• YAMEN 2024/2025 orientación en Camboya. Foto: Sarah Sarauniya Adamu

    “Esta experiencia de servicio, sin duda, fue un hermoso regalo. Descubrí que anhelaba seguir creciendo y sirviendo. Al regresar [de mi asignación de servicio], me di cuenta de que mi lugar estaba en casa, con mi comunidad de fe, pero mi corazón ardía por regresar a las comunidades indígenas mayas popti’ donde había pasado mi tiempo de servicio. Sentí que había encontrado un lugar donde podía seguir siendo parte de la construcción del reino de Dios”. 

    —Febe Madrigal, participante de YAMEN de Nicaragua, Jacaltenango Huehuetenango, Guatemala, 2022–2023 

    A primera vista, el programa YAMEN (Red de Intercambio de Jóvenes Anabautistas Menonitas) del CCM, operado en nombre del Congreso Mundial Menonita (CMM), podría entenderse como un programa de voluntariado e intercambio multicultural. Sin embargo, si vemos a YAMEN como un espacio para jóvenes que, con curiosidad, vocación de servicio y un ardiente deseo de poner en práctica sus dones y habilidades profesionales, buscan ser parte de la construcción del reino de Dios en diferentes partes del mundo, entonces YAMEN se convierte en una oportunidad para experimentar la complejidad y riqueza de la iglesia global. 

    La mayoría de los países donde opera el programa YAMEN enfrentan diferentes crisis: guerra, desplazamientos masivos, catástrofe económica, el impacto devastador de la crisis climática y combinaciones de estos diferentes desafíos. Las iglesias anabautistas rinden culto y testimonio dentro de estos contextos con el afán de responder y generar cambios en sus contextos inmediatos, llevando un mensaje de paz en medio de la violencia que las rodea. 

    En algunos contextos, las iglesias se esmeran para evitar que sus personas jóvenes sean reclutadas por grupos armados. Otras comunidades se esfuerzan por transmitir su conocimiento de la tierra a las generaciones más jóvenes para que las personas jóvenes no abandonen el campo. Las iglesias anabautistas de estos contextos ven los programas del CCM como YAMEN, IVEP y Seed como oportunidades para que sus jóvenes establezcan conexiones y adquieran conocimientos de la iglesia anabautista mundial y del mundo en general que puedan llevar de regreso a sus comunidades. 

    Diversas habilidades 

    En la orientación de YAMEN en 2024, me alegré de conocer a varios jóvenes que en sus países objetan por conciencia el servicio militar. Conocí a jóvenes que se dedican a mejorar sus comunidades mediante la agricultura, música, arte, enseñanza, contabilidad, administración e ingeniería. 

    Las diversas habilidades de las personas participantes de YAMEN nos invitan a pensar en lo rica que es la iglesia global. 

    La iglesia global está formada por congregaciones en comunidades tanto urbanas como rurales, y estas diferentes comunidades eclesiales nos enseñan nuevas formas de ver el anabautismo y nos muestran nuevas formas de encarnar el llamado a la construcción de la paz en contextos donde las personas se enfrentan a la negligencia o incluso a la violencia del estado. 

    Para las comunidades eclesiásticas, enviar a sus jóvenes lejos para un año de servicio en uno de los programas de intercambio del CCM es un paso considerable. Que un líder o lideresa joven de una congregación se ausente durante un año o más de servicio requiere un cambio, pero ese cambio puede convertirse en una oportunidad para desarrollar nuevas habilidades de liderazgo. Después de que las personas jóvenes adultas participantes en YAMEN amplían su pensamiento y adquieren conocimientos más allá de sus fronteras, regresan a sus comunidades de origen para compartir con ellas nuevas formas de ser el cuerpo de Cristo. Hace unos años, una congregación envió a uno de sus jóvenes a YAMEN, una persona con muchos dones utilizada en el equipo de alabanza y en la escuela dominical de la congregación. Para la iglesia, la partida de este joven por un año de servicio en YAMEN significó una pérdida temporal, pero con la certeza y orgullo de ser representados por ese joven en un país diferente. Este joven, proveniente de un pueblo con una población de aproximadamente 800 personas, dio la vuelta al mundo para compartir sus valores, cultura y forma de ser iglesia que había aprendido en su congregación de origen. A través de su recorrido en YAMEN, no solo encontró oportunidades para visibilizar las fortalezas y adversidades de su comunidad de origen, sino también para compartir las similitudes y diferencias de su hogar temporal. 

