• Bogotá, Colombia – Tomar riesgos y confiar en Dios son claramente maneras de crecer en la fe. Para Marisela Dyck y Xavier Chen, servir con el programa de la Red de Intercambio de Jóvenes Anabautistas Menonitas (YAMEN por su sigla en inglés) en 2015-2016 fue un año de lecciones sobre confiar en Dios.

    “Durante mi servicio aprendí que buscar a Dios todos los días es lo mejor que puedo hacer para sentirme bien emocional y espiritualmente”, dijo Dyck, de la Iglesia Anabautista Menonita Unida de México.

    YAMEN, un programa conjunto entre el Comité Central Menonita (CCM) y el Congreso Mundial Menonita, es un programa para adultos jóvenes, entre los 18 y los 30 años de edad, que no son ciudadanos canadienses o estadounidenses. Los participantes deben asistir a una iglesia anabautista en su propio país o servir en una organización anabautista.

    “Cuando busco a Dios, él me dice que está conmigo en cada situación, sea fácil o difícil, y que debo esperar y confiar en que él me mostrará su voluntad y que debo poner todo en sus manos.” Dyck sirvió en América del Sur, trabajando en una guardería de una organización que ministra a mujeres en riesgo.

    En su casa en México, al enseñar a niños entre 10 y 12 años, Dyck aplica las lecciones que aprendió en América del Sur. “Con lo que Dios me mostró este año, me quitó el miedo a fallar cuando sirvo.”

    Chen también trabajó con niños – en Perú y Colombia – a través de lo cual experimentó la fidelidad de Dios. “Durante cada momento de mi tiempo en YAMEN, me mantuve confiando en Dios. Oraba y le pedía que me guiara hacia su camino. Ahora, mi fe y pensamientos por Dios son más fuertes que antes. Confiar y depender de él es la única forma para tener una vida fructífera y bendecida.”

    Ahora, cuando sirve en su congregación local de la Comunidad de Iglesias Menonitas en Taiwán, Chen intenta “ver desde diferentes perspectivas, porque hay muchas maneras posibles de aproximarse a la situación con empatía y entendimiento de los sentimientos de los demás.”

    Los objetivos del programa YAMEN consisten en que los participantes desarrollen habilidades de liderazgo, que crezcan espiritual y personalmente, y que obtengan conocimientos y experiencias transculturales.

    “Algo importante que Dios me mostró es que lo principal no debe ser el servicio en sí, sino la relación que tienes con él y que deberías dejarlo trabajar a través de ti para bendecir a otras personas. Dios te dará la fuerza y la sabiduría que necesitas,” escribe Dyck.

    La experiencia de Chen le enseñó sobre la humildad. “Tenía expectativas muy altas sobre mi año de servicio: serviría a la gente que tiene necesidad y creía que lo haría perfectamente.” En vez de eso, al pararse fuera de su zona de confort, Chen sintió frecuentemente que no tenía nada que ofrecer. “No es viable actuar del modo en que antes lo hacía; enfrentar cualquier cosa nueva con humildad es la opción correcta.”

    El programa YAMEN continua fortaleciendo líderes jóvenes para el beneficio de iglesias alrededor del mundo.

    2016-2017 participantes de YAMEN:

    Nombre (país de origen): Sirviendo en:
    Tirzah Hea Halder (Bangladesh) Nigeria
    Juan “Beto” Alberto Torrico Soliz (América del Sur) México
    Ariane Ribeiro de Souza (Brasil) Ucrania
    Cecile Sanou (Burkina Faso) Uganda
    Kimleng Chung (Camboya) Nicaragua
    Sokea Im (Camboya) Sudáfrica
    ChunLei Xun (China) Colombia
    Jhon Alex Martinez Lozano (Colombia) Nicaragua
    Juliana Arboleda Rivas (Colombia) América del Sur
    Laurey Segura (Costa Rica) Camboya
    Johanna Sommer (Francia) Laos
    Dina Molina (Honduras) América del Sur
    Marlly Aceituno (Honduras) América del Sur
    Nathanial Hembram (India) Colombia
    Marsellina “Selly” Marliona Wamebu (Indonesia) India
    Primadinar Sekar Ratri “Dinar” (Indonesia) Sudáfrica
    Tamarscha Pradhini Putri “Dhini” (Indonesia) Colombia
    Jason Were (Kenia) Camboya
    Sonephan Lakongseng (Laos) Honduras
    Felizarda Atanásia Filimone (Mozambique) Colombia
    Susma Rasaili (Nepal) Camboya
    José David Dávila Godinez (Nicaragua) El Salvador
    Gabriel Goddard (Sudáfrica) Colombia
    Rastone Hamapande (Zambia) Camboya

    Un comunicado conjunto del Congreso Mundial Menonita y del Comité Central Menonita. Artículo de Kristina Toews.

