Al corriente: noviembre 8, 2023
¿Podrían los anabautista-menonitas practicar “recordar nuestro bautismo” como herramienta para un discipulado de por vida?
Aunque a menudo bautizan infantes, tanto católicos como luteranos, hacen un llamado —a veces cada año— al creyente a “recordar su bautismo” en una vida de discipulado.
El ex secretario general del CMM, Larry Miller, aprendió esto a través del proceso de cinco años de diálogos trilaterales entre menonitas, luteranos y católicos.
Larry Miller, cuenta que, “les confesé con cierta vergüenza… que [aunque fui bautizado cuando era un adulto joven] ¡ni siquiera podía recordar exactamente cuándo había sucedido!”.
Estamos invitando a nuestros líderes a recordar su bautismo. ¿Qué pasa contigo? ¿Cuál es tu historia de bautismo?
Hiro Katano: Una forma de vida alternativa
Vikal Rao: Una relación creciente con Jesús
No olvides leer la guía de estudio del informe sobre el bautismo. Tus respuestas a las preguntas son bienvenidas hasta noviembre de 2024.
Una forma de vida alternativa
Cuando me bauticé en una congregación menonita a los 20 años, una mujer también fue bautizada al mismo tiempo.
Durante el servicio, ella dio un poderoso testimonio, contando su historia de tanto sufrimiento, turbulencia espiritual y lucha familiar que condujeron a su drástica conversión. Finalmente encontró al verdadero Señor de su vida.
Su testimonio me abrumó, a un joven estudiante universitario, todavía inocente, exitoso y tranquilo en la vida.
Después llegó mi turno: estaba tan intimidado que sólo podía murmurar que decidí seguir a Jesús sólo porque sentía que de alguna manera era correcto y natural hacerlo.
Al reflexionar sobre mi vergüenza, descubrí más tarde que me convertí en menonita porque abordaba más claramente el inconformismo con el mundo como su valor fundamental.
Aunque no fue tan dramático, estaba luchando con la presión casual pero persistente de adaptarme a la cultura que me rodeaba en la sociedad japonesa de alto contexto. El énfasis anabautista en el bautismo y el discipulado de los creyentes como una forma de vida alternativa me transmitió un mensaje claro de que yo era valorado como individuo y que estaba bien ser diferente de la mayoría.
—Hiro Katano, Concilio General para Nihon Menonaito Kirisuto Kyokai Kyogikai (Japan Mennonite Christian Church Conference), Japón
Una relación creciente con Jesús
Mis padres me dijeron: “ahora es tiempo de pensar en el bautismo. Tienes que pedir perdón y aceptar a Jesús como tu Salvador personal”.
Todos íbamos a la iglesia, pero esa vez no entendí mucho sobre un encuentro personal con Jesús. El pastor me enseñó sobre la Biblia en clase durante 10 días.
El día que me bauticé fue el 16 de noviembre de 1986. Tenía 20 años. Me vestí con ropa blanca y fui bautizado en la Iglesia Bethel (miembro de la Iglesia Menonita de la Conferencia General de Bhartiya).
El día anterior toda la familia oró junta. El domingo por la mañana compartí mi testimonio frente a toda la iglesia y luego fui bautizado. Todos vinieron, me besaron y me bendijeron, así que me sentí realmente especial. Luego me hice miembro de la iglesia.
Después de mi bautismo, sentí que había entregado mi vida a alguien, así que debía tener cuidado. Ese entendimiento estaba conmigo, pero cometí errores. Aprendí lentamente.
Muchas veces oré y recibí respuestas. Cuando me gradué, oré por un trabajo en el que también pudiera servir a la iglesia. Dios me guió y mi padre me aconsejó que aceptara un trabajo docente. Muchos años después, tuve la oportunidad de servir en la iglesia.
Poco a poco experimentas una relación creciente con Jesús. Para mí fue así, me tomó un tiempo entender completamente lo que significa entregar tu vida a Cristo. El bautismo fue un día en el que entregué mi vida, pero el fuerte vínculo de relación se desarrolló más tarde.
—Vikal Rao, pastor y secretario ejecutivo, Iglesia Menonita de India
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