    Ajustes de reingreso 

    La experiencia de cada participante de YAMEN es tan profunda que, a menudo, el regreso a sus países es un desafío; algunas personas tienen dificultades para encontrar su lugar mientras se readaptan a sus propias culturas. Para las iglesias de envío, el regreso de las personas participantes de YAMEN puede ser un desafío al ver cómo sus jóvenes han cambiado a lo largo del año de servicio. Las comunidades de las iglesias de envío, a veces, pueden sentir que las personas participantes de YAMEN han cambiado tanto que están casi “perdidas”, con sus nuevas perspectivas que desafían las formas tradicionales de funcionamiento de la iglesia. 

    Recuerden esto… pero el que siembra muchas semillas, obtendrá una gran cosecha (2 Corintios 9:6b, EASY). Si bien el servicio a través de YAMEN puede traer desafíos, también puede entenderse como plantar una semilla para el futuro de las congregaciones locales, la iglesia global y el CCM. Al final del año de servicio, las semillas que se plantaron florecieron de formas nuevas, a veces inesperadas, y las personas jóvenes traen consigo nuevos dones, ideas y esperanzas para sus iglesias y comunidades de origen. 

    Al hablar con ex participantes de YAMEN, he aprendido mucho sobre cómo YAMEN moldea y transforma sus entendimientos de la iglesia. Malin Yem, quien sirvió en Haití durante el año 2018-2019, regresó a Camboya para servir como pastora asistente, incorporando lo aprendido durante su año de servicio a su ministerio. “Para mí, YAMEN me enseñó otras formas de adorar, otras formas de ser iglesia, y eso cambió la forma en que pienso y cómo veo el mundo”, compartió. 

    A lo largo de la historia de YAMEN, muchas personas jóvenes han fortalecido sus habilidades de liderazgo, ministeriales y profesionales, así como sus habilidades interpersonales y culturales. Febe Madrigal de Nicaragua explica así la naturaleza transformadora de su año en YAMEN en Jacaltenango Huehuetenango, Guatemala: “La experiencia me transformó. La convivencia con personas de diferentes culturas y la inmersión en un nuevo entorno fueron moldeando mi forma de ser, me reconstruí y aprendí mucho. Descubrí facetas de liderazgo que no sabía que tenía en mí, junto con una responsabilidad que me hizo sentir más cerca de Dios y de mi prójimo”. 

    Durante más de dos décadas, la experiencia de YAMEN ha ayudado a muchas personas jóvenes a discernir sus vocaciones y ha ampliado su visión de cómo pueden contribuir a la iglesia en sus contextos de origen. Al mismo tiempo, las personas participantes de YAMEN han ampliado la visión de las iglesias en las que han servido, abriendo una ventana a la riqueza de la iglesia global. 

    —Carolina Pérez Cano coordina los programas de servicio para personas jóvenes adultas YAMEN y Semilla del CCM. Vive en Bogotá, Colombia. 

    Una versión de este artículo apareció primero en Intersections: Teoría & práctica trimestral del CCM (Invierno 2025, Volumen 13, Número 1). 


    ​La Red de Intercambio anabautista– menonita para Jóvenes (YAMEN) es un programa conjunto entre el Congreso Mundial Menonita y el Comité Central Menonita. Enfatiza la expansión del compañerismo entre las iglesias de la tradición anabautistay el desarrollo de los jóvenes líderes alrededor del mundo.

    Los participantes pasan un año en una asignación intercultural que empieza en agosto y termina el siguiente julio. 

    YAMEN 2024/2025 orientation, Cambodia.
  • Durante la Cumbre Mundial de la Juventud (GYS) del 2015 en Pensilvania, EE. UU., el secretario general del Congreso Mundial Menonita (CMM), César García, declaró: “Si quieres una revolución, pídele a alguien joven que lidere”. 

    La GYS de este año fue el paso más reciente del proceso del CMM de caminar con líderes jóvenes para seguir a Jesús juntos. 

    Desde la creación de la GYS en 2003 en Zimbabue, pasando por la formación de un Comité de Jóvenes Anabautistas (YABs) y la creación de un puesto de personal para el consejero de los YABs, los jóvenes han tenido una participación cada vez mayor en el intercambio de dones en la iglesia mundial a través del CMM. 

