeras mujeres de los Hermanos en Christo que estuvo involucrada con el trabajo de sembrar iglesias y predicar el evangelio en los años iniciales de la misión, fue Sitshokuphi Sibanda, quien ya era una adolescente cuando los primeros misioneros se establecieron en Matopo en Zimbabue en 1898.
Ella hizo parte del grupo de los primeros conversos quienes en ese entonces recibieron educación literaria de la misión. Allí Sitshokuphi le entregó su vida a Dios y nunca volvió su mirada atrás.
En el frente doméstico, Sitshokuphi enfrentó inmensos desafíos de aldeanos hostiles que apreciaban mucho las creencias tradicionales y estaban inmersos en el culto ancestral.
Esta mujer también enfrentó oposición y ridiculización incluso por parte de su familia, vecinos y pares. ¿Qué pensaba ella que estaba haciendo al tratar de tomar las manos que ayudaban en los campos?
Hubo un tiempo en que ella provocó la ira de todo su pueblo al acompañar a algunos misioneros a un santuario en donde se hacían ceremonias para hacer llover. Esta fue una empresa arriesgada ya que no se le permitía a cualquiera visitar el sitio sagrado. Cuando las lluvias dejaron de caer durante años, la culpa recayó sobre ella; no obstante, eso no la disuadió de evangelizar. Posteriormente, ella vivió en el hospital de Mtshabezi por un largo periodo de tiempo.
Ser anciana y no tener la capacidad de viajar no la hizo desistir de su llamado. El hospital se volvió un nuevo campo de misiones para ella.
El 4 de noviembre de 1971 Sitshokuphi falleció. Ella había corrido adecuadamente su carrera, dejando una maravillosa herencia de fe en Dios.
Una declaración conmovedora sobre el trabajo de Sitshokuphi consiste en que, “es bueno trabajar de tiempo completo para el Señor, pero no es bueno trabajar de tiempo completo para la iglesia”.
Sitshokuphi fue sepultada en la misión Matopo, en un lugar reservado para algunos de los más honorables siervos de Dios.
—Un comunicado del Congreso Mundial Menonita escrito por Barbara Nkala, obtenido de la obra “Silent Labourers” de Doris Dube. Bárbara es la Representante Regional del CMM para África del Sur e hizo una presentación sobre las mujeres predicadoras contemporáneas de las Iglesias de los Hermanos en Cristo (1960s–2010s) en Crossing the Line: Women of Anabaptist Traditions Encounter Borders and Boundaries, una conferencia en la Universidad Eastern Mennonite University, Harrisburg, Virginia, EE.UU.