“Acuérdate de tu bautismo”

¿Podrían los anabautista-menonitas practicar “recordar nuestro bautismo” como herramienta para un discipulado de por vida? 

Aunque a menudo bautizan infantes, tanto católicos como luteranos, hacen un llamado —a veces cada año— al creyente a “recordar su bautismo” en una vida de discipulado. 

El ex secretario general del CMM, Larry Miller, aprendió esto a través del proceso de cinco años de diálogos trilaterales entre menonitas, luteranos y católicos. 

Larry Miller, cuenta que, “les confesé con cierta vergüenza… que [aunque fui bautizado cuando era un adulto joven] ¡ni siquiera podía recordar exactamente cuándo había sucedido!”. 

Estamos invitando a nuestros líderes a recordar su bautismo. ¿Qué pasa contigo? ¿Cuál es tu historia de bautismo? 

No olvides leer la guía de estudio del informe sobre el bautismo. Tus respuestas a las preguntas son bienvenidas hasta noviembre de 2024. 


Una forma de vida alternativa

Cuando me bauticé en una congregación menonita a los 20 años, una mujer también fue bautizada al mismo tiempo. Atsuhiro Katano

Durante el servicio, ella dio un poderoso testimonio, contando su historia de tanto sufrimiento, turbulencia espiritual y lucha familiar que condujeron a su drástica conversión. Finalmente encontró al verdadero Señor de su vida. 

Su testimonio me abrumó, a un joven estudiante universitario, todavía inocente, exitoso y tranquilo en la vida. 

Después llegó mi turno: estaba tan intimidado que sólo podía murmurar que decidí seguir a Jesús sólo porque sentía que de alguna manera era correcto y natural hacerlo. 

Al reflexionar sobre mi vergüenza, descubrí más tarde que me convertí en menonita porque abordaba más claramente el inconformismo con el mundo como su valor fundamental. 

Aunque no fue tan dramático, estaba luchando con la presión casual pero persistente de adaptarme a la cultura que me rodeaba en la sociedad japonesa de alto contexto. El énfasis anabautista en el bautismo y el discipulado de los creyentes como una forma de vida alternativa me transmitió un mensaje claro de que yo era valorado como individuo y que estaba bien ser diferente de la mayoría. 

—Hiro Katano, Concilio General para Nihon Menonaito Kirisuto Kyokai Kyogikai (Japan Mennonite Christian Church Conference), Japón

No olvides leer la guía de estudio del informe sobre el bautismo. Tus respuestas a las preguntas son bienvenidas hasta noviembre de 2024.

Una relación creciente con JesúsVikal Rao

Mis padres me dijeron: “ahora es tiempo de pensar en el bautismo. Tienes que pedir perdón y aceptar a Jesús como tu Salvador personal”. 

Todos íbamos a la iglesia, pero esa vez no entendí mucho sobre un encuentro personal con Jesús. El pastor me enseñó sobre la Biblia en clase durante 10 días. 

El día que me bauticé fue el 16 de noviembre de 1986. Tenía 20 años. Me vestí con ropa blanca y fui bautizado en la Iglesia Bethel (miembro de la Iglesia Menonita de la Conferencia General de Bhartiya). 

El día anterior toda la familia oró junta. El domingo por la mañana compartí mi testimonio frente a toda la iglesia y luego fui bautizado. Todos vinieron, me besaron y me bendijeron, así que me sentí realmente especial. Luego me hice miembro de la iglesia. 

Después de mi bautismo, sentí que había entregado mi vida a alguien, así que debía tener cuidado. Ese entendimiento estaba conmigo, pero cometí errores. Aprendí lentamente. 

Muchas veces oré y recibí respuestas. Cuando me gradué, oré por un trabajo en el que también pudiera servir a la iglesia. Dios me guió y mi padre me aconsejó que aceptara un trabajo docente. Muchos años después, tuve la oportunidad de servir en la iglesia. 

Poco a poco experimentas una relación creciente con Jesús. Para mí fue así, me tomó un tiempo entender completamente lo que significa entregar tu vida a Cristo. El bautismo fue un día en el que entregué mi vida, pero el fuerte vínculo de relación se desarrolló más tarde. 

—Vikal Rao, pastor y secretario ejecutivo, Iglesia Menonita de India 

No olvides leer la guía de estudio del informe sobre el bautismo. Tus respuestas a las preguntas son bienvenidas hasta noviembre de 2024.

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Elegidos para servirle 

Personalmente, en lo que a mí respecta, fui bautizado a los 13 años. 