    El espacio para el liderazgo de los jóvenes creció este año con la primera Cumbre Mundial de la Juventud trienal, del 29 de mayo al 1 de junio del 2025, que tiene lugar a mitad de camino entre Asambleas. 

    También fue la primera vez que los delegados de los YABs* se reunieron por varios días antes de la GYS, coincidiendo con las reuniones del Concilio General. Compartieron algunos cultos y sesiones de capacitación juntos. 

    “Nuestro objetivo era preparar a estos 38 jóvenes líderes para analizar sus propios contextos y escuchar a los demás… y también aprender de otros alrededor del mundo”, explicó Ebenezer Mondez. 

    Cada uno de los cinco continentes contó con al menos un representante. “Lamentablemente, muchos otros no pudieron asistir debido a la denegación de visas”. 

    “Esta experiencia fue muy enriquecedora para los delegados de YABs, les abrió los ojos a una realidad de la iglesia mucho más amplia alrededor del mundo”, expresó Ebenezer Mondez. 

    Propuesta de YABs 

    La propuesta de incluir a los delegados de los YABs en el organismo del Concilio General no llegó a consenso. En el debate subsiguiente, los miembros del Concilio General afirmaron el trabajo de los YABs y la importancia de capacitar a los jóvenes adultos para el liderazgo. Sin embargo, hubo reticencia a incorporar a un joven adulto como delegado votante adicional al Concilio General para cada iglesia que es miembro pleno. 

    Al final, el Concilio General no se sentía preparado para tomar una decisión. La decisión fue pospuesta para mayor discernimiento. 

    Ver los videos sobre el consenso antes de asistir a las reuniones y verlos puestos en práctica en el Concilio General le dio a Isaac Gborbitey confianza en el proceso. “Si alguien tiene alguna pregunta sobre nosotros y nuestra participación, sobre los dones que aportamos a la iglesia o sobre cómo podemos trabajar juntos, es bueno hablar para encontrar la manera de unirnos y lograr un resultado hermoso”, expresó el miembro del Comité de YABs para África. 

    “Queremos honrar el proceso del CG y dar reverencia a la escala de la responsabilidad de estar en el Concilio General”, afirmó Sebastián Mireles, delegado de YABs de la Conferencia de Iglesias de los Hermanos Menonitas de los Estados Unidos. 

    “Esta sería una buena oportunidad para nosotros, pero en el tiempo de Dios, no en el nuestro”, declaró Laura Mesa Pérez, delegada de YABs de Anabautistas, Menonitas y Hermanos en Cristo – España (AMyHCE), Burgos, España. 

    Nyah Tindlsey, delegada de los YABs por parte de la Conferencia Menonita de Lancaster, EE. UU., escuchó las inquietudes de los delegados al Concilio General sobre la búsqueda de jóvenes líderes capaces. “Hice una nota mental de conversar con mi compañero de liderazgo juvenil. ¿Cómo estamos enseñando a los nuevos líderes a dar un paso al frente cuando llegue nuestro momento de avanzar?” 

    “Aunque me siento un poco triste porque esperaba un sí, fue especialmente conmovedor que mi continente, Latinoamérica, declarara que [los líderes del CG] intensificarán el discipulado y la mentoría de jóvenes para el liderazgo”, expresó Sol Silva, delegada de los YABs de la Iglesia Evangélica Menonita Argentina. “Es importante que los jóvenes adultos vivamos los principios bíblicos y demostremos capacidades de liderazgo antes de formar parte del Concilio General”. 

    Incluso con la decisión aplazada, los delegados al Concilio General aún pueden considerar las perspectivas de los jóvenes, explicó Sumantha Mandi de BCJPM India. 

    “Podríamos debatir antes de que se tomen las decisiones”, afirmó Tusia Andini de Jemaat Kristen Indonesia (iglesia JKI). “De esta manera, su voto ya incluirá nuestra voz”. 

    “Estamos aprendiendo de la experiencia de asistir a las reuniones del CG y de los YABs”, declararon Aman Ganjboir, delegado de YABs de la Iglesia Menonita de la India, y Torsten Sawatzky, delegado de YABs de la Asociación Hermanos Menonitas de Paraguay. 