  • Sindy Novoa Caro reside en Bogotá, Colombia, donde pertenece a la Iglesia Casa de Oración, una congregación de los Hermanos Menonitas. En 2010-2011 Sindy participó en ¡YAMEN! como asistente de la maestra en una escuela para niños que viven cerca de un basurero en Tegucigalpa, Honduras. Desde que regresó a Colombia, Sindy ayuda a coordinar una red de apoyo local para anteriores, actuales y nuevos participantes de ¡YAMEN!, y otras personas que han participado en el Programa Internacional de Intercambio Voluntario del MCC. Sindy trabaja para la Corporación Belcorp como líder zonal para vendedoras por catálogo. A principios de año conversó sobre su experiencia con Jana Meyer, voluntaria del MCC en Colombia.

    ¿Cómo influyó tu experiencia en YAMEN en tu visión del mundo y de la iglesia?

    Haber conocido a personas que viven de desperdicios de la calle y aún sonríen ante la vida, me hizo tomar conciencia de lo privilegiada que era al tener agua, tres comidas diarias, una vivienda, el abrazo de una madre o padre y tiempo para compartir con mi familia el fin de semana. Llegué a valorar a alguien que no hubiera podido bañarse, pero que necesitaba que lo abrazaran y le dijeran que existe un Ser supremo que lo ama y lo cuida. Trabajo de otra manera con la gente alrededor de mí. Antes, quizá sólo me preocupaba su situación económica. Ahora interactúo con mucha gente, y estoy más interesada en quiénes son como personas, en cómo les va.

    ¿Cómo podría haber sido tu vida si no hubieras participado en YAMEN?

    Estaría haciendo mi vida con la misma falta de conciencia como la de tantos en el mundo. Muchos creen que el mundo les debe algo, que el mundo debería agradecer su existencia, que las bendiciones diarias son respuesta a sus esfuerzos, y no a la misericordia de Dios.

    ¿Cómo se profundizó tu relación con Dios?                                                                                                                       

    Aunque estaba lejos de mi país y no conocía a nadie, nunca me sentí sola. Siempre sentí el apoyo y la guía de Dios. Cada día fue una oportunidad para aprender de Dios, y comprender lo que él esperaba de mí en ese momento.

    ¿Cómo se profundizó tu visión de la iglesia de Colombia?

    Aprendí que la tarea de llevar el mensaje del evangelio a otros debe hacerse de manera integral. No es posible que las personas sepan que Dios los ama y los busca, si han pasado días sin comer, si no tienen acceso a la educación, o si toda la sociedad los rechaza. ¿Cómo puedo pretender hablar  con ellos quince minutos y después irme? Dios quiere que actuemos como Jesús: que renunciemos a nuestras bendiciones, ofreciéndolas al mundo, que enseñemos con el ejemplo y respondamos a las necesidades físicas, emocionales y espirituales.

    ¿Cuál es tu visión de YAMEN?

    Me gustaría que jóvenes de Colombia participaran en este programa, motivándose a hacer algo por sus hermanos y hermanas, sin preocuparse por el sacrificio, dejándose guiar por Dios. Me gustaría ver cómo construimos vínculos con nuestros hermanos y hermanas latinoamericanos, y con personas de países adonde por lo general no estaríamos dispuestos a ir.

    Participantes de YAMEN en 2012-2013

    Patricia Calvimontes Arevalo, de Bolivia, sirve en Guatemala;
    Vichara Chum, de Cambodia, sirve en Sudáfrica;
    Fang Deng, de China, sirve en Indonesia;
    Glenda Aracely, de Guatemala, sirve en Bolivia;
    Humberto Lagos Martínez,
    de Honduras, sirve en Cambodia;
    Mei Ling Dueñas, de Honduras, sirve en Nicaragua;
    Prashant Nand, de la India, sirve en Indonesia;
    Cindy Tristiantari, de Indonesia, sirve en Corea del Sur;
    Galuh Florentina, de Indonesia, sirve en Cambodia;
    Heri Purwanto, de Indonesia, sirve en Bolivia;
    Youa Xiong, de Laos, sirve en Bolivia;
    María Aranda, de Nicaragua, sirve en Honduras;
    Paola Duarte, de Paraguay, sirve en México;
    Shammah NakawesI, de Uganda, sirve en Indonesia;
    Festus Musamba, de Zambia, sirve en Sudáfrica;
    Olivia Muzyamba, de Zambia, sirve en Indonesia.


    La Red de Intercambio de Jóvenes Anabautistas Menonitas (Young Anabaptist Mennonite Exchange Network, ¡YAMEN!) es un programa conjunto del Comité Central Menonita (MCC) y el Congreso Mundial Menonita (CMM), cuyo objetivo es fomentar el servicio y aprendizaje intercultural de jóvenes adultos del Sur del mundo.

     
     
  • Bogotá, Colombia – Para Keila Viana, observar cómo el arte puede sanar heridas le dió un entendimiento más profundo de Dios y su amor durante su servicio internacional en Phnom Penh, Cambodia.

    “Creo que durante este tiempo Dios trabajó mucho en mi vida”, contó Viana, un adulto joven de 22 años de la Iglesia Evangélica Menonita Camino de Santidad en Honduras.

    Veintidós jóvenes, incluyendo a Viana, participaron en el programa de la Red de Intercambio de Jóvenes Anabautistas Menonitas (YAMEN, por sus siglas en inglés) desde agosto de 2014 hasta julio de 2015.

