Una líder equipada para servir a través de la educación

Testimonio para Renovación 2027: Los anabautistas de hoy

Renovación 2027 es una serie de eventos que se llevarán a cabo durante 10 años, con la finalidad de conmemorar el aniversario 500 de los inicios del movimiento anabautista. Esta serie destaca a los líderes del movimiento desde épocas históricas hasta el presente.

“Por la gracia de Dios, escapé en muchas ocasiones de la muerte a lo largo de mi caminar con Cristo”, explica Tigist Alamirew. Nacida en el seno de una familia ortodoxa en Finote Selam, ahora sirve como directora de educación a distancia en la Universidad Meserete Kristos en Debre Zeit, Etiopía.

“Cuando era adolescente, uno de mis amigos me testificó sobre el amor de Jesús. Mi corazón fue abierto, así que recibí a Cristo como mi Salvador personal”, comenta.

Disgustados con su «nueva religión», sus padres hostigaron a Alamirew desde su propia casa, asimismo, su tía dirigió un esfuerzo comunitario para espantar al «demonio». La golpearon con caucho y le quemaron la cara, los brazos y las piernas.

“Durante ese tiempo, tuve una visión del sufrimiento de Jesucristo, así que no sentí la paliza. Cuando vi a Jesús levantarse de su sepultura, salté de alegría y dije: «¡Aleluya, Jesucristo ha resucitado!».

La Iglesia Meserete Kristos llevó a Alamirew a Addis Ababa en donde le ayudaron a pagar por su tratamiento médico. Ella consiguió un trabajo en la oficina de la Iglesia. Generosos donantes la ayudaron a ir a los EE. UU. para realizarse una cirugía plástica que permitiera eliminar las cicatrices en su rostro.

“Nunca pensé en vengarme de quienes me habían hecho esto. He ayunado y orado por ellos, con la esperanza de que lleguen a conocer el amor de Jesucristo”, comenta.

La directora de educación a distancia Tigist Alamirew con estudiantes en clase en la Universidad Meserete Kristos. Foto: Tigist Alamirew.

Es el momento

Como nueva cristiana, Alamirew se dedicó a servir a Dios. Todos los días oraba y leía las Escrituras. “Dios constantemente me decía: ‘hija mía, te necesito. Es tiempo de que te prepares para el ministerio’”. Mirando mi apretada agenda en el ministerio, yo respondía: “Señor, ¿no sabes que te estoy sirviendo?”.

Alamirew fue trasladada para trabajar en la universidad MK como secretaria, cajera y bibliotecaria. A medida que se relacionaba con estudiantes y maestros, “la voz del Señor vino a mí de nuevo: ‘es tiempo de prepararte’ y algo ardía dentro de mí,” anota.

Comenzó con clases nocturnas de teología. Con la ayuda financiera de Jacob y Grace Leichty de Ohio, pudo dedicar un año exclusivamente para terminar su carrera.

La teología fue solo el comienzo. “El ministerio debería ser holístico: dado que servimos al ser en su totalidad, tenemos que abordar la humanidad de manera integral” aclara.

Alamirew obtuvo un segundo título en desarrollo comunitario.

Aprendizaje inspirador

La gente le advirtió a Alamirew que estudiar teología la llevaría a un “cementerio espiritual», pero para ella, “cada sesión de clase era devocional e inspiradora”.

“Mis estudios no me hacen marchitar; en lugar de eso, me dan claridad para discernir entre la verdad y la falsedad”.

La educación ha sido un regalo «no solo en el ministerio de mi iglesia, sino también en mi vida espiritual y laboral», dice Alamirew. Ella también es vicepresidenta y secretaria del consejo de ancianos en su iglesia local.

«Animo a aquellos que viven y sirven a Cristo a estudiar con expectativa y compromiso. Los instructores deberían equipar a los estudiantes para ser siervos comprometidos apasionadamente, al estilo de Jesús, a través del ejemplo de sus propias vidas”.

El evangelio para la familia

Aunque es miembro de la familia en Meserete Kristos, Alamirew no olvidó dar testimonio a su familia de origen así como orar por ellos.

“Mi objetivo es llegar a los familiares no alcanzados y construir una iglesia”, expone. “Hace dieciséis años, comencé una comunidad con solo tres miembros de la familia quienes recibieron a Cristo como su Salvador. Ahora esta comunidad tiene más de 20 miembros”.

«Expreso mi gratitud a Dios y a quienes invirtieron en mí. Toda la gloria sea para Dios todopoderoso «.


En la ceremonia de graduación en mayo, la Universidad MK hizo un acto de dedicación del, casi finalizado, nuevo edificio de dormitorios con espacio hasta para 258 estudiantes mujeres. Las modernas instalaciones incluyen salones, cocinas y una gran sala de reuniones. “La finalización del dormitorio de mujeres me produce un gran gozo, porque más mujeres líderes y ministras tendrán la oportunidad de estudiar”, finaliza Alamirew.

—Karla Braun, Comunicado del Congreso Mundial Menonita