    GYS 

    Después de la energizante jornada en Zúrich, 195 jóvenes asistieron a la Cumbre Mundial de la Juventud, “Empoderados por el amor” (1 Juan 4:10). 

    En total, el 51% de los participantes adultos jóvenes provenían de Europa, el 24% de América del Norte, el 15% de América Latina, el 7% de Asia y el 3% de África. 

    Los cultos de adoración fueron dirigidos por los propios jóvenes, con una banda ad hoc representando a cada región continental que dirigía cada culto. Los ponentes de las plenarias Anne Hansen (Alemania), Maude Burkhalter (Suiza) y Lane Miller (EE. UU.) hablaron sobre “¿Quiénes somos en el amor de Dios?”, “¿Qué significa amarnos a nosotros mismos?” y “¿Qué significa amar a los demás?”. 

    “Lo más destacado de la GYS fue profundizar en el amor de Dios con la familia global y compartir reflexiones los unos con los otros”, expresó Sunil Kadmaset, participante de GYS de la Iglesia de los Hermanos en Cristo de Odisha, India. 

    Los tres cortos días estuvieron repletos de sesiones de adoración, grupos de discusión (por idioma) y 10 talleres que abarcaron desde conversaciones sobre el valor de la comunidad para la familia anabautista, la oración, la salud mental, el clima hasta el activismo (Acción Menonita) y el uso de peleas lúdicas para transformar la agresión de manera no violenta. 

    El evento concluyó con un momento de oración por la iglesia mundial. Los participantes se reunieron alrededor de un gran mapa del mundo para colocar notas en las que habían escrito sus peticiones de oración. 

    “Esto generó un momento especial de vincularnos en lo que nos trajo hasta aquí: el hecho de que Jesús es mucho más grande que nuestras propias comunidades y nos llama a ser conscientes de la comunidad de la iglesia global y a ser parte activa de ella”, declaró Valentina Kunze, presidenta del Comité de YABs. 

    “Animaría a todos los jóvenes de las conferencias a que puedan participar de la GYS en Etiopía 2028 porque es una gran oportunidad para estar presencialmente en encuentros con hermanos de diferentes partes del mundo con quienes compartimos la misma fe. También es una oportunidad inmensa para enriquecernos culturalmente con nuestros hermanos de la iglesia de Etiopía, una de las más grandes del CMM. ¡Qué gran oportunidad para conocerlos más de cerca y conocer sus historias!,” afirmó Ana María Morales. 


  • ‘Glory Michael Sunday’ es del estado de Akwa Ibom en Nigeria, donde ella asiste a la Asamblea Ikot Ekang Itam, una congregación de la Iglesia Menonita de Nigeria, iglesia miembro del CMM. Actualmente ella está a punto de terminar su servicio con YAMEN (Red de Intercambio de Jóvenes Anabautistas Menonitas) sirviendo como maestra en ‘P4T Nursery and Primary School in Kyangwali Refugee Camp settlement’ (Guardería P4T y la Escuela Primaria en el Asentamiento del Campo de Refugiados de Kyangwali), Uganda. 

    Ahora que se acerca el final de su servicio en YAMEN, le hemos planteado a Glory algunas preguntas para que reflexione sobre su experiencia. Sus respuestas han sido editadas para mayor extensión y claridad. 

    ¿Por qué te interesó prestar servicio durante un año en YAMEN? 

    Soy un producto de los servicios comunitarios. Mientras crecía, en algunas etapas, yo no podía pagar la matrícula escolar y entonces tenía un profesor en clase que velaba por mí. 

    Así que, cuando tuve la oportunidad de devolver algo a la sociedad y ser un modelo para los niños y niña, pensé: “Esta bien, ¿por qué no intentarlo? ¿Por qué no hacerlo y ser un cambio que la gente necesita ver?”. 

    ¿Por qué has elegido a YAMEN en lugar de algo similar? 

    Concretamente, quería servir en África. Era la primera vez que viajaba fuera de mi país y me dije: “Esta bien, África es grande, exploremos África”. 

    Es una forma de conocer la cultura, adentrarse en diferentes tipos de comida y simplemente ver cómo la vida existe por sí misma de forma diferente. Cómo la gente valora la vida desde otra perspectiva. No todo tiene que estar del mismo lado que el tuyo. ¿Por qué no ver cómo la gente ve las cosas desde otro lado? Quizá porque uno no está aquí, no piensa de esta manera. 

