Correo : Perspectivas
Europa: España
AMyHCE (Anabautistas, Menonitas y Hermanos en Cristo) es un pequeño movimiento de iglesias de tradición anabautista vinculadas como una misma conferencia en la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España (FEREDE). Dicha Federación facilita el reconocimiento de las congregaciones dentro del marco legal español, lo cual permite, por ejemplo, que las bodas celebradas en nuestras iglesias tengan validez legal; que podamos prestar asistencia en las prisiones y tener capellanía hospitalaria; y que el Ayuntamiento de Burgos haya cedido un terreno para la construcción de un lugar de reunión.
Vincularnos con el CMM desde el principio nos dio visibilidad en nuestras iglesias hermanas de Europa y más allá. Reunidos en una agrupación nacional sumamos más, pero el CMM nos da un valioso sentido de pertenencia a una realidad eclesial con identidad anabautista de alcance mundial. AMyHCE es miembro de la Fraternidad Mundial Misionera (GMF).
Éramos pocos cuando comenzamos a llamarnos menonitas o anabautistas en España. Buscamos conocernos, relacionarnos con cierta frecuencia y explorar temas de interés común.
Así nació el Encuentro Menonita Español (EME), que tiene lugar cada dos años cerca de la iglesia que lo organiza, a fin de conocernos mejor. Puede asistir cualquier miembro que lo desee y a veces vienen de otros países.
Durante dos o tres días disfrutamos de la comida de la región y quizás un estilo diferente de alabanza; seguimos un tema, escuchamos conferencias, predicaciones y testimonios, mezclándonos en grupos de diálogo; entablamos amistades, y hacemos un poco de turismo.
La notable diversidad nos enriquece y estimula a crecer en amor. Procuramos ser fieles al Señor pero el Espíritu Santo es quien hace maravillas.
Un amplio abanico de misión
La iglesia menonita de Barcelona sigue siendo pequeña pero dispone de un centro de acogida para migrantes.
Durante décadas hemos estado hermanados con dos iglesias de Hermanos en Cristo en Madrid, otra en Catalunya y un punto de misión en Asturias.
La iglesia evangélica de Vigo tiene un ministerio entre familias de la etnia gitana (comunidad romaní).
La iglesia anabautista de Burgos es bastante más grande, ahora en proceso de relevo generacional, y tiene un punto de misión en otra población. En 1999 inició La Casa Grande de Benín, para la acogida de niños abandonados y que brinda educación a muchos niños de la zona.
La fuerte inmigración a España trajo a hermanos y hermanas de Honduras de iglesias de Amor Viviente (iglesia fundada por misioneros de Misiones Menonitas del Este), que nos inspiran por su capacidad para fundar media docena de iglesias y tener siempre puntos de misión.
El Centro Teológico Koinonía (CTK) nació entre líderes de Madrid y Burgos con el deseo de capacitar a los demás. Algunas de nuestras comunidades se han beneficiado del CTK para estudiar juntos la Biblia y la doctrina cristiana con un enfoque anabautista, aprendiendo también principios del ministerio cristiano para servir en las iglesias. Los estudiantes viajan desde sus ciudades un sábado al mes, y se crea comunidad al compartir la dinámica de clase, diálogo en grupos y una comida alrededor de la mesa.
Conocernos es valorarnos unos a otros, sin importar a qué comunidad pertenecemos.
El retiro anual que fomenta la comunión fraternal entre pastores y líderes de grupos tan diversos quizás sea lo que más sorprende. Ninguna estructura ni formalidad amenaza la idiosincrasia de los grupos. Invitamos a misioneros recién llegados de trasfondo anabautista a conocernos en este ambiente.
Todo parece frágil y espontáneo, pero hay un deseo de que el Espíritu de Dios ministre a cada uno según sus necesidades. Sí, en los encuentros anuales se tratan agendas y temas, pero sobre todo es allí donde los líderes adoran a Dios, comparten avances y necesidades con franqueza, y reciben oraciones, amor y apoyo de los compañeros. Reímos y lloramos juntos. Últimamente, dos o tres veces al año, nos vemos en un Zoom para seguir este nivel de profunda hermandad.
No puedo dejar de pensar que todo lo mejor del reino de Dios es un don del Espíritu Santo. Cuando miro hacia atrás, veo claramente que lo que Dios inicia y hace en nosotros y a través de nosotros, es lo que va a permanecer. Todo lo que consigamos con nuestras propias fuerzas o con nuestro talento humano bien puede tambalearse y caer un día.
Por eso, que Dios sea siempre el protagonista de nuestras vidas y obras, y que escojamos tener al Espíritu obrando en nosotros. Estamos aprendiendo a ser la familia de Dios.
—Connie Bentson Byler ha vivido en España sirviendo con la Red Menonita de Misiones durante cuatro décadas. Connie y Dionisio Byler son miembros de Comunidades Unidas Anabautistas de Burgos, aunque desde su jubilación en 2018 residen a dos horas de allí.
Sitio web: www.menonitas.org/