    YAMEN, un programa conjunto entre el Comité Central Menonita (CCM) y el Congreso Mundial Menonita, es un programa para adultos jóvenes, entre los 18 y los 30 años de edad, que no son ciudadanos canadienses o estadounidenses. Los participantes deben asistir a una iglesia anabautista en su propio país o servir en una organización anabautista.

    Viana trabajó en ‘Let us create’ (Vamos a crear) una organización que usa el arte para invitar a niños en riesgo a sanar las heridas que han marcado sus pequeños corazones.

    Ella se enfocó en enseñar arte y dar clases de violín, aunque algunas veces también enseñó inglés y ayudó a preparar un festival. Un pincel y un instrumento musical sirvieron como método para poder dibujar sonrisas de esperanza en grandes y chicos y juntos entonar una melodía para un mejor mañana.

    “Dios me enseñó a confiar solamente en Él y su amor es más que suficiente”, dice Viana. “Ahora no tengo miedo de lo que el futuro pueda deparar, porque sé que es Dios quien dirige mis pasos y me da las fuerzas para seguir adelante aun en medio de las pruebas”.

    No sólo su vida cambió, sino también su forma de pensar; Viana ha aprendido a ver a Dios como un ser lleno de amor y misericordia. Ahora Viana se prepara para continuar con sus estudios y para cumplir con la gran comisión en su país.

    Viana ha decidido utilizar las herramientas que adquirió a través de ¡YAMEN! en su iglesia. Usará su tiempo libre para ayudar a los niños en su país, enseñándoles inglés y música. “He aprendido a amar con el amor que Jesucristo ha puesto en mí”.

    Así como la vida de Viana cambió, muchos jóvenes que se han atrevido a marcar la diferencia en este programa tienen muchas historias que contar sobre la satisfacción que se siente al servir a Dios y a los demás.

    Oremos por las vidas de los 20 jóvenes que están llevando el mensaje de paz a 13 países diferentes en 2015-2106. Como iglesia, les enviamos nuestro cariño y apoyo. Dios necesita obreros dispuestos a servir en el nombre de Cristo y ser un reflejo de su perfecto amor.

    Un comunicado conjunto del Congreso Mundial Menonita y del Comité Central Menonita. Artículo de Aharón González

    Una de las piezas creadas en las clases de arte que Viana enseñó para su asignación en YAMEN en Cambodia.

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  • Winnipeg, Manitoba, Canadá – Las oportunidades para cubrir ciertas responsabilidades de liderazgo en una iglesia local enriquecen el año de servicio transcultural de Yoweri Murungi en Lusaka, Zambia.

    Sus nuevas y numerosas experiencias incluyen liderar la alabanza y la adoración durante los servicios, clases de estudio bíblico y ministerio entre los jóvenes en la iglesia Chilenje Brethren in Christ en Lusaka.

    “Estas experiencias me ayudaron a desarrollar habilidades en el liderazgo y crecer en mi fe en Cristo,” dice Murungi, de 28 años de edad, de Kagadi, un pueblo en el distrito de Kibaale en Uganda.

    Murungi y otros 20 participantes en el programa de la Red de Intercambio de Jóvenes Anabautistas Menonitas (¡YAMEN!) estarán completando su año de servicio en el mes de julio.

    YAMEN, un programa conjunto entre el Comité Central Menonita (CCM) y el Congreso Mundial Menonita, es un programa para adultos jóvenes, entre los 18 y los 30 años, que no sean ciudadanos canadienses o estadounidenses. Los participantes deben asistir a una iglesia anabautista en su propio país o servir en una organización anabautista.

    Murungi está sirviendo como coordinador adjunto de los Clubes de Paz que apoya el CCM quien capacita a los jóvenes en la construcción de paz a través de la no violencia, la transformación de conflictos y la reconciliación. Los Clubes de Paz que comenzaron en el 2006 se han extendido a 32 escuelas en Lusaka.

    Dado que los países de Zambia y Uganda comparten muchas similitudes culturales, no pasó mucho tiempo para que Murungi se convirtiera en un miembro efectivo del equipo de liderazgo de los Clubes de Paz.

    Murungi dice que los Clubes de Paz juntan las ideas de diferentes personas para resolver un problema. Citó el ejemplo de un miembro del club de paz cuando compartió que era castigada en la escuela por llegar tarde. Le contó al grupo que llega tarde a la escuela porque lleva a su hermano menor a otra escuela antes de venir a la escuela.

    A través de las discusiones de grupo recibió la fortaleza para resolver este problema pidiéndoles a sus padres que hicieran otros arreglos para su hermano menor.

    En Uganda, Murungi también trabaja con programas en pos de la consolidación de la paz. Él prevé que las habilidades de liderazgo que está adquiriendo a través de su participación en la iglesia local y en los Clubes de Paz le serán de ayuda en Uganda.

    “Estoy adquiriendo nuevas experiencias y habilidades,” afirma él. “Estoy desarrollando y mejorando las habilidades para la administración y el manejo de una oficina.”