    ¿Cómo ha sido la experiencia de trabajar en un campo de personas refugiadas? 

    No fue fácil, pero con el tiempo me integré con mis compañeros de trabajo. Me integré en la comunidad. Tenía más amistades. Y, eventualmente, pensé que quizá el año no debería acabar nunca porque no sé si podré aburrirme aquí. 

    Viniendo de otra parte del mundo, yo nunca había visto un campo de personas refugiadas ni había visto a la gente vivir en lo más bajo, pero siguen viviendo muy felices. Siempre deberíamos tener un motivo para dar gracias a Dios porque la gente ve la vida en sus partes más duras, y aún siguen viviendo con mucho agradecimiento. 

    ¿Hay alguien con quien hayas conectado durante tu estadía en la escuela y que haya sido memorable? 

    Cuando llegué aquí, vi a una chica en clase que era una niña testaruda a la que todos los profesores habían dado por perdida. Empezamos a hablar y nos hicimos amigas. Tuve que pasar mucho tiempo con ella después de clases dando clases extra para que ella alcanzara el nivel de los otros alumnos de su clase. Nosotras llevamos el proceso paso a paso. 

    Un día me llamó y me dijo que quería hablar conmigo. Me miró a los ojos y me dijo: “Maestra, no quiero decepcionarla”. 

    Me quedé sin palabras. Recuerdo que no quería decepcionar a mi madre y a mi padre, y ahora alguien me mira a los ojos y me dice que no quiere decepcionarme – Me derrumbé, e incluso cuando llegué a casa, me retumbaba en el oído. 

    Nunca pensé que llegaría a este punto de mi vida en el cual motivaría a alguien lo suficiente como para que piense que soy su modelo para seguir y no quiera decepcionarme. Esta es la cumbre de mi vida. 

    ¿Hubo momentos o experiencias que hayan desafiado o hecho crecer tu fe? 

    Este es un campo de personas refugiadas, con gente del Congo, Ruanda, Sudán del Sur y otros lugares, así que hay mezcla de idiomas, pero el swahili es la lengua que más se habla en el campo. 

    Pero conecté con esas personas porque era como mi iglesia local. Cuando llegó el momento de la alabanza y la adoración, todas salieron a danzar y me uní a ellas, sin esperar adorar a Dios en un idioma que no entendía en absoluto. 

    ¿Has encontrado algún versículo bíblico o pasaje de la Biblia especialmente útil o significativo durante tu servicio? 

    Proverbios 3:5-6 ha sido mi versículo de cabecera. Cada vez que me siento estresada o deprimida, sólo recuerdo “confía en Jehová con todo tu corazón”. Poner toda la carga sobre Él, y Él la soportará. Lo escribí en un papel y lo cuelgo en mi habitación, así que cuando parece que es demasiado, sólo recuerdo “… y él enderezará tus veredas”. 

    ¿Qué le dirías a alguien que está considerando hacer un año con YAMEN, pero siente inseguridad al respecto? 

    Todo en la vida es arriesgado, no hay lado seguro en la vida. Siempre hay que probar lo que se quiere probar. 

    Es divertido, motivador e inspirador ser una luz para alguien que ha perdido la esperanza. Tome la decisión y no se arrepentirá. 


    La Red de Intercambio de Jóvenes Anabautistas Menonitas (YAMEN, por sus siglas en inglés) es un programa conjunto del Congreso Mundial Menonita y del Comité Central Menonita (CCM). Hace hincapié en la expansión de la fraternidad entre las iglesias de tradición anabautista y en el desarrollo de líderes y lideresas jóvenes en todo el mundo. 

    Las personas participantes pasan un año en una misión intercultural que comienza en agosto y termina en julio del año siguiente. 

    YAMENer photo
  • El Concilio General considera la propuesta de incluir personas jóvenes adultas como delegadas  

    En las reuniones de mayo del 2025, las personas integrantes del Concilio General votarán una propuesta para que cada miembro pleno del CMM tenga un delegado joven anabautista en el Concilio General a partir del 2028, lo que se refleja en el cambio propuesto a nuestra Constitución. 

    Este cambio también convertirá al CMM en una de las pocas comuniones cristianas mundiales que incluyen formalmente a los jóvenes en su órgano global de toma de decisiones. 

