• Amados hermanos y hermanas:

    Hacemos un llamado a orar por nuestros hermanos y hermanas en los Estados Unidos que están tomando medidas legales que buscan restaurar los derechos de las personas de fe a reunirse, adorar y servir sin interferencia del gobierno. La Iglesia Menonita de los Estados Unidos se une a más de 20 comunidades cristianas y judías en esta acción.

    La actual administración presidencial de los Estados Unidos ha eliminado las restricciones impuestas al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por su sigla en inglés) para que no lleve a cabo redadas, arrestos y otras acciones de control en los lugares de culto. Hoy en día, a las personas a quienes se dirigen estos cambios se les describe como “solicitantes de asilo” o “migrantes”; en la Biblia, se les llama “extranjeros/peregrinos” (Levítico 19:33-34) o “los más pequeños entre estos” (Mateo 25:40). Al pueblo de Dios se le recordaba regularmente que debía acoger y cuidar a los vulnerables (Éxodo 23:9, Deuteronomio 10:19, hebreos 13:2). En la actualidad, parte de ese trabajo se realiza a través de lugares de culto que se han vuelto inseguros debido a estos cambios de políticas.

    “Creemos que debido al llamado de Cristo a cuidar de los que tienen hambre, sed, de los que son extranjeros, los que están desnudos, enfermos o encarcelados (Mateo 25:31-36), debemos unirnos a los primeros seguidores de Jesús al elegir obedecer a Dios en lugar de cualquier autoridad humana (Hechos 5:29)”, escribe el moderador de la Iglesia Menonita de los Estados Unidos (MC USA por su sigla en inglés), Jon Carlson, en una carta a la familia cristiana anabautista mundial.

    “Reconozco que la relación anabautista con las autoridades seculares es un tema complicado… Aun así, los anabautistas han utilizado, en varios puntos de la historia, medios legales para impedir que el Estado invada la práctica religiosa y para proteger el libre ejercicio de nuestra fe…”, escribe Jon Carlson.

    “Sabemos que muchos de nuestros hermanos y hermanas alrededor del mundo han sufrido persecuciones e intrusión gubernamental mucho más duras en sus comunidades”, expresa Jon Carlson. Invita a la comunión mundial a orar por MC USA, “sobrellevando los unos las cargas de los otros y cumpliendo la ley de Cristo” (Gálatas 6:2). También les invitamos a compartir su sabiduría y su perspectiva sobre cómo permanecer fieles frente a la presión gubernamental. Por favor, continúen teniendo en sus oraciones a los seguidores de Jesús en los Estados Unidos, así como nosotros también los tenemos a ustedes en nuestras oraciones”.

    Ore con nosotros

    El Congreso Mundial Menonita llama a nuestros miembros de todo el mundo a orar por los socios en este desafío legal y por todos nuestros miembros en los EE. UU.

    • Oramos para que el Espíritu de Dios dé valentía a las personas a dar testimonio público y a actuar para proteger a los más vulnerables.
    • Damos gracias a Dios por el valor para oponerse a acciones injustas, incluso de parte de su propio gobierno.
    • Damos gracias a Dios por los socios de otras comunidades religiosas, por la solidaridad en la protección de las libertades religiosas para todos y de los derechos de las personas vulnerables.

    Pedimos oración para que todos los norteamericanos encuentren La Valentía De Amar en medio de la incertidumbre política y los temores económicos de este momento. En Canadá, México y los Estados Unidos, que nuestros hermanos y hermanas anabautistas vean la imagen de Dios en todas las personas de todos los lugares. Que tengamos la gracia de dejar de lado el miedo, las ideologías políticas y las diferencias. Que la iglesia de Jesucristo responda a las amenazas y a la división con actos creativos de compasión y amor.

    Señor, en tu misericordia, escucha nuestra oración.
    En el nombre de Jesús, Príncipe de Paz.

    Amén.

    Henk Stenvers
    Presidente
    Congreso Mundial Menonita

    headshot: César García

    César García Secretario General Congreso Mundial Menonita


    Oración urgente y cartas pastorales:

  • Agosto de 2020 marca el 75 aniversario de los ataques nucleares en Hiroshima y Nagasaki, Japón. El Congreso Mundial Menonita (CMM) se ha unido a una amplia coalición de comunidades, basadas en la fe de todo el mundo, quienes hicieron un llamado a los gobiernos para que ratifiquen el Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares.

    “Las armas nucleares no crean paz, sino que intensifican el flagelo y la amenaza de guerra en nuestro mundo, vidas y comunidades”, dice el comunicado.

    “Como una iglesia histórica de paz, el CMM se opone a la guerra y a la violencia como un medio para resolver problemas a nivel personal o estatal”, dice el secretario general del CMM, César García. “Las armas nucleares – que causan la destrucción indiscriminada de humanos y de la creación mucho después de su descarga – no deben ser una herramienta para ningún país. El CMM ha hablado formalmente en contra de las amenazas nucleares por décadas.”

    “Reafirmamos que la presencia, incluso de un arma nuclear, viola los principios básicos de nuestras diferentes tradiciones de fe… Las armas nucleares no son solo un riesgo futuro, su presencia aquí y ahora, socava los fundamentos éticos y morales del bien común”.

    El comunicado llama a los gobiernos a comprometerse a que el mundo sea “más pacífico, seguro y justo” – sin armas nucleares.

    A finales de 1945, 213.000 personas habían muerto como resultado de los bombardeos en Japón. Los ataques causaron dolor, sufrimiento y más muerte, tanto de humanos como de la creación, en los años siguientes. El comunicado reconoce a las personas, sobrevivientes de esos ataques, quienes dan testimonio del daño de las armas nucleares.

    “Lamentamos el racismo y el colonialismo que llevó a los estados, con armas nucleares, a probar dichas armas en aquellas comunidades, cuya existencia ellos consideraban innecesarias, vidas muy alejadas de las suyas, vidas que importaban menos, vidas que fueron tomadas en busca del poder destructivo para unas pocas personas”. Reconocemos el inmenso sufrimiento, la opresión y la explotación que enfrentan las comunidades indígenas de todo el mundo cuyos cuerpos, tierras, aguas y aire han servido como campo de pruebas para las ambiciones de quienes dominan con la fuerza”, dice el comunicado.

    Las Naciones Unidas adoptaron el Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares en 2017; este Tratado entrará en vigor 90 días después de ser ratificado por 50 estados.

    Algunas palabras del CMM en contra de las amenazas nucleares:

    Mensaje del Comité de Paz, XI Asamblea Mundial, Estrasburgo 1984

    “… La amenaza de una guerra nuclear y la posible contaminación nuclear del medio ambiente se han descrito como los principales problemas morales de nuestro tiempo. Las armas nucleares no solo matan; ellas destruyen toda la vida. Como pueblo de Dios, servimos con esperanza incluso ante la amenaza nuclear…”

    Carta de Preocupación, Tercera reunión de la Conferencia Menonita de Asia, Taipéi, 1986

    “… Como personas cristianas, independientemente de nuestra nacionalidad, política o puntos de vista, nos sentimos con la obligación de hablar en contra de la producción de energía nuclear…”

    —Comunicado del Congreso Mundial Menonita


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