    Además de servir junto a otros líderes en los Clubes de Paz y en la iglesia, también disfruta el formar parte del equipo de Zambia del CCM.

    “Estamos encantados de tener participantes de YAMEN en el equipo – añade diversidad al equipo del CCM,” dice Miriam Mitchell, representante del CCM de Zambia, “Aprendemos unos de otros. Hay diferencias culturales pero lo que todos tienen en común es que vienen a Zambia para servir.”

    Los participantes de YAMEN adquieren nuevas habilidades y experiencias a través del servicio con organizaciones asociadas al CCM en varios países.

    Desde el primer participante en 2004, más de 100 participantes de YAMEN han estado aprendiendo y compartiendo con la iglesia mundial, dice Andrea Geiser, coordinadora de YAMEN.

    “Esta experiencia de vivir en otra cultura es un enorme período de crecimiento para los participantes, tanto a nivel personal como espiritual,” dice Geiser. “Cada año los participantes mencionan cómo han crecido más en su fe en Dios, confiando en Él en medio de las tensiones y los desafíos de un nuevo país y una nueva cultura.”

    Un informe reciente de Elisa Domínguez (México a Honduras) dice: «El mundo, mi punto de vista, mi visión, cambiaron. El concepto de servir me enseñó que debemos dejar nuestra propia cruz, para llevar las cruces de muchos otros que no pueden hacerlo por sí mismos. «

    Reflexionando en su nueva perspectiva mundial Jennifer Moreno (Colombia a Bolivia) dice: «Dejar mi país me ha proporcionado una nueva forma de ver las cosas, entender que hay un montón de opiniones y oportunidades en otras partes y que es grandioso y emocionante servir sin esperar nada a cambio. Es interesante saber que uno tiene gente que lo apoya y que comparte su misma fe en otros países.»

    Los siguientes participantes están completando su período de servicio con YAMEN en julio: Sirviendo en Bolivia: Jennifer Moreno (Colombia), Oscar Galo (Honduras); sirviendo en Cambodia: Keila Medina (Honduras); sirviendo en Colombia: Phealy Hut (Cambodia), Sam Joshua (India), Sanjib Sahu (India), Elizabeth Hartono (Indonesia), Victoria Muchanga (Mozambique); sirviendo en Ecuador: Jirenny García (República Dominicana); sirviendo en Honduras: Gina Albornoz (Colombia), Elisa Domínguez (México); sirviendo en India: Ditrich Rumboirusi (Indonesia); sirviendo en Indonesia: Suzy Filly (Egipto), Hemanta Pradhan (India), Subhechchha Koirala (Subu) (Nepal), Freddy Satalaya (Perú); sirviendo en Laos: Gloria Kristianti (Indonesia); sirviendo en México: Alexander Gutiérrez (Colombia); sirviendo en Nicaragua: Chia-Ming Chen (Taiwán); sirviendo en Uganda: Reviana Gamaputra (Indonesia); y sirviendo en Zambia: Yoweri Murungi (Uganda).

    Un comunicado conjunto del Congreso Mundial Menonita y del Comité Central Menonita. Artículo de Gladys Terichow, una escritora independiente de Winnipeg, Manitoba.

  • Nueva York, Nueva York, EE.UU. – JeaHyun Nham de República de Corea (Corea del Sur) es la última pasante del Congreso Mundial Menonita (CMM) que pasó a formar parte del personal del Comité Central Menonita (CCM) en la oficina de las Naciones Unidas. Fue un nombramiento conjunto del CMM y del CCM.

    Nham es miembro de la iglesia Jesus Village Church en Chuncheon, República de Corea. La iglesia, que fue fundada en 1996, sigue el modelo del espíritu de los primeros anabautistas.

    En República de Corea, Nham es una estudiante universitaria no licenciada en Underwood International College en Seúl, especializándose en Estudios Internacionales y en Literatura y Cultura Comparativas. También ha trabajado en un centro de refugiados en Seúl, ayudando a personas de otros países a procesar su estatus de refugiados.

    El año pasado, Nham fue una estudiante de intercambio en la Universidad de California, Berkeley. Después de su año en Nueva York, ella terminará su último año de universidad en República de Corea.

    Nham supo por primera vez sobre el CCM cuando ella y su familia visitaron el Centro de Recursos Materiales del CCM de la costa este en Ephrata, Pensilvania, hace seis años, durante el año sabático de su padre en Cleveland, Ohio.

    “Me enteré de todos los suministros que el CCM envió para ayudar a los refugiados coreanos durante la guerra de Corea,” dijo Nham. “Sin la mano de ayuda de organizaciones como el CCM, hubiera sido imposible para el pueblo coreano surgir de entre las cenizas de la guerra de Corea.”

    “Me di cuenta de que el CCM pone en práctica el amor de Jesús por la humanidad, ya que comparte una porción de su amor a través de su asistencia. Estoy ansiosa por pasar la antorcha del amor a muchas otras naciones en el mundo al unirme a la misión del CCM en la oficina de la ONU.”

