Así como las partes del corazón, las cuatro comisiones del CMM sirven a la comunidad mundial de iglesias afines al anabautismo, en las áreas de diaconado, fe y vida, paz y misiones. Las comisiones preparan materiales para la consideración del Concilio General, brindan guía y proponen recursos a las iglesias miembros, además, propician redes y compañerismo en relación al CMM trabajando juntos en temas de interés y enfoque común. A continuación, una de las comisiones comparte un mensaje de la perspectiva de su ministerio.
“Si un miembro del cuerpo sufre, todos los demás sufren también; y si un miembro recibe atención especial, todos los demás comparten su alegría” (1 Corintios 12,26).
“Esta visita me hizo comprender que somos parte de una gran familia mundial. ¡Ahora sabemos que no estamos solos!”
Esto fue lo que oímos cuando una delegación de las Comisiones de Paz y de Diáconos del Congreso Mundial Menonita visitó las iglesias Hermanos Menonitas en Panamá. Cuando vive con desafíos que amenazan la manera tradicional de vivir, ¿qué es más importante que saber que no está solo? El saber que hay hermanos y hermanas que están orando – aunque no lo conozcan personalmente – puede ser la diferencia entre rendirse o continuar esperanzado, confiando en el Señor.
“No les pedimos que resuelvan nuestros problemas. Todo lo que pedimos es contar nuestra historia y orar por nosotros.”
Ser un diácono dentro del CMM no se trata de dar ayuda financiera o crear programas de ayuda. Los diáconos caminan junto a las iglesias, escuchan, comparten y oran con ellas en tiempos de angustia o de alegría. A veces nos sentimos tan impotentes para prestar ayuda, pero no debemos subestimar el poder de caminar juntos, de escuchar y de orar.
Miembros de la iglesia oran por un niño
enfermo en Panamá. Foto: Henk Stenvers.
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“La Comisión de Diáconos debe ser la mano cálida de la iglesia mundial.” En 2009, Danisa Ndlovu, el entonces presidente del CMM, dijo estas palabras en la primera reunión de la comisión en Paraguay. Una mano sobre el hombro, que muestra que otros se preocupan, sentir el calor de la unidad con otros que comparten las mismas convicciones. A pesar de que vivimos en situaciones tan diferentes, expresamos nuestra fe de formas tan distintas y tenemos diversas historias, sabemos que estamos unidos en nuestra fe. En nuestro deseo de seguir a Cristo, somos parte de un solo cuerpo.
El Fondo de Ayuda de la Iglesia Mundial puede apoyar a las iglesias en el Sur global para realizar proyectos que permitan promoverla vida y la misión de la iglesia. Puede ser muy importante para una iglesia local tener su propio lugar para los cultos o construir una escuela. El significado de reconstruir después de una destrucción causada por un desastre o por la violencia, sobrepasa la imaginación. Se trata de ser una comunidad – local y mundial.
Y al igual que Pablo les escribe a los Corintios, las partes del cuerpo están unidas, aún si son diferentes. Son interdependientes; si falta una, está incompleto (1 Corintios 12:14–25).
La comunidad mundial es como la iglesia en Pimpimsu en Ghana. Visitamos la pequeña iglesia al atardecer, después de que ya había oscurecido. Las personas vinieron a la iglesia una a una a darnos la bienvenida y todos traían una luz. Cada vez que entraba alguien, la iglesia se iluminaba mejor. Cuando la iglesia se llenó, había una luz brillante debido a todas las pequeñas lámparas.
Eso es ser comunidad, de eso se trata. Cuando usted no está aquí, la iglesia está un poco más oscura. Ya sea que estemos presentes en las asambleas o en espíritu en oración, podemos ser testigos del maravilloso mensaje de paz que Cristo nos dio. ¡Si usted no está allí, es extrañado, porque la luz es menos clara!
La Comisión de Diáconos quiere ser una herramienta para apoyar y fortalecer esa comunidad global. Únase a nosotros para caminar junto a nuestra familia anabautista mundial a través de la Red de Oración del CMM. *
—Henk Stenvers es secretario de la Comisión de Diáconos del CMM.
*En 2016, la Comisión de Diáconos lanzó nuevamente una red de oración basada en correos electrónicos, tras el éxito de la iniciativa de oración en la Asamblea 16. La Red de Oración envía un correo electrónico cada dos meses que contendrá de cuatro a cinco oraciones. Es posible que también haya correos adicionales cuando surja un llamado de oración urgente. Los correos electrónicos están disponibles en inglés, español o francés. Si le gustaría compartir un motivo de oración con nosotros, por favor escriba a oraciones@mwc-cmm.org.
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