El Espíritu Santo está obrando entre nosotros

Así como las partes del corazón, las cuatro comisiones del CMM sirven a la comunidad mundial de iglesias afines al anabautismo, en las áreas de diaconado, fe y vida, paz y misiones. Las comisiones preparan materiales para la consideración del Concilio General, brindan guía y proponen recursos a las iglesias miembros, además, propician redes y compañerismo en relación al CMM trabajando juntos en temas de interés y enfoque común. A continuación, una de las comisiones comparte un mensaje de la perspectiva de su ministerio.


Las personas que participan en el servicio generalmente son prácticas, afectuosas, gente de acción. Por supuesto, la motivación para servir es seguir a Jesús y sus enseñanzas, alcanzar a los débiles, a los huérfanos, a las viudas y así sucesivamente (Jeremías 22:3, Santiago 1:27).

Quienes tienen un corazón para el evangelismo pueden ser llamados personas de proclamación; se preocupan por señalar el camino hacia Jesús. Siguen el mandato de ir al mundo, enseñar y hacer discípulos.

Cuando se les reclama por no preocuparse por las almas de las personas, el primer grupo podría argumentar que primero se debe alimentar el estómago vacío antes de brindar alimento espiritual.

Asimismo, los demás podrían responder, ¿de qué sirve alimentar a las personas y no hacer nada por sus almas perdidas?

Sé que esta descripción es demasiado simplista y polarizada, pero basada en mi experiencia contiene algo de verdad.

Una tensión

En el pasado, sentí cierta tensión entre estos dos grupos: las personas de proclamación y las personas más enfocadas en la acción. Los dos grupos afirmaban que su misión es integral; a veces se presentan conflictos dado que a menudo se emiten muchos juicios.

Cuando establecimos la Red de Servicio Anabautista Mundial (GASN por su sigla en inglés) dentro del Congreso Mundial Menonita (CMM), hubo una amplia discusión con respecto a la comisión que debería albergarla: la de Misiones o la de Diáconos. Los argumentos por una o por otra reflejaron esta tensión.

Finalmente, se decidió que estuviera bajo la Comisión de Misiones. La decisión fue respaldada por el deseo de superar la brecha entre la proclamación y el servicio, la palabra y el hecho.

No me sentí muy cómoda. Como parte del comité de coordinación de GASN, fui nombrada especialista en la Comisión de Misiones. No me siento misionera, soy una sierva. Ahora me tenía que identificar con las misiones.

Una transformación

Al principio me sentí un poco confundida, pero con el transcurso del tiempo, me di cuenta de que se estaba produciendo un cambio en mí. Comencé a ver que mis dones como sierva son de tanto valor como los dones de otros que plantan iglesias, son evangelistas y maestros.

Dios nos quiere a todos en su misión; solo juntos estamos completos.

Desde entonces, GASN se ha reunido dos veces. Hemos tenido reuniones conjuntas con la Fraternidad Mundial Misionera (GMF por su sigla en inglés) donde compartimos historias y enseñanzas con los dos grupos reunidos, asimismo, hemos tenido sesiones por separado.

Particularmente cuando los dos grupos se reunieron por separado, pude sentir que todavía necesitamos que el Espíritu nos enseñe: somos llamados a trabajar juntos en la misión de Dios de acuerdo a nuestros dones, convicciones y puntos de vista.

Empoderados por el aliento de Dios (tanto “espíritu” como “aliento” son traducciones de la palabra hebrea ruach), veremos cambios y veremos al Señor obrando.

Durante las reuniones en Kenia en el mes de abril de 2018, una señal de esa unidad para mí fue el mapa de oración (ver foto). Todos los miembros de GMF y de GASN fueron invitados a escoger un país, poner una vela en ese lugar y orar por esa nación, por la gente o por algún conocido allí.

Durante este tiempo de oración en silencio alrededor de ese gran mapa era obvio: somos uno en el Espíritu.

—Un Comunicado del Congreso Mundial Menonita por Barbara Hege-Galle, miembro de la Comisión de Misiones. Sirvió por 32 años con Christliche Dienste y vive en Bammental, Alemania. También sirve en la iglesia local de ese lugar.