Juntos para el diálogo

Perspectivas: Burkina Faso

Testimonio de la relación de Traoré Fabé con los musulmanes

Nacido en Samogohiri en el seno de una familia musulmana, era musulmán practicante antes de mi conversión. Actualmente, soy un siervo de Dios, comúnmente llamado pastor, y estoy a cargo de la iglesia menonita local de Samogohiri, mi pueblo natal. También soy traductor de la Biblia desde antes de ejercer el ministerio pastoral.

Mi trayectoria en el islam

Mi nombre según el registro civil es Traoré Fabé, y mi nombre de pila Fabé significa, “mi padre se convirtió en padre mientras su padre vivía”. Hago esta precisión simplemente para decir que conocí a mi abuelo, que era animista, y mi padre era musulmán. Dada mi relación con mi abuelo, aprendí mucho sobre el animismo o religión ancestral, aunque mi padre había decidido inscribirme en la escuela coránica, antes de que mi tío viniera a retirarme para inscribirme en una escuela clásica francesa a la edad de siete años. La elección de mi padre correspondía a su deseo de algún día verme servir a Dios como un gran maestro coránico.

Pero Dios decidió de otro modo a través de la elección de mi tío de inscribirme en la escuela clásica francesa. ¿No decía Jeremías que había sido elegido desde el vientre de su madre…? (Jeremías 1,5). Después de varios años de estudios, obtuve un título en teología en la antigua Facultad de Teología de la Alianza Cristiana de Abiyán (FATEAC), llamada actualmente Universidad de la Alianza Cristiana de Abiyán (UACA).

Un puente

El apóstol Pablo nos dice que, “Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes le aman…” (Romanos 8,28). Mi trayectoria en el islam no fue algo fortuito ni en vano. En mi opinión, fue la manera en que Dios me preparaba no solo para servirle algún día como musulmán convertido, sino también por medio de mi testimonio, servir de puente entre los musulmanes y aquellos que nunca lo han sido.

En pocas palabras, durante todos estos años de servicio para el Señor en Samogohiri, y al igual que a los demás miembros de la iglesia de Samogohiri, no me han faltado las pruebas, comenzando con la persecución de mi propio padre después de la conversión de mi madre. Sin embargo, por medio del don de su sabiduría, el Señor me ayudó a atravesar estos laberintos hasta llegar a la salida. Una de las grandes pruebas para recordar es la lucha iniciada por el gran Imán de Samogohiri tras la conversión de su propio hijo.

Asimismo, el manejo discreto de este asunto y el compromiso de la administración local de Samogohiri hicieron posible un desenlace favorable. A raíz de este asunto, el imán atacó a la iglesia de Samogohiri hasta el punto de que algunos musulmanes llegaron a reconocer el pacifismo de la Iglesia debido a cómo se manejó la situación.

Celebraciones y colaboración

Para concluir, diría que después de todos estos años de perseverancia y paciencia, la relación entre cristianos y musulmanes es cada vez más pacífica. Las ocasiones festivas y las oportunidades de colaboración lo demuestran.

Sí a la colaboración, porque en la actualidad, junto con el imán y el jefe del pueblo, formo parte de una estructura que trabaja por la paz y la armonía social en la zona. La estructura se denomina “Juntos para el diálogo”. Siempre que haya alguna tensión, sin importar cuál sea su naturaleza, procuramos una solución pacífica.

—Fabé Traoré, representante de la iglesia Evangélica Menonita de Burkina Faso en el Concilio General del CMM.


Este artículo apareció por primera vez en Correo en abril de 2021.

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