    Nham es la séptima pasante del CMM en realizar esta labor. Todos los pasantes han recibido el apoyo del CMM y han participado del Programa Internacional de Intercambio Voluntario del CCM (IVEP), una oportunidad de servicio para jóvenes adultos fuera de Canadá y los Estados Unidos, dijo Doug Hostetter, director de la oficina del CCM en la ONU.

    Durante su pasantía de un año, que comenzó en agosto, Nham espera aprender más sobre cómo funciona el CCM dentro de la comunidad de las Naciones Unidas para construir puentes de entendimiento entre los pueblos y las naciones. Ella también traerá consigo su propia trayectoria y experiencia en la consolidación de la paz.

    “Me gustaría, de forma particular, aportar una voz de Corea hacia la reconciliación y la paz a los esfuerzos para poner fin a la cruenta guerra que ha dividido a la península de Corea en el paralelo 38 desde hace 60 años,” dijo Nham.

    “Cuando voy al trabajo, veo el graffiti en la pared del metro de Nueva York que dice, ‘La injusticia en cualquier parte es una amenaza a la justicia en todas partes (Martin Luther King, Jr.).’ Quiero ser como una agricultora de Dios, erradicando la raíz de la injusticia, plantando en la tierra las semillas de la paz y la reconciliación.”

    Todos los pasantes han traído consigo a la comunidad de las Naciones Unidas la voz y las preocupaciones de sus iglesias” dijo Hostetter.

    “Han trabajado arduamente para construir una comunicación sólida entre sus congregaciones e iglesias nacionales en sus respectivos países y la comunidad mundial de diplomáticos y organizaciones no gubernamentales de fe en las Naciones Unidas,” dijo.

    Los pasantes también compartieron sus fe y trabajaron hacia un entendimiento entre los anabautistas del norte y del sur del mundo al pasar tiempo de adoración con las iglesias Menonitas y Hermanos en Cristo en Canadá y en los Estados Unidos.

    Hostetter afirma que después de completar las pasantías, los pasantes se han involucrado más en sus iglesias locales y que a menudo participan en el trabajo de la Red de Jóvenes Anabautistas (YABs) del CMM.

    El proceso de búsqueda del pasante para el año 2014 comienza en diciembre. Los solicitantes deben ser miembros de una iglesia afiliada al CMM; solteros; entre 22 y 30 años de edad; con fluidez en el idioma inglés; y con interés y algunos estudios a nivel universitario en asuntos internacionales, estudios sobre la paz, el desarrollo o ámbitos relacionados. El lugar de origen es rotativo; el próximo pasante será de América Latina.

    Se invita a los candidatos interesados a ponerse en contacto con la oficina del CCM en su país para obtener formularios de solicitud del IVEP, o con Lynn Roth, representante del CMM de América del Norte a la siguiente dirección de correo electrónico: LynnRoth@mwc-cmm.org.

    Artículo escrito por el personal del CCM

    Comunicado conjunto: Congreso Mundial Menonita y Comité Central Menonita

  • Comunicado conjunto del Congreso Mundial Menonita y el Comité Central Menonita.

    Bogotá, Colombia – A los pocos días de haber llegado a Bogotá el 21 de agosto de 2003, para cumplir su período de servicio con ¡YAMEN!, Rut Arsari ya presentía que le costaría irse. Sería muy difícil despedirse de la gente maravillosa que conocería y las relaciones estrechas que forjaría.

    Rut, de la congregación GITJ Kelet (que forma parte de Gereja Injili di Tanah Jawa, iglesia miembro del CMM de Indonesia), integra actualmente la Red de Intercambio de Jóvenes Anabautistas Menonitas (¡YAMEN!), programa del Congreso Mundial Menonita y el Comité Central Menonita, colaborando durante once meses con la Iglesia Cristiana Menonita de Colombia, iglesia miembro del CMM.

    Todas las semanas Rut colabora con tres programas diferentes administrados por la Iglesia Menonita de Teusaquillo de Bogotá. Durante la semana ayuda en dos programas alimentarios para niños en los barrios marginales de Los Pinos y San Nicolás, que tienen un gran número de familias desplazadas por la violencia. Los sábados, Rut asiste en un programa que provee comida a personas en situación de calle en un barrio carenciado de Bogotá.

    Lo que más le ha impresionado a Rut son los vínculos que ha establecido con la gente a través de su participación en estas comunidades y congregaciones. Participa en la Iglesia Menonita de Teusaquillo junto con su familia anfitriona, Pedro y Leticia Stucky. Pedro es el pastor principal de la congregación. La han acogido como un miembro más de la familia, y se siente increíblemente bendecida de poder convivir con ellos.

    Otra manera en que la comunidad de la iglesia ha tenido un gran impacto sobre ella es poder ver y oír cómo los miembros comparten abiertamente su fe, luchas y alegrías. Rut contó que escuchar que la gente reconoce verbalmente la presencia de Dios en su vida resultó en que ella tomara mayor conciencia y reconociera de una nueva manera la obra de Dios en su propia vida.

    No sólo se está vinculando con miembros de la iglesia y voluntarios de dichos programas, sino también con los muchos niños que asisten diariamente.

