Dios abrió las puertas a una menonita uruguaya
El Congreso Mundial Menonita celebra la vida de Milka Rindzinski, quien sirvió en la revista Courier/Correo/Courrier desde 1992 al 2008 y asistió a todas las Asambleas desde Curitiba en 1972 hasta Harrisburg en el 2015.
Nacida en Uruguay en 1932 de padre inmigrante, Milka Rindzinski falleció el 5 de marzo del 2021.
“Ser parte integrante y activa de una comunidad de fe, puede marcar una diferencia para nuestra vida personal… y para que haya un cambio positivo en el mundo”, ella escribió unas reflexiones de la vida para su familia.
Milka Rindzinski se bautizó el 22 de enero de 1956. Bautizada y catequizada en la Iglesia Católica, fue literalmente una anabautista (re-bautizada) al convertirse en persona miembro de la naciente Convención de Iglesias Menonitas en Uruguay. Las lecciones de inglés con el empleado de la Junta de Misiones Menonita, James Martin, se habían convertido en conversaciones sobre la Biblia, “y allí empecé mi camino a la ‘conversión’”, ella escribió en la historia de su vida.
Poco después, fue invitada a tomar clases en el recién inaugurado Seminario Menonita y a servir como secretaria del director. Ella pasó a servir como bibliotecaria y luego como coordinadora de estudios en el centro de estudios que continuó después del cierre del seminario.
Su primer encuentro con el Congreso Mundial Menonita fue asistiendo a la Asamblea mundial en Curitiba, Brasil, en 1972.
Luego, mientras estudiaba en Estados Unidos en el ‘AMBS’ (por sus siglas en inglés) en 1978, tuvo la oportunidad de preparar materiales para la siguiente Asamblea. Se desempeñó en la revista Courier/Correo/Courrier como editora regional para América Latina, traductora de español y asumió el papel de editora en inglés después de la Asamblea de Calcuta en 1997.
“He visto crecer al cuerpo de iglesias del CMM en amor, en aceptación mutua, en conocimiento, en discernimiento, en solidaridad y servicio, en rendición de cuentas y en esfuerzos para poner en práctica el evangelio integral de Jesucristo”, ella escribió en su artículo final en Correo.
Milka Rindzinski estuvo presente en la reunión de mujeres en la Asamblea de Zimbabwe en el 2003, donde MTAL (Movimiento de Mujeres Anabautistas Haciendo Teología desde Latinoamérica) encontró su inspiración con el compartir con las mujeres africanas. Fue una motivadora y colaboradora de la red como planificadora, traductora y asesora.
Reflexionando sobre su vida como menonita, escribió: “A través de otras personas Dios te puede abrir puertas y mostrar caminos y el Espíritu Santo te puede ayudar para que aceptes aquello que es lo mejor. Personalmente nunca tuve que golpear puertas para encontrar cuál es la posible mejor tarea que debo emprender”.
“Milka siempre fue ejemplar – confiable, rápida, competente – en sus tareas de edición, redacción y traducción con el CMM”, dicen Larry Miller, secretario general emérito, y Eleanor Miller, ex-integrante del personal del CMM.
“Más allá y a través de estas tareas materiales, Milka sirvió silenciosamente al CMM como enlace principal, intérprete y, abogaba por las iglesias y perspectivas latinoamericanas. Y más personalmente, se convirtió, como ella misma dijo, en una verdadera ‘hermana del alma’ para nosotros – el tipo de relación que hace que la vida dentro de la comunión global sea tan enriquecedora y entrañable”.