Así como las partes del corazón, las cuatro comisiones del CMM sirven a la comunidad mundial de iglesias afines al anabautismo, en las áreas de diaconado, fe y vida, paz y misiones. Las comisiones preparan materiales para la consideración del Concilio General, brindan guía y proponen recursos a las iglesias miembros, además, propician redes y compañerismo en relación al CMM trabajando juntos en temas de interés y enfoque común. A continuación, una de las comisiones comparte un mensaje de la perspectiva de su ministerio.
Renovación 2027 es una serie de eventos que se realizarán durante 10 años impulsados por el Congreso Mundial Menonita (CMM) para celebrar el 500º aniversario del comienzo del movimiento anabautista.
“Transformados por la Palabra: leyendo la Escritura desde la perspectiva anabautista” (el evento inaugural tuvo lugar en Augsburgo, Alemania, y fue llevado a cabo el 12 de febrero de 2017) encaja bien dentro del mandato de la Comisión de Fe y Vida del CMM para ayudar a las iglesias miembros a “entender y describir la práctica y la fe anabautista-menonita.”
En medio de las muchas celebraciones en conmemoración de la Reforma, especialmente en Europa, es importante recordar que los anabautistas también surgieron dentro del contexto de éste momento histórico y fueron decisivamente moldeados por su redescubrimiento de la Biblia como una autoridad para la fe y la vida cristianas.
Poco después de los primeros bautismos de adultos en enero de 1525, un miembro del grupo de estudio bíblico que formaba el núcleo del movimiento anabautista emergente lo ilustró claramente:
“Sin embargo, después de haber nosotros también tomado la Biblia y estudiado todos los puntos posibles, hemos sido mejor informados.”
La carta prosiguió a describir cómo arribaron a una comprensión más profunda de las Escrituras.
Cinco temas centrales – visibles en la cita mencionada arriba – distinguían su cambio, que iba desde caminar junto a los reformadores a una postura de oposición:
- La Escritura es el punto de partida clave para la renovación producida por la Reforma.
- Es crucial aprender no solo de segunda mano, sino leyendo la Escritura por sí mismo.
- El grupo de estudio bíblico leyó con una actitud expectante. “Estudiaron todos los puntos posibles,” plantearon preguntas sobre el texto y las mismas fueron contestadas.
- Se reorientaron alrededor de estas ideas. De esta manera, estuvieron “mejores informados” con respecto a las enseñanzas de la iglesia católica, pero también referente a las enseñanzas de Zwinglio y los otros reformadores.
Para estar “mejor informados”; a primera vista, esa declaración suena muy positiva, pero también lleva consigo un poco de dolor. Sugiere que de hecho se ha estado equivocado; incluye estar listo para desprenderse del entendimiento de antaño, lo apreciado. Esto a menudo no es fácil.
La pregunta clave en juego aquí es: ¿Permitimos que la palabra bíblica (y el Dios que desea hablarnos) escudriñe nuestras convicciones para permitirnos “estar mejor informados”? ¿O la advertencia de “probar todas las cosas y aferrarse a lo que es bueno” (1 Tesalonicenses 5:21) solo se aplica a otras personas?
Hasta este punto, todos los temas podrían ser considerados como principios protestantes. Pero el quinto punto es el principio anabautista más distintivo:
- El “nosotros” en la cita es crucial: el estudio de la Biblia no solo sucede en comunidad; sino que los nuevos entendimientos de la Escritura también se alcanzan de forma colectiva.
Nadie se ve obligado a formar parte de una congregación anabautista – la fe y la membresía son siempre voluntarias. Ninguna persona tiene todo el entendimiento o todos los dones; pero todos tienen algo. Por lo tanto, es crucial que creemos marcos para el estudio de la Biblia en el cual todos puedan contribuir a un mejor entendimiento del texto bíblico: joven o anciano, hombres o mujeres, académicos y obreros. ¡Precisamente por esa razón el “nosotros” en nuestro texto es tan importante!
Pero en esta misma cita hay ya algunos peligros evidentes.
Permitirnos estar “mejor informados” suena bien, ¿pero quién puede protegernos de los interminables esfuerzos para probar la superioridad de un entendimiento o de las divisiones notorias de la iglesia que tan frecuentemente han ocurrido en la historia del anabautismo? ¿Cómo podemos tener el espacio para reconocer que todo nuestro conocimiento es parcial y necesita más información permanezca? ¿Y cómo nos aseguramos que la “lucha por la verdad” no se logre a costa de la “lucha por la unidad”?
Si la “renovación de la fe y la vida” y la “transformación por medio de la Palabra” van a suceder dentro del contexto del Congreso Mundial Menonita, entonces será esencial de que suceda en la forma de miembros del norte y del sur, este y oeste, caminando juntos uno al lado del otro como “nosotros.”
Hanspeter Jecker es miembro de la Comisión de Fe y Vida del CMM y es profesor de teología histórica y ética en el seminario Theological Seminary Bienenberg en Suiza.