Mi bautismo fue un bautismo por inmersión. 

Recuerdo que me acompañaron varios miembros de la Iglesia y la gente del coro. El ambiente fue realmente festivo el día de mi bautismo. Me sumergieron en el agua de un río de la región llamado río Kwilu. 

Y ese día, que era un domingo en la mañana, solo tuvimos bautismos, no hubo otro culto aparte. El único culto fue el servicio bautismal. 

Por la mañana fuimos bautizados. Y después, alrededor de las 9:00 de la mañana, hubo un culto para dar gracias a Dios y también para compartir la comunión con el pueblo de Dios y la Santa Cena. 

Así que cuatro de nosotros fuimos bautizados, entre ellos dos chicas y dos chicos, después de un período de escuchar las enseñanzas, por casi 4 meses. 

Entre los textos de ese día recuerdo Romanos 3:23 y también Romanos 6:23 así como Juan 3:16. 

Y entre los cánticos entonados hay un cántico que dice Dios te ha elegido para servirle, y tú debes servirles. Está en un idioma de la región. 

[Haga clic aquí para escuchar un breve audio de la melodía]

“Dios te ha elegido para que le sirvas con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente” 

Esas palabras estuvieron entre los cánticos cantados el día de mi bautismo. 

—Felo Gracia, miembro de la Comisión de Misiones, de la República Democrática del Congo 

No olvides leer la guía de estudio del informe sobre el bautismo. Tus respuestas a las preguntas son bienvenidas hasta noviembre de 2024.

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Se abre una puerta para servir a Cristo 

Me bauticé cuando tenía 17 años.  Victor Wall

Fui criado en un hogar cristiano así que desde niño aprendí a orar. Mi madre me enseñó una oración que repetía todas las noches antes de acostarme. Un día ella me dijo que ya era hora de que orara otro tipo de oración, sin decirme cómo y sin enseñarme otra oración. Al poco tiempo, decidí decir el padrenuestro que había memorizado en la escuela dominical.  

Así que todos los días antes de acostarme, me arrodillaba y oraba el “Vater Unser” (Padrenuestro). Más adelante me di cuenta lo bueno que había sido esa decisión.  

A los 13 años luché con problemas soteriológicos. ¿Cómo llega a ser cristiano un niño o adolescente “cristiano”? Bueno, comencé a orar por eso. La respuesta llegó en una campaña evangelística ese mismo año, donde encontré una manera de tomar una decisión consciente de convertirme en discípulo de Cristo.  

En mi adolescencia, la decisión que había tomado años atrás necesitaba una actualización. Después de experimentar una renovación espiritual personal, decidí solicitar el bautismo.  

Nuestro grupo de bautismo era un grupo grande, éramos más de 20, mayormente jóvenes. Después de un curso de preparación muy útil sobre lo que significa seguir a Cristo, bautizarse y pertenecer a la iglesia, estábamos listos para el evento especial.  

El día anterior, la Iglesia de los Hermanos Menonitas de Filadelfia, Paraguay, se reunió para escuchar nuestros testimonios, que generalmente incluía una especie de diálogo sobre nuestra experiencia de fe.  

El culto de bautismos fue un gran evento y constó de tres partes: un culto de adoración centrado en el significado del bautismo, el ser cristiano y el pertenecer a la iglesia. Luego tuvo lugar el acto del bautismo, fuera del edificio, donde todos se reunieron alrededor de la pila bautismal. Todos los que iban a ser bautizados estaban vestidos de blanco.  

Generalmente, el pastor no era el que bautizaba, sino que podía ser un diácono u otro predicador. 

A continuación, siguió la recepción a la comunidad de la iglesia, que incluyó la entrega de un certificado. El culto concluyó con la celebración de la Cena del Señor con especial atención a los nuevos miembros.  

Fue una experiencia con mucho significado. Un testimonio público, entrar al agua y ser sumergido en el agua delante de todos y experimentar por primera vez la cena del Señor. Fue bastante conmovedor para mí.  

Además, fue como una puerta que se me abrió para servir a Cristo, y este ha sido mi privilegio desde entonces.  

—Víctor Wall es miembro de la Comisión de Coordinación y Seguimiento de GAHEN (Red Anabautista Mundial de Educación Superior, y sirve como enlace con la Comisión de Fe y Vida. Es miembro de la Iglesia de los Hermanos Menonitas en Paraguay.  

No olvides leer la guía de estudio del informe sobre el bautismo. Tus respuestas a las preguntas son bienvenidas hasta noviembre de 2024.

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