Todo tipo de regalos para compartir

“¡Hermosas amistades! y una mejor comprensión del anabautismo”, es lo que expresa Lois Friesen de Towanda, Kansas, EE. UU., dado que no tiene dudas sobre lo que recibe a través de su conexión con la familia global. 

Además, agrega, “como anabautistas creemos en la comunidad. Necesitas gente que te anime, gente que te apoye; tienes que tener el hombro de alguien sobre quien llorar. Si no recibes apoyo, la comunidad se desmorona. Necesitamos reunirnos como un todo”. 

Red de relaciones 

Las experiencias de la vida han convertido a Lois Friesen en una cosechadora y dadora, interconectada con la familia global. Desde asambleas pasadas hasta experiencias de servicio y viajes, su red de relaciones se conecta a Europa, el sur de Asia (e incluso Canadá) con su congregación local, la Iglesia Menonita Zion en Elbing, Kansas, EE. UU. 

Como graduada de Goshen College en la década de 1960, trabajó en la restauración de una granja en Francia dañada por la guerra que se convertiría en un orfanato. 

Como trabajadora de servicio del CCM en Akron, Pensilvania, EE. UU., ella y su nuevo esposo reunieron a familiares, amigos y un pariente en el extranjero para asistir a la Asamblea del CMM de 1962 en Kitchener, Ontario, Canadá. 

De igual forma, cuando la Asamblea fue “en su patio trasero” en Wichita, Kansas, EE. UU., en 1978, ayudó con la recepción de los artistas y recibió a familiares que acamparon en la propiedad. Los anfitriones e invitados tomaron muchas direcciones diferentes durante la Asamblea, Friesen cuenta “por lo que tuvimos una ‘conferencia’ después de la conferencia para ponernos al día”. 

Para la Asamblea de Paraguay de 2009 no viajó. En cambio, bajo el liderazgo del entonces secretario de la Comisión de Diáconos, Bert Lobe, participó en un comité local que recibió a Cynthia Peacock de India y otros líderes del CMM en una gira de conferencias por Estados Unidos. 

Lois Friesen, relata que, “Cynthia Peacock realmente me hizo entender la gran responsabilidad de los Diáconos Globales del CMM. Cuando la escuché hablar sobre sus deberes y sobre el mantenimiento de una casa… Todo lo que pude decir es que no hay razón para no apoyar al CMM. Mire el alcance y el apoyo que ofrecen los diáconos para mantenernos conectados, para mantener vivo el centro del anabautismo”. 

Friesen, también antes de la Asamblea de Harrisburg en 2015, facilitó los viajes de la entonces directora de desarrollo del CMM, Arli Klassen, a la región de Kansas. 

Ser parte de la iglesia  

Para Lois Friesen, al dar utiliza todos sus dones: financieros y relacionales. “Pienso en estar dispuesta a hablar con la gente, dispuesta a recibir gente, viajar cuando sea necesario. La gente tiene todo tipo de habilidades para dar. Piénsalo y da lo que puedas”. 

Ver a su padre dar el diezmo le proporcionó las primeras lecciones de generosidad. Lois Friesen, expresa, “mi papá no hablaba mucho de eso, pero sabíamos que eso era parte de ser la iglesia”. 

La iglesia también animó a los niños a cuidar un terreno para un proyecto misionero. Esto, “nos recordaron la necesidad de dar”. 

Las historias de refugiados también han motivado a Lois Friesen a dar. El llamado bíblico a cuidar de los huérfanos y las viudas tiene una conexión personal. Su marido Joachim (Joe) llegó a Estados Unidos desde Alemania con su madre viuda, sus hermanas y su abuela después de seis años de desplazamiento durante y después de la Segunda Guerra Mundial. “Tienes el llamado de ofrecer consuelo –físico y espiritual– a los necesitados”. 

Al apoyar a la familia del CMM, Lois Friesen se guía por Miqueas 6:8, ella dice, ¿Qué requiere el Señor de ti? Haz justicia, ama la bondad y camina con humildad”. “Dondequiera que eso te lleve”. 

*Actualmente, Arli Klassen se desempeña como coordinadora de representantes regionales del CMM. Cynthia Peacock actualmente se desempeña como representante regional para el sur de Asia. 


Sharing Gifts in the Global Family of Faith