El ex presidente del CMM, Danisa Ndlovu (2003-2015,) habló con el CMM sobre la organización de la Asamblea de 2003 en Zimbabue, su país de origen. Esta entrevista ha sido editada.
“Las circunstancias tienden a no favorecer las expectativas. No eliges lo que sucede en un momento determinado de la vida; aun así, seguimos siendo una iglesia.
“Que la iglesia en Zimbabue viera a personas de todo el mundo reunidas en un mismo lugar y adorando a Dios juntos como si no hubiera ningún desafío en absoluto, dejó una impresión duradera. No se puede pasar por alto escuchar a alguien gritar su deseo de regresar a esa conferencia.
“La Asamblea del Congreso Mundial Menonita no solo afectó a la Iglesia de los Hermanos Menonitas en Cristo sino a la iglesia en general. Hasta el día de hoy se habla de aquella conferencia; fue un milagro. Demostró lo que significa ser iglesia a pesar de todos los desafíos.
Tres grandes desafíos para la Asamblea de Zimbabue:
- La hiperinflación en Zimbabue.
- La comunidad internacional consideró que el presidente ocupaba el poder de forma ilegítima.
- El brote de SARS en partes de Asia y América del Norte.
Hiperinflación
“Llevábamos mucho papel que no servía. Un rollo de papel higiénico vale más que el dinero que llevamos”.
Solo aquellas personas que habían vivido en Alemania en la década de 1920 habían pasado por una situación similar.
“Teníamos que ayudar a la gente a apreciar que este es el contexto en el que vivimos. Por lo tanto, es bueno venir con hermanos y hermanas de todo el mundo y ser parte integrante de lo que estamos experimentando en Zimbabue”.
El plan B era reunirse en Sudáfrica, pero “no estaba en nuestros corazones ni en nuestras mentes”.
“Fue bueno que la iglesia mundial viniera a ver, saborear, experimentar eso. Cuando hablamos de sufrimiento, la gente de la iglesia puede identificarse”.
Política
“Escribí una carta a las iglesias [que estaban preocupadas] porque [al venir] estaban reforzando la autoridad del gobierno. No, respondí: estaban siendo invitados por la iglesia de Zimbabue, por hermanos y hermanas, para caminar junto a la iglesia que en ese momento estaba sufriendo”.
“La carta fue muy bien recibida”.
Pandemia
“Con respecto al SARS, nuestro enfoque fue ‘esperar y ver’. Nunca terminó siendo un problema”.
Desafíos actuales
“Se está pasando por un calentamiento global…pero si bien esto es un desafío, podemos encontrar formas de demostrar que somos conscientes de las implicaciones. No creo que podamos dejar de viajar: es parte de la interacción humana.
Además, para mí, pensando en el mandato que se nos da, (Mateo 28:19), debemos llevar el evangelio con nosotros. Dios sabía que estaríamos viajando de un lado para el otro.
Necesitamos encontrar formas de lidiar con el clima. Sin embargo, no debemos dejar de reunirnos; eso no es sabiduría”.
Desigualdad
“Podemos decirnos a nosotros mismos que vamos a tener una conferencia en un lugar así; pero es posible que no tengamos el control de los resultados”.
Para las reuniones del CE de 2006 en Pasadena, a la esposa de Danisa Ndlovu, Trezia, se le negó la visa.
“Esas son las realidades en las que vivimos. Hay desafíos, asuntos por los cuales orar, asuntos por los cuales incidir; eso no nos impide reunirnos”.
Reuniones en línea
“Todos nosotros sentimos el dolor de no reunirnos. Somos un puebo de encuentro. Nada reemplaza las reuniones en persona. Nada reemplaza los abrazos. Nada reemplaza ese tipo de interacción”.
“Necesitamos aceptar las circunstancias, pero al mismo tiempo encontrar esas cosas que nos alegran el corazón, esas cosas que nos permiten seguir conectados.”
“En una video llamada, puedo ver tu sonrisa; tengo el consuelo de que estoy hablando contigo, Creo que es la siguiente mejor forma de interactuar.”
“Hablemos, compartamos, tengamos una idea de cómo se siente cada persona. Esas historias son importantes para todos nosotros”.
“Los desafíos no están para destruirnos sino para sacar lo mejor de nosotros”.
“En esta pandemia mundial Dios nos está haciendo crecer a todos y nos está madurando. Necesitamos escuchar lo que Dios está diciendo y movernos en el centro de Su voluntad”.
“A pesar de los desafíos, sigamos regocijándonos juntos en el Señor”.