    Sirviendo la comida y enseñando inglés, Rut ha llegado a conocer y a aprender de los niños que tienen un trasfondo muy diferente al de ella. Ha aprendido nuevas maneras de enseñar y de interactuar con los niños, de jugar con ellos y de disciplinarlos cuando fuese necesario. Estos niños también le han enseñado nuevas maneras de comprender y entender el mundo a su alrededor: a valorar lo que tiene, a tener una actitud más humilde, y a descubrir alegría y esperanza en lugares inesperados.

    Durante varios años, Rut ha tenido una pasión y visión de ayudar a los niños. Ella sueña con abrir algún día un hogar en Indonesia para recibir, cuidar y querer a los niños que no tengan familia. Para Rut su tarea en Colombia constituye el primer paso para que su sueño se convierta en realidad.

    Participar en el Programa ¡YAMEN! ha sido y sigue siendo una experiencia increíblemente valiosa para Rut. Le ha permitido una apertura a nuevas perspectivas, a ver el mundo que la rodea a través de los ojos de los demás, y a vivir una experiencia más profunda con Dios.

    2013-2014 Participants YAMEN!

    Gabriela Yaninne Rojas Avila de Bolivia, sirve en Honduras; Thany Dear de Cambodia, sirve en Uganda; Ying Li de China, sirve en Nigeria; Bibiana Astrid Morales Duran de Colombia, sirve en México; Beraldo Lemos Saco de Colombia, sirve en Guatemala; Aaron Mauricio Gonzalez Alpizar de Costa Rica, sirve en Cambodia; Charlotte Keller de France, sirve en Cambodia; Melany Johana Sanchez Solano de Guatemala/Colombia, sirve en Sudáfrica; Cindy Yessenia Padilla Salinas de Honduras, sirve en Bolivia; Walter Rene Diaz Sequeira de Honduras, sirve en Bolivia; Anshika Sagar de India, sirve en Indonesia; Rut Arsari Christy de Indonesia, sirve en Colombia; Stephanie Lukito Setiawan de Indonesia, sirve en Colombia; Southouthone Inthilath de Laos, sirve en Indonesia; Rojina K.C. de Nepal, sirve en Zambia; Ilich Magdiel Aviles Ramirez de Nicaragua, sirve en Honduras.

    Artículo de Kristina Toews

  • Uganda— Entre los muchos recuerdos que Shammah Nakawesi trae de regreso de su año de servicio en Indonesia se encuentra una nueva comprensión del amor a Dios y a los demás.

    “Aun ante las incertidumbres de la vida, amar a Dios y amar a los demás es lo que más importa”, dice Nakawesi, quien se desempeñó como profesora de inglés y trabajadora comunitaria en la aldea de Margorejo.

    Nakawesi fue una de 16 participantes del programa de la Red de Intercambio de Jóvenes Anabautistas Menonitas (¡YAMEN!) 2012-2013, que completaron su servicio de un año.

    Este programa conjunto del Comité Central Menonita y el Congreso Mundial Menonita (CMM) asigna tareas interculturales a jóvenes adultos de países que no provengan de Canadá y EE. UU. y que participen activamente en su iglesia local.

    En su informe escrito, Nakawesi dice que uno de los objetivos del programa es ayudar a los jóvenes a crecer espiritualmente en situaciones interculturales. Al principio sentía que esto no se podía lograr porque los cultos en Margorejo se realizan en un idioma que no entiende del todo.

    Esta barrera idiomática, agrega, la hizo más dependiente de la oración y la palabra de Dios. “Estar en Margorejo no sólo me ha acercado más a Dios y a sentir su amor por mí, sino que también me abrió los ojos a lo que significa amar a los demás”.

    “Los dos mayores mandamientos se refieren a amar a Dios y amar a los demás, algo que parece más fácil decir que hacer. Una de las cosas que aprendí y que sigo aprendiendo, es que no puedo amar verdaderamente a los demás si no amo a Dios de todo corazón, con todo lo que soy y todo lo que tengo.”

    “Una vez que comprendí lo que esto significa, el ser amado por Dios y sentir su amor, no podía evitar manifestar mi amor por Él cada día y aprender a entregarme a Él cada día. A partir de ahí, se hizo mucho más fácil amar a mi familia anfitriona, a mis estudiantes, a los profesores, a los jóvenes de la iglesia y a la gente de la comunidad en la que vivo”.

    Para Prashant Nand, de la India, la oportunidad de servir como pasante pastoral en Indonesia también resultó una experiencia enriquecedora.

    Reflexionando sobre la emoción y la confusión de adaptarse a una nueva cultura, escribió lo siguiente: “Frente a todos los altibajos he aprendido una cosa en especial, que el cristianismo tiene que ver con el AMOR.”

