Católicos griegos de Ucrania restauran antiguo edificio de la Iglesia Menonita

Kitchener, Ontario, Canadá – Una antigua iglesia menonita de Ucrania está siendo restaurada y transformada en una iglesia greco-católica, con la ayuda de menonitas canadienses.  

Este acontecimiento, según observadores, es un ejemplo de la colaboración menonita-católica  conforme al espíritu de otros intercambios durante la década pasada.

La Iglesia Menonita de la antigua aldea de Schoensee (actualmente Snegurovka), se construyó en 1909. Durante la era soviética posterior a la revolución de octubre de 1917, cuando los menonitas fueron forzados a migrar, el edificio de la iglesia se usó como depósito; luego cayó en desuso y se dejó de reparar. Recientemente, la Iglesia Greco-Católica Ucraniana obtuvo la tenencia del edificio. El padre Peter Trenzky, cura católico retirado, oriundo de la República Checa, está a cargo de la restauración del edificio como así también de la congregación, que empezó a realizar sus cultos en el edificio.

Al conocer el proyecto de restauración, individuos vinculados con el Centro Menonita de la cercana Molochansk (anteriormente Halbstad), ofrecieron su ayuda. Dicho Centro se estableció en 2001, en la antigua escuela menonita de niñas (Maedchenschule), a fin de brindar diversos servicios comunitarios.

“Al principio, el padre Peter temía que los menonitas quisieran recuperar la iglesia”, dijo George Dyck, tesorero de "Amigos del Centro Menonita de Ucrania" (FOMCU, por sus siglas en inglés), la organización canadiense de caridad que proveyó el financiamiento parcial para el proyecto durante el año pasado. (Para más información sobre FOMCU, ingrese a www.mennonitecentre.ca o vea la página de Facebook “Centro Menonita de Ucrania”.)

Dyck describe la colaboración como el “abrazo entre menonitas que retornan con sus antiguos  vecinos”. Según Dyck, la inauguración oficial del edificio restaurado se llevaría a cabo en julio o agosto de este año.

Según Darrin Snyder Belousek, la remodelación de la antigua iglesia de Schoensee, “es fruto de la renovación de la Iglesia Católica de Ucrania”. Darrin es director ejecutivo de Bridgefolk, un movimiento de menonitas y católicos con sede en América del Norte, quienes se reúnen anualmente para conocer las tradiciones mutuas.

Además señaló “una suerte de paralelismo” entre la experiencia de los católicos ucranianos y la de los menonitas rusos. Los primeros sufrieron la pérdida de sus edificios, carecían de  protección legal y sobrevivieron como iglesia clandestina durante la era soviética. Los menonitas rusos tampoco obtuvieron el reconocimiento oficial de los soviéticos y se integraron con los bautistas.

“Ambas iglesias fueron reprimidas en circunstancias similares por el mismo opresor”, comentó Darrin, “y tomaron decisiones que tuvieron un alto precio a fin de mantenerse fieles.”

Bridgefolk se creó poco después del inicio del Diálogo Ecuménico Internacional Menonita-Católico de 1998-2003, organizado por el Congreso Mundial Menonita y el Consejo Pontificio del Vaticano para la Promoción de la Unidad de los Cristianos. (Vea www.bridgefolk.net)

En 2007, Bridgefolk realizó un congreso para reflexionar sobre el informe final del diálogo menonita-católico: “Llamados a trabajar juntos por la paz”. (Ingrese a www.mwc-cmm.org para obtener una copia de dicho informe.)

Comunicado del CMM por Ron Rempel

 

 

 

 

 

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