La acción evangelizadora

“Vayan, pues, a las gentes de todas las naciones, y háganlas mis discípulos; bautícenlas en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enséñenles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo.”

En Renovación 2027, Transformados por la Palabra: leer las Escrituras desde una perspectiva anabautista, en Augsburgo, Alemania, 12 de febrero de 2017, el Comité de YABs (Jóvenes Anabautistas) reflexionó sobre Mateo 28,19–20 desde sus perspectivas locales. Las columnas de esta sección se adaptaron en base a sus presentaciones.


Este texto es un llamado y un encargo de Jesús a sus discípulos. Jesús quería que el evangelio llegara a todas las naciones y para eso decidió valerse de las personas. En una primera instancia se valió de sus primeros discípulos. Éstos a su vez hicieron más discípulos, que tenían el mismo encargo: “ir y hacer discípulos”. Así, la misión de la iglesia, como conjunto de discípulos de Cristo, fue acercarse a otras personas con las buenas nuevas.

La palabra “vayan” tiene una connotación activa. Jesús no dijo: “Esperen que les envíe personas para hacer discípulos”, sino dijo: “Vayan y hagan discípulos.” Por eso, si el discípulo de Cristo quiere hacer más discípulos, necesita ser una persona proactiva. En vez de esperar que otras personas se acerquen a la iglesia, tiene que ir al mundo para compartir las buenas nuevas con sus prójimos.

Ahora, la pregunta es, ¿cómo voy a compartir las buenas nuevas con las personas que me rodean?

Existen varios métodos para evangelizar. Los tres más conocidos y usados en Sudamérica son: evangelización casa por casa, evangelización de masas y evangelización a través de amistades. Cada uno de estos métodos tiene sus aspectos a favor y en contra, especialmente al considerar el tiempo y la profundidad del trabajo. Sin embargo, todos son métodos válidos que pueden ser usados según el contexto y la necesidad.

En el caso de la Asociación Hermanos Menonitas del Paraguay, un método usado es el del impacto social. Es decir, se dedican a fundar hogares para niños carenciados, hospitales, colegios y establecer iglesias, siempre dependiendo de la necesidad de la zona. Además, se fundó una emisora de radio para transmitir el evangelio y valores cristianos.

A través de estas organizaciones se busca brindar, en primer lugar, un servicio básico a las personas de su alrededor, para luego poder compartir el evangelio con ellos.

Un método usado en nuestro grupo de jóvenes y en algunas otras iglesias del Paraguay es el fútbol. En Paraguay casi no se juega al vóleibol, al básquetbol o al béisbol; sólo existe el fútbol y todos lo juegan. Por eso, algunas iglesias, entre ellas la nuestra, optan por jugar al fútbol los sábados y domingos por las tardes para atraer a las personas. El propósito principal de este evento no es evangelizar, escuchar una prédica o cantar canciones espirituales, sino solamente jugar al fútbol y entablar amistades con personas nuevas. Se espera que estas personas luego se animen a ir a las reuniones de jóvenes y acepten a Cristo como su Salvador.

En Latinoamérica creemos que la evangelización debe estar adaptada a la cultura y al contexto de cada iglesia. Independientemente del método, se motiva a los creyentes a transmitir de manera natural y activa su fe personal en Cristo.

Para nosotros, evangelizar no significa ser intolerante. Creemos que la obra redentora de Jesús en la cruz es el único camino al Padre y al cielo, y por eso es nuestro deber compartir este mensaje de gracia y salvación con las personas que nos rodean.

—Dominik Bergen, miembro de la Iglesia de los Hermanos Menonitas de Paraguay, fue nombrado representante de América Latina en el Comité de YABs (Jóvenes Anabautistas) durante la Cumbre Mundial de la Juventud en conjunción con la 16ª Asamblea en Harrisburg, Pensilvania, EE.UU., en julio de 2015 y hasta la reuniones del Comité Ejecutivo en Augsburgo, Alemania. A fin de iniciar estudios teológicos en un seminario de Alemania, renunció a su cargo para asegurar la representación local de América Latina. Actualmente, Oscar Suárez, de Colombia, es el representante latinoamericano.

Este artículo apareció por primera vez en Correo/Courier/Courrier en octubre de 2017.

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