La limpieza lo es todo

Zimbabue 

El cambio climático ha planteado muchos riesgos para los seres humanos y la naturaleza en Zimbabue. Zimbabue se ve muy afectado por temperaturas extremadamente altas y precipitaciones abundantes que provocan sequías, incendios forestales e inundaciones. La iglesia en Zimbabue ahora está comenzando a desempeñar un papel activo en la protección del medio ambiente y sostener los factores económicos y sociales en las áreas afectadas por el cambio climático.  

En Zimbabue, la mayoría de la gente subsiste de la agricultura. Sobreviven cultivando y criando ganado (por ej. ganado vacuno, cabras) para vender y cuidar a sus familias. Por lo tanto, las sequías son una gran preocupación. 

En Midland y Matabelelandia del sur, donde hay congregaciones de los Hermanos en Cristo, hay áreas que se ven afectadas por temperaturas altas prolongadas y por poca o ninguna lluvia. Los agricultores pierden su ganado y sus cultivos. La consiguiente pérdida de ingresos da lugar a la pobreza.  

En Matebelelandia del norte y en la provincia de Bulawayo, hay zonas que experimentan 38 – 43ºC. Las olas de calor presentan peligros como el colapso de las personas e incluso la muerte.  

Los incendios forestales también se han convertido en un problema importante debido a las olas de calor. En 2022, en Esigodini, Matabelelandia del sur, 10 trabajadores agrícolas murieron debido a incendios forestales. Los incendios forestales también causan pérdidas en la existencia de la flora y la fauna.

En regiones como las tierras altas del este y en áreas a lo largo de la frontera entre Zimbabue y Mozambique, las inundaciones son una gran amenaza. Las inundaciones destruyen el medio ambiente al causar erosión del suelo, deslizamientos de tierra y pérdida de plantas, cultivos y animales. Desempeñan un papel fundamental en la destrucción de la infraestructura (por ej. puentes, carreteras y edificios) que provoca la muerte de personas y animales por ahogamiento y por no recibir ayuda a tiempo.  

La temporada de invierno también se ha visto afectada por el cambio climático que ahora comienza a mediados de abril y finaliza a mediados de septiembre, que no es el rango normal.  

Sin embargo, las iglesias en Zimbabue han demostrado que no solo se encargan de predicar el evangelio de Jesús al mundo, sino que también ayudan de muchas maneras a adaptarse a los impactos negativos que vienen con el cambio climático.  

Algunas iglesias ahora realizan campañas de concientización que educan a la comunidad sobre el cambio climático, sus efectos y la mejor manera de ayudar a reducir los factores causantes. Las personas en la iglesia reciben educación sobre cómo adaptarse mejor a los efectos del cambio climático como inundaciones, olas de calor, sequías, incendios forestales, etc. 

Sabiendo que la quema de combustibles fósiles como el carbón emite gases que representan un peligro para el medio ambiente y el clima, la iglesia y la gente están adoptando nuevas formas de reducir los combustibles y las sustancias que emiten CO2. Ahora se aconseja a las personas que utilicen combustibles más ecológicos. En lugar de quemar plásticos que emiten gases nocivos, ahora tienen campañas de limpieza que involucran a la iglesia y a la comunidad parar recoger contenedores de plástico y papeles y llevar todos esos contenedores recolectados a reciclar.  

Hay un dicho que dice que “la limpieza lo es todo”, por lo tanto, al recolectar todos los recipientes de plástico, la iglesia no solo mantiene limpio su entorno, sino que también reduce el calentamiento global y el cambio climático, logrando así dos objetivos con un solo esfuerzo.  

La gente de la iglesia ha comenzado proyectos agrícolas como planes de riego en zonas afectadas por la sequía y también cultivos resistentes a la misma como el mijo y el sorgo.  

El libro de Proverbios habla de la mujer valerosa que tiende una mano a los necesitados (Proverbios 31,20). Siguiendo su ejemplo, vemos mujeres en las iglesias quienes crían pollos y crían cerdos para revenderlos. Donan el dinero a las personas de las zonas afectadas, especialmente para comprar alimentos, materiales escolares y ropa para niños vulnerables.  

Estas mujeres de la iglesia también han ideado una campaña de divulgación con el tema: “cada árbol un bosque, cada ciudad un árbol”. El primer sábado de diciembre, las personas de Zimbabue plantan un árbol como forma de reducir la deforestación.  

En conclusión, se cree que Dios ha confiado a la iglesia y al mundo el cuidado de la tierra y sus recursos, y debemos actuar responsablemente con ellos. Es el deber de todos, como individuos, ser buenos administradores para reducir los factores climáticos y educar a otros sobre el cambio climático. 

Nontokozo S Moyo fue la delegada de la Cumbre Mundial de la Juventud de Ibandla Labazalwane kuKristu eZimbabwe (Iglesia de los Hermanos  en Cristo).