    Ce changement fera de la CMM l’une des rares communions chrétiennes mondiales à inclure formellement des jeunes dans son organe décisionnel mondial. 

    “En los últimos 22 años, el CMM ha brindado a los jóvenes anabautistas (YABs) la oportunidad de asumir responsabilidades más grandes en la iglesia mundial. Muchos jóvenes anabautistas exparticipantes de la Cumbre Mundial de la Juventud son líderes cristianos influyentes en la actualidad, y desean seguir marcando una diferencia más allá de las fronteras de su iglesia y su país,” afirma Liesa Unger, directora de eventos internacionales del CMM. 

    Desarrollando lideres jóvenes 

    Participar en el Concilio General dará a las personas jóvenes la responsabilidad de hablar y escuchar entre los líderes nacionales de la Iglesia. Ebenezer Mondez, mentor del personal de YABs, espera que esto anime a las personas jóvenes a seguir comprometidas con la Iglesia. 

    “Me entusiasma reunir a personas jóvenes y mayores”, dice Ebenezer Mondez, 

    “Espero que las generaciones más jóvenes vean a los líderes que han estado en la iglesia trabajando tan duro y piensen: ‘Me siento inspirado (a). Quiero ser como esta persona en el liderazgo eclesial”. 

    Por otro lado, las personas más jóvenes suelen ser creativas y tienen muchas ideas, dice Ebenezer Mondez. “Alguien que siente pasión y que cuestiona todo, y que podría empujar a la generación mayor a pensar desde otra perspectiva”. 

    Las definiciones de “juventud” varían en todo el mundo; sin embargo, las personas delegadas de los YABs deben tener entre 18 y 30 años. “Esperamos que esto anime a las iglesias en la continua labor de formar personas en el liderazgo, produciendo jóvenes que quieran formar parte de nuestra familia mundial a través del CMM”, dice Ebenezer Mondez. 

    “Es emocionante, pero al mismo tiempo da miedo. La visión me supera a mí e incluso a los YABs de la actualidad”, dice Ebenezer Mondez. 

    Propuesta de personas delegadas YABs en el Concilio General  

    Every MWC member church will be asked to send a YABs Delegate to represent their church, their country and their culture to the MWC General Council and attend the Global Youth Summit.  

    A YABs Delegate is expected to serve the YABs network for the next three (3) years to represent the YABs Network in their own country/national church.  

    The YABs Delegates are expected to meet with the YABs [Committee] from time to time. 

    —Reference Notebook 7.2.4 “Young Anabaptists Terms of Reference”, approved by Executive Committee March 2023; pending decision from General Council 2025 

    La aceptación de la propuesta requerirá una enmienda a la Constitución del CMM. La enmienda de agregar una persona delegada de YABs por cada iglesia miembro nacional de 500 o más personas miembro bautizadas se implementaría en las reuniones del 2028. 

    Para hacer frente al cambio en la participación, el Fondo de Capacitación para Delegados deberá aumentar un 30%. 

    “Las reuniones del Concilio General son una poderosa experiencia de unión”, afirma César García, Secretario General. “Pasar tiempo cara a cara ofrece una importante oportunidad para aprender unos de otros. Esta propuesta de traer a las personas jóvenes adultas al espacio tiene posibilidades emocionantes de ampliar el aprendizaje y la mentoría que ya están ocurriendo cuando estas personas representantes del cuerpo de Cristo se reúnen”. 

    “Imagino que estas personas jóvenes que son introducidas al CMM en una etapa temprana de su vida se convertirán en líderes y lideresas nacionales de la iglesia”, dice Ebenezer Mondez. “Mi sueño es ver el Concilio General lleno de personas en el liderazgo formadas a través del CMM”. 



    delegates from India speaking on GYS session
  • Nueva York, EE.UU. – Justo afuera de la ventana al lado de mi escritorio, en la oficina del CCM en la ONU ubicada en el 10º piso de Church Center para las Naciones Unidas, puedo ver la entrada de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la bandera de Kenia, la cual de forma inesperada despierta un sentimiento de patriotismo; estoy aprendiendo a apreciar a mi país, más cuando no estoy en él.