    Participaron también en el programa 2012-2013: Patricia Calvimontes Arévalo (de Bolivia), sirvió en Guatemala; Vichara Chum (de Cambodia), sirvió en Sudáfrica; Fang Deng (de China), sirvió en Indonesia; Glenda Aracely (de Guatemala), sirvió en Bolivia; Humberto Lagos Martínez (de Honduras), sirvió en Camboya; MeiLing Dueñas (de Honduras), sirvió en Nicaragua; Cindy Tristiantari (de Indonesia), sirvió en Corea del Sur; Galuh Florentina (de Indonesia), sirvió en Camboya; Heri Purwanto (de Indonesia), sirvió en Bolivia; Youa Xiong (de la República Democrática de Laos), sirvió en Bolivia; María Aranda (de Nicaragua), sirvió en Honduras; Paola Duarte (de Paraguay), sirvió en México; Festus Musamba (de Zambia), sirvió en Sudáfrica y Olivia Muzyamba (de Zambia), sirvió en Indonesia.

    Comunicado de prensa del CMM y Comité Central Menonita

  • Akron, Pensilvania, EE.UU. – Los preparativos para la Cumbre Mundial de la Juventud 2015 y las transiciones dentro del comité marcaron el encuentro anual del Comité de Jóvenes Anabautistas que se sostuvo aquí del 23 al 28 de mayo de 2013

    El comité dio la bienvenida a Lani Prunés de los Estados Unidos como el nuevo representante de América del Norte, en sustitución de Kristina Toews de Canadá que ahora sirve como Asistente de Comunicaciones de la Web del CMM en Bogotá, Colombia. Toews, presidenta saliente, seguirá estando disponible como consultora del Comité de Jóvenes Anabautistas.

    “La transición a este grupo al principio fue abrumadora,” dijo Prunés. “No sabía qué esperar de este grupo de anabautistas internacionales; sin embargo, desde el primer día no sólo me sentí calurosamente bienvenido, sino que también me sentí parte de un grupo que me respetó y se preocupó por lo que tenía que aportar.”

    Rodrigo Pedroza García de México, representante de los Jóvenes Anabautistas para América Latina, fue confirmado por el Comité Ejecutivo como el nuevo presidente del Comité de Jóvenes Anabautistas, a pesar de que no pudo obtener su visa a tiempo para asistir a la reunión.

    El Comité de Jóvenes Anabautistas se comunicó con Pedroza de forma frecuente vía Skype. Sin embargo, “la falta de comunicación cara a cara se hizo sentir en nuestras discusiones, y sentimos el efecto de la distancia en la toma de decisiones por consenso,” comentó Sumana Basumata de India, representante de Asia de los Jóvenes Anabautistas.

    En esta reunión se tomaron y se hicieron preparativos claves para la tercera Cumbre de La Juventud Mundial (18+), que se realizará del 17 al 19 de julio de 2015, justo antes de la Asamblea del CMM prevista para el 21 al 26 de julio. El Comité de Jóvenes Anabautistas estuvo de gira por el Messiah College en Mechanicsburg, Pensilvania, EE.UU. y confirmó la universidad como sede para la próxima Cumbre Mundial de la Juventud. Este evento está abierto a todos los adultos jóvenes, de 18 y más años, para venir y aprender unos de otros, construir relaciones, adorar y juntos ser iglesia.

    “A través de la participación de la Cumbre Mundial de la Juventud, Dios permite que encontremos su multiforme gracia, nos abre los ojos a las diferentes realidades del mundo, y nos permite disfrutar de nuestra gran familia, diferente pero unida por el amor de nuestro Señor Jesús,” compartió Pedroza.

    El tema para la Cumbre Mundial de la Juventud 2015 es Llamado a Compartir: Mis Dones, Nuestros Dones. “Todos tenemos algo para compartir, todos los de el Norte y el Sur del mundo. Compartir no es sólo dar, sino tanto dar como recibir los dones que como familia mundial tenemos,” explicó Tigist Tesfaye Gelagle de Etiopía, representante africano de los Jóvenes Anabautistas.

    También entre el Comité de los Jóvenes Anabautistas y el Comité Ejecutivo se discutieron los desafíos que enfrenta la próxima Cumbre de la Juventud Mundial. La familia anabautista mundial necesita mantener en oración el tema de la obtención de visas para visitar los Estados Unidos. El Comité de Jóvenes Anabautistas también se ha comprometido a trabajar con el Grupo de Trabajo de Visas del CMM y a compartir sus recomendaciones con todos los jóvenes del mundo.

    Marc Pasqués de España, representante de Europa en el Comité de Jóvenes Anabautistas, explicó: “Sabemos que conseguir visas será un gran desafío para la Cumbre Mundial de la Juventud 2015. Elegir a Rodrigo como nuestro presidente incluso cuando no pudo estar presente en la reunión es un ejemplo de cómo haremos todo lo posible para incluir a todas las personas en la Cumbre Mundial de la Juventud, sin importar su procedencia o cuan difícil sea conseguir una visa.”

    En los próximos dos años el Comité de Jóvenes Anabautistas se centrará en la preparación para la Cumbre Mundial de la Juventud 2015 y en la creación y el fortalecimiento de las conexiones y relaciones en la familia mundial. Lo harán con la comunicación y los medios sociales, sin dejar de trabajar con grupos que han solicitado el programa Connecting Youth Groups (Conectando Grupos de Jóvenes), y trabajando con el desarrollo de un nuevo material de enseñanza anabautista para jóvenes.

