Esperanza en la tribulación

Así como las partes del corazón, las cuatro comisiones del CMM sirven a la comunidad mundial de iglesias afines al anabautismo, en las áreas de diaconado, fe y vida, paz y misiones. Las comisiones preparan materiales para la consideración del Concilio General, brindan guía y proponen recursos a las iglesias miembros, además, propician redes y compañerismo en relación al CMM trabajando juntos en temas de interés y enfoque común. A continuación, una de las comisiones comparte un mensaje de la perspectiva de su ministerio.


El sufrimiento es una realidad mundial y tarde o temprano afecta a todas las personas. Sin embargo, desde el principio de los tiempos, las personas han tratado de encontrar respuestas creibles para este sufrimiento.

Es reconfortante descubrir que la Biblia no se aleja del sufrimiento humano sino que lo confronta directamente (por ejemplo en los libros de Job, Lamentaciones y Romanos 8,18–28).  

En Romanos 8,18 – 28, vemos una comunidad que se expresa con quejidos y esperanzas que surgen de la desesperanza y el sufrimiento experimentado por todas las personas.

1. Comunión en medio de la desesperanza y el sufrimiento

Todos los seres humanos compartimos el destino común de la caída, como se menciona en Génesis 3. El apóstol Pablo dice que la creación entera está sujeta a la “desesperanza” (Romanos 8,20). De hecho, tal desesperanza es experimentada por los seres vivos y por los no vivos por igual.

En última instancia, todos los seres vivos, incluidos los humanos, perecen. Pablo compara la corrupción y la destrucción de esta desesperanza en la creación con los “dolores de parto” (Romanos 8,22); y al igual que en los dolores de parto, esta corrupción y destrucción continúan incrementando su frecuencia e intensidad.

Vemos que esto está ocurriendo en la naturaleza – terremotos, huracanes, tsunamis, inundaciones y sequias – también en el comportamiento humano intolerante y el desgaste de la civilidad, la dignidad humana y la ética bíblica.

Sin embargo los creyentes pueden tener el consuelo de que Dios se hace responsable de dicha desesperanza y revela una solución para acabar con el destino que tenemos debido a la caída.

2. Comunión en los sollozos 

La creación (v. 22), los creyentes (v. 23), y el Espíritu Santo (v. 26) están sollozando debido a que la creación está sometida por la desesperanza.

La personificación de la creación sollozando revela el hecho de que el Dios Creador está preocupado por lo que ha creado; y como parte de esa preocupación, el Dios Creador hace que sus hijos vean los sufrimientos y la desesperanza del mundo, como si fueran sus propios sufrimientos,  especialmente en las vidas de los otros creyentes.

Los creyentes no solo sienten pena por los que sufren, sino que comparten las aflicciones de sus hermanos creyentes. (véase1 Corintios 12,26). Es de este modo, al sollozar juntos con nuestros semejantes, que entramos en comunidad.

Pero, más que nosotros, es Dios quien sufre con el sufrimiento de su pueblo. El espíritu Santo gime rogando por el pueblo de Dios (v. 26).

Es reconfortante para los creyentes el saber que cuando ellos sufren, no se encuentran solos. Los hermanos y hermanas en Cristo alrededor del mundo están con ellos, experimentando sus sufrimientos y preocupándose por su bienestar.

3. Comunión en la esperanza  

Pablo menciona cuatro hechos que son reconfortantes y llenos de esperanza en medio del sufrimiento.

  1.  (v. 21). La desesperanza en la creación tiene un propósito: la obtención de la gloriosa libertad de los hijos de Dios. Cuando este propósito se realice, Dios liberará a la creación misma de su esclavitud.
  2.  (v. 23). Nos confraternizamos en los sufrimientos y dolores de la creación. Pero Dios tiene un plan para que los creyentes experimenten plenamente la adopción compasiva como hijos e hijas de Dios en Jesucristo. Esta es nuestra gloriosa esperanza.
  3. (v. 26).  No estamos solos. Incluso si estamos físicamente solos, el Espíritu Santo está con nosotros. Jesús ‘Emmanuel’, es Dios con nosotros. El Espíritu Santo hace intercesión por nosotros, orando de acuerdo a la voluntad de Dios.
  4.  (v. 28). Las corrupciones, la desesperanza, los sufrimientos y los dolores en este mundo son para el beneficio de los creyentes. (“¡Nada podrá separarnos del amor que Dios nos ha mostrado en Cristo Jesús nuestro Señor!” v.39). Lo anterior quiere decir que nada puede arruinar nuestro estatus como hijos de Dios en Jesucristo nuestro Señor.

Estos hechos reconfortantes fortalecen nuestra esperanza en nuestro Dios. Esta esperanza es común a nosotros y, por lo tanto, también tenemos comunión en la esperanza.

El Congreso Mundial Menonita (CMM) es una parte de esta comunión en la desesperanza del dolor y los sufrimientos, en los sollozos, y en la esperanza; por lo tanto los miembros de la Comisión de Diáconos del CMM visitan especialmente aquellas iglesias que pasan por sufrimientos. Si Dios está con nosotros, presente a través de nuestros hermanos creyentes y  del Espíritu Santo ¿Quién podrá estar contra nosotros? (v. 31).

Por lo tanto, podemos gritar: “Pero en todo esto salimos más que vencedores por medio de aquel que nos amó” (v. 37).

Elisabeth Kunjam es miembro de la iglesia de los Hermanos Menonitas en la India. Sirvió en la Comisión de Diáconos (2015–2018). El presente artículo fue inspirado a raíz de su participación en la visita de los diáconos a las Iglesias de los Hermanos Menonitas afectadas por las inundaciones en Perú en el año 2017.

 

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