    En mi país de origen, asistía a Eastleigh Fellowship Center, una iglesia menonita dentro de la capital, Nairobi. Mis padres son líderes en la comunidad menonita de Kenia. Tuve la noción de paz fuertemente arraigada durante mi crecimiento y esto influyó en la decisión de seguir mis estudios en relaciones internacionales como campo académico en la universidad.

    En 2015, completé mis estudios de pregrado en relaciones internacionales en la Universidad de Nairobi, donde descubrí mi interés sobre asuntos relacionados con la diplomacia internacional y cómo ésta puede ser influenciada por la teología; es decir, cómo puedo aplicar los valores bíblicos y los principios anabautistas a las estrategias diplomáticas en un entorno cargado de asuntos políticos. Así que cuando me crucé con la oportunidad de la pasantía en la Oficina del CCM en la ONU y con la convocatoria del CCM para nuevos participantes del Programa Internacional de Intercambio de Voluntarios (IVEP, por su sigla en inglés), saqué como conclusión que sería el sitio perfecto para un menonita del Sur del mundo buscando marcar la diferencia en temas internacionales.

    Había pasado cuatro años aprendiendo sobre la ONU en detalle, pero hay una gran diferencia entre aprender sobre una institución a nivel teórico o en términos prácticos. En la Oficina del CCM descubrí que la labor de la incidencia política no es tan bonita como había pensado, requiere mucha investigación y coordinación entre nuestro equipo conformado por: Doug Hostetter, director y mi supervisor, Kati Garrison, asociada del programa y en la labor de incidencia, y Emma Cabana, pasante del Servicio Voluntario Menonita. En nuestra reunión de personal de una hora de duración cada martes, tenemos un tiempo de adoración para el cual nos rotamos la dirección del espacio y todos damos nuestros informes actualizados sobre lo que estamos trabajando en el momento. Como nuevo pasante, elegí las prioridades específicas para algunos países, incluyendo RPDC (Corea del Norte), Israel y Palestina.

    Desafíos

    Soy nuevo en el trabajo de incidencia, por lo tanto, asistir a reuniones de los grupos de trabajo de ONG`s (organizaciones no gubernamentales) sobre Israel/Palestina y al Consejo de Seguridad fue algo desconocido, cargado de desafíos.

    1. Experiencia limitada

    Las Relaciones Internacionales como campo de estudio, solo permiten tener un panorama de cómo funciona el sistema internacional. Profundizando más en ello, tuve que conciliar la información que había obtenido en mis estudios con la información en el campo de trabajo.

    2. El sentimiento de desubicación sobre los temas

    En los grupos de trabajo formados por representantes bien informados de las ONG`s, a menudo me he sentido incapaz de hacer buenos aportes, no por elección, sino porque todavía estoy

    aprendiendo sobre este tipo de contenidos. Pero, cuanto más he asistido a las reuniones, más he entendido.

    3. Integración en las relaciones existentes

    Trabajar en Church Centre para las Naciones Unidas tenía un mayor sentido de relación comunitaria que de trabajo profesional. El integrarme a las estrechas redes entre organizaciones y su personal fue desafiante; pero aprendí a formar mis propias relaciones y a fusionarlas en la comunidad en general.

    La experiencia de trabajar en la Oficina del CCM en la ONU y en general dentro de la comunidad de las Naciones Unidas ha sido a la vez frustrante, esclarecedor, satisfactorio, y gratificante, tanto profesional como espiritualmente.

    A nivel profesional, he aprendido mucho sobre cómo la labor de incidencia política impregna la agenda internacional. Equipado de esta forma, ahora podré buscar maneras de aplicar el conocimiento adquirido a nivel local para ayudar a mi iglesia, comunidad y país a promover la paz y la labor humanitaria.

    Como menonita, sé que la paz es intrínseca y que se debe buscar por medio de la no violencia. El mayor desafío ha sido tratar de incorporar estas creencias en una organización motivada por la política. Cuando ciertos países quieren usar la violencia para frenar el conflicto, el CCM y otras ONG`s basadas en la fe, han trabajado de forma ardua para ofrecer alternativas éticas no violentas en busca de la consolidación de la paz. Aunque difícil, trabajar dentro de la Oficina del CMM de la ONU me ha enseñado que conciliar mis creencias como menonita con los desafíos de la política internacional es posible.

    —Moses Osiro de Kenia es el pasante de IVEP/CMM en la Oficina del CCM en la ONU (2016–2017).

