Abramos nuestras mentes
y abracemos
los anchos hombros
de una iglesia
más grande de lo que
podamos imaginar.
¿Cómo es que
el diálogo en la iglesia
es tan difícil
y aun así
tan pleno
de gozo?
Los miembros
de la familia de Dios
desempeñan un papel
tan diferente
del mío;
ayúdanos a confiar en ti.
Te rogamos
que nos ayudes
a cumplir
esta santa labor
de ser
la iglesia
unida;
adorando juntos,
trabajando juntos,
amando juntos.
—Oraciones enviadas por Carol Penner, profesora adjunta de estudios teológicos, Universidad Conrad Grebel, Waterloo, Ontario, Canadá. Escribe en el blog leadinginworship.com.
Este artículo apareció por primera vez en Courier/Correo/Courrier Abril 2020