Bogotá, Colombia – Para Keila Viana, observar cómo el arte puede sanar heridas le dió un entendimiento más profundo de Dios y su amor durante su servicio internacional en Phnom Penh, Cambodia.
“Creo que durante este tiempo Dios trabajó mucho en mi vida”, contó Viana, un adulto joven de 22 años de la Iglesia Evangélica Menonita Camino de Santidad en Honduras.
Veintidós jóvenes, incluyendo a Viana, participaron en el programa de la Red de Intercambio de Jóvenes Anabautistas Menonitas (YAMEN, por sus siglas en inglés) desde agosto de 2014 hasta julio de 2015.
YAMEN, un programa conjunto entre el Comité Central Menonita (CCM) y el Congreso Mundial Menonita, es un programa para adultos jóvenes, entre los 18 y los 30 años de edad, que no son ciudadanos canadienses o estadounidenses. Los participantes deben asistir a una iglesia anabautista en su propio país o servir en una organización anabautista.
Viana trabajó en ‘Let us create’ (Vamos a crear) una organización que usa el arte para invitar a niños en riesgo a sanar las heridas que han marcado sus pequeños corazones.
Ella se enfocó en enseñar arte y dar clases de violín, aunque algunas veces también enseñó inglés y ayudó a preparar un festival. Un pincel y un instrumento musical sirvieron como método para poder dibujar sonrisas de esperanza en grandes y chicos y juntos entonar una melodía para un mejor mañana.
“Dios me enseñó a confiar solamente en Él y su amor es más que suficiente”, dice Viana. “Ahora no tengo miedo de lo que el futuro pueda deparar, porque sé que es Dios quien dirige mis pasos y me da las fuerzas para seguir adelante aun en medio de las pruebas”.
No sólo su vida cambió, sino también su forma de pensar; Viana ha aprendido a ver a Dios como un ser lleno de amor y misericordia. Ahora Viana se prepara para continuar con sus estudios y para cumplir con la gran comisión en su país.
Viana ha decidido utilizar las herramientas que adquirió a través de ¡YAMEN! en su iglesia. Usará su tiempo libre para ayudar a los niños en su país, enseñándoles inglés y música. “He aprendido a amar con el amor que Jesucristo ha puesto en mí”.
Así como la vida de Viana cambió, muchos jóvenes que se han atrevido a marcar la diferencia en este programa tienen muchas historias que contar sobre la satisfacción que se siente al servir a Dios y a los demás.
Oremos por las vidas de los 20 jóvenes que están llevando el mensaje de paz a 13 países diferentes en 2015-2106. Como iglesia, les enviamos nuestro cariño y apoyo. Dios necesita obreros dispuestos a servir en el nombre de Cristo y ser un reflejo de su perfecto amor.
Un comunicado conjunto del Congreso Mundial Menonita y del Comité Central Menonita. Artículo de Aharón González
Una de las piezas creadas en las clases de arte que Viana enseñó para su asignación en YAMEN en Cambodia.
Haga clic en la foto para ver la version de alta resolución.