    En busca de solicitantes latinoamericanos para la pasantía 2018-2019 del CMM/IVEP en la oficina del CCM en la ONU

    Los solicitantes deben ser miembros de una iglesia afiliada al CMM, ser solteros y estar entre los 25–30 años de edad. Deben dominar bien el inglés, estar comprometidos con la paz y la justicia en temas internacionales y haber cursado estudios universitarios en relaciones internacionales, ciencias políticas, sociología, historia, teología o disciplinas relacionadas. Deben tener experiencia práctica personal en trabajo humanitario, interreligioso o de justicia/paz a nivel local, nacional o internacional.

    El candidato debe llenar un formulario de solicitud IVEP de una oficina del CCM en el país origen. La fecha límite de entrega de la solicitud para la pasantía para el año 2018-2019 es octubre de 2017.

  • Nueva York, EE.UU. – Juan Sebastián Pacheco Lozano está singularmente calificado para su posición de servicio como participante durante éste año del Programa de Voluntariado de Intercambio Internacional (IVEP, por su sigla en inglés) sirviendo como pasante del Congreso Mundial Menonita (CMM) en la oficina del Comité Central Menonita (CCM) ubicada en sede de las Naciones Unidas.

    Desde 2011 a 2013, Pacheco Lozano aprendió cómo abordar asuntos de violencia, pobreza y opresión siendo uno de los 10 participantes nacionales e internacionales en el programa del CCM Semilla en Colombia.

    Pacheco Lozano, de veintiséis años de edad, miembro de la Iglesia Menonita de Teusaquillo en Bogotá, se asoció con Iglesias Hermanos Menonitas en Colombia y con organizaciones de base sin fines de lucro.

    Juan Sebastian afirma que el programa Semilla le permitió aprender y colaborar con personas de diversos trasfondos políticos, teológicos y culturales que le enseñaron cómo las comunidades de la iglesia pueden ser fuerzas positivas de cambio en sus contextos locales.

    Ahora trae toda esa experiencia adquirida a nivel local al ámbito mundial.

    En la ONU, Pacheco Lozano está trabajando en asuntos que tienen un impacto directo en sus compatriotas colombianos, incluyendo la seguridad minera, la calidad del agua y el saneamiento, así como los asuntos que reflejan las prioridades de los asociados mundiales del CCM en otras regiones del mundo.

    “Nuestros participantes de IVEP ayudan a traer la voz del Sur del mundo a nuestra labor en la ONU,” señala Doug Hostetter, Director de la oficina de la ONU del CCM. “Traen pasión por el trabajo en temas de paz y justicia basados en sus contextos locales.”

    Los pasantes de la ONU proceden de congregaciones de iglesias miembros del CMM en América Latina, África y Asia. Actualmente el CCM está aceptando solicitudes para un pasante de Asia para el período 2017–2018.

    Pacheco Lozano por ahora destaca de su trabajo en la ONU la oportunidad de escuchar hablar al presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, en la Asamblea General de la ONU en septiembre de 2015, sobre el proceso de paz entre el gobierno y el grupo insurgente denominado Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

    Pacheco Lozano escuchó con un sentido renovado de esperanza mientras el presidente de su país describía los nuevos adelantos en el proceso y declaraba, “Colombia está en la senda hacia la paz.”

    Para la participante de IVEP (2008–2009) Tigist Tesfaye Gelagle, servir en la oficina de la ONU del CCM le ayudó a moldear su carrera y la alentó a desempeñarse en roles de liderazgo en la comunidad del CMM.

    Al regresar a su casa en Etiopía, ha servido con organizaciones internacionales sin fines de lucro, incluyendo a Mennonite Economic Development Associates (MEDA). Inspirada por su experiencia en la ONU, obtuvo una Maestría en Desarrollo Económico en 2013 y actualmente se encuentra cursando un postgrado en estudios bíblicos y teología.

    Además, se desempeñó como representante de África para el Comité de Jóvenes Anabautistas del CMM (2011–2015) y ahora es mentora del Comité actual. Ella fue una de las oradoras de los Jóvenes Anabautistas s en Pennsylvania 2015.

    Artículo de Rachel Sommer, CCM

    Un comunicado conjunto del Congreso Mundial Menonita y el Comité Central Menonita.