    Durante su estadía en Pensilvania, el Comité de Jóvenes Anabautista también tuvo la oportunidad de compartir con jóvenes anabautistas locales sobre el CMM y los próximos eventos en el 2015. Compartieron sobre la Cumbre Mundial de la Juventud y sobre las actividades para jóvenes de secundaria que se celebrarán en la Asamblea XVI en la Lancaster Mennonite School (Escuela Menonita de Lancaster) y en varias iglesias anabautistas.

    Comunicado de prensa de Kristina Toews, Asistente de Comunicaciones de la Web del CMM

    Rodrigo Pedroza García de México, representante de los Jóvenes Anabautistas para América Latina

  • Vientián, RDP de Laos – Godswill Muzarabani se crió en Zimbabwe, entre dos culturas. Su padre era shona, grupo étnico mayoritario, y su madre era ndebele, grupo étnico minoritario. Estas clasificaciones generan, en el peor de los casos, violencia entre los grupos y, en el mejor de los casos, constituyen una distinción aceptada.

    Godswill se desenvuelve en la cultura y el idioma de ambos grupos por igual. “Soy una persona que puede identificarse con cualquiera”, dijo.

    Esta habilidad le fue muy útil cuando viajó a la Republica Democrática Popular de Laos con ¡YAMEN! en 2011 y 2012. Allí aprendió a respetar las distintas religiones e interpretaciones de la paz, y logró valorar y relacionarse con otras personas.

    La Red de Intercambio de Jóvenes Anabautistas Menonitas (¡YAMEN!) es un programa conjunto del Comité Central Menonita (MCC) y el Congreso Mundial Menonita (CMM), que envía a jóvenes adultos de iglesias miembros del CMM del Sur del mundo a otros países del Sur del mundo en pos de experiencias de aprendizaje intercultural y servicio.

    En cuanto a su viaje a Laos, la mayor preocupación de Muzarabani era cómo se adaptaría a vivir entre budistas e hindúes, habiéndose criado en un país mayorita- riamente cristiano.

    “Creía que iba a ser imposible”, decía Muzarabani, y pensaba: ‘imagínate vivir con alguien que no crea como yo’. Y cuando llegué fue incluso peor porque hasta teníamos que trabajar con budistas”.

    En poco tiempo Muzarabani aprendió a respetar a los budistas por su estilo de vida pacífico. El modo amable en que reaccionan ante un error o cómo conciben el conflicto, lo llevó a concluir que los budistas eran aún más pacíficos que los cristianos.

    En Zimbabwe es común que los conflictos políticos o personales se resuelvan a los golpes, dijo Muzarabani, pero en la RDP de Laos, los conflictos están relacionados con el corazón. La creencia es que “si ofendes a alguien, debes tener cuidado porque podrías lastimar su corazón”. Yprosigue diciendo que, debido a esta creencia, los laosianos tienden a permitir que la gente se aproveche de ellos y que los ricos los exploten.

    “Si pudiera, mezclaría las dos socieda- des: los laosianos no pelearían; sabrían protestar de forma no violenta”, dijo. “Si mis compatriotas tuvieran en cuenta el corazón así como lo hace esta gente, no estarían peleando, pero sí protestarían. Los soldados no nos golpearían porque sabrían que eso nos lastimaría por dentro.”

    La tarea que ¡YAMEN! le asignó a Muzarabani era enseñar inglés en una escuela secundaria y promover la paz a través de “Mittapab”, un club de estudiantes secundarios. Muzarabani se graduó en la Universidad Solusi de Zimbabwe con una Licenciatura en Estudios sobre Paz y Conflicto.

    Conforme iba ganándose su respeto y perfeccionando el idioma lao, los estudiantes buscaban la oportunidad de hablar con él y le preguntaban sobre su cultura y creencias, y él sobre las de ellos.

    Conversaban sobre las diferencias, como el color de piel, pero también sobre las muchas similitudes: la pobreza, la música y el valor de la familia extendida; también sobre la religión.

    “Aquí algunos son musulmanes; otros creen en espíritus. Pueden converser sobre sus respectivas religiones. En algunos casos, la gente se convierte al cristianismo a partir del ejemplo de otra persona. Aprendí a darle la posibilidad al otro para que cambie en vez de juzgarlo e intentar convertirlo.”

    Al ver que estaba dispuesto a escuchar, aprender y compartir, los laosianos lo trataron como si fuera un lugareño. “Tú no eres extranjero; eres uno de nosotros”, le dijeron.

    Si le otorgan la visa el próximo año, Muzarabani será pasante del CMM en la Oficina del MCC en las Naciones Unidas, a través del Programa Internacional de Intercambio de Voluntarios.

    Muzarabani dijo que desea volver a Zimbabwe en algún momento y quedarse allí mucho tiempo. Como hermano mayor, desea cumplir con la responsabilidad de cuidar a su familia y colaborar con su familia extendida.

    Además, se encuentra deseoso de transmitir a sus propias culturas ndebele y shona lo aprendido en Laos, como también lo que aprenderá en EE.UU., y promover la paz entre los jóvenes y en su iglesia.

    Linda Espenshade, coordinadora de noticias del MCC U.