En memoria del Papa Francisco (1936-2025)

Pope Francis

El Congreso Mundial Menonita se une a los católicos y otras comunidades de fe de alrededor del mundo para lamentar la pérdida del Papa Francisco, quien falleció el 21 de abril del 2025, a la edad de 88 años. Él se encontraba recuperándose en su residencia, la Domus Sanctae Marthae, tras ser hospitalizado por neumonía bilateral.

“Con gratitud recordamos la vida del Papa Francisco”, expresa César García, secretario general del CMM.

Reflexionamos sobre cómo, a través de su vida y enseñanzas, destacó asuntos importantes para nuestra comunión anabautista: la imitación de Cristo en su aproximación al poder; su comprensión del liderazgo como servicio; su compromiso con la paz; su enfoque en los individuos marginados, los pobres y los inmigrantes; su preocupación por la unidad de la iglesia, demostrada en sus relaciones con otras comuniones cristianas y en la práctica de la sinodalidad; su respeto por las diferentes religiones y su cuidado por la creación de Dios. Estos esfuerzos, entre otros, le hicieron ganarse el cariño de muchos de nuestros hermanos y hermanas a lo largo de sus años de ministerio”.

El primer Papa argentino en la historia de la iglesia nació con el nombre de Jorge Mario Bergoglio en Buenos Aires, Argentina, en 1936. Se formó como técnico químico y luego se unió al noviciado jesuita en 1958. Fue ordenado como sacerdote en 1969, consagrado obispo en 1992, arzobispo en 1998 y nombrado cardenal en 2001. Fue elegido para el papado en 2013, cuando se convirtió en el primer papa en tomar el nombre de Francisco.

El legado del papa Francisco está marcado por las “primeras veces”. Fue el primer jesuita en convertirse en papa y la primera persona del Sur Global. Fue el primer papa en viajar a la Península Arábiga, donde firmó una declaración sobre la fraternidad humana por la paz mundial y la convivencia común junto con el Gran Imán de Al-Azhar, Ahmad Al-Tayyeb.

A lo largo de su papado, siguió los pasos de su homónimo, que estaba asociado con la pobreza, la sencillez y la renuncia al poder. Un ejemplo fue su negativa a vivir en el Palacio Apostólico (residencia habitual de los papas), optando por un apartamento en la casa de huéspedes Domus Sanctae Marthae.

El papa Francisco fue un defensor de los refugiados, de los pobres y de la paz, y se pronunció firmemente contra la guerra en numerosos conflictos. Publicó la primera encíclica papal sobre el medio ambiente, titulada “Laudato Si” y una exhortación apostólica posterior, “Laudate Deum”.  Invitó a todos a “cooperar como instrumentos de Dios en el cuidado de la creación, cada uno según su propia cultura, experiencia, iniciativas y capacidades”.

En octubre del 2024, el Vaticano invitó a una representante del CMM a asistir a la 16ª Asamblea General Ordinaria del Sínodo como delegada fraternal. El sínodo, que el Papa supervisó, se centró en la sinodalidad, una palabra que designa las partes de la iglesia que se unen como el cuerpo de Cristo. 

“El Papa Francisco trabajó para garantizar que la iglesia Católica se convirtiera en una iglesia que llega a los márgenes, que no es egocéntrica y muestra una profunda preocupación por las minorías (Evangelii Gaudium, 2013). Estaba decidido a involucrar a todos los bautizados en la toma de decisiones y el trabajo de la iglesia. Buscó reflexionar sobre la sinodalidad con cristianos de otras iglesias”, afirma Anne-Cathy Graber, secretaria de relaciones ecuménicas del CMM. Sus elecciones intencionadas de la sencillez en lugar de la ceremonia significaron una forma nueva y diferente de ser Papa, una nueva forma de abordar la gobernanza.

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